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9.

Situación de salud de la comunidad

La situación de salud de la comunidad muestra un deterioro significativo que está estrechamente


vinculado con la situación socioeconómica de la población. Es evidente la escasez de recursos y
necesidades básicas insatisfechas entre las personas que viven en situación de calle. Esto se traduce
en un acceso limitado al sistema de salud y a una canasta básica que incluya alimentos adecuados y
saludables. Además, la falta de alfabetización sanitaria y las deficiencias en el desarrollo del sistema
de salud contribuyen a una situación lamentable en términos de salud pública. Observamos la
presencia de un grupo de personas que enfrentan problemas de salud visibles, como tuberculosis,
infecciones cutáneas debido a la falta de higiene y enfermedades gastrointestinales a causa de la
falta de acceso a agua potable y saneamento basico . Además, se identifican otras patologías de
riesgo en esta población.

10. Plan de Acción para Intervenir en la tuberculosis y otas Enfermedades Respiratorias en Buenos
Aires

El plan de acción para la tuberculosis se basa en la prevención, diagnóstico y tratamiento adecuado


de la enfermedad. A continuación, se detallan algunos pasos clave para abordar la tuberculosis de
manera efectiva:

1. Educación y concienciación: Informar a la población sobre los signos y síntomas de la tuberculosis,


así como las formas de transmisión, es crucial para la prevención y el control de la enfermedad. La
educación también puede ayudar a reducir el estigma asociado con la tuberculosis.

2. Vacunación: La vacuna BCG (Bacilo de Calmette-Guérin) es la única vacuna disponible para


prevenir la tuberculosis, principalmente en niños. La administración de la vacuna BCG en los
programas de inmunización infantil puede ayudar a reducir la incidencia de la enfermedad.

3. Detección y diagnostico: Existen dos pruebas para ayudar a detectar la infección de tuberculosis:
una prueba cutánea de la tuberculina y una prueba de sangre para detectar la tuberculosis. La
prueba cutánea es a menudo la más utilizada y consiste en inyectar con una aguja pequeña una
sustancia para análisis denominada tuberculina. Puede ser necesario realizar otras pruebas como
una radiografía de tórax y un cultivo de una muestra de esputo (flema que se expulsa de los
pulmones al toser).

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