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IDENTIFICACIÓN DE ARRITMIAS
2022
1
ÍNDICE
1. ANATOMIA DEL CORAZÓN .............................................................. 5
9. TAQUICARDIA .................................................................................. 36
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9.2 Taquicardia Ventricular.............................................................. 36
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INTRODUCCIÓN
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1. ANATOMIA DEL CORAZÓN
El corazón está situado en el tórax por detrás del esternón y delante del
esófago, la aorta y la columna vertebral. A ambos lados de él están los pulmones.
El corazón descansa sobre el diafragma, músculo que separa las cavidades
torácica y abdominal. Se encuentra dentro de una bolsa denominada pericardio.
La bolsa pericárdica tiene dos hojas: una interna sobre la superficie cardíaca y
otra externa que está fijada a los grandes vasos que salen del corazón. Entre
ambas hojas existe una escasa cantidad de líquido para evitar su roce cuando
late. La superficie más externa del pericardio está fijada a las estructuras
próximas mediante ligamentos. Así, está unido por éstos al diafragma, la
columna vertebral y la pleura de ambos pulmones.
Esta constituido de afuera hacia dentro por epicardio (pericardio visceral),
miocardio (fibras musculares) y el endocardio (lamina endotelial que cubre el
interior del corazón).
Su eje longitudinal va de atrás hacia delante, de derecha a izquierda y de
arriba abajo (Fig. 1).
El tamaño y el peso varían en relación a la edad, sexo, estatura, grasa
epicardica y nutrición general. Los individuos delgados y altos, por lo general
tiene corazones verticales, las personas robustas se caracterizan por tener
corazones transversos. En personas adultas pesa alrededor de 250 a 350 g en
varones y 200 a 300 g en mujeres.
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1.2 Morfología Externa
El corazón tiene forma de cono invertido con la punta (ápex) dirigida hacia
la izquierda. En la base se encuentran los vasos sanguíneos que llevan la sangre
al corazón y también la sacan. Los vasos encargados de llevar la sangre al
corazón son las venas cavas superior e inferior y las venas pulmonares. Los
vasos que se ocupan de sacarla son la arteria pulmonar y la aorta. Las venas
cavas, que recogen la sangre venosa de todo el cuerpo, desembocan en la
aurícula derecha, y las venas pulmonares, que llevan la sangre oxigenada desde
los pulmones, terminan en la aurícula izquierda. También se observan dos
estructuras: una a la derecha de la aorta y otra a la izquierda de la arteria
pulmonar; se denominan orejuelas y forman parte de las aurículas. El corazón
tiene una cara anterior, una posterior y dos bordes: derecho e izquierdo. En la
superficie cardíaca se halla la grasa por la que avanzan las arterias y las venas
que irrigan el corazón, es decir, las arterias coronarias, que llevan sangre al
musculo cardiaco, y las venas coronarias, que la sacan.
La parte interna del corazón está constituida por cuatro cavidades: dos en
el lado derecho y dos en el izquierdo, de ahí que sea común hablar de corazón
derecho y corazón izquierdo. Las cavidades situadas en la parte superior se
denominan aurículas, y las dispuestas en la parte inferior, ventrículos. En
condiciones normales, las cavidades derechas no se comunican con las
izquierdas, pues se hallan divididas por un tabique muscular, denominado
tabique interauricular, que separa ambas aurículas; el tabique que distancia
ambos ventrículos se llama interventricular. En el tabique interauricular se
observa una zona delgada sin músculo, la fosa oval, que está formada por un
orificio tapado con una lámina de tejido membranoso, a modo de telón, en el lado
de la aurícula izquierda. En el feto no está cerrado y la sangre puede pasar de
una aurícula a otra. Normalmente, después del nacimiento el tabique se pega y
cierra la comunicación.
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Resumen
• El corazón consta de cuatro cavidades:
dos situadas a la derecha y dos a la izquierda. Las cavidades derechas e
izquierdas se encuentran separadas por un tabique.
• La aurícula derecha recibe la sangre venosa del cuerpo a través de la
válvula tricúspide. La sangre pasa al ventrículo derecho y a través de la válvula
pulmonar llega a su vez a la arteria pulmonar y a los pulmones.
• La aurícula izquierda recibe la sangre oxigenada desde los pulmones
por cuatro venas. La sangre pasa al ventrículo a través de la válvula mitral y del
ventrículo a la arteria aorta a través de la válvula aórtica. La aorta distribuye la
sangre oxigenada por todo el cuerpo.
• El miocardio o músculo cardíaco se irriga por las arterias coronarias.
