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LOS TRASTORNOS DE LA PERCEPCION

Autores: M.A. Cunquerella Benavent, J.F. Pérez Prieto, M. Hernández


Viadel y F. Bellver Pradas

Coordinador: L. Rojo Moreno, Valencia

La senso-percepción es una de las funciones psicológicas que más interés tiene,


desde el punto de vista psicopatológico, y esto es así, porque funciona a manera
de puente o comunicación permanente del hombre con el mundo de los "objetos"
exteriores (Seva, 1979) (6). Pinillos, en 1975, la definió como una aprehensión de
la realidad a través de los sentidos; un proceso sensocognitivo en el que las cosas
se hacen manifiestas, como tales, en un acto de experiencia. Es importante
remarcar que la percepción constituye un proceso constructivo en el que el sujeto
desempeña un papel activo y, en función de su experiencia, estado físico y
afectivo, interpreta y da forma a las sensaciones procedentes de los órganos de los
sentidos (Ochoa, 1990) (3). La sensación sería el contenido más sencillo de la
percepción procedente de la primera etapa del proceso perceptivo. No estaría
constituida por objetos sino por cualidades: por ej. frío o caliente, fino o rugoso,
colores... (Barcia, 1982) (1). Para que estas sensaciones adquieran un significado,
a nivel cortical (áreas de proyección sensorial secundaria) se produce un proceso
de selección y reorganización de la información, mediante una eliminación de lo
irrelevante, en función de los contenidos experienciales previos.

Sims en 1988 (7), define las tres condiciones que se requieren para que una
percepción pueda tener lugar. Primero, que el sujeto sea capaz de distinguirse
perfectamente y en oposición del objeto de percepción. En segundo lugar, el Yo
perceptor se debe encontrar en un movimiento de aproximación hacia el objeto;
este movimiento puede ser físico (acercarse para oír, ver, oler...) o mental (el
pensamiento se desplazará de otras áreas de contemplación hacia el objeto). Por
último, el objeto debe presentarse como un "reto" para ser explorado. Esto es, que
sea diferente de otros objetos de percepción que se presentan en el mismo tiempo
o espacio y, por tanto, que se constituya como un claro objeto capaz de ser
percibido.

TRASTORNOS DE LA PERCEPCION

Siguiendo la división clásica de Jaspers (2), vamos a separar las alteraciones


perceptivas en los siguientes apartados:

1. Anomalías de la percepción.

2. Caracteres anormales de la percepción; y


3. Percepciones engañosas.

ANOMALIAS DE LA PERCEPCION.

Trastornos de la intensidad

Existiría un fracaso de los mecanismos reguladores del umbral sensitivo. Puede


alterarse tanto en sentido positivo como negativo.

En sentido positivo, tendríamos la hiperestesia o percepción acentuada: sería el


aumento extraordinario de intensidad de captación de la percepción. Aparece en
numerosos procesos (migraña, estados tóxicos como la resaca tras la ingesta de
alcohol, depresión,...). En estos casos no hay una mejoría en la percepción sino
que existe una disminución para el umbral de dolor en el que una sensación pasa a
ser molesta (Ej.: sonidos, luces,...). En otras ocasiones, como las experiencias de
éxtasis, puede aparecer una hiperestesia visual: los colores parecen más intensos
o vívidos. Pueden suceder en las intoxicaciones con LSD, en la manía y, menos
habitualmente, en el aura epiléptica.

En el sentido negativo estaría la hipoestesia o percepción embotada: por el


contrario, aquí habría una reducción de la intensidad de captación del mundo de
las percepciones, pudiendo llegar en su máxima expresión a la anestesia. Existen
hipoestesias orgánicas, por lesiones de las vías u órganos sensoriales, y
psicógenas. Nos vamos a referir a estas últimas. Algunos enfermos neuróticos son
incapaces de captar determinadas informaciones sensoriales. También se pueden
inducir mediante sugestiones hipnóticas a sujetos susceptibles de la población
general. Añadamos que siempre que se dé una focalización de la atención hacia un
determinado objeto del campo de la conciencia, éste suele hacerse hiperestésico
mientras que el resto de objetos se convierten en hipoestésicos. Así se comprende
que un soldado apenas sienta el dolor de las heridas mientras se encuentra
luchando, pero aparezca en toda su intensidad cuando cesa la batalla. Está
descrita la hipoalgesia en los esquizofrénicos. En general, toda la gama sensorial
suele estar disminuida en las depresiones: todo se vuelve gris, insípido,
monótono,...

Traslaciones de la calidad de las sensaciones

Cambios en el brillo, intensidad o color de los objetos percibidos se han descrito en


la intoxicación con mescalina o digitálicos. Cambios en la forma percibida aparecen
en ocasiones en lesiones del lóbulo parietal. En la micropsia los objetos parecen
más pequeños que su tamaño real; en la macropsia, mayores; y en la
dismegalopsia, mayores por una parte que por la otra. Estos fenómenos aparecen
en estados agudos orgánicos, epilepsia, muy raramente en la esquizofrenia, y
ocasionalmente en neurosis. Con mescalina, las partes del cuerpo pueden aparecer
como cortadas o separadas en el espacio.

Sensaciones anormales simultáneas (contaminación perceptiva o


aglutinación)

Consiste en la asociación simultánea de dos sensaciones reales. Se trata de una


forma alucinatoria de sinestesia, en las que ciertas percepciones nos evocan otras
de distinto sentido; ejemplo: sonidos con colores. Aparecen de forma normal en un
tercio de los niños y en un 10% de los adultos.

Las sensaciones anormales simultáneas fueron descritas, sobre todo, en la


esquizofrenia; serían en realidad alucinaciones que tienen lugar sólo en función de
una determinada percepción real. Si éstas se producen en la misma modalidad
sensorial, se trataría de alucinaciones funcionales (Ej.: Oir voces sólo mientras está
funcionando la lavadora; y oyendo, al mismo tiempo, el ruido de la lavadora y las
voces); en el caso de que el estímulo perceptivo produzca la alucinación en otra
modalidad sensorial, se trataría de alucinaciones reflejas (Ej.: El paciente que dice:
"Puedo notar su escritura en forma de un dolor punzante en mi estómago").

Escisiones de la percepción

Este raro fenómeno se describe en algunas alteraciones orgánicas, como la


intoxicación por mescalina, también en la esquizofrenia. El paciente es incapaz de
formar los lazos habituales entre dos o más percepciones de diferente modalidad
sensorial. Las sensaciones, aunque de hecho estén asociadas, parecen estar muy
separadas, incluso en conflicto. Ej.: Un paciente que está viendo la TV y
experimenta un sentimiento de competencia entre las percepciones visuales y
auditivas, que incluso pueden llevarle mensajes diferentes, incluso contradictorios.

CARACTERES ANORMALES DE LA PERCEPCION.

La percepción está siempre acompañada del afecto que, en razón de nuestras


experiencias personales, puede ser un sentimiento de familiaridad o extrañeza, de
alegría o tristeza, de proximidad o lejanía. Este es usualmente apropiado, y por
tanto no es consciente. Sin embargo cambios en dichos sentimientos pueden
presentarse como síntomas.

Extrañeza perceptiva

En esta alteración, lo percibido es reconocido, a nivel consciente, como familiar,


pero es "vivido" subjetivamente como algo completamente nuevo, extraño o irreal.
No se encuentran alterados ni los elementos de la sensación, ni la aprehensión de
su significado, ni el juicio de la percepción en su conjunto; sólo el sentimiento de
familiaridad o reconocimiento que acompaña a la percepción. Puede manifestarse
de varias formas: desrrealización, sentimiento de irrealidad del campo perceptual
("Todo parece muerto, como en una película, falso,..."). Estos fenómenos pueden
aparecer en diversos trastornos: ansiosos, depresivos, esquizofrénicos,
epilépticos...

Entrañabilidad perceptiva

Al contrario que en el caso anterior, aquí se da un anormal sentimiento de


familiaridad en todo lo que el paciente percibe. Es frecuente, en pacientes
maniacos o que están bajo los efectos de los psicodislépticos, que afirmen poseer
una capacidad de penetración sobre las personas e incluso sobre las cosas, que les
hace abarcarlas en profundidad y tornarlas en algo "conocido", "propio", "familiar".

