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TEMA Nº 6

CÁLCULO SÍSMICO DE CIMENTACIONES

SUPERFICIALES
INDICE

1.- INTRODUCCIÓN

2.- MÉTODOS DE CÁLCULO

2.1.- MÉTODO DE LA CUÑA PLÁSTICA

2.2.- MÉTODO PSEUDOESTÁTICO

2.3.- MÉTODO DEL SEMIESPACIO ELÁSTICO

2.4.- OTROS MÉTODOS.

3.- RESULTADOS EXPERIMENTALES

4.- NORMATIVA APLICABLE


CIMENTACIONES SUPERFICIALES

1.- INTRODUCCIÓN

Los terremotos inducen tres tipos de acciones en las cimentaciones superficiales


- Cargas verticales alternadas
- Cargas horizontales alternadas
- Momentos alternados con relación a uno, dos o tres ejes de rotación.

El número máximo de acciones que pueden actuar simultáneamente es de seis en


correspondencia con los seis grados de libertad de la cimentación tridimensional. En
función de la geometría de la cimentación y del tipo de excitación, el número máximo
puede rebajarse convenientemente.

En las cimentaciones en faja, está justificado efectuar un análisis bidimensional,


suponiendo un estado de deformación plana de la estructura.

En el cálculo sismorresistente, es frecuente diseñar la cimentación solo para la


fuerza sísmica horizontal y el momento de balanceo, que son las cargas predominantes, y
comprobar el diseño con la carga vertical mayorada, para tener en cuenta , siquiera de
forma indirecta, la aceleración vertical inducida por el terremoto. Esta forma de proceder
requiere calcular la seguridad de de la cimentación frente al deslizamiento horizontal y
frente al vuelco y no solo frente al hundimiento del suelo como en el caso estático.

En el caso de zapatas aisladas, las cargas alternadas las someten transitoriamente a


estados combinados de asiento(carga) y rebote (descarga), que hacen que las zapatas
exteriores soporten mas carga que las interiores, por lo que deben sobredimensionarse para
evitar asientos diferenciales excesivos.

Por la misma razón deberán disponerse vigas de atado para interconectar las
distintas zapatas. Dichas vigas pueden calcularse, según TAYLOR, suponiendo que la base
del correspondiente pilar es fija y que la zapata no tiene resistencia a la rotación, de esta
manera el momento que actúa en la base de cada pilar , determinado con la hipótesis
anterior, se distribuye proporcionalmente a las rigideces respectivas del pilar y vigas de
atado que confluyen en cada zapata.

INTERACCIÓN DINAMICA LOCAL ENTRE EL SUELO Y LA ZAPATA. La


hipótesis bastante común en el cálculo sísmico de zapatas, de que los movimientos en la
base de la cimentación coinciden con los que se producirían en el terreno de no estar
presente la estructura, presupone que el terreno es infinitamente rígido. Obviamente esta
hipótesis no está justificada, hablando estrictamente, en el caso de suelo deformable, ya que
en estas condiciones la zapata experimentará giros y traslaciones que en principio no tienen
por que coincidir con el movimiento del terreno en el campo libre. Dependiendo de las
características de la estructura y el suelo y del tipo de terremoto, la interacción suelo –
zapata puede aumentar, disminuir o no afectar a la fuerza máxima inducida por el
terremoto. Por otra parte si se prescinde de la interacción (Suelo rígido), no se está
teniendo en cuenta en el cálculo que parte de la energía de vibración se disipa en el terreno
por amortiguamiento interno del material y parte por amortiguamiento geométrico de las
ondas.
Como todo problema de interacción dinámica el cálculo sísmico de cimentaciones
superficiales es muy complejo si se quiere realizar con todo rigor.

2.- MÉTODOS DE CÁLCULO

2.1.- MÉTODO DE LA CUÑA PLASTICA

Este método fue propuesto por

TRIANDAFILIDIS (1961) para zapatas corridas apoyadas en suelo cohesivo


rígido, sometidas a pulsos dinámicos verticales de tipo exponencial decreciente.

CHUMMAR ( 1965) extendió el análisis incorporando un suelo con cohesión y


rozamiento interno y una fuerza dinámica horizontal que crece linealmente en el tiempo.

