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TEMARIO PARA OLIMPIADAS DE ESPAÑOL CTHA 2024
TEMARIO PARA OLIMPIADAS DE ESPAÑOL CTHA 2024
ALEMÁN
Se escribe C en las sílabas CA, CO, CU, como casa, Paco y cuaderno. Con las vocales
E, I, se escribe QUE, QUI, como queso, quitar, quemar.
Se escribe C en las sílabas CE, CI, como ceja, ciervo, cielo. Con las letras A, O, U,
se escribe Z, como Zaragoza, zoquete y zumo.
Se escribe Z al final de las palabras cuyo plurales CES, como andaluz, andaluces;
perdiz, perdices; luz, luces; lombriz, lombrices; disfraz, disfraces.
Se escribe -CC- cuando en alguna palabra de la familia léxica aparezca el grupo -CT-
. Ejemplos: adicción (adicto), reducción (reducto).
Uso de la G, J, GU y GÜ
Se escriben con H todos los tiempos del verbo HACER y no llevan H las formas del
verbo ECHAR. Ejemplos: hago, echaban, hacemos y echamos.
Se escriben con H los tiempos del verbo HABER. Se escribe HA y HE si van seguidos
de Participio Pasivo: ha salido, he contado, a jugar, a ver.
Llevan H las que empiezan por HIA-, HIE-, HUE- y HUI-. Ejemplos: hiato, hiena,
huele, huidizo, hierba, hierro, hueco, huevo. Excepción: iatrogénico.
Llevan H los compuestos y derivados de palabras que tengan esa letra, como honra,
deshonra. Menos oquedad, orfandad, osamenta, óvalo, oscense y oler.
Uso de Y, LL
Uso de la R y RR
Uso de la S y X
Se escriben con X las palabras que empiezan por la sílaba EX- seguida del grupo -
PR-. Ejemplos: expresar, exprimir, exprés, expresamente y expreso.
Llevan X las que empiezan por la sílaba EX- seguida del grupo -PL-. Ejemplos:
explanada, explicar, exploración. Pero esplendor y espliego.
Se escriben con X las palabras que empiezan por los prefijos EX- (fuera, más allá) y
EXTRA- (fuera de). Ejemplos: excarcelar, extramuros y excursión.
Llevan X las palabras que empiezan por XENO- (extranjero), XERO- (seco, árido) y
XILO- (madera). Ejemplos: xenofobia, xerografía y xilófono
El acento léxico es la mayor prominencia con que se pronuncia la sílaba tónica de una
palabra polisílaba cualquiera (de forma aislada) y de una monosílaba (si se encuentra dentro
de su contexto). Acústicamente, es una combinación de intensidad, tono y duración de la
vocal.2 Este tipo de acento se encuentra en todas las palabras polisílabas y puede servir para
diferenciar palabras según la sílaba sobre la que se encuentre (en negrita la sílaba
tónica): público (esdrújula), publico (grave) y publicó (aguda).
En cambio, el acento gráfico o tilde no siempre se utiliza y sirve para marcar dicha sílaba en
determinados casos que no se rigen por las reglas generales.
Las letras mayúsculas están sujetas a las normas de acentuación gráfica y deben recibir la
tilde cuando corresponda.
CASOS ESPECIALES
Existen diversos casos que no se ajustan a las reglas generales:
Adverbios terminados en -mente
En el caso de adverbios creados a partir de adjetivo con el sufijo -mente, solo se acentuarán
si el adjetivo lleva la tilde por sí solo. Por ejemplo, la palabra fríamente lleva tilde puesto que
el adjetivo del que está formada (frío) también la lleva; sin embargo, efectivamente no la
lleva, ya que tampoco la tiene efectivo.
