Está en la página 1de 7

El hombre Y la Naturaleza

La palabra "naturaleza" tiene dos significados fundamentales: En primer lugar, podemos

entender la Naturaleza como el conjunto, orden y disposición de la realidad material existente,

entendida como un sistema dotado de leyes propias al margen de la intervención humana. En este

sentido, la Naturaleza está formada por el conjunto de todos los seres no artificiales que existen

en el universo; y es cosmos, en cuanto es un conjunto ordenado y regulado por leyes (físicas,

químicas, biológicas). En segundo lugar, el término naturaleza también designa la esencia o

modo de ser que determina específicamente a un ser; el conjunto de caracteres particulares o

propiedades que le definen. En este segundo sentido, cada individuo posee una naturaleza o

esencia que se corresponde con su modo de ser específico. El hombre es un ser vivo y, como tal,

forma parte de la Naturaleza. El hombre es un ser natural, cuya naturaleza específica consiste en

la racionalidad, en poseer una inteligencia y una voluntad libre. Dicha naturaleza humana es

universal y lo coloca en una situación privilegiada ya que, a diferencia del resto de los seres

naturales, su comportamiento no está determinado por los instintos y necesidades naturales sino

que, gracias a su voluntad libre, incluso puede obrar en oposición a los mismos. No obstante, en

el hombre no existe oposición entre naturaleza y libertad, ya que la libertad pertenece a su

naturaleza. Desde sus orígenes, el hombre siempre ha intentado conocer la Naturaleza, ya que de

ello dependía su supervivencia. El conocimiento del marco natural, así como su transformación y

aprovechamiento motivó e impulsó el conocimiento científico y la técnica. Gracias a su

inteligencia, el hombre ha sabido adaptar la realidad a sus propias necesidades, ha sido capaz de

utilizar la naturaleza y perfeccionarla acomodándola al modo de ser y necesidades humanas. Así

por ejemplo, el hombre no se ha conformado con recolectar los frutos que la naturaleza le ofrece,
sino que aprendió a sembrar y cosechar: primero manualmente, luego ayudado por animales y

finalmente creando máquinas con esa finalidad. (caseres, 2013)

La Libertad Del Hombre

El hombre, por un lado pertenece a la naturaleza y participa de las cosas, a cuyas leyes

obedece, pero por otro lado es el único ser natural dotado de la libertad; la cual consiste

justamente en el poder de superar la naturaleza. La libertad humana hace del hombre el ser capaz

de luchar contra la naturaleza y vencerla. La libertad humana convierte al hombre en autor de su

propia vida y en responsable de ella -lo que jamás puede ser un ente meramente natural-.

Considera la diferencia capital que existe entre el hombre y el animal. No busques esa diferencia

ni en la cuantía de los órganos o facultades, ni en la diversidad de las formas visibles. No la

busques en ninguna comparación basada sobre las dos realidades «naturales». Pero, en cambio,

búscala y la encontraras en la índole peculiar de las diferentes vidas que el hombre y el animal

viven. La vida del animal transcurre toda ella regida por las leyes naturales que imperan sobre la

especie. En cada momento la vida del animal está íntegramente predeterminada por la serie total

de los antecedentes reales, por el instinto, por la fisiología, la anatomía, la psicología de la

especie a que pertenece. Por eso dos animales de una misma especie tienen vidas idénticas. El

animal no se hace su propia vida, sino que la recibe ya hecha, hasta en sus menores detalles; y se

limita a ejecutarla. Es como el comediante, que representa un papel escrito, pensado y concebido

por otro. Por eso el animal no es responsable de su propio ser, de su propia vida; porque esa «su»

vida no es en puridad suya, sino de la naturaleza.

