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FACULTA DE CIENCIA DE LA SALUD

MATERIA:
TEORIA DE PSIQUIATRIA

PROFESORA:
RAFAEL TRABOUS ROMAN

TEMA:
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

SECCIÓN: 03

ESTUDIANTES:
FRANCERLIT A. FERNÁNDEZ LARA - 100394850
GRACIELA A. ORTIZ TORREZ - 100220488

FECHA:
14/12/2023

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INTRODUCCION

En el presente informe se tratará de abordar de forma resumida los trastornos de


personalidad que abarcan varios tipos de trastornos como son el trastorno de
personalidad narcisista, trastorno de personalidad trastorno de personalidad
dependiente, trastorno de personalidad limite, trastorno de personalidad
esquizoide, trastorno de personalidad antisocial y el trastorno de personalidad
histriónico, veremos cómo afectan cada uno al paciente que lo padece y como se
diagnostica y cuál es el tratamiento adecuado para cada trastorno.

Aunque no se conocen las causas específicas de los trastornos de la personalidad,


hay algunos factores que parecen aumentar el riesgo de tenerlo.

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TRASTORNO DE LA
PERSONALIDAD
Un trastorno de la personalidad es una enfermedad de salud mental en la que las
personas tienen un patrón de por vida de verse a sí mismas y reaccionar ante los
demás de formas que causan problemas. Las personas con trastornos de la
personalidad suelen tener dificultades para comprender las emociones y tolerar el
sufrimiento emocional, y actúan de forma impulsiva. Esto les dificulta relacionarse
con los demás, les causa graves problemas y afecta a su vida familiar, sus
actividades sociales, su rendimiento laboral y escolar y su calidad de vida en
general.
En algunos casos, puede que no sepas que tienes un trastorno de la personalidad.
Eso es porque la forma en que piensas y te comportas te parece natural. También
puedes pensar que los demás son responsables de las dificultades a las que te
enfrentas.
Existen muchos tipos de trastornos de la personalidad, y tienen diferencias
importantes. Los trastornos se clasifican en tres grupos o tipos, con
características y síntomas compartidos:
Trastornos de la personalidad del grupo A
Las personas con trastornos de la personalidad del grupo A tienen un patrón
disfuncional constante de pensamiento y conducta que se caracteriza por las
sospechas o la falta de interés en los demás. Entre ellos se incluyen los siguientes:
 TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
El trastorno de la personalidad esquizoide es un trastorno en el que una persona
muestra un patrón de aislamiento social, falta de interés en las relaciones
cercanas y una gama limitada de expresiones emocionales.
El trastorno de la personalidad esquizoide se caracteriza por un patrón de
aislamiento social durante toda la vida. Las personas afectas suelen ser vistas por
los demás como excéntricas, aisladas o solitarias. Su incomodidad en la relación
con los demás, su introversión y su afectividad restringida y fría constituyen los
rasgos más notorios.
Epidemiología
La prevalencia del trastorno no está establecida con claridad, pero puede afectar a
un 5% de la población general. Las personas con este trastorno tienden a
desempeñar trabajos solitarios que suponen poco o ningún contacto con los
demás.
Diagnóstico

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En la evaluación psiquiátrica inicial, los pacientes con un trastorno de la
personalidad esquizoide pueden parecer enfermos. Raramente toleran el contacto
visual, y los entrevistadores pueden suponer que están deseando que la entrevista
termine lo antes posible. Sus afectos pueden ser restringidos, reservados o
inadecuadamente serios; sin embargo, bajo ese distanciamiento, los médicos
sensibles reconocerán el miedo.
Cuadro clínico
Las personas con trastorno de la personalidad esquizoide dan la impresión de ser
frías y distantes; se muestran reservadas y carentes de implicación con los
acontecimientos cotidianos y con todo aquello que preocupa a los demás. Parecen
silenciosas, retraídas e insociables. Pueden vivir sin necesidad o deseo especial de
mantener lazos emocionales con los demás, y son las últimas en enterarse de los
cambios en las modas sociales.
Criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de personalidad esquizoide
Patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de
expresión de las emociones en contextos interpersonales.
No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una
familia.
Casi siempre elige actividades solitarias.
Muestra poco o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra
persona.
Disfruta con pocas o con ninguna actividad.
No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer
grado.
Se muestra indiferente a las alabanzas o a las críticas de los demás.
Se muestra emocionalmente frío, con desapego con afectividad plana.
Aparentan ser fríos y no interesarse por los demás.
Casi siempre eligen estar solos.
La manera en la que expresan sus emociones es limitada.
Son incapaces de disfrutar de la mayoría de las actividades.
No pueden interpretar las señales sociales típicas.
Las relaciones sexuales con otra persona les generan poco o ningún interés.
Evolución y pronóstico
El trastorno de la personalidad esquizoide suele iniciarse en las primeras etapas
de la infancia o la adolescencia. Como todos los trastornos de la personalidad, es
de larga duración, aunque no necesariamente permanece a lo largo de toda la
vida.
Tratamiento
Psicoterapia: El tratamiento de los pacientes con trastorno de la personalidad
esquizoide es similar al de aquellos con un trastorno de la personalidad paranoide.
Sin embargo, las tendencias a la introspección de los esquizoides son acordes con

