1-Hacer un Análisis con los temas: Ejercicio profesional -La intervención
psicológica -Limites profesionales -Respeto a la clientela 8 parrafos cada tema
Ejercicio profesional: Ser ético en el trabajo es súper importante, especialmente si tratas con gente directamente como en psicología. Tienes que seguir ciertas reglas y principios para hacer bien tu labor. Tienes que estar bien preparado y capacitado para brindar un buen servicio. Mantente actualizado y reconoce cuando necesitas pedir ayuda porque algo está fuera de tu conocimiento. La confidencialidad es clave. No puedes andar divulgando la información personal y sensible de tus pacientes/clientes, a menos que sea por razones legales o de seguridad. Sé íntegro y honesto. Di las cosas como son sobre los servicios que ofreces, sus límites y cualquier conflicto de intereses que pueda haber. Respeta la autonomía y dignidad de las personas. No les impongas tus propios valores, respeta sus creencias y decisiones mientras no sean un riesgo. Mantente objetivo e imparcial. Evita sesgos y prejuicios que puedan afectar tu juicio profesional. Respeta la diversidad cultural, étnica, etc. Asume la responsabilidad por tus actos y decisiones. Rinde cuentas ante tus pacientes, colegas y la sociedad. La intervención psicológica: La intervención psicológica es un proceso complicado donde usas técnicas específicas para ayudar con los problemas y necesidades de los pacientes/clientes. Primero tienes que evaluar bien a la persona, conocer su historia personal, médica, psicológica, etc. para entender lo que pasa y dar un diagnóstico si es necesario. Con esa evaluación, armas un plan de tratamiento personalizado que combine distintos enfoques terapéuticos según lo que necesite esa persona. Durante el tratamiento, tienes que crear una buena relación de confianza y empatía con el paciente/cliente. Escúchalo, valida sus emociones y experiencias, dale un espacio seguro. Parte clave es ayudar a fortalecer las habilidades y recursos de la persona: estrategias para afrontar mejor las cosas, reestructurar pensamientos, entrenamiento en habilidades sociales, resolver conflictos, etc. Mantente flexible y abierto durante el proceso. Ajusta el enfoque y las técnicas según cómo responda la persona. Considera nuevas perspectivas si es necesario. Evalúa constantemente el progreso y si el tratamiento está funcionando. Haz los cambios que se requieran al plan según avancen las cosas. Y cuando termine el tratamiento, prepara bien a la persona para ese cierre. Refuerza lo logrado, dale pautas para mantener los cambios y deriva a otros apoyos si es necesario. Límites profesionales: Los límites profesionales son súper importantes para tener una relación terapéutica ética y efectiva. Definen los roles y responsabilidades y marcan las fronteras apropiadas. Una de las reglas básicas es mantener solo una relación estrictamente profesional con el paciente/cliente. Nada de involucramiento personal, romántico o sexual porque eso arruinaría todo. Respeta la privacidad y confidencialidad de la persona. No divulgues su información o detalles del tratamiento a nadie, a menos que te den permiso o sea por ley. No te aproveches de tu posición de autoridad para ganar dinero extra o promover productos/servicios que no sean del tratamiento. Reconoce tus propios límites y deriva a otra persona cuando algo esté fuera de tu experiencia. No te hagas el experto en todo. Y cuando termine el tratamiento, prepara bien al paciente para ese cierre y no lo estires innecesariamente. Respeto a la clientela: Respetar a tus pacientes/clientes es fundamental. Reconoce y valora su dignidad, autonomía y derechos. No discrimines a nadie por su raza, género, orientación sexual, religión, edad, discapacidad o cualquier otra condición. Respeta la diversidad cultural y las diferentes creencias y valores de las personas. No les impongas las tuyas. Protege su privacidad y confidencialidad. Resguarda bien su información personal sensible. Muestra empatía y respeto por sus emociones, experiencias y perspectivas. Escúchalos, valida sus sentimientos, no los juzgues. Trátalos con cortesía, amabilidad y consideración. Respeta su tiempo y espacio personal. Reconoce y respeta sus límites y decisiones, incluido si rechazan o quieren terminar el tratamiento, o buscar a otro profesional. 2- Reporte de lectura del libro Mente carácter y personalidad tomo I capítulo 7
