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TITULO SEÑORA - Bodas de Plata de Consagración-1_240430_074146
TITULO SEÑORA - Bodas de Plata de Consagración-1_240430_074146
Reciban un cordial saludo en nombre este grupo de fieles devotas y devotos de la Consagrada
imagen de María Santísima de la Soledad del Templo de la Escuela de Cristo.
B. El culto y devoción a la Virgen María en La Antigua Guatemala, datan desde los tiempos
de fundación de la misma, siendo la Santísima Madre de Dios, la abogada y protectora
del clamor de cada uno de los habitantes, poniendo de manifiesto esta devoción en los
diversos templos y capillas consagrados a la Madre del Creador, siendo la advocación de
Nuestra Señora de los Dolores y Soledad, la más arraigada y querida por los pobladores.
C. Se tiene conocimiento que después del traslado entre 1773 y 1776, hacia 1793 se
realizaban actividades de tradición popular para conmemorar la vida, pasión, muerte y
resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en el Templo de la Escuela de Cristo, emitiendo
las ordenanzas de la Hermandad de la Preciosísima Sangre de Jesús en este Templo de
Nuestra Señora de los Remedios, así como la aprobación de los estatutos de dicha
hermandad el día 11 de marzo de 1793, posteriormente en día 10 de enero de 1868, se
emitió el reglamento de la Sociedad de Jesús Sepultado de la Parroquia en mención.
G. En torno a esta bella imagen se han tornado diferentes manifestaciones artísticas, tal es
el caso muy particular en la inspiración de diversas marchas fúnebres como “Cardos y
Azucenas”, de Manuel Antonio Ramírez Crocker; “Dolorosa de la Escuela de Cristo”, de
Luis Vega Quiñonez; “Dolorosas Lagrimas”, de Vicente Rojo; “Madre de Cristo”, de
Héctor Gómez; “Duelo Eterno”, de Rafael García Reynolds, entre muchas otras más.
Por lo cual, después de esta exposición, solicitamos respetuosamente, que el Honorable Concejo
Municipal, le otorgue a la imagen de María Santísima de la Soledad de la Escuela de Cristo el
título de “Patrona Perpetua y Tutelar de la Ciudad de La Antigua Guatemala ”, por su arraigo
e importancia en el imaginario espiritual y social de cada hogar que ha prevalecido y aumentado
en las familias arraigas en la Ciudad, desde los inicios de los cultos y veneraciones.
Respondiendo el clamor de todos sus fieles devotas y devotos, que a través de los siglos por
generaciones pasadas, presentes y futuras, buscamos enriquecer su culto y fomentar las
tradiciones de religiosidad popular perenne en el tiempo y los libros que escriben la historia de
nuestra ciudad.