Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Letio Divina Zaqueo
Letio Divina Zaqueo
Divina
Jesús, como Zaqueo quiero conocerte mejor, pero hay muchas cosas
que me lo impiden y me distraen. Hoy vengo a esta oración dispuesto a
encontrarme contigo. Mírame Señor, con ese amor con que miraste a
Zaqueo, ven a mí, prometo no dejarte ir nunca más. Amén.
Petición:
Papa Francisco
Jesús desde su árbol redentor
nos invita a bajarnos de nuestro ridículo árbol del pecado
Miremos a Zaqueo
hoy en el árbol ridículo
Pero…es un gesto de salvación, pero yo te digo a ti, si tú tienes
un peso sobre tu consciencia, si tú tienes vergüenza de tantas
cosas que has cometido, detente un poco, no te asustes, piensa
que alguien te espera porque nunca ha dejado de acordarse de
ti, de recordarte, y ese es tu padre Dios.
Trépate, como ha
hecho Zaqueo, sube
sobre el árbol del
deseo de ser
transformado.
Yo les aseguro que
no serán
desilusionados.
Jesús el Buen Pastor,
es misericordioso y
nunca se cansa de
¡Así es Jesús! perdonarnos.
Queridos hermanos y
hermanas, dejemos
nosotros también que
Jesús nos llame por
nuestro nombre. En lo
profundo de nuestro
corazón escuchemos
su voz que nos dice:
'Hoy tengo que
quedarme en tu casa'
yo quiero
detenerme en tu
casa, en tu corazón,
o sea en tu vida.
Recibámoslo con alegría ¡Déjate mirar por Jesús!
Y todo el pueblo murmuraba: "Se ha ido a casa de un rico pecador". Zaqueo dijo
resueltamente a Jesús: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres y a
quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más".
Jesús le contestó:
"Hoy ha entrado la
salvación a esta
casa, pues también
este hombre es un
hijo de Abraham. El
Hijo del hombre ha
venido a buscar y a
salvar lo que estaba
perdido"
Cuán transformante habrá sido el encuentro de Zaqueo con Jesucristo para que
este hombre decidiera corregir el rumbo de su vida. Probablemente desde el
momento en que Zaqueo con tanto interés buscó a Jesús, sabía que su modo de
actuar no era el correcto y sabía que conocer a ese profeta le cambiaría la vida,
aunque esto tuviera muchas consecuencias.
Zaqueo al subir al árbol,
vence el respeto humano.
Pone los medios necesarios para un encuentro cara a cara con el Señor.
No imaginó que Jesucristo le pediría hospedarse en su casa.
Y bajó del árbol rápidamente y lo recibió con alegría.
¡Qué actitud tan
hermosa la de
Zaqueo!
que conociendo sus
pecados, acepta al
Señor y atiende
rápidamente a su
petición.
Zaqueo tiene doble fiesta:
el perdón de Jesús y su
conversión de vida.
Encuentro entre la miseria y la gracia
Todos los cristianos podemos imitar esta actitud de prontitud ante los
reclamos del Señor y una prontitud alegre, porque no hay mayor motivo
de felicidad y alegría que Jesús nos llame y lo hace todos los días.
Zaqueo no podía seguir siendo el mismo
después de conocer personalmente a Cristo.
Faustina