Cada una de ellas lleva sangre oxigenada a una zona determinada del ventrículo
izquierdo. El corazón posee un generador de impulsos eléctricos, sistema de
conducción que hace que se contraigan las aurículas y los ventrículos, marcando
el ritmo cardíaco.
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mente, nos enfocaremos en la descripción de los mecanismos a través de los
cuales el miocito lleva a cabo el proceso contráctil y sus regulaciones fisiológicas
más importantes.
Las células miocárdicas son células musculares estriadas compuestas por
filamentos de actina y miosina, están rodeadas por una membrana llamada
sarcolema, la cual en sus extremos se engruesa sirviendo de punto de unión de
dos células miocárdicas. Estos puntos de unión se conocen por el nombre de
discos intercalares, que tienen una baja impedancia eléctrica y, por lo tanto, una
gran capacidad para la conducción del estímulo eléctrico de una célula
miocárdica a otra. El hecho de que el impulso eléctrico pueda ser transmitido
intercelularmente explica que el musculo cardíaco funcione como un sincitio.
Existen dos sincitios, uno en área atrial y otro en la ventricular, unidos ambos por
un cuerpo fibroso central denominado unión atrioventricular (Fig. 1.1).
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Automatismo o cronotropismo: Capacidad que posee una célula de
generar un potencial de acción por sí sola, sin necesidad de estímulo externo,
capaces de activar el tejido y producir una contracción.
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internodales) y a la función del miocardio como sincitio. Estos haces internodales
son tres: el anterior o Bachman, el medio o Wenckebach y el, posterior de Torel.
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Durante la diástole, en situación de reposo, la carga eléctrica en el interior
de la célula es negativa mientras que en el exterior es positiva.
Todas las células están polarizadas durante la sístole o relajación
ventricular y decimos que una célula esta polarizada cuando hay un equilibrio en
el número de cargas eléctricas negativas en el interior y positivas en el exterior.
(Fig. 1.3)
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provocara una curva conocida como curva del potencial de acción de
transmembrana (PAT). Esta curva la forman cinco fases:
Fase 0: corresponde a la fase de despolarización celular
Fase 1,2 y 3: Corresponden a la repolarización celular.
Fase 4: representa el potencial de reposo de transmembrana diastólico
(PRTD).
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3.3 Fases 1,2 y 3 del PAT
Toda célula que se ha despolarizado tiene la capacidad de volver a
recuperarse o repolarizarse, es decir, recuperar las cargas eléctricas que tenía
durante la fase de reposo.
La repolarización consta de dos partes, una lenta (fase 1 y 2), y una rápida
(fase 3). En la fase 1 se produce una entrada de iones de calcio (Ca) a través de
los canales lentos para este ion, cuyo inicio coincide con el punto J del
electrocardiograma, cuando el potencial eléctrico del interior de la célula
desciende a 0 mV. Durante la fase 2 o fase de meseta y la fase 3, se produce un
trasvase de iones de potasio (k) desde interior al exterior con el fin de compensar
las cargas positivas del exterior que se han perdido por la entrada previa de los
iones de sodio (Na) a través de los canales rápidos. Al finalizar la fase 3, la salida
de iones de potasio ha sido tal que la polaridad de la célula en su interior es igual
que al comienzo de la fase 0, es decir, de -90 mV.
En el electrocardiograma, el final de la 2 y 3 coincide con la aparición de
la onda T, y la fase 2 de meseta equivale al segmento ST. El final de la fase 3 se
asemeja a la fase 4 en el potencial eléctrico que existe en el interior de la célula,
es decir, en ambas fases es de -90 mV. En la fase 3 se produce una perdida
sustancial de iones de potasio (K) en el interior de la célula, que ha ganado iones
de sodio (Na). Por tal motivo, en la fase 4 se activa la bomba de sodio –potasio
que provoca la salida de iones de sodio (Na) del interior de la célula que se
intercambian por iones potasio (K) que ingresan en interior de esta, de forma que
se restablece no solo el equilibrio eléctrico, sino también el equilibrio iónico (Fig.
1.4).
4. CONCEPTO DE DIPOLO
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recta sobre la cual se sustenta el vector, y el sentido es el indicado por la punta
de la flecha. Si colocamos un electrodo en ambos extremos de la célula (Fig.
1.5), en el extremo que tiene la carga negativa se producirá una deflexión
negativa, ya que en este lugar el vector se aleja en todo momento del electrodo
explorador. En el extremo opuesto se producirá una onda monofásica positiva,
pues en todo momento el electrodo explorador se enfrenta al vector dipolo. Si
ahora colocamos un electrodo en el centro de la célula observaremos que, en un
primer tiempo, el vector se acerca al electrodo explorador produciendo una
deflexión positiva, a medida que el dipolo se aleja del electrodo positivo se
producirá una onda de deflexión negativa. Si colocamos electrodos en los puntos
intermedios, es decir entre los extremos y el electrodo central, se producirá una
onda, pero esta vez bifásica, es decir, con dos modos uno positivo que negativo
o viceversa, dependiendo de la colocación del electrodo explorador con respecto
al vector dipolo.
