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ANDES
¿QUÉ PASA CUANDO EL MUNDO TE
ABANDONA?
EL jueves 12 de octubre de 1972 un
Fairchild FH-227D, Matricula 571 de la
Fuerza Aérea Uruguaya, despega del
aeropuerto de Carrasco (Uruguay)
con destino a Santiago de Chile, con
40 pasajeros y 5 tripulante. Llevaba al
equipo de Rugby Old Christians Club,
amigos y familiares.
Debido a problemas meteorológicos,
el avión tuvo que aterrizar en el
aeropuerto de Mendoza (Argentina).
Reanudan su viaje el viernes 13
(considerado de mala suerte) a las
2:18 p.m., dando paso así al comienzo
de la tragedia.
¿Por qué viajaban?
El equipo de rugby Old Christians era
conformado en su mayoría por exalumnos del
colegio Stella Maris, el equipo llego a ser de
los mejores de Uruguay por lo que comenzó a
enfrentarse a equipos de otros países.
Un año antes ya habían viajado a Chile por lo
que querían repetir aquella hazaña, la idea;
un partido amistoso contra un equipo chileno
y disfrutar de 4 días en Santiago de Chile.
El capitán del equipo, Marcelo Pérez del
Castillo fue el encargado de organizar el viaje.
Tenían que completar los 40 asientos del
avión para que el precio fuera lo más barato
por persona. El alquiler del avión era $1,600.
Lista de Pasajeros
Col. Julio Ferradas Roy Harley
Marcelo Pérez del Castillo
Alexis Hounie
Gastón Costemalle
Guido Magri
Col. Dante Lagurara Carlos Valeta
Numa Turcatti
Carlos Roque Ramon ¨Moncho¨ Sabella
Ramon Martínez Arturo Nogueira
Gilberto Regules no llego a tiempo, ya que se quedó
Ovidio Ramírez Daniel Shaw dormido, permitiendo que la señora Graziela subiera y
Graziela de Mariani Eduardo Strauch viajara a la boda de su hija
Antonio ¨Tintín¨ Vizintin Daniel Strauch
Liliana Navarro Adolfo ¨Fito¨ Strauch
Javier Methol Gustavo Zerbino
Esther Horta Álvaro Mangino
Dr. Francisco Nicola Eugenia Parrado
Daniel Maspons Susana ¨Susy¨ Parrado
Roberto Canessa Fernando Parrado
Fernando Vázquez Roberto ¨Bobby¨ François
Julio M. Lamas Juan C. Menéndez
Diego Storm José Luis ¨Coche¨ Inciarte
Gustavo ¨Coco¨ Nicolich Felipe Maquirriain
Carlos Páez Pedro Algorta
Rafael ¨Vasco¨ Echavarren Francisco ¨Pancho¨ Abal
Enrique Platero Francisco ¨Pancho¨ Delgado
¿Qué Paso?
Gustavo Zerbino y Esther de Nicola tenían
un mal presentimiento -El avión se va a
caer, nos vamos a estrellar-.
Tras partir del aeropuerto de Mendoza a
las 2:18, la ruta a seguir era atravesando la
Cordillera a través del paso Planchón, el
comandante Lagurara sería el piloto. El
aumento de nubosidad hizo que se
redujera la velocidad de 210 a 180 nudos. A
las 3:21 Lagurara aviso que estaban sobre
Planchón y que a las 3:32 pasarían Curicó.
A las 3:24 informan que divisan Curicó y
girarían en ángulo recto hacia el norte
hacia Chile, la torre de control les autoriza
descender 3,500 m. Dado la reducción de
velocidad, el avión no había cruzado la
Cordillera, estaba a mitad de ella.
¿Qué Paso?