El hombre en cambio porque es libre, necesita hacerse a sí mismo su propia vida. La libertad

humana consiste justamente en eso: en que la vida del hombre no viene de antemano hecha por

las leyes de la naturaleza, sino que es algo que el hombre mismo, al vivirla, tiene que hacer y

resolver en cada instante y con anticipación. Vivir es para el animal hacer en cada momento lo
que por ley natural tiene que hacer. Vivir, en cambio, es para el hombre resolver en cada

momento lo que va a hacer en el momento siguiente. Al animal no le compete, como viviente,

sino ejecutar la melodía ya pre-escrita de su vida. El hombre, en cambio, tiene que pensar

primero lo que quiere que su vida sea; tiene que decidir luego serlo; y por último tiene que

ejecutar esas sus propias resoluciones y previos pensamientos. Por eso el animal, que no es libre,

hallase totalmente subsumido en el concepto de naturaleza; mientras que el hombre libre, supera

en sí mismo y fuera de sí la naturaleza y se hace a sí mismo -se inventa, se crea- su propia vida,

que no puede en modo alguno contemplarse y juzgarse con los conceptos sacados de la realidad

natural. Así la vida animal, como pura naturaleza, está sujeta a la uniformidad en todos y cada

uno de los individuos de cada especie; en cambio la vida del hombre es estrictamente individual y

cada vida humana representa un valor infinito, precisamente porque es singularísima y propia de

una personalidad irreductible.

Así, el hombre es propiamente hombre por lo que tiene de no-animal, esto es de no-natural.

Para vivir humanamente, el hombre necesita pensar de antemano, prever de antemano lo que

“quiere ser”, a fin de serlo en su vida. Necesita dominar la naturaleza, dar realidad a algo que

naturalmente no la tiene, esforzarse por imaginar un tipo de vida, un modo de ser, cuyo modelo

no encuentra en ninguna parte, en ningún lugar natural, sino sólo en lo más profundo de su

corazón. El hombre no tiene, pues, “naturaleza”, sino que se hace a sí mismo en la vida; es más,

su vida consiste justamente en ese “hacerse a sí mismo”. Desde que nacemos hasta que morimos,

los humanos somos responsables de cada momento y de todos los momentos de nuestra vida; y

ese comodín que llaman algunos “naturaleza humana”, no es en realidad, sino la base sobre la

cual ha de erguirse y encumbrarse la verdadera y auténtica humanidad, la que consiste en superar

cuanto de meramente natural hay en nosotros.


Más tan pronto como penetramos en los ámbitos de la libertad, tropezamos con el espíritu,

esto es, con la capacidad infinita y la infinita diversidad de formas. En efecto, decir que la vida

humana no es animal, equivale a decir que la vida humana no es uniforme, sino infinitamente

diversa. Esa diversidad se manifiesta justamente en la historia. La historia es la continua

producción por el hombre de formas y modos de ser nuevos, imprevistos, que no pueden

derivarse de elementos naturales. La historia es -como la vida del hombre- algo que ninguna ley

de la naturaleza predetermina. El hombre la hace libremente, al hacer su propia vida. (garcia,

2009)

Diferencias entre el hombre y los demás animales

El ser humano es un animal desde el punto de vista biológico, la única diferencia entre éste y

los antropoides es el número de cromosomas, los humanos tienen 23 pares y los monos tienen 24.

También desde el punto de vista anatómico, los humanos tienen dientes y mandíbulas distintas,

posición erguida y tamaño del cerebro más grande.

Sin embargo, esto no es lo único que nos distingue de los animales. El ser humano es diferente

en su comportamiento, por su vida cultural y por su inteligencia humana.

 Capacidad de simbolización. El ser humano es capaz de comunicarse a través de

símbolos mientras que el animal solo puede mediante signos naturales.

 Vida en la realidad. Los humanos pueden ver la realidad del mundo y su propia

realidad, mientras que los animales solo captan lo que los rodean como estímulos a

responder.

 Conciencia del propio cuerpo. Es conocer que sabemos de nuestra existencia,

situación, impulsos, pretensiones, límites y poder. Los animales en cambio, tan sólo

viven sin ser conscientes de su libertad.


 Libre albedrío. Es el único animal capaz de elegir, de poder decir no.

 Inconclusión. Siempre tiene el deseo de más o de otra cosa. De proyectar hacia al

futuro.

