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Basado en el documental, se puede observar que las condiciones de salud, trabajo, vivienda
y alimentación de la población que vive alrededor del Lago Victoria en Tanzania son muy
precarias.
En cuanto a salud, hay personas que han perdido extremidades y no tienen acceso a prótesis
u otros apoyos. Se exponen a gases tóxicos de la putrefacción de los pescados sin
protección, lo que causa enfermedades.
Las condiciones laborales y de vivienda también son muy limitadas. Trabajan en la pesca
de la perca del Nilo en condiciones de explotación. Algunos niños también trabajan. Las
viviendas no se podrían considerar dignas.
La alimentación se basa en restos de pescados procesados y desechados. Esto
probablemente causa desnutrición, evidenciada en los niños con barrigas abultadas y
extremidades muy delgadas.
En cuanto a las autoridades de Tanzania, se muestran indiferentes y priorizan los beneficios
económicos de la pesca por sobre las precarias condiciones de vida de los pobladores y el
impacto ecológico. Defienden la venta del pescado.
En el documental se nos muestra que la Unión Europea desempeña un papel significativo
como comprador destacado del pescado procedente del lago Victoria, lo cual ha generado
empleos ya que se está industrializando la producción y venta de la perca del Nilo, pero
lastimosamente esto hace que no haya regulaciones lo cual afecta al medio ambiente porque
se omite el hecho que este pescado no pertenece al ecosistema lo cual genera
contaminación en el lago.
Si bien entendemos que la realidad del Lago Victoria dista de nuestro contexto, como seres
humanos tenemos la responsabilidad moral de no permanecer indiferentes ante el
sufrimiento ajeno. Este documental nos generó diferentes emociones y sentimientos como
enojo, tristeza y frustración al ver toda esa situación.

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