Figura 1.5
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5. CONCEPTOS GENERALES DE ELECTROCARDIOGRAFÍA
5.1 Electrocardiógrafo
El electrocardiógrafo es el aparato utilizado para la toma del
electrocardiograma, fue inventado desde 1893 por el fisiólogo holandés Willem
Einthoven y hasta 1903 se publica un EKG tomado con este invento que
revoluciono la cardiología moderna.
El electrocardiógrafo está compuesto por cuatro elementos: amplificador,
galvanómetro, sistema de inscripción y sistema de calibración (Fig. 1.6). El
corazón, para contraerse y ejercer su función de bomba, necesita ser
eléctricamente estimúlable. Estos estímulos eléctricos producen diferencias de
potencial, que pueden registrarse a través de un papel milimétrico. La actividad
eléctrica cardiaca se recoge a través de una serie de cables conectados a la
superficie corporal de la persona. Esta señal eléctrica se envía a un amplificador
que aumentara la pequeña diferencia de potencial que se ha producido en el
musculo cardiaco.
El amplificador que hace más grande la onda para que podamos
identificarla, está conectado a un galvanómetro, es decir, a un oscilógrafo cuya
función es la de mover una aguja inscriptora que imprimirá la corriente eléctrica
en un papel milimetrado. La aguja inscriptora se desplazará, en mayor o menor
grado, de acuerdo con la magnitud del potencial creado y lo hará hacia arriba o
hacia abajo según la polaridad de dicho potencial. Finalmente, el
electrocardiógrafo tiene un sistema de calibración y filtrado que evita que otros
tipos de corriente interfieran en la señal eléctrica cardiaca, el tiempo que permite
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la estandarización o calibración del electrocardiograma, de manera que un
potencial eléctrico de 1 mV produzca un desplazamiento de la aguja inscriptora
de 1 cm.
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5 Cuadros pequeños (1 cuadro grande) 0.2 seg.
25 Cuadros pequeños (5 cuadros grandes) 1 seg.
150 Cuadros pequeños (30 cuadros grandes) 6 seg.
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5.3 Tipos de Derivaciones del Electrocardiograma
La interpretación de las corrientes eléctricas del corazón se lleva a cabo
a través de derivaciones o puntos de observación. Estas derivaciones se dividen
en unipolares, bipolares y precordiales. Frank N. Wilson describió las
derivaciones unipolares que registran el potencial en un punto de la superficie
corporal del paciente. Se les antepone la letra “a” porque en los trabajos iniciales
los registros eran muy pequeños, por lo que era necesario aumentar la dimensión
de las deflexiones. Estas derivaciones son aVR (brazo derecho), aVL (brazo
izquierdo) y aVF (pierna izquierda). Éstas se llaman también derivaciones
unipolares de los miembros y en resumen observan el potencial de activación
del corazón sólo desde ese punto (brazo derecho, brazo izquierdo y pierna
izquierda). Las derivaciones bipolares cuantifican la diferencia de potencial entre
dos derivaciones unipolares y se expresan bajo las siglas DI, DII y DIII. Estas
derivaciones bipolares se conocen también como derivaciones estándar. La
derivación DI mide la diferencia de potencial entre aVL y aVR; la derivación DII
entre aVF y aVR; y la derivación DIII entre aVF y aVL. La relación de estas
derivaciones se muestra en un triángulo llamado triángulo de Einthoven (Fig.
1.8).
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Las derivaciones precordiales (V1 a V6) son también derivaciones
unipolares, es decir, registran la diferencia de potencial desde un solo punto,
pero en un plano horizontal.
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Fig 1.9
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5.6 Nomenclatura de las Ondas del Electrocardiograma
Electrocardiograma no es más que un conjunto de ondas que Einthoven
denomino P, Q, R, S, T y U de acuerdo con la consecuencia que estas se
inscriben en el tiempo. La onda P representa la despolarización de las aurículas
o también llamados atrios, el complejo QRS, la despolarización de los
ventrículos, y la onda T, la repolarización de los ventrículos (Fig. 2).
