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El experimento de Harvard que convirtió a un matemático en asesino en serie

En mayo de 1976 llega una misteriosa carta a la Universidad de Illinois dirigida al profesor de
ingeniería Buckley Crist. Curiosamente el remitente era el mismo Crist, pero él no la había enviado.
Esa carta resultó ser una bomba, la primera de las 16 que tuvieron en vilo durante casi 20 años al
FBI. Tras una de las investigaciones más legendarias y costosas de la historia de la agencia dan con
el hombre. Se revela la identidad del famoso Unabomber. Se cierra el caso para abrirse uno aún más
grande: ¿cómo pudo la mente de un superdotado matemático convertirse en un terrorista?
El 3 de abril de 1996 más de un centenar de agentes del FBI irrumpen en una cabaña aislada en un
bosque en las cercanías de la ciudad de Lincoln (Montana). El ocupante no era lo que uno puede
esperar de semejante escena. Se trataba de un ex profesor de matemáticas de 54 años de edad con
un prestigioso título de Harvard y una tesis doctoral premiada a sus espaldas.
(Unabomber), término o sobrenombre utilizado en la investigación por el FBI, era realmente
Theodore Kaczynski, quien entre 1976 y 1995 había enviado 16 bombas de fabricación casera
matando a tres personas e hiriendo de gravedad a otras 11. Unos ataques diseñados como protesta
en contra del progreso científico y tecnológico, lo que a su juicio estaba comprometiendo
inexorablemente la libertad del hombre.
(En 2003 se destapaba por primera vez la posible clave que modificó la mente de Kaczynski. Una
trama donde la misma Universidad de Harvard y la propia CIA estaban implicadas)
Cuanto más se supo de él tras su arresto más incógnitas se abrieron sobre el caso. Resulta que el
personaje que había mantenido en vilo al FBI en la década de los 80 y los 90 era un filósofo y
matemático, un superdotado en los estudios cuya mente quebró en algún punto.
No fue así evidentemente. La gente empezó a preguntarse cómo un matemático tan brillante, con
una carrera y un porvenir así, podía terminar viviendo en una cabaña sin electricidad ni agua
corriente, un espacio donde se había dedicado durante dos décadas a fabricar bombas.
Hasta el año 2003, momento en el que el historiador Alston Chase publica el libro Harvard and the
Unabomber. Se destapaba por primera vez la posible clave que modificó la mente de Kaczynski. Una
trama donde la misma Universidad de Harvard y la propia CIA estaban implicadas. Un experimento
psicológico que había durado tres años.
Kaczynski antes de Unabomber
El hombre que estaba destinado a ser una de las mentes más brillantes si atendemos a sus inicios
nacía el 22 de mayo de 1942 en Chicago. Desde muy temprano Theodore Kaczynski apuntaba alto,
comenzando en el centro Evergreen Park Central donde cursó desde quinto hasta octavo grado. Allí
fue donde a raíz de los resultados de un test de inteligencia se demostró que tenía un coeficiente
intelectual de 167, razón por la que se “saltó” sexto para empezar directamente en séptimo.
Más tarde el propio Kaczynski contó que este acontecimiento marcó su vida para siempre. La razón:
no acababa de encajar en una clase donde todos eran mayores que él. Además, durante esta etapa
sufrió bullying, bromas y abusos verbales por parte de la clase, lo que acabarían conformando desde
su niñez a un joven con miedos al exterior y a las personas junto a una agudizada dificultad para
interactuar con el resto.
(Entre 1959 y 1962 Murray también dirige una serie de experimentos subvencionados por la CIA
como parte del llamado MK Ultra, un programa diseñado por la CIA para la experimentación en seres
humanos)
Durante esta época el joven Theodore encontraba que las clases de matemáticas eran demasiado
sencillas, así que lo pasan a una clase más avanzada. Finalmente aprovechó la escuela de verano
para completar sus estudios de bachillerato dos años antes de lo habitual.
En 1958 es admitido en Harvard para comenzar sus estudios superiores con tan sólo 16 años de
edad. En la Universidad entra en contacto con el célebre Willard Van Orman Quine, reconocido por
su trabajo en lógica matemática y sus contribuciones al pragmatismo como una teoría del
conocimiento. Quine lo nombraría como el alumno más aventajado de su clase con una nota final
altísima.
Así que todo parecía ir encaminado hacia una vida profesional de éxitos en el campo de las
matemáticas. Hasta que se cruzó en su vida el doctor Henry Murray.