Percepción cambiada del tiempo

El sujeto puede sentir que su percepción del tiempo ha cambiado de manera que
éste parece discurrir muy lento, muy rápidamente o cambiar su "tempo". Puede
parecer que el tiempo se ha detenido por completo. Los pacientes deprimidos
sienten a menudo que el tiempo se ha enlentecido, que transcurre pesadamente,
aunque cuando miran atrás, a algún periodo anterior, parece que hubiera pasado
rápidamente. Los pacientes maníacos, por el contrario, son especialmente
propensos a sentir que el tiempo fluye con gran rapidez.

Anormalidades muy extrañas en la percepción del tiempo se dan en la


esquizofrenia, donde puede parecer p. ej. que de repente se detiene
completamente y después arranca de nuevo, o su periodicidad puede cambiar
frecuentemente y de manera impredecible. También se producen alteraciones en
la percepción del tiempo en sujetos neuróticos y en síndromes orgánicos.

PERCEPCIONES ENGAÑOSAS.

Ahora vamos a repasar diversos fenómenos en los que, a diferencia de los


anteriores, el sujeto llega a percibir objetos irreales que son de hecho nuevas
percepciones, incluyen: las ilusiones, las alucinaciones y las pseudoalucinaciones.

Ilusiones

Son percepciones reales, pero adulteradas y deformadas por el sujeto que las
recibe. Es decir, en la ilusión el objeto de la percepción sirve, únicamente, para
que sobre él se construya uno nuevo, merced a la elaboración que nuestra mente
realiza sobre la realidad dada. Buena parte del proceso perceptivo normal conlleva
un cuantum de ilusorio, ya que nuestra visión de la realidad no es imparcial sino
una versión personal e individualizada. Normalmente se describen tres tipos de
ilusión:

Ilusión de acabado o del "linotipista"

Suelen darse con frecuencia en la vida ordinaria; al leer un libro, p. ej. los defectos
de imprenta son rellenados por nosotros, y son raramente percibidos. Con ello se
demuestra el principio de "cierre" de la psicología de la Gestalt: ante la
imposibilidad de registrar todos y cada uno de los detalles del mundo objetivo, y
siendo siempre nuestro campo de atención muy reducido, tendemos a percibir
figuras completas y de un modo integrado, viendo complementado por nosotros
cualquier detalle que rompiera la totalidad de la forma.

Ilusiones afectivas

Es un estado afectivo especial el que determina su producción. Un niño asustado


en la oscuridad puede ver en las sombras de la habitación personas amenazantes.
Durante el periodo de duelo es frecuente reconocer a la persona muerta entre la
multitud.

Pareidolias

Ocurren en una proporción importante de la gente normal aunque el fenómeno


puede verse exacerbado mediante drogas simpáticomiméticas. Su aparición es más
frecuente en los niños que en los adultos. Consisten en imágenes creadas por
nuestra imaginación trabajando sobre elementos de la realidad, en cierto modo
amorfos o imperfectos. Son las imágenes que nos parece ver en los contornos y
claroscuros de las nubes, sobre las manchas y desconchones de la pared, en el
test de Roschach... No suelen ser indicativas de patología psiquiátrica.

Si bien los dos primeros tipos de ilusiones, de acabado y afectivas, desaparecen


con el aumento de la atención, en el caso de las pareidolias, éstas se vuelven más
intrincadas y detalladas cuanto más nos fijamos en ellas.

Imagen y parásita

Ambas aparecen en estados de fatiga, en ciertas intoxicaciones por drogas y otros


cuadros de etiología orgánica, aunque pueden no tener ningún significado
patológico. La imagen consecutiva aparece cuando cesa un estímulo que ha sido
mantenido durante mucho tiempo y dura unos pocos segundos. Se produce por un
agotamiento de los receptores periféricos. Suele ser un "negativo", es decir, tiene
las características opuestas de la sensación anterior y aparece en el campo
exterior. Ej. el estudiante que tras haber estado leyendo durante horas sigue
viendo letras en la oscuridad. La imagen parásita, a diferencia del fenómeno
anterior, aparece en el espacio interior. Se puede producir también por un
fenómeno de cansancio, en situaciones con un gran impacto emocional y en los
trastornos obsesivos. Tiene mayor duración y puede estar más distanciada de la
percepción original, que en el caso de la imagen consecutiva. Es fija y autónoma, y
puede aparecer también en forma de "flash-back", tras haber pasado por una
experiencia traumática.

