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INTRODUCCION
El luchador de la Universidad Estatal de Iowa Cael Sanderson obtuvo un
impresionante récord de victorias sin derrotas (159 victorias y 0 derrotas) durante
su carrera en la lucha universitaria, que culminó con su cuarto título consecutivo
de la Asociación Nacional de Deportes Universitarios (National Collegiate Athletic
Association) en el campeonato nacional de 2002. Si bien es posible que nunca se
vuelva a ver semejante éxito deportivo, la persecución de la excelencia en la
mayoría de los deportes con altas demandas fisiológicas debería tener su base en
programas de acondicionamiento y entrenamiento de la fuerza efectivos que
complementen y mejoren las destrezas técnicas de los luchadores. Aparte de los
luchadores genéticamente dotados, para ganar en la lucha se requieren de
diversos elementos esenciales que normalmente deben aplicarse bajo condiciones
de fatiga, incluyendo altos niveles de fuerza dinámica e isométrica,
acondicionamiento aeróbico y anaeróbico, velocidad, flexibilidad y potencia. La
complejidad de las demandas de la lucha sugiere la necesidad de un programa de
acondicionamiento y entrenamiento de la fuerza altamente integrado e
individualizado. El propósito del presente artículo es examinar algunos de los
mecanismos fisiológicos de la lucha y ofrecer algunas sugerencias para el diseño
de programas de entrenamiento de sobrecargas para luchadores.
Impacto de un Único Combate
Impacto de un Torneo
Figura 2. Reducción en la fuerza de prensión palmar durante un torneo estilo libre con 3 combates en el día 1
y 2 combates en el día 2. Adaptado de datos de Kraemer et al (6). Cada combate mostró provocar una
reducción en la fuerza de prensión, que continuó reduciéndose y lo cual derivó a que en el combate por el
campeonato, combate número 5, no se observaran cambios en la fuerza de prensión entre las mediciones pre
y post combate.
Fuerza y Potencia
El éxito en la lucha requiere de altos niveles tanto de fuerza como de potencia; sin
embargo, cada luchador tiene un estilo distintivo y por lo tanto pueden utilizarse
diversas estrategias que afectarán el diseño de cada programa individual de
entrenamiento. Por ejemplo, algunos luchadores pueden realizar varias acciones
ofensivas en un corto período de tiempo, mientras que otros pueden ser más
defensivos y enlentecer las acciones de un combate. No obstante, los niveles
umbrales de fuerza y potencia corporal total son factores importantes que deben
ser utilizados para dar a cada luchador el acondicionamiento de base. La falta de
fuerza y potencia puede observarse cuando un luchador falla en su intento de
llevar al oponente de regreso al tapiz luego de un intento de escape o es incapaz
de finalizar un lance debido a la falta de fuerza explosiva en sus caderas. Durante
estas circunstancias comunes, un luchadores necesita exhibir una gran potencia
estructural para colocar sus caderas debajo de su oponente y levantarlo del tamiz
en forma explosiva. Por lo tanto, en el programa de entrenamiento deben incluirse
ejercicios derivados del levantamiento olímpico y levantamientos que tengan como
objetivo fortalecer la zona central del cuerpo, y estos deben ser llevados a cabo
tanto con cargas máximas como submáximas. El siguiente es un ejemplo de
ejercicios que pueden incluirse en un protocolo para el entrenamiento de la fuerza
y la potencia:
Sentadillas
Estocadas
Sentadillas laterales
Saltos desde media sentadilla
Cargadas de potencia
Envión colgante desde la rodilla
Envión colgante desde la cadera
Cargadas de potencia a una mano (con mancuernas)
Cargadas de potencia a una pierna (con mancuernas)
La carga para dichos ejercicios debería seguir algún modelo de periodización (1).
Es importante que la fuerza de base se mantenga cuando se realiza el
entrenamiento de la potencia con cargas ligeras, con aproximación a la máxima
producción de potencia mecánica (i.e., 30-45% de una repetición máxima [1RM]).
Otro factor importante que debe ser considerado a la hora de diseñar un programa
de entrenamiento específico para la lucha es la determinación de el grado de
hipertrofia muscular deseado; sin embargo, las ganancias que estén asociadas
con el crecimiento normal deberían ser aceptadas. Los atletas que se encuentran
en sus primeros años de bachillerato pueden ver afectados sus patrones de
crecimiento al momento en que está comenzando la pubertad, especialmente con
la combinación de restricción calórica y entrenamiento de sobrecarga, con lo cual
hay una mayor degradación que síntesis de proteínas musculares. Por lo tanto el
cuerpo técnico (i.e., el entrenador principal, el profesional de medicina deportiva y
el preparador físico) deben determinar cuidadosamente y todos los años, la
categoría ideal de peso de los atletas jóvenes en lugar de sugerir la participación
en la menor categoría posible. Muchos estados han implementado programas de
certificación de peso corporal como un intento de reducir este problema en el nivel
escolar.
Una investigación reciente ha mostrado que uno tiene la posibilidad de elegir entre
un entrenamiento de potencia de “calidad” y un entrenamiento de potencia
orientado a la “resistencia”. Las series no deberían contener más de 6
repeticiones, y nuestros datos no publicados sugieren que 3 serían las óptimas.
De hecho, solo 1 o 2 repeticiones, en una serie de 6, deberían realizarse al o por
encima del 90% de la potencia pico. Con cargas menores al 90% se estaría
entrenando el componente de resistencia a niveles submáximos de excitación
neuromuscular, lo cual podría ser consecuencia de la incapacidad para acelerar la
masa que está siendo levantada. Este concepto requiere mayor investigación,
especialmente en el contexto de lo que pueden considerarse levantamientos
exitosos en estado de fatiga. Por lo tanto, cuando se diseña una sesión de
entrenamiento de potencia de “calidad” es importante la comunicación entre los
entrenadores para asegurarse que el atleta esté bien descansado; ya que de lo
contrario no podrá entrenarse de forma efectiva la capacidad de potencia pico de
los luchadores. Por otra parte, si la resistencia a la potencia es el objetivo de una
sesión particular de entrenamiento, se deberían determinar apropiadamente las
cargas y repeticiones de entrenamiento (e.g., 8-10 RM en 2-3 series) para utilizar
en estado de fatiga.
Entrenamiento Pliométrico
Tren superior: ejercicios con balones medicinales tales como, pase de pecho,
lanzamiento hacia arriba y adelante, lanzamientos hacia atrás, flexiones de brazos
pliométricas.
Núcleo: pasar por arriba y debajo de una valla o soga, tirones dinámicos con
bandas elásticas, lanzamientos utilizando las caderas.
Los tobillos, rodillas, espalda, hombros y cuello son los sitios característicos de
lesión en la lucha. Aunque muchos de los ejercicios prescitos para el
entrenamiento de la fuerza en la lucha pueden cubrir ciertos aspectos en la
prevención de lesiones, se deberían adicionar ejercicios específicos para cubrir
algunas debilidades específicas. La carga puede ser variable (de moderada a
ligera); sin embargo, se debe tener cuidado cuando se ejerciten estas áreas del
cuerpo. Algunas sugerencias son las siguientes: