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MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ

Magistrada Ponente

STC2385-2024
Radicación n° 11001-02-04-000-2023-02464-01
(Aprobado en sesión de seis de marzo de dos mil veinticuatro)

Bogotá, D.C., seis (6) de marzo de dos mil veinticuatro


(2024).

Decide la Corte la impugnación de la sentencia proferida


por la Sala de Casación Penal el 18 de enero de 2024, en la
acción de tutela formulada por Heider Andrés Grueso Medina
contra la Sala Penal del Tribunal Superior de Popayán y el
Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad de esa ciudad, trámite al que fueron citados el
Cabildo Indígena El Playón Nasa Naya, el Establecimiento
Carcelario de Santander de Quilichao y los demás
intervinientes en el proceso penal con radicado n° 2021-
00034.

ANTECEDENTES

1. El solicitante invocó la protección de los derechos


fundamentales al debido proceso e igualdad, presuntamente
vulnerados por las autoridades judiciales accionadas.
Radicación n° 11001-02-04-000-2023-02464-01

Manifestó que el Juzgado Segundo Penal del Circuito


Especializado de Cali, mediante sentencia de 3 de febrero de
2023 lo condenó a la pena principal de 254 meses de prisión
como responsable de los delitos de «concierto para delinquir
agravado, homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo,
fabricación, tráfico o porte de armas, municiones de uso restringido de
uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos».

Señaló que solicitó al Juzgado Segundo de Ejecución de


Penas y Medidas de Seguridad de Popayán encargado de la
vigilancia de la sanción, su traslado al centro de armonización
del Cabildo Indígena Playón Nasa Naya, petición que negó en
auto de 16 de mayo de 2023 y confirmó la Sala Penal del
Tribunal Superior de ese Distrito Judicial el 23 de noviembre
de 2023.

Adujo que las autoridades accionadas negaron su


solicitud de traslado al centro de armonización del Cabildo,
sin tener en cuenta sus «sus raíces de nacimiento y creencias como
comunero indígena», máxime cuando aceptó cargos por una

responsabilidad sin que hubiera participado en la misma.

Afirmó que existen casos en los que se ha concedido el


traslado de algunos sentenciados a los resguardos indígenas
para el cumplimiento de las condenas, por tanto, considera
incompresible que, aun cuando las autoridades indígenas
como jueces con gobierno propio reclaman a sus comuneros
para que paguen sus condenas en los cabildos, los jueces
ordinarios y algunos Tribunales nieguen ese derecho,
desconociendo no solo el debido proceso sino también la ley
indígena propia de las comunidades ancestrales, como en su
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caso, en el que cuenta incluso con el aval del Resguardo


Playón Nasa Naya para que se disponga su traslado.

Por último, refirió que la Corte Constitucional en


sentencias T921-2013, T642-2014, T685-2015, entre otras,
estudió los fundamentos constitucionales que hacen
referencia al reconocimiento y protección de las comunidades
indígenas en Colombia.

2. Con fundamento en lo narrado solicitó autorizar su


traslado al Centro de Armonización Playón Nasa Naya y, «ser
entregado a las autoridades Indígenas –Gobernadores por tener potestad
de voz y voto para recluirlo en el cabildo indígena, conforme como se ha
entregado a otros condenados».

RESPUESTA DE LOS ACCIONADOS Y VINCULADOS

1. La Sala Penal del Tribunal Superior de Popayán,


defendió la legalidad de la providencia de 23 de noviembre de
2023 por la que resolvió confirmar la decisión que negó la
solicitud de traslado formulada por el reclamante, y afirmó
que adoptó la decisión luego de estudiar de manera ecuánime
el caso, sumado a que los argumentos de la apelación no
tuvieron la fuerza legal para acceder a lo reclamado.