Imágenes eidéticas

Se encuentra a caballo entre la percepción y la imaginación. Se trata de imágenes


intuitivas y subjetivas, pues son condicionadas centralmente como las
imaginaciones, sin excitación del órgano sensorial, pero que aparecen en el
espacio exterior, como las percepciones, siendo además sensibles y corpóreas
como si interviniesen los órganos de los sentidos. Poseen evidencia objetiva, pero
son condicionadas por el sujeto.

Estos fenómenos son frecuentes en la infancia, comienzan a disminuir a los 15-16


años y sólo un 7% de los adultos muestran fenómenos eidéticos. Un ejemplo sería
el de ciertos pintores que, a voluntad, pueden evocar un cuadro o imagen,
viéndolo con perfecta claridad frente a ellos. En algunas personalidades histéricas
o muy sugestionables también se puede dar; sería éste el caso de pseudo-
apariciones religiosas o de tipo paranormal.

Pseudoalucinaciones

También llamadas alucinaciones psíquicas. Son una forma intermedia entre la


imaginación y la alucinación. Se diferencia de esta última, en que la percepción de
un objeto inexistente, con conciencia de realidad por parte del sujeto, se lleva a
cabo dentro del espacio interno del sujeto y no en el mundo exterior. Se captarían
no con los órganos de los sentidos sino con el "ojo interno" (Jaspers, 1975) (2). La
pseudoalucinación tiene, por tanto, una objetivación psíquica pero no espacial.
Pueden ser auditivas o visuales. Existe bastante controversia acerca de su
significación y definición, según las diferentes escuelas. Cada vez se concede
menor importancia a su diferenciación respecto a las alucinaciones.

Alucinosis

Se trata de una percepción sin objeto, al igual que la alucinación; pero a diferencia
de ésta, el juicio de realidad está conservado. El sujeto se da cuenta de lo
patológico de la percepción y la critica. Aparece en algunas intoxicaciones por
drogas, como la mescalina, el LSD...

Alucinaciones
Son fenomenológicamente hablando, el tipo más significativo de percepción
engañosa. De toda la psicopatología de la percepción son el fenómeno mejor
estudiado. Esquirol, 1838, define la alucinación como percepción sin objeto.
Jaspers (2), las distingue de las ilusiones en cuanto que son "percepciones
corporales engañosas, que no han surgido de percepciones reales por
transformación, sino que son enteramente nuevas", y también las distingue de los
fenómenos oníricos porque "se presentan junto y simultáneamente a las
percepciones reales". Más recientemente, Slade, 1976, exige tres criterios para
poder llevar a cabo una definición operativa: 1.-Experiencia perceptiva en ausencia
de estímulo externo; 2.-Experiencia perceptiva que tiene la completa fuerza e
impacto de una percepción real; 3.- Experiencia perceptiva que es inesperada,
ocurre espontáneamente y no puede ser controlada fácilmente por el sujeto
perceptor. Subjetivamente una alucinación es indistinguible de una percepción
normal. La única señal, para el sujeto que la padece, de que se trata de una
alucinación es la imposibilidad de compartir su experiencia con los demás, aunque,
a menudo el sujeto desarrolla explicaciones delirantes para justificar este hecho
(Rojo Sierra, 1980) (4). En resumen, la alucinación presenta todas las
características de una percepción normal: complejidad, estabilidad, intensidad,
corporeidad y localización en el campo sensorial, sin embargo, se produce sin la
existencia de un objeto real y con convencimiento de su realidad por parte del
sujeto que la sufre, lo que implica la no conciencia de lo anormal del fenómeno.

Vamos a revisar los distintos tipos de alucinaciones, en función de la esfera


sensorial implicada:

Alucinaciones auditivas.

