Desde la década de 1990, el país ha experimentado transformaciones
significativas en su aparato productivo, con una disminución en la relevancia de la agricultura y la industria, y un aumento en actividades comerciales y financieras. Este cambio ha sido impulsado por políticas económicas de corte neoliberal que incluyeron la liberación de precios y privatizaciones. A pesar de la estabilización de algunos indicadores macroeconómicos, como el aumento de los flujos de remesas familiares, El Salvador enfrenta desafíos persistentes. La agricultura ha sufrido problemas debido a la reducción del crédito bancario y la baja productividad, mientras que la industria se ha visto afectada por la competencia de productos importados y la obsolescencia de maquinaria. La informalidad laboral sigue siendo alta y la generación de empleo formal es insuficiente. En términos de pobreza, aunque ha habido una disminución desde el año 2000, aún afecta a una parte significativa de la población. El crecimiento económico se ha mantenido en niveles modestos, con un aumento del 2.5% en 2015, impulsado en gran medida por las remesas familiares. Sin embargo, persisten desafíos estructurales en la economía, como la baja productividad agrícola y la falta de diversificación en los sectores productivos. A nivel fiscal, El Salvador enfrenta dificultades para equilibrar sus cuentas, a pesar de los esfuerzos por aumentar los ingresos tributarios mediante la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA). La inflación ha sido baja, pero la balanza comercial sigue siendo deficitaria, lo que destaca la necesidad de medidas adicionales para mejorar la competitividad y la productividad del país.
1. Adopción de Bitcoin como moneda de curso legal: En
septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, lo que generó una gran atención internacional y una serie de debates sobre los posibles efectos en la economía salvadoreña. 2. Dependencia de remesas: El Salvador depende en gran medida de las remesas enviadas por los salvadoreños que viven en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos. Estas remesas representan una parte significativa del PIB del país y juegan un papel crucial en el sustento de muchas familias salvadoreñas. 3. Desafíos sociales y políticos: El Salvador ha enfrentado desafíos persistentes en términos de seguridad, crimen organizado y corrupción, lo que puede afectar negativamente la confianza de los inversores y el clima empresarial. 4. Pandemia de COVID-19: Como en muchos otros países, la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la economía de El Salvador, afectando sectores como el turismo, la manufactura y el comercio. 5. Relaciones comerciales internacionales: Las políticas comerciales y las relaciones diplomáticas de El Salvador con otros países, especialmente con los Estados Unidos y otros socios regionales, también pueden influir en su situación económica. CUESTIONARIO 1. ¿Cuál es el papel de los indicadores económicos y sociales en la comprensión de la situación de un país? 2. ¿Cuáles fueron los principales cambios en el aparato productivo de El Salvador desde la década de 1990? 3. ¿Qué papel juegan las remesas familiares en la economía de El Salvador? 4. ¿Cuáles son algunos de los desafíos económicos que enfrenta El Salvador? 5. ¿Qué medidas se han tomado para reducir la pobreza en El Salvador?
Los retos económicos de la frontera norte en la era post-Covid: Las consecuencias económicas de la pandemia y la recuperación económica en los estados de la frontera norte