Monosílabas
Por regla general, las palabras monosílabas no se acentúan. La única excepción es el caso en
el que lleven tilde diacrítica. Por tanto, no se acentúan las siguientes palabras monosílabas
que lo harían por la norma de las agudas:
a / as / bien / bis / Blas / buen / can / cien / cio / clan / clon / con / crin / crio / da / dais / dan
/ das / deis / den / des / di / dio / Dios / do / don / dos / e / en / es / fa / fan / fe / fes / fiais /
fieis / fin / fio / flan / fue / fui / gas / gran / gres / gris / gua / guiais / guieis / guio / guion / ha
/ han / has / he / hui / huir / huis / id / ion / Juan / ley / la / las / le / les / liais / lieis / lio / lo /
los / Luis / me / mes / mies / mis / mus / ni / non / nos / o / os / pan / pez / piais / pieis / pie /
pies / pio / pis / plan / plus / pon / pues / pus / ras / re / res / riais / rio / ron / ruin / san / seis /
sien / sin / so / sois / son / su / sus / tan / ten / ti / tras / tren / tres / tul / tus / u / un / vais / va
/ van / vas / ve / veis / ven / ves / vi / vio / vos / ya / yo / …
Tilde diacrítica
La tilde diacrítica distingue algunas palabras con diferentes categorías gramaticales, pero que
se escriben igual (palabras homófonas). En general, las palabras diferenciadas con tilde
diacrítica son tónicas, mientras que las correspondientes palabras sin tilde son átonas, aunque
hay algunas excepciones a esta regla.
Ejemplos:
• aún (cuando es sinónimo de todavía): «Aún no ha venido a casa», «ella sabe aún más
que yo», «Pedro es aún mejor que Vicente», «Juan es más complicado aún que ella», «es
mejor aún de lo que esperaba», «aún enfermo, aprobó» [todavía enfermo].
• aun (cuando es sinónimo de incluso): «Aun sin tu permiso, iré a verte», «aun así, no
reacciona», «aun estudiando, no apruebo», «aun [incluso] enfermo, aprobó.
• dé (presente de subjuntivo del verbo dar): «Quiero que nos dé su opinión de eso».
• de (preposición): «Llegó el hijo de mi vecina».
• por qué (interrogativo o exclamativo): «¿Por qué no te callas?», «no sé por qué me lo
pregunta», «¡por qué te haré caso!».
• porque (da razón de algo, por causa de que): «Vine porque te vi llorar».
• porqué (sustantivo, se puede remplazar por «motivo»): «No sabemos el porqué de
algunas cosas».
• Por que (cuando el que es relativo): «Las calles por que [= por las que] vienes son
peligrosas».
• sé (imperativo del verbo ser/presente de indicativo del verbo saber): «Sé tú misma en
todo momento, aunque sé que a veces te costará».
• se (pronombre): «Se puede ser como te digo».
Este, esta, estos, estas, ese, esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas. Estas palabras
pueden funcionar como determinante demostrativo (antes llamado adjetivo demostrativo) o
como pronombre demostrativo. Hasta 2010 se debían tildar cuando tenían función de
pronombre. Obsérvese que esto, eso, aquello —que solo pueden ser pronombres— nunca se
tildan. Solo. Puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Hasta 2010 se debía tildar
cuando tenía función de adverbio, pero actualmente se desaconseja la tilde y se prefiere
utilizar los sinónimos solamente o únicamente. Ejemplos:
... ya que tanto el adjetivo solo como los determinantes demostrativos son palabras tónicas,
lo mismo que el adverbio «solo» y los pronombres demostrativos, a partir de ahora se podrá
prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación.
Solo las siglas escritas íntegramente en mayúsculas no llevan nunca tilde, ni siquiera cuando
la letra en la que recae el acento léxico de la sigla es la inicial de una palabra que se acentúa
gráficamente en la expresión desarrollada. Así, la sigla de la Red Nacional de Ferrocarriles
Españoles se escribe RENFE (no RÉNFE). No obstante, se debe tener en cuenta que
los acrónimos lexicalizados —las siglas que por su carácter pronunciable se han incorporado
al léxico general como nombres comunes o propios— se someten, como cualquier otra
palabra, a las reglas de acentuación gráfica; por lo tanto, llevarán tilde cuando les
corresponda, tanto si se escriben en minúsculas como si aparecen enteramente en
mayúsculas: Intermón, INTERMÓN, módem, MÓDEM, euríbor, EURÍBOR. Como es
natural, al haber abandonado su condición original de siglas, se regirán por las normas
generales de uso de mayúsculas y minúsculas, es decir, solo se escribirán enteramente en
mayúsculas por las mismas razones que el resto de las palabras.
