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EL BARROCO

El Barroco, cuyo nombre proviene de barroco, un término


portugués para una perla de forma irregular, se define por la
grandeza y la opulencia de su arte y arquitectura.

¿Qué es el Barroco?

Movimiento cultural y artístico que surgió en Europa y las colonias


americanas que le pertenecían, como al período histórico-
cultural en que se desarrolló dicho movimiento. Abarcó
desde finales del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII (entre
1600 y 1750).
Nicolas Poussin, ‘Bacanal delante de una estatua de
Origen del Barroco Pan' (ca. 1632-1633)

Surge en una época donde existían muchas tensiones entre países católicos y protestantes, entre las monarquías
parlamentarias y las absolutistas. Se desarrolla en Europa Occidental y en algunas de sus colonias de América,
especialmente Latinoamérica, constituyendo el escalón entre el manierismo y rococó.

Su origen se ubica específicamente en Italia, en el período Seicento, primordialmente en Roma, la sede pontificia,
lugar donde el arte se utilizó como propaganda para difundir la doctrina contrarreformista. Se hizo particularmente
popular en Francia, España y Austria.

Por mucho tiempo, el término barroco fue utilizado de manera despectiva para hacer referencia a lo caprichoso,
recargado y engañoso. Fue para el siglo XIX que la palabra barroco se revaloriza y se comienza a utilizar no solo para
hacer referencia al período, sino para denominar cualquier tendencia artística que fuese en contra del clasicismo.

¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL PERIODO BARROCO?

El arte y la arquitectura barrocos tienden a ser muy extravagantes y muestran movimiento, tensión, emoción y un uso
dramático de la luz y la sombra.

Dado que el periodo barroco coincidió con el Renacimiento italiano, no es una sorpresa que los dos movimientos
compartieran algunas similitudes estilísticas. Tanto los artistas del Renacimiento como los del Barroco emplearon el
realismo, colores intensos y temas religiosos o mitológicos, mientras que los arquitectos que trabajaban en ambos
estilos favorecían el equilibrio y la simetría. Sin embargo, lo que diferencia al estilo barroco de su contraparte
renacentista es su opulencia, una característica presente tanto en su arte como en su arquitectura.

Esta etapa se identificó por un cambio en la forma en la que se concebía el arte, impactando en numerosas áreas del
saber y de la cultura, entre ellas la literatura, las bellas artes, la arquitectura, entre otras.

PINTURA

Si bien los temas e incluso el estilo pueden variar entre las pinturas barrocas, la mayoría de las piezas de este periodo
tienen un elemento en común: el dramatismo.

En la obra de pintores famosos como Caravaggio y Rembrandt, su interés en la teatralidad se materializa en intensos
contrastes entre la luz y la sombra.

Caravaggio, ‘La vocación de San Mateo ‘ (ca. 1599 o 1600) Rembrandt, ‘La ronda de noche' (1642)
Artistas barrocos como Gentileschi, Poussin y Rubens
lograron una mayor sensación de dramatismo a
través del movimiento. A menudo, la acción en sus
cuadros estuvo inspirada en cuentos de la Biblia e
historias de la mitología clásica.

Gentileschi, ‘David y Goliat' (ca. 1605-1607)

Además de sus composiciones enérgicas, Rubens capturó el


dramatismo a través de su radiante y rica paleta de colores.
“Rubens evitó pintar de forma que el color se hundiera. La
luminosidad de su trabajo fue prueba de la excelencia de su
técnica”, explica el artista Max Doerner en el libro The
Materials of the Artist and Their Use in Painting. “Sus colores
tenían tanto lustre y medio dentro de sí mismos que, al igual
que las imágenes de Van Eyck, tenían un brillo sin necesidad
Pedro Pablo Rubens, ‘Sansón y Dalila' (ca. 1609-1610) de barnizarlos”.