 Ensimismamiento. Actuar desde sí mismos y no por factores externos, por eso se dice

que los que actúan debido a las circunstancias o por los demás, han dejado de ser

humanos.

 Imaginación. El ser humano puede soñar, fantasear y tener ideales.

 Razonamiento. El ser humano puede pensar, reflexionar, analizar y evaluar.

 Vida Cultural. Al lado del comportamiento, la vida cultural es la característica más

distintiva del ser humano. El ser humano puede comunicar y transmitir experiencias

vitales, imaginar, anticipar el futuro y explorar opciones.

. A menudo se dice que él animal más inteligente es el delfín o que cierto perro

domesticado es muy inteligente. Pero entonces si un perro es muy inteligente ¿por qué no

puede aprender hablar? Aparte de las características biológicas esto se debe a que el ser

humano posee una inteligencia distinta a la del animal. Se distinguen entonces dos tipos de

inteligencia: la animal y la humana.

 La inteligencia animal es la capacidad de modificar el medio o utilizar algún

instrumento para satisfacer necesidades vitales. Por ejemplo las aves construyen su

nido utilizando ramas y los chimpancés utilizan dos cañas para alcanzar una banana de

un alto árbol.

 La inteligencia humana es la capacidad de aprender las cosas como reales, de convertir

signos en símbolos y concebir ideas universales y abstractas. Los humanos también

construyen instrumentos para sobrevivir, pero los animales se limitan a una


determinada situación y el hombre construye para situaciones similares, sin límites de

espacio y tiempo. (ruth, 2012)

Las Similitudes Entre los Hombres y los Animales

Todos tienen que admitir que hay impresionantes similitudes entre los hombres y ciertos

animales. Para la mayoría de la gente la principal atracción del zoológico es la jaula de los

monos, porque los monos se parecen más a los hombres que cualquier otro animal y es divertido

observarlos. Si miraras el esqueleto de un mono y el esqueleto de una persona, descubrirías

muchas similitudes. ¿Cómo podemos explicar estos notables parecidos?

Los evolucionistas creen que las similitudes señalan hacia un ancestro común. Los animales se

parecen unos a otros porque están relacionados unos con otros, de modo que ellos creen que el

parecido indica parentesco. Ellos dicen que el hombre se parece al mono porque es pariente del

mono (está relacionado con el mono por un ancestro común, similar al simio). El hombre no se

parece mucho a un elefante, pero se parece más a un elefante que a una medusa, lo que significa

que el hombre está más relacionado con un elefante que con una medusa (es un primo cercano del

elefante, pero un pariente lejano de la medusa). Los evolucionistas creen que el hombre está

relacionado con la vida vegetal y animal porque ellos dicen que toda la vida comenzó de esa

primera célula viva que ellos creen que evolucionó en el océano primitivo hace millones de años.

De modo que los evolucionistas creen que estamos emparentados con el musgo sobre el cual

caminamos, con los mosquitos que nos pican, con los gusanos con los cuales pescamos y con los

peces que pescamos con los gusanos. Ellos creen que todas las cosas vivas pueden trazar su

ancestro hasta esa primera célula viva. (paulo, 2008)


Bibliografía

caseres, a. (23 de 08 de 2013). medio. Recuperado el 31 de 05 de 2017, de RELACIÓN DEL

HOMBRE CON LA NATURALEZA: file:///G:/medio.pdf

garcia, m. (09 de 12 de 2009). tripod. Recuperado el 31 de 05 de 2017, de hispanidad:

http://hispanidad.tripod.com/morent5.htm

paulo, r. (11 de 12 de 2008). wordpress. Recuperado el 31 de 05 de 2017, de similitudes y

diferencias entre hombres y animales: https://lasteologias.wordpress.com/2008/12/11/similitudes-y-

diferencias-entre-hombres-y-animales/

ruth, l. (01 de 09 de 2012). wordpress. Recuperado el 31 de 05 de 2017, de diferencias entre el

hombre y los demas animales: https://filos1sofia.wordpress.com/2012/09/01/diferencias-entre-el-

hombre-y-los-demas-animales/

También podría gustarte