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Rev. Soc. de Paisajes Áridos y Semiáridos,
Año XII, Documentos de Trabajo, Volumen 4, Octubre 2022.
Resumen
Los europeos que exploraron la región del bajo Paraná en el siglo XVI, dejaron registrados
diversos gentilicios de grupos indígenas, que mayormente provenían de lenguas nativas. En
este trabajo, nos ocupamos de uno de esos nombres, de mención reincidente en las fuentes
escritas primarias: el de “coronda”, que generalmente se ha considerado como designación
de un renombrado cacique, extendida luego a su colectividad. A partir del análisis de las
interpretaciones que, sobre el término, se han dado desde la etnografía, y de nueva docu-
mentación, desconocida o inédita, nos proponemos dilucidar, en primer lugar, si se trataba
de un gentilicio o de un antropónimo, en su origen. En segundo lugar, nos centramos en la
figura del conocido cacique, explorando las características de su liderazgo y de la organiza-
ción sociopolítica de los indígenas de la región adyacente a la actual localidad de Coronda.
Palabras clave: Corondas; Etnohistoria; Arqueología; Indigenas; Litoral paranaense.
Abstract
The Europeans who explored the lower Paraná region in the 16th century left records of
various demonyms of indigenous groups, which mostly came from native languages. In this
work, we deal with one of those names, repeatedly mentioned in the primary written
sources: that of coronda, which has generally been considered as the designation of a re-
nowned cacique, later extended to his community. From the analysis of the interpretations
that, on the term, have been given from the ethnography, and of new documentation, un-
known or unpublished, we intend to elucidate, in the first place, if it was an anthrophony, in
its source. Second, we focus on the figure of the well-known cacique, exploring the charac-
teristics of his leadership and the socio-political organization of the indigenous people of
the region adjacent to the current town of Coronda.
,
Keywords: Corondas, Indigenous Ethnohistory, Archaeology, Paraná Coast.
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Año XII, Documentos de Trabajo, Volumen 4, Octubre 2022.
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Resumo
Os europeus que exploraram a região do baixo Paraná no século XVI deixaram registros de
vários nomes de grupos indígenas, em sua maioria oriundos de línguas nativas. Neste traba-
lho, tratamos de um desses nomes, repetidamente mencionado nas fontes primárias escritas:
o de corona, que geralmente tem sido considerado como a designação de um cacique reno-
mado, posteriormente estendido à sua comunidade. A partir da análise das interpretações
que, sobre o termo, foram dadas a partir da etnografia, e de documentação nova, desconhe-
cida ou inédita, pretendemos elucidar, em primeiro lugar, se era um antropônimo, em sua
fonte. Em segundo lugar, enfocamos a figura do conhecido cacique, explorando as caracte-
rísticas de sua liderança e a organização sociopolítica dos povos indígenas da região adja-
cente à atual cidade de Coronda.
Palavras-chave: Corondas, Etnohistória, Arqueología, Indígenas, litoral paranaense
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Los hombres de esta expedición, capita- Corundá” (Serrano, 1943: 1271). Toman-
neados por Francisco de Mendoza, cos- do como premisa la unidad étnica de los
tearon el curso del río Tercero, llegando grupos indígenas paranaenses y aplicando
al Paraná en octubre de 1545 (Berberían el rótulo chaná a la misma, escribe, en
1987), y siguiendo las noticias del señor otro lugar, que: “el nombre propio de los
de ese río llamado Corundá, que habían Corondas también era chaná, pero la his-
oído entre los yuguitas. En el interro- toria los consagro con el nombre de su
gatorio de la referida información se de- poderoso cacique” (Serrano 1953: 54).
cía: Que el señor Corundá fuera un cacique
timbú, sin embargo, no surge de manera
y si saben que entramos en el dicho directa de la información de González del
descubrimiento hasta treinta cristianos, Prado. Serrano tampoco aclara como
e volvimos a salir con grandísimo llegó a esta conclusión. El cronista
riesgo de la vida, la cual dicha entrada Schmidel, que arribó al Río de la Plata
entramos en búsqueda de los españoles con la expedición de Pedro de Mendoza
del Río de la Plata e de un señor que en 1536, señalaba que corondas y timbúes
hay en él que se llamaba Corundá que hablaban un mismo idioma. Podría conje-
es señor principal de la costa del dicho turarse a partir de ambas referencias, que
río, digan los testigos lo que saben. Corundá era un cacique timbú y que
(Berberían 1987: 27). Schmidel transformó su nombre en un
gentilicio:“ (pasados los timbúes)
Serrano señala que la expedición de llegamos á una nación con el nombre de
Mendoza iba en pos de la anhelada pro- Karendos” (Schmidel 1903: 163). Pero
vincia que, por la información de Pedro el hecho de que la referencia de
González de Prado, no era otra que la del Schmidel sea anterior a la de González
cacique de los timbúes, “que se llamaba del Prado, y apuntada en las costas del
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Paraná, puede llevarnos también a pensar entre los timbúes al sur, y los quiloazas al
lo contrario. Es decir, en la designación norte.
de un grupo indígena de las riberas La Relación de Irala de 1541 es más pre-
paranaenses que en la región del NOA, cisa desde el punto de vista geográfico, ya
los españoles transformaron, quizás por que pretendía ser una guía para quienes
dificultades para comprender a sus navegaran por el Paraná hacia Asunción:
informantes, en un nombre personal,
para aludir a su famoso jefe. podran entrar por el estero de los tym-
Para determinar si el término coronda o bus que empieza desde santispiritus y
sus variantes, fue usado originalmente rrescataran con ellos con mucho rre-
como gentilicio o antropónimo, caudo como dicho es, specialmente
analizaremos a continuación las fuentes con los Anundas que esta arryba en
de los siglos XVI y XVII donde aparece el cabo del estero y con los
registrado. quiloazes-questan por algo nuestros
Los primeros en consignarlo fueron los amigos (Schmidel 1903: 394).
