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EL CARÁCTER AUTORITARIO DEL ONCENIO DE LEGuÍA

El Oncenio de Leguía fue el período del gobierno de Augusto Leguía en Perú de 1919 a
1930. Se caracterizó por un cambio en la civilización como fuerza política dominante, un
culto a la personalidad y un estilo de gobierno autoritario y populista. Desde un punto de
vista económico, la apertura al capital extranjero, especialmente al capital
estadounidense, fue muy grande. Comenzó a fortalecer y modernizar el país, recaudando
fondos a través de préstamos e implementando un amplio plan de obras públicas
destinado a conmemorar el centenario de la independencia peruana en 1921. A nivel
ideológico, los partidos políticos tradicionales colapsaron y surgieron nuevos
movimientos como el aprismo y el socialismo.

EL POPULISMO EN EL ONCENIO DE LEGÍA RESPECTO A LOS SECTORES MARGINADOS


Y CLASE MEDIA

En muchos aspectos, se le considera un régimen populista. Durante su reinado, Leguía


siguió una política destinada a ganarse el apoyo de los sectores marginados de la
sociedad y la clase media. Leguía lleva a cabo actividades económicas y sociales que
benefician a las clases medias y desfavorecidas.

Contribuyó, entre otras cosas, a la construcción de infraestructuras como carreteras,


escuelas y hospitales para mejorar las condiciones de vida de estas personas. También
ejecuta programas de vivienda y otorga préstamos a pequeños agricultores y empresarios.

Además, Leguía promueve la participación política de las clases medias y marginadas.

Introdujo reformas electorales que permitieron a estos grupos participar más en el


proceso político.

También estableció sindicatos y sindicatos para proteger los derechos de los


trabajadores. Sin embargo, cabe recordar que el populismo no es un concepto claro y
puede tener diferentes interpretaciones. Algunos críticos sostienen que el populismo de
Leguía es más una estrategia política para mantener el poder y consolidar una dictadura
que un compromiso genuino con las clases medias y marginadas.

EL PAPEL DEL CAPITAL NORTEAMERICANO DURANTE EL RÉGIMEN DE LEGUÍA

En 1930, el presidente Augusto Leguía propuso la ampliación de infraestructura moderna


para Nueva Lima Además el capital que tenía el Perú en ese momento no fue suficiente
para realizar el sueño de Legía, ya que fue destinado a los campos de salud y educación,
es entonces donde Leguía acude a empresas extranjeras para realizar un préstamo de un
fuerte capital para obtener la promesa que había hecho para los pobladores una patria
nueva , lo que significó un cambio fundamental en el mecanismo de intervención de la
Noble República.

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