Figura 2
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Complejo QRS: este complejo es un conjunto de ondas que representa la
despolarización de los ventrículos. La duración del complejo oscila entre 0.06 y
0.10 seg. Este complejo tiene diferentes morfologías y puede ser
predominantemente positivo, negativo o bifásico, con una porción positiva y otra
Figura 2.1
negativa. De acuerdo con su morfología este recibirá una serie de letras según
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Intervalo PR: representa el retraso fisiológico que sufre el estímulo que
viene delos atrios a su paso por el nódulo atrioventricular. Este se mide
desde del comienzo de la onda P hasta el inicio de la onda Q o de la onda
R, por ello a este intervalo también puede llamársele intervalo PQ. intervalo
PR debe medir entre 0.12 y 0.20 seg. Cuando el intervalo PR es inferior a
los 0.12 seg, decimos que la conducción atrioventricular esta acelerado y
esto sucede en los síndromes de preexitacion. Si por el contrario es
superior a los 0.20 seg, decimos que la conducción atrioventricular está
enlentecida, es decir existe un bloqueo atrioventricular.
Intervalo QRS: este intervalo mide el tiempo total de despolarización
ventricular. Se mide desde el comienzo de la inscripción de la onda Q o R
hasta el final de la onda S. los valores normales de este intervalo se
encuentran entre 0.06 y 0.10 seg.
Segmento ST: es un periodo de inactividad que separa la despolarización
ventricular de la repolarización ventricular. Este segmento es normalmente
isoeléctrico y va desde el final del complejo QRS hasta el comienzo de la
onda T. Al punto de unión entre el final del complejo QRS y el segmento ST
se le llamo punto J. sirve para identificar cuando un segmento ST esta
desnivelado con respecto a la línea isoeléctrica, hecho de gran
trascendencia en el diagnóstico de la cardiopatía isquémica en los infartos
agudos.
Intervalo QT: el intervalo QT se extiende desde el comienzo del complejo
QRS hasta el final de la onda T y representa la sístole eléctrica ventricular,
o lo que es lo mismo, el conjunto de la despolarización y la repolarización
de los ventrículos. La medida de este intervalo depende de la frecuencia
cardiaca, de forma que el intervalo QT se acorta cuando la frecuencia
cardiaca es alta y se alarga cuando es baja.
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Las tres derivaciones bipolares en este sistema constan de una parte
positiva y otra negativa: la parte positiva de D1 se sitúa a 0° y la negativa a +180°;
la parte positiva de D2 a +60° y la negativa -120°; y la parte positiva de D3 se
sitúa a +120° y la negativa a -60°. Este sistema queda dividido en seis porciones
de 60° llamadas sextantes de Bailey (Fig. 2.2).
Si ahora desplazamos las derivaciones monopolares de los miembros, tal
y como están representadas en la figura 2.2, tenemos un sistema de seis ejes,
en la que la parte positiva de aVR está a -150° y la negativa a +130°, la parte
positiva de aVL está a -30° y la negativa a +150° y la parte positiva de aVF a
+90° y la negativa a -90°. Es importante conocer el sistema hexaxial de Bailey
para calcular el eje eléctrico.
Figura 2.2
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S: Segmentos
I: Isquemias
H: Hipertrofias
E: Eje eléctrico
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Figura 2.2
Figura 2.3
Figura 2.4
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(o R' si está es la última onda). Su valor normal está comprendido entre 0.06 s y
0.10 s.
6.4 Segmento ST
6.5 Intervalo QT
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que se divide el valor del intervalo QT no corregido por la raíz cuadrada del
intervalo RR. Así tenemos.
𝑄𝑇 𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑔𝑖𝑑𝑜
QTc =
√𝐼𝑛𝑡𝑒𝑟𝑣𝑎𝑙𝑜 𝑅𝑅
El QRS tiene una serie de ondas que pueden ser positivas o negativas y
esto viene definido por la dirección que tienen los vectores eléctricos del corazón.
Cuando el vector se dirige hacia una derivación, el QRS será tanto más positivo
cuanto más directamente se dirija el vector a dicha derivación. Y el QRS será
más negativo cuanto más directamente se aleje el vector de esa derivación.
El eje normal se sitúa entre los 0º y los +90º. Si se sitúa entre los 0º y los
-90º décimos que está desviado a la izquierda y si se sitúa entre los +90º y los
180º estará desviado a la derecha. Entre -90º y 180º el eje se considera
indeterminado.
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hexaxial de Bailey. Para ello se mide la amplitud neta y la dirección del complejo
QRS en dos de las tres derivaciones estándar, las derivaciones D1 y D3 y os
valores obtenidos se transportan al sistema hexaxial de Bailey. Luego se trazan
líneas perpendiculares a las dos derivaciones estándar elegidas y se calcula el
vector resultante que representa el vector medio del QRS. (fig. 2.5).