Dentro los chicos tenían un ambiente de fiesta,
cambiaban de asiento y se movían por el
pasillo. Algunos jugaban con un balón y otros a
las cartas, de pronto las turbulencias
comenzaron y Lagurara activo el cartel que
ordenaba el uso del cinturón de seguridad,
Martínez, el auxiliar informo del mal tiempo ¨Él
avión va a bailar un poquito¨. Los pasajeros
experimentaron fuertes turbulencias mientras el
avión se acercaba peligrosamente a picos
nevados. A pesar de las preocupaciones
crecientes, algunos se mostraron optimistas
inicialmente, ante las sacudidas gritaban ¨Ole,
ole¨. Sin embargo, el vuelo se tornó más tenso
cuando el avión se encontró demasiado cerca
de las montañas, ¿Es normal volar tan cerca de
la montaña?, se preguntaban. Los motores
rugieron en un esfuerzo por recuperar altura.
¿Qué Paso?
Varios pasajeros comienzan a rezar.
El avión experimenta una explosión, con el ala
derecha impactando en una montaña y
rompiendo la cola, seguido de la pérdida del
ala izquierda y la hélice. En medio de gritos de
terror, el fuselaje aterriza en un valle nevado y
se desliza como un tobogán antes de detenerse
bruscamente al chocar con otra montaña de
nieve. Durante este proceso, algunos pasajeros
son arrojados fuera del avión, y la fuerza de la
deceleración provoca que los asientos se
desprendan y aplasten a los pasajeros. El
accidente ocurre el viernes 13 de octubre a las
15:34 en el Valle de las Lágrimas, entre Chile y
Argentina.
Después del ACCIDENTE
21 años 24 años
41 años 43 años
Renacido-Domingo 15
Resucito al tercer día oct
Después de 3 días inconsciente debido a una fuerte
conmoción cerebral, Nando Parrado despierta del coma
con la noticia que su madre Eugenia Dolgay, sus amigos
Pancho Abal y Guido Magri estaban muertos, además de
que su hermana Susy, estaba malherida.
Inmediatamente Nando comienza a cuidar de su
hermana.
Dado que su cráneo estaba fracturado, su cara estaba
irreconocible.
Adolfo Strauch crea la máquina para derretir nieve, y así
poder conseguir agua.
Ven 3 aviones sobrevolar la zona, pero siguen de largo,
uno pasa muy cerca de los restos del fuselaje y mueve las
alas haciéndolos creer que fueron vistos, esperaban ser
recatados
Primeras expediciones
Canessa utilizando los cinturones de seguridad y algunos tubos
crea hamacas para ser usadas por los heridos: Arturo Nogueira,
Rafael ¨Vasco¨ Echavarren y Álvaro Mangino.
Al día siguiente, martes 17; a las 7 a.m., Numa Turcatti, Carlos
Páez, Roberto Canessa y Fito Strauch, salen caminando en
dirección a la montaña donde chocaron en busca de la cola del
avión, Arturo Nogueira con las dos piernas rotos fue quien
interpreto las cartas de navegación, los mapas se le daban bien,
encontró Curicó en los mapas, era un poblado de Chile, creían
que si pasaban la montaña que estaba al oeste verían los
verdes prados de Chile, además Carlos Roque el mecánico les
dijo que las baterías del avión se encontraban en la cola, con las
que creían harían funcionar la radio y pedir ayuda, además de
más maletas y más ropa.
Mientras la nieve era firme avanzaban a buen ritmo, entre más
avanzaban sus compañeros y el resto del avión se hacían
invisibles, apenas se distinguían, conforme la nieve se iba
derritiendo el avanzar era más difícil, era casi imposible así que
tuvieron que regresar desanimados.
LA comida se acaba
El sábado 21 de octubre, muere Susana Parrado en brazos de su hermano, a la
edad de 20 años.
El domingo se reúnen todos en el interior del fuselaje, donde toman la difícil
decisión de alimentarse con los cuerpos de sus amigos muertos, las raciones
de comidan se habían acabado. Contaban con botellas de vino, whisky,
crema dental, licor de cerezas, tabletas de chocolate, nougat, algunos
caramelos, almendras, pasas, galletas saladas, mejillones, mermelada de
melocotón, manzana y moras, en una semana acabaron con ello.
Algunos ya lo pensaban, Nando era uno de ellos; ¨Che, Carlitos; yo me como
al piloto, no pienso quedarme aquí, después de todo fueron ellos quienes
nos metieron en este lio¨.
