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ESCRITO
HISTORIA DE MÉXICO
Esto provocó que se uniera a los planes para derrocarlo y cambiar el sistema de
gobierno. Una vez derogado el imperio, formó parte del Supremo Poder Ejecutivo
elegido para dirigir el país durante unos meses.
Por otra parte, quedaba un pequeño reducto dominado por tropas españolas, que
se había hecho fuerte en el Castillo de San Juan de Ulúa. El gobierno de
Guadalupe Victoria consiguió conquistar la fortaleza, haciendo que los
atrincherados en el lugar se rindieran.
Este fue uno de los motivos aducidos por los opositores que trataron de derribar
su gobierno por la fuerza.
Para los liberales como Gómez Farías, el progreso del país solo era posible
teniendo al clero y al ejército fuera de la política, y a los conservadores a
distancia. Las leyes que dictó tenían el objetivo de transformar las condiciones
políticas y sociales de México.
Comenzó así la aprobación de las leyes reformistas durante todo el año 1833 y
comienzos de 1834. Estas leyes estaban destinadas a socavar los rezagos
institucionales de la Colonia y las instituciones conservadoras.
La característica principal de las leyes reformistas de 1833 es su anticlericalismo.
Se buscaba separar el Estado de la Iglesia para debilitar su enorme influencia en
los asuntos del país. Otra característica fue su carácter civilista e igualitarista.
Estas leyes estaban dirigidas a disminuir también el poder militar sobre el Estado.
El programa reformista aprobado por el presidente Valentín Gómez Farías quería
convertir a México en una nación de progreso. Para ello era imprescindible librarla
del despotismo colonial y de las viejas tradiciones conservadoras.
Se debía entonces extirpar de raíz el poder del clero y subordinarlo al Estado. Ese
poder consistía en despojarlo de las enormes riquezas que había venido
acumulando a lo largo de la historia. Era necesario también decretar la libertad de
cultos para restarle su influencia en la población.
Las principales reformas introducidas por Valentín Gómez Farías fueron:
– Los bienes del clero son desamortizados en vista de los compromisos de pago
de deuda que tenía de la república.
REPUBLICA CENTRALISTA
La República Centralista de México fue un sistema de gobierno establecido por
primera vez en 1936, tras instaurarse las Siete Leyes Constitucionales por medio
de Santa Anna. Cada período fue conocido como Primera y Segunda República
Centralista, respectivamente. Más bien, surgió como consecuencia de una serie
de problemas políticos que venía arrastrando la nación desde su independencia
poco tiempo antes. También fueron características las fuertes diferencias políticas
entre liberales y conservadores, además de la independencia de Texas y su anexo
subsecuente a los Estados Unidos. El centralismo mexicano es visto como la
consecuencia de un experimento político de los conservadores. El establecimiento
del Primer Imperio Mexicano ocurrió como consecuencia directa de
la independencia de México. Fue un sistema de gobierno monárquico que se trató
de instaurar en el recién independizado país, el cual fue poco exitoso y tuvo una
duración corta.
Los federalistas temían un control único del país, como había ocurrido durante el
Imperio mexicano y durante el control colonial de España.
Las decisiones que tomó Gómez Farías estuvieron altamente en contra de los
principios conservadores que habían estado presentes en México, incluso durante
el gobierno federal. Farías instauró un nuevo sistema en el cual el Estado estaba a
cargo de designar nuevos miembros de la Iglesia.
El general obtuvo el poder del país con prontitud; una de sus primeras acciones
como gobernante fue disolver el Congreso e instaurar una dictadura centralista en
México.
REVOLUCIÓN DE AYUTLA
La Revolución de Ayutla fue un movimiento insurgente contra la dictadura
establecida por Antonio José de Santa Anna en México. Esta revolución comenzó
en el estado de Guerrero en marzo de 1854 después de que sus líderes llamaran
a la rebelión mediante el denominado Plan de Ayutla. La presidencia de Santa
Anna, quien se hacía llamar Su Alteza Serenísima, estuvo repleta de casos de
corrupción y de una feroz represión contra los opositores.