Enfermedades que se originan en la mente
" Basados en el Capítulo 7 del libro de Ellen G. White: Rara vez se consideran los factores mentales como causas de enfermedades físicas. Sin embargo, Ellen G. White afirma que nueve de cada diez enfermedades tienen su origen en la mente. Esta conexión entre mente y cuerpo es fundamental para comprender y tratar las dolencias de manera integral. La mente ejerce una poderosa influencia sobre el cuerpo físico. Los pensamientos y emociones pueden desencadenar o agravar afecciones corporales. Por ello, es crucial mantener una mente sana y equilibrada para gozar de buena salud. Un cerebro sano y bien alimentado es esencial para el bienestar general. La nutrición adecuada, el descanso suficiente y el ejercicio regular contribuyen a mantener la mente en óptimas condiciones. Por el contrario, una imaginación enfermiza puede provocar enfermedades reales. Los pensamientos negativos, preocupaciones excesivas y temores infundados pueden manifestarse en síntomas físicos. La energía eléctrica del cerebro vitaliza todo el sistema corporal. Esta conexión energética entre la mente y el cuerpo explica cómo los procesos mentales pueden afectar las funciones físicas. Algunas personas están enfermas debido a la falta de voluntad y propósito en la vida. La apatía, el aburrimiento y la falta de motivación pueden contribuir al deterioro de la salud mental y física. El principio de "mente sana en cuerpo sano" es fundamental. Cultivar una mente positiva, resiliente y enfocada es crucial para mantener un cuerpo saludable. Es importante evitar la presión mental excesiva en los niños. El estrés, las exigencias desmedidas y la falta de tiempo para jugar y explorar pueden dañar su desarrollo mental y físico. El egocentrismo y la preocupación excesiva por uno mismo pueden provocar enfermedades. Centrarse demasiado en los propios problemas y descuidar a los demás puede tener un impacto negativo en la salud. Las emociones depresivas, como la tristeza, la desesperanza y la ansiedad, también perjudican la salud física. Es importante manejar estos sentimientos de manera saludable. Al tratar a los enfermos, es fundamental estudiar sus mentes y comprender los factores mentales que pueden estar contribuyendo a su condición. Las enfermedades se originan en la mente antes de manifestarse en el cuerpo. Por lo tanto, es esencial abordar las causas mentales para lograr una curación completa. Cristo es presentado como un ejemplo de sanador mediante el poder de la mente. Su capacidad para influir en la mente de las personas contribuyó a su capacidad de sanar enfermedades físicas. La atmósfera y el aire puro tienen un efecto revitalizante en la mente y el cuerpo. Pasar tiempo al aire libre y respirar aire fresco puede mejorar la salud mental y física. Es importante exponer la mente a influencias saludables, como la naturaleza, la música relajante y las actividades gratificantes. Esto contribuye a mantener un estado mental positivo. Por el contrario, los pensamientos enfermizos y las preocupaciones excesivas pueden dañar la salud. Es crucial aprender a controlar y redirigir los pensamientos negativos. El cultivo de la gratitud, la amabilidad y la compasión puede tener un efecto positivo en la mente y, por lo tanto, en el cuerpo. Estas emociones positivas promueven el bienestar general. La práctica de la relajación, la meditación y otras técnicas de manejo del estrés pueden ayudar a calmar la mente y reducir el impacto negativo del estrés en el cuerpo. Es importante fomentar hábitos saludables, como una dieta equilibrada, el ejercicio regular y un ciclo de sueño adecuado, para mantener la mente y el cuerpo en armonía. En última instancia, lograr un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu es esencial para disfrutar de una vida plena y saludable. Cuidar la mente es fundamental para prevenir y tratar enfermedades físicas.