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las expectativas de los psicoterapeutas y pueden ser buenos pacientes, aunque se
muestren distantes.
Tratamiento farmacológico: Las dosis bajas de antipsicóticos, antidepresivos y
psicoestimulantes se han mostrado efectivas en algunos casos. Los fármacos
serotoninérgicos pueden disminuir la sensibilidad al rechazo, y las
benzodiazepinas, la ansiedad interpersonal.
 TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD
Tienen pensamientos, creencias, habla o conductas inusuales.
Piensan o sienten cosas extrañas, como escuchar que susurran su nombre.
Tienen apatía o presentan respuestas emocionales socialmente poco
comunes.
Tienen ansiedad social, como no sentirse cómodos para entablar vínculos
cercanos con los demás o no tener relaciones interpersonales cercanas.
Responden a los demás de manera inapropiada, o exhiben sospechas o
desinterés.
Tienen "pensamiento mágico", es decir, creen que sus pensamientos pueden
afectar a otras personas y eventos.
Creen que algunos incidentes o hechos casuales tienen mensajes ocultos.
Trastornos de la personalidad del grupo B
Las personas con trastornos de la personalidad del grupo B tienen un patrón
disfuncional constante de pensamientos dramáticos, demasiado emocionales o
conductas impredecibles. Entre ellos se incluyen los siguientes:
 TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD
El trastorno límite de la personalidad es un trastorno mental en el que una
persona experimenta emociones intensas y cambios rápidos de humor,
inestabilidad en las relaciones interpersonales, impulsividad y una imagen
distorsionada de sí misma.
Los pacientes con trastorno de la personalidad límite se sitúan en la frontera entre
la neurosis y la psicosis, y se caracterizan por una extraordinaria inestabilidad
afectiva, del estado de ánimo, conductual, de relaciones objétales y de su
autoimagen.
Epidemiología
No hay estudios definitivos sobre su prevalencia, pero se cree que el trastorno de
la personalidad límite afecta al 1-2% de la población, y es dos veces más frecuente
en mujeres que en hombres.
Diagnóstico
Según el DSM-5, el diagnóstico del trastorno de la personalidad límite puede
realizarse al comienzo de la edad adulta, cuando el paciente presenta al menos
cinco de los criterios reflejados en la tabla 22-5. Los estudios biológicos pueden
ayudar en el diagnóstico.

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Criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de la personalidad límite
Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la
autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras
etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta
por cinco (o más) de los siguientes hechos:
Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado.
Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza
por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación. 3.
Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la
autoimagen y del sentido del yo.
Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej.,
gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios. o
conductas autolesivas.
Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo
(p. ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que
generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
Sensación crónica de vacío.
Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p. ej.,
exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés.
Tienen un miedo profundo a estar solos o ser abandonados.
Tienen sentimientos constantes de vacío.
Se ven a sí mismos como débiles o inestables.
Tienen relaciones interpersonales profundas que no son estables.
Tienen altibajos en el estado de ánimo, por lo general debido al estrés
causado por la interacción con los demás.
Amenazan con autolesionarse o se comportan de maneras que pueden llevar
al suicidio.
Se enojan mucho y a menudo.
Actúan de manera impulsiva y riesgosa, como tener relaciones sexuales sin
protección, apostar o tener atracones de comida.
Presentan paranoia por el estrés, la cual aparece y desaparece.
Cuadro clínico
Las personas con trastorno de la personalidad límite parecen hallarse casi siempre
en estado de crisis. Estos pacientes pueden discutir en un momento determinado,
mostrarse deprimidos actos seguidos y quejarse poco después de su falta de
sentimientos. Los pacientes con trastorno de la personalidad límite no toleran la
soledad y prefieren la búsqueda frenética de compañía, aunque sea insatisfactoria,
a tener que soportarse a sí mismos. Otto Kernberg describió el mecanismo de
defensa de la identificación proyectiva que utilizan los pacientes con un trastorno
de la personalidad límite. Funcionalmente, los pacientes con trastorno de la
personalidad límite distorsionan sus relaciones con los demás, considerando a las
personas como absolutamente buenas o malas.