Figura 2.5. calculo del eje QRS en el, plano frontal del electrocardiograma. Para
ello se determina la suma algebraica de R y S en D1 y se inscribe el valor en el sistema
hexaxial de Bailey y lo mismo se hace con la derivación D3. La intersección de ambas
perpendiculares a D1 y D3 determinan el eje eléctrico en él, plano frontal que en este caso
se encuentra, aproximadamente, en 80⁰. En la parte inferior de la figura se representa
nemotécnicamente como D1 es perpendicular a aVF, D2 a aVL y D3 a aVR.
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5. La frecuencia cardiaca debe estar entre los 60 y los 100 latidos por
minuto. Si es inferior a 60 latidos por minuto decimos que existe bradicardia
sinusal, y cuando supera los 100 latidos por minuto decimos que hay taquicardia
sinusal.
Figura 2.6
7.1 Arritmia
Se dice que existe una arritmia cuando los elementos que componen el
electrocardiograma se encentran fuera de los parámetros normales. Existen
diferentes formas de clasificar las arritmias cardiacas. Una forma sencilla es
dividiéndolas en ritmos hiperactivos y ritmos hipoactivos, también llamados
ritmos rápidos y ritmos lentos o activos o pasivos, o simplemente taquiarritmias
o bradiarritmias.
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La bradicardia es un hallazgo frecuente en el contexto de pacientes
hospitalizados. Algunas veces se detecta de manera incidental y se minimizan
sus implicaciones clínicas. No obstante, en ocasiones se asocia con la presencia
de síntomas o compromiso hemodinámico en los pacientes que ameritan una
intervención adicional. La etiología de la bradicardia no siempre es fácil de
determinar y no es extraño que se inicien múltiples estudios con el fin de aclarar
el porqué de la situación (Fig. 2.7).
Figura 2.7 El ritmo muestra onda P precedido del complejo QRS, con RR regular y
frecuencia cardiaca de 50 lpm.
8. BLOQUEOS ATRIOVENTRICULARES
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8.1 Bloqueo de Primer Grado
Figura 2.8. Bloqueo atrioventricular de primer grado con PR de 290 ms o 0,29 s. con
bradicardia sinusal de 36 lpm.
Wenckebach
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enlentecimiento progresivo de la conducción a través del nodo AV se llama
fenómeno de Wenckebach (Fig. 2.9).
Desde el punto de vista electrocardiográfico, el bloqueo AV de segundo
grado Mobitz I o tipo Wenckebach se caracteriza por:
1. Alargamiento progresivo del intervalo PR hasta que una onda P se
bloquea, es decir, no sigue de un complejo QRS.
2. Acortamiento progresivo de los intervalos RR hasta que una onda P se
bloquea.
3.El complejo QRS es por lo general de características normales.
4. El intervalo RR que contiene la onda P bloqueada es más corto que la
suma de dos intervalos PP.
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Figura 3. Bloqueo atrioventricular de segundo grado Mobitz II. Loa tres primeros
estímulos sinusales son conducidos de la forma normal a los ventrículos y con un segmento
PR constante de 170 ms. De forma súbita una onda P no se conduce a los ventrículos
(flecha).
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8.7 Bloqueo Atrioventricular Completo
Figura 3.1 Bloqueo AV completo o de tercer grado. No existe relación entre las ondas
P y los complejos QRS (disociación AV) en el bloqueo AV de tercer grado. La frecuencia de la
onda P es mayor que la de QRS. El ritmo subyacente aquí es un ritmo de escape de la unión
con complejos QRS estrechos y una frecuencia de aproximadamente 65 latidos/minuto.
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9. TAQUICARDIA
Figura 3.3
36
9.3 Taquicardia Ventricular Polimórfica
37
9.4 Fibrilación Auricular
Figura. 3.6. Fibrilación auricular con ritmo irregular y complejos QRS estrechos
Figura 3.7. Fluter auricular con ritmo regular y complejo QRS estrecho.
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9.6 Extrasístoles Ventriculares
Figura 3.9. Fibrilación Ventricular. Ritmo caótico equivalente a parada cardiaca que
requiere atención cardiovascular avanzada.
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10. SINDROMES CORONARIOS AGUDOS
10.1 Concepto
10.2 Etiología
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circulación regional y la perfusión tisular. Tal proceso evoluciona hacia la rotura
o erosión de la misma placa ateroesclerosa, con la consecuente superposición
de un trombo que ocluye aún más la luz del vaso. A este fenómeno se lo
denomina aterotrombosis y se lo puede considerar como un proceso agudo. La
rotura o erosión de la placa de ateroesclerosis, con la incorporación o
superposición de un trombo que ocluye la luz del vaso arterial, compromete
gravemente la circulación regional y la perfusión tisular.