Usualmente son las de mayor significado diagnóstico. Las de etiología orgánica


aguda normalmente son sonidos sin estructurar: chirridos, golpeteos, silbidos,
maquinarias, disparos,... Usualmente el ruido es experimentado como muy
desagradable o amenazante. Oir voces es, por supuesto, característico de la
esquizofrenia, pero también aparece en otras muchas patologías; por ejemplo, en
la alucinosis del alcoholismo crónico y, ocasionalmente, en las psicosis afectivas. A
estas voces se les ha llamado fonemas, aunque pueden surgir equívocos pues este
término se utiliza con un sentido completamente diferente en lingüística (Sims,
1988) (7). En las alteraciones orgánicas los fonemas son palabras sueltas o frases
cortas, a menudo hablan al paciente en segunda persona comunicándole órdenes
o comentarios abusivos; aunque esto también puede aparecer en la esquizofrenia,
en ella pueden manifestarse otros discursos más complicados: las voces pueden
ser una o varias; hombre o mujer, o ambos; conocidas o desconocidas; pueden ser
experimentadas como llegando desde el espacio exterior o desde sí mismo. La voz
es clara, objetiva y definida, y es asumida por el paciente como una percepción
normal que al mismo tiempo puede ser desconcertante e incomprensible en su
sentido. Particularmente características de la esquizofrenia son las voces que
repiten los propios pensamientos del paciente en voz alta (eco del pensamiento),
las que comentan sus acciones o las que discuten vigorosamente entre sí. Estas se
refieren al paciente en tercera persona. La descripción que el paciente hace de sus
fonemas es muy variable. En ocasiones el paciente habla abiertamente y sin
acaloramiento de sus voces. No es raro que el paciente niegue las voces pero
afirme que oye "mensajes hablados" o "transmisiones". Los fonemas pueden ser
tan convincentes, insistentes e interesantes que la conversación ordinaria con el
médico se encuentre, en comparación, aburrida e incluso irreal.

Alucinaciones visuales.

Las alucinaciones visuales aparecen característicamente en los cuadros de etiología


orgánica más que en las psicosis funcionales. En muchas ocasiones es dificil decidir
si se reúnen todos los criterios para definir una alucinación en el campo visual, ya
que la distorsión de las percepciones visuales, basadas en sensaciones externas o
interferencias internas en la vía neurológica, puede producir alteraciones que son
similares a aquellas que ocurren completamente como nuevas percepciones.

Las alucinaciones visuales son infinitamente variables en su contenido. Desde las


más elementales de luces o colores, pasando por formas más organizadas, hasta
percepciones complejas y escénicas, que, a su vez, pueden ser fijas o cargadas de
gran movimiento y dramatismo. Las alucinaciones visuales y auditivas pueden
aparecer sincrónicamente en las alteraciones orgánicas: por ejemplo en la epilepsia
del lóbulo temporal. Otra forma clásica de dividir las alucinaciones visuales es en:
Centrales, cuando aparecen en el centro del campo visual; o Periféricas, cuando
las alucinaciones entran en el campo visual a través de la periferia. Este tipo de
distinción tenía implicaciones etiológicas, que no tienen ninguna validez
actualmente.

Entre las causas de etiología orgánica, las alucinaciones visuales aparecen en los
tumores del lóbulo occipital que afectan al cortex visual; especialmente cuando el
lóbulo temporal y el parietal están también implicados. Alucinaciones y otras
alteraciones visuales pueden aparecer con otras lesiones físicas tales como:
pérdida de la visión en color; hemianopsia homónima; dislexia y alexia, en una
lesión del hemisferio dominante; y ceguera cortical. Aparecen alucinaciones
visuales en estados postconmocionales, estados crepusculares epilépticos y
alteraciones metabólicas. Se han descrito en esnifadores de colas o derivados del
petróleo. La mescalina y el LSD son potentes causas de cambios en la percepción
visual. Las alucinaciones visuales también pueden aparecer asociadas con un
estado afectivo de terror o hilaridad en el delirium tremens u otras clases de
delírium. En el delirium tremens las imágenes pareidólicas o ilusiones afectivas son
a menudo los pródromos, y se siguen por alucinaciones Liliputienses visuales,
pequeños animales (zoopsias) u hombrecillos, y hápticas. Las alucinaciones
pueden cambiar tan rápidamente que el paciente puede tener dificultades para
describirlas. El paciente en delirium tremens es altamente sugestionable y puede
formar experiencias visuales anormales como resultado de la sugestión.

