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Unidad III

ETAPAS DE LA MINERIA

El Perú es un país eminentemente minero, con un desarrollo que se remonta a la época


preinca de nuestra historia. Sin embargo, no es por todos conocido que este proceso
productivo implica toda una secuencia de etapas previas antes de aprovechar los recursos
que ofrece la tierra, por lo que en esta unidad explicaremos, de manera introductoria, todas
esas etapas a las que nos referimos.

Iniciando el ciclo Las diversas etapas que implica el quehacer minero tienen un periodo
de maduración muy variable, en función a la magnitud del proyecto, la ubicación y servicios
disponibles en él, el tipo de yacimiento y mineral, del capital con que se cuente, etc. Es
necesario desarrollar varias etapas, antes de empezar a producir, no pudiendo avanzar a
una siguiente etapa hasta no haber culminado la anterior. Estas son:

• Cateo y prospección.
• Exploración.
• Desarrollo y construcción.
• Explotación (producción).
• Cierre y postcierre.

1. El cateo y la prospección.
Al principio se tiene como tarea el identificar la zona donde se ubica el yacimiento minero.
Para ello se procede a realizar el cateo, que consiste en realizar búsquedas visuales de
anomalías geológicas en la superficie, lo que puede dar indicios de presencia de minerales.
Ya en la prospección, la observación se realiza con el apoyo de herramientas tecnológicas
para realizar un trabajo más eficiente y rápido, como las fotos aéreas, datos satelitales,
técnicas geofísicas (para observar propiedades físicas de las rocas analizadas) o
geoquímicas (para obtener resultados químicos de los materiales observados). En base a
los resultados del cateo y la prospección, se elige el área para un estudio más detallado,
que permita comprobar la existencia de minerales. En este momento es que se debe
solicitar un petitorio ante las autoridades respectivas, sobre el área donde se presume
exista un posible yacimiento mineral, procedimiento que asegura el derecho sobre los
posibles minerales que en la zona solicitada se encuentren.

Aprobada la solicitud de petitorio, se obtiene la concesión. Entonces se puede continuar


con estudios más detallados que pueden tomar varios años, por lo que se conserva el
derecho de explotación del área mediante un pago anual, que se llama Derecho de
Vigencia.

El objetivo de esta etapa es el reconocimiento del depósito mineral con interés económico
y delimitar el área a investigar a aproximadamente 50 km2 para una próxima campaña de
exploración, se aplicará en grandes extensiones de terreno con un gran espaciamiento entre
las tomas de muestras.

Solicitud de petitorio.
Antes de efectuar trabajos más profundos hay que asegurar la propiedad minera, para lo
cual se efectúa un “petitorio” en el Registro Público de minería. Este petitorio no significa
propiedad del terreno superficial ni de los recursos del subsuelo, cuyo propietario es el
Estado, el minero solo será propietario de los recursos minerales que extraiga de dicho
yacimiento.
Para conservar este derecho las empresas abonan al estado anualmente el Derecho de
Vigencia que es de US$3/ha/año (es decir 2 dólares por cada hectárea al año), los pequeños
mineros calificados por el Ministerio de energía y Minas abonan US$1/ha/año, y el mineri
artesanal US$0.5/ha/año.

2. La exploración.

Si bien todas las etapas del ciclo de vida de una mina son importantes, la exploración tiene
un papel más significativo, en tanto que los estudios que en ese momento se realizan
permiten determinar la magnitud (reserva) y calidad (ley) del mineral que se encuentra en
el yacimiento.

A diferencia de la prospección, la etapa de exploración busca delinear el depósito mineral


para una futura evaluación económica, en esta etapa se realizan estudios más profundos
del yacimiento, incluyendo perforaciones, muestreos, análisis del contenido y tipo de
mineral, entre otros, buscando definir si el mineral es recuperable y a qué costo, además
de determinar la distribución, tamaño, geometría, densidad, etc.

Así, la exploración y los estudios más detallados ayudan a determinar si es viable


económicamente la explotación de un yacimiento.

