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DÍA 2:

Hola, que bueno es encontrarte por este medio cada mañana. Continuando con esta jornada
de reavivamiento espiritual, hoy estudiamos el tema: “RENOVADOS CADA DÍA”.
¿Alguna vez intentaste comer en un solo día la ración para dos días con la intención de no
tener hambre todo el siguiente día? Es lo mismo que pretender dormir todo el día para no
tener sueño durante dos días. Así como alimentarse y el dormir se necesitan realizar todos los
días, de igual manera, tenemos la NECESIDAD DE BUSCAR Y PERMANECER EN LA PRESENCIA DE
DIOS CADA DÍA.
¿Y por qué tenemos esa necesidad?
Por dos razones:
La primera razón la encontramos en 2 Corintios 4:16 “Por tanto, no nos desanimamos. Al
contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras
día.”
De acuerdo a Pablo, nuestra vida espiritual necesita renovarse diariamente, pues la salvación
del poder del pecado es por un día.
La segunda razón la encontramos en Jeremías 15:16 “Fueron halladas tus palabras, y yo las
comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón…”
De este texto podemos extraer 3 ideas principales:
1. “Fueron halladas tus palabras…” Al levantarme por la mañana, la Palabra de Dios no
me va a buscar, es mi responsabilidad buscar a Dios en las primeras horas del día. Pero
no caigamos en el error de buscar a Dios por pura formalidad, solamente para evitar el
cargo de conciencia. El profeta Jeremías expresó la necesidad de buscar a Dios con
sinceridad de corazón (Jeremías 29:13). Es decir, es necesario la concentración, el
esfuerzo y la disciplina mental para lograr conectarnos con Dios a través del estudio de
su Palabra.
2. “Y yo las comí…” Al abrir la Palabra de Dios no es suficiente leerla, debemos
interiorizarla, es decir, debemos memorizarla, reflexionar y meditar en ella, hacerla
parte de nosotros.
3. “… tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón…” El resultado de tener
comunión con Dios se reflejará en la paz y el gozo que manifestaremos en nuestra vida.
No estamos hablando de aquella paz que está condicionada a la reacción de las demás
personas, sino, aquella que se mantendrá a pesar de las situaciones complejas y
difíciles que nos toque pasar. Esa paz y ese gozo solamente puede producirse en aquel
corazón que tuvo un encuentro personal con Dios.
En conclusión:
Recibir la unción diaria del Espíritu Santo trae en sí toda la vida y el poder de Cristo, que nos
hace más que vencedores en toda circunstancia.
Que Dios te bendiga.