La alucinación visual es muy rara en la esquizofrenia y se considera que no


aparece en las psicosis afectivas no complicadas. Clásicamente se describían en la
histeria aunque, en la mayoría de ocasiones, pertenecerían a otra clase de
alteraciones perceptivas diferentes de las alucinaciones: ilusiones, pareidolias,
imágenes eidéticas...

Una forma especial de presentarse las alucinaciones visuales es en el fenómeno de


la autoscopia. Este consiste en la experiencia de verse a sí mismo y reconocerse.
Es una de las alteraciones de la unidad del self. También puede aparecer bajo la
forma de pseudoalucinación. Se presenta en la esquizofrenia, epilepsia del lóbulo
temporal y lesiones del lóbulo parietal. También se ha descrito la autoscopia
negativa, en la que el sujeto se mira en un espejo y no ve a nadie.

Alucinaciones corporales.

Pueden afectar a la sensibilidad superficial, kinestésica o visceral.

Las alucinaciones de la sensibilidad superficial se dividen en: térmicas; sensaciones


anormales de calor o frío; hígricas: percepción de ser humedecido; y hápticas o de
tocamiento. Estas últimas se han dividido en activas. el sujeto cree haber tocado
un objeto inexistente y son típicas de las psicosis tóxicas; y pasivas, en las que el
sujeto tiene la falsa sensación de haber sido tocado, propias de la esquizofrenia y
otros cuadros delirantes crónicos (Vallejo, 1987) (8).

Las alucinaciones kinestésicas se dan en los músculos y articulaciones. El paciente


puede sentirse levantado, con sensación de oscilar, que sus miembros son
inclinados o retorcidos. En la esquizofrenia están a menudo ligadas con delirios
somáticos muy abigarrados. Alucinaciones kinestésicas pueden aparecer en
síndromes orgánicos, como en la abstinencia de benzodiacepinas.

Las alucinaciones de la sensibilidad visceral son falsas percepciones de los órganos


internos. Puede aparecer dolor, pesadez, latido, distensión o vibración. Las
alucinaciones corporales son comunes en la esquizofrenia y casi siempre se
elaboran mediante delirios de control. Una forma particular de alucinación háptica
es la formicación, en la que se tiene la sensación que pequeños animales o
insectos corren por la piel o inmediatamente por debajo de la misma. Suele
aparecer en la intoxicación por cocaína o en la abstinencia de alcohol. Se asocia
con delirios de infestación y, en ocasiones con alucinaciones visuales, por ejemplo
en el síndrome de Ekbom.

Alucinaciones olfativas.

Puede aparecer en la esquizofrenia, en depresiones psicóticas y en otros


síndromes de etiología orgánica como tumores y epilepsia, en forma de aura,
sobre todo del lóbulo temporal, especialmente en la zona del uncus. El olor puede
ser desagradable o no; puede ser producido por el propio paciente o por los
demás. En ocasiones puede darse una elaboración delirante sobre olores
corporales normales, sin que se acompañe de alucinaciones.

Alucinaciones gustativas.

Son frecuentes en la esquizofrenia y se asocian a la presencia de delirios de


envenenamiento. En ocasiones es complicado decidir si se trata de una alucinación
o no, ya que alteraciones en el gusto pueden aparecer también en la depresión,
epilepsia y también con ciertos tratamientos psicotrópicos, como con el disulfiram
o el litio.

Otras formas de alucinación

Alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas. Estas percep ciones visuales,


auditivas o tactiles, pueden aparecer cuando se está a punto de dormirse
(hipnagógicas) o se está despertando (hipnopómpicas). En esos momentos hay
una marcada disminución del nivel de conciencia y no tienen porqué tener un
significado patológico. Se ha visto con mayor frecuencia en casos de ansiedad
fóbica, depresivos, estados febriles, sobre todo en niños, esnifadores de colas...
Junto con los ataques de sueño, cataplejia y parálisis de sueño, forman una
tétrada de síntomas característica de la narcolepsia.

