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EL SUELO
El suelo es la capa superior de la tierra donde se desarrollan las raíces de las plantas.
Esta capa es un gran depósito de agua y nutrientes para que los vegetales puedan
realizar su proceso de fotosíntesis, crecer y producir cosechas.
También se puede decir que el suelo es la capa de materiales orgánicos y minerales que
cubren la corteza terrestre y es donde las plantas desarrollan sus raíces y toman las
sustancias esenciales para su crecimiento.
El suelo perdido o erosionado se deposita en otros lugares, dando origen a nuevos suelos
así:
- Suelos de aluvión: Formados por el arrastre de las aguas. Son suelos demasiado
fértiles ya que se forman por diferentes capas arables de suelos originados de rocas
madres. Se encuentran en zonas planas y a orillas de ríos y quebradas.
- Suelos eólicos: Son formados por la acumulación de partículas arrastradas por el
viento. También son suelos fértiles que vienen de capas arables de suelos derivados
de roca madre. Se pueden encontrar en zonas planas o montañosas.
La materia orgánica son los desechos de animales y vegetales vivos o muertos que una
vez en descomposición se mezclan con material mineral proveniente de la desintegración
y descomposición de las rocas que originan el suelo.
El agua permite devolverle al suelo la humedad que requiere y disuelve los minerales para
que las raíces de las plantas los puedan tomar. El agua cargada de gas carbónico forma
ácido carbónico (H2O + CO2 = H2CO3) que ataca los minerales formando carbonatos con
elementos como el calcio, magnesio, potasio y sodio.
El aire acelera las reacciones que transforman la roca en suelo y es utilizado por las
plantas y los organismos que transforman y descomponen la materia orgánica del suelo
para respirar.
La formación de los suelos es muy lenta y para formarse una delgada capa se necesitan
muchísimos años (proceso de meteorización de la roca madre).
Fase sólida: Está formado por materia mineral y orgánica; la materia mineral está
compuesta por partículas de varios tamaños, como son la arena, el limo y la arcilla, que
ocupan un 45% del total en volumen; la materia orgánica ocupa 5% del total del volumen,
e incluye residuos vegetales en descomposición y organismos en vida activa.
Fase líquida: Está constituido por el agua con sustancias en solución y ocupa una parte o
todos los espacios porosos entre las partículas sólidas. Su contenido puede ser variable
de acuerdo a las condiciones del suelo. En volumen ocupa un 25%.
Fase gaseosa o de vapor: Ocupa aquellos espacios que se encuentran vacíos, es decir,
los poros que no son ocupados por el agua. En volumen ocupa un 25%
EL PERFIL DEL SUELO
El suelo está compuesto por varias capas u horizontes que se forman a medida que la
roca se fragmenta o se desintegra y se mezcla con la materia orgánica. Estas capas
forman el perfil del suelo y lo podemos observar al realizar un corte vertical o al hacer un
hoyo en el terreno (calicata).
- Roca Madre
Es la roca de la cual se formó el suelo.
PROPIEDADES DEL SUELO
a. Propiedades Físicas
Las propiedades físicas del suelo son el color, la textura, la estructura, la porosidad, la
permeabilidad, la profundidad efectiva y el drenaje.
Color: Es una de las características que guarda relación directa con la temperatura, la
dinámica de los elementos y la movilidad del agua en el suelo, el contenido de materia
orgánica, la cantidad de organismos, la evolución de los suelos, etc.
Los suelos de color más oscuro son más ricos en materia orgánica y por lo tanto de N-P-K
y su disponibilidad depende de las condiciones que favorezca su mineralización. Los
colores pardos, rojizos y amarillentos, indican que los suelos son bien aireados y no se
encharcan y estos colores son debidos a óxidos de hierro. Son suelos ácidos y pobres en
la mayoría de elementos nutritivos para las plantas. Los colores grises y manchados de
verde azuloso, indican que los suelos permanecen mucho tiempo encharcados y son
carentes de oxigeno, presentan altas concentraciones de hierro, manganeso y azufre y
deficiencia de nitrógeno.
En las regiones húmedas, cuando los suelos son muy claros indican baja productividad
porque las plantas se desarrollan con deficiencia. Se presenta en horizontes arenosos en
donde predomina el cuarzo o en suelos con presencia de sales como carbonatos y
sulfatos o caolín.
Los suelos están formados por partículas que reciben distintos nombres según sea su
tamaño.
