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Parasha II Tercera Parte
Parasha II Tercera Parte
PARASHAT DE LA TORAH ll
ÁNGEL DUARTE
8- LEYES DE LA PURIFICACIÓN
Lev 12: 1 YHVH dijo a Moshé: 2 “Dile a los hijos de Yisra’el: "Si una mujer concibe
y da a luz un niño, ella estará inmunda por siete días con la misma inmundicia
como en niddah (cuando ella está teniendo su período de menstruación).
Esto establece lo siguiente: durante esos siete días, la mujer no puede mantener
relaciones sexuales con su marido, por causa de la citada impureza.
Luego los versículos que hablan del momento de la concepción de un varón,
declaran respecto a la madre: “treinta y tres días permanecerá aguardando la
purificación de su sangre (después del parto). Toda cosa de santidad no tocará,
y al santuario no vendrá hasta que se completen los días de su purificación.”
(Lev: 12: 1-4)
O sea, estos 40 dias que la mujer debe permanecer en estado de purificación,
después de concebir a un varón, se dividen en dos fases:
1- Siete días tiene prohibido tener relaciones.
2- Treinta y tres días tiene prohibido tocar santidades e ir al Santuario. Esto es
para el alumbramiento de un varón, pero si la mujer da a luz una hembra,
entonces el tiempo que debe durar sin estar con su marido es de 14 días y el
tiempo de purificación es de 66 días, para un total de 80 días.
Así mismo, la mujer no era declarada ritualmente limpia sino hasta después de
haber entrado a la mikve. La inmersión en una mikve es una parte integral de la
conversión al judaísmo. Sin la conversión, la inmersión no es válida. Hay muchas
veces que una inmersión en una mikve es costumbre. Haremos todo lo posible para
explorar tanto como lo permita el espacio.
La inmersión de todo el cuerpo es un acto de lavado que se realiza para corregir una
condición de impureza ritual y restaurar lo impuro a un estado de pureza ritual. La
persona ritualmente impura tiene prohibido realizar ciertas funciones y participar en
ciertos ritos. Luego de la inmersión, tras un tiempo de espera, la persona es declarada
tahor (ritualmente pura) y tiene nuevamente las condiciones para participar en la
adoración.
El estado de tumah se considera detestable para Dios. La persona debe tener cuidado
de no encontrarse en ese estado y, por lo tanto, no ser cortado de la presencia de Dios.
1-Lepra
2- Entrar en contacto con los cadáveres de algunos animales y cadáveres humanos en
particular.
3- Problemas de los órganos sexuales humanos.
Lavado de las manos:
Las manos limpias son vistas como un símbolo de un alma inocente, que
podría estar ante Dios con un corazón limpio. Al entrar en el santuario y
ministrando a Dios, uno debe estar libre de culpa y de toda impureza. En el
Salmo 134: 2 está escrito: “Alzad vuestras manos al Santuario y bendecid al
Señor. Rav Shaúl lo expresó de esta manera en Timoteo 2: 8 : “Quiero, pues,
que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni
contienda.”
Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos
delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Mateo 27: 24
Lavarse las manos se había convertido en una tradición de los ancianos y se expandió a otras áreas,
además de la eliminación de la culpa. Lavarse las manos es una ordenanza rabínica para corregir la
condición de tomeh yadayim (impureza de las manos).
Según una tradición, “impureza de las manos” y el lavado como medio de purificación, fue instituída por el
rey Salomón. Mientras que otro dice que los discípulos de Hilel y Shamai fueron los responsables de la
misma. Parece que la costumbre se extendió desde el kohen /sacerdote, (que se lavaban las manos antes
de comer alimentos consagrados), a los piadosos entre los laicos y, finalmente, se convirtió en universal.
Lavar las manos y pies:
El lavado de las manos y los pies es un tipo de inmersión y era un requisito para el sacerdote, antes de
participar en el Templo. Antes de entrar en el tabernáculo o al Templo, el sacerdote debía lavarse las
manos y los pies.
Habló más Jehová a Moisés, diciendo: Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para
lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. Y de ella se lavarán
Aarón y sus hijos las manos y los pies. Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua,
para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida
para Jehová, se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y
su descendencia por sus generaciones.Éxodo 30:17-21
El Mesías lavó los pies de sus talmidim en el último Seder de Pascua. El Mesías fue preparando a sus talmidim
para recibir su ministerio, igual al que los hijos de Aarón tuvieron. Yeshúa también estaba efectuando una
instalación sacerdotal (consagrar sus talmidim), en el oficio del sacerdocio.
Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se
acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová. Éxodo 30:20
Los hijos de Aarón ya estaban limpios de impurezas, pero aún así tuvieron que
lavarse las manos y los pies, o bajo pena de muerte no podían servir en el
Templo, del mismo modo que los talmidim no podían recibir su ministerio hasta
que habían sido lavados.
La lepra de ropa y edificios siempre requiere que ellos sean aislados por una o dos semanas, y sólo después
de este período se decide si son limpias o no. Es importante la inmersión del leproso en este proceso de
limpieza, su casa y sus vestiduras.
Pasos para la purificación del leproso
Y el sacerdote que le purifica presentará delante de Jehová al que se ha de limpiar, con aquellas cosas, a
la puerta del tabernáculo de reunión; y tomará el sacerdote un cordero y lo ofrecerá por la culpa, con el
log de aceite, y lo mecerá como ofrenda mecida delante de Jehová. Y degollará el cordero en el lugar
donde se degüella el sacrificio por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario; porque como la
víctima por el pecado, así también la víctima por la culpa es del sacerdote; es cosa muy sagrada. Y el
sacerdote tomará de la sangre de la víctima por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la
oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.
Asimismo el sacerdote tomará del log de aceite, y lo echará sobre la palma de su mano izquierda, y
mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y esparcirá del aceite con su dedo
siete veces delante de Jehová. Y de lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote
sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el
pulgar de su pie derecho, encima de la sangre del sacrificio por la culpa. Y lo que quedare del aceite que
tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica; y hará el sacerdote expiación por él
delante de Jehová. Ofrecerá luego el sacerdote el sacrificio por el pecado, y hará expiación por el que se
ha de purificar de su inmundicia; y después degollará el holocausto, y hará subir el sacerdote el holocausto
y la ofrenda sobre el altar. Así hará el sacerdote expiación por él, y será limpio. Mas si fuere pobre, y no
tuviere para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa,
para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de
aceite. LEVÍTICO 14: 11-21
Continuación:
…y dos tórtolas o dos palominos, según pueda; uno será para expiación por el pecado, y el
otro para holocausto. Al octavo día de su purificación traerá estas cosas al sacerdote, a la
puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová. Y el sacerdote tomará el cordero de
la expiación por la culpa, y el log de aceite, y los mecerá el sacerdote como ofrenda mecida
delante de Jehová. Luego degollará el cordero de la culpa, y el sacerdote tomará de la
sangre de la culpa, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre
el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho. Y el sacerdote echará del
aceite sobre la palma de su mano izquierda; y con su dedo derecho el sacerdote rociará del
aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Jehová. También el sacerdote
pondrá del aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se
purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar
de la sangre de la culpa. Y lo que sobre del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo
pondrá sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehová. Asimismo
ofrecerá una de las tórtolas o uno de los palominos, según pueda. Uno en sacrificio de
expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además de la ofrenda; y hará el sacerdote
expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová. Esta es la ley para el que hubiere
tenido plaga de lepra, y no tuviere más para su purificación.Levítico 14:22-32
9- EL JUBILEO
•Se proclamaba libertad para los israelitas que se habían vendido en esclavitud por hallarse en deudas.
El año de jubileo es el año de libertad.
De acuerdo a la Toráh, un esclavo hebreo solo podía ser esclavizado por seis años y luego tenía que ser
puesto en libertad en su séptimo año de servidumbre. Incluso si un esclavo no había cumplido los seis
años cuando el jubileo llegara, su período de servicio había terminado y era puesto en libertad. Eso les
daba a las personas un nuevo aire para empezar de nuevo.
•Libertad para que todas las herencias de la tierra que habían sido vendidas por problemas de dinero
retornaran a sus dueños originales (Levítico 25).
• Si la nación observaba debidamente el Jubileo, en ese año sabático, la nación quedaba restaurada
por completo; con un gobierno estable, dirigido por Dios, con una economía nacional siempre próspera
y sin deudas.
•El jubileo, como provisión divina, era una muestra de sabiduría por parte de YHVH, porque impediría
que la nación cayera en una división de clases sociales y económicas: los muy ricos y los muy pobres.
2 Crónicas 36:21
Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de
reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.
Esto sucedió en el 587/586 a. C., cuando la nación de Judá se fue al destierro a Babilonia. Hasta 70 años
después, alrededor del 516 a.C., cuando finalizaron esos 70 años, YHVH hizo que los jubileos que Israel no
respetó, fueran “pagados”, haciendo Él que la tierra descansara.
Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad,
ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre. Y traeré sobre
aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro,
profetizado por Jeremías contra todas las naciones.Jeremías 25:12-13
Continuación:
Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os
visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a
este lugar. Jeremías 29: 10