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Asignatura: Historia Mundial Contemporánea

Profesor: Diego Escobar

Trabajo elaborado por:


Luisa arboleda
Gloria clemencia Patiño
Juan Fernando Yépez
Carlos Aguirre
Carolina Díaz

GUERRA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA.

Para el desarrollo del tema relacionado con, guerra, ciencia y tecnología partiremos de una
pregunta a través de la cual buscaremos evidenciar algunos aspectos fundamentales del
tema en cuestión, la pregunta sería entonces:

¿Cuál ha sido el proceso histórico de la ciencia y la tecnología al servicio de las guerras y


cuáles sus efectos en el contexto social de la humanidad?

Para abordar el tema en cuestión, a saber, ciencia , guerra y tecnología, se hace necesario
tener en cuenta que cuando hablamos de la guerra partimos de la premisa que ésta siempre
ha estado estrechamente relacionada con los avances tecnológicos y científicos, y de cómo
el desarrollo de estas investigaciones han tenido como propósito la concentración del poder
en pocas manos y la dependencia y sumisión constante de la mayoría de la población del
mundo conducidos por el poder político y económico de las clases dominantes.

Realizaremos a continuación un breve recuento de cómo se ha constituido dicho poder


bélico a través de algunos avances científicos y tecnológicos. En este entendido tenemos
que, en el siglo XIII, en China, se descubrió la pólvora un elemento explosivo con el fin de
divertirse más que para material para destruir, son los europeos quienes trastocan sus
propiedades juntándola con la tecnología del bronce, hierro y acero que se comienzas con
las primeras armas conocidas como misiles y cañones. Así mismo sucede con la
Revolución Industrial, donde la gran creación de la maquina traerá consigo la posibilidad
de implementación de nuevas tecnologías para la guerra, tales como tanques y carros de
combate; también podemos observar como el avión, uno de los mejores inventos de la
humanidad, se ha visto modificado para la actualidad en aviones de cazas de combate,
cohetes nucleares y naves espaciales. Por otra parte, Inventos más recientes a favor de la
guerra son la revolución cibernética y de la información, con las cuales se están
desarrollando nuevas formas de implementar el poder sobre las masas y de las cuales
hablaremos más delante de manera más explícita.
Un marco de referencia fue la segunda guerra mundial, donde se puede ver implementada
claramente la ciencia y la tecnología, cuestión que se constituyó en un claro enfrentamiento
por la hegemonía armamentista y militar siendo EEUU y la URSS sus principales actores.
En este contexto, la invención de la bomba atómica se apreció no solo como un invento
sino como parte del desarrollo de un proyecto industrial que se consolido como una nueva
forma de control y de poder en manos de una potencia, cuyo objetivo central seria sembrar
el terror; de esta manera fue mostrada a los japonés dos bombas que destruyeron dos
poblaciones y que tuvieron gran impacto con millones de pérdidas humanas y con secuelas
a futuro que hoy en día son visibles, daños materiales y a la vida humana, estas armas se
catalogarían entonces , como armas de exterminio masivo (AEM).

Otro aspecto de la carrera armamentista es que para su permanencia se debe contar de


inversiones astronómicas con el fin de desarrollar armas nucleares, químicas y biológicas,
Estas nuevas aplicaciones de la ciencia y la tecnología a la esfera militar y al poder
biopolitico, ha dado lugar a nuevas concepciones para el desarrollo de la guerra donde la
tierra se ha vuelto un espacio de experimentación y que ha jugado un papel importante las
potencias y su deseo de dominar al mundo.

Podríamos decir entonces que los avances de la ciencia y la tecnología han sido dos ramas
que hasta hoy han sobrepasado los límites del control político de los estados y a su vez se
han constituido en un arma para la guerra, pues, a través de ellas los estados más poderosos
han erigido sus más nefastos proyectos de dominación global. En este punto debemos
aclarar que no hablamos de manera específica de la utilización de la ciencia al servicio de la
humanidad sino más bien su utilización en relación directa con la guerra, en este entendido
podemos decir que los escenarios de guerra en la actualidad y a futuro, plantean poderosos
interrogantes, que no deben ser menospreciados. Los altos porcentajes de dinero que se
invierten año tras año en presupuesto militar, dan cuenta, como mencionábamos al inicio
del texto, de un afán imperioso, principalmente de las potencias occidentales en cabeza de
Estados Unidos de hacerse aún más dominadores del mundo (y del espacio exterior); lo
interesante de esto son las nuevas estrategias que se están llevando a cabo en aras de lograr
ejercer una mayor opresión sobre el mundo incurriendo en métodos más eficientes que no
involucren excedentes innecesarios de dineros.

