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MÓDULO 1
LA ÉTICA PROFESIONAL
Esa dignidad ética hace decir a Kant que al ser humano jamás se le debe
tomar como un medio sino como un fin en sí mismo
Todo el sentido ético del trabajo tiene su fundamento en la conexión de esa
dignidad suya con su propio ser, con lo que esencialmente es como ser-
obrero (o ente que trabaja).
El requerimiento pragmático de eficiencia usa a la persona como medio
para conseguir beneficios o utilidades; en cambio, la exigencia ética de
eficiencia, generada por el sentido ético del trabajo, toma al hombre
respetándolo como un fin en sí mismo, y a su labor, como algo digno del
mismo respeto que lo humano.
El trabajo tiene un sentido ético, porque puede hacerse bien o mal; el sentido
ético de la vida es posible porque puede vivirse bien o mal (y desde
Aristóteles, en su Ética nicomaquea, se ha visto la relación estrecha entre
vivir bien, obrar bien y ser feliz).
Ahora bien, si no perdemos de vista el sentido original de “profesar” y de “ser
profesional”, quedamos en mejores condiciones para entender lo que quiere
decir ética profesional, pues será más o menos evidente que se trata de la
fuerza moral en la cual se apoya lo que profesamos nuestra profesión.
IDENTIDAD
Desde siempre, todo hombre y toda mujer, quiere satisfacer las viejas
preguntas que se ha hecho la humanidad: ¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿De
dónde vengo?
Precisamente la identidad es la compleja respuesta a la eterna
pregunta humana “¿Quién soy?”.
Según el Diccionario de Ciencias de la Educación:
Identidad: (del Lat. Identitas, carácter de lo que es lo mismo). Calidad de
lo que no tiene diferencias ni variantes, lo que es igual, lo mismo.
(Fil.): la filosofía tradicional define el principio de identidad como lo que
es, es, y lo que no es, no es (Parménides).
La ley o principio de identidad tiene dos acepciones: como valor lógico
o como valor ontológico.
En el primer caso, se trata de identidad entre conceptos o
proposiciones y las condiciones que han de cumplir para que se dé esta
relación, en el segundo caso, postula que cada ser es igual a sí mismo. El
principio de identidad, que afirma la sustatividad de las cosas, fue puesto en
duda a partir del idealismo alemán y por la lógica simbólica.
Si se busca en otros diccionarios o investigaciones se encuentra que
la: identidad es un conjunto de rasgos o informaciones que individualizan o
distinguen algo y confirman que es realmente lo que se dice que es.
La identidad es una posesión idiosincrásica y particular de cada
persona: habría un núcleo natural, diferenciado y propio, que caracterizaría
nuestras identidades.
La identidad de la persona queda reducida a una especie de
programa o protocolo en el que es conformado por las estructuras sociales y
que el individuo se limita a ejecutar.
La identidad es el resultado de la capacidad de reflexividad, no es una
estructura preformada, es la continuidad de la experiencia de nosotros
mismos. Se construye a lo largo de la vida, y puede presentar mayor o
menor solidez.
La identidad es la organización de la conducta, habilidades, creencias
e historia del individuo en una imagen consistente de sí mismo. Todos y
todas somos capaces de atribuir la responsabilidad de la mayor parte de
nuestras acciones, de nuestros pensamientos, emociones.
Acerca de lo que hacemos, decimos, pensamos y sentimos, si somos
capaces de dar sentido y dar una respuesta concreta a la pregunta. “¿Quién
soy yo?”.
A partir del contexto social, cultural e ideológico, el hombre construye
su identidad social y su identidad individual, las cuales nos inherente al
lenguaje que utilizamos cuando nos relacionamos con los demás y con uno
mismo.
La identidad no es inmutable, por eso no puede separarse de la
sociedad, ya que la manera en como entendemos la identidad, depende de
la sociedad, del espacio y tiempo en el cual estamos viviendo.
En la vida nos encontramos con diversas situaciones, desde esta
perspectiva consideramos a la identidad como dependiente del abanico de
relaciones que ponemos en acción y situaciones que se presentan.
Se debe tener presente que además de la influencia social, ideológica y
cultural, cualquier vivencia y experiencia asociada a lo mencionado, la
identidad tendrá un correlato biológico en el cuerpo.
La identidad, implica recalcar, que la identidad cultural, no puede
pretender agotar la totalidad del significado del fenómeno cuyo concepto es
la identidad.
LA IDENTIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA CRISTIANO
MÓDULO 2
CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PROFESIONAL.
Profesión
PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE.
Por ejemplo, “San Juan Bosco del que este año se celebra el
bicentenario”. Se trata, aseguró el Santo Padre, de un modelo “que pueden
mirar también ustedes, profesores cristianos, para animar desde el interior
una escuela que, independientemente de que su gestión sea estatal o no,
tiene necesidad de educadores creíbles y de testimonios de una humanidad
madura y completa”.
En otro mensaje dedicado a los docentes expresa:
«El Sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo por
encontrarnos «al otro lado», pero no deja de dar su luz y su calor. El docente
es como el Sol. Muchos no ven su trabajo constante, porque sus miras están
en otras cosas, pero no deja de irradiar luz y calor a los educandos, aunque
únicamente sabrán apreciarlo aquellos que se dignen «girarse» hacia su
influjo.
Un Práctico/un Intelectual
¿Cuáles son las imágenes más queridas para aquellos que podemos
considerar como estudiosos de la pedagogía en cuanto al modelo de
docente?
¿Con qué rasgos y funciones son considerados los profesionales?
En tanto que sería extensa la nómina de posiciones y autores, nos
haremos solo cargo de algunas de ellas, como síntomas de un estado de
opinión a bien seguro extenso.