cronistas de la expedición de Pedro de
Mendoza, que navegaron por el Paraná a La ubicación de los karendos, corumna o
partir de 1536, como el alemán Schmidel, anundas, entre timbúes y quiloazas, fue
quien reprodujo las variantes Karendos y corroborada por Oviedo, que contó con
Carendes (Schmidel 1903: 163-164), y el informantes que estuvieron en el Paraná,
Hno. Antonio Rodríguez, que anotó: “Há, y señalo más adelante de los timbúes a:
adiante destes gentíos (refiriéndose a los “los de Earinda, e mas adelante, á par de
timbúes), outros que chamam una laguna y dentro de ella vive una gente
“Corumna” (Rodríguez 1936: 65). llamada quiloaces” (Oviedo 1852:192).
Ambos refieren a un colectivo:“nación” En este caso, sin embargo, el término
o “gentío”, que sitúan, de manera parece aludir a un lugar o territorio. An-
implícita en el segundo,
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tonio de Herrera, que coincide con los lidad de Coronda, en torno a la cual se fue
primeros cronistas en la determinación de configurando el “Pago de Coronda” en la
los gentilicios indígenas, lo incluye entre etapa colonial (Barriera y Moriconi 2015;
estos, y confirma su ubicación relativa: “y Marioni Berra 2005). Anteriormente, a
mas arriba en un río, á mano izquierda, mediados del siglo XVI, la corriente co-
los Carcaras y mas arriba los Trimbus, los lonizadora proveniente del actual noroeste
Curundas, y Camis; mas adelante Quilba- argentino situaba a los corondas en ese
sas, Calchines” (Herrera 1728: 393). mismo lugar.
Todos los testimonios citados ubican a los Quienes, en 1545, se desprendieron de la
corondas entre timbúes y quiloazas. expedición de Diego de Rojas, camino al
Schmidel los encontró a 4 leguas de ca- Paraná, mencionaron a Corundá, como
mino desde Buena Esperanza (entre los vimos, refiriéndose a un cacique de ese
timbúes), y al sur de los quiloazas, a río, pero sin mayor precisión geográfica.
quienes halló en una laguna que se identi- En otras fuentes relacionadas con la mis-
fica con la Setúbal. Irala, por su parte, los ma corriente se encuentran referencias a
localizó en el sector norte del estero de la provincia o región de Corunera.
los timbúes: “questan arryba en el cabo En 1566, Francisco de Aguirre, goberna-
del estero”, señalando que el mismo daba dor de Santiago del Estero organizó una
comienzo en Sacnti Spiritu (desemboca- expedición hacia el sudeste “…porque se
dura del Carcarañá) y finalizaba en los entendió que podría yr carreta desde San-
quiloazas, es decir, debajo de la laguna tiago del estero hasta la fortaleza de gabo-
Setúbal. to o a otra parte del Rio de la plata” (Ma-
En la parte norte del “estero de los tym- tienzo 1910: 184). Intentaba llegar, según
bus”, entre la confluencia del río Coronda el licenciado Juan de Matienzo, oidor de
con el Salado y laguna de Coronda; se la Real Audiencia de Charcas:
conformó a partir de 1664, la actual loca-
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a una porvincia e isla que dicen de Co- contaban con un destacado testimonio,
runera, que está entre dos ríos, uno del como veremos más adelante.
Estero (el Dulce) y otro del Salado, En 1573 Jerónimo Luis de Cabrera, llegó
que passan uno para abajo de la isla; y desde la recién fundada ciudad de Córdo-
otro para arriba y ambos entran en el ba a la desembocadura del Carcarañá y
Río de la Plata, más debajo de Gaboto; fundó el puerto de San Luis, en la zona
tierra en cuyo seguimiento iba el go- del fuerte de Gaboto. Luego continuó su
bernador (Cabrera 1917: 17). marcha y “7 leguas al norte” arribó a un
asiento “que llaman omar cobera e por
Aunque la ubicación de Corunera, que otro nombre los Timbúes, cerca de Corin-
Cabrera (1917) identifica con coronda, ha da” (Zapata Gollán 1989:242).
sido discutida (Levillier 1930), una carta En ese lugar entró en contacto con un-
de Matienzo al rey de España en 1567, timbú llamado Cabiste que le dijo“… ser
citada por Serrano, no deja lugar a dudas: sujeto al cacique principal de Corina que
“…poblándose un pueblo en la Fortaleza reside en la ribera del dicho río e yslas”
de Gaboto o un poco mas abajo en una (Zapata Gollán 1989: 242). Desde allí,
gran provincia de yndios que se dice Co- Cabrera prosiguió hacia el norte, y el 19
runera a do entrava poderoso río que di- de septiembre, “… estando sobre una
zen Salado…” (Serrano, 1943). barranca de un brazo del rio de la Plata
Los españoles que avanzaban desde el cerca de do que estan poblados los yndios
noroeste, ubicaban la provincia de Coru- de Corona” (Zapata Gollán 1989: 244), se
nera en la desembocadura del Salado, en encontró con Juan de Garay que bajaba
la zona donde los de la expedición de por el entonces río Juan de Ayolas, hoy
Pedro de Mendoza situaban a los coron- Coronda, explorando la región desde
das. No sorprende que en época de Agui- donde poco después habría de fundar
rre tuvieran datos tan precisos, ya que Santa Fe.
