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DOCUMENTO SUELOS PRIMERA PARTE

FUENTE: MANUAL TÉCNICO SOBRE


FUNDAMENTACIÓN PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
CAPITULO CARACTERIZACION DE SUELOS
AUTOR: EDUARDO HINCAPIÉ NARANJO

EL SUELO

El suelo es la capa superior de la tierra donde se desarrollan las raíces de las plantas.
Esta capa es un gran depósito de agua y nutrientes para que los vegetales puedan
realizar su proceso de fotosíntesis, crecer y producir cosechas.

También se puede decir que el suelo es la capa de materiales orgánicos y minerales que
cubren la corteza terrestre y es donde las plantas desarrollan sus raíces y toman las
sustancias esenciales para su crecimiento.

La corteza terrestre está formada de rocas de distintas clases, las cuales se


descomponen y fragmentan o desmoronan por acción del aire, de la temperatura, del
agua, de los microorganismos y de la vegetación.
La parte superior de los suelos se mezcla con residuos de plantas, de animales y por
acción de los microorganismos, mesoorganismos y macroorganismos se forma la capa
vegetal, llamada también capa arable.

Después de formarse el suelo por el proceso de meteorización o descomposición de la


roca madre, se puede perder o erosionar por acción de la naturaleza (lluvias, vientos), o
por acción del hombre (labranza excesiva, sobrepastoreo, tala de bosques, etc.).

El suelo perdido o erosionado se deposita en otros lugares, dando origen a nuevos suelos
así:

- Suelos de aluvión: Formados por el arrastre de las aguas. Son suelos demasiado
fértiles ya que se forman por diferentes capas arables de suelos originados de rocas
madres. Se encuentran en zonas planas y a orillas de ríos y quebradas.
- Suelos eólicos: Son formados por la acumulación de partículas arrastradas por el
viento. También son suelos fértiles que vienen de capas arables de suelos derivados
de roca madre. Se pueden encontrar en zonas planas o montañosas.

El suelo está compuesto de materia orgánica, minerales,


Agua, aire y microorganismos

La materia orgánica son los desechos de animales y vegetales vivos o muertos que una
vez en descomposición se mezclan con material mineral proveniente de la desintegración
y descomposición de las rocas que originan el suelo.

La roca al fragmentarse y transformarse en partículas se mezcla con agua y materia


orgánica y da origen a los minerales o sustancias inorgánicas que más tarde serán el
alimento de las plantas.

El agua permite devolverle al suelo la humedad que requiere y disuelve los minerales para
que las raíces de las plantas los puedan tomar. El agua cargada de gas carbónico forma
ácido carbónico (H2O + CO2 = H2CO3) que ataca los minerales formando carbonatos con
elementos como el calcio, magnesio, potasio y sodio.
El aire acelera las reacciones que transforman la roca en suelo y es utilizado por las
plantas y los organismos que transforman y descomponen la materia orgánica del suelo
para respirar.

La formación de los suelos es muy lenta y para formarse una delgada capa se necesitan
muchísimos años (proceso de meteorización de la roca madre).

COMPOSICIÓN DEL SUELO

Fase sólida: Está formado por materia mineral y orgánica; la materia mineral está
compuesta por partículas de varios tamaños, como son la arena, el limo y la arcilla, que
ocupan un 45% del total en volumen; la materia orgánica ocupa 5% del total del volumen,
e incluye residuos vegetales en descomposición y organismos en vida activa.

Fase líquida: Está constituido por el agua con sustancias en solución y ocupa una parte o
todos los espacios porosos entre las partículas sólidas. Su contenido puede ser variable
de acuerdo a las condiciones del suelo. En volumen ocupa un 25%.

Fase gaseosa o de vapor: Ocupa aquellos espacios que se encuentran vacíos, es decir,
los poros que no son ocupados por el agua. En volumen ocupa un 25%
EL PERFIL DEL SUELO

El suelo está compuesto por varias capas u horizontes que se forman a medida que la
roca se fragmenta o se desintegra y se mezcla con la materia orgánica. Estas capas
forman el perfil del suelo y lo podemos observar al realizar un corte vertical o al hacer un
hoyo en el terreno (calicata).