DÍA 3: UNA TRISTE REALIDAD


Hola, estoy feliz por encontramos nuevamente para continuar con esta jornada de
reavivamiento Espiritual. El tema de hoy es: UNA TRISTE REALIDAD.
Salmos 119: 105 “Lámpara es mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino.”
Alguna vez te has preguntado ¿Por qué asisto a una iglesia cristiana? ¿Cuál es objetivo de ser
cristiano? ¿Cómo puedo hacer del cristianismo algo que realmente tenga significado en mi
vida?
Permíteme contarte brevemente la experiencia del pasto Morris Venden.
El pastor cuenta que después de 3 años trabajando en el ministerio enfrentó una gran
dificultad en su vida espiritual. Hasta entonces había tenido mucho éxito predicando sermones
sobre profecía, doctrinas, etc., sin embargo, un día percibió que esos discursos no reflejaban lo
que había en su mente y tampoco se reflejaba en su experiencia cristiana. Un día intentó
predicar sobre Jesús y descubrió que había caído en la trampa de querer hablar de alguien que
no conocía personalmente. Lastimosamente Jesús era un desconocido para él. Descubrió que
no había nada más frustrante que ser un pastor adventista sin conocer a Jesús. Después de
muchos intentos por encontrar respuestas, decidió leer libros que lo ayudaran en su vacío
espiritual. Encontró un libro titulado “El camino a Cristo,” el cual ya lo había leído
anteriormente pero no le había dado mucha importancia. Después de leer dos veces el libro
para su sorpresa descubrió que la respuesta a su necesidad espiritual se resumía en 3 sencillas
pero importantes actividades: Estudio de la Biblia, oración y testificación.
San Juan 17:3 dice: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado.”
Estas palabras de Cristo son parte de su discurso de despedida, pues dentro de pocas horas
sería apresado, azotado y crucificado. Por lo tanto, Jesús menciona una verdad fundamental
para nuestra salvación y que muchas veces hemos pasado por alto.
La esencia de la vida cristiana no consiste en el mero cumplimiento de normas, ceremonias o
rituales. Es más, tampoco consiste en concentrarte en las cosas que no debes hacer. Consiste
en dedicar tiempo para conocer a Jesucristo, pues en Él está la vida eterna. Así como la amistad
de dos personas se consolida gracias al tiempo que pasen juntos, así también debemos pasar
tiempo con Jesús. ¿Y cómo se logra eso? Pues es sencillo. Debes dedicar tiempo para conocerlo
a través de la lectura de la Biblia. Adivina que pasará si haces eso. Pues sucederá lo que dice
un viejo refrán: “Dime con quien andas y te diré quién eres.” Mientras más tiempo pases en
comunión con Jesús inevitablemente te parecerás cada vez más a Él.
Elena de White escribió: “Los creyentes que… dediquen algún tiempo diario a la meditación, la
oración y el estudio de las Escrituras, se vincularán con el cielo y ejercerán una influencia
salvadora y transformadora sobre quienes los rodean.” (TI, 5:105)
¿Alguien está sufriendo en casa? ¿Tus hijos han caído en las garras del vicio? O quizás ahora
que escuchas este video te sientes rendido, esclavo de tus pasiones destructivas.
Entrégale tu corazón a Jesús y tendrás la vida eterna.
Que Dios te bendiga.
DÍA 4: CÓMO RELACIONARME CON DIOS

Hola, ya estamos en el 4to día de nuestra jornada de reavivamiento espiritual. Si por alguna
razón no estudiaste algún día de esta jornada, te animo a perseverar. El tema de hoy es:
CÓMO RELACIONARME CON DIOS.
Después de haber realizado el milagro de alimentar a cinco mil personas, Jesús se alejó
de la multitud y se fue al otro lado del mar de Galilea. Al día siguiente las personas fueron a
buscar a Jesús y finalmente lo encontraron en Capernaún. Con mucho cariño Jesús les reveló
las verdaderas intenciones de su búsqueda: no era por su necesidad espiritual sino porque
deseaban saciar sus necesidades materiales (San Juan 6:26). Avergonzados, ellos le hicieron
una pregunta muy importante que tú y yo debemos hacernos todos los días: “¿Qué debemos
hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos?” (vs 28). Es en ese contexto que
Jesús les responde: “—Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y
beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna…”
(San Juan 6: 53-54 DHH).
Quizás tú también te estés preguntando ¿Qué tengo que hacer en mi vida para hacer
las cosas correctas? ¿Qué tiene que sucederme para no seguir lastimando el corazón de mis
padres, de esos niños inocentes que me llaman papá o mamá? ¿Qué tengo que hacer para que
la voluntad de Dios se realice en mi vida?
Jesús te responde hoy: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna…”
Esto significa que debemos tener una experiencia personal con Jesús a través del estudio diario
de la Palabra de Dios. Cuando la Palabra de Dios es recibida en el alma participamos de la
carne y la sangre de Cristo. Así como para que nuestro cuerpo aproveche las bondades
nutricionales de los alimentos necesitamos consumirlos, así también sucede con la vida
espiritual. Necesitamos alimentarnos del Pan de Vida que es Jesús, necesitamos relacionarnos
con él cada día.
Y ¿cómo puedo relacionarme con Jesús cada día si no puedo verlo?
Pues haciendo lo mismo que realizamos cuando estamos con un amigo: Hablando con él,
escuchándolo y realizando actividades juntos. Puedes hablar con Jesús a través de la oración,
puedes escuchar su voz a través de la lectura de la Biblia y pueden hacer actividades juntos a
través de la testificación.