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Evolución y pronóstico
El trastorno de la personalidad límite es relativamente estable; los pacientes
cambian poco a lo largo del tiempo.
Tratamiento
Psicoterapia: La psicoterapia para los pacientes con trastorno de la personalidad
límite constituye un área de investigación intensiva y ha sido el tratamiento de
elección. El tratamiento farmacológico se ha añadido recientemente en busca de
mejores resultados.
La psicoterapia es difícil tanto para el paciente como para el terapeuta. Los
pacientes muestran un retroceso en su estado, llevan a cabo sus impulsos y
presentan transferencias positivas o negativas, lábiles o fijas, que son difíciles de
analizar. La terapia conductista se ha utilizado para ayudar a estos pacientes a
controlar sus impulsos y ataques de ira, así como para reducir su sensibilidad a la
crítica y al rechazo.
Tratamiento farmacológico: Se han utilizado los antipsicóticos para controlar la
ira, la hostilidad y los episodios psicóticos breves. Los antidepresivos mejoran el
estado de ánimo deprimido que aparece a menudo en el trastorno de la
personalidad límite. En algunos pacientes, los inhibidores de la monoamino
oxidasa (IMAO) han demostrado ser eficaces para controlar la conducta impulsiva.

 TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD


El trastorno histriónico de la personalidad es un trastorno de la personalidad
caracterizado por un patrón general de emocionalidad excesiva y búsqueda de
atención.
Las personas con trastorno de la personalidad histriónica son excitables y
emotivas, y se comportan de manera pintoresca, dramática y extravertida. No
obstante, se une a su aspecto llamativo una incapacidad para mantener vínculos
profundos y duraderos.
Las principales defensas de los pacientes con trastorno de la personalidad
histriónica son la represión y la disociación, por lo que tienen muy poca
conciencia de sus verdaderos sentimientos y son incapaces de explicar sus
motivaciones. En situaciones de estrés, su evaluación de la realidad se deteriora
fácilmente.
Epidemiología
Los escasos datos procedentes de estudios en la población general sugieren una
prevalencia del 1% al 3%. Valoraciones estructuradas en pacientes psiquiátricos
hospitalizados o ambulatorios muestran una prevalencia del 10% al 15%. Este
trastorno se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres.
Algunos estudios han demostrado una asociación con el trastorno de somatización
(trastorno de ansiedad por enfermedad) y los trastornos por abuso de alcohol.

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Diagnóstico
En las entrevistas, los pacientes con un trastorno de la personalidad histriónica se
muestran cooperadores y dispuestos a contar su historia con detalle. La
gesticulación y las puntualizaciones dramáticas son habituales en su discurso;
incurren con frecuencia en lapsus linguae, y su lenguaje es muy florido. El
componente afectivo es muy común, pero cuando se les presiona para que
reconozcan ciertos sentimientos (p. ej., ira, tristeza o deseos sexuales), pueden
responder con sorpresa, indignación o negación.
Siempre buscan atención.
Son demasiado emocionales o dramáticos, y fomentan los sentimientos de
atracción sexual para recibir atención.
Hablan de manera exagerada con opiniones firmes, pero sin hechos o
detalles que las sustenten.
Se dejan llevar por los demás con facilidad.
Tienen emociones superficiales que cambian rápidamente.
Les preocupa mucho su apariencia física.
Piensan que sus vínculos con los demás son más estrechos de lo que son en
realidad.
Cuadro clínico
Los pacientes con trastorno de la personalidad histriónica muestran una conducta
de búsqueda constante de atención.
Tienden a exagerar sus pensamientos y sentimientos, haciendo que todo parezca
mucho más importante de lo que es en realidad. Se encolerizan, lloran y
recriminan si no son el centro de atención o no reciben aprecio o aprobación.
Evolución y pronóstico
Con la edad, los pacientes con un trastorno de la personalidad histriónica tienden
a presentar menos síntomas, aunque esta diferencia puede ser más aparente que
real, ya que no disponen de la misma energía que años antes. Buscan
sensaciones y pueden tener problemas con la ley, abusar de las drogas y actuar de
manera promiscua.
Tratamiento
• Psicoterapia. Los pacientes con trastorno de la personalidad histriónica a
menudo no son conscientes de sus verdaderos sentimientos, por lo que su
clarificación es parte importante del proceso terapéutico. La psicoterapia de
orientación psicoanalítica, ya sea individual o en grupo, es probablemente el
tratamiento de elección para este trastorno.
• Tratamiento farmacológico. Puede añadirse cuando los síntomas están bien
definidos (p. ej., antidepresivos para la depresión y las dolencias somáticas,
ansiolíticos para la ansiedad, y antipsicóticos para la desrealización y las
ilusiones.