Refirió que lo pretendido por el actor es utilizar la tutela


como una instancia adicional, para invalidar una decisión que
fue proferida con observancia a las normas que regulan la
materia, por tanto, el hecho que ese pronunciamiento
resultara adverso a los intereses del interesado, no es causal
para que el mecanismo constitucional prospere.
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2. El Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas


de Seguridad de Popayán, luego de efectuar un recuento de
las actuaciones adelantadas en el proceso penal adelantado
contra el accionante y las decisiones proferidas con ocasión
de la solicitud de traslado, requirió declarar la improcedencia
del amparo ante la inexistencia de vulneración por parte de
ese juzgado.

3. La Procuradora 153 judicial II Penal, consideró que no


existió afectación a derecho fundamental alguno del
peticionario, en tanto que la decisión proferida por el Tribunal
Superior accionado se ajusta a la normativa y a las directrices
emanadas de la Corte Constitucional y la Corte Suprema de
Justicia.

LA SENTENCIA IMPUGNADA

La Sala de Casación Penal, negó el amparo tras


determinar que las autoridades accionadas no incurrieron en
las causales específicas de procedibilidad de la tutela contra
decisiones judiciales, al negar en primera y segunda instancia
el traslado de Heider Andrés Grueso Medina a un centro de
armonización.

Indicó que las providencias cuestionadas se profirieron


con apego a la jurisprudencia y a partir de la información
obrante en el expediente, de manera que resultaba razonable
que las autoridades accionadas hayan concluido que el actor
debía cumplir su condena en el centro privativo de la libertad
donde se encuentra actualmente recluido, al no cumplir con

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la totalidad de los presupuestos establecidos en la sentencia


T-685 de 2015 de la Corte Constitucional, para acceder a los
solicitado.

LA IMPUGNACIÓN

1. Fue formulada por el accionante, quien además de


insistir en los argumentos iniciales, señaló que existe una
vulneración a sus derechos como indígena y violación a sus
costumbres étnicas y creencias por parte de la justicia al
«negarse en conceder el traslado al resguardo solo por q el parecer de ellos
la conducta por la q fue condenado es grave ... peores delitos y por muchos
años de condena han concedido en otros casos y no se ha colocado en
riesgo a la comunidad...es totalmente falso y se debe revocar el fallo
concediendo el amparo constitucional» (sic).

2. Las autoridades del Resguardo Indígena del Playón


Nasa Naya del Municipio de Buenos Aires - Cauca, con la
coadyuvancia de la apoderada del accionante, formularon
impugnación, a través de la cual manifestaron que, (…) el fallo
de tutela cuestionado, en gran parte de su cuerpo se limita a negar el
traslado del comunero Heider Andrés grueso Medina, del resguardo
Indígena Playón Nasa Naya de Buenos Aires Cauca, por la gravedad de
la conducta, decisión reprochable si nos atemperamos a las demás
decisiones en cuanto a comuneros que han cometido delitos atroces y
peores y disfrutan de su traslado a sus resguardos, sintiéndose
vulnerado este derecho al señor Grueso, porque se debe dar igualdad
a este derecho o no se autorizan más traslados a ningún comunero
se vulnera el fuero indígena, es decir, que no se argumentó sobre sus
creencias y que hubiera nacido, vivido, tenga sus raíces indígenas de sus
progenitores y trasegado activamente en la comunidad indígena al
momento de la ocurrencia del hecho» (sic)

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Agregaron que la sentencia impugnada, «solo se limita a dar


conceptos repetitivos a la gravedad de la conducta, sin tener en cuenta
que el señor Grueso aceptó cargos mediante preacuerdo porque aquí en
Colombia es más fácil eso a demostrar la inocencia por parte de un este
Fiscal que lo único que quiere es seguir sumando falsos positivos porque
en últimas el señor Grueso es inocente frente a esas acusaciones, sin
embargo, él acepta cargos con el firme convencimiento que se le iba a
respetar su calidad de indígena, situación que se ha tornado difícil por la
renuencia y negativa de la justicia ordinaria en la entrega del comunero
señor Grueso a las autoridades ancestrales del Resguardo Playón Nasa
naya».

Por último, refirieron que se desconoció el precedente


constitucional, en especial la sentencia T331-2021, la cual
hace un recuento sobre los pronunciamientos de esa
Corporación frente a valoración probatoria por parte de las
autoridades judiciales de la condición de indígena.

