ORIGEN

La cerámica Wari es una artesanía típica del país de Perú, específicamente de la

cultura Huari. Esta cultura tuvo su origen en el centro de los Andes desde el siglo
VII hasta el siglo XIII d.C

La cerámica de dicha cultura se caracteriza por tener como decoración figuras

geométricas de felinos. Normalmente, se encuentran piezas como son los
cuencos, vasos, botellas de dos cuerpos y cántaros o vasijas con cuello alto y
delgado.

Características de la cerámica Wari

 La cerámica Wari se caracteriza por su gran tamaño, pues todas sus
piezas miden más de 30 cm de alto, en ocasiones, llegan a medir
hasta 90 cm de alto. Sin embargo, con el tiempo su tamaño se fue
reduciendo.

 La mayoría de las piezas de cerámica eran utilizadas en rituales o

ceremonias que hacían parte de la cultura Huari.

 Los diseños de las piezas de la cerámica Wari se inspiraban en

animales o seres mitológicos.
 Los colores que se utilizaron más en esta fueron el marrón, el rojo,
el tono crema, ocre y el negro. Todos estos colores recibían un
acabado brillante.

Estilos de la cerámica wari

Estilo Conchopata
El objeto cerámico que más se destaca de este estilo son urnas grandes con
medidas de aproximadamente 80 cm de alto x 90 cm de diámetro. Estas urnas
eran usadas como depósitos de ofrendas.

de cara de humano y la parte superior del cuello del mismo, como lo puedes ver
en la siguiente imagen.

Estilo Robles Moqo

El siguiente estilo de cerámica es el de Robles Moqo, estas piezas que se
destacan con este estilo son las grandes vasijas ceremoniales, dentro de las cuales
hay urnas, cántaros cara-gollete, figuras de llama y vasos con medidas de
aproximadamente entre los 66 cm y 55 cm de alto.
Estilo Chaquipampa
El estilo Chaquipampa es la siguiente fase de la cerámica Wari. Normalmente, se
fabricaban objetos pequeños de uso cotidiano como son las vasijas, cuencos y
botellas modeladas como figuras humanas o como tubérculos.

Estilo Viñaque

Los objetos cerámicos de esta fase fueron los cuencos semiesféricos, pequeños
cántaros o vasijas con cuello-efigie, es decir, un cuello corto y ancho, y,
finalmente, botellas de dos cuerpos.
Su decoración se basaba en figuras de cabezas geométricas de felinos pintadas de
perfil.