Los primos Strauch, Daniel, Eduardo y Adolfo, ya lo habían comentado, el tener
que llegar a esos casos. Ya habían pasado 10 días y el buscar comida en la
montaña era imposible, era inexistente. El morirse de hambre no era opción, la
única forma de sobrevivir era servirse de los cuerpos.
La discusión sobre el asunto se dividió en pequeños comités, fue Canessa
quien lo expuso al grupo para debate.
Antropofagia, necrofagia o canibalismo
Roberto argumento que no los buscarían, necesitaban salir por ellos mismos, uso
lo que sabía de medicina para describir que sus cuerpos se consumían por
inanición y como la carne les serviría de sustento. El mayor impedimento eran los
dilemas morales, como católicos, sus creencias los carcomía, pero acabaron
entendiendo que como católicos su deber era permanecer vivos a toda costa.,
los cuerpos que yacían frente a ellos eran carne y solo carne, ya no tenían alma.
Los más decididos eran Canessa, los Strauch y Gustavo Zerbino
Al tercer día Parrado y Tintín vuelven al avión por más alimento, durante dos días se dedicaron a
cortar carne para llevarla a la cola, Canessa y Harley intentaron todas las combinaciones de cables,
pero no lograron hacerla funcionar, Tintín se entretenía arrancando el recubrimiento de los tubos,
pensaba que podrían hacer un saco de dormir para soportar los fríos. Resignados a no poder
hacerla funcionar, vuelven al fuselaje, el ascenso fue duro, en especial para Roy que estaba al límite
de sus fuerzas, caía desplomado, lloraba y pedía lo dejaran morir ahí. Parrado no lo dejo, lo insultaba
para que avanzara, funciono. . . pero en el tramo final tuvo que cargarlo hasta el fuselaje.
No hay Amor más grande. . .
El sábado 9 de diciembre, Nando Parrado cumple años y le regalan un cigarrillo
habano. Hacen una cruz con maletas en la nieve, para que los aviones los
divisen.
Desde el momento en que la herida de Numa en su pie fue avanzando y las
llagas en su espalda se llenaban de pus, y con septicemia, comenzó a estar más
desanimado, empezó a perder el apetito y casi nunca terminaba su ración. Los
Strauch le obligaban a comer. Entre más se debilitaba se desanimaba más,
mientras más se desanimaba, menos se preocupaba por comer, lo que lo
debilitaba más. Numa desde el comienzo dio todo por el equipo, a pesar de no
conocerlos antes del accidente, nadie lucho tanto por la sobrevivencia de todos,
nadie los inspiro tanto como Numa. Pancho Delgado quien lo cuidaba salió del
avión, sus compañeros le advirtieron que Numa moriría, pero el se negaba a
aceptarlo. Al rato Canessa salió para decir que Numa estaba inconsciente.
Pancho entro y vio a Numa respirando con dificultad, lenta y trabajosamente. se
arrodillo a su lado y comenzó a rezar. Mientras rezaba, Numa dejo de respirar.
Pesaba alrededor de 35 kilos al morir. El 11 de diciembre Numa Turcatti es el
último en morir en la montaña después de haber sobrevivido 61 días. Zerbino
hallo en su mano una cita bíblica que escribió antes de morir: Juan 15:13. No hay
amor más grande que aquel que da la vida por los amigos.
expedición final Salimos mañana hacia Chile
Tras la muerte de Numa Turcatti los expedicionistas estaban más
que decididos para salir. Estaban convencidos de que no podían
esperar más. Roy, Álvaro, Coche, Moncho, y Javier estaban muy
débiles, no resistirían más. Con el saco de dormir listo, saco cosido
por Carlos Páez, estaban listos para pasar las frías noches. Los
primos cortan gran cantidad de carne para que llevaran una reserva
de alimento.