CONSIDERACIONES

1. Sólo las providencias judiciales arbitrarias con directa


repercusión en las garantías fundamentales de las partes o de
terceros, son susceptibles de cuestionamiento por vía de
tutela, siempre y cuando, claro está, su titular haya agotado
los medios legales dispuestos para hacerlos prevalecer dentro
del correspondiente asunto dado el carácter subsidiario y
residual del amparo y acuda a esta jurisdicción
oportunamente. (STC1526-2022, entre otras).

2. En el asunto que ocupa la atención de la Sala, Heider


Andrés Grueso Medina cuestiona las decisiones proferidas por
el Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de
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Seguridad de Popayán y la Sala Penal del Tribunal Superior


de esa ciudad el 16 de mayo y 23 de noviembre de 2023,
respectivamente, a través de las cuales le negaron la solicitud
de traslado al centro de armonización del Cabildo Indígena
Playón Nasa Naya, para continuar con el cumplimiento de la
pena de 254 meses de prisión impuesta por el Juzgado
Segundo Penal del Circuito Especializado de Cali.

3. De manera preliminar se indica que el análisis de la


presente solicitud de protección constitucional se
circunscribirá a la providencia del Tribunal Superior de
Popayán el 23 de noviembre de 2023, en razón a que la
determinación de primera instancia fue sometida al escrutinio
de dicha Corporación a través del recurso de apelación, de
manera que no resulta admisible una confrontación similar,
«so pena de convertir este escenario [constitucional] en una instancia
paralela a la ya superada» (CSJ. STC14012-2015, STC11805-2021,
reiterada en STC4694-2022 y STC2780-2023).

4. Analizada la inconformidad del reclamante desde la


óptica de juez constitucional, se anticipa la confirmación de
la sentencia impugnada, teniendo en cuenta que, una vez
examinados los argumentos expuestos por el Tribunal
Superior accionado en la decisión objeto de queja, no se
observa arbitrariedad manifiesta susceptible de ser
remediada a través de esta vía extraordinaria, como pasa a
exponerse.

4.1 Luego de efectuar un relato de los antecedentes del


caso, el Tribunal Superior de Popayán planteó como problema

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jurídico, establecer si estaban dados o no los presupuestos


legales y jurisprudenciales para que el condenado Heider
Andrés Grueso Medina cumpliera la pena en el centro de
armonización Indígena.

Para lo anterior, hizo referencia a decisiones de la Corte


Constitucional, entre otras, las sentencias C.394 de 1995, T-
097 de 2012, T-921 de 2013, T-975 de 2014, T-208 de 2015,
T-685 de 2015, relacionadas con las penas impuestas a
miembros de comunidades indígenas, el deber del Estado a
través de sus autoridades de cuidar que las condiciones de
cumplimiento de la pena de un miembro autóctono buscando
la preservación de sus propios valores culturales y la
posibilidad de que la pena fuese cumplida en resguardo
indígena cuando se cumplan las exigencias establecidas en
las mismas.

Posteriormente, al descender al caso concreto señaló,

(…) la Magistratura anuncia que se confirmará el auto apelado, por


cuanto, si bien, se podría sostener que en el presente caso se ven
cumplidos unos de los requisitos previstos para conceder el traslado
de un indígena preso en un establecimiento regular a un centro
comunitario, estímese que, no se satisfacen la totalidad de
exigencias, pues, estudiada la conducta punible, como lo exige la
Corte Constitucional, se infiere que reviste de especial gravedad y
en consecuencia, puede poner en peligro a los integrantes de la
comunidad.

Efectivamente, se satisfacen unos presupuestos, pues, la autoridad


indígena, según certificado, acepta el traslado del señor HEIDER
ANDRÉS, hasta su resguardo, para efectos de continuar ejecutando
la pena impuesta, lo reconoce como comunero, según el INPEC el
centro de armonización del resguardo PLAYON NASA NAYA,
ubicado en Buenos Aires- Cauca, cuenta con instalaciones aptas e
idóneas y los desplazamientos de la autoridad penitenciaria hasta
dicha parcialidad se efectúan en coordinación con la autoridad
ancestral.