Existen otras causas que afectan el flujo arterial coronario, pero estos
procesos se presentan con menor frecuencia y deben considerarse después de
descartar la causa aterotrombótica (Cuadro 14-2). Por su frecuencia, el
desequilibrio entre el aporte y la demanda de oxígeno miocárdico es acaso la
segunda opción etiológica.
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Sin puntuación especifica en las evaluaciones de riesgo cardiovascular pero en
relación con enfermedad coronaria
Segmento ST
42
el vaso arterial obstruido; véase más adelante) puede alterar la apariencia
macroscópica y microscópica.
10.3.2 Síntomas
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El dolor retroesternal opresivo descrito (angina como síntoma) también se
encuentra en la angina crónica estable (entidad nosológica; véase el capítulo
sobre cardiopatía isquémica crónica), por lo que deben reunirse ciertas
propiedades adicionales para referirse de manera específica a un cuadro clínico
consistente con un IMCEST. Éstas son las siguientes:
1. Angina prolongada (definida como aquella que dura más de 20
minutos).
2. Angina que se presenta en reposo.
3. Angina de nueva aparición (conocida como angina de novo; es
decir, el primer episodio de esta naturaleza que experimenta el
paciente).
4. Cambio del patrón de presentación: un paciente con diagnóstico
establecido de angina crónica estable que se modifica y se torna
más frecuente, más intensa, con mayor duración o con menores
esfuerzos. A este patrón se lo ha denominado angina in crescendo.
5. El dolor puede acompañarse de síntomas como disnea, diaforesis,
náusea, sensación defecatoria, fatiga, mareo, lipotimia o síncope.
En consecuencia, el paciente con una o varias de estas características
muestra un cuadro clínico consistente con un SICA. Como se mencionó ya, el
dolor precordial y sus características señaladas es típico de cualquiera de los
tres síndromes coronarios agudos (angina inestable, infarto de miocardio sin
elevación del segmento ST e infarto de miocardio con elevación del segmento
ST). Sin embargo, cuando el dolor es muy intenso y prolongado (la referida
“sensación de muerte inminente”), debe pensarse más en un infarto de miocardio
con elevación del segmento ST.
Algunos experimentan un dolor torácico no opresivo o sólo en los sitios en
los que se irradia por lo regular el dolor retroesternal (p. ej., dolor sólo en el cuello
o el brazo izquierdo), o bien ausencia absoluta de dolor, pero presencia de
manifestaciones como disnea o síncope. Las presentaciones atípicas incluyen
las siguientes:
1. Dolor torácico de tipo punzante o con características pleuríticas.
2. Dolor o molestia en mandíbula, cuello, hombros, brazos o espalda,
en ausencia de dolor torácico.
3. Dolor epigástrico o indigestión; pirosis.
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4. Disnea como síntoma único.
5. Debilidad, mareo, lipotimia y síncope como síntomas únicos.
10.3.3 Signos
Exploración física
Se debe comenzar con los signos vitales (incluida la oximetría de pulso),
continuar con el habitus externo y concluir con la valoración de los diferentes
segmentos corporales en orden cefalocaudal, con particular atención en la
exploración cardiopulmonar (auscultación cardiaca, auscultación pulmonar,
evaluación de los pulsos periféricos, llenado capilar, etc.). Los datos que pueden
obtenerse en el paciente que cursa con un SICA son muy variables, desde el
individuo que tiene una exploración física prácticamente normal hasta aquel que
revela signos francos de choque cardiogénico.
Signos vitales
Los signos vitales pueden arrojar datos muy valiosos. La taquicardia
puede deberse a varias causas: dolor o ansiedad (por el episodio coronario
agudo), respuesta inflamatoria sistémica (debida al SICA per se), signos de
insuficiencia cardiaca (desde la congestión pulmonar incipiente hasta el
choque cardiogénico) o una taquiarritmia en el contexto del SICA. Un
paciente con hipertensión puede cursar con incremento de la actividad
simpática o bien ubicarse en el contexto de una emergencia hipertensiva,
cuyo órgano blanco es el miocardio, por lo que las medidas para tratar el
descontrol de la presión arterial son tan imprescindibles como las del episodio
coronario agudo. La hipotensión puede revelar disfunción ventricular
izquierda, insuficiencia ventricular derecha, consecuencias hemodinámicas
de una taquiarritmia o bradiarritmia inestables o ser una manifestación de una
complicación mecánica (rotura del tabique interventricular, rotura de la pared
libre o insuficiencia mitral aguda grave por disfunción o rotura del músculo
papilar).
