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La Voz

Imagínate que tu voz nace de una cadena de montaje, en cuatro fases:


respiración, fonación, resonancia, y articulación. Es una manera sencilla de
entender cómo funciona la Voz.

1. Aparato respiratorio
El aparato respiratorio es la primera etapa de ese proceso de fabricación.
Es un conjunto de órganos, músculos y tejidos del cuerpo humano encargados de
proporcionar oxígeno a la sangre, en el proceso conocido como respiración.
 Inhalación: parte del proceso respiratorio en la que se absorbe aire.
También llamado inspiración.
 Exhalación: parte del proceso respiratorio en el que se expulsa el aire
viciado y desprovisto de oxígeno. También llamada espiración.

El aparato respiratorio está formado por el diafragma, músculos abdominales,


lumbares e intercostales, los pulmones y los conductos (bronquios y tráquea) por
los que el aire transcurre desde y hacia la laringe.

1. Fosas nasales y boca:


En primer lugar, las puertas de entrada y de salida al cuerpo para el aire. Lo más
adecuado será respirar a través de las primeras, ya que tienen la función natural
de calentar el aire que entra.

2. Faringe:
Está situada inmediatamente detrás de la boca y de la cavidad nasal. Es un
conducto que usamos como paso de aire.

3. Laringe:
En su interior se sitúan los pliegues vocales.

4. Los conductos:
Los bronquios y la tráquea. Los bronquios conectan cada uno de los pulmones con
la tráquea, en forma de Y invertida. La tráquea es como una columna, en cuyo
capitel se sitúa la laringe.

5. Los pulmones:
Situados en el tórax y hasta el abdomen. En ellos se extrae oxígeno del aire
durante la inhalación, para introducirlo en la sangre. De ésta se extrae el dióxido
de carbono, para expulsarlo en la exhalación.
6. El diafragma:
Es el músculo encargado de expandir los pulmones para que éstos absorban aire
del exterior. El diafragma es un músculo plano y abovedado cuando está
relajado. Al contraerse, se aplana y baja, lo que produce la inhalación.

7. Músculos abdominales:
Trabajan en la inhalación y se relajan para expulsar el aire durante la exhalación.

8. Músculos intercostales:
Están situados entre las costillas y trabajan en la inhalación para elevar la caja
torácica, relajándose en la exhalación. Al actuar, se expanden, y separan las
costillas, lo que expande la caja torácica. Al relajarse, todo vuelve a la posición
inicial.
En técnica vocal, el término “apoyo” hace referencia al control de la exhalación, y a
la coordinación de ésta con la fonación (producción de la voz) para cantar de la
manera más efectiva y natural.
Resulta imprescindible tener una mecánica respiratoria correcta y sana para lo que
tenemos que desarrollar la conciencia de las respiraciones abdominal y torácica.
Existe también una importante conexión psicológica: La respiración se ve afectada
por la emoción, y la emoción se ve afectada por la respiración. Está demostrado
que “la respiración abdominal tiene por sí sola la capacidad de producir cambios
en el cerebro: favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la
endorfina, y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
Nuestro cuerpo no funciona de manera independiente de nuestra mente. La voz
depende de nuestra coordinación neuro-muscular, que se ve afectada a su vez por
los procesos bioquímicos cerebrales, que responden a las emociones y
experiencias de la mente.

2. Aparato fonador

Es el conjunto de órganos encargados de convertir el aire a presión que proviene


del sistema respiratorio, en sonido. Se encuentra en la laringe y por encima de la
tráquea
En su interior, la laringe contiene los dos pliegues vocales – a menudo mal
llamados cuerdas vocales, que participan en la fonación o producción de la voz.
Los pliegues vocales se abren en la inhalación y la exhalación, y se cierran en la
deglución – al tragar- y durante la fonación.
La laringe puede moverse verticalmente; Hacia abajo, como podemos
experimentar si bostezamos o ponemos una voz ‘llorosa’, o hacia arriba como
cuando gritamos o si ponemos ‘voz de bruja’.
Cuando escuchas una voz limpia, estás oyendo ambos pliegues vocales sanos
(Sin patologías como nódulos, pólipos, edemas, o inflamaciones fruto de alergias,
cansancio, o abuso vocal), vibrando simétricamente, cosa que no pueden hacer si
están inflamados, o si de alguna otra manera estuvieran deformados. Cuando esto
sucede podemos escuchar diversos tipos de disfonías o ronqueras: Un sonido
estridente y con más de un tono fundamental; Una vibración involuntaria del tono;
Un exceso de aire, de susurro o incluso una afonía o interrupción de sonido total,
etc.
Algunas cualidades de la voz dependen del trabajo del aparato fonador:

1. Altura (o tono) de la nota:


Cuando haces sonar la voz, la corriente de aire pasa entre los pliegues que se han
juntado, como lo hacen tus labios al cerrar la boca. Éstos son blandos y flexibles y
comienzan a vibrar, muy rápidamente, con el paso del aire. Esto genera un tono
fundamental, y la altura de la nota que produces será más grave o más aguda en
función de la frecuencia de la vibración: Más grave a menor frecuencia, más
aguda a mayor frecuencia. Lo que determinará estas variaciones de altura de la
nota es la tensión de tus pliegues vocales, que a su vez están controlados por los
músculos internos de la laringe.

2. Volumen o dinámica:
Como vimos cuando describimos en el sistema respiratorio, éste es el
encargado de proporcionar el aire y de regular la presión del mismo que llega a los
pliegues vocales. Pero éstos tienen también la función de- en la medida que
resisten dicha presión- producir ondas de aire comprimido. El sistema respiratorio
y los pliegues vocales trabajan coordinados y en equilibrio: A mayor fuerza del
aire, mayor resistencia de los pliegues vocales. Por ello, cuando emites a mucho
volumen no utilizas más aire, sino que empleas aire a mayor presión.
3. Aparato resonador

¿Qué son los resonadores?


Por sí mismos, los pliegues vocales producen un ruido similar a un zumbido, muy
parecido a la embocadura de una trompeta. El aparato resonador humano está
formado por los espacios huecos de las diversas estructuras que se hallan por
encima de las cuerdas vocales: la garganta, la nariz, la boca y los senos
paranasales. La forma de estas estructuras, algunas de las cuales podemos
modificar conscientemente, cambia el sonido de ese zumbido y lo transforma en el
timbre único de la voz humana.

1. La garganta y la boca:

 Resonador laringo-faríngeo: la laringe, y los pliegues vocales situados en


ella, no sólo tienen la función de producir la fonación, sino que también
actúa como resonador. Merced a su pequeño tamaño, aporta al timbre
armónicos agudos.
 Resonador buco-faríngeo: este es el espacio más grande en términos de
volumen, y aporta armónicos graves, o dicho más subjetivamente, cuerpo y
profundidad a la voz. Podemos modificar su tamaño voluntariamente, al
elevar o descender la laringe. En canto clásico, por ejemplo, se solía cantar
con la laringe ligeramente baja, siendo esto lo que le da al canto lírico su
característico sonido, que tal vez pueda describirse como algo parecido al
bostezo.
2. La máscara:
Tal vez los resonadores más influyentes para un cantante con la voz
educada sean los faciales. Tradicionalmente se les llama “la máscara” por
estar situados por detrás del rostro entre la mandíbula superior y la frente.
Cuando se activan, podemos notar como si los huesos de esa parte de la
cara fueran, efectivamente, una máscara vibrante:

 Paladar óseo: Situado en la parte superior de la boca, puedes comprobar


su presencia con tu lengua. No podemos moverlo, al ser parte del cráneo,
pero sí percibir perfectamente como vibra, y como lo hace de manera
distinta según la vocal que articulemos, o según la altura de la nota que
produzcamos. Está unido al paladar blando, un músculo que encontraremos
detrás de él y sobre el que nos extenderemos a continuación. A través del
paladar duro se transmite la vibración a los dientes, por lo que se lo puede
describir como parte del aparato articulador.
 Resonador Nasofaríngeo: está por encima del paladar blando, y se activa
con el movimiento de éste. Es muy útil cuando hablamos de la mezcla de
voz, o la voz mixta.
 Las fosas nasales: Son dos, y al igual que el paladar duro no podemos
moverlas, sólo activar su resonancia indirectamente.
 Los senos nasales: Son espacios huecos en el cráneo, encargado de
producir la mucosidad que protege las fosas nasales. Tienen una enorme
influencia en el timbre de la voz. También forman parte de la estructura
ósea del cráneo, por lo que son oquedades rígidas sobre las que actuamos
dirigiendo la resonancia, pero sin poder modificar su tamaño o posición.
 ***Pecho: Lo cierto es que a pesar de términos que usamos los profesores
de canto como voz de pecho o de la sensación de que experimentas en el
mismo al hablar o cantar una nota grave, esta vibración no tiene una
influencia significativa en nuestro timbre. Es por ello que no siempre se lo
suele incluir en la lista de resonadores.
4. Aparato articulador
Por encima de los pliegues vocales, en el tracto vocal, existen múltiples partes que
se mueven de diversas maneras para cambiar el tamaño y la forma del mismo, y
modulan todos los sonidos que escuchamos en la voz humana. Estas partes
móviles se llaman articuladores, y son:

1. Labios:
Los labios se usan en la producción de muchas consonantes. La manera en que
mueves los labios, haciéndolos circulares, sacándolos hacia afuera, abriéndolos
mucho, o estirándolos lateralmente, también afectan a las vocales.

2. Los dientes:
Los dientes los usas cuando pronuncias las consonantes /f/ and /v/, con los
incisivos superiores tocando el labio inferior, y también /θ/ and /ð/, con la punta de
la lengua en contacto con los incisivos superiores o en /d/ con el cuerpo de la
lengua en esos mismos dientes.

3. Puente alveolar:
También llamado arco dental superior, es la parte ligeramente dura
inmediatamente detrás de los incisivos superiores. La lengua toca, o
prácticamente toca el puente alveolar al vocalizar /t/, /d/, /s/, /z/, /l/, and /n/.

4. El paladar duro:
El paladar duro es la parte dura en el cielo de la boca, empezando justo detrás del
puente alveolar. Cuando cierras la boca relajada, tu lengua está seguramente
reposando plana y tocando el paladar duro.

5. Paladar blando:
El paladar blando es la parte más blanda del cielo de la boca, situado detrás, y
como una continuación del paladar duro. También se la llama velum o velo del
paladar. Puedes tocarlo con la parte posterior del cuerpo de la lengua, cosa que
haces al articular los sonidos /k/, /ɡ/, y /ŋ/.

6. La lengua:
La lengua es la estrella de este sistema, el articulador más maleable e influyente.
Trabaja en la producción de casi todos los sonidos, tanto vocales como
consonantes. Son frecuentes los problemas que produce para cantar, por posturas
erróneas, tensiones, etc.

7. La mandíbula inferior:
La mandíbula inferior se mueve de arriba a abajo permitiendo que la boca se abra
y se cierre. Este movimiento también permite a la lengua alcanzar posiciones más
bajas o altas, y a crear más o menos espacio en el interior de la boca. Todos estos
movimientos tienen una gran influencia en modificar el timbre de nuestra voz.
8. La cavidad nasal:
Las cavidad nasal es el espacio dentro de la nariz y detrás de ésta, como ya
hemos visto en el sistema resonador, a través del cual el aire transcurre cuando
respiramos por la nariz. Esta área es la más influyente al producir los sonidos
nasales /m/, /n/, and /ŋ/ (NG). En estas consonantes, el aire discurre a través del
conducto nasal en lugar de por la boca. Controlamos la apertura y el flujo de aire
que mandamos a este conducto con la acción combinada de la parte de atrás de
la lengua y el paladar blando.

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