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siglo XIX, como el arroyo Bragado (Ma- que nos permite acercarnos a la perspecti-
rioni Berra 1992; Creus 2013). va de los propios nativos.
En 1662 los jesuitas compraron a Miguel Según Blas Ponce, en 1561: “Castañeda
Martín de la Rosa tierras ubicadas entre el en esta ciudad de Santiago del Estero,
arroyo de Coronda (Bragado) y el arroyo tuvo noticia de un indio llamado Jofré que
de Simón Martin (Los Padres) “en el pa- había venido del Río de la Plata, de un
raje que llaman de Coronda” (Creus pueblo que llamaban Coronday” (Medina
2013: 58), y en 1687 Antonio de Vera 1901: 222). Jofré dijo, entre otras cosas,
Muxica vendió tierras “en el pago que que “años antes, que no se acordaba él
llaman de coronda” (Zapata Gollán 1989). cuantos, mas que supo se lo había conta-
Empleado a largo del siglo XVII, para do, habían estado en su pueblo de Coro-
designar a un cerrito, un arroyo, un para- nay poblado un capitán llamado Sebastián
je, y posteriormente a un pago, ubicados Gaboto, el cual había hecho un fuerte
en el área (parte norte del estero de los donde se recogía él y su gente…” (Medi-
timbúes) en que durante el siglo anterior na 1901: 222). De estas referencias se
se usaba para designar a un grupo indíge- desprende que al hablar del pueblo Co-
na, a su territorio o a su cacique, el térmi- ronday, Jofré no aludía al nombre de un
no se fue transformando en un topónimo, líder, sino a una unidad social territoriali-
al tiempo que se cristalizó como “Coron- zada.
da”. Por último, citaremos una escritura de
La declaración de un indígena coronda depósito de encomiendas (EDE) realizada
llamado Jofré en Santiago del Estero, en en 1591 por orden de Gonzalo Gutiérrez
1561, y recogida en una información por de Figueroa, juez pesquisidor enviado por
Ramírez de Velazco, en 1589, constituye la Audiencia de La Plata en la investiga-
un testimonio privilegiado, a pesar de los ción llevada adelante por el asesinato de
filtros por los que paso, en la medida en Gonzalo Martel de Guzmán (Cornero y
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“pueblo” constituía una "parentela" don-de a su vez como patronímicos (AGN. Sec.
todos sus integrantes compartían un mismo GJ. Leg. 23.2721) aunque en documentos
“apellido” (Ochoa y Ferreira 2019: 47). tardíos que podrían estar acusando in-
En el litoral, encontramos así mismo, fluencia hispánica a través del bautismo.
gentilicios como casota y colecha, usados
Año de Con-
Fuente Nombre Asignación
tacto
1537 Schmidel Karendos Grupoindígena
1537 Schmidel Carendes Grupo indígena
1537 Rodriguez Corumna Grupo indígena
1541 Irala Anundas Grupo indígena
1535/57 Oviedo Earinda lugar / territorio
1545 González del Prado Corundá cacique
1561 Jofré Coronday pueblo
1561 Jofré Coronay pueblo
1566/67 Matienzo Corunera provincia
1601/15 Herrera Curundas Grupo indígena
1573 Cabrera Corinda lugar / territorio
1573 Cabrera Corina lugar
1573 Cabrera Corona lugar
1573 Tristan de Tejeda Coronda pueblo / lugar
1574 Antonio Tomas Coronda puerto
1577 Varios testigos Curunda ¿cacique?
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1591 EDE Corona cacique
1598 Hernandarias Coronda asientos
1622 Expedientes civiles Coronda asiento
1622 Expedientes civiles Coronda cerrito
1627 Reconocimiento de tierras Coronda arroyo
1630 Mapa Joannes Janssonius Curenda territorio
1648 Venta de tierras Coronda arroyo
1662 Venta de tierras Coronda paraje
1687 Venta de tierras Coronda Pago
El nombre coronda, finalmente, fue regis- pueblos vecinos. Los gentilicios que los
trado originalmente para aludir a un gru- primeros cronistas registraron en el Pa-
po indígena o a su territorio, diferencián- raná, provenían en buena medida de sus
dolo de su líder. Este, que alcanzo gran guías guaraníes, como fue el caso del de
fama entre los conquistadores a partir de mocoretás, entre otros (Cornero y Green
1545, aparece solo en dos testimonios con 2017). Schmidel, Rodríguez, Irala y los
su nombre personal (el de su grupo), cas- informantes de Oviedo, bien pudieron
tellanizado finalmente como Corona; así haberlo oído de aquellos. Resulta suge-
fue encomendado en 1573, y puesto en rente la cercanía entre coronday, y el
depósito en 1591. término carandaí que en lengua guaraní
Si coronda fue en su origen una denomi- designa a un tipo de palmera (Trithrinax-
nación grupal, resulta más difícil deter- campestris) de la región.
minar si se trató de una auto-designación, Sin embargo, González del Prado y los
o de un nombre dado por alguno de los acompañantes de Cabrera, que avanzaron
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hacia el Paraná desde el Noroeste, no pu- a los que los españoles llamaron así por el
dieron haberlo escuchado de los guaran- nombre de su cacique. En realidad, vimos
íes. Dos corrientes colonizadoras, prove- que los primeros cronistas, se referían a
nientes desde puntos opuestos (noroeste y un colectivo, distinguiéndolo de su jefe, y
sudeste), y por lo tanto en contacto con en el caso del indio Jofré, un indicio de
diferentes pueblos indígenas oyeron el autorreferencia respecto del vocablo.