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 TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD
El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno mental en el que una
persona tiene una grandiosidad exagerada de su propia importancia, necesita
admiración constante y carece de empatía hacia los demás.
Las personas con trastorno de la personalidad narcisista se caracterizan por un
exagerado sentido de su propia importancia, falta de empatía y sentimientos
grandiosos de singularidad. Sin embargo, por debajo, su autoestima es frágil y
vulnerable incluso a la menor crítica.
Epidemiología
Según el DSM-5, se calcula que la prevalencia del trastorno de la personalidad
narcisista oscila entre menos del 1% y el 6% en la población general. Las personas
con este trastorno pueden inculcar a sus hijos un sentido poco realista de
omnipotencia, grandiosidad, belleza y talento, por lo que los hijos de estos
pacientes pueden tener un riesgo mayor del habitual de desarrollar el trastorno.
Cuadro clínico
Las personas con trastorno de la personalidad narcisista poseen un grandioso
sentido de su propia importancia, se consideran especiales, y esperan recibir un
trato especial. Su convicción al creerse con derecho a todo resulta impresionante.
Toleran muy poco las críticas y pueden encolerizarse o permanecer completamente
indiferentes cuando alguien se atreve a criticarles. Estas personas quieren hacer
las cosas a su manera y con frecuencia ambicionan fama y fortuna. Sus relaciones
interpersonales son frágiles y pueden enfurecer a los demás al negarse a seguir las
normas de conducta convencionales. Su explotación de las relaciones
interpersonales es habitual. Son incapaces de mostrar empatía y fingen simpatía
para conseguir sus fines egoístas.
Creen ser especiales y más importantes que los demás.
Tienen fantasías sobre el poder, el éxito y ser atractivos para los demás.
No comprenden las necesidades ni los sentimientos de los demás.
Exageran sus logros o talentos.
Pretenden que los elogien constantemente y desean que los admiren.
Se sienten superiores a los demás y se jactan de ello.
Pretenden que les hagan favores y les den ventajas sin un buen motivo.
Con frecuencia, se aprovechan de los demás.
Son celosos o creen que los demás sienten celos de ellos.
Evolución y pronóstico
El trastorno de la personalidad narcisista es crónico y difícil de tratar. Los
pacientes deben afrontar constantemente agresiones a su narcisismo derivadas de
su propia conducta o de sus experiencias vitales. Toleran mal envejecer, puesto
que valoran la belleza, la fuerza y la juventud, atributos a los que se aferran de

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forma inapropiada. Por eso pueden ser más vulnerables a las crisis de madurez
que otros grupos.
Tratamiento
Psicoterapia. El tratamiento del trastorno de la personalidad narcisista es difícil,
ya que los pacientes deben renunciar a su narcisismo si quieren progresar.
Psiquiatras como Kernberg y Heinz Kohut recomiendan las terapias
psicoanalíticas para conseguir cambios, pero se necesitan nuevas investigaciones
para validar el diagnóstico y determinar cuál es el mejor tratamiento
farmacológico. El litio se ha empleado en pacientes cuyo cuadro clínico mostraba
oscilaciones en el estado de ánimo.
 TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL
El trastorno de la personalidad antisocial es un trastorno mental en el que las
personas tienen un patrón persistente de comportamiento irresponsable,
manipulador y falta de empatía hacia los demás.
El trastorno de la personalidad antisocial consiste en la incapacidad para
adaptarse a las normas sociales que rigen numerosos aspectos de la conducta de
las personas en la adolescencia y la edad adulta.
Epidemiología
Según el DSM-5, la prevalencia a 12 meses del trastorno de la personalidad
antisocial se sitúa entre el 0,2% y el 3%. Es más frecuente en las áreas urbanas
deprimidas económicamente y entre la población flotante de estas zonas. La
prevalencia más alta se encuentra en las muestras de hombres con trastorno por
consumo de alcohol más grave (más del 70%), y en la población penitenciaria
puede llegar al 75%. Es mucho más común en los varones que en las mujeres.
Diagnóstico
Los pacientes con trastorno de la personalidad antisocial pueden confundir
incluso a los terapeutas más experimentados. Durante la entrevista, los pacientes
pueden mostrarse creíbles y tranquilos, pero detrás de esta apariencia se
esconde tensión, hostilidad,
Para establecer el diagnóstico es necesario llevar a cabo una exploración
neurológica. Con frecuencia se observan alteraciones en el EEG y signos
neurológicos leves que sugieren una lesión cerebral mínima, y estos datos pueden
utilizarse para confirmar la impresión clínica.
Criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de la personalidad antisocial
A. Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás,
que se produce desde antes de los 15 años, y que se manifiesta por tres (o más) de
los siguientes hechos:

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Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos
legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de
detención.
Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o
estafa para provecho o placer personal.
Impulsividad o fracaso para planear con antelación.
Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas
repetidas.
Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida
de mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las
obligaciones económicas.
Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o
racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.
Prestan poca o ninguna atención a las necesidades o sentimientos de los
demás.
Suelen mentir, robar, usar nombres falsos y estafar a los demás.
Tienen problemas con la ley en repetidas ocasiones.
Con frecuencia, no respetan los derechos de los demás.
Son agresivos y suelen ser violentos.
Su seguridad personal y la seguridad de los demás les preocupa poco o
nada.
Se comportan de manera impulsiva.
A menudo son imprudentes.
Les preocupa poco o nada cómo su conducta afecta negativamente a los
demás.
Las personas con trastorno de la personalidad antisocial son un excelente ejemplo
de embaucador. Son extremadamente manipuladoras y, muy a menudo, capaces
de involucrar a los demás en proyectos para obtener dinero con facilidad o para
conseguir fama o notoriedad.
Evolución y pronóstico
Una vez que ha aparecido el trastorno de la personalidad antisocial, evoluciona
siguiendo un curso sin remisiones, con un máximo de conductas antisociales que
se dan por lo general al final de la adolescencia. El pronóstico es variable. Algunos
trabajos indican que los síntomas disminuyen a medida que avanza la edad de los
individuos. Los trastornos depresivos y los trastornos por abuso de alcohol y otras
sustancias son frecuentes.
Tratamiento
Psicoterapia: Si los pacientes con trastorno de la personalidad antisocial están
inmovilizados (p. ej., hospitalizados), a menudo puede que accedan a recibir
psicoterapia. Cuando sienten que están entre sus iguales, su falta de motivación
por el cambio desaparece. Quizá por eso, los grupos de autoayuda han sido más
útiles que las cárceles para aliviar este trastorno.

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Antes de empezar un tratamiento, es necesario marcar unos límites estrictos.
Tratamiento farmacológico: Se utiliza para tratar los síntomas incapacitantes,
como la ansiedad, la cólera y la depresión, pero los pacientes abusan con
frecuencia de sustancias tóxicas, por lo que los fármacos deben administrarse de
manera muy controlada.
Se ha intentado modificar mediante fármacos el metabolismo catecolaminérgico y
controlar la conducta impulsiva con anticonvulsivos (p. ej., la carbamazepina o el
ácido valproico), en especial si se observan ondas anómalas en el EEG. Se han
utilizado los antagonistas de los receptores β-adrenérgicos para reducir la
agresividad.
Trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo C
Los trastornos de la personalidad del grupo C tienen un patrón disfuncional
constante de pensamientos o comportamientos ansiosos. Entre ellas, se incluyen
las siguientes:
 TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD DEPENDIENTE
El trastorno de la personalidad dependiente es un patrón de comportamiento
caracterizado por una necesidad excesiva de ser cuidado y una dependencia
emocional hacia los demás.
Las personas con trastorno de la personalidad dependiente subordinan sus
propias necesidades a las de los demás, dejan que otros asuman su
responsabilidad en las principales parcelas de su vida carecen de confianza en sí
mismos y pueden sentirse incómodas cuando están solas durante un período de
tiempo que no sea breve.
Epidemiología
El trastorno de la personalidad dependiente es más frecuente en las mujeres que
en los hombres. El DSM-5 estima su prevalencia en un 0,6%. En un estudio, un
2,5% de todos los trastornos de la personalidad diagnosticados entraban en esta
categoría.
Diagnóstico
En las entrevistas, los pacientes se muestran colaboradores. Intentan cooperar,
acogen bien las preguntas específicas y buscan que el terapeuta les oriente.
Criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno de la personalidad dependiente
Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un
comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación, que
comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos
contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes hechos:
Dependes demasiado de otros y sientes la necesidad de que te cuiden.
Eres sumiso o dependiente de otros.