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Sin embargo, al desplegarse el estudio de la conducta perpetrada


por GRUESO MEDINA en aras de establecer el eventual riesgo para
los integrantes de la comunidad autóctona, el pronóstico no es
favorable, toda vez que, escrutada la sentencia condenatoria,
refulge que el comportamiento fue bastante grave, pues se observa
que el 9 de octubre del 2022, a plena luz del día, HEIDER ANDRÉS,
aliado criminalmente con 5 individuos, portando armas de fuego de
corto y largo alcance, ingresan a la finca La Rosa, ubicada en la
vereda La Meseta, sector Los Comuneros, corregimiento Villa
Colombia, de Jamundí, Valle del Cauca, donde se hallaban los
ciudadanos Eider Gutiérrez Corrales, José Luis Campo Vainas,
Edgar Hernández Campo y Mehyer Dahiana Ramírez Ramírez junto
con su familia, empero, aquellos los intimidan, obligan a acostarse
en el pasto y proceden a dispararles en varias oportunidades, en
presencia de mujeres y niños, causándoles inmediatamente la
muerte, recogen los cuerpos, se los llevan y abandonan sobre la vía
pública del sector Las Brisas».

Agregó que, analizado el expediente, encontró el informe


de inteligencia del Ejército, en el que daba cuenta que Heider
Andrés Grueso Medina alias niño malo, era integrante activo
del grupo armado organizado denominado disidencias de las
Farc - Jaime Martínez, que tenía campo de operaciones en
Jamundí, de manera que por esos hechos fue condenado por
los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio
agravado en concurso homogéneo y sucesivo, fabricación,
tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido de uso
privativo de las fuerzas armadas o explosivos y fabricación,
tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes
o municiones, por lo que, ante la inminente gravedad de los
delitos, el eventual peligro a la comunidad y la culturización
sufrida por el reclamante, no era posible acceder a la petición
de traslado al resguardo indígena.

Igualmente advirtió,

(…) El comportamiento desplegado por HEIDER ANDRÉS GRUESO


MEDINA, según lo reflejado en la sentencia, informa que, de ser
recluido en el centro de armonización, puede poner en peligro a la
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tranquila comunidad indígena, dado que, sin escrúpulos se concertó


criminalmente con otros individuos, acudió fuertemente armado
hasta la finca donde estaban departiendo las 4 víctimas, los
sometieron en el suelo y procedieron a dispararles en repetidas
ocasiones, sin interesarles en lo más mínimo la presencia de
mujeres y niños. Una vez los aniquilan, se llevan sus cuerpos y los
abandonan en vía pública. Igualmente, la Sala no puede pasar por
alto, que el condenado es miembro de las disidencias de Las Farc,
grupo peligroso que ha evidenciado su letalidad.

GRUESO MEDINA se vincula con individuos u organizaciones


altamente nocivas para la sociedad y las comunidades indígenas,
las cuales, defienden su territorio sin el uso de las armas, de lo que
se infiere, si las disidencias llegaren al centro de armonización a
reclamar a su integrante, estarían bastante indefensas.

Los punible perpetrados y la cruel forma como se ejecutaron, dentro


de nuestro ordenamiento jurídico, revisten de suma gravedad por
la capacidad de zozobra que genera en el conglomerado, el notable
daño social y en cuanto afecta la seguridad pública y el bien jurídico
protegido de la vida».

En ese orden, consideró que, el traslado del condenado


al resguardo indígena podía poner en peligro a esa
comunidad, a sus ancianos, autoridades, niños, niñas y
mujeres, al estar involucrado con peligrosos grupos
criminales, por lo que, al recluirlo en una cárcel indígena
donde estuviera custodiado por sus desarmados congéneres,
constituida un acto peligroso para la colectividad, debido a las
acciones delictivitas de diferente género que se mueven
alrededor de las organizaciones criminales.

