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LOS INDÍGENAS CORONDAS DEL LITORAL BAJO PARANAENSE Y SU SEÑOR. UN


CASO DE LIDERAZGO EN EL SIGLO XVI.

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Silvia Elena Cornero Aldo Gastón Green


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Silvia Elena Cornero y Aldo Gastón Green. Los indígenas Corondas del Litoral Bajo Para-naense
y su señor. Un caso de liderazgo en el siglo XVI. Revista Sociedades de Paisajes Áridos y
Semi-Áridos, Año XII, Documentos de Trabajo, Volumen 4, Octubre, 2022: Pp. 10 – 55. En línea
desde octubre de 2022. ISSN Impreso: 1852-878. Electrónico: 1853-2772. Licencia de Creative
Commons E-mail revistapaisajesunrc@gmail.com.
http://www2.hum.unrc.edu.ar/ojs/index.php/spas/index Editorial UniRío.
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/

LOS INDÍGENAS CORONDAS DEL LITORAL


BAJO PARANAENSE Y SU SEÑOR.
UN CASO DE LIDERAZGO EN EL SIGLO XVI

THE INDIGENOUS CORONDAS OF THE LOWER PARANAENSE COAST


AND THEIR LORD
A CASE OF LEADERSHIP IN THE SIXTEENTH CENTURY

OS INDÍGENAS CORONDAS DO BAIXO LITORAL PARANAENSE


E SEU SENHOR.
UM CASO DE LIDERANÇA NO SÉCULO XVI.

Silvia Elena Cornero1 y Aldo Gastón Green2

1 Escuela de Antropología, Facultad de Humanidades y Artes, y Museo Universitario


Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura. Universidad Nacional de Rosario.
2 Facultad de Humanidades y Ciencias. Universidad Nacional del Litoral.

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Rev. Soc. de Paisajes Áridos y Semiáridos,
Año XII, Documentos de Trabajo, Volumen 4, Octubre 2022.

Silvia E. Cornero y Aldo G. Green

Resumen
Los europeos que exploraron la región del bajo Paraná en el siglo XVI, dejaron registrados
diversos gentilicios de grupos indígenas, que mayormente provenían de lenguas nativas. En
este trabajo, nos ocupamos de uno de esos nombres, de mención reincidente en las fuentes
escritas primarias: el de “coronda”, que generalmente se ha considerado como designación
de un renombrado cacique, extendida luego a su colectividad. A partir del análisis de las
interpretaciones que, sobre el término, se han dado desde la etnografía, y de nueva docu-
mentación, desconocida o inédita, nos proponemos dilucidar, en primer lugar, si se trataba
de un gentilicio o de un antropónimo, en su origen. En segundo lugar, nos centramos en la
figura del conocido cacique, explorando las características de su liderazgo y de la organiza-
ción sociopolítica de los indígenas de la región adyacente a la actual localidad de Coronda.
Palabras clave: Corondas; Etnohistoria; Arqueología; Indigenas; Litoral paranaense.

Abstract
The Europeans who explored the lower Paraná region in the 16th century left records of
various demonyms of indigenous groups, which mostly came from native languages. In this
work, we deal with one of those names, repeatedly mentioned in the primary written
sources: that of coronda, which has generally been considered as the designation of a re-
nowned cacique, later extended to his community. From the analysis of the interpretations
that, on the term, have been given from the ethnography, and of new documentation, un-
known or unpublished, we intend to elucidate, in the first place, if it was an anthrophony, in
its source. Second, we focus on the figure of the well-known cacique, exploring the charac-
teristics of his leadership and the socio-political organization of the indigenous people of
the region adjacent to the current town of Coronda.

,
Keywords: Corondas, Indigenous Ethnohistory, Archaeology, Paraná Coast.

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Año XII, Documentos de Trabajo, Volumen 4, Octubre 2022.
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Resumo
Os europeus que exploraram a região do baixo Paraná no século XVI deixaram registros de
vários nomes de grupos indígenas, em sua maioria oriundos de línguas nativas. Neste traba-
lho, tratamos de um desses nomes, repetidamente mencionado nas fontes primárias escritas:
o de corona, que geralmente tem sido considerado como a designação de um cacique reno-
mado, posteriormente estendido à sua comunidade. A partir da análise das interpretações
que, sobre o termo, foram dadas a partir da etnografia, e de documentação nova, desconhe-
cida ou inédita, pretendemos elucidar, em primeiro lugar, se era um antropônimo, em sua
fonte. Em segundo lugar, enfocamos a figura do conhecido cacique, explorando as caracte-
rísticas de sua liderança e a organização sociopolítica dos povos indígenas da região adja-
cente à atual cidade de Coronda.
Palavras-chave: Corondas, Etnohistória, Arqueología, Indígenas, litoral paranaense

riamente pertenecían a lenguas nativas. Es


Introducción
decir que los cronistas consignaron posi-
Los primeros europeos que exploraron la
blemente categorías de adscripción o de
región bajoparanaense, dejaron registra-
auto adscripción que los precedían.
dos, durante el siglo XVI, diversos nom-
Excepto los de guaraníes y querandíes,
bres de grupos indígenas, ubicándolos en
esos gentilicios de grupos ribereños han
el espacio y señalando, a veces, sus simi-
sido interpretados por los etnógrafos de
litudes y diferencias lingüísticas y cultu-
fines del siglo XIX y primera mitad del
rales. Más allá de las limitaciones y difi-
siglo XX, como “parcialidades” de una
cultades advertidas para estas fuentes
unidad abarcadora (Lafone Quevedo
(Apolinaire y Bastourre 2016), observa-
1897, 1909; Aparicio 1939; Serrano
mos que coinciden en general en la enu-
1947; Canals Frau 1986) que han deno-
meración de los gentilicios, que mayorita-

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minado chana-timbú o chaná (Martínez timbúes o chanas. En este trabajo, busca-


Sarasola 2005). mos dilucidar, a partir de la revisión de
Más allá de las semejanzas en cuanto a las interpretaciones que desde la etnografía se
formas de subsistencia y a ciertos aspec- han propuesto, y analizando nueva
tos de la cultura material, como los ador- documentación desconocida o inédita, en
nos corporales, las noticias de los cronis- primer lugar, si se trataba de un gentilicio
tas llevan a problematizar la idea de la o de un antropónimo, en su origen, y que
unidad sociocultural para todos los grupos tipo de vínculo tenía con el de timbúes.
del río. Por un lado, las referencias a la En segundo lugar, centramos nuestro aná-
diversidad lingüística, por el otro, la pre- lisis en la figura del cacique, las carac-
sencia de las propias categorías de ads- terísticas de su liderazgo y de la organiza-
cripción, nos indican que los pobladores ción de los indígenas.
ribereños; ni tenían una cultura comple-
tamente homogénea, ni eran percibidos Coronda: ¿Antropónimo, gentilicio o
como una entidad singular. patronímico?
Uno de los nombres que aparece en esas Los corondas han sido considerados gene-
fuentes escritas primarias con diversas ralmente como timbúes, cuyo nombre
grafías, es el de corondas. Aparte de las derivaría de un famoso cacique de la épo-
escasas menciones existentes sobre ellos ca de la conquista (Serrano 1943). Estos
en las investigaciones etnográficas de la datos fueron construidos a partir de la
región, solo se les ha dedicado un estudio interpretación de algunas referencias do-
en particular (Marioni Berra 1992). Gene- cumentales, especialmente de lo conteni-
ralmente se ha considerado el término do en la información de Pedro González
como designación de un famoso cacique, del Prado, quien formó parte de la entrada
que se hizo extensiva a su colectividad, de Diego de Rojas por el actual noroeste
que no era más que uno de los grupos argentino en el año 1545.

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Los hombres de esta expedición, capita- Corundá” (Serrano, 1943: 1271). Toman-
neados por Francisco de Mendoza, cos- do como premisa la unidad étnica de los
tearon el curso del río Tercero, llegando grupos indígenas paranaenses y aplicando
al Paraná en octubre de 1545 (Berberían el rótulo chaná a la misma, escribe, en
1987), y siguiendo las noticias del señor otro lugar, que: “el nombre propio de los
de ese río llamado Corundá, que habían Corondas también era chaná, pero la his-
oído entre los yuguitas. En el interro- toria los consagro con el nombre de su
gatorio de la referida información se de- poderoso cacique” (Serrano 1953: 54).
cía: Que el señor Corundá fuera un cacique
timbú, sin embargo, no surge de manera
y si saben que entramos en el dicho directa de la información de González del
descubrimiento hasta treinta cristianos, Prado. Serrano tampoco aclara como
e volvimos a salir con grandísimo llegó a esta conclusión. El cronista
riesgo de la vida, la cual dicha entrada Schmidel, que arribó al Río de la Plata
entramos en búsqueda de los españoles con la expedición de Pedro de Mendoza
del Río de la Plata e de un señor que en 1536, señalaba que corondas y timbúes
hay en él que se llamaba Corundá que hablaban un mismo idioma. Podría conje-
es señor principal de la costa del dicho turarse a partir de ambas referencias, que
río, digan los testigos lo que saben. Corundá era un cacique timbú y que
(Berberían 1987: 27). Schmidel transformó su nombre en un
gentilicio:“ (pasados los timbúes)
Serrano señala que la expedición de llegamos á una nación con el nombre de
Mendoza iba en pos de la anhelada pro- Karendos” (Schmidel 1903: 163). Pero
vincia que, por la información de Pedro el hecho de que la referencia de
González de Prado, no era otra que la del Schmidel sea anterior a la de González
cacique de los timbúes, “que se llamaba del Prado, y apuntada en las costas del