La diferencia entre ambos casos está en el tipo de cuña de rotura plástica que se
produce en el suelo, semicircular en el suelo cohesivo y espiral logarítmica en el suelo tipo
c-φ.
Suponiendo que el mecanismo de rotura del suelo es un giro con centro en el
centro de la curva de rotura y se tiene en cuenta la expresión de la carga de hundimiento del
terreno, sin que exista enterramiento.
γ B2
Qh = qh B = ------ Nγ + c B Nc
2
3 π tgφ
4 tgφ (e +1)
Nγ = --------------------------
9 tg2φ + 1

e 2 π tgφ - 1
Nc = ---------------- ( φ = 0 ⇒ Nc = 2 π )
tgφ

Puede calcularse el movimiento del suelo ( ángulo ψ ) estableciendo la ecuación de


equilibrio dinámico entre los momentos de las cargas actuantes ( volcadores ) y los
momentos resistentes con respecto al punto O.
Mp + Mλp = MR1 + MR2 + MR3 + MR4 + MR5
Volcadores resistentes

Donde
P = Fuerza vertical estática
λP = Fuerza horizontal dinámica
R1 = Fuerza normal de fricción
R2 = Fuerza tangencial de cohesión
R3 = Fuerza resistente causada por la excentricidad del centro de gravedad de la cuña con
relación al centro de rotación
R4 = resistencia al desplazamiento lateral ( Δ x )
R5 = Fuerza de inercia

Considerando un coeficiente de seguridad estático para Qh igual a 2, la ecuación


anterior puede escribirse (PRAKASH Y CHUMMAR, 1967)
d2ψ Qh B
-------- + k2 ψ = A ( Mt + ---------- - E )
d t2 2
siendo
9 B sen α
K = √ ( ------------------ ) La frecuencia propia del sistema
Ro μ

e 4 π tgφ - 1
μ = ---------------- ( φ = 0 ⇒ μ = π /4)
16 tgφ

e 3 π tgφ + 1
β = ----------------------- ( φ = 0 ⇒ β = 2 /3) Parámetros adimensionales
3 √ ( 9 tg2φ + 1 )

ε = Nγ / 4 ξ = Nc/2

g
A = ------------- , E = ξ c R02 + ξ γ R03 ⇒ Parámetros
γ R0 4 μ

Mt = Momento con relación al punto 0 , de la fuerza horizontal que actúa en el tiempo t, y


varía según que sea t > td o t < td

Resolviendo la ecuación diferencial para los intervalos de tiempo t≤td (Mt≠0) y t>td (Mt=0)
por separado, e imponiendo las condiciones iniciales
t=0 ⇒ ψ=0


t=0 ⇒ ------- = 0
dt
se obtiene el ángulo ψ, resultando que para valores de ψ negativos los momentos
resistentes son superiores a los volcadores , lo que significa que la superficie de rotura no se
ha desarrollado todavía.

Otros resultados deducidos de un estudio paramétrico de la solución

a.- ψmax se alcanza para un tiempo crítico tcr que es función de la duración del pulso td , pero
no del suelo.

La zapata se hundirá, pues, sólo si ψmax > ψlim se supera un cierto valor límite.
b.- ψmax disminuye al aumentar φ y crece con la cohesión, ya que éste último parámetro no
contribuye a la resistencia dinámica a través de la inercia de la cuña, a diferencia del
rozamiento interno del suelo.
c.- La deformación máxima disminuye de forma no lineal al aumentar el ancho B de la
zapata y aumenta con la duración del pulso de carga.

De lo anterior parece deducirse que los suelos sin cohesión son más eficientes para
resistir cargas dinámicas que los suelos puramente cohesivos. No obstante hay que tener en
cuenta los posibles efectos de la densificación y licuefacción de arenas, muy perniciosas, y
que no están incluidos en el modelo.

No debemos olvidar otras limitaciones del modelo y que condicionan su rango de


aplicación
a.- No se considera enterramiento de la zapata (Nq = 0)
b.- La zapata es corrida. (Modelo bidimensional)
c.- El suelo exhibe un comportamiento rígido – plástico
d.- No se considera el peso propio de la zapata.
e.- No se considera la velocidad de aplicación de la carga en la resistencia del terreno.
2.2.- MÉTODO PSEUDOESTÁTICO DE PRAKASH Y SARAN.

Una simplificación posible del método de la cuña plástica es el método


pseudoestático, en el cual la fuerza horizontal dinámica se sustituye por una fuerza estática
equivalente, Ph , mientras que el momento ( M ) debido a la acción sísmica se sustituye por
una carga vertical , Pv ( suma de la estática y la dinámica equivalente ), dotadas de una cierta
excentricidad e = M / Pv con relación al eje vertical de la cimentación.