Alucinación extracámpica. También se le llama alucinación de presencia. Estas


alucinaciones se experimentan fuera de los límites del campo sensorial; por
ejemplo: por fuera del campo visual o más allá del rango de audibilidad; el
paciente puede contar: "Sé que hay alguien detrás de mí todo el tiempo y se
mueve cuando yo lo hago. Aunque no lo he visto nunca siento su presencia". Este
tipo de alucinación no tiene importancia diagnóstica. Pueden aparecer en la
esquizofrenia, epilepsia, otros cuadros de etiología orgánica, e incluso en forma de
alucinaciones hipnagógicas en gente sana. El fenómeno debe ser experimentado
por el paciente como una percepción, no sólo como una experiencia o idea. Para
algunos autores se trataría más bien de pseudoalucinaciones.
EXPLORACION DE LOS TRASTORNOS DE LA PERCEPCION

A continuación vamos a poner ejemplos de preguntas exploratorias para los


trastornos de la percepción más importantes, tomados de la versión española del
SCAN, dado el consenso internacional alcanzado con dicho instrumento y su gran
utilidad clínica:

Sensaciones poco habituales

¿Las cosas tienen una apariencia normal, le suenan o las siente normalmente, o ha
percibido sensaciones poco habituales?

Percepciones cambiantes

¿Le parece que las cosas cambian de tamaño, de forma o de color de una manera
que le confunde?

Percepción embotada (hipoestesia)

¿Le han parecido las cosas grises y sin relieve, carentes del color y del detalle
habitual?

Percepción acentuada (hiperestesia)

¿Le resultan los sonidos extraordinariamente molestos? o ¿Los nota claros y


fuertes y ve los objetos con colores vivos o los dibujos le parecen especialmente
detallados e interesantes?

Percepción cambiada en el tiempo

¿Le parece que su vivencia del tiempo ha cambiado?, ¿Va muy deprisa o muy
despacio?; ¿Le parece que su vida discurre de la misma manera que lo hacía
anteriormente?.

Desrrealización

¿Ha sentido recientemente como si el mundo fuera irreal o solamente una


imitación de la realidad, como un escenario, como formado por recortables o
decorados de una película?; ¿Le parece que las demás personas son irreales, como
si estuvieran representando un papel, como actores en una función, como
marionetas e incluso muertos?

Despersonalizacion
¿Ha sentido que Vd. mismo no fuera una persona real, como si no formara parte
del mundo viviente?; ¿Cómo si estuviera soñando?; ¿Cómo si interpretara una obra
en la que su papel ya estaba escrito?.

Sensación de extrañeza ante uno mismo. dismorfofobia

¿Ha sentido que parte de su cuerpo no le pertenecía, que le resultaba desconocida


o que tenía un tamaño o forma inadecuado?.

Experiencias perceptivas poco habituales

¿Qué puede decirme acerca de experiencias o facultades poco habituales que


tienen algunas personas, tales como ver cosas que otros no pueden, tener
premoniciones o ser conscientes de presencias extrañas?; ¿Es Vd. supersticioso?;
¿Tiene poderes especiales de los que carecen los demás?; ¿Cómo son?; ¿Pertenece
a algún grupo de gente que tenga ese tipo de experiencias o poderes?

Presencia de alucinaciones

¿Ha oído en alguna ocasión ruidos o voces cuando no había nadie cerca y no
parecía posible que hubiera una explicación lógica?; ¿Vio o sintió cosas que los
demás no podían?

Alucinaciones auditivas no verbales

¿Escucha sonidos como música, pájaros, murmullos o susurros?; ¿Puede


describirlos?; ¿Puede distinguir en ellos alguna palabra?

Alucinaciones auditivas verbales

¿Qué es lo que el/ellos le dicen?; ¿Puede ponerme algunos ejemplos?; ¿Dicen


algunas palabras o mantienen un largo monólogo (o conversación entre las
voces)?; ¿Repiten las mismas frases breves una y otra vez?;

· Cualidad de las voces. ¿Cómo son las voces, son cómo una voz real?; ¿Puede
distinguirlas de mi voz?; ¿Hay alguna cualidad especial en ellas?; ¿Cómo es?

· Procedencia (Pseudoalucinaciones). ¿Las escucha en su cabeza o en su mente?;


¿En sus oídos o cómo si procedieran de fuera de Vd.?; ¿De dónde le parece que
vienen?.