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Paraná, puede llevarnos también a pensar entre los timbúes al sur, y los quiloazas al
lo contrario. Es decir, en la designación norte.
de un grupo indígena de las riberas La Relación de Irala de 1541 es más pre-
paranaenses que en la región del NOA, cisa desde el punto de vista geográfico, ya
los españoles transformaron, quizás por que pretendía ser una guía para quienes
dificultades para comprender a sus navegaran por el Paraná hacia Asunción:
informantes, en un nombre personal,
para aludir a su famoso jefe. podran entrar por el estero de los tym-
Para determinar si el término coronda o bus que empieza desde santispiritus y
sus variantes, fue usado originalmente rrescataran con ellos con mucho rre-
como gentilicio o antropónimo, caudo como dicho es, specialmente
analizaremos a continuación las fuentes con los Anundas que esta arryba en
de los siglos XVI y XVII donde aparece el cabo del estero y con los
registrado. quiloazes-questan por algo nuestros
Los primeros en consignarlo fueron los amigos (Schmidel 1903: 394).
cronistas de la expedición de Pedro de
Mendoza, que navegaron por el Paraná a La ubicación de los karendos, corumna o
partir de 1536, como el alemán Schmidel, anundas, entre timbúes y quiloazas, fue
quien reprodujo las variantes Karendos y corroborada por Oviedo, que contó con
Carendes (Schmidel 1903: 163-164), y el informantes que estuvieron en el Paraná,
Hno. Antonio Rodríguez, que anotó: “Há, y señalo más adelante de los timbúes a:
adiante destes gentíos (refiriéndose a los “los de Earinda, e mas adelante, á par de
timbúes), outros que chamam una laguna y dentro de ella vive una gente
“Corumna” (Rodríguez 1936: 65). llamada quiloaces” (Oviedo 1852:192).
Ambos refieren a un colectivo:“nación” En este caso, sin embargo, el término
o “gentío”, que sitúan, de manera parece aludir a un lugar o territorio. An-
implícita en el segundo,
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tonio de Herrera, que coincide con los lidad de Coronda, en torno a la cual se fue
primeros cronistas en la determinación de configurando el “Pago de Coronda” en la
los gentilicios indígenas, lo incluye entre etapa colonial (Barriera y Moriconi 2015;
estos, y confirma su ubicación relativa: “y Marioni Berra 2005). Anteriormente, a
mas arriba en un río, á mano izquierda, mediados del siglo XVI, la corriente co-
los Carcaras y mas arriba los Trimbus, los lonizadora proveniente del actual noroeste
Curundas, y Camis; mas adelante Quilba- argentino situaba a los corondas en ese
sas, Calchines” (Herrera 1728: 393). mismo lugar.
Todos los testimonios citados ubican a los Quienes, en 1545, se desprendieron de la
corondas entre timbúes y quiloazas. expedición de Diego de Rojas, camino al
Schmidel los encontró a 4 leguas de ca- Paraná, mencionaron a Corundá, como
mino desde Buena Esperanza (entre los vimos, refiriéndose a un cacique de ese
timbúes), y al sur de los quiloazas, a río, pero sin mayor precisión geográfica.
quienes halló en una laguna que se identi- En otras fuentes relacionadas con la mis-
fica con la Setúbal. Irala, por su parte, los ma corriente se encuentran referencias a
localizó en el sector norte del estero de la provincia o región de Corunera.
los timbúes: “questan arryba en el cabo En 1566, Francisco de Aguirre, goberna-
del estero”, señalando que el mismo daba dor de Santiago del Estero organizó una
comienzo en Sacnti Spiritu (desemboca- expedición hacia el sudeste “…porque se
dura del Carcarañá) y finalizaba en los entendió que podría yr carreta desde San-
quiloazas, es decir, debajo de la laguna tiago del estero hasta la fortaleza de gabo-
Setúbal. to o a otra parte del Rio de la plata” (Ma-
En la parte norte del “estero de los tym- tienzo 1910: 184). Intentaba llegar, según
bus”, entre la confluencia del río Coronda el licenciado Juan de Matienzo, oidor de
con el Salado y laguna de Coronda; se la Real Audiencia de Charcas:
conformó a partir de 1664, la actual loca-

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a una porvincia e isla que dicen de Co- contaban con un destacado testimonio,
runera, que está entre dos ríos, uno del como veremos más adelante.
Estero (el Dulce) y otro del Salado, En 1573 Jerónimo Luis de Cabrera, llegó
que passan uno para abajo de la isla; y desde la recién fundada ciudad de Córdo-
otro para arriba y ambos entran en el ba a la desembocadura del Carcarañá y
Río de la Plata, más debajo de Gaboto; fundó el puerto de San Luis, en la zona
tierra en cuyo seguimiento iba el go- del fuerte de Gaboto. Luego continuó su
bernador (Cabrera 1917: 17). marcha y “7 leguas al norte” arribó a un
asiento “que llaman omar cobera e por
Aunque la ubicación de Corunera, que otro nombre los Timbúes, cerca de Corin-
Cabrera (1917) identifica con coronda, ha da” (Zapata Gollán 1989:242).
sido discutida (Levillier 1930), una carta En ese lugar entró en contacto con un-
de Matienzo al rey de España en 1567, timbú llamado Cabiste que le dijo“… ser
citada por Serrano, no deja lugar a dudas: sujeto al cacique principal de Corina que
“…poblándose un pueblo en la Fortaleza reside en la ribera del dicho río e yslas”
de Gaboto o un poco mas abajo en una (Zapata Gollán 1989: 242). Desde allí,
gran provincia de yndios que se dice Co- Cabrera prosiguió hacia el norte, y el 19
runera a do entrava poderoso río que di- de septiembre, “… estando sobre una
zen Salado…” (Serrano, 1943). barranca de un brazo del rio de la Plata
Los españoles que avanzaban desde el cerca de do que estan poblados los yndios
noroeste, ubicaban la provincia de Coru- de Corona” (Zapata Gollán 1989: 244), se
nera en la desembocadura del Salado, en encontró con Juan de Garay que bajaba
la zona donde los de la expedición de por el entonces río Juan de Ayolas, hoy
Pedro de Mendoza situaban a los coron- Coronda, explorando la región desde
das. No sorprende que en época de Agui- donde poco después habría de fundar
rre tuvieran datos tan precisos, ya que Santa Fe.

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Las formas Corinda, Corina y Corona,


registradas en las actas capitulares de Yten si sauen que pasados dos meses y
Córdoba (Cabrera, 1917; Fernández Díaz medio después de hecha la dicha po-
1973) refieren a una localidad o unidad blación de la dicha ciudad de Cordoua
territorial, diferenciándola claramente, en el dicho Capitan tristan de texeda
uno de los casos, de quien ejercía el lide- fue en conpañía del dicho gouernador
razgo sobre la misma: el cacique princi- don geronimo a descubrir el gran rrio
pal de Corina. de la plata y llegaron a el y a la
Partiendo de la zona de Gaboto, los expe- fortaleza de Gaboto y coronda y
dicionarios hallaron “el asiento de Omad tinbus (Levillier 1930:349).
Cobera” (Fernández Díaz 1973: 535) a 7
leguas al norte. Continuando su trayecto Luego de fundada la ciudad de Santa Fe,
hacia el norte se encontraron con Garay, Antonio Tomas, enviado con socorro a
cerca de donde estaban “poblados los San Salvador, y realizando el trayecto en
yndios de Corona”. Claramente, estos se dirección contraria a la de Cabrera, arribó
encontraban más cercanos de la confluen- al “…Puerto que llaman coronda donde
cia del Coronda con el Salado, que de avia gran suma de yndios enemigos…”
Sancti Spiritu, es decir, al norte del estero (Areces et al.1999: 26). Poco después en
de los timbúes, donde los ubicaban una información levantada en esa ciudad,
Schmidel e Irala, y donde Matienzo situa- en abril de 1577, por orden del goberna-
ba a Corunera. dor Diego Ortiz de Zarate Mendieta, los
En la probanza de servicios de Tristán de testigos refieren a los indios rebelados en
Tejeda, yerno de Hernán Mejía Miraval, “el pueblo del curunda” (AHSDE. Pape-
que participó en la expedición de Cabrera, les Río de la Plata, siglo XVI T II).
el término también parece designar un Veinte años más tarde Hernandarias
lugar o provincia: otorgó a Manuel de Frías y a Manuel

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Martín, al sur de la desembocadura del nio Tomas y Hernandarias, el término


Salado: adquiere una connotación territorial loca-
lizada. En las declaraciones de 1577, si
dos estancias que es una de la otra bien parece aludirse a un personaje, no
Banda del Paraná desde un riachuelo está claro que se entienda “el curunda”
que está de ese cabo de la Punta Gor- como antropónimo del mismo.
da, hasta cuatro leguas del Río Durante el siglo XVII, se advierte su uso
abajo por la tierra firme de frente (y) progresivo como topónimo, así en 1622
de esta banda…todo lo que se llama se menciona el “asiento de Coronda” y el
de este nombre, desde los asientos de “cerrito comunmente llamado de Coron-
Coronda que son cuatro de frente da.” (Marioni Berra 1992: 16). En 1627
(González de Welschen 1994: 47). el gobernador Céspedes reconoció a Her-
nandarias sus derechos de propiedad so-
Es decir, que “los asientos de Coronda” bre unas tierras que "se encuentran en la
se encontraban en la zona que venimos boca del Salado Grande, en su margen
señalando a partir de otros testimonios, occidental”, lindando “por el sud con el
frente a Punta Gorda, actual localidad de arroyo que llaman de Coronda" (Creus
Diamante (Provincia de Entre Ríos). Esto 2013: 52-53). En 1648, Martín Suárez de
no significa que los indígenas se limitaran Toledo, sobrino de Hernandarias, vendió
exclusivamente a la costa santafesina. En estas tierras: "…que están en la boca del
el mapa de Joannes Jansonius (1630), el Salado, y boca en un brazo del río Pa-
término curenda se extiende atravesando raná” (…). “ y por parte de abajo, corren
el rio Paraná y alcanzando un sector de la las dichas tierras por el río Dulce hasta el
costa entrerriana. arroyo de Coronda” (Creus 2013: 25),
Como en los testimonios relacionados con reconocido, ya en la primera mitad del
la expedición de Cabrera, en los de Anto-