La taquipnea puede expresarse en la forma de dolor, ansiedad o
insuficiencia cardiaca. La bradipnea (aunada a datos clínicos de deterioro
neurológico o hemodinámico) revela un trastorno muy grave que pone al
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paciente en riesgo de paro respiratorio o cardiorrespiratorio. La temperatura
corporal no presenta casi nunca grandes oscilaciones. En algunos casos
puede haber febrícula o fiebre como efecto de un síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica y no en todos los casos de un proceso infeccioso. Una
oximetría de pulso > 90% indica que el paciente tiene cierta estabilidad
cardiopulmonar y no hace indispensable la administración de oxígeno
complementario. Una saturación de oxígeno < 90% puede orientar hacia
insuficiencia cardiaca (que puede incluso estar en evolución o encontrarse ya
en el contexto de un edema agudo pulmonar), una complicación mecánica
del SICA o una afección pulmonar previa (p. ej., enfermedad pulmonar
obstructiva crónica). En este caso es necesaria la administración de oxígeno
complementario a través del dispositivo que permita elevar la saturación por
arriba de 90% (puntas nasales, mascarilla con bolsa reservorio, etc.) y, desde
luego, el manejo para tratar la insuficiencia cardiaca y la inestabilidad
hemodinámica final. Todas estas consideraciones se realizan con el fin de
destacar la importancia de valorar las constantes vitales.
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Figura 4.1. Electrocardiograma de un SICASEST. Desnivel negativo del segmento ST
(flechas) en DI, aVL y V3 a V6 (lesión subendocárdica).
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Figura 4.3. Electrocardiograma en el infarto con elevación del segmento ST.
Obsérvese la gran elevación del segmento ST en las derivaciones V1 a V6 (flechas), lo que
representa un infarto en la cara anterior. A este tipo de patrón electrocardiográfico también se
lo denomina lesión subepicárdica.
1. Nueva elevación del segmento ST en por lo menos dos derivaciones electroanatómicas contiguas* con los
siguientes puntos de corte:
a) ≥ 0.1 mV en todas las derivaciones, excepto V2 y v3
b) ≥ 0.25 mV en hombres <40 años en V2 y V3
c) ≥ 0.20 mV en hombres ≤ 40 años en V2 y V3
d) ≥ 0.15 mV en mujeres (cualquier edad) V2 y V3
e) En las derivaciones V7, V8, V9: ≥ 0.1 mV en hombres <40 años; ≥0.05 mV en el resto de la población
f) En las derivaciones V3R y V4R: ≥ 0.1 mV en hombres <30 años; ≥0.05 mV en el resto de la
población
*Véase los cuadros 15-5 y 15-6. IMCEST: Infarto del miocardio con elevación del segmento ST; mV: milivoltios.
0.1 mV =1 mm en el papel del electrocardiograma: R: right (derecho).
Anterior V1 a V6
Lateral/apical DI a VL
Inferior DII, DIII a VF
Pared libre del ventrículo derecho V3R, V4R
Pared inferobasal V7, V8, V9
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En términos generales, la cara anterior del corazón está irrigada por la
arteria descendente anterior, la cara lateral por la circunfleja y la cara inferior
por la coronaria derecha (Figura 4.4).
Figura 4.4. La cara anterior del corazón muestra dos de los grandes vasos (aorta y
arteria pulmonar) y los tres vasos arteriales epicárdicos mayores: descendente anterior,
circunfleja y coronaria derecha.
13. BIOMARCADORES
49
es la tercera definición universal del infarto del miocardio, en la cual el
diagnóstico bioquímico de esta entidad se debe efectuar preferiblemente con
troponinas.
Las troponinas son proteínas que conforman parte del aparato
contráctil del corazón (ubicadas en los filamentos delgados de actina). Se
integran con tres subunidades: troponina T (TnT), troponina I (TnI) y troponina
C (TnC); en conjunto se denominan troponinas cardiacas (cTn) y en la práctica
clínica habitual sólo se cuantifican y analizan las subunidades TnT y TnI. Su
concentración se incrementa en las primeras tres horas tras el inicio del
cuadro (aunque pueden retrasarse de 8 a 12 h) y permanecen elevadas hasta
dos semanas.
Un valor de troponina por arriba del percentil 99° del límite superior de
referencia es el punto de corte para considerar la presencia de necrosis
miocárdica y, por lo tanto, el diagnóstico de infarto del miocardio (sin elevación
del segmento ST [IMSEST] y con elevación del segmento ST [IMCEST]).