Esta actividad que se realiza de forma continúa en el quehacer minero, es decir que se
realiza tanto en los trabajos de un proyecto nuevo o sobre yacimientos que estén en
producción (ampliación de operaciones).

Es pues el mecanismo mediante el cual el minero busca incrementar su nivel de reservas


probadas (determinadas con certeza) desde aquellas reservas probables (estimadas a
partir de información menos completa). Y en base a este incremento de reservas logrará
extender la vida útil de la mina.

De acuerdo al impacto previsto de la actividad de exploración, el titular minero deberá


presentar una Declaración Jurada o una Evaluación Ambiental, donde señale los impactos
y controles a ejecutar por efectos de su presencia.

Confirmada la información respecto a la calidad y cantidad de mineral del yacimiento, se


deben de realizar otros análisis y estudios previos al desarrollo de la mina, entre los que
cabe resaltar:

a. El impacto y remediación ambiental que se dará de desarrollarse el proyecto. Toda


exploración debe contar con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), con el objeto
de conocer el potencial impacto ambiental de su puesta en operación. En el EIA se
describen los aspectos físico-naturales de la zona del yacimiento, así como los
biológicos, socio-económicos y culturales de su área de influencia. En el EIA se prevé
los efectos y consecuencias de realizar la actividad minera, y se establece los métodos
de remediación. Su contenido es público.

b. El estudio técnico económico que determina la ingeniería necesaria para ejecutar el


proyecto, su costo y viabilidad económica. Conocido como Factibilidad, este estudio
contiene información de las reservas; leyes de corte, método de minado (subterráneo
o a tajo abierto); plan de desarrollo; costos de transporte, mano de obra, insumos a
emplearse; impuestos, seguros, etc. Toda esta información permitirá determinar los
años de duración de la mina, asumiendo un ritmo de producción, el tamaño de la
planta, entre otros elementos que serán determinantes en las decisiones a tomar
respecto de la planificación de los trabajos necesarios para su operación.

Parte de los estudios, considera la realización de perforación diamantina, que consiste en


realizar perforaciones en el subsuelo a fin de analizar el contenido mineral. Muchas veces
las exploraciones determinan si es económicamente explotable un yacimiento o no, de
acuerdo al contenido y calidad del mineral encontrado.

Fig. 1. Perforación diamantina


Con la exploración se determina también si el mineral es tratable, es decir si es posible
recuperar económicamente su contenido metálico, para lo cual se realiza pruebas
metalúrgicas de laboratorio y planta piloto de tratamiento de minerales

Esta fase, comprende el desbroce de áreas extensas de vegetación, por lo general en forma
de líneas, para permitir la entrada de vehículos pesados sobre los cuales se montan
plataformas de perforación. Muchos países exigen una Evaluación de Impacto Ambiental
específica para la fase exploratoria de un proyecto minero porque los impactos de esta fase
pueden ser profundos, y porque las fases posteriores del proyecto minero podrían no
continuar si la exploración no logra encontrar suficientes cantidades de depósitos de mineral
metálico de alto grado.

3. Desarrollo y construcción.

En esta fase se culmina la planificación y se ejecutan los trabajos de infraestructura


necesaria para realizar la explotación.
Es claro que los trabajos dependerán del método de extracción, así como de la
infraestructura para el transporte del mineral. El estudio de Factibilidad permitirá
seleccionar el método de explotación (subterráneo o tajo abierto), de acuerdo a las
características del yacimiento y su viabilidad. La técnica de extracción subterránea se
emplea, generalmente, cuando el mineral se encuentra a mucha profundidad. Por el
contrario, si el yacimiento está cerca de la superficie, su tamaño es muy grande o se
encuentra diseminado (esparcido) se usa la técnica de extracción a tajo abierto. Todo se
planifica antes de extraer el primer gramo de mineral.