mismo nombre, o variantes surgidas evi- De la crónica de Schmidel surge que los
dentemente de una base común. La pre- corondas y timbúes, además de los qui-
sencia del coronda Jofré en Santiago del loazas, “hablan una sola lengua”, y asi-
Estero en 1561 y la posibilidad de que mismo otras semejanzas entre los dos
otros de su pueblo llegaran allí antes que primeros: “Esta nación (coronda) se pare-
él, tema que retomaremos más adelante, ce á la anterior, es decir, á los Tiembú
nos sugiere que tuvieron que ser estos usan estrellitas en las narices, y son bien
quienes llevaron el término original a 600 formados de cuerpo” “iten visten, como
km del Paraná. En su declaración, no solo los Tiembú, un corto paño de algodón”
es el propio Jofré, quien aporta la desig- (Schmidel, 1903: 163). Sin embargo,
nación de coronday para el “pueblo” del ningún documento señala directamente
que proviene, sino que de alguna manera que los corondas fueran timbúes diferen-
se presenta identificándose con el mismo, ciados solo por el nombre de su líder.
lo que sugiere la posibilidad de que se Aun cuando se menciona con un carácter
tratara de una categoría de auto adscrip- acotado en Schmidel, el parentesco ha
ción. sido generalizado más allá de estos gru-
pos, a partir de elementos no lingüísticos,
Corondas, timbúes y calchines con la única justificación de la escasez de
Como señalamos, los corondas han sido información. Lafone Quevedo decía: “Por
considerados, por Serrano, como timbúes ahora, á falta de prueba documentada, es
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preferible clasificará los Timbú, Corondas zaba el conocimiento que los españoles
y Quiloazas como naciones afines de los tenían de los indígenas de la región, co-
Chaná del Baradero y Soriano, todos más rroborando a los primeros cronistas: “Hay
o menos Timbú, porque se horadaban las en aquella comarca muchos naturales de
narices” (Schmidel 1903: 63). Según este, diferentes lenguas y naciones de una y
el de timbúes, era un apelativo guaraní otra parte del río, que unos son labradores
que aludía al uso de ese adorno corporal, y otros no.” (Guzmán 2017:300). Incluso
como “narices horadadas” (Lafone Que- los etnógrafos, que parten de considerar
vedo 1909) etimología que se encuentra como una unidad a los indígenas de la
asimismo en otros autores (Mantilla 1928; región, marcan diferencias. Canals Frau
Cervera 1908). Politis y Bonomo (2012) (1986), divide a los que llama “pueblos
por otro lado, citan la versión timbó o del litoral” en tres sectores: septentrional,
tinbó, con el significado en guaraní, de central y meridional, clasificación, que si
“hacer humo”. bien se expresa en términos geográficos,
Aun acordando con la etimología guaraní considera datos referidos a la lengua, y
del término, las fuentes escritas primarias Serrano (1947) reemplaza “pueblos del
no avalan el alcance geográfico que, litoral” por “chanas” en sentido genéri-
según Lafone Quevedo, tendría su aplica- co, manteniendo las tres divisiones: sep-
ción. En primer lugar, los propios guara- tentrional, media y deltaica.
níes usaban diversos apelativos para los Si ninguna fuente primaria asimila los
grupos del bajo Paraná. Por otro lado, corondas a los timbúes, en el citado de-
aunque escasos, los datos de los cronistas pósito de encomiendas de 1591, se lee:
obligan a señalar diferencias en el aspecto “en manuel martinez deposito Un pueblo
lingüístico (Cornero y Green 2019). calchin con el caciq’ llamdo Corona con
Al referirse al asentamiento de Garay en todos sus subjetos” (BO ABNB, EP 33:
el territorio, Ruy Díaz de Guzmán sinteti- 200r-203v.). No se registra el nombre del
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Por ahora, diremos que a partir de la in- pueblo coronda y, nos permite conjeturar
formación aportada, podemos considerar al que pudieron haber constituido una parcia
pueblo coronda como una unidad so- lidad calchín con un alto particularismo.
principal –que abarcaba diversos asenta- misma lengua para corondas y timbúes, nos
mientos –y que formaba parte de una en- ha llevado, por otro lado, a sugerir un pa-
tidad sociocultural más amplia, la de los rentesco lingüístico entre timbúes, coron
tran al menos otros dos pueblos. El acta de fundación (1573) sitúa a la ciudad
en la enumeración de grupos ribereños entre los segundos, al norte del ejido (Cor
que realiza Antonio de Herrera, es decir nero y Green 2017), y los primeros, al sur
Setúbal, llegando por el norte, hasta el sur deres otorgados por Ortiz de Záratea Garay
(Fernández Díaz 1953). Los corondas, se que se está erigiendo, el gentilicio moco-
separados de los otros pueblos calchines, utiliza como sinónimo de timbúes (Ruiz
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Tomo 99: 29 y 72), puede explicarse por Santa Fe la Vieja: “Otras islas están tan
la intención de fundar la ciudad más al bien pobladas/ De gentiles naciones y
sur de donde finalmente fue asentada. gentío./ Timbues las mas de ellas son
Sin embargo, la identificación de los cal- llamadas” (Centenera 1836: 18); y espe-
chines como timbúes aparece también de cialmente a los del río Coronda o Juan de
manera directa en un legado de enco- Ayolas: “Pasando de Gaboto, a poco tre-
mienda que Pero Hernández Romo, hace cho/ El rio Juan de Oyólas se ha tomado:/
a su hija en 1603: Por él se entró, que es rio muy estrecho./
De vientos y tormentas resguardado./
mas doy a la dha mi hija los y nos que Atraviesa este rio bien derecho/ Al Pa-
tengo rreducidos de presente de los raná; y las islas que ha formado/ Habitan
calchines y mas La encomienda de los Timbas” (Centenera 1836: 125).