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siglo XIX, como el arroyo Bragado (Ma- que nos permite acercarnos a la perspecti-
rioni Berra 1992; Creus 2013). va de los propios nativos.
En 1662 los jesuitas compraron a Miguel Según Blas Ponce, en 1561: “Castañeda
Martín de la Rosa tierras ubicadas entre el en esta ciudad de Santiago del Estero,
arroyo de Coronda (Bragado) y el arroyo tuvo noticia de un indio llamado Jofré que
de Simón Martin (Los Padres) “en el pa- había venido del Río de la Plata, de un
raje que llaman de Coronda” (Creus pueblo que llamaban Coronday” (Medina
2013: 58), y en 1687 Antonio de Vera 1901: 222). Jofré dijo, entre otras cosas,
Muxica vendió tierras “en el pago que que “años antes, que no se acordaba él
llaman de coronda” (Zapata Gollán 1989). cuantos, mas que supo se lo había conta-
Empleado a largo del siglo XVII, para do, habían estado en su pueblo de Coro-
designar a un cerrito, un arroyo, un para- nay poblado un capitán llamado Sebastián
je, y posteriormente a un pago, ubicados Gaboto, el cual había hecho un fuerte
en el área (parte norte del estero de los donde se recogía él y su gente…” (Medi-
timbúes) en que durante el siglo anterior na 1901: 222). De estas referencias se
se usaba para designar a un grupo indíge- desprende que al hablar del pueblo Co-
na, a su territorio o a su cacique, el térmi- ronday, Jofré no aludía al nombre de un
no se fue transformando en un topónimo, líder, sino a una unidad social territoriali-
al tiempo que se cristalizó como “Coron- zada.
da”. Por último, citaremos una escritura de
La declaración de un indígena coronda depósito de encomiendas (EDE) realizada
llamado Jofré en Santiago del Estero, en en 1591 por orden de Gonzalo Gutiérrez
1561, y recogida en una información por de Figueroa, juez pesquisidor enviado por
Ramírez de Velazco, en 1589, constituye la Audiencia de La Plata en la investiga-
un testimonio privilegiado, a pesar de los ción llevada adelante por el asesinato de
filtros por los que paso, en la medida en Gonzalo Martel de Guzmán (Cornero y

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Green 2019). En la misma se deposita, en ellos, la referencia fue escuchada de otros


Manuel Martin, un pueblo “con el caciq’ indígenas bastante alejados.
llamdo Corona con todos sus subjetos” Los españoles designaron, en otras oca-
(BO ABNB, EP 33: 200r-203v.). siones, a grupos indígenas del litoral, a
Observamos entonces un nombre que, partir del nombre de sus caciques, o lo
asociado a una misma área territorial, contrario, caciques a partir del nombre de
aparece escrito de diversas maneras en las sus grupos. En la referida EDE de 1591,
crónicas y documentos del siglo XVI y se observa el caso de los chistas, entidad
XVII (Tabla 1). El término coronda fue que abarcaba a dos “pueblos” y varios
registrado, en primer lugar, como gentili- caciques, uno de los cuales se denomina-
cio, por testigos directos (Schmidel, Irala, ba Chista (Cornero y Green 2019).
Rodríguez), luego como referencia a un En el repartimiento de la ciudad de Co-
cacique, tomada lejos del Paraná (Gonzá- rrientes de 1588, se encomendaron, a dis-
lez del Prado). Un valioso informante, el tintos conquistadores, dos pueblos de los
coronda Jofré, lo asigna a un “pueblo” en indios inipuscos, nombre de uno de sus
el sentido de una unidad social territoria- caciques (López Luján 1865). Es imposi-
lizada. En los testimonios de la expedi- ble saber en cada caso si se trataba origi-
ción de Cabrera, se diferencia expresa- nalmente de gentilicios o de antropóni-
mente a esa unidad, de su cacique. Otras mos, cuyo sentido fue extendido por des-
fuentes del siglo XVI, lo usan de manera conocimiento o dificultad para entender a
ambigua, que podría aludir tanto a un los informantes indígenas. O si, por el
grupo indígena como a su territorio, o contrario, se trataba de casos en que los
incluso a un líder. Solo dos documentos grupos y sus caciques compartían un
señalan a Corundá o Corona como caci- mismo patronímico. En sus estudios sobre
que de manera inequívoca, y en uno de la región cordobesa, Aníbal Montes,
menciona una relación según la cual cada

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“pueblo” constituía una "parentela" don-de a su vez como patronímicos (AGN. Sec.
todos sus integrantes compartían un mismo GJ. Leg. 23.2721) aunque en documentos
“apellido” (Ochoa y Ferreira 2019: 47). tardíos que podrían estar acusando in-
En el litoral, encontramos así mismo, fluencia hispánica a través del bautismo.
gentilicios como casota y colecha, usados

Año de Con-
Fuente Nombre Asignación
tacto
1537 Schmidel Karendos Grupoindígena
1537 Schmidel Carendes Grupo indígena
1537 Rodriguez Corumna Grupo indígena
1541 Irala Anundas Grupo indígena
1535/57 Oviedo Earinda lugar / territorio
1545 González del Prado Corundá cacique
1561 Jofré Coronday pueblo
1561 Jofré Coronay pueblo
1566/67 Matienzo Corunera provincia
1601/15 Herrera Curundas Grupo indígena
1573 Cabrera Corinda lugar / territorio
1573 Cabrera Corina lugar
1573 Cabrera Corona lugar
1573 Tristan de Tejeda Coronda pueblo / lugar
1574 Antonio Tomas Coronda puerto
1577 Varios testigos Curunda ¿cacique?

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1591 EDE Corona cacique
1598 Hernandarias Coronda asientos
1622 Expedientes civiles Coronda asiento
1622 Expedientes civiles Coronda cerrito
1627 Reconocimiento de tierras Coronda arroyo
1630 Mapa Joannes Janssonius Curenda territorio
1648 Venta de tierras Coronda arroyo
1662 Venta de tierras Coronda paraje
1687 Venta de tierras Coronda Pago

Tabla I. Menciones del término coronda y a que refieren.

El nombre coronda, finalmente, fue regis- pueblos vecinos. Los gentilicios que los
trado originalmente para aludir a un gru- primeros cronistas registraron en el Pa-
po indígena o a su territorio, diferencián- raná, provenían en buena medida de sus
dolo de su líder. Este, que alcanzo gran guías guaraníes, como fue el caso del de
fama entre los conquistadores a partir de mocoretás, entre otros (Cornero y Green
1545, aparece solo en dos testimonios con 2017). Schmidel, Rodríguez, Irala y los
su nombre personal (el de su grupo), cas- informantes de Oviedo, bien pudieron
tellanizado finalmente como Corona; así haberlo oído de aquellos. Resulta suge-
fue encomendado en 1573, y puesto en rente la cercanía entre coronday, y el
depósito en 1591. término carandaí que en lengua guaraní
Si coronda fue en su origen una denomi- designa a un tipo de palmera (Trithrinax-
nación grupal, resulta más difícil deter- campestris) de la región.
minar si se trató de una auto-designación, Sin embargo, González del Prado y los
o de un nombre dado por alguno de los acompañantes de Cabrera, que avanzaron

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hacia el Paraná desde el Noroeste, no pu- a los que los españoles llamaron así por el
dieron haberlo escuchado de los guaran- nombre de su cacique. En realidad, vimos
íes. Dos corrientes colonizadoras, prove- que los primeros cronistas, se referían a
nientes desde puntos opuestos (noroeste y un colectivo, distinguiéndolo de su jefe, y
sudeste), y por lo tanto en contacto con en el caso del indio Jofré, un indicio de
diferentes pueblos indígenas oyeron el autorreferencia respecto del vocablo.
mismo nombre, o variantes surgidas evi- De la crónica de Schmidel surge que los
dentemente de una base común. La pre- corondas y timbúes, además de los qui-
sencia del coronda Jofré en Santiago del loazas, “hablan una sola lengua”, y asi-
Estero en 1561 y la posibilidad de que mismo otras semejanzas entre los dos
otros de su pueblo llegaran allí antes que primeros: “Esta nación (coronda) se pare-
él, tema que retomaremos más adelante, ce á la anterior, es decir, á los Tiembú
nos sugiere que tuvieron que ser estos usan estrellitas en las narices, y son bien
quienes llevaron el término original a 600 formados de cuerpo” “iten visten, como
km del Paraná. En su declaración, no solo los Tiembú, un corto paño de algodón”
es el propio Jofré, quien aporta la desig- (Schmidel, 1903: 163). Sin embargo,
nación de coronday para el “pueblo” del ningún documento señala directamente
que proviene, sino que de alguna manera que los corondas fueran timbúes diferen-
se presenta identificándose con el mismo, ciados solo por el nombre de su líder.
lo que sugiere la posibilidad de que se Aun cuando se menciona con un carácter
tratara de una categoría de auto adscrip- acotado en Schmidel, el parentesco ha
ción. sido generalizado más allá de estos gru-
pos, a partir de elementos no lingüísticos,
Corondas, timbúes y calchines con la única justificación de la escasez de
Como señalamos, los corondas han sido información. Lafone Quevedo decía: “Por
considerados, por Serrano, como timbúes ahora, á falta de prueba documentada, es