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Tienes miedo a tener que cuidar de ti mismo si te dejan solo.
No tienes confianza en tus habilidades.
Necesitas muchos consejos y consuelo de otros para tomar hasta decisiones
pequeñas.
Te cuesta empezar o hacer proyectos debido a la falta de confianza en ti
mismo.
Te cuesta no estar de acuerdo con otros por miedo a que no lo aprueben.
Soportas un tratamiento malo o abuso aun cuando hay otras opciones
disponibles.
Tienes una necesidad urgente de empezar una relación nueva cuando una
cercana termina.
Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la reafirmación
excesiva de otras personas.
Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los
ámbitos importantes de su vida.
Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a
perder su apoyo o aprobación. (Nota: No incluir los miedos realistas de
castigo.)
Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a
la falta de confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de
motivación o energía).
Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta
el punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a ser
incapaz de cuidarse a sí mismo.
Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación
para que le cuiden y apoyen.
Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga
que cuidar de sí mismo.
Cuadro clínico
El trastorno de la personalidad dependiente se caracteriza por un patrón
generalizado de conducta dependiente y sumisa. Estas personas son incapaces de
tomar decisiones sin recabar un excesivo consejo y reafirmación por parte de los
demás. Evitan los puestos de responsabilidad y responden con ansiedad a la
petición de que asuman un rol de liderazgo.
Evolución y pronóstico
Se conoce poco de la evolución del trastorno de la personalidad dependiente.
Tiende a alterar el funcionamiento laboral de quienes lo padecen, ya que son
incapaces de actuar independientemente y sin supervisión estricta. Sus relaciones
sociales están limitadas a las personas de quienes dependen, y muchos sufren
maltrato psíquico o físico porque no son asertivos.
Tratamiento

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Psicoterapia: El tratamiento de los pacientes con trastorno de la personalidad
dependiente suele ser satisfactorio. Las terapias orientadas a la introspección
permiten a estas personas comprender los antecedentes de su conducta y, con el
apoyo del terapeuta, convertirse en más independientes, asertivas y adquirir
mayor confianza. La terapia conductual, el entrenamiento asertivo, la terapia
familiar y la terapia de grupo también se han utilizado, en muchos casos con
buenos resultados.
Tratamiento farmacológico: Los pacientes con ataques de pánico o un grado
elevado de ansiedad de separación pueden mejorar con Imipramina. Las
benzodiazepinas y los fármacos serotoninérgicos también son de utilidad. Pueden
utilizarse psicoestimulantes si la depresión o los síntomas de aislamiento de estos
pacientes responden.
Cuándo debes consultar a un médico
Si tienes algún síntoma de un trastorno de la personalidad, consulta al médico o a
un profesional de la salud mental. Cuando los trastornos de la personalidad no se
tratan, pueden causar problemas graves en las relaciones interpersonales y el
estado de ánimo. Además, la capacidad para funcionar y perseguir metas
personales puede deteriorarse sin tratamiento.
Causas
Se cree que los trastornos de la personalidad se deben a una combinación del
efecto de la genética y el entorno sobre ti. Tus genes pueden hacer que sea más
probable que desarrolles un trastorno de la personalidad y lo que te pase en la
vida puede iniciar un trastorno de la personalidad.
Factores de riesgo
Aunque no se conocen las causas específicas de los trastornos de la personalidad,
hay algunos factores que parecen aumentar el riesgo de tener uno:
Rasgos específicos de la personalidad. Esto incluye estar siempre tratando de
evitar los daños o, de lo contrario, sentir una gran necesidad de buscar nuevas
actividades para aumentar la adrenalina. También incluye un bajo control de los
impulsos.
Experiencias de vida anteriores. Esto incluye un hogar que no es estable ni
predecible y no brinda apoyo. También incluye los antecedentes de trauma, como
descuido o maltrato físico, descuido o maltrato emocional o abuso sexual.
Complicaciones
Los trastornos de la personalidad pueden interrumpir seriamente tu vida y las de
aquellos que te quieren. Pueden causar problemas en las relaciones
interpersonales, el trabajo o la escuela. Y pueden llevar al aislamiento social, otros
problemas de salud mental con adicciones y también problemas ocupacionales y
legales.