El martes 12 de diciembre, parten a las 5 de la mañana, antes de partir Nando le da Carlitos su
consentimiento para usar el cuerpo de su mamá y su hermana, además le da un zapatito rojo que su
mamá había comprado para uno de sus nietos, Nando se quedó el otro, prometiendo regresar por él, su
objetivo era alcanzar la cima de la montaña, avanzaban lentamente y tenían que descansar, la montaña
era casi vertical, continúan hasta que la noche cae, buscan un lugar resguardado para pasar la noche,
montan un campamento, y pasan la primera noche en el saco de dormir, resulta un éxito, no sienten
demasiado frio. Continúan escalando y es hasta el jueves 14 que alcanzan la cima, al llegar a la cima
Parrado se da cuenta que no es lo que esperaba, no veia las verdes praderas chilenas, sino más y más
montañas nevadas. Estamos Muertos
Vizintín venia tras él, Nando le pide que vaya por Canessa, Tintín obedece y baja a buscarlo, Tintín se
queda en donde habían pasado la noche, al alcanzar la cima, Canessa piensa lo mismo: “Estamos
perdidos”
Con los ojos cerrados iré tras de él
Aun sin reponerse del horror, Nando le explica el plan que tiene,
seguirían caminando. Le dirían a Vizintín que volviera al fuselaje
y así dispondrían de más carne para ellos dos. Nando le pidió
que lo acompañara, el iría, en cualquier caso. Roberto le dice
que lo pensaría. Bajaron a pasar la noche donde la habían
pasado la noche anterior donde le esperaba Tintín que estaba
llegando al límite de sus fuerzas.
Al amanecer del viernes 15, Roberto acepto seguir a Nando,
preferían morir caminando a morir enterrados en el fuselaje,
Tintín vuelve al avión, con indicaciones de que, si les rescataban,
debían decir que ellos habían ido al oeste, en el fuselaje, los
sobrevivientes mediante la radio se enteran de que un avión de
rescate encuentra una cruz en la nieve.
El sábado 16 alcanzan la cima y comienzan el descenso, lo
hicieron deslizándose sentados ya que la ladera era muy
inclinada, cerca de las 4 de la tarde llegan a una roca plana y
allí pasan la noche.
El viaje de Parrado y Canessa
En el avión se enteran, que la cruz hallada era de un grupo de
meteorólogos argentinos, se comienza a elaborar un plan B, en caso de
que después de los 10 previstos para la expedición, se haría otra
expedición; los Strauch junto con Zerbino y Tintín partirían hacia el lado
de Argentina.
Parrado y Canessa, llegan a la base de la montaña y comienzan a
caminar por el valle, ven un arroyo y descubren musgo, es el primer signo
de vegetación. Canessa comienza a notar que sus fuerzas flaquean.
El lunes 18, encuentran los primeros signos de vegetación, en su séptimo
día continúan bajando el valle, llegando al final se hallan con un paisaje
paradisiaco ¡No hay más nieve!, un torrente de agua y zonas verdes,
vuelven a sentir esperanzas de salvarse realmente. Canessa ya era
incapaz de ir al ritmo de Parrado.
Siguen caminando por el lado derecho del torrente, aunque no era fácil,
lo cruzaron para cambiar de orilla para poder continuar.
Acampan para pasar la noche, las temperaturas eran más cálidas, lo
que ponía en peligro la conservación de la carne. La carne empezaba a
pudrirse.
El viaje de Parrado y Canessa
El martes 19, en su octavo día, divisan un rebaño de vacas a lo lejos y más
tarde una lata vacía de sopa, ese era el primer signo innegable de que allí
había estado gente. A medida que avanzaban el rio se iba haciendo más
ancho, entonces hallan el rebaño que habían visto y marcas de hachas en los
árboles y un corral hecho de ramas. Allí pasan la noche, hacen una hoguera y
cocinan toda la carne que les quedaba, al fin y al cabo, se estaba pudriendo.
El miércoles 20, se deshacen del saco de dormir, ya no lo necesitaban,
continúan por el valle, aunque la debilidad de Canessa se hacía patente a
cado paso, comenzaba a tener síntomas de diarrea. Parrado le insultaba
cuando se quedaba atrás, y Canessa sacaba fuerzas de flaqueza para seguir
caminando, Nando tuvo que cargar su mochila y un en punto a él, Canessa
estaba tan débil y enfermo, que tuvieron que dejar de caminar antes de lo
previsto.
