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FACTORES DE RIESGO DEL ALZEHIMER

¿Cuáles son los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer?

Los factores de riesgo relacionados con la enfermedad de Alzheimer se pueden dividir en dos
grandes tipos: no modificables y modificables.

Factores de riesgo del Alzheimer no modificables


Los factores de riesgo no modificables que se relacionan con la enfermedad de Alzheimer son
la edad y la genética.

La edad.- es el principal factor de riesgo para desarrollar la enfermedad. La suma de años,


particularmente a partir de los 65, va incrementando el riesgo de padecerla. Sin embargo,
muchas personas preservan sus capacidades cognitivas hasta edades muy avanzadas. Así pues,
la edad es el principal factor de riesgo para padecer Alzheimer, aunque no es una
consecuencia inevitable del hecho de envejecer

Por otra parte, respecto a la genética, es importante saber que el Alzheimer tampoco es
una enfermedad hereditaria. Solo en un porcentaje muy pequeño, concretamente el 1%, su
causa puede atribuirse directamente a la genética. En el resto de casos, hablamos de un 99%,
hay ciertos genes que pueden conferir una mayor vulnerabilidad para desarrollar la
enfermedad, pero, en sí mismos, no son determinantes. Este efecto genético, de hecho, está
influido y modulado por otros elementos: los factores de riesgo modificables.

Factores de riesgo del Alzheimer modificables


La investigación científica apunta cada vez con más solidez a que ciertos factores de riesgo
para padecer Alzheimer sí son modificables. Son los relacionados con la salud cardiovascular
y el estilo de vida. Los factores de riesgo cardiovascular hacen referencia a ciertas
condiciones médicas, como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol, el tabaquismo o
la obesidad. El control de estos factores tiene que ver, además de con el seguimiento médico,
con el estilo de vida. Así, el sedentarismo o una dieta poco saludable repercutirán en la salud
cardiovascular y, secundariamente, en la salud cerebral, por aquello cada vez más evidente de
que lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro. Por otro lado, evitar el
aislamiento social y estar activo mentalmente también son algunos aspectos relacionados con
el estilo de vida que impactan en la resistencia de nuestro cerebro para hacer frente a la
patología.

¿Qué podemos hacer para reducir los factores de


riesgo del Alzheimer?
Está en nuestras manos actuar para reducir la probabilidad de que se manifiesten los síntomas
de la enfermedad de Alzheimer. ¿Cómo? Modificando nuestros hábitos de vida hacia otros
más saludables, incidiendo así tanto en la salud cardiovascular como en la cerebral.
 Cambia tus hábitos. Es importante dejar a un lado los excesos, no fumar,
mantener un peso saludable, procurar un sueño reparador y evitar el estrés crónico.
 Adopta una dieta mediterránea. Es la más recomendada, porque es un
modelo de nutrición saludable y rico, que asegura el aporte de nutrientes necesario y
equilibrado, además de ser adaptable a las distintas condiciones médicas que ponen
en jaque a la salud cardiovascular.
 Incorpora la actividad física en tu vida cotidiana. Además de los
beneficios de practicar cualquier deporte adaptado a nuestros gustos y posibilidades,
hay otras opciones para incorporar la actividad física en nuestra vida cotidiana. Salir a
pasear, hacer las tareas de casa o jugar con los niños también cuentan como minutos
de ejercicio diario.
 Mantén la actividad cognitiva y social. Hay otros hábitos de vida que,
aunque no inciden directamente en la salud cardiovascular, pueden potenciar la
resistencia de nuestras neuronas a las alteraciones patológicas. Así, es clave mantener
activo nuestro cerebro y trabajar nuestra reserva cognitiva, por ejemplo, con retos
mentales, que nos supongan un cierto esfuerzo, y con nuevos aprendizajes. Además,
es importantísimo no abandonar las relaciones sociales. La actividad social nutre la
actividad cognitiva cerebral y puede alejarnos de algunas patologías mentales
perjudiciales para la salud del cerebro.

Siguiendo todos estos consejos, seremos capaces de fortalecer nuestra salud y reducir el riesgo
de padecer Alzheimer. Los expertos estiman que, controlando los factores de riesgo
modificables, se podrían evitar uno de cada tres casos
MANIFESTACIONES CLINICAS

 Pérdida de la memoria, especialmente de la memoria a corto plazo


 Repite una y otra vez las mismas cosas (dice cosas sin sentido)
 Tiene dificultades para encontrar la palabra adecuada en una conversación
 Deja de preocuparle su aspecto
 Aparecen ideas delirantes y episodios de desorientación espacial
 Tiene dificultades para realizar actividades de la vida diaria: asearse, vestirse,
manejar cubierto de manera adecuada.
 El paciente camina con lentitud y el tronco flexionado
 Algunas veces no controla sus necesidades de carácter fisiológico: orina y
defeca en lugares inapropiados
 Trastornos del sueño y de comportamiento
 La percepción de la realidad es cada vez más pobre
 Llega un momento en que no pueden andar, ni hacerse cargo de ellos mismos.
 Ésta personas llegan a morir a causa de otros procesos de fondo: úlceras por
presión, neumonía.
TRATAMIENTO Y MEDIDAS DE PREVENCION
DEL ALZHEIMER

TRATAMIENTO: en la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer.


No obstante, existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas
durante algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad.

MEDIDAS DE PREVENCION:
 Controlar la hipertensión, el colesterol, la obesidad y la diabetes. ...
 Seguir una dieta mediterránea. ...
 Hacer ejercicio físico moderado. ...
 Plantear pequeños retos a nuestra mente. ...
 Tener una vida social activa.
DATOS ACTUALES ESTADISTICOS

El 10% de la población adulta mayor padece el llamado mal de Alzheimer, dolencia que
representa el 70 % de todas las demencias seniles, mientras que el 20% son demencias
multiinfartos y el 10% son demencias con diversas causas.

Según estadísticas brindadas por el neurólogo del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas
Danilo Sánchez coronel, el 1% de la población de 60 años padece Alzheimer, en los adultos
mayores de 60 a 65 años es el 2%; mientras que en los mayores de 65 años a 70 es del 4%;
porcentaje que sLa demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia
entre las personas mayores. En todo el mundo, más de 55 millones de personas viven con
demencia, lo que supuso un coste anual de $1 billón de dólares en 2018. Demencia es un
término general para varias enfermedades que generalmente son de naturaleza crónica y
progresiva, que resultan en deterioros cognitivos e interfieren con el capacidad para realizar
las actividades de la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de
demencia y puede contribuir al 60-70% de los casos. Contrariamente a la creencia popular, la
demencia no es una parte normal del envejecimiento y no afecta exclusivamente a las
personas mayores.

Dentro de los Estados Miembros de la OPS, la prevalencia de la demencia está creciendo


rápidamente en los países de América Latina y el Caribe (ALC). Además, los años de vida
ajustados por discapacidad (AVAD) experimentados por las mujeres que viven en la Región de
las Américas son un 65% más altos, en comparación con la cifra mundial del 60%.ube a 8% si es
mayor de 70 años; en tanto que en los mayores de 75 años llega al 16%.

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