Si los suelos tienen muchas arenas, se dice que son arenosos (Ar), son granulosos y
ásperos, no se encharcan, son fáciles de cultivar, pero son muy pobres en nutrientes para
las plantas. Cuando están secos se desmoronan fácilmente. Son suelos que tienen
problemas para las plantas permanentes o semipermanentes ya que su sistema radicular
no se puede amarrar bien y pueden sufrir volcamiento con el tiempo.
Si los suelos contienen muchos limos, se denominan suelos limosos (L), son partículas
muy suaves al tacto y se sienten como talco, no presentan pegajosidad ni plasticidad.
Estos suelos son buenos en nutrientes, conservan buena humedad, ayudan a la fijación
de las plantas y tienen buen drenaje.
Los suelos que contienen muchas partículas de arcilla, se llaman suelos arcillosos (A) y
se conocen como suelos pesados o gredosos, se encharcan fácilmente, cuando están
húmedos son pegajosos y cuando están secos forman una masa. Son ricos en nutrientes
para las plantas ya que retienen los elementos nutritivos.
Cuando los suelos tienen cantidades más o menos iguales de arenas, limos y arcillas, se
conocen como suelos de textura franca (F) y son los mejores porque son fáciles de
cultivar, no se encharcan y son ricos en nutrientes para las plantas. Estos suelos al tacto
se sienten suaves y facilitan el enraizamiento de las plantas.
Los suelos pedregosos, son los que tienen muchas piedras grandes y pequeñas y son
difíciles para cultivar.
Porosidad: El suelo contiene pequeñas cavidades o poros por los cuales penetran el aire
y el agua.
En los suelos compuestos por partículas grandes como las arenas, los poros son grandes
(macroporos) y el aire y el agua penetran fácilmente. Los macroporos son los
responsables del drenaje y la aireación del suelo.
Los suelos arenosos poseen buen drenaje y aireación, pero insuficiente humedad
aprovechable.
En los suelos que contienen partículas más pequeñas como las arcillas, los poros son
muy pequeños (microporos) y el agua y el aire no penetran con facilidad. Los suelos con
alta proporción de microporos tienen alta capacidad de retención de agua aprovechable,
pero poseen mal drenaje y las plantas mueren por carencia de oxigeno en la zona
radicular.
Es deseable que en los primeros 20 ó 30 cm. del perfil del suelo (capa arable) se tenga
una alta proporción de macroporos que asegure una adecuada aireación, mientras que en
los horizontes inferiores un predominio de la microporosidad asegura un adecuado
almacenamiento de humedad para las plantas.
Profundidad efectiva: Se refiere a la profundidad a la cual pueden llegar las raíces de las
plantas para buscar alimento sin tropiezos ni obstáculos.
Un suelo es muy superficial cuando las raíces de las plantas penetran muy poco (menos
de 50 cm.), porque encuentran tropiezos u obstáculos. En estos suelos lo mejor es
establecer cultivos transitorios (frijol, papa, maíz, hortalizas) o pastos.
El drenaje interno es la rapidez con que el agua se mueve dentro del suelo. En los suelos
arcillosos o gredosos, el agua se mueve muy lentamente y por eso se encharcan.
El drenaje externo es la rapidez con que el agua se escurre por la superficie del terreno.
El agua de escorrentía o escurrimiento es el agua que no penetra en el suelo después de
un aguacero, o lo hace lentamente y corre sobre la superficie del terreno hasta llegar a un
arroyo o río. Esta agua produce erosión porque arrastra partículas de suelo.
b. Propiedades Químicas
Las propiedades químicas más importantes del suelo son: el pH, la CICE y la fertilidad.
Las propiedades químicas del suelo están relacionadas con la capacidad del suelo en
suministrar nutrientes y depende de la medida de las cargas eléctricas negativas que
hacen posible que el suelo retenga los nutrientes.
Todos los pH menores de 7 son ácidos y todos los pH mayores de 7 son alcalinos y en la
práctica los suelos cuyo pH está entre 6.5 y 7.5 se llaman neutros.
Los suelos con pH comprendidos entre 5.6 y 6.0 ordinariamente no contienen cantidades
tóxicas de aluminio y manganeso, pero el pH menor de 6.0 restringe la absorción de
nitrógeno por las plantas leguminosas y además puede causar graves perturbaciones
fisiológicas a los cultivos.
Por lo general y como orientación para los productores se puede decir que en los suelos
ácidos predomina una vegetación de helechos, musgos, cola de zorro, guayabos agrios,
juncos, etc.