Estaban en Los Maitenes, y poco rato después de detenerse vieron a un
hombre, montando a caballo, al que pidieron ayuda.
Era el arriero Sergio Catalán.
Vengo de un avión que se cayó en las montañas
El 20 de noviembre, cuando Nando fue a buscar leña, Canessa vio la figura de
un hombre a caballo del otro lado del río, le grito a Nando para avisarle y
ambos comenzaron a dar saltos y gritos para llamar la atención del jinete,
Parrado corrió hacia el río, el jinete cabalgo a la orilla, no los oía a causa del
estruendo del agua del torrente. Les dijo a gritos unas palabras, de las cuales
la única que pudieron descifrar fue “mañana”. Esa noche apenas y durmieron
de la emoción. El 21 a las 6 de la mañana vieron llegar al arriero al lado de una
hoguera, junto a él había otros hombres. Sergio le lanzó un pedazo de papel
envuelto en una piedra: He enviado a un hombre que llegara ahí más tarde.
Dígame lo que desea. Parrado no tenía con que escribir y tras hacerle gestos,
el arriero le lanzo un bolígrafo atado a una piedra con un pañuelo.
Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace diez días que estamos
caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que
salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a
buscar arriba? Por favor. No podemos ni caminar. ¿Dónde estamos? SOS. Lanzo la nota de vuelta a
Sergio que la leyó y asintió. Había entendido, después le lanzo varios panes, para que Nando los
cogiese. Nando regreso con Roberto con un pan en la mano, era el signo inequivovo de que habia
tomado contacto con el mundo exterior. “Estamos salvados”
El arriero lanzo varios panes a Nando. Sin embargo,
cuando llegó con Canessa solo llevaba un pan que
dividieron en partes iguales. Horas después vieron llegar
otro jinete, pero esta vez en su misma orilla. Era el
hombre enviado por Sergio Catalán, se llamaba
Armando Cerda. Les saluda con desconfianza,
impresionado por su aspecto: esqueléticos, harapientos,
sucios y malolientes.
Los chicos le contaron todo lo que habían pasado en
esos dos meses, Armando les dijo que Catalán había
salido hacia Puente Negro (que estaba a un día
cabalgando) para informar a los carabineros de la
aparición de los sobrevivientes uruguayos.
Se enteraron de que estaban en Los Maitenes, junto al río Azufre, provincia de Colchagua.
Armando les ofrece queso, que aceptan desesperados de hambre, como Canessa
apenas podía caminar lo subieron al caballo y los tres partieron valle abajo hasta una
casa modesta de madera, que los campesinos utilizaban en primavera para cuidar el
ganado.
Allí conocen a Enrique González, este hombre les da más queso y leche. Les dieron alubias,
macarrones con carne, y después pan con miel. Comieron hasta saciarse, después
durmieron, después de 10 largos días de caminata, era el jueves 21 de diciembre, hacía 70
días del accidente aéreo en las montañas. Tras la siesta, vuelven a reunirse con los
campesinos, que, de nuevo, les dieron comida. Al rato llegaron dos carabineros con una
cuerda al hombro. . . “Muy bien muchachos, ¿dónde está el avión?
¡VIVEN!
Viernes 22 de diciembre. Como de costumbre, Daniel Fernández y
Eduardo Strauch salen a primera hora para sintonizar las noticias. Daniel
junto con Carlos Páez habían soñado que Parrado y Canessa habían
llegado a algún lugar, de entrada, lo único que oyen es la palabra: Avión
Uruguayo, era lo único que sobresalía. Hasta que sintonizan una estación
donde están entrevistando al embajador uruguayo en el aeropuerto de
Pudahuel, el embajador dice: Señores debo decir que es oficial, que han
aparecido Fernando Parrado y Roberto Canessa. Sintonizan otra emisora
y suena el Ave María de Bach, era una señal divina, ¡estaban salvados!