Los horizontes o capas del suelo son:

- Horizonte A, capa vegetal o arable


Es de color oscuro por su gran contenido de materia orgánica. Es la primera capa que se
ve de arriba hacia abajo y en ella se encuentran gran cantidad de gusanos, lombrices,
micro y macroorganismos y raíces vivas y muertas de plantas. Este horizonte es muy
fértil.

- Horizonte B o Roca alterada


Es la segunda capa que se observa y es de color más claro debido a que contiene menor
cantidad de materia orgánica. Se le llama también subsuelo y es un horizonte
medianamente fértil.

- Horizonte C o Fragmentos de roca


Es la capa que se encuentra en la parte más baja del perfil del suelo y su color depende
del color originario de la roca. Es un horizonte poco fértil

- Roca Madre
Es la roca de la cual se formó el suelo.
PROPIEDADES DEL SUELO

a. Propiedades Físicas

Las propiedades físicas del suelo son el color, la textura, la estructura, la porosidad, la
permeabilidad, la profundidad efectiva y el drenaje.

Color: Es una de las características que guarda relación directa con la temperatura, la
dinámica de los elementos y la movilidad del agua en el suelo, el contenido de materia
orgánica, la cantidad de organismos, la evolución de los suelos, etc.

El color del suelo es generalmente oscuro y se aclara a medida que se profundiza.

Los suelos de color más oscuro son más ricos en materia orgánica y por lo tanto de N-P-K
y su disponibilidad depende de las condiciones que favorezca su mineralización. Los
colores pardos, rojizos y amarillentos, indican que los suelos son bien aireados y no se
encharcan y estos colores son debidos a óxidos de hierro. Son suelos ácidos y pobres en
la mayoría de elementos nutritivos para las plantas. Los colores grises y manchados de
verde azuloso, indican que los suelos permanecen mucho tiempo encharcados y son
carentes de oxigeno, presentan altas concentraciones de hierro, manganeso y azufre y
deficiencia de nitrógeno.

En las regiones húmedas, cuando los suelos son muy claros indican baja productividad
porque las plantas se desarrollan con deficiencia. Se presenta en horizontes arenosos en
donde predomina el cuarzo o en suelos con presencia de sales como carbonatos y
sulfatos o caolín.

Textura: Es la distribución de las partículas del suelo, expresada en porcentaje. Esta


característica influye sobre la velocidad de infiltración del agua, la facilidad de preparación
o laboreo del suelo, el drenaje, etc.

Los suelos están formados por partículas que reciben distintos nombres según sea su
tamaño.

Las partículas más pequeñas o finas se llaman ARCILLAS (A).


Las partículas gruesas o más grandes se llaman ARENAS (Ar).
Las partículas intermedias se llaman LIMOS (L).
Todos los suelos tienen arenas, limos y arcillas y la mezcla de estas partículas se llama
TEXTURA.

Si los suelos tienen muchas arenas, se dice que son arenosos (Ar), son granulosos y
ásperos, no se encharcan, son fáciles de cultivar, pero son muy pobres en nutrientes para
las plantas. Cuando están secos se desmoronan fácilmente. Son suelos que tienen
problemas para las plantas permanentes o semipermanentes ya que su sistema radicular
no se puede amarrar bien y pueden sufrir volcamiento con el tiempo.

Si los suelos contienen muchos limos, se denominan suelos limosos (L), son partículas
muy suaves al tacto y se sienten como talco, no presentan pegajosidad ni plasticidad.
Estos suelos son buenos en nutrientes, conservan buena humedad, ayudan a la fijación
de las plantas y tienen buen drenaje.