13.1 Tratamiento
50
13.2 Establecimiento del Diagnóstico de IMCEST
51
2. Ácido acetilsalicílico. La formación del trombo es el fenómeno
desencadenante del IMCEST, por lo que se requiere una pronta intervención
para contrarrestar dicho proceso. Esta importante labor recae de modo inicial en
la administración de ácido acetilsalicílico, el cual es un antiagregante plaquetario
que inactiva de forma irreversible a la enzima ciclooxigenasa con lo que se
suprime la producción de tromboxano A2, elemento esencial para la activación y
luego la agregación plaquetaria.
La posología recomendada incluye una dosis de carga de 150 a 325 mg
por vía oral (VO), presentación en tabletas (sin capa entérica), para posibilitar
una rápida absorción. Con posterioridad se administra una dosis de
mantenimiento de 75 hasta 325 mg al día VO (por lo regular se administran 100
mg al día como dosis de mantenimiento). En este contexto, el ácido
acetilsalicílico debe continuarse después del alta hospitalaria de manera
indefinida. Las contraindicaciones para este fármaco son alergia y hemorragia
gastrointestinal reciente o activa.
3. Tratamiento analgésico. Se instituye con narcóticos opiáceos y la
morfina es el más estudiado. Este fármaco tiene potentes efectos analgésicos y
ansiolíticos, así como acciones hemodinámicas que pueden ser benéficas en el
contexto del IMCEST ya que causa venodilatación y reducción discreta de la
frecuencia cardiaca y la presión arterial sistólica. La hipotensión y la depresión
respiratoria son las complicaciones más graves con el suministro excesivo de la
morfina.
La dosis depende de la edad, el peso y la hemodinámica del paciente. La
posología recomendada es de 2 a 8 mg por vía IV, con la posibilidad de repetir
la dosis cada 5 a 15 min hasta liberar al paciente de dolor y mantenerlo
confortable. De no contar con morfina pueden utilizarse otros narcóticos como
nalbufina, buprenorfina o fentanilo, pero es preciso acatar las recomendaciones
del proveedor del medicamento, apegarse a los protocolos institucionales y
asesorarse con el personal médico familiarizado con la administración de estos
fármacos. Las contraindicaciones para los analgésicos opiáceos son
hipotensión, bradicardia, datos de depresión respiratoria y letargia.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como diclofenaco,
naproxeno, ibuprofeno, ketoprofeno, piroxicam, meloxicam, indometacina, entre
52
otros, están completamente contraindicados, dado que su uso se ha acompaña
de efectos cardiovasculares adversos y complicaciones mecánicas.
Consideraciones sobre la nitroglicerina. Si bien la nitroglicerina es parte
importante del manejo inicial del SICASEST, en el IMCEST no juega un papel
tan determinante. Aunque puede atenuar los síntomas y signos de la isquemia
miocárdica a través de la reducción de la precarga y del aumento del flujo
sanguíneo coronario, en general no disminuye el daño miocárdico relacionado
con la oclusión arterial coronaria del vaso epicárdico afectado (a menos que un
fenómeno de vasospasmo ejerza una acción significativa).
La regla “MONA” debe abandonarse porque aspira a ser más una “receta
de cocina” que un intento racional por instituir un tratamiento. La administración
de medicamentos no sólo no debe seguir el orden que propone dicha
nemotecnia, sino que además no todos los pacientes necesitan oxígeno ni todos
reciben nitroglicerina.
El tratamiento de reperfusión está indicado en todos los pacientes con datos clínicos y
electrocardiográficos de IMCEST y cuyo inicio de los síntomas se encuentre dentro de las primeras
12 horas.
La forma de reperfusión preferida es la ICP, cuando esta puede realizarla de modo oportuno un
equipo experimentado.
Si han transcurrido >12 h luego del inicio los síntomas, el tratamiento de reperfusión se reserva
para los pacientes que tengan evidencia de isquemia en curso o cuando el dolor o los cambios en el ECG
sean intermitentes. En este caso, la medida de reperfusión preferida es la ICP
IMCEST: infarto del miocardio con elevación del segmento ST, ICP intervención coronaria
percutánea ECG electrocardiograma.
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Cuadro 15-11 Factores de riesgo coronario
Contraindicaciones absolutas
Contraindicaciones relativas
Hemorragia gastrointestinal en el último mes
Accidente isquémico transitorio en los seis meses previos
Tratamiento anticoagulante oral
Gestación o primera semana posparo
Hipertensión arterial sistémica descontrolada (presión sistólica >180 mm Hg o presión
arterial diastólica 110 mm Hg)
Enfermedad hepática avanzada
Endocarditis infecciosa
Úlcera péptica activa
Cirugía mayor en las ultimas tres semanas
Punciones vasculares no comprensibles
RCP prolongada (>10 min) o traumática*
*RCP: Reanimación cardiopulmonar
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS
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