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La complejidad de la docencia en

aulas multigrado se debe a la


perspectiva de las polı́ticas
educativas que han tenido sobre el
ideal de las escuelas (monogrado)
frente a la realidad de las escuelas
(multigrado) a pesar del
predominio de ellas.
Es decir, ha predominado un programa curricular graduado,
enseñ anza homogé nea, añ o escolar 6ijo, etcé tera, lo anterior, ha
dejado de mani6iesto las desigualdades con las que se trabaja en
aulas multigrado, vulnerando en su desempeñ o profesional al
profesorado, por ser desatendido curricularmente a las escuelas
multigrado, estoy convencida que se deben visibilizar las
particularidades y las diferencias de las escuelas: unitarias,
bidocentes y tridocentes para que se pueda transformar.
Si bien, hay iniciativas diversas: colectivos en las zonas escolares,
congresos nacionales, comunidades multigrados que se han
consolidado a partir de la pandemia, entre otros, en donde se tienen
avances importantes en los distintos niveles de concreció n, pero
que no son o6iciales.
Desde el marco de la Nueva Escuela Mexicana, se puede abrir
camino para que ello suceda, ya se tienen los primeros
acercamientos, pero es importante revisar lo que mandata la Ley
General de Educació n (LGE) en su artı́culo 43 y segundo concretar
desde lo o6icial (SEP) una pedagogı́a multigrado que no só lo
demanda: dominio de pedagogı́as y herramientas de trabajo
"demanda" una perspectiva de có mo se ve [al estudiante, al contexto
rural y a nuestra propia docencia] y tercero desde la propia
autonomı́a profesional que mis colegas multigrado a nivel nacional
tienen [experiencia y conocimiento] para que puedan
implementarse acciones encaminadas a recuperar el potencial
pedagó gico de las escuelas multigrado.
Arely Hernández mendoza

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