La historia de Eliza, el

primer bot conversacional

Jesús Augusto Sarcos Romero
Para la sociedad actual, es normal realizarle diversas preguntas a su asistente de voz, con el
fin de evitar investigar y obtener una respuesta inmediata. Muchas personas atribuyen la
creación de este sistema a la era 2.0, sin embargo, te sorprenderá saber que el primer bot
conversacional o el primer programa para responder de forma automática lo que se le quiera
preguntar, fue creado a finales de la década de los años 60.

Para asombro de todos, este primer programa conversacional de inteligencia artificial tenía
nombre de mujer al igual que Siri, Alexa, Echo, Cortana y otros asistentes digitales.

Jesús Augusto Sarcos Romero

Su nombre fue Eliza, en honor a la protagonista de la obra Pigmalión, Elsa Doolittle. Fue
creada en Estados Unidos en 1966 por el profesor y matemático Joseph Weizenbaum en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts. La idea de su inventor, partió de elaborar una
parodia de las preguntas que hacían los psicoterapeutas alineadas al manual del psicólogo
Carl Rogers, creador de la llamada “terapia centrada en el cliente”. Así mismo, demostrar
cuán superficial podía ser la comunicación entre el hombre y la máquina mediante una
interacción escrita entre ellos.
Jesús Augusto Sarcos Romero
Para conseguir una conversación coherente y lo más similar posible a un diálogo entre dos
seres humanos, Weizenbaum le proporcionó una serie de recursos a Eliza, uno de sus
secretos era la capacidad de reconocer palabras claves y luego elaborar preguntas referentes
al tema. También, contaba con la habilidad de almacenadar frases hechas sobre una variedad
de temas, que luego utilizaba al reconocer palabras clave, así como frases empáticas y de
continuidad. En el caso de no encontrar palabras asociadas en su base de datos, utilizaba
frases como ¿Por qué dices eso? o ¿Estás seguro?.

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A pesar de que para la época fue un programa experimental, su elaborador nunca pensó que
éste serviría de referencia a bots conversacionales que décadas más tarde aparecieron.
Comparando a Eliza con la inteligencia artificial de la actualidad, se puede mencionar que
ésta carecía de memoria y no podía aprender de sus conversaciones. Para Weizenbaum, la
gran sorpresa de todo fue cuando los usuarios asumían que Eliza los comprendía, y muchos
de ellos le contaban sus problemas e intimidades.

Jesús Augusto Sarcos Romero

REFERENCIAS

-https://jesusaugustosarcosromero.wordpress.com/2018/06/12/jesus-augusto-sarcos-
romero-la-historia-de-eliza-el-primer-bot-conversacional/

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