Fuman para celebrar y en cuanto lo asimilan se preparan para el rescate.
Empacan sus cosas y se asean un poco. Carlitos se afeita y peina,
Zerbino y Sabella se ponen camisa y corbata. Zerbino empaca en una
valija pertenencias de sus amigos, collares, documentos, ropa, cartas,
cosas para llevar a sus familias, sus amigos no se quedarían en la
montaña pues se irían con él.
El rescate A primera hora periodistas llegan a Los Maitenes ansiosos por conseguir las
primeras imágenes y testimonios. Más tarde 3 helicópteros de la Fuerza Aérea
Chilena, piloteados por él comandante Carlos García, Jorge Massa y el teniente
Ávila, con ellos dos mecánicos y tres socorristas andinos: Claudio Lucero, Osvaldo
Villegas y Sergio Díaz, El comandante pidió a Nando que lo acompañase para
indicarle el lugar. Nando tenía miedo a volar, pero quería subir para ayudar a sus
amigos, recordó la promesa de volver por el otro zapatito rojo. Era la una de la
tarde la peor hora para sobrevolar los Andes, la intención no era evacuar a todos
los chicos sino localizar el punto exacto del avión. Parrado reconocía todos los
puntos que habían pasado, cuando Parrado señalo la ladera de la montaña
donde estaba el avión, el comandante no daba crédito.
No se explicaba como habían podido sobrevivir a tanta altura y como habían
logrado ascender y descender semejante montaña.
Por momento pensaba que Parrado estaba equivocado en sus indicaciones. . .
¡Era imposible que el avión estuviese allí! Los motores rugían el helicóptero se
sacudía y vibraba por la altura. El altímetro marcaba 4500 metros al alcanzar la
cima, comenzaron a descender con turbulencias hasta que Parrado divisa las
manchas que eran los restos del Fairchild. “Ahí están”
Carlos Páez Vilaró (papá de Carlitos Páez), para una radio uruguaya, lee la lista de
La lista sobrevivientes sin saber si su hijo estaba ahí.
Bueno, mi querido, te voy a decir los nombres de los chicos. ¿Tú me escuchas?
-Te escucho, adelante, por favor-
Eduardo Strauch Urioste
-Reitéramelos dos veces cada nombre, por favor, dos veces cada nombre-
Eduardo Strauch, Eduardo Strauch
Antonio Vizintín, Antonio Vizintín
Álvaro Mangino, Álvaro Mangino
Daniel Fernández, Daniel Fernández
Carlitos Miguel Páez, mi hijo, Carlitos Miguel Páez, mi hijo
Fernando Parrado, Fernando Parrado
Roberto Canessa, Roberto Canessa
Adolfo Strauch, Adolfo Strauch
Gustavo Zerbino, Gustavo Zerbino
Pedrito Algorta, Pedrito Algorta
Alfredo Delgado, Alfredo Delgado
Roberto François, Roberto François
A ver, un momentito, Roy Harley, Roy Harley
José Luis Inciarte, José Luis Inciarte
Ramón Sabella, Ramón Sabella
Javier Methol, Javier Methol
Primer día de rescate
En el fuselaje discutían que harían con todos los restos de los cuerpos,
concluyeron que no debían ocultar ni avergonzarse de lo que habían
hecho, de pronto oyen un ruido y vieron que se aproximaban los
helicópteros.
Pudieron ver a Nando haciendo ademanes.
Los helicópteros trataban de descender, pero el viento era tan fuerte que
era una tarea demasiado peligrosa.
Tras varios intentos de acercamiento el primero de los helicópteros se
acerca lo bastante al suelo, que uno de sus soportes toco la nieve.
Saltan con comida Sergio Díaz y un enfermero. Los chicos tratan de subir
a bordo, primero lo logra Daniel Fernández, luego Álvaro Mangino aun con
su pierna rota. En el segundo helicóptero suben Carlos Páez, Pedro
Algorta, Coche Inciarte y Eduardo Strauch. No podían rescatar más
sobrevivientes ese día, volverían al día siguiente
Ultima noche en la montaña
Zerbino le da una hoja a Sergio Diaz y al enfermero José Bravo con los
nombres de a quien pertenecían cada pilita de huesos y demás restos.
