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Ideologías

IDEAS POLÍTICAS CONTEMPORÁNEAS

Orígenes, tipos características:

Es muy tradicional la clasificación de los partidos, de acuerdo a sus ideas o tendencias políticas,
en partidos de izquierda, de derecha y de centro. Esta denominación tuvo origen en la Asamblea
de la Revolución francesa: según la ubicación a la izquierda se colocaron los más revolucionarios,
en contra se encontraban aquellos ubicados a la derecha, eran conservadores poco proclives a
los cambios. Al centro quedaron los que no habían adoptado una postura política definida, y los
que consideraban que ambas posturas (izquierda y derecha) eran negativas. Hoy esta
denominación es considerada imprecisa.

Actualmente se considera de izquierda los partidos que buscan cambios sociales más profundos,
compartiendo o limitando la propiedad de la tierra y de los medios de producción en general
(partido socialista).

Los de derecha son los que defienden la propiedad privada.

Los de centro son los que, sin eliminar el derecho a la propiedad privada, estipulan altos
impuestos a la riqueza a fin de poder paliar las consecuencias de la pobreza mediante un
Estado fuerte que provea un sistema de salud, educación y si es posible, facilidades para la
adquisición de viviendas.

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LIBERALISMO

El liberalismo es una doctrina que se basa en la defensa de las iniciativas individuales y que
busca limitar la intervención del Estado en la vida económica, social y cultural. El liberalismo
político surgió a fines del siglo XVII en Inglaterra, con el pensador John Locke.
Imagen 1

El liberalismo integra un conjunto


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de ideas que sostienen:

- la necesidad de defender la libertad de los individuos frente a la acción de distintos


poderes. - La propiedad privada de la tierra y los medios de producción
- Igualdad de los ciudadanos ante la ley.
- Libre mercado capitalista.
- La autoridad política (gobierno) debe regular la vida política sin intervenir excesivamente.
- Economía de mercado: el liberalismo económico relega al Estado a una posición de
mínima interferencia en los asuntos económicos y le otorga cualidades de control jurídico
para garantizar el cumplimento de las leyes. - Sufragio universal.
- Soberanía nacional.
- Vigencia de una Constitución.
- División de poderes.
- Libertad de expresión.

Los principios liberales se han ido conformando como ideología desde mediados del siglo
XVII y se afianzaron durante la segunda mitad del siglo XIX.
Los principios del pensamiento liberal orientaron la llamada “Gloriosa Revolución”, ocurrida
en Inglaterra en 1688, y protagonizada por sectores burgueses que cuestionaron el régimen
monárquico absolutista y derrocaron al rey.
Más tarde, las ideas liberales impulsaron las luchas por la independencia de las Trece
Colonias inglesas en América del Norte y la constitución de los Estados Unidos de
Norteamérica, en 1776, y la Revolución Francesa que se inició en 1789. Luego de los ciclos
revolucionarios que sucedieron en Europa hacia 1830 y 1848, los gobiernos europeos fueron
incorporando
paulatinamente algunos principios del programa liberal a la organización de los Estados y a la
redacción de sus constituciones.

SOCIALISMO
Como respuesta a la explotación sufrida por los trabajadores desde el comienzo de la
revolución industrial, hubo distintos pensadores que buscaron soluciones reformistas, utópicas
y revolucionarias, para tratar de mejorar esa situación. Como rechazan el individualismo
sostenido por el liberalismo, se los llamó SOCIALISTAS, por su defensa a la propiedad social
de los medios de producción.

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Algunos intelectuales críticos propusieron modelos de organización de la producción y de la
sociedad basados en principios opuestos a los del individualismo liberal. Defendían valores como
la solidaridad social, el mutualismo o el cooperativismo, y fueron denominados “socialistas
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utópicos”. El “socialismo utópico” no constituyó una corriente de pensamiento homogénea, pero
los ideales expresados por sus representantes más lúcidos contribuyeron a cimentar las bases
del pensamiento socialista del siglo XIX.
También existe el socialismo científico, que, a diferencia del socialismo utópico, fundamentó
sus teorías en un profundo estudio de la sociedad, la economía y la historia. Sus fundadores
fueron Karl Marx y Friedrich Engels. Sostenían que la “lucha de clases” constituye el motor de
la historia: cuando existen tensiones sociales se producen revoluciones que van dando lugar a
períodos más avanzados. El socialismo científico se inició en el siglo XIX, por obra de Karl
Marx y Friedrich Engels, el cual fue llamado socialismo vivo marxista. Esta ideología rompió
con los socialistas utópicos, porque no representaban en la práctica cómo combatir el

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capitalismo, pero reconocieron la importancia del análisis crítico de la realidad política y
económica del capitalismo durante la revolución industrial.

En la historia de la humanidad Marx distingue cinco modos de producción. Cada uno con su
propio sistema de clases:
1. Comunismo primitivo: Sin clases sociales por el escaso desarrollo histórico.
2. Feudalismo: Siervos y señores feudales.
3. Esclavismo: Esclavos y esclavistas.
4. Capitalismo: obreros y burgueses.}
5. Comunismo: Sin clases por el alto desarrollo histórico.

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FASCISMO
Después de la Primera Guerra Mundial, la crisis económica y el avance del comunismo,
hicieron que los burgueses del resto de Europa temieran perder sus privilegios. Entonces, en
algunos países capitalistas, como reacción al socialismo y debido al medio generado por la
inestabilidad social, surgieron los partidos fascistas.
Se unieron otros sectores, como los “nacionalistas” que rechazan las ideologías extranjeras y se
unieron ante los enemigos externos e internos. Requerían de la adhesión a un líder que imponía
una doctrina, las decisiones son tomadas verticalmente y de arriba hacia abajo. Una diferencia con
el comunismo es que el comunista cree en las masas y es igualitario, en cambio el fascista cree en
las élites.
Los objetivos de los fascismos era destruir a los partidos de izquierda (comunista y socialista), evitar
la independencia del movimiento obrero, sometiendo su voluntad a la del Estado. Eran defensores
del capitalismo, pero no confiaban en la democracia (como si confiaban los liberales).
Dentro de la teoría marxista, la socialdemocracia se constituyó en Alemania en 1875 y creció a
pasos agigantados. Los socialdemócratas proponían incluir al socialismo dentro del sistema
democrático.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, la socialdemocracia volvió a resurgir fijando los principios
básicos, sin renegar de la tradición marxista, se aceptaron otras orientaciones y en muchos
aspectos, paso de ser un partido “revolucionario de palabra” a uno “reformista” (eso significa que
trata de cambiar la situación de los trabajadores, pero no el sistema capitalista). Se acercó a los
liberales que aceptaban la injerencia del Estado para favorecer a las clases más necesitadas,
creando un “Estado de Bienestar”.
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