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preferible clasificará los Timbú, Corondas zaba el conocimiento que los españoles
y Quiloazas como naciones afines de los tenían de los indígenas de la región, co-
Chaná del Baradero y Soriano, todos más rroborando a los primeros cronistas: “Hay
o menos Timbú, porque se horadaban las en aquella comarca muchos naturales de
narices” (Schmidel 1903: 63). Según este, diferentes lenguas y naciones de una y
el de timbúes, era un apelativo guaraní otra parte del río, que unos son labradores
que aludía al uso de ese adorno corporal, y otros no.” (Guzmán 2017:300). Incluso
como “narices horadadas” (Lafone Que- los etnógrafos, que parten de considerar
vedo 1909) etimología que se encuentra como una unidad a los indígenas de la
asimismo en otros autores (Mantilla 1928; región, marcan diferencias. Canals Frau
Cervera 1908). Politis y Bonomo (2012) (1986), divide a los que llama “pueblos
por otro lado, citan la versión timbó o del litoral” en tres sectores: septentrional,
tinbó, con el significado en guaraní, de central y meridional, clasificación, que si
“hacer humo”. bien se expresa en términos geográficos,
Aun acordando con la etimología guaraní considera datos referidos a la lengua, y
del término, las fuentes escritas primarias Serrano (1947) reemplaza “pueblos del
no avalan el alcance geográfico que, litoral” por “chanas” en sentido genéri-
según Lafone Quevedo, tendría su aplica- co, manteniendo las tres divisiones: sep-
ción. En primer lugar, los propios guara- tentrional, media y deltaica.
níes usaban diversos apelativos para los Si ninguna fuente primaria asimila los
grupos del bajo Paraná. Por otro lado, corondas a los timbúes, en el citado de-
aunque escasos, los datos de los cronistas pósito de encomiendas de 1591, se lee:
obligan a señalar diferencias en el aspecto “en manuel martinez deposito Un pueblo
lingüístico (Cornero y Green 2019). calchin con el caciq’ llamdo Corona con
Al referirse al asentamiento de Garay en todos sus subjetos” (BO ABNB, EP 33:
el territorio, Ruy Díaz de Guzmán sinteti- 200r-203v.). No se registra el nombre del

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“pueblo”, se designa a su cacique como vez, formaban parte de entidades más


Corona, y además se lo vincula, como englobantes, carentes de liderazgos unifi-
englobado, a los calchines. Este Corona cados. Estas se corresponden en general
encomendado junto a su pueblo, se en- con los gentilicios señalados por los pri-
contraba en la zona donde los cronistas meros cronistas; así se mencionan dos
ubicaban a los corondas. Esto se com- pueblos de los mepenes, cinco pueblos de
prueba en la merced, ya citada, que Her- los chanas, un pueblo de los mocoretas,
nandarias hace al mismo Manuel Martin etc. (Cornero y Green, 2019). Estos pue-
(o Martínez) en 1598, para que pueda blos no se correlacionan necesariamente
reducir a los indios que tiene encomenda- con unidades residenciales, como asenta-
dos: “tenéis necesidad de una estancia o mientos o aldeas particulares.
estancias que podáis reducir los indios de Si en la EDE se menciona al “pueblo” del
vuestras encomiendas”, entregándole tie- cacique Corona, y Jofré hablaba de su
rras justamente en “los asientos de Co- “pueblo” Coronday, vimos que en otros
ronda”, es decir, del cacique Corona. documentos se aludía a “los asientos” de
Si los corondas eran un “pueblo” calchín, Coronda. Por esto, y por otras caracterís-
debemos analizar el significado de ese ticas: nombre propio y liderazgos autó-
término en la referida EDE. El documento nomos, podemos considerar a estos pue-
constituye un listado de encomiendas blos como grupos sociales autónomos, sin
pertenecientes a 7 españoles acusados de saber si se trataba de bandas o tribus, es
asesinato, que comprende los nombres de decir conjuntos de bandas aliadas.
los grupos indígenas, de sus caciques y de Tampoco es posible saber, en cada caso,
los españoles que los reciben en depósito si estos segmentos, constituían a la vez par-
a partir del incidente. cialidades de las entidades que aparecen
Encontramos, entonces, pueblos con abarcándolos, en el sentido de sub-
nombres propios y sus caciques, que a su unidades socioculturales o dialectales.

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Por ahora, diremos que a partir de la in- pueblo coronda y, nos permite conjeturar

formación aportada, podemos considerar al que pudieron haber constituido una parcia

pueblo coronda como una unidad so- lidad calchín con un alto particularismo.

ciopolítica, que respondía a un liderazgo La referencia de Schmidel acerca de una

principal –que abarcaba diversos asenta- misma lengua para corondas y timbúes, nos

mientos –y que formaba parte de una en- ha llevado, por otro lado, a sugerir un pa-

tidad sociocultural más amplia, la de los rentesco lingüístico entre timbúes, coron

calchines, de la que en la EDE, se regis- das y calchines (Cornero y Green 2019).

tran al menos otros dos pueblos. El acta de fundación (1573) sitúa a la ciudad

Los calchines aparecen mencionados in- de Santa Fe en “tierras de calchines y mo-

mediatamente después de los quiloazas, coretaes”, prácticamente como una bisagra

en la enumeración de grupos ribereños entre los segundos, al norte del ejido (Cor

que realiza Antonio de Herrera, es decir nero y Green 2017), y los primeros, al sur

que se encontraban arriba de la laguna (Fernández Díaz 1953). En las cartas y po

Setúbal, llegando por el norte, hasta el sur deres otorgados por Ortiz de Záratea Garay

del ejido urbano de Santa Fe la vieja (1573-1574), en que se habla de la ciudad

(Fernández Díaz 1953). Los corondas, se que se está erigiendo, el gentilicio moco-

hallaban entonces, al momento de la retas se mantiene, mientras que el de

llegada de los europeos, territorialmente calchines se intercambia e incluso se

separados de los otros pueblos calchines, utiliza como sinónimo de timbúes (Ruiz

por los quiloazas de la laguna. Guiñazú 1915: 28-31-32).

El hecho de que los primeros cronistas La alusión al pedido de la provincia de

pudieran distinguir específicamente a los los tinbúes, en la información de servicios

corondas y que Herrera los diferencie de Garay (BN. Colección de copias de do

expresamente de los calchines, unido a la cumentos del Archivo General de Indias,

auto-identificación del indio Jofré con su

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Tomo 99: 29 y 72), puede explicarse por Santa Fe la Vieja: “Otras islas están tan
la intención de fundar la ciudad más al bien pobladas/ De gentiles naciones y
sur de donde finalmente fue asentada. gentío./ Timbues las mas de ellas son
Sin embargo, la identificación de los cal- llamadas” (Centenera 1836: 18); y espe-
chines como timbúes aparece también de cialmente a los del río Coronda o Juan de
manera directa en un legado de enco- Ayolas: “Pasando de Gaboto, a poco tre-
mienda que Pero Hernández Romo, hace cho/ El rio Juan de Oyólas se ha tomado:/
a su hija en 1603: Por él se entró, que es rio muy estrecho./
De vientos y tormentas resguardado./
mas doy a la dha mi hija los y nos que Atraviesa este rio bien derecho/ Al Pa-
tengo rreducidos de presente de los raná; y las islas que ha formado/ Habitan
calchines y mas La encomienda de los Timbas” (Centenera 1836: 125).
minssqe el Govor me ha dado por En- Su alcance, no obstante, no tuvo la exten-
comienda Los quales dos y nos de los sión pretendida por Lafone Quevedo. Los
calchines son tinbus/todo lo qual yo el españoles, siguiendo posiblemente a los
dho Alonso hsrromo doy a la dha mi guaraníes, parecen haber designado en
hija (Fernández Díaz 1950: 77). algunas ocasiones, genéricamente como
timbúes a los indígenas extendidos entre
La asimilación de los términos calchines el área en que se fundó Sancti Spiritu y el
y timbúes en algunos documentos, y la sur de Santa Fe la Vieja, poblaciones en-
designación como “estero de los timbúes” tre las que hemos sugerido además un
del territorio en que también habitaban posible parentesco lingüístico.
los corondas, son indicios de un uso gené- En la misma región, sin embargo, los cro-
rico del apodo guaraní. En este sentido nistas reconocen y registran, diversos
también lo usa Centenera al referirse a los gentilicios de origen no guaraní: calchín,
indígenas poblados a 20 leguas al sur de coronda, omad cobera. Este último, aso-