Kaczynski y el proyecto MK Ultra
Murray impartió clases en Harvard durante más de 30 años. Fundador de la Sociedad psicoanalítica
de Boston, también desarrolló el Test de Apercepción Temática (T.A.T.), una prueba de personalidad
hoy ampliamente utilizada.
Ocurre que entre 1959 y 1962 Murray también dirige una serie de experimentos subvencionados por
la CIA como parte del llamado MK Ultra. Estamos ante un programa (en su momento secreto,
además de ilegal) diseñado por la CIA para la experimentación en seres humanos. Se cuentan sobre
el mismo muchísimas barbaridades donde se buscaba desarrollar nuevas técnicas y procedimientos
para interrogar y/o torturar con el fin de debilitar al individuo y forzarlo a confesar a partir de estas
técnicas, en su mayoría con la idea del control mental. En el caso de Murray el profesor había
seleccionado a 22 estudiantes para someterlos a una serie de pruebas y analizar posteriormente sus
respuestas al estrés.
Que es el proyecto MK ULTRA?
Proyecto MK Ultra –también conocido como programa de control mental de la CIA– fue el nombre en
clave de un programa secreto e ilegal diseñado y ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia de
Estados Unidos (CIA) para la experimentación en seres humanos. Estos experimentos estaban
destinados a identificar y desarrollar nuevos procedimientos y sustancias para usarlos en
interrogatorios y torturas, con el fin de debilitar al individuo y forzarlo a confesar a partir de técnicas
de control mental.
No está claro de qué forma llegó el profesor hasta Kaczynski o cómo éste se enteró, quizás a través
de los anuncios donde se pedían voluntarios. Y es que Murray proponía el experimento en la
Universidad bajo el siguiente anuncio:
¿Estarías dispuesto a formar parte y contribuir a la solución de ciertos problemas psicológicos? Si es
así, pasarás a servir como voluntario de una serie de pruebas, de aproximadamente dos horas a la
semana, a través del año académico.
Es posible también que el propio Murray fuera el que persuadió a Kaczynski por la propia
inseguridad del hombre. En cualquier caso y lo único cierto es que el estudiante matemático acepta
el reto, un experimento que duró a lo largo de tres años con 24 jóvenes, de los cuales Kaczynski fue
el más inestable cuando finalizaron.
Con el fin de proteger la vida privada de los participantes Murray ofrece a cada uno de los
estudiantes un nombre en clave. En el caso de Kaczynski sería Lawful (legal, lícito), nombre que
desde luego y viéndolo ahora resulta profundamente irónico. A su vez el profesor denominó al núcleo
del experimento el Dyad, que consistía en un debate de inducción al estrés. Para ello pedía a cada
sujeto que debían estar amarrados en una silla en una habitación bien iluminada delante de un
espejo, un espejo a través del cual Murray podía observar y grabar desde otra habitación, además
los voluntarios estaban conectados a una serie de electrodos que monitorizaban sus reacciones y se
registraba y medía la tasa de latidos del corazón y respiración de los sujetos.
El profesor le dijo a todos los participantes que otro estudiante entablaría una conversación con ellos.
Lo que jamás les reveló es que este interlocutor era realmente un estudiante de derecho altamente
elocuente al que el propio Murray había entrenado específicamente para meterse en la piel de los
sujetos de prueba. Murray lo había instruido para que los dominara con su retórica, los manejara
cuando quisiera y finalmente los ridiculizara cuando fuera necesario, en este caso atacando
directamente a la filosofía de la vida que cada sujeto defendía.
¿Cómo? Murray había estudiado anteriormente las perspectivas que tenían los voluntarios sobre la
vida. Había recopilado toda la información necesaria sobre ellos junto a una serie de tests que
debían llevar a cabo al comienzo del experimento con el que pudo trazar una radiografía psicológica
perfecta de cada uno. Así, durante los largos debates con el estudiante de Murray, los sujetos debían
tratar de defender sus principios, aunque finalmente se veían obligados a ceder ante los virtuosos (y
cínicos) argumentos formulados por el oponente adiestrado por el profesor. Con el tiempo todos
acababan superados en el debate. Tras el enfrentamiento llegaba una avalancha de más pruebas y
debates encendidos. Por ejemplo en uno de ellos se les exponía a los voluntarios una visualización
de una grabación de sus argumentos para luego pedirles que comentaran el por qué de sus
reacciones airadas.
