Está en la página 1de 2

LA CONVERSIÓN PARA UN CAMINO SINODAL

Desde su experiencia mencionar que otros elemento existen para una


autentica conversión sinodal
Los elementos que existen para una autentica conversión sinodal son
 La formación para la espiritualidad de comunión: implica acoger
personalmente la presencia del Espíritu dado en el bautismo. Es revestirse
del yo de Cristo. Implica además La formación adecuada en kerigma,
liturgia, sacramentos, oración, Sagrada Escritura, tradición y magisterio, en
eclesiología nos hacen caminar juntos (misión), nos forma como verdaderos
cristianos
 La escucha y el dialogo en una afectiva comunión de fe, comunión
sacramental, oración y participación. Lo anterior va iluminado por la Palabra
de Dios que guía el camino sinodal, no se trata de un debate o imposición
sino de un sano discernimiento, donde la unidad prevalece sobre el
conflicto. Se hace necesarios elementos como la humildad, la fraternidad,
los consensos, la escucha y el saber hablar
 La sinodalidad y el camino ecuménico: nade del deseo de Jesús que todos
seamos uno (Jn 17, 21), Cristo muerto y resucitado cura las heridas y las
divisiones, según la verdad y el amor. Romper los caminos de la
desconfianza. Es testimonio de misión, comunión y participación. Es
compromiso social, búsqueda del bien común, construcción de la paz, la
justicia y la solidaridad
 Construcción de una ética social, fraterna, solidaria e inclusiva: el Evangelio
es levadura sal y luz, con proyección social y caritativa. Garantiza la
construcción de la justicia, la promoción social, la justicia y el dialogo. La
solidaridad y la inclusión son fermento de unidad en la diversidad.
Promoción de una vida, vida social, la economía y la política de los
pueblos. Es el cuidado por la casa común, la opción preferencial por los
pobres, la distribución equitativa de los bienes y el primado de la solidaridad
 La conversión para la sinodalidad: es un cambio de mentalidad y
estructuras en la Iglesia, promoviendo mayor participación, dialogo y
corresponsabilidad, entre todos los miembros de la comunidad. Es hacer
realidad el modelo de Iglesia como pueblo de Dios en camino, es un
proceso continuo que renueva y revitaliza la misión de la Iglesia y responde
a los desafíos del mundo contemporáneo.
 El sínodo pastoral diocesano es oportunidad para acrecentar y afianzar un
encuentro verdadero con el Dios de la vida, fortalece el proceso de
conversión personal, individual, comunitaria y de estructuras eclesiales,
donde todos nos sintamos corresponsables de comunión, misión y
participación.
 Se hace necesario superar algunos paradigmas presentes en la cultura
eclesiástica actual por ejemplo el permitir que la misión no solo quede en
manos de los pastores, el insuficiente aprecio de la vida consagrada y de
los dones carismáticos. La competencia de los fieles laicos entre si y de las
mujeres. La activación de la Iglesia local a todos los niveles. El ejercicio de
la colegialidad y la apertura de la Iglesia católica.
 Vivir y madurar el “sensus fidei”; la vida sacramental, la educación
adecuada, la adhesión al magisterio y el envío al anuncio del Evangelio. La
reconciliación, la adhesión al magisterio, el sentir con la Iglesia en la
consagración y educación de ministros pastorales, permitiendo la educación
cristiana de los ministros del altar, las personas consagradas y los ministros
pastorales, construyendo familias y comunidades.
 Son ejes fundamentales la invitación de la Trinidad, la reconciliación, la
escucha de la Palabra de Dios, la comunión, la misión, la escucha y el
dialogo para el discernimiento.
 Se hace necesario el dialogo entre católicos y otras iglesias, en la confesión
de la misma Trinidad, con la misma centralidad teológica y canónica, como
referencia necesaria para el tercer milenio, así podremos descubrir el
misterio de Cristo y el intercambio de los dones que enriquecen el camino
hacia la unidad y que reflejan la belleza del rostro de la Iglesia.
 Para terminar en este contexto hay un compromiso comunitario y un criterio
en cada acción social del pueblo de Dios. Es allí donde San Agustian
afirma: “tener un solo corazón y una sola alma en el camino hacia Dios” y
en consecuencia hacer que la meta sea la presencia escatológica de Dios
todo en todos.

También podría gustarte