Los suelos que contienen muchas partículas de arcilla, se llaman suelos arcillosos (A) y
se conocen como suelos pesados o gredosos, se encharcan fácilmente, cuando están
húmedos son pegajosos y cuando están secos forman una masa. Son ricos en nutrientes
para las plantas ya que retienen los elementos nutritivos.

Cuando los suelos tienen cantidades más o menos iguales de arenas, limos y arcillas, se
conocen como suelos de textura franca (F) y son los mejores porque son fáciles de
cultivar, no se encharcan y son ricos en nutrientes para las plantas. Estos suelos al tacto
se sienten suaves y facilitan el enraizamiento de las plantas.

Los suelos pedregosos, son los que tienen muchas piedras grandes y pequeñas y son
difíciles para cultivar.

Estructura: Es la manera como se agrupan las partículas para formar terrones o


agregados. Es la responsable de las relaciones de aireación, infiltración, humedad y
temperatura del suelo. Se caracteriza por la estabilidad estructural, es decir, la resistencia
que los agregados del suelo hacen para no ser destruidos. El tipo de estructura determina
la formación de cavidades y grietas que facilitan la aireación del suelo, el movimiento del
agua y el crecimiento de las raíces. El suelo puede tener una estructura granular,
blocosa, prismática, columnar y laminar.
Un suelo cuenta con buena estructura cuando:

- Tiene buena aireación


- Es fácil de cultivar
- Las raíces de las plantas penetran fácilmente y se desarrollan normalmente
- No se dificulta al laboreo en cuanto a desyerbas, aradas y rastrilladas
- El aire y el agua penetran o infiltran fácilmente
- Responde oportunamente a la fertilización
- Se facilita la apertura de hoyos y zanjas

Un suelo tiene mala estructura cuando:

- El aire no puede penetrar


- Cuando están húmedos son como una masa
- Se pegan a las herramientas de trabajo

Porosidad: El suelo contiene pequeñas cavidades o poros por los cuales penetran el aire
y el agua.

En los suelos compuestos por partículas grandes como las arenas, los poros son grandes
(macroporos) y el aire y el agua penetran fácilmente. Los macroporos son los
responsables del drenaje y la aireación del suelo.
Los suelos arenosos poseen buen drenaje y aireación, pero insuficiente humedad
aprovechable.

En los suelos que contienen partículas más pequeñas como las arcillas, los poros son
muy pequeños (microporos) y el agua y el aire no penetran con facilidad. Los suelos con
alta proporción de microporos tienen alta capacidad de retención de agua aprovechable,
pero poseen mal drenaje y las plantas mueren por carencia de oxigeno en la zona
radicular.

Es deseable que en los primeros 20 ó 30 cm. del perfil del suelo (capa arable) se tenga
una alta proporción de macroporos que asegure una adecuada aireación, mientras que en
los horizontes inferiores un predominio de la microporosidad asegura un adecuado
almacenamiento de humedad para las plantas.

Permeabilidad: Es la facilidad o velocidad con que el aire y el agua se mueven o circulan


dentro del suelo.

Cuando un suelo se encharca es porque su permeabilidad es muy lenta. Las aguas


demoran en infiltrarse y producen erosión.
De este proceso depende la acumulación de aguas subterráneas y la producción de
nacimientos.

La permeabilidad se diferencia de la infiltración en que ésta última se define como la


velocidad con que el agua penetra al suelo.

Profundidad efectiva: Se refiere a la profundidad a la cual pueden llegar las raíces de las
plantas para buscar alimento sin tropiezos ni obstáculos.

Los tropiezos que encuentran las raíces para penetrar son:

- Capas de suelo endurecidas


- Piedras o rocas
- Agua
- Sales dañinas
Un suelo es profundo cuando las raíces de las plantas penetran hasta un metro o más, sin
tropiezos de ninguna clase. Este tipo de suelo es bueno para la siembra de árboles
frutales y maderables ya que sus raíces son demasiado profundas.