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ciado al área comprendida entre las actua- y timbúes strictu sensu en la zona sur
les localidades de Barrancas y Arocena, (área de Sancti Spiritu).
fue identificado con “los timbues” por Frente al estero de los timbúes, en la costa
Jerónimo Luis de Cabrera y expresamente entrerriana, finalmente, los españoles ubi-
diferenciado de corinda. caban a los chana timbus, que en todas las
La distinción entre corondas y timbúes crónicas aparecen como un grupo particu-
también aparece claramente en la proban- lar, localizado. García decía que “Hay
za de Tristán de Tejeda, y en todos los otra generación andando el rio arriba que
cronistas paranaenses (Schmidel, Rodrí- se llaman los chanaes, é otros que están
guez, Irala y Oviedo), que acotan el se- cabe ellos que se llaman chanaes atembu-
gundo gentilicio a la parte sur del estero res (…) E de la otra parte del rio esta otra
de los timbúes. Por su parte, Oviedo, generación, que se llaman los Carcaraes
Herrera, e incluso Centenera, identifican (se refería a la desembocadura del Cara-
específicamente a los calchines, diferen- carañá e inicio del estero de los timbúes)
ciándolos de los timbúes. é otros mas adelante hay otros que se lla-
Proponemos entonces, para la época de man los atambúes” (Medina 1908: 245).
los inicios de la conquista española, un
área de parentesco lingüístico y cultural El Señor de los Corondas
entre el sur de Santa Fe la Vieja y la re- La fama del líder principal de los coron-
gión de Sancti Spiritu, con poblaciones das, fue lugar común entre los españoles
que podían ser designadas ocasionalmen- que ingresaban a la región, a partir de
te (por guaraníes y españoles) de manera 1545. Sea que transformaran, por desco-
genérica como timbúes, pero también nocimiento, un gentilicio en antropónimo,
distinguidas como calchines, al norte; o que el grupo y su cacique compartieran
corondas en el centro (área de Coronda), un “apellido”, tendieron a nombrar a am-
bos de la misma manera. En 1573 al en-

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comendar al cacique, los españoles caste- Ocasionalmente aparecen referencias a


llanizaron su nombre como Corona, y esta asentamientos de cierta solidez y estabili-
será la forma en que nos referiremos a él, dad, dado que se usan como mojones para
para distinguirlo de su pueblo. Su primera los repartos de tierras, que son identifica-
mención fue documentada en 1545 y la dos por el nombre de sus caciques. En la
ultima en 1591, mediando 46 años entre etapa fundacional de Santa Fe, se men-
ambas. Aunque no tenemos fecha de su ciona en la zona de la actual localidad de
muerte es claro que, si los documentos Laguna Paiva: “las taperas viejas que
refieren a la misma persona, ésta alcanzo solía tener allí Vilipulo” (Cervera 1908.
cierta longevidad. No podemos descartar Apéndices: 33). Se trataba de aldeas des-
definitivamente, sin embargo, que aludie- truidas o abandonadas tras la expedición
ran a líderes sucesivos, incluso a padre e de Garay. Estas referencias sugieren la
hijo. presencia de hombres sobresalientes por
Españoles e indígenas, como Cabiste, su prestigio e influencia, en torno a los
reconocieron a Corona como un principal. cuales se congregarían sus grupos.
A continuación, analizaremos, a partir de Durante los primeros encuentros entre
las fuentes etnohistóricas, las característi- indígenas y europeos, se señala ya el caso
cas de su liderazgo. del timbú Chera Guazú, cuyo apodo gua-
La mención de cabecillas en las fuentes raní, alude a un prestigio superior, que
escritas, especialmente en los reparti- condujo a los hombres de Ayolas a “su
mientos de Santa Fe, Buenos Aires y Co- localidad” (Schmidel 1938), y el de Car-
rrientes, es común, pero en la mayoría de carañá, cuya fama dio nombre al río,
los casos es muy difícil extraer informa- según Guzmán (2017). Es evidente que el
ción sobre las características y las bases renombre de estos líderes, y posiblemente
de esos liderazgos. también su influencia, trascendía a sus
propios grupos, como el hecho de que sus

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trayectorias eran previas al momento del


encomendados en Corrientes (López
contacto.
Luján 1865).
En la EDE, se encuentra una referencia al
La presencia ocasional de líderes que
cacique Chista, que podría indicarnos, de
ejercían su influencia sobre más de un
manera indirecta, la presencia de un líder
pueblo, como conjeturamos en estos ca-
con más prestigio e influencia que el re-
sos, puede comprobarse en el de Coro-
sto. Aparecen repartidos dos pueblos per-
na. La particularidad de este último ha
tenecientes a una entidad englobante, los
sido señalada en algunas ocasiones: “pue-
chistas, que no encontramos en
den apreciarse casos de organizaciones
ningún otro documento, lo que dificulta
más compactas y liderazgos más afirma-
su identificación por el momento
dos, como el caso del cacique chané Co-
(Cornero y Green 2019): “en al °
rondá” (Areces et al 1999: 19); “…en la
Ramirez deposito Un pueblo chista con
zona de Coronda, de acuerdo al testimo-
los caciques chista y tancachïquil con
nio de algunos cronistas, parece que se
sus subjetos” “en Alonso Fernandez
estaban gestando formaciones políticas de
montiel deposito Un pueblo chista con
mayor complejidad” (Terán s/f).
los caciques quinina camiray y abausu y
El reconocimiento de Corona trascendía
buti con sus subjetos”
la región litoraleña ya que, en los inicios
(BO ABNB, EP 33: 200r-203v.).
de la penetración europea por el actual
La asociación del gentilicio chista, con
noroeste argentino, los yuguitas le
el nombre de uno de sus caciques
hablaron de él a los conquistadores, que
podría llevarnos a pensar en un liderazgo
así se enteraron, de: “un señor que hay en
centralizado para los pueblos (al menos
él (Paraná) que se llamaba Corundá, que
dos) y caciques (otros cuatro),
es señor principal de la costa del dicho
incluidos en la entidad abarcadora. Lo
río” (Berberián 1987: 27). Aunque se
mismo puede observarse para el cacique
discute la ubicación de los yuguitas, ya
Inipusco, identificado con el gentilicio
de dos pueblos. 30
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que mientras algunos los señalan junto al Al referirse a la expedicion de Garay por
río Dulce en Santiago del Estero (Montes el río Coronda en 1573, Guzmán señalaba
1945; Serrano 1945), otros los ubican en que: “le salieron muchos indios de paz y
el actual territorio catamarqueño (Faber- para poderlos visitar fue fuerza entrasen
man y Taboada 2012); se hallaban, en con el bergantín por un estrecho río que
cualquier caso, a más de 600 km de las sale al mismo principal por donde había
costas paranaenses. Advertimos ahora, muchos pueblos de naturales”(Guzmán
para retomar más adelante, que en la de- 2017: 300). Aludía así a “los asientos de
claración de González Del Prado, las Coronda” mencionados en otros docu-
noticias sobre el señor Corona están mentos, poblaciones de carácter relativa-
asociadas a la presencia de objetos de mente estable como indica el hecho de
factura española. que fueran tomados como mojones en las
Si los liderazgos en el Paraná fueron alu- mercedes de tierras, y por la presencia de
didos generalmente a través de las voces cultivos. En una expedición que Cáceres
“cacique” y “principal”, Corona fue reco- efectuó en 1572, desde Asunción hacia el
nocido en el testimonio de Cabrera (1573) sur en busca del rio Salado, atacó a los
como: “cacique principal”, mientras en la indígenas de la región y "les quemo las
declaración de González del Prado casas y su maiz y mataron de ellos y traje-
(1545), observamos el uso del término ron aqui algunas mujeres" (Calvo, 1992:
“señor”, y “señor principal”, que tenía 65). En la zona del estero de los timbúes,
una connotación distintiva para los espa- Centenera dice que:
ñoles de aquella época, e indica una dife-
rencia cualitativa. Constatamos, además, Del capitán Garay certificaron/ Los in-
que no solo era señor de su aldea, sino dios, que aquí vino con su gente. /Las
también de otros asentamientos y huellas de caballos nos mostraron./Por
caciques dependientes. dó dimos la vuelta prestamente;/ Y en

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tierra los soldados que salta- un indio que dijo llamarse Cabiste, e ser
ron,/Cojeron la comida que al presen- sujeto al cacique principal de Corina que
te/ Hallaron, que aun no estaba sazo- reside en la en la ribera del dicho rio e
nada,/ Y apenas con la espiga bien islas dele le paseó por el dicho asiento e
formada (Centenera 1836: 126). puerto…” (Zapata Gollán 1989: 242). En
la década de 1570, vemos entonces al
Schmidel, por su parte, refiere que los señor Corona, extendiendo su influencia,
españoles fueron atacados por “Tyembus no solo sobre los asientos y principales
que estaban ocultos en las casas y en los del pueblo coronda, sino también sobre
rastrojos” (Schmidel 1903:191). una aldea, al menos, de los timbúes stric-
to sensu.
Esos “asientos” indígenas de carácter Su prestigio se evidencia además en el
estable y con la presencia de cultivos, carácter nodal de su propia aldea; cuando
pudieron tener sus propios cabecillas, los hombres de Garay en 1573 “llegaron a
como lo indican las aseveraciones de Ca- cierto puerto donde los indios le pidieron
brera y de Jofré, que reconocía la presen- estuviese algunos días para ver la tierra, y
cia de varios “principales” en Coronday, una mañana se fue llegando tanta multi-
él mismo entre ellos: “que era un indio de tud de gente que les puso en gran cuidado
estima principal del dicho Río de la Pla- (Guzmán 2017: 300-301). Ese puerto, y
ta”. Líderes que a su vez, eran dependien- asentamiento principal, al que acudían
tes de Corona, como comprobamos en el indígenas desde otros lugares, en momen-
testimonio de Cabrera, que en el tramo tos de crisis según los documentos espa-
sur del río Coronda “en un asiento que ñoles, pero posiblemente también en si-
llaman omar cobera e por otro nombre tuaciones más distendidas, era el de Co-
Los Timbues, cerca de Corinda”, se en- rona, como comprobamos en las declara-
trevistó con Cabiste: “tomó por la mano a ciones de los testigos de la citada infor-