OTROS CASOS
La o entre número
La o entre números en ningún caso debe tildarse. Anteriormente se tildaba cuando estaba
entre números para no confundirla con el cero, pero actualmente se considera que el riesgo
de confusión es mínimo y se escribe 1 o 3, 52 o 26, por ejemplo. Recuérdese que ante un
número cuyo nombre empieza por o se convierte en u, como en 79 u 80 (setenta y nueve u
ochenta).
A partir de la Ortografía académica de 1999, las formas verbales a las que se les añade un
pronombre se rigen por las reglas generales: reírse lleva tilde por haber hiato y bébelo por ser
esdrújula.
Acentuación de palabras extranjeras
• En general, a los nombres propios extranjeros no se les añade acento gráfico que en su
origen no tengan: Wagner (no Wagner). Si el nombre se ha adaptado a la pronunciación
y la escritura del español pueden acentuarse. Este caso se da sobre todo con nombres
transcritos de otras escrituras, los personajes de la Antigüedad o los reyes y
santos: Tolstói (transcrito del ruso), Platón (de la Antigüedad), Abderramán (nombre
tradicional en español de Abd Al-Rahman), Tomás Moro (nombre tradicional en español
de Thomas Moore).
• «Cree que sirve pa tó, pero no sirve pa ná, porque no tié sesera» (incorrecto).
• «Cree que sirve pa to, pero no sirve pa na, porque no tie sesera» (correcto)
Se escribirá con letra inicial mayúscula todo nombre propio: Carlos, Platero, Madrid,
Ramos, Luna. Los nombres comunes llevan minúscula: niño, perro.
Lleva letra inicial mayúscula la primera palabra de un escrito y después de punto.
Ejemplos: El ciclista corre. Tú cantas. Santiago baila.
En las palabras que empiezan por LL y CH, sólo se escribirá con mayúscula la letra
inicial. Ejemplos: Chillida, Llorente, Chile.
Llevan mayúscula los nombres de divinidades, festividades religiosas y atributos divinos:
Dios, Navidad, Todopoderoso, Cristo, Inmaculada.
Usamos minúscula para escribir los días de la semana, los meses y las estaciones del año.
Ejemplos: lunes, marzo, primavera e invierno.
Se escriben con mayúscula los nombres de dignidad y organismos. Ejemplos: Rey, Papa,
Biblioteca Nacional, Tribunal Supremo.
Se escriben con mayúscula los números romanos. Ejemplos: Juan Pablo II, siglo XVI,
Juan Carlos I, tomo III, Felipe II.
Interrogativos y exclamativos
Los signos de interrogación (¿?) se escriben al principio (¿) y al final (?) de las preguntas:
¿Qué hora es? ¿Vas a ir de excursión?
Los signos de exclamación (¡!) se escriben al principio (¡) y al final de la frase (!): ¡Eso
es una injusticia! ¡Qué alegría verte! ¡Ay de mí!
Después de los signos que indican cierre de interrogación o exclamación (?!) no se escribe
nunca punto. ¿Dónde has comprado ese vestido?
Guion y raya
Se emplea guion (-) para separar las sílabas de una palabra, especialmente cuando
ésta no cabe en un renglón. Ejemplos: in-sec-tos, or-to-gra-fí-a.
Las palabras que contengan la H precedida de consonante se dividirán de manera que
la H comience en el renglón siguiente. Ejemplo: in-hu-ma-no.
Se emplea raya o guion largo en diálogos, como en este ejemplo: -¿Cómo te llamas?
-Andrés Pereda. -De dónde eres? -De Castilla.
Punto
Coma
Se emplea coma (,) para separar dos o más palabras de una enumeración. Ejemplo:
Acudió toda la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.
Se usa coma para separar las oraciones de un enunciado. Ejemplo: Antes de irte, corre
las cortinas, cierra las ventanas, apaga la luz y cierra.
Las comas separan estas expresiones: esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por
consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio,
en primer lugar, etc.
Se escribe coma para aislar el vocativo: Julio, ven acá. Si el vocativo va en medio del
enunciado se escribe entre dos comas: Estoy alegre, Isabel, por el regalo.
Se usa coma para aislar una oración explicativa que se intercala en una frase. Ejemplo:
Ella es, entre mis amigas, la más querida.
Hay coma cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado. Ejemplo:
Dinero, ya no le queda.