Un suelo es muy superficial cuando las raíces de las plantas penetran muy poco (menos
de 50 cm.), porque encuentran tropiezos u obstáculos. En estos suelos lo mejor es
establecer cultivos transitorios (frijol, papa, maíz, hortalizas) o pastos.

Fuente: IGAC. Los suelos, su uso y su manejo

Drenaje: Es la rapidez con que los suelos se secan después de un aguacero.

El drenaje interno es la rapidez con que el agua se mueve dentro del suelo. En los suelos
arcillosos o gredosos, el agua se mueve muy lentamente y por eso se encharcan.
El drenaje externo es la rapidez con que el agua se escurre por la superficie del terreno.
El agua de escorrentía o escurrimiento es el agua que no penetra en el suelo después de
un aguacero, o lo hace lentamente y corre sobre la superficie del terreno hasta llegar a un
arroyo o río. Esta agua produce erosión porque arrastra partículas de suelo.

b. Propiedades Químicas

Las propiedades químicas más importantes del suelo son: el pH, la CICE y la fertilidad.

Las propiedades químicas del suelo están relacionadas con la capacidad del suelo en
suministrar nutrientes y depende de la medida de las cargas eléctricas negativas que
hacen posible que el suelo retenga los nutrientes.

La CICE (Capacidad de Intercambio Catiónico Efectiva) es la capacidad del suelo para


retener cationes evitando su lavado o lixiviación a través del perfil del suelo, lo que
permite que los nutrientes estén más disponibles para la planta

El pH del suelo: Es la medida de la acidez o basicidad (alcalinidad) del suelo y depende


de las lluvias y del contenido de aluminio.

El pH es una de las propiedades químicas más importantes en los suelos, ya que de él


depende la disponibilidad de nutrientes para las plantas, determinando su solubilidad y la
actividad de los microorganismos, los cuales mineralizan la materia orgánica. También
determinan la concentración de iones y sustancias tóxicas y la capacidad de intercambio
catiónico (CIC) de los suelos, enfermedades de las plantas y otras propiedades
importantes que apuntan a la fertilidad del suelo.

La acidez es la concentración de iones Hidrógeno [H+] presentes en la fase líquida de una


mezcla suelo-agua, y su unidad de medida es el pH.

El pH del suelo se mide en una escala que va de 0 a 14 utilizando un instrumento llamado


potenciómetro.
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

ACIDEZ NEUTRALIDAD ALCALINIDAD

Todos los pH menores de 7 son ácidos y todos los pH mayores de 7 son alcalinos y en la
práctica los suelos cuyo pH está entre 6.5 y 7.5 se llaman neutros.

Generalmente el pH de los suelos varía entre 4.0 y 8.5.

Los suelos con pH comprendidos entre 5.6 y 6.0 ordinariamente no contienen cantidades
tóxicas de aluminio y manganeso, pero el pH menor de 6.0 restringe la absorción de
nitrógeno por las plantas leguminosas y además puede causar graves perturbaciones
fisiológicas a los cultivos.

Los pH menores de 5.5 de los suelos ácidos colombianos se presentan en la Orinoquia,


amazonía, sabana de Bogotá, cordilleras andinas (suelos derivados de cenizas
volcánicas) y costa pacífica, donde el clima se caracteriza por lluvias fuertes y frecuentes
(regiones tropicales húmedas).

Por lo general y como orientación para los productores se puede decir que en los suelos
ácidos predomina una vegetación de helechos, musgos, cola de zorro, guayabos agrios,
juncos, etc.