Es solo bajo este panorama que se hace comprensible porqué aún en pleno siglo XXI
persiste la preocupación de países como Estados Unidos en promover y catapultar
gobiernos afines a sus ideales, fácilmente manipulables cuando se requiere que estos
implanten con lujo de detalles la ideología, la ciencia y la tecnología norteamericana. A
esto apuntan las nuevas manifestaciones de la política exterior de las grandes potencias:
Controlar las formas de actuar y el comportamiento de los individuos, esquivando en lo
posible (aunque existen excepciones, y muchas) operaciones militares de invasión, que
siempre pueden resultar engorrosas.
Sería válido también mencionar los peligros que afronta la libertad de los pueblos a causa
de la tenebrosa alianza entre militares, medios de comunicación y poderosas corporaciones
privadas. Frente a tan colosal poder los estados de por sí temerosos, evitan cualquier roce y
son tremendamente permisivos, dejando en plena desprotección a las gentes del común. Por
otro lado, no se puede desconocer que la historia del ser humano ha entrelazado
fatídicamente sus caminos con la guerra, lo que resulta fastidioso es que en un mundo que
se autoproclama protector de todas las formas de vida se sigan sucediendo hechos atroces
en que cientos de miles pierden sus vidas en beneficio de unos pocos que siempre están
ocultos.

Ejemplo de lo anterior es la carrera armamentista nuclear que sigue siendo una


preocupación mayor en nuestros días, el poder de destrucción de dichas armas fácilmente
puede borrar cualquier rastro de vida en el planeta. Tampoco se puede hacer la vista gorda
al repartimiento descarado de los recursos naturales de países del tercer mundo entre las
grandes potencias; situación que a su vez impacta negativamente el medio ambiente (son
las milicias las que generan más contaminación con materiales peligrosos en el planeta, las
bombas atómicas validan esta afirmación).

Las brechas de desigualdad entre países desarrollados y subdesarrollados se acrecientan día


a día, potenciadas por las incursiones armadas. El desempleo no da tregua, pero los casos
de trabajo infantil van en ascenso. Todo lo anterior se ha visto agravado desde el 2001,
cuando los estadounidenses abanderados con el discurso antiterrorista atacan países en
diferentes latitudes provocando desolación, muerte y miseria a niveles alarmantes.

El incremento de la militarización y el armamentismo contemporáneo se entrelaza con


procesos de reinserción en un orden internacional en mutación y de crecimiento económico,
cambio social y crisis política. Todos estos fenómenos constituyen una constelación en la
cual cada uno de ellos es a la vez causa, elemento y resultado. La tecnología es la base del
desarrollo de las guerras culturales y se sustenta en primer lugar en el “dominio de la
información”, conocer todo lo que pasa en el mundo e incluso como piensan las personas
(enemigos, aliados y neutrales). Concatenado con lo anterior, Ana E. Ceceña. en,
estrategias de construcción de una hegemonía sin límites, describe como el desarrollo
tecnológico e informático de la era de las comunicaciones, la globalización del mensaje y
las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convertirán a las operaciones de
acción psicológica en el arma estratégica dominante; para Fidel Castro Ruz, en una
entrevista de prensa en Portugal, en el año 1998 señalaba: “Estados Unidos… tiene todo un
sistema de espionaje montado…; un espionaje técnico colosal por medio de satélites, por
medios radioelectrónicos y de todo tipo, captando comunicaciones y buscando
información… Estamos sometidos a un espionaje total y feroz”.

Tenemos entonces que esta vigilancia constante y de alcance mundial se ha constituido de


manera fehaciente en el brazo derecho de la búsqueda por consolidar sus objetivos geo
políticos, estratégicos, militares y económicos desde determinados sectores que son
favorecidos por orientar un dominio de la información que aplastan a través de la
implantación de sistemas de vigilancia totalizantes que se fundan en el desarrollo y en la
especialización, así como en la innovación de sistemas como el Echelón, el Total
Information Awareness (TIA), Combat Zones That See (CTS) y SIGINT, estas
“novedades” son tan contraproducentes a las tesis de la neutralidad de la tecnología que
defienden las escasas diferencias entre tecnologías civiles y militares, excepto en el uso que
les otorgan los mercados a las que van dirigidas.

No obstante de lo anterior, debemos tener en cuenta que la creciente acentuación de


procesos de militarización ligados al desarrollo tecnológico de los principales países
responden a una compleja reflexión de lo interno y lo externo, en la cual lo primero tiene un
papel considerablemente mayor; la posibilidad de frenar o suprimir tales procesos implica
el diseño y la implementación de modelos de desarrollo que batallen con estos regímenes
que continúan creando las condiciones más favorables a unos intereses transnacionales
como de unos gobiernos de turno y entender que la vinculación de la ciencia a la industria
militar y civil hace aún más necesaria la intervención social

Al respecto de los ya mencionados avances a nivel tecnológico para las prácticas de la


guerra tenemos varios ejemplos reales que mostrar y que constituyen una seria amenaza a la
consolidación de países libres y autónomos, a saber:

1. La inteligencia de señales

La utilización militar de equipos electrónicos alcanza todos los niveles y modalidades de


combates la cual se constituye por un complejo sistema para obtener información táctica
para la localización de instalaciones y armas enemigas. Así pues, se posibilita llevar a cabo
acciones de gran precisión, limitando en gran medida daños, e incluso realizar misiones a
grandes distancias y con pérdidas mínimas en esencia la misión es conseguir la
superioridad sobre el adversario con el empleo de medios electrónicos y electromagnéticos.