Puntos suspensivos
Dos puntos
Se usan dos puntos (:) para anunciar una enumeración. Ejemplo: Tres son las provincias
aragonesas: Huesca, Zaragoza y Teruel.
Los dos puntos preceden a las citas textuales. La primera palabra posterior lleva
mayúscula. Ejemplo: Ya lo dijo Descartes: "Pienso, luego existo".
Se emplean los dos puntos en el saludo de las cartas y otros documentos. Ejemplo:
Querido amigo: Te escribo esta carta para comunicarte que...
Usamos dos puntos cuando se enuncia una proposición general y enseguida se
explica. Ejemplo: Dioses eterno: no tiene principio ni fin.
Se usan dos puntos para señalar la relación causa-efecto. Ejemplo: Se ha quedado sin
trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
En textos jurídicos y administrativos. Ejemplos: El secretario de esta entidad
CERTIFICA: Que D. José Álvarez ha seguido el Curso de...
Punto y coma
Se usa punto y coma (;) para dividir las diversas oraciones que ya llevan alguna coma:
La chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca.
Para separar proposiciones yuxtapuestas, si ya se ha empleado coma: La muchacha
gozosa, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
Se suele colocar punto y coma antes de las conjunciones más, pero, aunque, sin
embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc. Se le avisó que cambiara; pero no
quiso.
Paréntesis
Se usan los paréntesis () cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso
aclaratorio. El abuelo Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una
estatua sentada en el sillón.
Para intercalar algún dato o precisión como fechas o lugares: El año de su nacimiento
(1616) es el mismo en que murió Cervantes.
Se utiliza para evitar introducir una opción en el texto: En el documento se indicarán
el (los) día (s) en que haya tenido lugar la baja.
PALABRAS:
1. COMUNICACIÓN 35. ESOTÉRICO 69. CORROSIÓN
2. LENGUAJE 36. AMBIGÜEDAD 70. CERÚLEO
3. EPISTOLAR 37. PRAGMÁTICA 71. AMPERÍMETRO
4. EPÍTETO 38. EUFEMISMO 72. ALTERNADOR
5. LINGÜÍSTICA 39. DISFEMISMO 73. BASTIDOR
6. LISONJEAR 40. CONNOTACIÓN 74. AEDO
7. TRÉMULO 41. DENOTACIÓN 75. POLÍGLOTA
8. UBÉRRIMO 42. FUE 76. JUGLARES
9. ACÉRRIMO 43. DIO 77. BARDO
10. PAUPÉRRIMO 44. FE 78. TROVADOR
11. CELEBÉRRIMO 45. ANFIBOLOGÍA 79. FAMÉLICO
12. FONEMA 46. LEXICOLOGÍA 80. MEGALOMANÍA
13. GRAFEMA 47. MORFOLOGÍA 81. MITÓMANO
14. LEXEMA 48. PARAXÍTONA 82. ESCUÁLIDO
15. ORTOLOGÍA 49. DEIXIS 83. DIPSÓMANO
16. DISFEMIA 50. FIRULETE 84. ETIMOLOGÍA
17. POÉTICA 51. LOQUEÍSMO 85. ADJETIVO
18. ENERVAR 52. ETÉREO 86. INTERJECCIÓN
19. EXASPERAR 53. SUPERBIÉN 87. EXAMEN
20. SEMÁNTICA 54. INTEMPERIE 88. ABRUPTO
21. SEMIÓTICA 55. PLEONASMO 89. CABIZBAJO
22. HOMÓFONO 56. SAPIENCIA 90. ESTÁNDAR
23. DIVERGENCIA 57. PROCRASTINAR 91. EXACERBADO
24. AMBAGES 58. LOCUAZ 92. EMERGER
25. ERUDICIÓN 59. RESILIENCIA 93. INTRÍNSECO
26. ESTÉTICA 60. SUCUMBIR 94. LÚGUBRE
27. EPÍGONO 61. LASITUD 95. LÓBREGO
28. ATISBAR 62. INEFABLE 96. EPICENO
29. TÉCNICA 63. PRÓNUBA 97. PRETÉRITO
30. BIBLIOFILIA 64. MORIGERADO 98. ESCUETO
31. BIFURCAR 65. ALEACIÓN 99. GRAMÁTICA
32. AMBIVALENCIA 66. AMPERIO 100. SOSLAYAR
33. DIEGÉSIS 67. BOBINA
34. ESCATÓLOGICO 68. CATALIZADOR
CREACIÓN DE CUENTOS
¿QUÉ ES EL CUENTO?