A valores bajos de pH (menores de 5.0), se reduce el crecimiento normal de los plantas y


la producción de cosechas, debido a la presencia de cantidades tóxicas de aluminio y de
manganeso y a la imposibilidad de aprovechamiento del fósforo. Las causas del pobre
crecimiento de las plantas en suelos ácidos se debe a los siguientes factores:

- Toxicidad por exceso de aluminio


- Toxicidad por exceso de manganeso
- Deficiencia de calcio y magnesio debido a su bajo contenido en el suelo
- Deficiencia de fósforo, debido a su baja concentración en el suelo
- Deficiencia de molibdeno, causada por baja disponibilidad
- Alta capacidad del suelo para fijar los fertilizantes que contienen fósforo. Cuando el
fósforo se fija en el suelo no puede ser absorbido por la planta.
- Baja disponibilidad de nitrógeno nativo

En general, aunque el fósforo exista en el suelo su aprovechamiento disminuye con la


acidez. Un alto contenido de aluminio en solución en suelos fuertemente ácidos, causa
deficiencia de fósforo en las plantas, ya que se forman compuestos insolubles de aluminio
y fósforo. A medida que el pH aumenta, el aluminio es precipitado en el suelo y no ocurre
la inactivación del fósforo en la planta. Por esta razón las aplicaciones de cal que
aumentan el pH y evitan la fijación del fósforo deben hacerse un mes antes de la
aplicación de los fertilizantes.

Como el aluminio es uno de los factores responsables del pobre crecimiento de las
plantas en suelos ácidos, se desarrolló el criterio de que el propósito del encalamiento
debe ser la neutralización del aluminio intercambiable y del manganeso y además
suministrar calcio y magnesio como nutrientes. Por lo anterior es importante la aplicación
al suelo de una cal agrícola dolomítica.

La aplicación de cal al suelo presenta los siguientes resultados:

- Corrige la acidez neutralizando el aluminio intercambiable y el hidrógeno de la


solución del suelo.
- La cal dolomítica proporciona calcio y magnesio
- Acelera la descomposición de la materia orgánica y la liberación de los nutrientes
- El encalamiento aumenta la disponibilidad del fósforo aplicado como fertilizante y del
fósforo que se encuentra en el suelo
- Reduce la actividad de las sustancias tóxicas del suelo como el aluminio y el hierro y
aumenta la disponibilidad de otros nutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre.
- Mejora la estructura y las condiciones físicas del suelo ya que es indispensable para
mantener el estado de agregación de las partículas del suelo (arenas, limos y arcillas)
La Fertilidad de los suelos: Un suelo fértil es el que tiene buena cantidad de nutrientes
esenciales para el buen desarrollo de las plantas. Los nutrientes esenciales son
elementos minerales que las plantas absorben del suelo y que son necesarios para su
desarrollo.

Los nutrientes que las plantas necesitan son todos igualmente importantes, pero
necesitan para su desarrollo mayores cantidades de unos que de otros.

Los nutrientes que las plantas necesitan para crecer y producir son obtenidos del aire, del
agua, de los minerales del suelo y de la materia orgánica. Del aire y del agua del suelo
las plantas obtienen el hidrógeno y el oxigeno y el carbono lo obtienen del bióxido de
carbono (CO2) del aire en el proceso de fotosíntesis.
Los nutrientes que las plantas necesitan en mayor cantidad se llaman Primarios o
mayores y son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K).

Los nutrientes que necesita en menor cantidad se llaman Secundarios como el calcio
(Ca), magnesio (Mg) y el azufre (S).

Los microelementos o elementos menores los necesita la planta en pequeñísimas


cantidades o trazas y son: Boro (B), zinc (Zn), hierro (Fe), manganeso(Mn), cobre (Cu),
molibdeno (Mo), cobalto (Co), vanadio (V), cromo (Cr), silicio (Si), titanio (Ti), sodio (Na),
cloro (Cl).

c. Propiedades biológicas
La biología del suelo es la ciencia que se ocupa del estudio de los organismos que de una
u otra forma actúan sobre el suelo modificando su composición, su estructura y su
funcionamiento.

Los organismos del suelo pueden ser:

- Macrofauna: Son organismos mayores a un centímetro de diámetro, es decir se


pueden observar a simple vista y efectúan sobre el suelo cambios físicos y en algunos
casos cambios químicos. Pueden ser vertebrados, de vida silvestre y que tienen
relación directa con el suelo; invertebrados entre los cuales están los moluscos como el
caracol y las babosas, los anélidos como la lombriz de tierra, y los insectos.