· Voz/voces que comentan pensamientos o acciones. ¿Las voces comentan sus


pensamientos?; ¿La voz repite cosas que está pensando? (Eco del pensamiento).
· Alucinaciones auditivas en segunda o tercera persona. ¿Oye voces hablando
entre sí o hablándole directamente a Vd.?

· Alucinaciones funcionales. ¿Oye las voces exclusivamente a través de otros


ruidos? Por ej., algunas personas las oyen sólo sobre los ruidos del coche, de los
aviones, del canto de los pájaros, y no si está silencioso.

Alucinaciones visuales

¿Ha tenido visiones o ha visto cosas que otras personas no podían ver?; ¿Qué es lo
que vio?, ¿Fueron luces o sombras o formas de personas u objetos?; ¿Fueron
escenas completas o solamente personas u objetos individuales?; ¿Con sus ojos o
con su mente?; ¿Estaba medio dormido en ese momento o estaba completamente
despierto? (Alucinaciones hipnagógicas/hipnapómpicas); Si era una persona ¿La ha
reconocido?; ¿Dijo algo?; ¿Pudieron mantener una conversación entre los dos?.
(Con esta serie de preguntas valorariamos la presencia de alucinaciones breves
asociadas al duelo, las alucinaciones disociativas o imágenes eidéticas).

Alucinaciones olfativas o gustativas

¿Ha notado olores poco habituales que no puede explicar?; ¿Aparecen solos o se
acompañan de sabores extraños?; ¿Cómo los explica?

Alucinaciones de otros sentidos

¿Ha notado otras sensaciones extrañas o inexplicables: táctiles, térmicas,


dolorosas o erráticas? o ¿Cómo la sensación de que algo se arrastra bajo la piel?;
¿Puede describirlo?.

BIBLIOGRAFIA

1.- Barcia D, López L. "Psicopatología de la senso-percepción". En: Psiquiatría.


Tomo I. Ed. Toray. Ruíz-Ogara C, Barcia Salorio D, López-Ibor Aliño JJ. Barcelona,
1982, pp 267-275.

2.- Jasper K. Psicopatología General. Ed. Beta 4.ª Edición, Buenos Aires (1975).

3.- Ochoa E, de la Fuente ML. "Psicopatología de la Atención, Percepción y


Conciencia". En Psicología Médica, Psicopatología y Psiquiatría, Vol. II. Ed.
Interamericana. McGraw-Hill. Fuentenebro. Madrid, 1990, pp. 489-506.

4.- Rojo Sierra M. "Perception Disorders". En The European Handbook of


Psychiatry and Mental Health. Vol I. Ed. Anthropos. Seva, A. 1991, pp. 578-589.
5.- Rojo Sierra M. Psicología y Psicopatología de la Percepción, Memoria y Fantasía.
UNIBAR, Barcelona (1980).

6.- Seva Díaz A. "Psicopatología de la Percepción". En: Psiquiatría Clínica. Ed.


Spaxs. Seva Díaz A. Barcelona, 1979, pp 173-180.

7.- Sims A. "Pathology of Perception". In: Symptoms in the Mind: An Introduccion


to Descriptive Psychopathology". Ed. Bailliere Tindall. Sims, A. Londres. 1988, pp.
61-81.

8.- Vallejo Ruiloba J. "Psicopatología de la Percepción". En: Introducción a la


psicopatología y la psiquiatría. Ed. Salvat. Vallejo Ruiloba, et al. 2ª Ed. Barcelona.
1987, pp 182-195.

9.- Vázquez Barquero JL. Adaptación al español del Schedules for Clinical
Assesment in Neuropsychiatry (SCAN). OMS 1992. Ed. Meditor. Madrid. 1993. Pp
143-154.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA PARA AMPLIAR CONOCIMIENTOS

- Rojo Sierra M. "La Asimetría Cerebral y la Experiencia Psicológica y Patológica del


Tiempo". Ed. Sancho. Valencia. 1984.

- Rojo Sierra M. "Psicología y Psicopatología de la Percepción, Memoria y Fantasía".


Ed Universitaria de Barcelona. Barcelona, 1980.

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