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mación de 1577. En ese año, vuelven a incluso quemar, sus propios asentamien-
concentrarse allí los indígenas, dispuestos tos.
a hacer la guerra: En la información de 1577, un testigo que
llegó a Santa Fe, proveniente del Tu-
corrian Riesgo los vecinos y estantes cumán, dijo que:
en ella (ciudad de Santa Fe) por estar
como están casi todos los naturales de todos los naturales estavan levantados
su comarca levantados juntos e con- y vidoasi mismo yendo en camino (…)
gregados en el pueblo del curunda (...) estar muy gran cantidad de gente en el
supo en ella como todos los naturales pueblo del curunda e vido todas las ca-
estavan y están levantados y asi mismo sas del camino antes de llegar allí to-
vido que havia mucha gente junta en el das (roto) das por que se avian alla re-
pueblo del curunda (AHSDE. Papeles cogido” (AHSDE. Papeles Río de la
Río de la Plata. T II: 130 y 133). Plata T II: 135). Otro afirmó: “que por
mandato del señor gobernador y va a
Se pone de manifiesto también, la exis- tucuman vido en el pueblo del curunda
tencia de una jerarquía entre los diversos gran cantidad de gente junta e a la
asentamientos o aldeas dependientes de buelta que bolvió de allí a esta ciudad
Corona. No sabemos si por su tamaño, con dos conpañeros vio las casas del
por su ubicación estratégica -Marioni camino todas quemadas por que se
Berra (1992) sugiere el “cerrito” llamado avian ydo a juntar con los demás”
de Coronda, como sitio del emplazamien- (AHSDE. Papeles Río de la Plata, T II:
to –o por su carácter de centro de autori- 138).
dad, los corondas se fueron congregando El predicamento de Corona y la centrali-
en la sede de su señor, tras abandonar, e dad de su residencia, junto a su capacidad

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para convocar, organizar y movilizar una para coger a los navíos en medio.
importante cantidad de indígenas, ya se (Guzmán 2017: 301). Un testigo, en la
había puesto a prueba 4 años antes, frente probanza de Hernán Mejía Miraval, de-
a la llegada de Garay. Guzmán refería a claro que “hallaron al dicho Juan de Ga-
“los indios que venían a esta junta a dar ray con sus navíos en el dicho rio y en
en los nuestros”. (Guzmán 2017: 301), y aquel punto y hora venían, al parecer de
en la probanza de Tristán de Tejeda, Pe- este testigo, dos mil indios en tres escua-
dro Hernández afirmaba que: “los indios drones a dar sobre el dicho Juan de Ga-
de aquella tierra estaban en junta para dar ray”. (Levillier 1931: 186). Aun cuando
sobre el general Joan de Garay que benia la cantidad de indígenas pueda ser algo
en balzas con su gente el rio abaxo des- exagerada, en una probanza en que se
cubriendo la tierra”. (Levillier 1931: 187). procura resaltar los méritos de los con-
La comunicación entre los diversos asen- quistadores (Fernández Díaz 1973), indi-
tamientos fluía, en parte, posiblemente ca que el número de guerreros moviliza-
mediante señales de humo; viendo Garay dos debió ser importante, además de la
“que toda aquella tierra se abrazaba en coordinación de tres grupos diferentes.
fuegos y humaredas mandó salir a un ma- Según Fernández Díaz, la intención origi-
rinero a la gavia de un navío para que nal de los indígenas no era atacar a Garay,
reconociese el campo” (Guzmán 2017: sino defensiva al verse alterados ante la
301). llegada de otro grupo de españoles por
Los nativos respondieron a la convocato- tierra desde la dirección contraria. Más
ria desde diversas direcciones: “todo allá de eso, difícil de saber, nos interesa
cuanto había a la redonda estaba lleno de resaltar la capacidad organizativa de un
gente de guerra y mucha más que venía liderazgo centralizado.
acudiendo por todas partes, sin muchas Consideramos el carácter dinámico de las
canoas que de río abajo y arriba acudían identidades, tanto como la flexibilidad y

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porosidad de los límites entre los diversos corondas y su famoso señor, aparecen
pueblos de la región; que no pueden vinculados asi, a un dominio territorial
asimilarse a las jurisdicciones políticas de relativamente definido y designado con
los europeos de la epoca. No obstante, en nombre propio. La celosa defensa del
las riberas paranaenses se plantea la mismo no solo frente a los españoles, sino
presencia de “territorios de explotación de tambien frente a los guaranies –Schmidel
recursos sobre los cuales distintas etnias recuerda que los corondas entregaron a
reivindicaban su dominio, siendo incluso los expedicionarios dos cautivos carios
objeto de disputas o abiertas hostilidades” que tenian entre ellos, como guias –indica
(Areces et al. 1999: 19). La influencia de cierto grado de territorialidad. No
Corona, a mediados del siglo XVI, parece pensamos en este caso en el territorio de
justamente haber tenido una base un grupo indígena particular, sino como
territorial. Matienzo al referirse a la base de una organización sociopolitica
expedicion de Aguirre de 1566, refería a que, al menos en la década de 1570,
la “provincia” de Corunera, aunque el desbordaba los limites étnicos, en
empleo de este termino podia ser tanto contenía, no solamente al pueblo
ambiguo en los cronistas. coronda, sino también a una aldea o
Sabemos que los diversos pueblos e grupo de timbues, sujetos a Corona.
incluso los asentamientos de la región La presencia de individuos destacados,
tenían sus denominaciones particulares, con prestigio y autoridad, en el litoral, ha
como el caso de Omad cobera de los sido asociada, desde la arqueología, al
timbues. Pablo Cabrera (1917), teniendo uso privilegiado de objetos suntuarios
en cuenta que el sufijo “era” aparece en exóticos y al posible control de las formas
ciertas designaciones de lugares o aldeas de acceso a los mismos (Bonomo et al.
de la región, sugiere que Corunera pudo 2017; Bonomo, Politis y Gianotti 2011).
ser el topónimo del territorio. Los Es decir, ligada de alguna manera, a los

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intercambios de larga distancia que indi- llamaba Chera-guazú una camisa y un


carían cierta organización y liderazgo birrete rojo, un hacha y otras cosas
(Ceruti 2018; Politis y Bonomo 2018). mas de rescate. Asi (nos) condujo el
La fama de algunos caciques menciona- susodicho Chera-guazú a su localidad
dos en las fuentes etnohistóricas, podría y nos dieron de comer pescado y carne
estar vinculada al control o administra- en abundancia (Schmidel 1938: 57).
ción de esos intercambios. El señalado Cuando nos juntamos en el agua (el
Carcarañá, y el río en que habitaba, pare- río) nuestro capitán, Joann Eyollas,
cen haber aludido originalmente a los mandó al Indio principal de los
caracarás de Charcas, sindicados como Tiembú, que se llamaba Rochera-
los dueños del metal en las tierras bajas Wassú, una camisa, un gabán, un par
(Combes 2008). Este río constituía una de calzas y varias otras cosas más de
ruta privilegiada para la circulación de reschat (rescate). Después de esto el
productos exógenos (Bonomo et al. dicho Zchera Wassú nos condujo á su
2011), y el renombrado cacique se encon- pueblo y nos dio de comer carne y
traba, a la llegada de los españoles, en una pescado hasta hartarnos (Schmidel
posición estratégica. 1903: 158).
La habilidad para administrar los inter-
cambios y captar los objetos importados, En ambas versiones de las traducciones
tanto utilitarios como suntuarios, se per- de Schmidel, fue Chera Guazú quien ob-
cibe con más claridad en el caso del en- tuvo en primer lugar, tanto los bienes es-
cuentro de Chera Guazú con los europe- casos “una camisa y un birrete rojo”, co-
os: mo los objetos ordinarios “varias otras
cosas más de rescate”. Es posible que
Asi regalo nuestro capitán general al
redistribuyera estos regalos entre los su-
indio principal de los Timbús que se

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yos, que pasaron a retribuir a los españo- bienes nuevos, quien los administró para
les con alimentos. luego canalizarlos incluso en intercam-
La capacidad de almacenar excedente, en bios de larga distancia. Seis años después,
el caso de los corondas, se puso de mani- los hombres de Francisco de Mendoza,
fiesto a la llegada de los hombres de Pe- avanzaron desde el noroeste hacia el Pa-
dro de Mendoza: “ellos compartieron con raná “porque habíamos hallado muchas
nosotros su escasez de pescado y carne y cosas de Castilla entre los indios” (Ber-
corambre sobado y otras cosas más” berían 1987: 27) y oído de Corunda, se-
(Schmidel 1938: 62). “Estos indios tienen ñor de ese río.
gran copia de pieles de nutria (…). Ellos Es decir, que a larga distancia las cosas
se compartieron con nosotros de su po- de Castilla se encontraban asociadas a la
breza, como ser carne, pescado (y pie- fama de Corona. No sabemos si arribaron
les).” (Schmidel 1903: 164). juntas a la región santiagueña, o si la
El intercambio de este excedente almace- fama de Corona las precedió, pero es
nado, les permitió el acceso a los objetos seguro que ambas estaban unidas en
occidentales que Schmidel enumera: “no- 1545, y si Corona era la fuente de las
sotros también del mismo modo les dimos cosas de Castilla que llegaban al
cuentas de vidrio, rosarios, espejos, pei- Tucumán, tuvo que tener la capacidad
nes, cuchillos y otro rescate” (Schmidel para captarlas en los primeros encuentros
1938: 62); “nosotros les dimos abalorios, y disponer su circulación.
rosarios, espejos, peines, cuchillos (y an- Los corondas debieron familiarizarse con
zuelos).” (Schmidel 1903: 164). los objetos que los europeos llevaban para
El cronista alemán no menciona al caci- sus rescates, desde antes de la llegada de
que Corona, sino que refiere al colectivo, Pedro de Mendoza, ya que estuvieron en
pero podemos pensar que fue este, un contacto con la expedición de Gaboto,
hombre con la capacidad de conseguir como lo sugiere el relato de Jofré, que nos

