Como humanos, no nos gusta que nos hagan pruebas de forma

innata. Los tiempos difíciles y la adversidad nos afectan; impacta nuestros

pensamientos, perspectiva, personalidad, adoración, vida de oración, etc.

Cuando se trata de la vida cristiana, es de esperar la prueba en medio de la

adversidad. Vendrá en todas las formas y tamaños y desde muchas
direcciones diferentes.

Santiago no fue el primero en decirnos que los tiempos de prueba son

buenos para nosotros. David dijo lo mismo en los Salmos: «Porque tú nos
probaste, oh Dios; nos ensayaste como se afina la plata» (Salmos 66:10).

Salomón nos dice que Dios prueba los corazones (Proverbios 17:3). Pedro
nos dijo que nos regocijáramos mucho por muchas pruebas; la prueba de
nuestra fe es buena para nosotros (1 Pedro 1: 6–7).

El evangelio es algo muy serio, desde el momento en el que nosotros

decidimos seguir este camino le declaramos la guerra al enemigo, por eso el
no descansa hasta vernos destruidos, busca la manera de hacernos caer, de
hacernos desviar del camino y esto es una realidad, pero aunque esto se real
y lo conocemos hay algo mas real y es que aunque el enemigo nos quiera
destruir pues hay una verdad mas grande y es que con nosotros va el Dios
todopoderoso que nos defiende.

• Pedro por eso dice: sed sobrios y velad porque vuestro adversario el
diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar.
El enemigo no descansa, no se va nunca de vacaciones, los 60 minutos
de la hora, las 24 horas del día, los 7 días de la semana los 30 días del
mes, los 12 meses del año no descansa buscando nuestra destrucción
pero Jesús dijo yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo.

Hermanos es que el evangelio no es una entretención, no es un

hobbie, no es una diversión, el evagelio es poder de Dios, por eso
estos espacios que se abren como este devocional no son reuniones
sin sentido, por eso no debemos tomar estos espacios deportivamente
porque aquí nosotros nos fortalecemos, nos llenamos de su presencia,
en momentos como estos que parecen tan sencillos Dios puede enviar
la respuesta y la solución para nuestras pruebas y dificultades.

El propósito de la prueba es que Dios afirme lo que haya que afirmar,

que el señor fortalezca y establezca nuestra vida, las pruebas y los
momentos difíciles son escenarios para que el poder de Dios sea
manifestado, en medio de la prueba Dios puede convertir la debilidad
en fortaleza, la amargura en alegría, la cobardía en valentía, pero para
esto debemos estar firmes en la fé, porque sin fe es imposible agradar
a Dios.

Cristiano que se respete pasa por el fuego de la prueba, porque el

verdadero cristiano no se conoce cuando todo va bien, cuando hay
buena casa, buena salud, buen vestido, buena comodidad, cuando
todos lo aplauden y lo felicitan, el verdadero cristiano se conoce en el
fuego de la prueba cuando Dios nos forma y moldea nuestro ser.

En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.