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Las ardillas, pequeños mamíferos roedores de la familia Sciuridae, son criaturas

encantadoras que habitan en diversos hábitats alrededor del mundo. Con sus gráciles
movimientos y su pelaje suave y esponjoso, las ardillas se han ganado el cariño y la
admiración de muchas personas. Su característica más distintiva son sus largas y peludas
colas, que utilizan para equilibrarse mientras trepan ágilmente por los árboles y para
comunicarse con otros miembros de su colonia.

Estos ingeniosos roedores son conocidos por su habilidad para recolectar y almacenar
alimentos. Durante los meses de abundancia, las ardillas se dedican a recolectar nueces,
semillas y otros alimentos, enterrándolos en múltiples escondites dispersos en su territorio.
Esta astuta estrategia les permite sobrevivir durante los períodos de escasez, ya que pueden
recurrir a sus reservas almacenadas cuando la comida escasea.

Las ardillas son animales sociales que viven en grupos conocidos como colonias o drays.
Dentro de estas colonias, establecen jerarquías sociales que determinan el acceso a los
recursos y la reproducción. Aunque suelen ser territoriales y defenderán agresivamente sus
áreas de alimentación y anidación, las ardillas también pueden cooperar entre sí,
especialmente cuando se trata de enfrentar amenazas externas.

Además de ser ágiles trepadoras y expertas recolectoras, las ardillas también son conocidas
por su comportamiento juguetón y curioso. A menudo se les puede observar realizando
acrobacias en los árboles o persiguiéndose unas a otras en un juego animado. Su naturaleza
activa y enérgica las convierte en una vista encantadora para los observadores de la
naturaleza, especialmente en los parques y bosques donde son comunes.

A pesar de su apariencia adorable y su comportamiento divertido, las ardillas enfrentan


numerosas amenazas en la naturaleza, incluida la pérdida de hábitat, la depredación por
parte de aves rapaces y mamíferos carnívoros, y la contaminación ambiental. Sin embargo,
gracias a su adaptabilidad y capacidad para prosperar en una variedad de entornos, las
ardillas continúan siendo una parte integral de los ecosistemas en los que habitan,
inspirando admiración y respeto en igual medida.

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