El tubo de ensayo es parte del material de vidrio de un
laboratorio de química. Consiste en un pequeño
tubo cilíndrico de vidrio con un extremo abierto y el otro cerrado y redondeado, que se utiliza en los laboratorios para contener pequeñas muestras, líquidas o sólidas, aunque pueden tener otras fases, como realizar reacciones químicas en pequeña escala o mezclar sustancias. Entre ellos está el exponer a temperatura el mismo contenedor. Se guardan en un instrumento de laboratorio llamado gradilla. Los tubos de ensayo están disponibles en una multitud de tamaños, /comúnmente de 1 a 2 cm de ancho y de 5 a 20 cm de largo.1
El embudo está generalmente formado por dos conos; en su parte
superior el cono mayor —más ancha— es el encargado de recibir la entrada de los líquidos y el inferior, que puede ser un simple cilindro, sirve para canalizar a un recipiente el flujo proveniente de la parte superior. Los embudos suelen hacerse de plástico, vidrio o de distintos metales.