Lo cierto es que hasta la fecha nadie sabe con exactitud que era lo que Murray estaba tratando de
lograr con este experimento, más allá de que se enmarcaba en los MK Ultra con fines de los
servicios secretos. Los objetivos de Murray eran bastante vagos y confusos. Un ejemplo de ello es
que el profesor afirmaba que “quería desarrollar una teoría de sistemas diádicos” y utilizar estos
datos que recogía para favorecer el desarrollo personal de las personas. Pero como contarían en su
libro Alston Chase, incluso sus asistentes no tenían ni idea de a donde iba a parar el experimento.
Según Chase, el biógrafo de Murray escribió que el psicólogo únicamente estaba tratando de
averiguar lo que sucedía cuando una persona ataca a otra.
(Dos años más tarde su transformación interior derrota al matemático en el que había convertido.
Deja su puesto en la Universidad y se construye una cabaña en el bosque).
En cambio para Chase el experimento del profesor tenía una raíz muy diferente. En su libro cuenta
que Murray se había casado a los 23 años, y que siete años más tarde conocía a la profesora en
Harvard, Christiana Morgan, mujer que también estaba casada y con la que mantendría una turbia
relación. Chase apunta que muchos de sus colaboradores consideraban que estos experimentos de
Murray no eran más que repeticiones de esta relación. No sólo eso, poco antes de su muerte en
1988, Murray ofreció una especie de confirmación sobre la sospecha. El hombre afirmó lo siguiente:

Me han preguntado muchas veces por mi relación con Christiana. Yo tenía un deseo de desarrollar
mi teoría en la que dos personas se incorporan a un sistema, y también hemos querido experimentar
con diferentes tipos de combinaciones tanto en nuestra vida como en el trabajo.
Es decir, que Murray parecía tratar a las relaciones como a un experimento, y como concluye Chase,
todo indicaba que los argumentos en su experimento con los estudiantes representaban su relación
con Christiana.
Sea o no finalmente así, lo cierto es que Kaczynski recordaría más tarde que el experimento fue
tremendamente desagradable para él. Si bien se suponía que iba a ser un punto de inflexión en su
vida, su frágil personalidad y falta de enfoque ético acabó haciendo mella en su persona. El
matemático acabó desarrollando con el experimento una visión tecnofóbica del mundo a lo largo de
sus últimos años en Harvard. Se acabó convenciendo de que la tecnología y la ciencia estaban
amenazando a la propia libertad de las personas y controlando cada vez más su pensamiento.
Tras graduarse en Harvard escribió una tesis doctoral brillante en la Universidad de Michigan y en
1967 aceptó un puesto como profesor en la Universidad de Berkeley. Dos años más tarde su
transformación interior derrota al matemático en el que se había convertido. Deja su puesto en la
Universidad y se construye una cabaña en el bosque a las afueras de Lincoln, espacio y tiempo
donde fraguó su campaña con bombas.
Así comenzaría la leyenda de Unabomber, cuyo nombre surgió a raíz de la bomba que había
colocado en el equipaje de un vuelo de American Airlines en 1979. La bomba no explotaría debido a
un fallo en el mecanismo del temporizador pero según las autoridades tenía la potencia suficiente
como para “devastar el avión”. Tipificado como delito federal en Estados Unidos, el FBI se hizo cargo
del caso desde entonces denominándolo como Unabom (University and Airline Bomber).
Tras 16 bombas en 19 años, el fin de sus actos llegaría tras el comunicado que envió
simultáneamente al New York Times, Washington Post y la revista Penthouse en 1995. Una
carta/manifiesto firmada bajo el pseudónimo de Freedom Club donde se ofrecía abandonar de forma
permanente las actividades terroristas a cambio de publicar un artículo de 30 mil palabras. Un
manifiesto (también conocido como Manifiesto Unabomber), La sociedad industrial y su futuro, donde
Kaczynski exponía su visión de esa sociedad moderna tecnológica. Entre otras cuestiones Kaczynski
exponía que:
La Revolución Industrial y sus consecuencias han supuesto un desastre para la humanidad porque el
sistema tecnoindustrial tiende a obligar a la gente a comportarse de un modo que está cada vez más
alejado de los patrones naturales de la conducta humana... Esto provoca trastornos psicológicos
ejemplificados por el izquierdismo, es decir, las personas “sobresocializadas” que reprimen sus
inclinaciones naturales y se avergüenzan cuando su forma de comportarse o hablar son contrarios a
las expectativas de la sociedad... Un izquierdista toma un principio moral establecido, lo adopta como
propio y, entonces, acusa a la sociedad convencional de violar dicho principio... la libertad se ve cada
vez más amenazada y limitada por el desarrollo de la sociedad tecnoindustrial y por ello defiendo la
necesidad de una revolución contra ella...