Desarrollo.
Si la fase de exploración demuestra que existe un yacimiento de mineral de dimensiones y
grado suficientes, entonces el proyecto puede empezar a planear el desarrollo de la mina.
Esta fase del proyecto tiene varios componentes
Construcción de caminos de acceso.
La construcción de caminos de acceso – sean estos para traer equipos pesados e insumos
a la mina, o para sacar los metales o minerales procesados, puede tener impactos
considerables en el ambiente especialmente si los caminos de acceso atraviesan zonas
ecológicamente sensibles o pasan cerca de comunidades indígenas que hasta entonces
estuvieron aisladas. Si la propuesta de un proyecto minero incluye la construcción de
caminos de acceso, entonces el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) deberá incluir una
completa evaluación de los impactos ambientales y sociales de estos caminos.

Preparación del lugar y desbroce.


En el caso que una mina se ubique en una zona remota y sin desarrollo, quien propone el
proyecto puede necesitar empezar por desbrozar el terreno para la construcción de áreas
de trabajo que alojarían al personal y equipos. Aun antes que el terreno sea minado, las
actividades asociadas con la preparación y desbroce del lugar pueden tener impactos
ambientales significativos, especialmente si estos se encuentran al interior o al lado de
zonas ecológicamente sensibles. El EIA debe evaluar por separado los impactos vinculados
a la preparación y desbroce del terreno.

4. Explotación (producción).

Luego de haber culminado las etapas antes mencionadas, recién se puede obtener el
mineral. Los pasos previos son rigurosos, no obstante, la explotación minera es en sí misma
una etapa mucho más específica y particular.

Sin embargo, vale la pena aclarar que el mineral extraído de por sí no es comerciable,
porque contiene gran cantidad de impurezas y está mezclado con rocas sin valor. Por ese
motivo se lo sujeta a un tratamiento, para generar valor. La “generación de valor” del
mineral se hace mediante distintos procesos (físicos, químicos, y/o físico-químicos, o
hidrometalúrgicos) De estos procesos se obtiene las partes valiosas y se desecha las que
no tienen valor comercial. Si bien los procesos también van a ser motivo de un futuro
informe quincenal, podemos señalar que los contenidos valiosos (metálicos) se obtienen
por técnicas que van a depender del tipo de mineral que se está procesando. Finalmente,
la refinación y fundición permite “purificar” los metales obtenidos, y es en este momento
que recién sirven para su transformación o uso industrial (lingotes, barras, etc.). La etapa
de producción es la que más años de duración tiene, influenciada por los costos de
operación, el precio de los minerales y el volumen de reservas.

Explotación y producción de la mina.


La actividad de la mina puede empezar una vez que una empresa ha construido los caminos
de acceso y ha preparado el lugar de trabajo que alojará al personal y equipos. Todos los
tipos de explotación minera comparten un aspecto común: la extracción y concentración (o
beneficio) del metal de la corteza terrestre. Los proyectos mineros difieren
considerablemente en los métodos propuestos para la extracción y concentración del
mineral metálico.

Fig. 2. Carguío de un camión minero

En casi todos los casos, los minerales metálicos se entierran debajo de una capa de suelo
o roca común (denominado ‘excedente’ o ‘desecho de roca’) que debe ser removido o
excavado para acceder al depósito de mineral metálico. La primera forma en la que los
proyectos mineros propuestos se diferencian entre sí es, por lo tanto, en el método
propuesto para sacar o excavar la sobrecapa o cubierta de material (suelo) encima del
yacimiento. A continuación, presentamos breves descripciones de los métodos más
comunes.
Minería a tajo abierto
La minería a tajo abierto es un tipo de minería superficial en la cual el mineral metálico se
extiende muy profundamente en el suelo, lo cual demanda la remoción de capas de
excedente y mineral.

En muchos casos, antes de remover el excedente, se requiere la tala de árboles y desbroce


o quema de vegetación que se encuentra sobre el yacimiento. El uso de maquinaria
pesada, usualmente excavadoras y camiones de carga, es la forma más frecuente de retirar
el excedente.