No sé quién eres, no sé cual es tu condición espiritual, pero seas quien seas debes entender
que no existe otra manera de conocer a Dios sino a través de la lectura de la Biblia. Cuando
hagas esto, se cumplirá lo que el apóstol Pablo escribió en Gálatas 2:20: “y ya no soy yo quien
vive, sino que es Cristo quien vive en mí…”
Tu familia, tus vecinos y todos los que te rodean percibirán el gran cambio en tu vida.
Que Dios te bendiga.

DÍA 5: DESCUBRE EL PLAN DE DIOS PARA DIOS PARA TU VIDA

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su


mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.”
(Romanos 12:2 NVI)

Dios tiene un programa para cada día de mi vida. Al iniciar el día, necesito conocer por mi
mismo cuál es la voluntad de Dios para mi vida a través de su Palabra.
¿Cómo descubrir la voluntad de Dios para cada día?
Pues realizando dos sencillas cosas: Hablar con Dios a través de la ORACIÓN y escuchar su voz
a través del estudio de la Biblia.
La oración:
Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. La oración no es solamente
un petitorio, tampoco es para informarle ni para cambiar su voluntad. La oración prepara
nuestros corazones para recibirle y aceptar su voluntad. La oración no baja a Dios hacia
nosotros, antes bien nos eleva a Él.

Aquí un plan de oración diaria:

 Agradece a Dios (4 minutos)


 Confiesa tus pecados (4 minutos)
 Intercede por otros, familiares y amigos no creyentes (5 minutos)
 Ora por tus pedidos personales (4 minutos)
 Pide por la dirección del Espíritu Santo en tu vida (3 minutos)

Si comienzas a practicar cada día este plan de oración diaria, en un periodo mínimo de 20
minutos, tendrás resultados extraordinarios en tu comunión con Dios.
EGW escribió:
“La oración diaria es tan esencial para el crecimiento en la gracia y aun para la misma vida
espiritual, como el alimento temporal lo es para el bienestar físico. Deberíamos
acostumbrarnos a elevar con frecuencia los pensamientos a Dios en oración. Si la mente se
desvía, debemos hacerla volver; por el esfuerzo perseverante, el hábito lo hará fácil al final.”
(Mensaje para los jóvenes, pag. 112, 113)

La lectura de la Palabra de Dios

En una oportunidad Jesús les dijo a los fariseos: “Ustedes andan equivocados porque
desconocen las Escrituras y el poder de Dios.” (Mateo 22:29 NVI)
El estudio diario de la Palabra de Dios es vital para la victoria en todas las áreas de la vida.
Muchos de nuestros desaciertos o malas decisiones se deben a nuestra ignorancia o
negligencia en el estudio de la Palabra. El salmista David escribió en Salmos 119: 9 “¿Con qué
limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.”

Se obtienen pocos beneficios con una escasa lectura de las Escrituras. Uno podría leer toda la
Biblia sin descubrir sus bellezas ni comprender la profundidad de su mensaje. Estudiar un texto
hasta que resalte claramente su significado y la relación que tiene con el plan de salvación, es
de más valor que la lectura ocasional de muchos capítulos sin tener en vista un propósito
definido, y sin obtener ninguna instrucción positiva. Tenga la Biblia a mano. Cuando encuentre
una oportunidad, léala y memorice los textos. Incluso, cuando camina por la calle, puede leer
un versículo y meditar después en el contenido para fijarlo en su mente.

“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.” (Jeremías 29:13)

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