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permitimos citar en extenso porque ofrece dicho César á descubrir, era hacia la
una síntesis de la historia de la región Cordillera de Chile, venían por allí
desde la perspectiva indígena: muchos cristianos á pie, con algunos
arcabuces y espadas, lanzas é otras ar-
en el dicho río arriba de la Plata había mas, y que traían unos caballos carga-
poblados muchos españoles (…) y que dos con su hato y comida, que tenían
tenían muchos caballos y arcabuces las orejas muy grandes y daban gran-
con que hacían guerra á los naturales des bramidos, y que estos cristianos
comarcanos (…) é que años antes, que venían preguntando por el Río Grande
no se acordaba él cuantos, mas que su- de la Plata y por los cristianos que en
po se lo había contado, habían estado él estaban poblados, y que como los
en su pueblo de Coronay poblado un naturales les dieron noticia que estaban
capitán llamado Sebastián Gaboto, el muy el río arriba poblados y que no
cual había hecho un fuerte donde se podían ir allá sino con navíos, se vol-
recogía él y su gente, y que este ca- vieron por donde habían venido, y que
pitán había enviado otro con gente la dos capitanes que traían á esta gente, el
tierra adentró (…) y que este capitán uno se llamaba Quirós y el otro Juan
Cesar había tornado al dicho fuerte y á (Medina 1901: 222-223).
sus compañeros con la dicha nueva, los
cuales se habían embarcado todos jun- En 1561, Jofré tenía conocimiento de la
tos é ido la vuelta del río abajo, que no gran cantidad de españoles que vivían en
sabía dónde se habían ido; y que había Asunción, su armamento y los ataques
pocos días que habían dicho á este in- que realizaban sobre las poblaciones nati-
dio Jofré, que era un indio de estima vas de esa región. La memoria de los co-
principal del dicho Río de la Plata, rondas retenía la llegada de los europeos
cómo hacia la parte donde había ido el bajo el mando de Sebastián Gaboto

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(1526) y el abandono posterior de Sancti aporta, pero bien pudieron, él u otros co-
Spiritu; la expedición de Cesar, enviado rondas, realizar el trayecto en ocasiones
por Gaboto hacia el Oeste, por el Carca- anteriores a esa fecha en que los objetos
rañá; y la llegada desde la misma direc- de castilla y el señor Corona ya eran co-
ción, de Francisco de Mendoza (1545). nocidos.
Recordaba también Jofré la impresión que La existencia de vínculos precolombinos
el avistamiento de los primeros caballos extra-regionales, entre los indígenas del
había causado en su pueblo. Es posible litoral paranaense y los del interior medi-
que en alguna de esas interacciones de los terráneo, ha sido señalada por diversos
corondas con los europeos, adquiriera autores a través del estudio de fuentes
también su nombre hispano a través del escritas y diferentes registros arqueológi-
bautismo. cos, como materias primas (minerales y
Sin duda, Jofré había arribado a las llanu- malacofauna), objetos (líticos, metálicos
ras santiagueñas por su cuenta y se movía y cerámicos), y elementos exóticos (re-
allí de manera independiente; enterado de presentación iconográfica de llamas y
su presencia, el capitán Castañeda hizo cóndores andinos), y bioantropológicos
“como le trajesen y llamasen de paz á este (Bonomo, Politis y Gianotti 2011; Bono-
indio el cual vino á su llamado.” (Medina mo, Cabanillas y Montero 2017; Cornero
1901: 222). Tenía familiaridad con el 2019, 2021; Cornero, Tissera y Pastor
camino que unía el Paraná con Santiago 2022; Ceruti 2018; Doello Jurado 1940;
del Estero, y con el tiempo que se tardaba Fabra 2020; Graneros y Cornero 2022;
en recorrerlo. A través del conocimiento Martínez Soler 1964; Palermo 2000; Pa-
de alguna lengua de la región o de una- lomeque 2000; Politis y Tissera 2019;
lingua franca, se entendía con los indíge- Pastor y Tissera 2019 y Serrano 1945;
nas de la misma. Su llegada allí, tuvo que entre otros).
ser posterior a 1545, por las noticias que

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Particularmente en la Mesopotamia san- Coronda, y demostraron vinculaciones


tiagueña se han hallado valvas de Urosal- interregionales con el sector central de la
pinxrushi provenientes de las costas uru- serranía cordobesa y su área pedemonta-
guayas y usadas con fines ornamentales na. Graneros y Cornero (2022) han seña-
para la confección de collares (Doello lado a partir del análisis de cerámicas con
Jurado 1940; Serrano 1945; Martínez improntas de red y cestería, con fechados
Soler 1964), llegando su uso hasta la con- asociados al milenio, vínculos entre la
quista europea (Doello Jurado 1940). región de Barrancas-Coronda y la región
Aunque el ingreso de estos ornamentos en central del actual territorio argentino (An-
la zona pudo haberse producido desde el senuza y llanura santiagueña). El análisis
NO de Córdoba, no puede descartarse, a comparativo demostró que las estructuras
pesar de las condiciones hostiles del am- textiles exponían las mismas técnicas de
biente, la existencia de una posible ruta manufacturas en la región de Barrancas-
directa entre Coronda y la Provincia de Coronda (exclusivamente en la costa Pa-
Ansenusa (Martínez Soler 1964. En el raná), la llanura santiagueña y Ansenuza,
sitio Ombú de Basualdo (zona de Coron- Como Jofré, entonces, otros indígenas del
da) se registra precisamente la dispersión bajo Paraná pudieron haber transitado
máxima del Urosalpinx hacia el norte por esas largas distancias, antes que él. Es
la costa del Paraná (Martínez Soler 1964). posible que los objetos europeos, admi-
Cornero, Tissera y Pastor (2022), analiza- nistrados por el señor Corona, dieran
ron recientemente los aspectos iconográ- nuevo impulso a esos vínculos precolom-
ficos de un recipiente cerámico, carac- binos, insertándose en las redes de reci-
terísticos de las figurinas de cerámica de procidades y eventualmente reforzando
las Sierras centrales, particularmente del un padrón preexistente. Los utensilios de
rio Segundo, hallado en la zona de la con- hierro especialmente habrían sido incor-
fluencia del arroyo Bragado con el río

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porados rápidamente por los indígenas en Además de incorporarse al antiguo inter-


sus actividades (Latini 2011: 347). cambio interregional, los objetos de Cas-
La presencia de redes de intercambios de tilla pudieron haber contribuido a fortale-
600 o 700 km, la posibilidad de que tales cer el liderazgo de los hombres destaca-
trayectos se realizaran directamente y la dos,que en el Paraná lograban captarlos
intensificación de esas viejas prácticas a en mayores cantidades. Desde los inicios
partir de la introducción de los nuevos de la penetración europea, tal vez hubo
bienes occidentales, no son excepcionales varios que competían por conseguirlos.
en Sudamérica. Considerando algunos Chere Guazú, que logró obtenerlos desde
estudios al respecto, vemos que Cornero Corpus Christi fue asesinado por los eu-
(2022) expone evidencias de recuas andi- ropeos en 1539. Corona fue sin duda
nas y argumenta relaciones de largas dis- quien mejor los capitalizó y redistribuyó
tancias con el Paraná medio, mientras en una ruta que los indígenas de la región
Capriles et al. (2020) demuestran redes de conocían desde antes. Pero, si estos bie-
intercambio precolombino entre Atacama nes exóticos pudieron aumentar su presti-
y el trópico amazónico oriental, de más gio, también llegaban con un peligro la-
de 500 km, basados en registro de plumas tente.
de guacamayos amazónicos. Porro, por Tras la matanza de timbúes ordenada por
otro lado, describe el activo comercio Francisco Ruy Galán y la consecuente
intertribal (reforzado por la inserción de destrucción de Corpus Christi, los coron-
herramientas europeas) sobre un área ex- das parecen haber adoptado una actitud de
tensa que une el Solimoes con el litoral de hostilidad frente a los españoles, tanto
Guiana, en la primera mitad siglo XVII, como para que Irala (1541) recomendara
en el que intervienen agentes o “comer- precaución y cuidado al acercarse a co-
ciantes” nativos (Porro 1983). merciar con ellos. En 1561, Jofré no pa-