Asimismo, destacó,

(…) Aunque los directivos del Cabildo Indígena, mediante escrito


aseveraron que el sentenciado preserva el pensamiento colectivo de
la cosmovisión ancestral, el comportamiento desplegado el día de
los hechos, indica todo lo contrario, pues lo verídico es que se exhibe
ajeno a sus ancestros y cercano a la criminalidad.

Asumir una posición condescendiente en este caso, sería sentar un


mal precedente, en directo perjuicio de los integrantes de las
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comunidades autóctonas, teniendo en cuenta que las


organizaciones criminales, comprendiendo el trato flexible que se le
da a los indígenas, van a ver beneficioso instrumentalizarlos para
cometer sus crímenes, dado que la respuesta del Estado no sería
severa.

Conociendo los alcances de HEIDER ANDRÉS, si se acepta su


traslado al resguardo, se pone en serio y grave peligro presente y
futuro a la comunidad indígena, pues se le estaría dando un motivo
a las disidencias de Las Farc, para arribar con su brazo armado al
territorio ancestral. Lo prudente y conveniente, para evitar la
confrontación y prevenir la destrucción de los naturales, incluidos
los niños y la desarmonía de su territorio, es que GRUESO MEDINA,
siga estando lejos de la parcialidad indígena».

Con fundamento en lo anterior, consideró que el


condenado no podía utilizar su condición de indígena para
hacerse acreedor a un sitio de detención más laxo, máxime
cuando se evidenciaba que desde la comisión de los delitos
por los que fue sentenciado no estaba en los usos y
costumbres de su comunidad indígena, siendo aún cierto que
el delito de porte de armas de fuego, era una conducta alejada
de visión propia de las comunidades ancestrales.

Por tanto concluyó que, confirmar la decisión que le negó


la posibilidad peticionario de cumplir la sanción en el
resguardo indígena, era acertado, «pues obrar de manera contraria
podría ocasionar la desestabilidad dentro de la comunidad indígena y
ponerla en serio e injustificado riesgo, pues quien se involucra en los
delitos en cuestión, se insiste, informa la peligrosidad de sus actos, toda
vez que, es una persona capaz de disponer su voluntad para relacionarse
en un escenario criminal altamente violento».

Por otra parte, afirmó que no era verdad que el


reclamante cumpliera con todos los requisitos
jurisprudenciales para ser merecedor del traslado solicitado,

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pues el examen de la conducta punible y el eventual peligro a


la comunidad no permitía acceder al mismo.

4.2 Bajo esa línea argumentativa, resolvió confirmar la


decisión proferida por el Juzgado Segundo de Ejecución de
Penas y Medidas de Popayán el 16 de mayo de 2023, a través
de la cual negó el traslado del condenado al centro de
armonización indígena.

5. Conforme a las consideraciones expuestas, la


sentencia constitucional impugnada habrá de ser confirmada,
teniendo en cuenta que no se evidenció arbitrariedad
manifiesta en los razonamientos de la Sala Penal del Tribunal
Superior de Popayán que revelen la vía de hecho o vulneración
alegada por Heider Andrés Grueso Medina.

Lo anterior teniendo en cuenta que, esa Corporación


fundamentó su decisión en las normas que rigen la materia,
las pruebas aportadas y la jurisprudencia Constitucional
aplicable al caso, las cuales le permitieron establecer que, no
estaban dados los presupuestos legales y jurisprudenciales
para que el sentenciado cumpliera la pena en el centro de
armonización indígena, pues la conducta punible por la que
fue condenado revestía de especial gravedad, lo que podía
poner en peligro a la comunidad indígena, en tanto que, al
momento de la comisión de los hechos se encontraba
involucrado con un grupo al margen de la ley, sumado a que
se preocupaba por relacionarse más con esos grupos
aprendiendo sus nocivas prácticas de poder, que con su
comunidad, de manera que resultaba improcedente que

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utilizara su condición de indígena para hacerse acreedor al


traslado al resguardo.

