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CORAZÓN VACÍO 2.0 - Documentos de Google
CORAZÓN VACÍO 2.0 - Documentos de Google
En el año de 1945 los destinos de Michelle y Ethan Tanner se unieron en matrimonio en la
misma iglesia que fue testigo de su primer encuentro. En poco tiempo, su amor floreció en la
llegada de Jordi, su primer hijo. Un par de años después, una nueva niña se unió a la familia,
una pequeña con ojos verdes, pecas, una tez blanca como la seda y cabello tan radiante como
Creciendo entre lujos, sirvientes y banquetes, Kiara era una niña insatisfecha. A sus siete
años, un fajo de billetes no lograba hacerla feliz. Mientras su hermano Jordi derrochaba cada
moneda, Kiara se negaba a dejarse seducir por el dinero. Sus días, en lugar de ser consumidos
por la riqueza, encontraban refugio en los mundos encantados que descubría entre las páginas
Cuando la biblioteca se volvió demasiado pequeña para sus ansias, Kiara volvió a la soledad,
un estado que solo rompió la lluvia y un regalo: una bicicleta. Como con todos los regalos
innecesarios, Kiara depositó la bicicleta en la caseta de cuarzo blanco en el jardín. Allí, entre
las gotas de lluvia que caían lentamente, avistó a Jake, un chico de piel morena, rostro sucio y
Sin titubear, Kiara se acercó a aquel chico cuyo destino había entrelazado con el suyo. Así
comenzó una amistad. Jake provenía de una familia empobrecida, donde las comidas eran
escasas en ocasiones. Nueve años de soledad para Kiara llegaron a su fin, encontrando en
Jake un compañero que compartía no solo conversaciones, sino también alimentos y, de vez
En una madrugada inquietante, Kiara fue arrancada de sus sueños por los gritos de su familia,
preocupación y confusión. El aire estaba cargado de una tensión horrible, y la joven se
Una vez fuera de su habitación, Kiara siguió el rastro de hedor hasta el jardín. Sin embargo,
no fue la familia reunida lo que la dejó petrificada, sino el intenso olor quemado,, desvelando
Los pasos apresurados llevaron a todos hacia la salida, como si huyeran de una verdad que no
pudieran negar. El jardín, una vez fuente de alegría y tranquilidad, se había convertido en una
zona de llamas, donde el aroma a quemado insinuaba una despedida a todos sus
entretenimientos .Al alcanzar el exterior, Kiara, con el corazón apresurado, volvió la mirada
hacia atrás. En las sombras, pudo ver los ojos avellana de Jake, destellos de traición que la
hicieron retroceder. Descendiendo lentamente, sus manos revelaron una caja de cerillas, un
La traición se enredó en el aire, formando un nudo en la garganta de Kiara. La confusión se
reflejó en sus ojos, que buscaban respuestas en la expresión de Jake. Un instante marcó el fin
de la inocencia, y en ese silencio, Kiara sintió que algo se había quebrado en sus vidas. La
mudanza de la familia no fue una tarea difícil; pronto encontraron una nueva morada, aunque
para Kiara, la cercanía a la anterior no podía llenar el vacío que Jake había dejado en su
corazón. Ya no se reiría con la sonrisa de Jake a través de la valla, ni tendría la posibilidad de
meterse de nuevo en las páginas de sus libros favoritos. Nada podía consolar la nostalgia de
Kiara.
Día tras día, Kiara se sumía en sus pensamientos, envuelta en el humo que desprendía la casa.
Las imágenes de Jake, con el objeto que desató el fuego en sus manos, se repetían
Recorría mentalmente cada momento compartido con Jake, desde las risas compartidas hasta
las conversaciones profundas bajo la sombra. Cada detalle se volvía más precioso, una serie
Meses más tarde nada favorecía a Kiara, su corazón seguía vacío y su alma seguía sola.
Aunque se había autoconvencido de que ver a Jake con unas cerillas en la mano solo fue una
coincidencia, siempre había una duda en su cabeza de que pudiera pasar lo contrario. En un
día lluvioso ,Kiara, envuelta en su propio mundo, paseaba por la calle. En medio de la
grisácea atmósfera, esos ojos avellana surgieron nuevamente. La sospecha y el amor se
apoderaron de Kiara y, sin pensarlo dos veces, empezó a correr tras el chico.
El individuo también comenzó a correr. Los gritos desesperados de Kiara rompían el
silencio, llamando el nombre de Jake. Finalmente, Jake se detuvo y giró sobre sí mismo,
revelando su rostro a Kiara. Aquella mirada, una vez familiar, hizo sentir a Kiara un
escalofrío por todo el cuerpo. Su miedo aumentó cuando dirigió la mirada hacia las manos de
Jake y descubrió un cuchillo de acero alargado, con un filo plateado y un mango negro. La
realidad golpeó a Kiara, que giró y huyó con urgencia. El eco de sus propios pasos resonaba,
alguien tocó la puerta y vió un señor vestido de traje con un bigote extravagante pensó que
también lo estaba imaginando. También pensó que todo era parte de su imaginación cuando
aquel hombre sacó tales palabras por su boca: “ Lo siento por decirle esto, señorita Tanner,
pero sus padres Michelle y Ethan Tanner han fallecido desafortunadamente en un accidente
de coche”. Kiara tardó en procesar. Ninguna lágrima salió por sus ojos pero su corazón paró
por instantes. No estaba tan triste como una niña que acaba de perder a sus padres lo estaría
pero aún así, su soledad incrementaba cada vez más.Con valentía, Kiara preguntó el porqué la
muerte de sus padres. El señor de traje respondió con cortesía explicando los hechos que
llevaron al accidente.
La explicación resonó en el aire como una historia de miedo. La rueda del vehículo se
encontró con un cuchillo en la pacífica carretera nocturna. El choque, una sorpresa, bastó
para desencadenar un evento catastrófico, haciendo que el coche se descarrilara, sellando el
Aunque la verdad resultara más amarga que cualquier mentira, Kiara se dió cuenta. La
mención del cuchillo, de acero con un mango negro, perforó su alma. Sus lágrimas brotaron.
La conexión entre aquel incidente y el encuentro con Jake la sumió en una realidad
insoportable.
La casa consumida por el fuego podría haber sido una casualidad. Sin embargo, este
accidente, provocado por un cuchillo similar al que Jake tenía en sus manos, obviamente fue
maquinado con malicia. Kiara no podía evitar preguntarse qué motivo había llevado a Jake a
causar tanto sufrimiento. ¿Qué había hecho ella para merecer todo ello, más allá de compartir
anterior, ella ya no sabía si la cercanía era positiva o negativa para su estabilidad mental.
de junio de 1968, el día que cumplía dieciocho años, la soledad sobre Kiara permanecía.
Mientras su hermano ocupaba su enorme habitación, ella se refugiaba en el salón, inmersa en
La melodía del timbre sonó, interrumpiendo la paz de Kiara. Al abrir la puerta, la realidad se
retorció frente a sus ojos al encontrarse nuevamente con Jake. El susto la impulsó a cerrar la
puerta, pero el pie de Jake bloqueó su escape, revelando un detalle: zapatos de marca y
- Kiara, espera, por favor. No quiero hacerte daño - declaró Jake con frialdad.
Jake ascendió los escalones uno tras otro, llevándola al último piso de la mansión, el piso 20.
- ¿Qué pretendes?- inquirió Kiara, en un tono de temor. ¿Cómo podía sentir tanto
- Escuchame Kiara. Te quiero. Te quiero muchísimo. Fuiste la mayor ayuda cuando la
necesitaba, el mayor apoyo cuando lo quería y la mejor amiga que pude tener. Cada
vez que te veo no puedo soportar vivir así. Me odiarás, con razón. Pero no pude
evitarlo. No podía soportar ver a mi familia morir de hambre. Pero, es aún peor cada
vez que te veo. Eres mi debilidad. Y no puedo vivir sabiendo todo lo que te hice. Mate
a tu familia para salvar a la mía y ahora me toca morir yo para salvarte a tí. -
Kiara quedó petrificada. No pudo moverse cuando vió a Jake poniendo ambos pies en la
barandilla y subiendo a ella. Tampoco pudo moverse cuando este susurró un “te quiero” antes
de dejarse caer, veinte pisos abajo. La caída fue lenta, Jake tenía una sonrisa de compasión
mientras Kiara explotaba en llanto.La vida de Jake se iba acortando mientras la de Kiara se
caía a trozos. Las lágrimas de quien caían lentamente tras el cuerpo de Jake. Kiara, incapaz
de mirar, se vio envuelta en el silencio que siguió al impacto. Un sonido hueco resonó en su
Kiara cargó con el peso de la culpa durante toda su existencia, el remordimiento de no haber
intervenido aquel día la persiguió para siempre. Jamás había experimentado un amor tan
profundo como el que sentía por Jake. Después de un par de años, cuando finalmente reunió
La lápida, adornada con flores frescas, reflejaba el amor de su familia. Con los ojos
En medio de las flores, descubrió una carta colocada bajo una piedra, con su nombre inscrito
en ella. Aquella carta dejó a Kiara realmente preguntándose quién era ella realmente.
Yo la responderé por ella. Yo soy Kiara. Tengo veintidós años. Mis padres eran Michelle y
Ethan Tanner. A los siete años conocí a la mejor persona del mundo. Su nombre era Jake,
aunque supongo esto ya lo sabréis. Mi vida se fue el 3 de junio de 1968 junto a la suya. Y a
día de hoy, mi vida no ha vuelto. En la tumba de Jake había una carta para mí. La carta
especificaba que todo lo que hizo lo hizo por amor. Le ofrecieron dinero. Mucho dinero por
hacer todos esos vastos actos. Ahora, en la actualidad, escribo este cuento sobre mi vida. Con
estas páginas de lágrimas, y el paisaje que tengo enfrente mía me despido de todo. Mi cuerpo
se reencontrará con mi alma, la que se llevó Jake. Dejaré caer mi cuerpo al igual que lo hizo
el. Y terminaré todo sin resentimientos. Solo con uno. Haber confiado en mi hermano.