Zerbino había acomodado cada pila de huesitos por si algún día sus
familiares querían ir por ellos a la montaña, así estuvo dos horas
explicando a quien pertenecía cada trozo de carne, hueso. Sergio solo
lo observaba atónito. -Gracias Gustavo, pero ya no importa-. Esa
noche se quedan en la montaña Bobby François, Alfredo Delgado,
Ramón Sabella, Antonio Vizintín, Javier Methol, Gustavo Zerbino, Roy
Harley y Fito Strauch, el equipo de rescate fue recibido con abrazos y
alegría, solo un rescatista al ver que se acercaban a el, dejo ver debajo
de su chamarra un revolver, en caso de que lo quisieran atacar. Venían
preparados para pasar la noche, con una carpa propia, mucha
comida que dieron a los chicos hasta hartarse. En un momento
determinado tomaron fotos y registraron los alrededores del fuselaje.
Dijeron que estaban obligados, eran para el ejército chileno, que
ninguna foto se publicaría. Los sobrevivientes los invitaron a su
“Hogar”, no eran conscientes del olor que había ahí, el único que
acepto fue Sergio los demás acamparon en su tienda.
Entro con ellos y se sentó en medio de los ocho, ninguno durmió, ni lo intentaron. A medianoche cumple 48
años, los chicos le cantaron “FELIZ CUMPLEAÑOS”
Segundo día de rescate
Sobre las 10 de la mañana, vieron aparecer 3 helicópteros, en los
que todos subieron felices para dejar atrás la montaña. Zerbino
fue el último en subir, llevaba consigo el bolso en que llevaba a
sus amigos, cuando quiso dárselo a Fito, el comandante ordena
“No, el bolso no sube”, Zerbino se sentó sobre el bolso y dice “Si el
bolso no sube, yo tampoco”, Fito le rogaba que subiera, pero Gus
se negaba. No iba a dejar tiradas como basura las historias de
sus amigos. Los pilotos y tripulantes veían con estupefacción
porque no podían seguir manteniendo el equilibrio, creían que se
había vuelto loco, al final se lo dio a Fito y subió, los tripulantes
estaban tan sorprendidos con su proceder, que no dijeron más
nada. De manera irónica Zerbino y Fito miraban con nostalgia y
tristeza a la que había sido su casa por 72 días.
Eran los últimos, después no quedaba nada, ni nadie, porque los
llevaba con el
¿fue una epopeya de la supervivencia o un siniestro acto de canibalismo?
Los primeros días del milagro los sobrevivientes se
reunieron con su familia, y las familias de los que no
volvieron, como lo fue con el padre de Coco Nicolich
quien, al escuchar la lista de sobrevivientes,
confundió a Gustavo Zerbino con Gustavo Nicolich.
El 23 de diciembre, todos fueron ingresados al
Hospital Posta de Santiago de Chile. Todos tenían
deficiencia de grasa, proteínas y vitaminas. Tenían
los labios quemados y agrietados, conjuntivitis y
varias infecciones en la piel.
Hablaban con naturalidad desde el
primer momento respecto a su
alimentación, se lo confesaron a sus
familiares, médicos y un sacerdote.
Para los médicos y algunos familiares,
no fue sorpresa, era la única manera de
haber sobrevivido. Ante la prensa,
sobrevivieron comiendo queso, avez
que cazaban y vino y whiskey.
¿fue una epopeya de la supervivencia o un siniestro acto de canibalismo?
La mayoría de los familiares no estaban
preparados para la noticia, reaccionando
involuntariamente con asco y asombro. A pesar
de que los sobrevivientes consideraban normal
la reacción de su familia, se sentían heridos ante
la idea de que se horrorizaran por lo que habían
hecho.