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recía tener una imagen positiva de los Corona fue encomendado junto a su pue-
europeos. blo, a Pedro de Espinosa, en 1573, y dado
Cuando en 1573, Garay emprendió la que su encomendero fue acusado de ase-
conquista definitiva de la región, la mayor sinato en1591, pasó en depósito a Manuel
resistencia se produjo entre los grupos Martín. Se trataba, sin embargo, de una
que respondían a Corona. Vimos allí su encomienda no efectiva, ya que aun en
predicamento y capacidad de organiza- 1598, los corondas no prestaban servicio
ción. Pero en la misma época, pueden a su encomendero. Como ya dijimos, no
apreciarse los límites de su influencia. podemos descartar la posibilidad de que
Centenera (1836) relata la resistencia pa- el Corona entregado a Manuel Martín en
ralela organizada por un prestigioso jefe 1591, fuera un cacique diferente al regis-
guerrero de los timbúes: Terú, quien tam- trado por González del Prado en 1545,
bién dirigía a varios caciques y grupos. El incluso de que fuera su hijo.
mismo autor, nos muestra, por otro lado, Prácticamente no existen datos referidos a
los obstáculos para la consolidación de la sucesión de los liderazgos entre los
estos liderazgos en la zona, cuando refiere indígenas del Paraná, lo que torna valiosa
a que en medio del conflicto “Llegaron a la información contenida en un pleito,
los Timbues pregonando,/ "Comprad de seguido en 1649, por el cacique calchín
mi, que vendo mas gracioso."/ Y tanto Cristóbal Tamcacal para librarse él y sus
regatean, que en Sevilla/ Podrían impri- hijos del servicio a su encomendero. En
mir nueva cartilla.” (Centenera 1836: uno de los interrogatorios a testigos, que
131). Mientras grupos de corondas y se encuentran en el documento, se les
timbúes seguían a Corona y Terú a la inquiere si saben que:
guerra, otros se abocaban al intercambio
con los europeos. “cristoval tamcacal es casique princi-
pal hijo del casique que fue de la par-

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sialidad de los indios que fueron en- mecanismo de sucesión en el liderazgo,


comendados al maestre de campo cris- anterior a estos.
toval de arebalo naturales de los cal- Podemos pensar a partir de esto, en la
chines” y si “el dho don cristoval hasta existencia de liderazgos centralizados –
oy a estado gosando del privilexio de con caciques principales y otros depen-
tal casique sin que le ayanbisto pagar dientes –y hereditarios, a nivel de las par-
tributo” (EC 53, 28,f. 425. Año 1649). cialidades, entre los calchines, incluidos
los corondas. El del cacique de los coron-
Si el privilegio de no pagar tributo era un das (o los caciques, si fueran más de uno)
elemento pos conquista, se trataba de un sigue siendo un caso particular por ahora,
reconocimiento de los españoles a perso- en la medida en que hemos comprobado
nas que tenían una categoría superior al que su influencia se extendía sobre gru-
resto, es decir a una situación previa. pos de otras parcialidades o incluso de
Tamcacal afirmaba ser casique principal otra etnia (timbú).
de una parcialidad de los calchines, lo que Esta influencia, y la autonomía de los
supone la presencia de caciques menores corondas, no pudo extenderse más allá de
o de menor jerarquía dentro de la misma 1598, año en que el Capitán Manuel
parcialidad, como hemos visto para el Martín recibió tierras entre ellos, y pudo
caso de los corondas, que también eran hacer efectiva su encomienda utilizando
una parcialidad de ese grupo. Por otro su fuerza de trabajo. Para 1619, tenía allí
lado, la defensa que hacía tanto de su ori- su estancia poblada y fue condenado en
gen (por ser hijo de otro cacique) como su juicio de residencia “por abandono de
de sus hijos, si bien tenía por objeto dis- funciones y amancebamiento con una
frutar de un privilegio otorgado por los india.” (Calvo 1999: 317), quien posible-
españoles, sugiere la posibilidad de un mente pudo haber sido una mujer coronda
de su encomienda.

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En la referencia a “los asientos” de Co- No obstante, es posible a partir de las


ronda en 1598, y al “asiento” de Coronda fuentes analizadas, plantear un parentesco
de 1622, se percibe una alusión a la per- lingüístico entre calchines, corondas y
manencia de los indígenas en sus territo- timbúes propiamente dichos, es decir en-
rios tradicionales; puesto que en esos do- tre las poblaciones indígenas extendidas
cumentos de mercedes o ventas de tierras por las costas paranaenses, desde la ciu-
se solía aclarar si se trataba de paraderos dad de Santa Fe la Vieja hasta la comarca
despoblados, mediante el término “tape- de Sancti Spiritu. El uso del gentilicio
ras”. timbúes en un sentido genérico, para refe-
rir ocasionalmente a estos indígenas, que
Algunas reflexiones finales se encuentra en algunas fuentes, parece
En las páginas precedentes hemos podido haber reproducido una práctica guaraní.
observar que el nombre de corondas, no El de Corundá o Corona, nombre caste-
derivaba de un famoso líder de la época llanizado que se terminó utilizando para
de la conquista, sino que era un término aludir al cacique de los corondas. Las
nativo usado para designar a un pueblo o referencias etnohistóricas, nos han permi-
grupo indígena particular. El testimonio tido caracterizarlo para mediados del si-
del indígena Jofré, a pesar de las media- glo XVI. Su prestigio se extendía sobre
ciones y filtros por los que hubo de pasar varios asentamientos relativamente esta-
para su registro en la escritura, sugiere bles (tanto corondas como timbúes) que
incluso que el rótulo pudo ser utilizado tenían sus propios caciques o principales,
por los propios nativos. y entre los cuales se perciben diferencias
Los corondas, no eran timbúes, no al me- en cuanto a su jerarquía. La sede de Co-
nos en stricto sensu, sino una parcialidad rona, se presenta como centro nodal en
de los calchines, que parece haber pre- situaciones de crisis, atrayendo a habitan-
sentado un alto grado de particularismo. tes de otras aldeas, que luego de quemar-

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las o destruirlas acudían a concentrarse permite pensar en la existencia de una


junto a su señor principal. En las fuentes capacidad de almacenamiento previa, y en
se percibe especialmente la capacidad de la facultad del señor principal para dis-
Corona para convocar, movilizar y orga- poner su redistribución y circulación.
nizar a un importante número de indíge- Como señalamos, fue a su nombre que las
nas en momentos de guerra. cosas de Castilla llegaron a tierras santia-
Si la influencia de Corona en las costas gueñas, y lo hicieron siguiendo viejas
del bajo Paraná tenía un alcance territorial rutas precolombinas de intercambio.
extra étnico, su nombre era reconocido en Las investigaciones arqueológicas, han
territorios tan alejados de las mismas co- demostrado ampliamente la existencia de
mo las tierras santiagueñas, donde se lo vínculos precolombinos entre los indíge-
asociaba a los objetos de origen europeo. nas del bajo Paraná y los de las regiones
Esto sugiere su habilidad para captarlos mediterráneas. Aquí hemos comprobado
en los encuentros iniciales con aquellos, y la posibilidad de que el tránsito de mate-
por lo tanto una posición privilegiada rias primas, objetos y técnicas, entre am-
para la retribución de regalos mediante bas regiones, no solo se hiciera a través
productos almacenados. Aunque el cro- de su traspaso de grupo en grupo, sino
nista Schmidel solo alude a un excedente que fuera producto de expediciones de
de carne, pescado y pieles trabajadas, que larga distancia, como la realizada por
fue destinado al intercambio con los fo- Jofré, y posiblemente por otros corondas
rasteros, por otras fuentes hemos com- antes que él.
probado la existencia de una práctica Aunque no tenemos información suficien-
agrícola en la zona. La concentración de te para determinar las bases del prestigio
manera repentina de gran número de indí- e influencia del señor Corona, resultan
genas en la residencia de Corona, docu- sugerentes los indicios que apuntan a su
mentada al menos en 1573 y 1577, nos habilidad para la obtención de bienes, y

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eventualmente su almacenamiento y re- pertenecientes a la parcialidad coronda –


distribución. Esto incluso no parece una como de competidores externos.
excepción en la zona, donde se menciona Finalmente, aunque nos hemos referido al
a otros caciques de gran reconocimiento, señor Corona, y hemos podido caracteri-
como Chere Guazú y Carcarañá. No de- zar a su liderazgo, no descartamos com-
seamos reducir, sin embargo, las bases de pletamente la posibilidad de que las men-
esos liderazgos a una capacidad económi- ciones documentales al mismo, extendi-
ca, en tanto no podemos descartar otras, das entre 1545 y 1591, aludieran a más de
capaces de elevar el ascendiente social, una persona. De ser así, podemos pensar
como el conocimiento shamánico o la en la existencia, entre los corondas, de un
pericia en la guerra (González Ruibal liderazgo centralizado permanente y de
2003). Si existen referencias a la presen- un mecanismo de sucesión hereditaria,
cia de cautivos timbúes entre los guaran- como se advierte al menos en el caso de
íes, no ocurre lo mismo con los corondas otra parcialidad de los calchines, y del
que además, como vimos, tenían prisione- cacique principal Tamcacal, hijo de otro
ros carios entre ellos, lo que podría suge- cacique de la misma.
rir una mayor capacidad bélica, que con- El liderazgo de Corunda, o Corona consti-
tribuiría a explicar la centralidad de su tuye, hasta el momento, el caso de lide-
líder en momentos de guerra. razgo, del siglo XVI, mas documentado
Aunque el de Corona se presenta como un en la región del Paraná.
caso de liderazgo centralizado, no deja-
mos de señalar sus límites en el momento Agradecimientos
de la conquista definitiva del territorio Nuestro agradecimiento a los Dres. María
por parte de los españoles, en que se ob- Laura Salinas y Gustavo Politis por su
serva tanto la presencia de caciques me- minuciosa lectura y sus valiosos
nores –a nivel de las aldeas o asientos comentarios y aportes.

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