- Mesofauna: Son organismos con diámetros entre 200 micras y un centímetro. Se


encargan de producir en el suelo cambios físicos y químicos y los de mayor
importancia son los nemátodos.

- Microfauna: Son los responsables de las transformaciones químicas correspondientes


a los procesos de humificación y mineralización de la materia orgánica. Tienen un
diámetro entre 20 y 200 micras. Los de mayor importancias son los protistos
(bacterias, amibas, paramecios). Las bacterias son los microorganismos más
prolíferos en el suelo y los más importantes para transformar químicamente diferentes
compuestos a formas asimilables por las plantas. En su mayoría son heterótrofas y
saprofitas (descomponen compuestos) y algunas son autótrofas (fabrican su propio
alimento).

ANÁLISIS DE SUELOS

El análisis de suelos consiste en determinar en el laboratorio las propiedades de los


suelos que influyen en la productividad de los terrenos.

Son muchos los factores que afectan el rendimiento de los cultivos, entre los cuales ocupa
lugar importante la disponibilidad en el suelo de los nutrimentos esenciales para las
plantas. Cuando estos nutrimentos no están en cantidades adecuadas, hay necesidad de
agregar fertilizantes químicos y/o enmiendas para suplir las necesidades de la planta, o
corregir condiciones adversas en el suelo que inhiben su absorción.

El análisis de suelos puede suministrar información muy valiosa sobre la necesidad de


usar fertilizantes y cal para aumentar el rendimiento de las cosechas.

Los tipos de análisis que más interesan a los productores son los denominados análisis
de fertilidad y análisis de caracterización.

INSTRUCCIONES PARA TOMAR MUESTRAS DE SUELO

La toma adecuada de las muestras de suelos para su análisis, tiene tanta importancia
como la exactitud de las determinaciones de laboratorio o el criterio de interpretación de
los resultados. Por lo anterior es necesario que las personas que realicen la tarea se
ajusten a las instrucciones que se aconsejan para poder obtener una información más
exacta.

- Muestra representativa de suelo

Una muestra de suelo es una mezcla de varias submuestras más pequeñas, obtenidas
en distintas partes de un lote hasta cubrir toda el área del terreno, para asegurar una
información más precisa del nivel de fertilidad del área de estudio.

La muestra de suelo debe pesar aproximadamente un kilogramo, cantidad que puede


representar cinco o diez hectáreas de terreno que contienen por lo menos 20 millones de
kilogramos de suelo en la capa arable.

Una muestra que se recoja en un solo punto del terreno, dará información únicamente
acerca de ese punto y no sobre el área total. La muestra de suelo debe incluir por lo
menos a 20 lugares diferentes en un área de 10 hectáreas o más, según la
homogeneidad en características visuales y de manejo.
Cuándo se deben tomar las muestras de suelo

Las muestras de suelo deben tomarse dos o tres meses antes de sembrar, para enviar al
laboratorio y obtener con tiempo la información del análisis y así poder conseguir los
fertilizantes necesarios y hacer las aplicaciones de cal oportunamente.

Para la mayoría de los cultivos, los análisis de suelos para fertilidad se deben realizar
cada uno o dos años y el momento más oportuno para la obtención de muestras es
cuando el suelo tiene el grado de humedad apropiado para las labores agrícolas. Si el
suelo tiene mucha humedad, se toma la muestra, se extiende sobre un papel limpio y se
seca al aire a temperatura ambiente antes de enviarla al laboratorio.

- Dónde se toman las muestras de suelo

Para recolectar las muestras, es necesario dividir la finca en áreas que presentan cambios
en apariencia y producción, como consecuencia de la variación de los tipos de suelo, de
la conformación topográfica, de la cantidad de erosión, de la clase de drenaje y del
tratamiento agrícola de los últimos años.

Cuando se toman muestras de suelo en lotes con cosechas cultivadas en surcos o


caballones, estas deben provenir de ellos y no de las calles.