Entonces la carga de hundimiento dinámico de ésta, Qh , se determina aplicando la


formula de Terzaghi de la capacidad portante, generalizada por Prakash y Saran del modo
siguiente:
1
Qh = ---- γ B2 Nγ* + γ Df B Nq* + c B Nc*
2
Los coeficientes Nγ* , Nq* , Nc* dependen del ángulo de rozamiento interno del
suelo y de la relación entre la excentricidad de la carga y el ancho de la zapata e/B.

El parámetro e/B es en cierto modo similar al concepto de ancho efectivo de la


zapata , B* , introducido por Meyerhof , B* = B – 2 e.
De esta manera se analiza la zapata sólo a efectos de capacidad portante vertical.
Para determinar el asiento total ( uniforme ) de la cimentación, S0 , por efecto de la carga
vertical Pv y el giro t ( ⇒ asientos diferenciales ) por efecto del momento M , se aplican las
formulas (Prakash y Sarah, 1977)

Se e e e
------- = 1 – 1.63 ----- - 2.63 [ ----- ]2 + 5.83 [ ------ ]3
S0 B B B

Sm e e e
------- = 1 + 2.31 ----- - 22.61 [ ----- ]2 + 31.54 [ ------ ]3
S0 B B B

B
Sm = Se + [ ----- - e ] sen ( t )
2

Donde Se y Sm representan el asiento total bajo el punto de aplicación de la carga y


en el extremo de la zapata, respectivamente.

Las correlaciones anteriores, empíricas son válidas para e/B ≤ 0.4 .

La forma usual de proceder es determinar primero S0 a partir de un ensayo de placa


de carga, calcular Se y Sm de las ecuaciones y deducir finalmente el ángulo de giro , t .

En cuanto al diseño para la carga horizontal, Ph , se hace una comprobación de la


estabilidad de la zapata, comparando ( por cociente ) la resistencia total del terreno en la
base de la zapata con la fuerza horizontal actuante.
El coeficiente de seguridad resulta:
Ep + Qh - Ea
F = ----------------------
Ph
Siendo
1
Ep = ------- Kp γ H2
2

1
Ea = ------- Ka γ h2
2

Qh = c S + f Pv

S = área de la base de la zapata


f = coeficiente de rozamiento zapata – terreno.

En la practica se introducen en la ecuación valores de 1/3 a ½ del empuje pasivo


Ep, ya que se requeriría un movimiento muy importante de la cimentación para movilizar
toda la cuña de empuje pasivo.

Hay que hacer notar que este modelo no suministra información alguna sobre los
movimientos horizontales que pueda sufrir la zapata, que son objeto en la actualidad de
diversas investigaciones (Prakash et al. 1979).

El método que hemos denominado aquí de la cuña plástica es útil para determinar
la carga límite de zapatas corridas que fallen en modo rotacional, es decir, por efecto de la
fuerza horizontal del terremoto. Si el colapso se prevé que pueda ser por punzonamiento
de la cimentación a causa de la fuerza sísmica vertical, el método pseudoestático puede ser
más apropiado. En ambos casos habrá que introducir coeficientes correctores para estados
de deformación no plana ( zapatas aisladas ), y los movimientos del suelo en estados
previos a la rotura no serán conocidos. Para cubrir este objetivo se introducen modelos
elásticos y elastoplásticos de suelo, que utilizan formulaciones dinámicas en el dominio del
tiempo o de la frecuencia, que se comentan seguidamente
2.3.- METODO DEL SEMIESPACIO ELÁSTICO.

Este método permite incorporar al cálculo la flexibilidad del suelo y predecir los
movimientos del sistema en el proceso de carga. El esquema de cálculo se representa en la
figura siguiente.

Consiste en un disco rígido circular, de espesor infinitesimal, apoyado en un semiespacio


elástico homogéneo, caracterizado por un módulo de deformación tangencial G, una
densidad γ y un coeficiente de Poisson ν. Las fuerzas de excitación son el momento M(t), la
fuerza vertical Pv(t), y la fuerza horizontal Ph(t).
Las ecuaciones de equilibrio dinámico dependen de las fuerzas de reacción r(t), en la
interfase disco – semiespacio elástico, para las que se pueden hacer dos hipótesis:
- Modelo de Winkler – Voigt
- Modelo de Reissner

a.- En el modelo de Winkler–Voigt, r(t) se expresa en la forma (para vibraciones verticales)


*
r(t) = K W(t) + b W(t)

donde K es el coeficiente de muelle y b el amortiguamiento.

