• A mediados de 1955 cobró fuerza la figuración no ortodoxa.
Transitamos del nacionalismo a una tendencia “cosmopolita” de
acuerdo con los “dictados internacionales del arte”. Entre los protagonistas encontramos a Héctor Xavier, Rafael Coronel y José Luis Cuevas. Obras medio expresionistas, de figuración independiente de la carga política/marxista/nacionalista. ¿Es que los artistas se reconciliaron con la burguesía y el stablishment? El naciente movimiento autodenominado “La Mafia” y denominado a posteriori “Ruptura”, generó un preámbulo a la nueva figuración que surgirá en los años sesenta. • Cuando el crítico de arte Luis Cardoza y Aragón vio la exposición que Rafael Coronel presentó en el Museo del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en 1959, se sintió “ante un géiser”. Se trataba de la obra de un pintor nacido en el estado de Zacatecas, de 28 años de edad, cuyo pincel, escribió entonces el especialista, era “un fluir de creación, con fantasía fresca, palpable, advertible. El manantial nace a borbotones, atropellándose”. La intención del artista zacatecano en aquella época “dominada por el boom del muralismo”, era “mostrar el ser humano latinoamericano sin ponerle adornos como Diego Rivera, que le ponía alcatraces, o David Alfaro Siqueiros banderas, y José Clemente Orozco llamas. Cuando dejas la pintura sola es cuando llegas al énfasis humano más alto, a la representación más pura del hombre, como los retratos de Rembrandt, que no tienen más que luz y un poco de sombra”, recuerda el creador. • A lo largo de las décadas de los 50 y 60 muchos jóvenes pintores mexicanos, guiados por el ejemplo de Rufino Tamayo y Juan Soriano, así como por la presencia en el país de notables artistas exiliados europeos, promovieron un cuestionamiento profundo del nacionalismo en el arte, que corrió parejo a una nueva apertura hacia las corrientes internacionales. Se adoptaron muy variadas “tendencias”: el Neoexpresionismo, el Nuevo Humanismo, el Informalismo, el Abstraccionismo Geométrico, entre otras, variedades que suponían el acceso a una legitimidad universal que esos jóvenes artistas no hallaban en su patria. Pronto establecieron una batalla de muchos frentes para lograr el acceso a los recintos oficiales. • A lo largo de las décadas de los 50 y 60 muchos jóvenes pintores mexicanos, guiados por el ejemplo de Rufino Tamayo y Juan Soriano, así como por la presencia en el país de notables artistas exiliados europeos, promovieron un cuestionamiento profundo del nacionalismo en el arte, que corrió parejo a una nueva apertura hacia las corrientes internacionales. Se adoptaron muy variadas “tendencias”: el Neoexpresionismo, el Nuevo Humanismo, el Informalismo, el Abstraccionismo Geométrico, entre otras, variedades que suponían el acceso a una legitimidad universal que esos jóvenes artistas no hallaban en su patria. Pronto establecieron una batalla de muchos frentes para lograr el acceso a los recintos oficiales.