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Capítulo 1
Planteamiento del problema

En el mundo los desafíos del desperdicio de alimentos se han vuelto cada


vez más crítico. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos
para consumo humano se pierde o desperdicia cada año, lo que equivale a
aproximadamente 1.300 millones de toneladas. Esta situación no solo
representa una amenaza para la seguridad alimentaria y el medio ambiente, sino
que también supone una pérdida económica significativa, estimada en alrededor
de 1 billón de dólares anuales.

En respuesta a esta problemática, han surgido diversas iniciativas y


aplicaciones tecnológicas que buscan optimizar el aprovechamiento de los
alimentos en los hogares. Una de las aplicaciones más populares a nivel
mundial es "Too Good To Go", disponible en varios países, incluidos Estados
Unidos, Reino Unido y varios países europeos. Esta aplicación conecta a los
usuarios con restaurantes, panaderías y supermercados locales que ofrecen
excedentes de alimentos a precios reducidos, evitando así el desperdicio.

Otra aplicación destacada es "Foodcloud", que opera en Irlanda y Reino Unido.


Esta plataforma digital permite a los minoristas y proveedores de alimentos
donar sus excedentes a organizaciones benéficas locales, asegurando que los
alimentos no se desperdicien y lleguen a quienes más los necesitan.

En Venezuela, lamentablemente, no se ha desarrollado una aplicación o


sistema similar a los mencionados anteriormente. La crisis económica y social
que enfrenta el país ha exacerbado el problema del desperdicio de alimentos,
principalmente debido a la escasez de productos básicos, la falta de
infraestructura adecuada para el almacenamiento y conservación de alimentos, y
los altos costos que dificultan el acceso a una alimentación adecuada.
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Sin embargo, algunas organizaciones no gubernamentales y grupos


comunitarios han implementado iniciativas locales para combatir el desperdicio
de alimentos y promover su aprovechamiento. Por ejemplo, en Caracas, la
organización "Banco de Alimentos" recolecta los excedentes de alimentos de
supermercados, restaurantes y empresas de alimentos, y los distribuye entre
personas en situación de vulnerabilidad alimentaria.

En definitiva, si bien a nivel mundial existen aplicaciones y sistemas que


facilitan el aprovechamiento de los alimentos y la reducción del desperdicio, en
Venezuela aún no se cuenta con una solución tecnológica integral y accesible
para abordar este problema. No obstante, las iniciativas locales y comunitarias
están trabajando para sensibilizar a la población sobre la importancia de
optimizar el uso de los recursos alimentarios disponibles y minimizar el
desperdicio.

En los hogares venezolanos, el desaprovechamiento de recursos alimenticios


es alarmante. Debido a la crisis económica y la escasez de productos, muchas
familias se ven obligadas a comprar más alimentos de los necesarios cuando
tienen la oportunidad, lo que frecuentemente conduce al desperdicio de
productos perecederos. Además, la falta de conocimientos sobre técnicas de
conservación y aprovechamiento de sobrantes contribuye significativamente al
despilfarro de alimentos.

Por otra parte, los restaurantes y emprendimientos culinarios enfrentan retos


similares. La gestión ineficiente de inventarios, la falta de planificación en la
rotación de ingredientes y la necesidad de ofrecer una amplia variedad de platos
generan un desperdicio considerable de insumos frescos y perecederos.

Lamentablemente, en la actualidad no existe una aplicación móvil inteligente en


Venezuela que aborde esta problemática de forma integral. Las iniciativas
comunitarias y organizaciones locales han intentado sensibilizar a la población
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sobre el aprovechamiento de los alimentos, pero no cuentan con herramientas


tecnológicas específicamente diseñadas para este propósito.

En consecuencia, tanto los hogares como los establecimientos de alimentos


venezolanos enfrentan desafíos significativos para optimizar el uso de sus
recursos alimenticios. La falta de una aplicación móvil que brinde
recomendaciones personalizadas de recetas basadas en los ingredientes
disponibles, así como consejos sobre conservación y aprovechamiento de
sobrantes, representa una barrera para combatir el desperdicio de manera
efectiva.

Es crucial abordar esta problemática con urgencia, no solo por las


implicaciones económicas y ambientales, sino también por el impacto directo
que tiene en la seguridad alimentaria de la población venezolana. Una solución
tecnológica accesible y adaptada a las necesidades locales podría marcar una
diferencia significativa en la lucha contra el despilfarro de alimentos y promover
prácticas sostenibles tanto en los hogares como en la industria gastronómica del
país.

Interrogantes de la investigación:

De acuerdo a lo expuesto en el texto, surgen estas preguntas clave que


deberán ser abordadas en la investigación para desarrollar una solución
tecnológica integral que contribuya a minimizar el desperdicio de alimentos y
fomentar prácticas sostenibles en el contexto venezolano:

¿De qué manera un sistema de aplicación móvil inteligente puede contribuir


significativamente a reducir el desperdicio de alimentos tanto en los hogares
como en los restaurantes venezolanos?