minssqe el Govor me ha dado por En- Su alcance, no obstante, no tuvo la exten-
comienda Los quales dos y nos de los sión pretendida por Lafone Quevedo. Los
calchines son tinbus/todo lo qual yo el españoles, siguiendo posiblemente a los
dho Alonso hsrromo doy a la dha mi guaraníes, parecen haber designado en
hija (Fernández Díaz 1950: 77). algunas ocasiones, genéricamente como
timbúes a los indígenas extendidos entre
La asimilación de los términos calchines el área en que se fundó Sancti Spiritu y el
y timbúes en algunos documentos, y la sur de Santa Fe la Vieja, poblaciones en-
designación como “estero de los timbúes” tre las que hemos sugerido además un
del territorio en que también habitaban posible parentesco lingüístico.
los corondas, son indicios de un uso gené- En la misma región, sin embargo, los cro-
rico del apodo guaraní. En este sentido nistas reconocen y registran, diversos
también lo usa Centenera al referirse a los gentilicios de origen no guaraní: calchín,
indígenas poblados a 20 leguas al sur de coronda, omad cobera. Este último, aso-
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ciado al área comprendida entre las actua- y timbúes strictu sensu en la zona sur
les localidades de Barrancas y Arocena, (área de Sancti Spiritu).
fue identificado con “los timbues” por Frente al estero de los timbúes, en la costa
Jerónimo Luis de Cabrera y expresamente entrerriana, finalmente, los españoles ubi-
diferenciado de corinda. caban a los chana timbus, que en todas las
La distinción entre corondas y timbúes crónicas aparecen como un grupo particu-
también aparece claramente en la proban- lar, localizado. García decía que “Hay
za de Tristán de Tejeda, y en todos los otra generación andando el rio arriba que
cronistas paranaenses (Schmidel, Rodrí- se llaman los chanaes, é otros que están
guez, Irala y Oviedo), que acotan el se- cabe ellos que se llaman chanaes atembu-
gundo gentilicio a la parte sur del estero res (…) E de la otra parte del rio esta otra
de los timbúes. Por su parte, Oviedo, generación, que se llaman los Carcaraes
Herrera, e incluso Centenera, identifican (se refería a la desembocadura del Cara-
específicamente a los calchines, diferen- carañá e inicio del estero de los timbúes)
ciándolos de los timbúes. é otros mas adelante hay otros que se lla-
Proponemos entonces, para la época de man los atambúes” (Medina 1908: 245).
los inicios de la conquista española, un
área de parentesco lingüístico y cultural El Señor de los Corondas
entre el sur de Santa Fe la Vieja y la re- La fama del líder principal de los coron-
gión de Sancti Spiritu, con poblaciones das, fue lugar común entre los españoles
que podían ser designadas ocasionalmen- que ingresaban a la región, a partir de
te (por guaraníes y españoles) de manera 1545. Sea que transformaran, por desco-
genérica como timbúes, pero también nocimiento, un gentilicio en antropónimo,
distinguidas como calchines, al norte; o que el grupo y su cacique compartieran
corondas en el centro (área de Coronda), un “apellido”, tendieron a nombrar a am-
bos de la misma manera. En 1573 al en-
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que mientras algunos los señalan junto al Al referirse a la expedicion de Garay por
río Dulce en Santiago del Estero (Montes el río Coronda en 1573, Guzmán señalaba
1945; Serrano 1945), otros los ubican en que: “le salieron muchos indios de paz y
el actual territorio catamarqueño (Faber- para poderlos visitar fue fuerza entrasen
man y Taboada 2012); se hallaban, en con el bergantín por un estrecho río que
cualquier caso, a más de 600 km de las sale al mismo principal por donde había
costas paranaenses. Advertimos ahora, muchos pueblos de naturales”(Guzmán
para retomar más adelante, que en la de- 2017: 300). Aludía así a “los asientos de
claración de González Del Prado, las Coronda” mencionados en otros docu-
noticias sobre el señor Corona están mentos, poblaciones de carácter relativa-
asociadas a la presencia de objetos de mente estable como indica el hecho de
factura española. que fueran tomados como mojones en las
Si los liderazgos en el Paraná fueron alu- mercedes de tierras, y por la presencia de
didos generalmente a través de las voces cultivos. En una expedición que Cáceres
“cacique” y “principal”, Corona fue reco- efectuó en 1572, desde Asunción hacia el
nocido en el testimonio de Cabrera (1573) sur en busca del rio Salado, atacó a los
como: “cacique principal”, mientras en la indígenas de la región y "les quemo las
declaración de González del Prado casas y su maiz y mataron de ellos y traje-
(1545), observamos el uso del término ron aqui algunas mujeres" (Calvo, 1992:
“señor”, y “señor principal”, que tenía 65). En la zona del estero de los timbúes,
una connotación distintiva para los espa- Centenera dice que:
ñoles de aquella época, e indica una dife-
rencia cualitativa. Constatamos, además, Del capitán Garay certificaron/ Los in-
que no solo era señor de su aldea, sino dios, que aquí vino con su gente. /Las
también de otros asentamientos y huellas de caballos nos mostraron./Por
caciques dependientes. dó dimos la vuelta prestamente;/ Y en
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tierra los soldados que salta- un indio que dijo llamarse Cabiste, e ser
ron,/Cojeron la comida que al presen- sujeto al cacique principal de Corina que
te/ Hallaron, que aun no estaba sazo- reside en la en la ribera del dicho rio e
nada,/ Y apenas con la espiga bien islas dele le paseó por el dicho asiento e
formada (Centenera 1836: 126). puerto…” (Zapata Gollán 1989: 242). En
la década de 1570, vemos entonces al
Schmidel, por su parte, refiere que los señor Corona, extendiendo su influencia,
españoles fueron atacados por “Tyembus no solo sobre los asientos y principales
que estaban ocultos en las casas y en los del pueblo coronda, sino también sobre
rastrojos” (Schmidel 1903:191). una aldea, al menos, de los timbúes stric-
to sensu.