Como el aluminio es uno de los factores responsables del pobre crecimiento de las
plantas en suelos ácidos, se desarrolló el criterio de que el propósito del encalamiento
debe ser la neutralización del aluminio intercambiable y del manganeso y además
suministrar calcio y magnesio como nutrientes. Por lo anterior es importante la aplicación
al suelo de una cal agrícola dolomítica.
Los nutrientes que las plantas necesitan son todos igualmente importantes, pero
necesitan para su desarrollo mayores cantidades de unos que de otros.
Los nutrientes que las plantas necesitan para crecer y producir son obtenidos del aire, del
agua, de los minerales del suelo y de la materia orgánica. Del aire y del agua del suelo
las plantas obtienen el hidrógeno y el oxigeno y el carbono lo obtienen del bióxido de
carbono (CO2) del aire en el proceso de fotosíntesis.
Los nutrientes que las plantas necesitan en mayor cantidad se llaman Primarios o
mayores y son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K).
Los nutrientes que necesita en menor cantidad se llaman Secundarios como el calcio
(Ca), magnesio (Mg) y el azufre (S).
c. Propiedades biológicas
La biología del suelo es la ciencia que se ocupa del estudio de los organismos que de una
u otra forma actúan sobre el suelo modificando su composición, su estructura y su
funcionamiento.
ANÁLISIS DE SUELOS
Son muchos los factores que afectan el rendimiento de los cultivos, entre los cuales ocupa
lugar importante la disponibilidad en el suelo de los nutrimentos esenciales para las
plantas. Cuando estos nutrimentos no están en cantidades adecuadas, hay necesidad de
agregar fertilizantes químicos y/o enmiendas para suplir las necesidades de la planta, o
corregir condiciones adversas en el suelo que inhiben su absorción.
Los tipos de análisis que más interesan a los productores son los denominados análisis
de fertilidad y análisis de caracterización.
La toma adecuada de las muestras de suelos para su análisis, tiene tanta importancia
como la exactitud de las determinaciones de laboratorio o el criterio de interpretación de
los resultados. Por lo anterior es necesario que las personas que realicen la tarea se
ajusten a las instrucciones que se aconsejan para poder obtener una información más
exacta.
Una muestra de suelo es una mezcla de varias submuestras más pequeñas, obtenidas
en distintas partes de un lote hasta cubrir toda el área del terreno, para asegurar una
información más precisa del nivel de fertilidad del área de estudio.
Una muestra que se recoja en un solo punto del terreno, dará información únicamente
acerca de ese punto y no sobre el área total. La muestra de suelo debe incluir por lo
menos a 20 lugares diferentes en un área de 10 hectáreas o más, según la
homogeneidad en características visuales y de manejo.
Cuándo se deben tomar las muestras de suelo
Las muestras de suelo deben tomarse dos o tres meses antes de sembrar, para enviar al
laboratorio y obtener con tiempo la información del análisis y así poder conseguir los
fertilizantes necesarios y hacer las aplicaciones de cal oportunamente.
Para la mayoría de los cultivos, los análisis de suelos para fertilidad se deben realizar
cada uno o dos años y el momento más oportuno para la obtención de muestras es
cuando el suelo tiene el grado de humedad apropiado para las labores agrícolas. Si el
suelo tiene mucha humedad, se toma la muestra, se extiende sobre un papel limpio y se
seca al aire a temperatura ambiente antes de enviarla al laboratorio.
Para recolectar las muestras, es necesario dividir la finca en áreas que presentan cambios
en apariencia y producción, como consecuencia de la variación de los tipos de suelo, de
la conformación topográfica, de la cantidad de erosión, de la clase de drenaje y del
tratamiento agrícola de los últimos años.
Las muestras no se deben tomar en sitios donde existan residuos de quemas, cerca de
saladeros, en áreas de antiguos caminos, canales o carreteras, en el límite de los
cambios de pendiente entre tierras planas y quebradas, en la orilla de las cercas
inmediatas a los árboles o en sitios pantanosos.
Los pasos a seguir para tomar muestras de suelo para análisis de fertilidad son:
INDERENA, SENA. Todos necesitamos del suelo. Editorial Delfín Ltda. Bogotá, mayo
1991. 48 p.
ICA. Como tomar una buena muestra de suelo. Boletín de divulgación N° 27. Programa
Nacional de Suelos. Abril 1970. 12 p.