Para comprender la utilización de estos equipos tecnológicos debemos hacer referencia


sobre algunos puntos importantes en cuanto a las tecnologías impuestas que se compone
por tres segmentos: el espacial, constituido por los satélites; el de control, formado por la
red de estaciones de análisis y procesamiento ubicados en todo el mundo; y el de usuario
que incluye las estaciones receptoras terrestres en los diferentes escalones de mando de las
tropas.

Otros sistemas de la comunidad de inteligencia serian; “network centric warfare" el cual


lidera las instituciones por la nsa, “videodrome” por televisión y comunicaciones por radio.
Tower, (1990, cia, nsa) emisión de frecuencias de microondas, para actuar sobre los
teléfonos portátiles. Sistema era ("electromagnética resonante induction") irradiación de
ondas de baja frecuencia desde el espacio sobre la población,
- la tecnología informática: la cual está encargada de obtener información o la
inhabilitación de programas o sistemas por medio de virus electrónicos (gusanos, caballos
de Troya, bombas lógicas, adware, spyware)

- nanotecnología. Los cuales son los avances tecnológicos de la microelectrónica y


Nanotecnología en la producción de nano-armas y nano-soldados, así Como desarrollar
microchips (implantes), o bio-chips híbridos, para Colocar dentro del cuerpo y crear los
súper soldados o convertir a las personas en “esclavos”. Con la intención de controlar o
manejar de una manera más específica a las personas por medio de implantes los cuales
pueden ser monitoreados y localizados vía satelital y todas las funciones puedes ser
controladas por ordenadores para que cumplas diferentes actividades o misiones.

- la tecnología sónica: consiste en el uso generalizado de emisores de sonidos atenuados de


alta intensidad, de sonidos de muy baja frecuencia, de polisonidos de alto volumen y la
utilización de granadas acústicas que permitirían incapacitar las tropas y la población,
haciendo vibrar los órganos internos y el cerebro, creando confusión y la locura temporal.

- la tecnología química: la cual sustenta y potencia la utilización a gran escala de sustancias


alucinógenas o psicotrópicas (tranquilizantes, calmantes, etc.) en sectores poblacionales
delimitados o ejércitos adversarios.

- tecnología óptica: la cual se basa en el uso de rayos láser que emiten pulsos de gran
intensidad para provocar la destrucción de equipos electrónicos y ópticos, así como dañan
la visión de las personas.

- tecnología electromagnética: (armas de pulso): consiste en la utilización de fuertes


emisiones radioelectrónicas. Algunos científicos plantean que uno de los proyectos del
haarp es la transmisión de pulsos electromagnéticos, sobre un país o en una región
determinada, con ellas se pueden espiar, acosar, torturar, enloquecer, neutralizar o aniquilar
en forma selectiva o masiva.

Las consecuencias nefastas de lo que hemos visto en este trabajo en cuanto a la forma en
que la ciencia y la tecnología han sido utilizadas por los países hegemóneizantes para el
logro de sus objetivos de dominación global, se ven reflejados finalmente en la persistencia
de una carrera armamentista que absorbe cantidades alarmantes de una parte del
presupuesto de los estados y que podrían ser utilizados para fines que no sean las guerras
que consumen a los pueblos y que imposibilitan el ejercicio democrático a través de la
emancipación social y que pudiera conllevar a la solución de muchos de sus problemas
socioeconómicos, no se necesita ir muy lejos en el análisis para determinar cuáles seria
dichos problemas, estos se revisten en graves problemas de alimentación, falta de vivienda
y trabajo digno, además de la grave crisis ecológica mundial y de la posible aparición de
tipos nuevos y más terribles de armas de destrucción en masa etc.
Para concluir podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la ciencia y la tecnología han
sido elementos clave de competencia entre las economías nacionales que dependen cada
vez más de los resultados de estas y de su nivel de desarrollo, su competencia se basa en la
producción de nuevas y mejores armas, que se definen por su nivel de capacidad
destructiva sobre un enemigo posible, todo esto bajo el marco ya mencionado de la
necesidad de una mayor inversión económica para la compra o elaboración de dichas
armas, cuestión que genera como una de sus graves consecuencias, el hecho de ser esta
inversión una carga para la economía nacional, que, para sostener dichos gastos buscan
sostenerse a través de la explotación de ciertos minerales vitales y renovables tales como el
petróleo “ dicho de otro modo, están agotando recursos no renovables con los efectos
bélicos sobre el medio ambiente, la lección de Viet Nam sugiere claramente que la moderna
tecnología militar es especialmente destructiva, no solamente de seres humanos sino
también de suelos, bosques y cultivos y otros elementos del medio ambiente”

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