Un cuento es la narración de una historia imaginaria y que puede estar basada (o no) en
hechos reales. Puede manifestarse de manera escrita u oral. La palabra cuento proviene
del latín y significa “contar”.
Los personajes. Son quienes realizan las acciones de la historia y pueden estar
representados por personas, animales, objetos, entre otros. Además, se categorizan
como personajes principales (en los que se centra la trama), secundarios (los que
aparecen en reiteradas ocasiones) o terciarios (de menor importancia, que aparecen
una o muy pocas veces).
Las acciones. Son los acontecimientos que llevan a cabo todos los personajes.
Suelen ocurrir en un determinado tiempo y lugar, y son las que le dan curso al
cuento, desde los enredos hasta la develación de la historia.
El tiempo. Es la duración de la historia, que puede ser de tan solo unas pocas horas,
días o años. Además, el paso del tiempo condiciona o altera el rol de los personajes.
CUENTOS
EL DIARIO A DIARIO
JULIO CORTÁZAR
Un señor toma un tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media
hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no es el
mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco
de la plaza. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra
vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee, y lo deja convertido en un montón
de hojas impresas. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se
convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee, y lo deja
convertido en un montón de hojas impresas. Luego lo lleva a su casa y en el camino lo
usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después
de estas excitantes metamorfosis.
FIN
ALGUIEN SOÑARÁ
JORGE LUIS BORGES
¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote
sin dejar su aldea y sus libros. Soñará que una víspera de Ulises puede ser más pródiga
que el poema que narra sus trabajos. Soñará generaciones humanas que no reconocerán
el nombre de Ulises. Soñará sueños más precisos que la vigilia de hoy. Soñará que
podremos hacer milagros y que no los haremos, porque será más real imaginarlos. Soñará
mundos tan intensos que la voz de una sola de sus aves podría matarte. Soñará que el
olvido y la memoria pueden ser actos voluntarios, no agresiones o dádivas del azar.
Soñará que veremos con todo el cuerpo, como quería Milton desde la sombra de esos
tiernos orbes, los ojos. Soñará un mundo sin la máquina y sin esa doliente máquina, el
cuerpo. La vida no es un sueño, pero puede llegar a ser un sueño, escribe Novalis.
FIN
SOMBRA
EDGAR ALLAN POE
Vosotros los que leéis aún estáis entre los vivos; pero yo, el que escribe, habré entrado
hace mucho en la región de las sombras. Pues en verdad ocurrirán muchas cosas, y se
sabrán cosas secretas, y pasarán muchos siglos antes de que los hombres vean este escrito.
Y, cuando lo hayan visto, habrá quienes no crean en él, y otros dudarán, mas unos pocos
habrá que encuentren razones para meditar frente a los caracteres aquí grabados con un
estilo de hierro.
El año había sido un año de terror y de sentimientos más intensos que el terror, para los
cuales no hay nombre sobre la tierra. Pues habían ocurrido muchos prodigios y señales,
y a lo lejos y en todas partes, sobre el mar y la tierra, se cernían las negras alas de la peste.
Para aquellos versados en la ciencia de las estrellas, los cielos revelaban una faz siniestra;
y para mí, el griego Oinos, entre otros, era evidente que ya había llegado la alternación
de aquel año 794, en el cual, a la entrada de Aries, el planeta Júpiter queda en conjunción
con el anillo rojo del terrible Saturno. Si mucho no me equivoco, el especial espíritu del
cielo no sólo se manifestaba en el globo físico de la tierra, sino en las almas, en la
imaginación y en las meditaciones de la humanidad.