La ecuación del movimiento es entonces


**
m W(t) + r(t) = Pv(t)

pudiendo obtenerse la solución analíticamente de forma sencilla. Esta forma de proceder es


más útil para vibraciones de máquinas que para cálculo sísmico, siendo entonces m la masa
conjunta de la máquina y la cimentación. Para incorporar al modelo la inercia del suelo se
incrementa m en el valor ms, “masa añadida del suelo, que vibra en fase con la
cimentación. El problema estriba en conocer ms , k , b , lo cual solo puede hacerse
experimentalmente para cada frecuencia de excitación.

b.- En el modelo de Reissner (1936) se trabaja en frecuencias. Suponiendo primero que el


disco no tiene peso y que sobre el centro del mismo actúa una carga armónica vertical de
frecuencia ω
Pv(ω) = Pv0 e iωt
Y suponiendo una distribución uniforme de presiones en el contacto placa – suelo (
aproximada, ya que no se satisface la condición de compatibilidad de movimientos en la
interfase disco – semiespacio ) el desplazamiento vertical del centro de la placa viene dado
por la siguiente expresión en forma compleja:
Pv0 e iωt
z = ----------- ( f1 + i f2 )
G r0
Donde
ro = radio de la placa
G = modulo de deformación tangencial del suelo.
f1 y f2 = son funciones de ν (coeficiente de Poisson),
ao=ω r0/Vs termino adimensional, con Vs = velocidad de las ondas de corte.

Se demuestra que
dz
Pv = Kv z + Cv -----
Dt
Siendo
f1
Kv = G r0 -----------------
f12+ i f22

G r0 f2
Cv = - ------- * -----------
ω f12+ i f22
La ecuación anterior define un oscilador o sistema lineal equivalente al sistema real
disco – semiespacio. La función f1 aparece fundamentalmente ligada a la rigidez del suelo
frente a los desplazamientos verticales (Kv) y f2 al “amortiguamiento geométrico” o
perdida de energía debida a la propagación de las ondas en el semiespacio elástico (Cv).
Expresiones análogas se obtiene para Ph y M, que pueden también suponerse cargas
armónicas de frecuencia ω.

Ph(ω) = Ph0 e iωt = ( Ku + i a0 Cu ) u

M(ω) = M0 e iωt = ( Kφ + i a0 Cφ ) φ

Donde los parámetros Ku y Cu vienen dados por

Ku = αu * K

2-ν
Kφ = αφ r0 --------------- K
3(1-ν)

Cu = β u * K

2-ν
Cφ = βφ r02 --------------- K
3(1-ν)
Siendo K la constante del muelle en el caso de carga horizontal estática

8
K = -------------- G r0
(2-ν)

u = desplazamiento horizontal

φ = giro de la cimentación

αu , αφ , Cu y Cφ unos factores adimensionales que dependen del coeficiente de ν Poisson y


del parámetro adimensional de frecuencias a0.

En la figura siguiente se indica para ν = 0.45, como varían todos estos parámetros
en función de a0. Se observa que, así como los valores de αu y βu son prácticamente
independientes de a0, tanto αφ como βφ son muy sensibles a la variación de este parámetro.

Es interesante resaltar el hecho que para valores bajos de a0 el factor βφ es


notablemente inferior a βu , lo que implica que para las frecuencias de vibración
correspondientes a estos valores de a0 los movimientos de balanceo se amortiguan mucho
menos que las vibraciones horizontales, por lo que si se diseña el sistema de manera que su
frecuencia natural de balanceo esté próxima a la de la excitación , se producirá una gran
amplificación de los giros que cabe esperar en el caso de que se aplique estáticamente el
momento de excitación.
Si se trata de una placa de forma arbitraria pueden utilizarse las expresiones dadas
anteriormente para placa circular hallando previamente los valores r0 como se indica a
continuación:

Para Ku : ro = ra = √ (A0/π)
4
Para Kφ : ro = rm = √ (4I0/π)

donde A0 y I0 representan la superficie y el momento de inercia de la placa.