6. Así las cosas, no se evidencia defecto del talante de


una vía de hecho como lo alega el accionante, quien pretende
imponer su propia visión fáctica y normativa sobre la solución
que debió dársele al asunto, sin que tal propósito se ajuste a
la finalidad con la que el constituyente introdujo en el
ordenamiento jurídico el mecanismo excepcional que por esta
vía se trata, el cual, sin duda alguna, no es el de servir como
tercera instancia a las decisiones que las autoridades
judiciales han proferido en el ámbito de sus competencias.

Por tanto, las divergencias exteriorizadas por Heider


Andrés Grueso Medina a través del presente medio residual,
frente a lo decidido en los pronunciamientos objeto de
inconformidad, no resultan suficientes para que acuda al juez
constitucional, con el fin de discutir los fundamentos de las
autoridades judiciales accionadas o para reabrir un debate ya
definido por el juzgador correspondiente. (CSJ. STC 15 feb. 2011,
exp. 01404, reiterada en la STC1212-2022).

Asimismo, se destaca que esta Corporación ha sostenido


que, «el juez de tutela no es el llamado a intervenir a manera de árbitro
para determinar cuáles de los planteamientos valorativos y
hermenéuticos del juzgador, o de las partes, resultan ser los más
acertados, y menos acometer, bajo ese pretexto, como lo pretende la
actora, la revisión oficiosa del asunto, como si fuese uno de instancia» y,
que «la adversidad de la decisión no es por sí misma fundamento que le
allane el camino al vencido para perseverar en sus discrepancias frente
a lo resuelto por el juez natural» (CSJ. STC12805-2021 reiterada en
STC5171-2023).
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7. Ahora, en cuanto a la aducida vulneración al derecho


a la igualdad, no demostró que los asuntos que refiere
hubieran sido idénticos al suyo, y que la misma autoridad
judicial accionada hubiera adoptado decisiones distintas, por
tanto, no puede concluirse la lesión de este derecho, teniendo
en cuenta que «no obran en estas diligencias elementos demostrativos
que permitan establecer que ante situaciones plenamente idénticas la
autoridad hubiere dispensado un tratamiento discriminado e
injustificadamente distinto» (CSJ. STC 19 abr. 2012, rad.00740-00,
reiterada en STC4506-2014 y STC15165-2021),

8. Por último, frente a lo manifestado por el Resguardo


Indígena del Playón Nasa Naya y la apoderada del accionante
en la impugnación, en relación con el desconocimiento del
precedente constitucional, en especial la sentencia T331-
2021, resulta ser un hecho nuevo no expuesto en la demanda
de tutela, situación que, por lo tanto, no pudo ser
controvertida por los implicados, de manera que un
pronunciamiento de esta instancia frente al mismo implicaría
la vulneración del debido proceso y del derecho de defensa de
los aquí accionados.

9. De conformidad con lo expuesto la sentencia


constitucional impugnada será confirmada.

DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


en Sala de Casación Civil y Agraria, administrando justicia en
nombre de la República de Colombia y por autoridad de la

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Ley, CONFIRMA la sentencia de fecha, naturaleza y


procedencia conocida.

Comuníquese por el medio más expedito y remítase el


expediente a la Corte Constitucional para su eventual
revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FERNANDO AUGUSTO JIMÉNEZ VALDERRAMA


Presidente de Sala

HILDA GONZÁLEZ NEIRA


MARTHA PATRICIA GUZMÁN ÁLVAREZ
AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO
LUIS ALONSO RICO PUERTA
OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE
FRANCISCO TERNERA BARRIOS

15
Firmado electrónicamente por:

Fernando Augusto Jiménez Valderrama


Presidente de la Sala

Hilda González Neira


Magistrada

Martha Patricia Guzmán Álvarez


Magistrada

Aroldo Wilson Quiroz Monsalvo


Magistrado

Luis Alonso Rico Puerta


Magistrado

Octavio Augusto Tejeiro Duque


Magistrado

Francisco Ternera Barrios


Magistrado

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