Escuela de Derecho Universidad San Sebastián Puerto Montt Capítulo XV, arts. 127 a 129.
Procedimiento:
Los proyectos de reforma constitucional pueden ser iniciados
por mensaje del Presidente de la República o por moción de cualquiera de los miembros del Congreso Nacional, pero no pueden ser firmados por más de 10 diputados ni por más de 5 senadores.
Aprobación de cada Cámara.
El proyecto de reforma necesitará ser aprobado en cada Cámara por el voto conforme de los 3/5 partes de sus miembros en ejercicio.
«Voto conforme»: aprobación.
Votos en blanco o abstención no son considerados. Sin embargo, se necesitará en cada Cámara la aprobación de las 2/3 partes de sus miembros en ejercicio cuando se trate de reformas constitucionales sobre:
- Capítulo I: Bases de la Institucionalidad.
- Capítulo III: Derechos y deberes constitucionales.
- Capítulo VIII: Tribunal Constitucional.
- Capítulo XI: FFAA, de Orden y Seguridad Pública.
- Capítulo XII. Consejo de Seguridad Nacional.
- Capítulo XV: Reforma Constitucional.
En lo no previsto en este capítulo (XV) se aplicarán las normas sobre la formación de la ley.
Veto: El Presidente de la República puede oponerse al proyecto y lo puede vetar total o parcialmente.
Si el Presidente rechaza totalmente un proyecto de reforma
constitucional éste vuelve al Congreso, el que para insistir requiere de los 2/3 partes de los miembros en ejercicio de cada Cámara.
Acá la Cámara respectiva votará únicamente si insiste en la
totalidad del proyecto y se entenderá terminada su tramitación por la sola circunstancia de que en una de las Cámaras no se alcanzare la mayoría de las 2/3 partes de sus miembros para insistir. Si el Congreso no reúne ese quórum para insistir, no hay reforma.
Si los reúne e insiste, el Presidente debe promulgar dicho
proyecto, a menos que convoque a la ciudadanía a plebiscito.
Si el Presidente de la República observa parcialmente un
proyecto de reforma, éste vuelve al Congreso y las observaciones se entenderán aprobadas con el voto conforme de las 3/5 partes o las 2/3 partes, según los casos, de los miembros en ejercicio de cada Cámara. En ese caso se devuelve al Presidente para su promulgación. Convocatoria a Plebiscito.
La convocatoria a plebiscito se ordena mediante decreto
supremo y debe efectuarse dentro de los 30 días siguientes a aquel en que ambas cámaras insistan en el proyecto aprobado por ellas.
Transcurrido ese plazo sin que el Presidente convoque a
plebiscito, se promulgará el proyecto que hubiere aprobado el Congreso.
Si se convoca a plebiscito dentro de plazo, el decreto supremo
fijará la fecha de la votación: se celebrará 120 días después de la publicación de dicho decreto si ese día correspondiere a domingo. Si así no fuere, ella se realizará el domingo inmediatamente siguiente. El decreto de convocatoria contendrá, según corresponda:
- El proyecto vetado totalmente por el Presidente de la
República e insistido en su totalidad por el Congreso.
- O las cuestiones del proyecto en las cuales el Congreso
haya insistido. Acá, cada una de las cuestiones en desacuerdo debe ser votada separadamente en el plebiscito.
Cabe tener presente lo establecido en el artículo 93 Nº 5 de la
CPR en cuanto al requerimiento hecho al Tribunal Constitucional (por el Senado o Cámara de Diputados): dentro de los 10 días contados desde la fecha de publicación del decreto que fije el día de la consulta plebiscitaria. El tribunal establecerá en su resolución el texto definitivo de la consulta plebiscitaria, cuando ésta fuere procedente. Si al tiempo de dictarse la sentencia faltaren menos de 30 días para la realización del plebiscito, el Tribunal fijará en ellas una nueva fecha comprendida entre los 30 y 60 días siguientes al fallo.
El Tribunal Calificador de Elecciones comunicará al Presidente
de la República el resultado del plebiscito, especificando el texto del proyecto aprobado por la ciudadanía, el que debe ser promulgado como reforma constitucional dentro de los 5 días siguientes a dicha comunicación.
Acá el plazo es menor que para la promulgación de un
proyecto de ley común u ordinaria (que es de 10 días). Ello porque acá ha habido un pronunciamiento directo de la ciudadanía sobre el texto de la reforma constitucional.
Una vez promulgado el proyecto y desde la fecha de su
vigencia, las disposiciones de la reforma constitucional formarán parte de la Constitución y se tendrán por incorporadas a ésta. FIN