ESCULTURA

Las esculturas figurativas de bronce y mármol producidas


durante este periodo muestran un interés por el dinamismo. A
través de siluetas torcidas y prendas que fluyen, escultores
como Bernini pudieron evocar el movimiento. Otros
elementos como fuentes de agua a menudo realzaron este
enfoque teatral.

Las esculturas barrocas a menudo estaban destinadas a


adornar edificios majestuosos. También fueron comisionados
para otros lugares ostentosos, como deslumbrantes interiores
de iglesias y jardines reales.
Bernini, ‘Apolo y Dafne' (1622-1625)

Bernini, ‘Éxtasis de Santa Teresa' (1647–1652) Charles Le Brun, fuente de Apolo en los Jardines
de Versalles (1668-1671)
Arquitectura

Se caracteriza por la preferencia de plantas arquitectónicas en forma de óvalo y por la búsqueda de la sensación
de movimiento y sensualidad, así como de grandeza, dramatismo y contraste.

Principales obras arquitectónicas


Entre las más importantes obras del período barroco que aún pueden apreciarse en la actualidad podemos
destacar:
• Plaza de San Pedro (Roma)
• Palacio de Versalles (París)
• Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane (Roma)
• Palacio de San Telmo (Sevilla)
• Palacio Real de Ámsterdam (Holanda)
• Cúpula de la Capilla de la Sábana Santa (Turín)
• Plaza Mayor de Salamanca (España)
• Basílica de Santa Maria della Salute (Venecia)
• Iglesia de Sant’Ivo alla Sapienza (Roma)
• Casa del Rey de España (Bruselas)

Palacio de Torre Tagle Fontana di Trevi, Roma, Italia, 1732-1762

Uno de los mayores representantes italianos fue Gian Lorenzo Bernini (1598-1680).

INTERIORES

Al igual que el arte de esta época, los interiores barrocos transmitían un interés por una estética exagerada. Los
muebles y otras piezas de arte decorativo frecuentemente presentaban diseños estampados que recuerdan al
follaje en espiral, así como otros elementos inspirados en el mundo natural. De forma similar, los putti—
motivos ornamentales en forma de Cupido—adornaban comúnmente tapices y pinturas en los techos.

Interior de la Abadía de Herzogenburg, Baja Austria Interior de Schaezlerpalais, Augsburgo, Alemania

Como era de esperarse, los materiales utilizados para


elaborar estos interiores exudaban riqueza, algo presente
en los “lujosos muebles de terciopelo y damasco y los
muebles de madera dorada y marquetería” (Museo
Victoria and Albert), que a menudo se podían encontrar
dentro de los palacios.

La habitación del delfín en el Palacio de Versalles


EXTERIORES

La arquitectura barroca también se caracteriza por la


ornamentación. A menudo, las fachadas de los edificios
barrocos están adornadas con intrincados tallados en
relieve, acentos dorados y columnas, en
específico, columnas salomónicas, cuya estética de
sacacorchos fue favorecida por arquitectos de España a
Austria.

Iglesia de San Carlos Borromeo, Viena (1737)

Los arquitectos de toda Europa también coronaron


muchas basílicas barrocas, iglesias y otros edificios
con cúpulas. Además de las cúpulas ovales, que se
erigieron en todo el continente, el estilo preferido de las
cúpulas generalmente varía según la región. En Europa
Central prevalecieron las cúpulas de cebolla y las cúpulas
bulbosas fueron populares en Alemania.

Por encima de todo, la arquitectura barroca transmitía


una preferencia por el equilibrio.
Domo de la Iglesia Santísimo Nombre de María en el
Foro de Trajano, Roma (1736-1751)

El período barroco es uno de los más innovadores de


la historia de la música en Occidente. Fue un canal
usado por los artistas para expresar las pasiones.

En general, la música barroca se caracteriza por sus


fuertes contrastes sonoros y su amor por el
dramatismo.

Uno de los hitos de este período fue el


establecimiento del bajo continuo, que es
una técnica de acompañamiento instrumental. El bajo
continuo contaba con un instrumento grave y
melódico que funcionaba como el bajo e
instrumentos armónicos que improvisaban, sobre esa
base, una armonía.