Las muestras no se deben tomar en sitios donde existan residuos de quemas, cerca de
saladeros, en áreas de antiguos caminos, canales o carreteras, en el límite de los
cambios de pendiente entre tierras planas y quebradas, en la orilla de las cercas
inmediatas a los árboles o en sitios pantanosos.

- Profundidad de toma de muestra

La muestra se debe tomar a una profundidad de 0 a 20 centímetros cuando se trata de


suelos cultivados o que se pretenden cultivar y para suelos con pastos o para cultivar
pastos es necesario que la profundidad sea de 0 a 10 centímetros. Para fruticultura y
cultivos perennes las muestras se toman a una profundidad de 20 a 40 centímetros.
- Cómo se toman las muestras de suelo

Los pasos a seguir para tomar muestras de suelo para análisis de fertilidad son:

- Obtener herramientas y materiales como balde plástico limpio, sacabocado, barreno,


pala, cajas de cartón, bolsas de plástico y hojas de información que suministra el
laboratorio

- Cuando la herramienta utilizada es una pala, se raspa un centímetro de la superficie


del suelo para eliminar residuos frescos de materia orgánica, polvo de carretera u
otras contaminaciones artificiales. Se cava un hueco en forma de V del ancho de la
pala y a una profundidad de 20 centímetros. Luego se corta una tajada de suelo de
dos o tres centímetros en la pared del hueco y se toma una faja de tres a cinco
centímetros de ancho en el centro de la tajada. Esta faja de suelo se coloca en el
balde plástico y se repite la operación en 15 o 20 lugares del área delimitada para la
extracción de la muestra completa.

Cuando se usan barrenos o sacabocados al final de las 15 o 20 perforaciones ya se ha


obtenido la tierra necesaria para formar un volumen alrededor de 1 kg de peso.
- Se mezcla bien el suelo extraído y luego se obtiene la cantidad de suelo necesaria
para llenar la bolsa plástica limpia o caja de cartón con cerca de 500 gramos de suelo
seco al aire

- La muestra no debe empacarse en bolsas usadas con fertilizantes o productos


químicos. No se debe fumar o dejar caer cenizas de cigarrillos al manipular las
muestras

- Las muestras se identifican enumerándolas y escribiéndoles el nombre y la dirección


correspondiente.

LLENADO DE HOJAS DE INFORMACIÓN PARA MUESTRAS DE SUELOS

El trámite de esta información sobre la muestra de suelo es necesario porque ayudará en


la formulación de las recomendaciones que el productor necesita.

Por cada muestra se deben suministrar los siguientes datos:

- Nombre y dirección completa del solicitante


- Nombre y ubicación de la finca (municipio, corregimiento, vereda)
- Tipo de análisis solicitado
- Profundidad de toma de muestra
- Superficie que representa
- Cultivo para el cual se requiere recomendación
- Drenaje interno (bueno, regular, malo)
- Aplicaciones de cal en los últimos años al suelo
- Cultivos sembrados en los últimos dos años
- Tipos de fertilizante utilizados (kg / hectárea)
- Rendimiento de cultivos con o sin fertilización
- Otros datos que se consideren importantes
BIBLIOGRAFÍA

INSTITUTO GEOGRÁFICO "AGUSTÍN CODAZZI - IGAC". Los suelos, su uso y manejo.


Cartilla divulgativa. Ytalgraf. Bogotá D.E, 1997. 88 p.

INDERENA, SENA. Todos necesitamos del suelo. Editorial Delfín Ltda. Bogotá, mayo
1991. 48 p.

INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO - ICA. Fertilización en diversos cultivos,


Quinta aproximación. Manual de asistencia técnica N° 25. Produmedios. Santafé de
Bogotá, noviembre 1992. 64 p.

ICA. Como tomar una buena muestra de suelo. Boletín de divulgación N° 27. Programa
Nacional de Suelos. Abril 1970. 12 p.

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