Debido a que la minería a tajo abierto frecuentemente comprende la remoción de áreas


con vegetación nativa, este es uno de los tipos de minería más destructivos
ambientalmente, especialmente al interior de bosques tropicales.

Fig. 2. Mina de tajo abierto.

Debido a que la minería a tajo abierto se emplea para depósitos de mineral a gran
profundidad bajo la superficie del suelo, usualmente comprende la creación de un tajo
abierto que excede la profundidad del acuífero. Cuando este es el caso, el agua subterránea
debe ser bombeada para permitir el minado. Usualmente se forma un lago en el tajo al
termino de las operaciones de minado y después que cesa el bombeo del agua subterránea.
Minería aluvial, depósito de placeres o placer

El depósito del placer o también llamado placer trata de una acumulación de mineral valioso
que se encuentra depositado con sedimentos en el lecho de una corriente de agua o en
una zona inundable. Se usan excavadoras, dragas o bombas hidráulicas (en el proceso de
minado “minería hidráulica”) para extraer el mineral. La explotación minera del placer por
lo general tiene por objetivo retirar oro de los sedimentos o arena aluvial de un río o
corriente de agua y en zonas inundables. Debido a que la explotación minera del placer
generalmente ocurre en el lecho de una corriente de agua superficial, este es un tipo de
minería es ambientalmente destructiva, libera grandes cantidades de sedimento, y puede
impactar las aguas superficiales a lo largo de muchas millas (o kilómetros) de distancia del
lugar de la mina.

Fig. 3. Minería de Placeres de Oro.

Minería subterránea
En la minería subterránea se retira una cantidad mínima de material sobrecapa o excedente
para tener acceso al yacimiento de mineral. El acceso al depósito de mineral se logra
mediante un túnel. Los conductos, o socavones verticales conducen a una red horizontal
de túneles que tienen acceso directo al mineral.
Si bien la minería subterránea es un medio menos destructivo de acceder al yacimiento de
mineral, por lo general es más costosa y conlleva riesgos a la seguridad mucho más
grandes que la minería superficial, incluyendo la minería a tajo abierto.

Si bien la mayoría de proyectos mineros a gran escala comprenden la minería a tajo abierto,
muchas minas subterráneas se encuentran en producción en el mundo.

Fig. 4. Minería Subterránea.

Disposición del desmonte o desecho de roca


En casi todos los proyectos, los yacimientos de metales se encuentran enterrados debajo
de una capa de suelo o roca (llamado “terreno de recubrimiento”, “sobrecapa”, “material
estéril” o “desecho de roca”) que debe ser retirada o excavada para permitir el acceso al
yacimiento de mineral. La mayoría de proyectos mineros genera una enorme cantidad de
material estéril o desechos de roca. La proporción o razón material estéril/ mineral metálico
(llamado strip ratio en inglés) es por lo general mayor que uno, y puede ser mucho mayor
en algunos proyectos mineros. De esta manera, por ejemplo, si un proyecto minero
comprende la extracción de unos pocos cientos de millones de toneladas métricas de
mineral metálico, entonces puede generar más de un mil millones de toneladas métricas de
material estéril y desecho de roca.
Estos altos volúmenes de desechos algunas veces tienen niveles significativos de sustancias
tóxicas, por lo general se depositan en el mismo lugar de la mina, y es apilado sobre la
superficie o como material de relleno de tajos abiertos o en túneles de minas subterráneas.
Por lo tanto, el EIA de un proyecto minero propuesto debe evaluar cuidadosamente las
opciones de manejo y los impactos asociados de la disposición de material estéril.

Extracción del mineral


Luego que una compañía minera ha retirado el material estéril, comienza la extracción de
mineral metálico mediante el uso de equipo y maquinaria pesada especializada, tales como
excavadoras, montacargas, grúas, palas, camiones que transportan el mineral a las
instalaciones de procesamiento a través de caminos. Esta actividad genera un conjunto de
impactos ambientales, tales como emisiones de polvo de los caminos, los que deben
evaluarse por separado en un EIA para tal fin.