Esos “asientos” indígenas de carácter Su prestigio se evidencia además en el
estable y con la presencia de cultivos, carácter nodal de su propia aldea; cuando
pudieron tener sus propios cabecillas, los hombres de Garay en 1573 “llegaron a
como lo indican las aseveraciones de Ca- cierto puerto donde los indios le pidieron
brera y de Jofré, que reconocía la presen- estuviese algunos días para ver la tierra, y
cia de varios “principales” en Coronday, una mañana se fue llegando tanta multi-
él mismo entre ellos: “que era un indio de tud de gente que les puso en gran cuidado
estima principal del dicho Río de la Pla- (Guzmán 2017: 300-301). Ese puerto, y
ta”. Líderes que a su vez, eran dependien- asentamiento principal, al que acudían
tes de Corona, como comprobamos en el indígenas desde otros lugares, en momen-
testimonio de Cabrera, que en el tramo tos de crisis según los documentos espa-
sur del río Coronda “en un asiento que ñoles, pero posiblemente también en si-
llaman omar cobera e por otro nombre tuaciones más distendidas, era el de Co-
Los Timbues, cerca de Corinda”, se en- rona, como comprobamos en las declara-
trevistó con Cabiste: “tomó por la mano a ciones de los testigos de la citada infor-
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mación de 1577. En ese año, vuelven a incluso quemar, sus propios asentamien-
concentrarse allí los indígenas, dispuestos tos.
a hacer la guerra: En la información de 1577, un testigo que
llegó a Santa Fe, proveniente del Tu-
corrian Riesgo los vecinos y estantes cumán, dijo que:
en ella (ciudad de Santa Fe) por estar
como están casi todos los naturales de todos los naturales estavan levantados
su comarca levantados juntos e con- y vidoasi mismo yendo en camino (…)
gregados en el pueblo del curunda (...) estar muy gran cantidad de gente en el
supo en ella como todos los naturales pueblo del curunda e vido todas las ca-
estavan y están levantados y asi mismo sas del camino antes de llegar allí to-
vido que havia mucha gente junta en el das (roto) das por que se avian alla re-
pueblo del curunda (AHSDE. Papeles cogido” (AHSDE. Papeles Río de la
Río de la Plata. T II: 130 y 133). Plata T II: 135). Otro afirmó: “que por
mandato del señor gobernador y va a
Se pone de manifiesto también, la exis- tucuman vido en el pueblo del curunda
tencia de una jerarquía entre los diversos gran cantidad de gente junta e a la
asentamientos o aldeas dependientes de buelta que bolvió de allí a esta ciudad
Corona. No sabemos si por su tamaño, con dos conpañeros vio las casas del
por su ubicación estratégica -Marioni camino todas quemadas por que se
Berra (1992) sugiere el “cerrito” llamado avian ydo a juntar con los demás”
de Coronda, como sitio del emplazamien- (AHSDE. Papeles Río de la Plata, T II:
to –o por su carácter de centro de autori- 138).
dad, los corondas se fueron congregando El predicamento de Corona y la centrali-
en la sede de su señor, tras abandonar, e dad de su residencia, junto a su capacidad
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para convocar, organizar y movilizar una para coger a los navíos en medio.
importante cantidad de indígenas, ya se (Guzmán 2017: 301). Un testigo, en la
había puesto a prueba 4 años antes, frente probanza de Hernán Mejía Miraval, de-
a la llegada de Garay. Guzmán refería a claro que “hallaron al dicho Juan de Ga-
“los indios que venían a esta junta a dar ray con sus navíos en el dicho rio y en
en los nuestros”. (Guzmán 2017: 301), y aquel punto y hora venían, al parecer de
en la probanza de Tristán de Tejeda, Pe- este testigo, dos mil indios en tres escua-
dro Hernández afirmaba que: “los indios drones a dar sobre el dicho Juan de Ga-
de aquella tierra estaban en junta para dar ray”. (Levillier 1931: 186). Aun cuando
sobre el general Joan de Garay que benia la cantidad de indígenas pueda ser algo
en balzas con su gente el rio abaxo des- exagerada, en una probanza en que se
cubriendo la tierra”. (Levillier 1931: 187). procura resaltar los méritos de los con-
La comunicación entre los diversos asen- quistadores (Fernández Díaz 1973), indi-
tamientos fluía, en parte, posiblemente ca que el número de guerreros moviliza-
mediante señales de humo; viendo Garay dos debió ser importante, además de la
“que toda aquella tierra se abrazaba en coordinación de tres grupos diferentes.