Martes 26 de diciembre, Diario El Mercurio,
publica en primera plana una foto de una pierna
a medio comer, con esto los sobrevivientes se
ven obligados a realizar una conferencia al
llegar a Montevideo. Se cree que la foto fue
vendida por uno de los rescatistas, Claudio
Lucero.
La Conferencia
6 días después del rescate, el 28 de diciembre, viajan en
avión la mayoría de los sobrevivientes y sus familias a
Montevideo, faltaban Roy Harley, Fernando Parrado y
Daniel que había vuelto antes. La conferencia se da en el
Old Christians Rugby Club, en uno de sus gimnasios. Allí
les esperaban periodistas, padres de los que volvieron y
de los que no, amigos y familiares. Todos hablarían por
turnos, contando su experiencia. Fueron sinceros con el
tema de la comida.
Coche, seria quien abordaría el tema, pero fue presa del
pánico y Pancho Delgado tomo su lugar. Comenzó la
conferencia, guardaron silencio, cada uno iba contando
su trágica y heroica historia, hasta que llegó el turno de
Pancho:
La Conferencia
Llegó ese momento en el cual ya no teníamos ni alimentos ni cosas por el estilo y pensamos: Si
Jesús en la última cena repartió su cuerpo y sangre a todos sus apóstoles, ahí nos estaba dando a
entender que debíamos hacer lo mismo. Tomar su cuerpo y sangre, que se había encarnado. Y eso
que fue una comunión íntima entre todos nosotros, fue lo que nos ayudó a subsistir Y fue una
entrega de cada uno. Cuando Pancho termino de hablar todos aplaudieron conmovidos, ya no había
más preguntas que hacer, las familias de los fallecidos siempre les mostraron su apoyo, aunque
también evitaban hablarles, por el dolor de que ellos volvieron y sus hijos no.
Restos del fuselaje
En enero de 1973 los restos fueron quemados por los rescatistas, también se encargaron
de dar sepultura a los restos de los que murieron en la montaña, a unos 800 metros del
fuselaje, años después fue colocada una placa de hierro, con el mensaje: En recuerdo a
nuestra visita, los 16 hermanos como siempre unidos
Restos del fuselaje
El sacerdote encargado de dar la misa final para los restos de los fallecidos fue el cura
Caviedes. -Yo solicite ir a esa dolorosa misión porque amo la montaña y me
conmueven honradamente los que caen abatidos en ella. Además, porque fui amigos
de los sobrevivientes en sus escasas horas en San Fernando-. Un año más tarde, el 13
de diciembre de 1973 el padre iría por última vez a la montaña, ya que desapareció, y fue
encontrado muerto el 19 de febrero de 1982 durante tareas de búsqueda de otros
andinistas extraviados. Se cree que murió de hipotermia.
Restos del fuselaje
Adaptaciones Aparte de películas, tiene
documentales y libros, escritos por
familiares de los que no volvieron y
por los mismos sobrevivientes. La
Sociedad de la Nieve-Pablo Vierci.
¡Viven! - Paul Piers Read. Milagro en
los Andes-Nando Parrado. Diario
de un superviviente: Memorias de
los Andes-José Luis Inciarte. Del
otro lado de la montaña-Claudia
Sobrevivientes ¡Viven! (1993) La Sociedad de
Pérez del Castillo. Entre mi hijo y yo,
de los Andes Estados la Nieve (2023)
la luna-Carlos Páez. Tenía que
(1976) México. Unidos. Frank España. J.A.
sobrevivir-Roberto Canessa. Las
René Cardona Marshall Bayona
montañas siguen allí-Pedro
Algorta. Desde la cordillera del
alma/Después del día 10-Carlitos
Páez. Desde el silencio: Cuarenta
años después-Eduardo Strauch
además de un libro inconcluso de
Javier Methol
Javier Methol, trabajo toda
su vida en la tabacalera
Sergio Catalán familiar, también dio
platicas. Tristemente
nació en 1929 y
falleció el 4 de junio de
murió el 11 de 2015 a los 79 años.
febrero de 2020 a
los 91 años Roberto Canessa,
cardiólogo infantil, ha
dado charlas y tiene 71
años