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Relación médico-paciente
La relación médico-paciente fundamenta
el cuidado de la salud y mejora el diag-
nóstico y tratamiento. El entendimiento
de las conductas y sentimientos desar-
COMO INFLUYEN LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD EN LA
RELACION MEDICO PACIENTE

La relación médico-paciente es de tipo profesional. En ella intervienen dos


personas con diferentes personalidades, niveles culturales y estados afectivos. Una
reclama ayuda y la otra la ofrece. Este intercambio se produce por vías verbales y
extraverbales. El éxito de esta relación depende de la capacidad del médico para
manejar la situación de subordinación del paciente mediante el respeto, la
atención y el trato afectuoso, junto a su preocupación y capacidad para satisfacer
los objetivos básicos del enfermo: saber qué tiene, aliviarse y curarse. 2

Los individuos con trastornos de personalidad son altos consumidores de


asistencia médica por sintomatología sin diagnóstico claro, el trastorno converge
en numerosas ocasiones con otros tipos de alteraciones psiquiátricas y media en
complicaciones sociales. Tanto para la medicina general, psiquiátrica, como
laboral, se trata en muchas ocasiones de personas de difícil manejo.
Siguiendo una línea de trabajo en la que analizamos la interacción entre salud
mental y trabajo, el objetivo del presente artículo es realizar una exposición de los
diferentes trastornos de la personalidad revisando sus características,
identificación y criterios diagnósticos, analizando su posible expresión en el lugar
de trabajo y señalando alguna de las principales líneas de afrontamiento y manejo,
tanto laboral como clínico.

Durante la relación médico-paciente, estos le aportan sus características de


personalidad, las que, vinculadas con la enfermedad, propician que cada relación
tenga características generales y a la vez muy particulares. 3

Se ha de tener en cuenta que cuando una persona enferma consulta a un médico,


varios procesos psicológicos entran en acción. Con frecuencia, el primer encuentro
entre ambos determina el tipo de relación que se establecerá. Dado su carácter
social, la relación médico-paciente lleva la impronta del contexto social en que se
desarrolle y esto no puede soslayarse en modo alguno al iniciarse su estudio. 4

En la relación médico-paciente la actitud asumida por el médico al aproximarse al


paciente, está condicionada por el modelo teórico en el cual haya sido entrenado,
aunque en la mayoría de los casos este modelo no se haya hecho explícito durante
su formación. En esta relación es fundamental que el médico conozca sus rasgos
de carácter, sus limitaciones, su nivel de información y hasta qué punto puede
manejar una situación determinada y cuándo necesita recurrir a otro colega.

El paciente con trastorno de la personalidad límite o con trastornos afectivos suele


obstaculizar la relación médico-paciente debido a sus conflictos emocionales. Es
importante que el médico familiar reconozca de manera oportuna dichos

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trastornos y desarrolle habilidades tanto para la comunicación como para la
empatía; con el propósito de favorecer una adecuada relación médico-paciente y
referir oportunamente al enfermo a un servicio de atención especializado. De este
modo se podrán prevenir la cronicidad, la iatrogenia y la estigmatización del
paciente, así como la frustración e impotencia del equipo médico.
¿QUÉ ES UN PSICÓPATA?
Pocos términos de la psicología causan confusión como la palabra psicópata.
Aunque se usa para describir a alguien que tiene una enfermedad mental, el
término psicópata no es un diagnóstico oficial.
La verdadera definición de un psicópata en psiquiatría es trastorno de
personalidad antisocial (TPA), explica el Dr. Prakash Masand, psiquiatra y
fundador de los Centros para la Excelencia Psiquiátrica. El trastorno de
personalidad antisocial describe a una persona que muestra patrones de
manipulación y violación a los demás.
Señales comunes de la psicopatía
Ya que el término psicópata no es un diagnóstico oficial, los expertos se refieren a
las señales descritas bajo el trastorno de personalidad antisocial. Según el Dr.
Masand, algunas de las señales más comunes que se deben conocer incluyen:
comportamiento socialmente irresponsable
ignorar o violar los derechos de los demás
incapacidad de distinguir entre lo correcto e incorrecto
dificultad para mostrar remordimiento o empatía
tendencia a mentir con frecuencia
manipular o lastimar a los demás
problemas recurrentes con la ley
indiferencia general hacia la seguridad y responsabilidad
Otros comportamientos que pueden ser señales de trastorno de personalidad
antisocial incluyen una tendencia a tomar riesgos, el comportamiento imprudente,
y el engaño con mentiras frecuentes.
¿Cómo se diagnostica la psicopatía?
Ya que la psicopatía no es un trastorno mental oficial, la afección que diagnostican
los expertos es trastorno de personalidad antisocial. Antes de explicar los criterios
usados para diagnosticar el trastorno de personalidad antisocial, es importante
mencionar que el diagnóstico y el tratamiento para el TPA presenta algunos
desafíos únicos.
Según el Dr. Masand, el trastorno de personalidad antisocial puede ser difícil de
tratar debido a que la persona que necesita ayuda no cree tener problema con su
comportamiento. Como resultado, raras veces buscan tratamiento.
Dicho esto, los lineamientos establecidos que se usan para diagnosticar el
trastorno de personalidad antisocial son que el comportamiento generalmente