Otro de los aportes de la música en este tiempo fue el nacimiento de la ópera, un espectáculo cantado que
contaba con recursos de diferentes disciplinas. Aunque tuvo sus orígenes en el teatro griego, la ópera fue
desarrollada a finales del siglo XVI. La obra La Dafne (con libreto de Ottavio Rinuccini y música de Jacobo Peri)
fue escrita en 1597 y es considerada la primera ópera.

Se toma como final del período barroco en la música la muerte del compositor alemán Johann Sebastián Bach
en 1750.

No menos importante, el barroco fue el responsable de la invención de la orquesta, aunque para entonces se
trataba de una orquesta más pequeña de las que conocemos actualmente.

La creatividad de la música barroca no se limitó a las características del nuevo lenguaje musical.

Numerosos géneros musicales fueron creados en el barroco, tales como la ópera, el oratorio, la cantata, la
sonata, el concerto grosso y la suite.
La ópera fue impulsada por el compositor Claudio Monteverdi. Integraba el arte teatral con el canto, y se
componía esencialmente de recitativos y arias para solista, coros y una obertura instrumental.

El oratorio también está asociado al canto de un relato, pero este no se escenifica. Los relatos de los oratorios
son religiosos, de allí su nombre. Por su parte, la cantata es una forma musical destinada a ser cantada, ya
temas religiosos, ya temas seculares, la cual combina números instrumentales con recitativos, arias y coros.

En cuanto a la música instrumental, la sonata se destinó a la exposición de uno o más instrumentos solistas,
mientras que el concerto grosso significó el inicio de la música orquestal. A esto se añadió la suite, una sucesión
de piezas para danzar, normalmente estructurada en cuatro movimientos.

Principales compositores y sus obras


• Johann Sebastian Bach (1685-1750): La pasión según San Juan; El clave bien temperado; La pasión
según San Mateo; El arte de la fuga; numerosos conciertos, suites y sonatas.
• Georg Friedrich Händel (1685-1689): El Mesías; Música acuática; Música para los reales fuegos de
artificio; Rinaldo; Concerti Grossi.
• Antonio Vivaldi (1675-1741): Las cuatro estaciones; numerosos conciertos para violín, oboe,
mandolina y guitarra.
• Domenico Scarlatti (1685-1757): Sonatas para clavincémbalo.
• Jean Baptiste Lully (1632-1687): El burgués gentilhombre; Alcceste; Therese.
• Arcangelo Corelli (1653-1713): numerosas sonatas para violín y concerti grossi.
• Claudio Monteverdi (1567-1643): Orfeo; Madrigales.
• Henry Purcell (1659-95): Dido y Eneas; La reina de las hadas.

Literatura
Si durante el Renacimiento reinaba un espíritu de
optimismo y fe en la capacidad humana para el progreso,
con la llegada del Barroco esa llama se apaga.

Los autores de este período se sienten desilusionados,


piensan que la vida humana es breve e incierta. Recurren a
la ironía para expresar el sentimiento de que los ideales no
son alcanzables. Creen que la razón no es más poderosa
que las pasiones, las cuales realmente guían el destino de
los seres humanos.

Principales autores y sus obras


• Miguel de Cervantes (1547-1616): Don Quijote de La Mancha; Novelas ejemplares.
• Francisco de Quevedo (1580-1645): Historia de la vida del Buscón; Los Sueños; numerosos sonetos.
• Luis de Góngora (1561-1627): Fábula de Polifemo y Galatea; Soledades.
• Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695): Respuesta a Sor Filotea de la Cruz; El divino Narciso; numerosos
sonetos.
• Félix Lope de Vega (1562-1635): Fuenteovejuna; El perro del hortelano; El arte nuevo de hacer
comedias; El villano en su rincón.
• Pedro Calderón de la Barca (1600-1681): La vida es sueño; El gran teatro del mundo.

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