¿Cómo se pueden generar recomendaciones personalizadas de recetas que se


adapten de forma precisa a los ingredientes disponibles de los usuarios,
optimizando así el aprovechamiento de los recursos alimenticios?
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¿Qué características y funcionalidades esenciales debe integrar la aplicación


móvil para ser verdaderamente efectiva en la optimización del uso de los
recursos alimenticios, abordando las necesidades y limitaciones específicas de
los hogares y establecimientos de alimentos en Venezuela?

¿Qué estrategias y enfoques serían los más adecuados para promover la


adopción y el uso generalizado de esta herramienta tecnológica entre la
población venezolana, considerando los desafíos económicos, sociales y
culturales presentes en el país?

Objetivo general:

Diseñar y desarrollar un sistema de aplicación móvil inteligente que brinde


recomendaciones personalizadas de recetas adaptadas a los ingredientes
disponibles en los hogares o restaurantes de los usuarios venezolanos, con el fin
de reducir el desperdicio de alimentos y promover prácticas sostenibles en el
uso de recursos alimenticios.

Objetivos específicos:

Analizar los patrones de consumo y desperdicio de alimentos en los hogares y


restaurantes venezolanos, identificando las causas principales y áreas de
oportunidad.

Desarrollar un algoritmo inteligente capaz de generar recomendaciones precisas


de recetas personalizadas, basadas en los ingredientes disponibles de los
usuarios y considerando aspectos culturales y preferencias alimentarias.

Diseñar una interfaz de usuario intuitiva, accesible y adaptada a las necesidades


de los usuarios venezolanos, facilitando una interacción fluida con la aplicación.

Implementar funcionalidades adicionales que promuevan la educación sobre


técnicas de conservación de alimentos, aprovechamiento de sobrantes y
prácticas sostenibles en el manejo de recursos alimenticios.
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Evaluar de manera exhaustiva la efectividad de la aplicación en la reducción del


desperdicio de alimentos y la optimización del uso de recursos alimenticios,
tanto en hogares como en establecimientos gastronómicos venezolanos.

Desarrollar estrategias y enfoques efectivos para promover la adopción y el uso


generalizado de la aplicación móvil entre la población venezolana, considerando
los desafíos económicos, sociales y culturales presentes en el país.

Justificación:

El desarrollo de un sistema de aplicación móvil inteligente que brinde


recomendaciones personalizadas de recetas adaptadas a los ingredientes
disponibles representa una solución innovadora y práctica ante el desafío global
del desperdicio de alimentos. En Venezuela, esta problemática se ha agravado
debido a la compleja situación económica y social, llevando a numerosos
hogares y restaurantes a desechar alimentos que podrían haber sido
aprovechados de manera más eficiente.

Desde una perspectiva institucional, esta iniciativa brinda la oportunidad a las


universidades venezolanas de liderar esfuerzos innovadores en la búsqueda de
soluciones tecnológicas ante problemas sociales apremiantes. Al fomentar la
investigación aplicada y el desarrollo de herramientas prácticas, se fortalece la
vinculación entre la academia y las necesidades de la sociedad, contribuyendo
así a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En el ámbito social, la aplicación móvil inteligente tendrá un impacto positivo en


la seguridad alimentaria y la economía familiar al mitigar el desperdicio de
alimentos en los hogares y restaurantes. Al optimizar el uso de los recursos
alimenticios disponibles, se promoverá una cultura de aprovechamiento
responsable y sostenible, beneficiando directamente a las comunidades más
vulnerables.
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Académicamente, este proyecto representa una valiosa oportunidad para que


estudiantes e investigadores exploren y apliquen conocimientos
interdisciplinarios en áreas como la inteligencia artificial, el desarrollo de
aplicaciones móviles, la nutrición y la sostenibilidad. Además, se generarán
nuevos conocimientos y experiencias prácticas que enriquecerán el acervo
académico y servirán como referencia para futuras investigaciones y desarrollos.

En cuanto a su alcance, esta aplicación móvil inteligente tiene el potencial de


beneficiar a una amplia gama de usuarios, desde hogares de diferentes niveles
socioeconómicos hasta emprendedores y propietarios de establecimientos de
comida, fomentando hábitos de consumo más responsables y sostenibles en
todo el país.

En pocas palabras el desarrollo de esta aplicación móvil inteligente se justifica


por su relevancia institucional al vincular la academia con las necesidades de la
sociedad, su impacto social al abordar un problema crítico como el desperdicio
de alimentos, su valor académico al generar nuevo conocimiento y experiencias
prácticas interdisciplinarias, y su alcance al tener el potencial de beneficiar a
diversos sectores de la población venezolana, promoviendo así una cultura de
aprovechamiento eficiente de los recursos alimenticios.

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