fuegos y humaredas mandó salir a un ma- Según Fernández Díaz, la intención origi-
rinero a la gavia de un navío para que nal de los indígenas no era atacar a Garay,
reconociese el campo” (Guzmán 2017: sino defensiva al verse alterados ante la
301). llegada de otro grupo de españoles por
Los nativos respondieron a la convocato- tierra desde la dirección contraria. Más
ria desde diversas direcciones: “todo allá de eso, difícil de saber, nos interesa
cuanto había a la redonda estaba lleno de resaltar la capacidad organizativa de un
gente de guerra y mucha más que venía liderazgo centralizado.
acudiendo por todas partes, sin muchas Consideramos el carácter dinámico de las
canoas que de río abajo y arriba acudían identidades, tanto como la flexibilidad y
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porosidad de los límites entre los diversos corondas y su famoso señor, aparecen
pueblos de la región; que no pueden vinculados asi, a un dominio territorial
asimilarse a las jurisdicciones políticas de relativamente definido y designado con
los europeos de la epoca. No obstante, en nombre propio. La celosa defensa del
las riberas paranaenses se plantea la mismo no solo frente a los españoles, sino
presencia de “territorios de explotación de tambien frente a los guaranies –Schmidel
recursos sobre los cuales distintas etnias recuerda que los corondas entregaron a
reivindicaban su dominio, siendo incluso los expedicionarios dos cautivos carios
objeto de disputas o abiertas hostilidades” que tenian entre ellos, como guias –indica
(Areces et al. 1999: 19). La influencia de cierto grado de territorialidad. No
Corona, a mediados del siglo XVI, parece pensamos en este caso en el territorio de
justamente haber tenido una base un grupo indígena particular, sino como
territorial. Matienzo al referirse a la base de una organización sociopolitica
expedicion de Aguirre de 1566, refería a que, al menos en la década de 1570,
la “provincia” de Corunera, aunque el desbordaba los limites étnicos, en
empleo de este termino podia ser tanto contenía, no solamente al pueblo
ambiguo en los cronistas. coronda, sino también a una aldea o
Sabemos que los diversos pueblos e grupo de timbues, sujetos a Corona.
incluso los asentamientos de la región La presencia de individuos destacados,
tenían sus denominaciones particulares, con prestigio y autoridad, en el litoral, ha
como el caso de Omad cobera de los sido asociada, desde la arqueología, al
timbues. Pablo Cabrera (1917), teniendo uso privilegiado de objetos suntuarios
en cuenta que el sufijo “era” aparece en exóticos y al posible control de las formas
ciertas designaciones de lugares o aldeas de acceso a los mismos (Bonomo et al.
de la región, sugiere que Corunera pudo 2017; Bonomo, Politis y Gianotti 2011).
ser el topónimo del territorio. Los Es decir, ligada de alguna manera, a los
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yos, que pasaron a retribuir a los españo- bienes nuevos, quien los administró para
les con alimentos. luego canalizarlos incluso en intercam-
La capacidad de almacenar excedente, en bios de larga distancia. Seis años después,
el caso de los corondas, se puso de mani- los hombres de Francisco de Mendoza,
fiesto a la llegada de los hombres de Pe- avanzaron desde el noroeste hacia el Pa-
dro de Mendoza: “ellos compartieron con raná “porque habíamos hallado muchas
nosotros su escasez de pescado y carne y cosas de Castilla entre los indios” (Ber-
corambre sobado y otras cosas más” berían 1987: 27) y oído de Corunda, se-
(Schmidel 1938: 62). “Estos indios tienen ñor de ese río.
gran copia de pieles de nutria (…). Ellos Es decir, que a larga distancia las cosas
se compartieron con nosotros de su po- de Castilla se encontraban asociadas a la
breza, como ser carne, pescado (y pie- fama de Corona. No sabemos si arribaron
les).” (Schmidel 1903: 164). juntas a la región santiagueña, o si la
El intercambio de este excedente almace- fama de Corona las precedió, pero es
nado, les permitió el acceso a los objetos seguro que ambas estaban unidas en
occidentales que Schmidel enumera: “no- 1545, y si Corona era la fuente de las
sotros también del mismo modo les dimos cosas de Castilla que llegaban al
cuentas de vidrio, rosarios, espejos, pei- Tucumán, tuvo que tener la capacidad
nes, cuchillos y otro rescate” (Schmidel para captarlas en los primeros encuentros
1938: 62); “nosotros les dimos abalorios, y disponer su circulación.
rosarios, espejos, peines, cuchillos (y an- Los corondas debieron familiarizarse con
zuelos).” (Schmidel 1903: 164). los objetos que los europeos llevaban para
El cronista alemán no menciona al caci- sus rescates, desde antes de la llegada de
que Corona, sino que refiere al colectivo, Pedro de Mendoza, ya que estuvieron en
pero podemos pensar que fue este, un contacto con la expedición de Gaboto,
hombre con la capacidad de conseguir como lo sugiere el relato de Jofré, que nos
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permitimos citar en extenso porque ofrece dicho César á descubrir, era hacia la
una síntesis de la historia de la región Cordillera de Chile, venían por allí
desde la perspectiva indígena: muchos cristianos á pie, con algunos
arcabuces y espadas, lanzas é otras ar-
en el dicho río arriba de la Plata había mas, y que traían unos caballos carga-
poblados muchos españoles (…) y que dos con su hato y comida, que tenían
tenían muchos caballos y arcabuces las orejas muy grandes y daban gran-
con que hacían guerra á los naturales des bramidos, y que estos cristianos
comarcanos (…) é que años antes, que venían preguntando por el Río Grande
no se acordaba él cuantos, mas que su- de la Plata y por los cristianos que en
po se lo había contado, habían estado él estaban poblados, y que como los
en su pueblo de Coronay poblado un naturales les dieron noticia que estaban
capitán llamado Sebastián Gaboto, el muy el río arriba poblados y que no
cual había hecho un fuerte donde se podían ir allá sino con navíos, se vol-
recogía él y su gente, y que este ca- vieron por donde habían venido, y que
pitán había enviado otro con gente la dos capitanes que traían á esta gente, el
tierra adentró (…) y que este capitán uno se llamaba Quirós y el otro Juan
Cesar había tornado al dicho fuerte y á (Medina 1901: 222-223).