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empieza a los 15 años o en los años de la adolescencia. Sin embargo, el Dr.
Masand dice que un diagnóstico real de TPA no se hace sino hasta los 18 años.
“Para la mayoría de las personas, el peor comportamiento ocurre en los últimos
años de la adolescencia hasta los 20 años”, explicó.
Para obtener un diagnóstico adecuado, un profesional de salud mental realizará
una evaluación de salud mental completa. Durante este proceso, el profesional de
salud mental evaluará los pensamientos, sentimientos, patrones de
comportamiento y relaciones de una persona. Identificará los síntomas y los
comparará con los síntomas del trastorno de personalidad antisocial en el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM, en inglés).
El profesional de salud mental también observará el historial médico. Esta
evaluación completa es un paso determinante ya que el trastorno de personalidad
antisocial tiende a mostrar comorbilidad con otros trastornos de salud mental y de
adicción.
Ya que un diagnóstico real de trastorno de personalidad antisocial usualmente se
retrasa hasta los 18 años, a los adolescentes que muestran síntomas similares con
frecuencia se les evalúa por trastorno conductual o por trastorno negativista
desafiante.
De los dos trastornos de comportamiento, el trastorno conductual es más grave
que el trastorno negativito desafiante. Cuando se determina si un niño tiene
trastorno negativito desafiante, los médicos observarán cómo actúa con las
personas que conoce.
Usualmente, alguien con trastorno negativita desafiante tiene más probabilidad de
actuar de manera opositora o desafiante alrededor de familiares, maestros o el
médico. Si un adolescente muestra un patrón constante de agresión contra otras
personas y regularmente toma decisiones contrarias a las reglas y normas sociales
en casa, la escuela o con los compañeros, el médico podría decidir evaluarlo por
trastorno conductual.
Psicópata vs. sociópata
Al igual que muchos otros términos en el campo de la psicología, psicópata o
sociópata con frecuencia se usan indistintamente, y es fácil ver por qué. Ya que
sociópata no es un diagnóstico oficial, se une al psicópata bajo el diagnóstico
amplio de trastorno de personalidad antisocial. No existe diferencia clínica entre
los dos.
“Algunas personas hacen una distinción artificial con base en la gravedad del
trastorno de personalidad, pero eso es incorrecto”, explica el Dr. Masand. “Dirán
que la psicopatía es una forma más grave de la sociopatía, pero nuevamente, eso
es realmente incorrecto”.
Tanto la psicopatía como la sociopatía son otros términos o formas de describir el
trastorno de personalidad antisocial. Los comportamientos que se observan en
ambos caen bajo los síntomas de la categoría del TPA.

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CONCLUSIÓN

Un trastorno de la personalidad es una enfermedad de salud mental en la que las


personas tienen un patrón de por vida de verse a sí mismas y reaccionar ante los
demás de formas que causan problemas. Esto les dificulta relacionarse con los
demás, les causa graves problemas y afecta a su vida familiar, sus actividades
sociales, su rendimiento laboral y escolar y su calidad de vida en general.

Pueden causar problemas en las relaciones interpersonales, el trabajo o la escuela.


Y pueden llevar al aislamiento social, otros problemas de salud mental con
adicciones y también problemas ocupacionales y legales. Cuando los trastornos de
la personalidad no se tratan, pueden causar problemas graves en las relaciones
interpersonales y el estado de ánimo. Además, la capacidad para funcionar y
perseguir metas personales puede deteriorarse sin tratamiento.

Se cree que los trastornos de la personalidad se deben a una combinación del


efecto de la genética y el entorno sobre ti.

La palabra psicópata a menudo es mal utilizada por el público en general. Por eso
es importante desmitificar el término y explicar el diagnóstico y la terminología
correctas que se deben usar al describir este conjunto particular de
comportamientos. Ya que este no es un diagnóstico oficial, la psicopatía cae bajo el
diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial.

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