El Applied Technology Council de Estados Unidos ha desarrollado fórmulas de


calculo de las constantes K , C , y ro a utilizar en cada caso (ver apartado nº5). Así mismo
se han propuesto formulas para tener en cuenta la profundidad de enterramiento de la
cimentación (Novak y Beredugo, 1972; Novak, 1974; Roesset, 1980) y la existencia de una
base rocosa rígida por debajo del estrato real de suelo (Warburton, 1957; Kausel y
Roesset,1975).

2.4.- METODO DE RICHARDS, ELMS Y BUDHU.

Este método consiste en una extensión al caso dinámico del mecanismo de fallo propuesto
por Terzaghi(1943) para el cálculo de la carga de hundimiento estática de cimentaciones
superficiales.
1
PL = c Nc + q Nq + ---- γ B Nγ
2
Los parámetros Nc , Nq , Nγ , se denominan factores de capacidad portante. Sus
valores han sido determinados por Prandtl(1921) y Vesic (1973), del siguiente modo

Nq = e π tgφ tg2 [π/4 + φ/2]

Nc = (Nq – 1 ) cotg φ

Nγ = 2 ( Nq + 1) tg φ

El modelo de Prandtl supone que el fallo del terreno ( sin peso) bajo la cimentación
(lisa) origina la formación de tres cuñas de rotura: una activa, situada inmediatamente
debajo de la cimentación, con movimiento vertical descendente; una cuña pasiva, triangular
y alejada de la base, con movimiento ascendente; y una tercera cuña de transición , que se
mueve lateralmente girando respecto al punto A, la superficie de rotura de esta última cuña
es complicada , aproximándose mediante una curva espiral logarítmica(φ ≠ 0) o un arco de
circulo (φ=0).
En la superficie Ac´ el esfuerzo cortante es nulo, como corresponde a un estado de
Ranking de plastificación del suelo. Esta última hipótesis ha sido revisada por Richars et al.
(1993), que considera dos únicas cuñas plásticas, de tal modo que la superficie de
separación , AC, se comporta como el trasdós de un muro sobre el cual actúa el empuje
activo de Coulomb , Pa , que es resistido mediante el empuje pasivo de Coulomb, Pp . De
esta manera , si se supone que en el c.d.g. de las cuñas actúan fuerzas sísmicas
pseudoestáticas (Kh WI, KvWI) y (Kh , WIII y Kv WIII), respectivamente , y se calcula el
equilibrio dinámico de las cuñas resulta
En la figura que sigue se representan las ecuaciones de los ángulos críticos de rotura
para un caso particular de suelo granular. Se comprueba que, a medida que aumenta la
aceleración sísmica, el empuje activo aumenta, el empuje pasivo disminuye y las cuñas de
rotura se vuelven menos profundas y más tendidas con relación al caso estático.
Cuando la aceleración horizontal alcanza el valor límite:

ϑ ≥ φ ⇒ Kh* ≥( 1 – Kv) tgφ

El suelo “fluidifica”, lo que implica que las cuñas se hacen indefinidas, el suelo
(incluso seco) se comporta como un líquido muy viscoso y la única capacidad portante
residual es la que corresponde al sifonamiento del terreno.

Consecuencia inmediata de este fenómeno es que todas las cimentaciones


experimentan asientos importantes por efecto de un terremoto intenso, tanto mayores
cuanto menor sea el ángulo de rozamiento interno del suelo.

Los asientos se producen en intervalos de tiempo finitos, cuando se supera la


aceleración crítica dada anteriormente. Dicha aceleración crítica , Kh* , se representa en la
figura que sigue para

- distintos valores de del cociente d/B (d= profundidad de enterramiento , B= ancho


de la cimentación),
- suponiendo Kv =0.

Esta última hipótesis responde al hecho de que en la práctica, la aceleración vertical


juega un papel irrelevante en el comportamiento sísmico de la cimentación frente a la
aceleración horizontal.
En suelos cohesivos, para carga estática, el mecanismo de cuñas ya explicado proporciona
valores
Nc = 5.14 (Teoría de Ranking, δ =0 )

Nc = 6.0 (Teoría de Coulomb, δ ≠ 0 )

Para carga dinámica puede obtenerse Nce y por tanto PLC = c Nce sustituyendo
directamente el valor de Nqe en la ecuación Nc = (Nq – 1 ) cotg φ generalizada para el sismo,
si bien esta forma simplificada de proceder no tiene en cuenta la degradación de PLC para
aceleraciones altas en suelos cohesivos. De esta manera, sumando las contribuciones
1
PLe = c Nce + γ d Nqe + ---- γ B Nγe
2

Siendo Nce = (Nqe – 1 ) cotg φ

En la figura siguiente se muestra la relación entre los factores de capacidad portante


para carga sísmica y para carga estática. Puede verse que, para una aceleración moderada
(Kh = 0.25), la capacidad portante de una zapata sobre arena densa ( φ = 40 ) se reduce a la
tercera parte, por lo que, si se diseña con un coeficiente de seguridad estático de 3,
comienza a asentar. Ello explica por qué asentaron excesivamente muchos depósitos de
combustible cimentados sobre arena densa en el terremoto de Miyagihen – Oki, en Japón
(1968;M=7.8).