sus compañeros con la dicha nueva, los
cuales se habían embarcado todos jun- En 1561, Jofré tenía conocimiento de la
tos é ido la vuelta del río abajo, que no gran cantidad de españoles que vivían en
sabía dónde se habían ido; y que había Asunción, su armamento y los ataques
pocos días que habían dicho á este in- que realizaban sobre las poblaciones nati-
dio Jofré, que era un indio de estima vas de esa región. La memoria de los co-
principal del dicho Río de la Plata, rondas retenía la llegada de los europeos
cómo hacia la parte donde había ido el bajo el mando de Sebastián Gaboto
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(1526) y el abandono posterior de Sancti aporta, pero bien pudieron, él u otros co-
Spiritu; la expedición de Cesar, enviado rondas, realizar el trayecto en ocasiones
por Gaboto hacia el Oeste, por el Carca- anteriores a esa fecha en que los objetos
rañá; y la llegada desde la misma direc- de castilla y el señor Corona ya eran co-
ción, de Francisco de Mendoza (1545). nocidos.
Recordaba también Jofré la impresión que La existencia de vínculos precolombinos
el avistamiento de los primeros caballos extra-regionales, entre los indígenas del
había causado en su pueblo. Es posible litoral paranaense y los del interior medi-
que en alguna de esas interacciones de los terráneo, ha sido señalada por diversos
corondas con los europeos, adquiriera autores a través del estudio de fuentes
también su nombre hispano a través del escritas y diferentes registros arqueológi-
bautismo. cos, como materias primas (minerales y
Sin duda, Jofré había arribado a las llanu- malacofauna), objetos (líticos, metálicos
ras santiagueñas por su cuenta y se movía y cerámicos), y elementos exóticos (re-
allí de manera independiente; enterado de presentación iconográfica de llamas y
su presencia, el capitán Castañeda hizo cóndores andinos), y bioantropológicos
“como le trajesen y llamasen de paz á este (Bonomo, Politis y Gianotti 2011; Bono-
indio el cual vino á su llamado.” (Medina mo, Cabanillas y Montero 2017; Cornero
1901: 222). Tenía familiaridad con el 2019, 2021; Cornero, Tissera y Pastor
camino que unía el Paraná con Santiago 2022; Ceruti 2018; Doello Jurado 1940;
del Estero, y con el tiempo que se tardaba Fabra 2020; Graneros y Cornero 2022;
en recorrerlo. A través del conocimiento Martínez Soler 1964; Palermo 2000; Pa-
de alguna lengua de la región o de una- lomeque 2000; Politis y Tissera 2019;
lingua franca, se entendía con los indíge- Pastor y Tissera 2019 y Serrano 1945;
nas de la misma. Su llegada allí, tuvo que entre otros).
ser posterior a 1545, por las noticias que
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recía tener una imagen positiva de los Corona fue encomendado junto a su pue-
europeos. blo, a Pedro de Espinosa, en 1573, y dado
Cuando en 1573, Garay emprendió la que su encomendero fue acusado de ase-
conquista definitiva de la región, la mayor sinato en1591, pasó en depósito a Manuel
resistencia se produjo entre los grupos Martín. Se trataba, sin embargo, de una
que respondían a Corona. Vimos allí su encomienda no efectiva, ya que aun en
predicamento y capacidad de organiza- 1598, los corondas no prestaban servicio
ción. Pero en la misma época, pueden a su encomendero. Como ya dijimos, no
apreciarse los límites de su influencia. podemos descartar la posibilidad de que
Centenera (1836) relata la resistencia pa- el Corona entregado a Manuel Martín en
ralela organizada por un prestigioso jefe 1591, fuera un cacique diferente al regis-
guerrero de los timbúes: Terú, quien tam- trado por González del Prado en 1545,
bién dirigía a varios caciques y grupos. El incluso de que fuera su hijo.
mismo autor, nos muestra, por otro lado, Prácticamente no existen datos referidos a
los obstáculos para la consolidación de la sucesión de los liderazgos entre los
estos liderazgos en la zona, cuando refiere indígenas del Paraná, lo que torna valiosa
a que en medio del conflicto “Llegaron a la información contenida en un pleito,
los Timbues pregonando,/ "Comprad de seguido en 1649, por el cacique calchín
mi, que vendo mas gracioso."/ Y tanto Cristóbal Tamcacal para librarse él y sus
regatean, que en Sevilla/ Podrían impri- hijos del servicio a su encomendero. En
mir nueva cartilla.” (Centenera 1836: uno de los interrogatorios a testigos, que
131). Mientras grupos de corondas y se encuentran en el documento, se les
timbúes seguían a Corona y Terú a la inquiere si saben que:
guerra, otros se abocaban al intercambio
con los europeos. “cristoval tamcacal es casique princi-
pal hijo del casique que fue de la par-
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