En una sombría ciudad llamada Ptolemáis, en un noble palacio, nos hallábamos una noche
siete de nosotros frente a los frascos del rojo vino de Chíos. Y no había otra entrada a
nuestra cámara que una alta puerta de bronce; y aquella puerta había sido fundida por el
artesano Corinnos, y, por ser de raro mérito, se la aseguraba desde dentro. En el sombrío
aposento, negras colgaduras alejaban de nuestra vista la luna, las cárdenas estrellas y las
desiertas calles; pero el presagio y el recuerdo del Mal no podían ser excluidos. Estábamos
rodeados por cosas que no logro explicar distintamente; cosas materiales y espirituales,
la pesadez de la atmósfera, un sentimiento de sofocación, de ansiedad; y por, sobre todo,
ese terrible estado de la existencia que alcanzan los seres nerviosos cuando los sentidos
están agudamente vivos y despiertos, mientras las facultades yacen amodorradas. Un peso
muerto nos agobiaba. Caía sobre los cuerpos, los muebles, los vasos en que bebíamos;
todo lo que nos rodeaba cedía a la depresión y se hundía; todo menos las llamas de las
siete lámparas de hierro que iluminaban nuestra orgía. Alzándose en altas y esbeltas líneas
de luz, continuaban ardiendo, pálidas e inmóviles; y en el espejo que su brillo engendraba
en la redonda mesa de ébano a la cual nos sentábamos, cada uno veía la palidez de su
propio rostro y el inquieto resplandor en las abatidas miradas de sus compañeros. Y, sin
embargo, reíamos y nos alegrábamos a nuestro modo -lleno de histeria-, y cantábamos las
canciones de Anacreonte -llenas de locura-, y bebíamos copiosamente, aunque el
purpúreo vino nos recordaba la sangre. Porque en aquella cámara había otro de nosotros
en la persona del joven Zoilo. Muerto y amortajado yacía tendido cuan largo era, genio y
demonio de la escena. ¡Ay, no participaba de nuestro regocijo! Pero su rostro,
convulsionado por la plaga, y sus ojos, donde la muerte sólo había apagado a medias el
fuego de la pestilencia, parecían interesarse en nuestra alegría, como quizá los muertos se
interesan en la alegría de los que van a morir. Mas aunque yo, Oinos, sentía que los ojos
del muerto estaban fijos en mí, me obligaba a no percibir la amargura de su expresión, y
mientras contemplaba fijamente las profundidades del espejo de ébano, cantaba en voz
alta y sonora las canciones del hijo de Teos.
Poco a poco, sin embargo, mis canciones fueron callando y sus ecos, perdiéndose entre
las tenebrosas colgaduras de la cámara, se debilitaron hasta volverse inaudibles y se
apagaron del todo. Y he aquí que, de aquellas tenebrosas colgaduras, donde se perdían
los sonidos de la canción, se desprendió una profunda e indefinida sombra, una sombra
como la que la luna, cuando está baja, podría extraer del cuerpo de un hombre; pero ésta
no era la sombra de un hombre o de un dios, ni de ninguna cosa familiar. Y, después de
temblar un instante, entre las colgaduras del aposento, quedó, por fin, a plena vista sobre
la superficie de la puerta de bronce. Mas la sombra era vaga e informe, indefinida, y no
era la sombra de un hombre o de un dios, ni un dios de Grecia, ni un dios de Caldea, ni
un dios egipcio. Y la sombra se detuvo en la entrada de bronce, bajo el arco del
entablamento de la puerta, y sin moverse, sin decir una palabra, permaneció inmóvil. Y
la puerta donde estaba la sombra, si recuerdo bien, se alzaba frente a los pies del joven
Zoilo amortajado. Mas nosotros, los siete allí congregados, al ver cómo la sombra
avanzaba desde las colgaduras, no nos atrevimos a contemplarla de lleno, sino que
bajamos los ojos y miramos fijamente las profundidades del espejo de ébano. Y al final
yo, Oinos, hablando en voz muy baja, pregunté a la sombra cuál era su morada y su
nombre. Y la sombra contestó: «Yo soy SOMBRA, y mi morada está al lado de las
catacumbas de Ptolemáis, y cerca de las oscuras planicies de Clíseo, que bordean el
impuro canal de Caronte.»
Y entonces los siete nos levantamos llenos de horror y permanecimos de pie temblando,
estremecidos, pálidos; porque el tono de la voz de la sombra no era el tono de un solo ser,
sino el de una multitud de seres, y, variando en sus cadencias de una sílaba a otra,
penetraba oscuramente en nuestros oídos con los acentos familiares y harto recordados
de mil y mil amigos muertos.
FIN