2.4.- OTROS MÉTODOS

La hipótesis común a los modelos viscoelásticos analizados en el apartado anterior


es la linealidad de las propiedades del suelo, lo que permite aplicar el método de
superposición y sumar las respuestas del sistema a cada frecuencia en los distintos modos
de excitación ( ⇒ Análisis de Fourier).
Esta forma simplificada de proceder no es válida en los supuestos siguientes:

a.- Niveles altos de excitación sísmica( las constantes K , C deben hacerse entonces
dependientes de la frecuencia para introducir la no – linealidad en las propiedades
dinámicas del suelo; Luco and Westmann, 1972).

b.- Influencia importante de la inercia de la cimentación (muy robusta) y la profundidad de


enterramiento.

c.- Estratificación, geometría complicada y/o estados tridimensionales de carga.

En estos casos, en particular en el último, las complicaciones de los modelos


continuos se hacen insalvables y es preciso recurrir a técnicas numéricas, del tipo elementos
finitos o diferencias finitas, en conjunción con modelos de suelo más realistas(modelos
elastoplástico, por ejemplo). Hay que cuidar especialmente de disponer contornos
transmisivos que permitan la radiación de energía fuera del área de influencia de la zapata,
ya que el semiespacio es infinito (Lysmer y Kuhlemeyer, 1969; Lysmer y Waas, 1972).
Ejemplos de modelos de este tipo pueden encontrarse en los trabajos de Kausel y Roesset,
1975 ; Seed, Lysmer y Hwang, 1975 y Adeli et al. 1981.

3.- RESULTADOS EXPERIMENTALES

Se han realizado hasta ahora pocos estudios experimentales sobre el


comportamiento dinámico de zapatas, y la mayoría de los existentes se limitan a aplicar
cargas verticales, pues están relacionados con las explosiones nucleares. En la figura
siguiente se muestra el resultado de uno de estos estudios.

Se trata de las curvas carga – tiempo y asientos – tiempo obtenidas por Cunny y
Sloan(1961) en zapatas cuadradas de 11.4 * 22.8 cm. Tras alcanzar el pico de carga en un
tiempo muy corto (tr), los asientos crecen a menor velocidad, hasta que empiezan a
disminuir al decreser ésta. Se observó que el asiento dinámico era bastante uniforme y que,
para el mismo asiento , la cimentación podía soportar más carga dinámica que estática.
Complementado estos ensayos, Jackson y Hadala ( 1964) observaron que existe una
relación adimensional única entre los parámetros de carga máxima, Qmax/B2*Cu, y el asiento
máximo Smax/B, para arcillas plásticas saturadas y compactas. Esta relación puede ser muy
útil en el proyecto dinámico de cimentaciones en arcillas.

Operando con cargas impulsivas en suelos arenosos, Selig y Mc. Kee (1961)
obtuvieron una relación lineal entre asientos dinámicos y alturas de caída de las cargas,
detectando mayores asientos para las cargas dinámicas que para las estáticas.
Análogamente, Vesic et. Al. (1965) observaron que, para arenas, la resistencia a esfuerzo
cortante crece al aumentar la velocidad de aplicación de la carga, a menos que ésta sea muy
lenta en cuyo caso disminuye.

Estos resultados son de utilidad relativa en Ingeniería Sísmica, donde las fuerzas
predominantes son horizontales. Lo mismo puede decirse de los valores publicados por
varios investigadores para niveles de carga inferior a la rotura, donde lo que se ha intentado
fundamentalmente es comprobar la bondad de los resultados predichos por la teoría del
semiespacio elástico (Richart y Whitman, 1967;Chae, 1969). Los estudios reportados estan
dirigidos hacia el campo de las vibraciones de máquinas y su aplicabilidad al caso de
acciones sísmicas es muy relativa.

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