Como vemos y en realidad, un escrito que llamaba a una revolución mundial contra las
consecuencias de esa sociedad moderna. El 19 de septiembre de 1995 el Washington Post y el New
York Times publican el escrito. Un hecho inaudito que acabó ocupando más de 50 páginas de los
periódicos. Gracias a ello apareció en escena David Kaczynski, quién acude al FBI para contar que
sospecha que Unabomber es efectivamente su hermano. El hombre explica que había descubierto
en varios pasajes del manifiesto publicado en los periódicos muchas de las cuestiones y textos que
se encontraban en las cartas que su hermano Ted le había enviado hacía un tiempo.
Tras su detención fue condenado el 4 de mayo de 1998 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad
condicional. En el año 2000, dos años después de su condena (tres antes del libro de Alston Chase),
The Atlantic lanza una artículo especial hablando por primera vez del experimento de Murray y las
posibles conexiones con la transformación de Kaczynski en Unabomber.
El Murray Research Center, centro en Harvard en honor al psicólogo, emite un comunicado negando
tales conexiones. Según el Instituto, otros estudiantes que habían formado parte del experimento no
habían encontrado el mismo “estresante”.
Luego llegaría el libro de Chase, y finalmente tras hacerse público el contenido del mismo, el acceso
a los datos en bruto del Murray Research Center (donde se guardan los documentos oficiales del
experimento) se colocó bajo un embargo indefinido. Para ser más exactos, un embargo de la
documentación desde 1959. El mismo año en el que Murray había comenzado los experimentos.

Como Influye el estrés o como destruye nuestro cerebro


1. Hipocampo :localizado en la parte medial del lóbulo temporal del cerebro es una estructura
ligada a la memoria y el aprendizaje, pertenece por una parte al sistema límbico y por otra a la
arquicorteza, componiendo junto al subículo y el giro dentado la llamada formación
hipocampal. Contiene altos niveles de receptores de los mineralocorticoides lo que lo hace
más vulnerable al estrés biológico a largo plazo que otras áreas cerebrales.
Los esteroides relacionados con el estrés reducen la actividad de algunas neuronas del
hipocampo, inhiben la génesis de nuevas neuronas en la circunvolución dentada y producen
la atrofia de las dendritas de las células piramidales de la región CEA3. Existen evidencias de
casos en el que los trastornos de estrés postraumático pueden contribuir a la atrofia del
hipocampo. En principio, algunos efectos pueden ser reversibles si se interrumpe el estrés,
aunque hay estudios con ratas sometidas a estrés poco después de nacer cuyo daño a la
función del hipocampo persiste a lo largo de la vida.
Amígdala
La amígdala forma parte del sistema límbico y se encarga del procesamiento y
almacenamiento de reacciones emocionales. Recientes investigaciones sugieren que cuando
una persona padece estrés, esta región del cerebro envía señales a la médula indicando que
debe aumentar la producción de glóbulos blancos
El problema reside en que un exceso de glóbulos blancos puede causar inflamación arterial, lo
que puede provocar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como apoplejías,
anginas de pecho y ataques cardíacos
2. Materia gris y blanca
Otro efecto del estrés a largo plazo es el desequilibrio entre la materia gris y la materia blanca
del cerebro La materia gris está compuesta principalmente por células (neuronas que
almacenan y procesan información, y células de apoyo llamadas glia) mientras que la materia
blanca está formada por axones, que crean una red de fibras que interconectan las neuronas.
La materia blanca recibe su nombre de la vaina blanca, grasa de mielina que rodea a los
axones y acelera el flujo de las señales eléctricas de una célula a otra. Se descubrió que el
estrés crónico generaba más células productoras de mielina y menos neuronas de lo normal.
Lo cual produce un exceso de mielina y, por lo tanto, de materia blanca en algunas áreas del
cerebro, lo que modifica el equilibrio y la comunicación interna dentro del cerebro En definitiva,
el estrés tiene un papel importante en el desencadenamiento y evolución de los trastornos
mentales, como en los trastornos por estrés postraumático, trastornos por ansiedad y
depresión, psicosis esquizofrénicas y otras. Asimismo, constituye un factor de riesgo y
componente significativo en los trastornos por abuso y dependencia de sustancias

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