MÓDULO 3
EL DEVENIR DE LA FORMACIÓN DOCENTE EN ARGENTINA
Una mirada hacia atrás
Al decir de algunos autores, la escuela normal que había sido creada con el
propósito de formar al magisterio primario, no fue un centro de altos estudios
pedagógicos. Al ser la escuela primaria la prioridad de la política educativa, y
siendo el principal obstáculo para cumplirla la falta de educadores, el
normalismo significó una respuesta “rápida” para la formación de maestros,
pero con una problemática pedagógica centrada en la didáctica.
De este modo, el proyecto normalista comprendió la preocupación de Juan
Bautista Alberdi acerca de la necesidad, para la Argentina, de un desarrollo
industrial y comercial, de progreso y democracia. La educación debía dotar a
las nuevas generaciones y a los distintos sectores sociales de estos ideales.
Hasta aquí, las escuelas normales con sus rasgos y objetivos constitutivos
eran tal, como se señaló arriba básicamente estudios de nivel medio. El título
que ellas expedían era el de Maestro Normal, que habilitaba para la
enseñanza primaria. Sin embargo la formación docente se había ido
ampliando y diversificando y derivó en otro proceso de diferenciación pero de
nivel institucional.
Así de las propias Escuelas Normales, luego de la puesta en marcha de
nuevas orientaciones para la formación docente, así como también, de otras
instituciones del nivel medio que sufrieron el mismo proceso de
complementación de su oferta, fue surgiendo casi naturalmente un nuevo
nivel de estudio distinto del secundario y del universitario, hasta ese
momento inexistente.
Para pensar les hacemos conocer un documento histórico de la época
DOCUMENTO HISTÓRICO
Contrato de Maestras en 1923
Este es un acuerdo entre la
señorita.............................................................maestra, y el Consejo de
Educación de la Escuela......................................por la cual la señorita
.....................................acuerda impartir clases durante un período de
ocho meses a partir del........................... de septiembre de 1923. El
Consejo de Educación acuerda pagar a la
señorita ..................................................... la cantidad de ($75) mensuales.
3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a
menos que sea para atender función escolar.
Este proceso se inició a partir de la década del 80 del siglo XIX, cuando
desde la escuela normal, fueron surgiendo nuevos planes de estudio, de tipo
complementarios a la formación del maestro tradicional, y destinados a
brindar diferentes modalidades u orientaciones a la formación docente; lo
particular es que todos estos estudios fueron considerados como
postsecundarios aunque eran ofertas propias de las escuelas normales:
▪ En 1886 se inició el primer profesorado para maestras jardineras,
sucedido a la incorporación de un jardín de infantes a la Escuela
Normal durante 1884. Estos estudios podían desarrollarse si
previamente se había obtenido el título de Maestro Normal.
▪ En 1887 y como consecuencia de una reestructuración de la
enseñanza normal se crearon los “profesorados normales”. Esta
modificación implicaba por un lado la formación de maestros normales
en tres años de estudio y la de profesores normales, luego de dos
años más de estudio.
▪ En 1903 y también como parte del proceso de diferenciación de los
estudios secundarios se debe mencionar la creación del Seminario
Pedagógico. La educación media en el país, estaba a cargo de
titulados que habían egresado de la Universidad, estos estudios eran
en su mayor parte preparatorios para ingresar al nivel siguiente. El
objetivo de la creación del Seminario Pedagógico fue formar
profesores para el nivel medio y, si bien al principio estaba destinado
a graduados universitarios, luego se aceptaron bachilleres egresados
de colegios nacionales, por lo cual se debe considerar pos-
secundario.
▪ En 1908, se crea el profesorado especializado en Educación Física y,
hasta la década del 60, sólo existieron dos profesorados nacionales
en esta especialidad para formar profesores para el nivel medio.
▪ A partir de 1910 se comenzaron a introducir reformas en los planes de
estudio de los profesorados normales que pasaron de dos a tres años
de duración y a los que se incorporaron dos modalidades -Ciencias y
Letras- manteniendo un cuerpo de materias pedagógicas comunes
para ambas modalidades. Esta organización de los profesorados
normales se mantuvo hasta 1953.
▪ En 1904 se crea el Instituto Nacional del Profesorado “Joaquín V.
González” en Buenos Aires, el cual, como la Escuela Normal de
Paraná, es tomado como referencia y modelo para la creación de
establecimientos semejantes en el país. El mismo en 1907 pasó a
depender de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires, recuperando su autonomía dos años después. Todos
estos estudios anteriormente señalados eran de tipo pos-secundarios
es decir se articulaban luego de los cuatro años de estudios de la
escuela normal. Mientras tanto, la escuela normal había continuado
su propio proceso de crecimiento y diversificación y hacia 1916
existían en todo el país más de un centenar de establecimientos
formadores de docentes primarios. Hacia la década del 40, se
introduce una modificación en la estructura de la enseñanza media.
Los estudios de bachillerato y de magisterio pasaron a tener un ciclo
básico común de tres años de duración y un ciclo superior de dos
años diferenciado para cada orientación. Con esta modificación, el
título expedido por las escuelas normales se equiparaba al de
Bachiller y también habilitaba para el ingreso a la Universidad.
Bibliografía
INMAN FOX, E., Ideología y política en las letras de fin de siglo (1898),
Espasa Calpe, Madrid, 1988,.
LE GOFF. Los intelectuales en la Edad Media, Gedisa, Barcelona, 1990,
PRIETO PARRA MARCIA (2004). La construcción de la identidad profesional
del docente: un desafió permanente.
http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/enfoques/08/prieto_parra-pdf
Revista Enfoques Educacionales.
Revista: El monitor de la escuela. Enseñar Ciencias Naturales. Nº 16.
marzo/abril. Revista del Ministerio de Educación de la Nación, 2008.