Fig. 5. Acarreo de mineral.


Beneficio o procesamiento del mineral

A pesar que los yacimientos de minerales contienen altas concentraciones de metales, estos
generan grandes cantidades de desechos. Por ejemplo, el contenido de cobre en un
depósito de buen grado puede contener solamente la cuarta parte de un uno por ciento de
metal. El contenido de oro en un depósito de buen grado puede contener solamente unas
pocas centésimas de porcentaje.

Por lo tanto, el siguiente paso en la minería es el chancado, la trituración (o molienda) del


mineral y separar las cantidades relativamente pequeñas de metal del material no metálico
en un proceso que se denomina ‘beneficio’.

La molienda es una de las actividades más costosas del beneficio de minerales y resulta en
partículas muy finas que pueden permitir una mejor extracción del metal, pero también una
liberación más completa de los contaminantes cuando estos toman la forma de relaves. Los
relaves son remanentes que resultan del proceso de molienda del mineral a partículas finas
y luego que se extraen el/os metal(es) valioso(s).

Los procesos de beneficio incluyen técnicas de separación física/química tales como


concentración por gravedad, separación magnética, separación electrostática, flotación,
extracción por solventes, proceso de electro obtención o “electrowinning” lixiviado,
precipitación, y amalgamación (frecuentemente con mercurio). Los desechos de estos
procesos incluyen desechos de roca, relaves, desechos del lixiviado (en el caso de las
operaciones de oro y plata), y la disposición final de materiales de desecho del lixiviado
(operaciones de lixiviación de cobre).
Disposición de relaves

Como mencionamos arriba, aun los yacimientos de minerales de alto grado consisten casi
enteramente de materiales no metálicos y con frecuencia contienen metales tóxicos (tales
como cadmio, plomo y arsénico). El proceso de beneficio genera un gran volumen de
desechos llamados ‘relaves’, el residuo de mineral que permanece después que ha sido
triturado, y que ha sido extraído el metal valioso (por ejemplo, con cianuro (oro) o con
ácido sulfúrico (cobre)).

Si un proyecto minero comprende la extracción de algunos millones de toneladas métricas


de mineral metálico, entonces el proyecto minero generará una cantidad mayor de relaves.
Una de las cuestiones centrales que determinará si un proyecto minero es ambientalmente
aceptable es la forma como una empresa minera realiza la disposición final de este alto
volumen y material tóxico. A largo plazo, la meta de la disposición y manejo de relaves es
prevenir la movilización y liberación en el ambiente de los compuestos tóxicos que se
encuentran en los relaves.

Antes que fuera obligatorio el cumplimiento de las normas ambientales en minería, muchas
empresas mineras, por conveniencia, simplemente descargaban los relaves en los sitios
más cercanos, incluyendo ríos y arroyos cercanos.

5. El cierre y abandono de mina.

Cuando la mina deja de operar, porque ya no tiene reservas de mineral que resulten
económicamente viables de ser trabajadas, se procede a su cierre. El cierre se inicia desde
el momento que se inicia la operación minera.

La meta de la rehabilitación y cierre de una mina debe ser siempre el retorno de las
condiciones del lugar lo más parecido posible a las condiciones ambientales y ecológicas
previas a la existencia de la mina.
El cierre de la mina es programado desde antes de su inicio, en la Evaluación de Impacto
Ambiental de toda mina propuesta debe incluir una discusión detallada de la rehabilitación
y cierre ofrecido por quien propone la mina que tiene como objetivo rehabilitar las áreas
donde se desarrolló la actividad minera. Para lograrlo, se desmantelan los equipos e
instalaciones que se usaron en el ciclo de vida de la mina y se recuperan las zonas
afectadas.

El post-cierre, por su parte, es una etapa de monitoreo y mantenimiento de los alcances


del cierre, con la finalidad de verificar que el cierre de mina haya sido efectivo.

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