elaborada con elementos escultóricos muy fuertes y
marcados, haciéndola inconfundible como manifestación artística única de la región y la época. La fundición la realizaban en hornos de arcilla alimentados con carbón vegetal.
El material utilizado era de muy alta calidad y compacto,
con acabados muy bien pulidos en color rojo, negro o marrón. Las piezas finalizadas eran de paredes delgadas, con imágenes y figuras religiosas muy sofisticadas decorando la superficie, hechas en relieve o tallados.
La técnica usada para esculpir o tallar es llamada de
rivalidad de contornos. Esta técnica les permitió esculpir imágenes anatrópicas, es decir, las figuras ofrecían diferentes interpretaciones dependiendo de la dirección, ángulo o posición en la que se observaba. Así como todo el arte Chavín, sus elaborados en cerámica están llenos de imágenes de animales, como felinos (especialmente el jaguar), serpientes, aves de rapiña, monos, lagartos y otras representaciones sobrenaturales con colmillos y feroces facciones.
Es importante destacar que la mayoría de estas especies
representadas en el arte Chavín, en su gran mayoría pertenecen a las regiones selváticas de menor altitud (el Amazonas), hecho que evidencia la presencia e influencia de esta civilización en culturas a cientos de kilómetros de distancia de los sitios arqueológicos. Comúnmente, las piezas eran estilo recipientes, jarrones o cántaros en forma de bulbo globular de hasta 50 centímetros de diámetro con base plana. La mayoría poseía un asa tubular gruesa sobre el recipiente (con canales internos), con la boca o vertedero vertical cilíndrico en la parte superior. Este rasgo es único, famoso y totalmente representativo de la cerámica Chavín Adicionalmente, la parte del bulbo de las piezas podía poseer en su relieve patrones con incisiones, estrías o la llamada salpicadura de espinas, dándole una elegancia y textura sofisticada también únicas en su estilo cultural.
Cabe destacar que las piezas de cerámica no fueron
hechas con moldes o algún otro tipo de artilugio. Fueron elaboradas totalmente a mano con la sola inspiración propia del alfarero. Esto indicó a los expertos que se le daba un gran valor a la expresión individual del artesano. Por este motivo, cada pieza era única y extraordinaria.