El rechazo al gobierno creció aún más tras la venta de La Mesilla a los Estados
Unidos y un grupo de liberales liderados por Álvarez, Tomás Moreno y Florencio
Villarreal decidieron lanzar el Plan de Ayutla. Este desconocía a Santa Anna y
pedía su salida del gobierno y la elección de un presidente provisional.
La rebelión se extendió pronto desde Guerrero a otros estados del país. Tras unos
meses de enfrentamientos armados, Santa Anna presentó su renuncia y
abandonó el país. Los liberales ocuparon entonces el poder y emprendieron una
serie de reformas legales que quedaron recogidas en la Constitución de 1857.
Durante el conflicto que terminó con la independencia del territorio texano, Santa
Anna se había proclamado dictador del país, aunque tuvo que partir al exilio dado
su papel en ese acontecimiento.
La situación de México en esos momentos era bastante mala. Ante los intentos de
Estados Unidos de continuar anexionándose territorio, el gobierno recurrió a la
figura de Santa Anna para hacer frente a la amenaza. El general reunió un ejército
numeroso, pero no pudo hacer frente a la superioridad armamentística de los
estadounidenses.
Con Santa Anna en el exilio, la situación en México seguía siendo muy inestable,
tanto política como económicamente. En 1853, el presidente Mariano Arista tuvo
que dimitir obligado por el Plan del Hospicio y el Partido Conservador, entonces el
más fuerte del país, pidió el regreso de Santa Anna.
Los conservadores pusieron como condición que defendiera desde la presidencia
a la religión católica, acabara con el federalismo y reorganizara el ejército. Santa
Anna aceptó y recobró la presidencia en abril de 1853.
Las primeras medidas tomadas por Santa Anna, que se rodeó por buenos
colaboradores, fueron bien recibidas. Sin embargo, tras la muerte de su principal
asesor, Lucas Alamán, su gobierno adquiriendo un carácter cada vez más
autoritario. El general se autodenominó Alteza Serenísima y algunas de sus
acciones hicieron temer que intentara establecer una monarquía.
El gobierno de Santa Anna había favorecido a las clases más altas de la sociedad
mexicana, así como a la Iglesia. Esta última institución había logrado aumentar
sus posesiones de manera considerable. A las medidas tomadas para favorecer a
esos sectores había que unir la decisión de Santa Anna de desterrar a varios
líderes liberales, como a Melchor Ocampo, a Benito Juárez o a Ponciano Arriaga,
entre otros. Por esos motivos, Santa Anna era rechazado totalmente por los
liberales. Con el tiempo, además, los conservadores empezaron a criticar sus
excesos. Serían, no obstante, los primeros quienes daría el paso para arrebatarle
el poder. La principal causa de la Revolución de Ayutla fue el rechazo a la
dictadura impuesta por Santa Anna. Durante su gobierno, los casos de corrupción
y de malversación de fondos eran constantes.
Ese manejo del presupuesto en favor de unos pocos fue uno de los factores que
llevó a México a la bancarrota a pesar de los pagos realizados por los
estadounidenses.
Las medidas tomadas por Santa Anna para paliar las crisis económicas solo
incrementaron el descontento de la población.
GUERRA DE REFORMA
La guerra de Reforma, o guerra de los 3 Años, fue un conflicto armado ocurrido
en México, entre 1858 y 1861. En esta guerra civil se enfrentaron dos partidos
políticos:
INTERCENSIONES EXTRANJERAS
Las intervenciones extranjeras en México comenzaron cuando la nación
alcanzó su independencia, a raíz de desacuerdos que se generaron como
consecuencia de alianzas comerciales con otros países. La intervención extranjera
se define como la acción de negar o sobrepasar la soberanía de un estado
independiente, con la intención de forzarlo a tomar medidas, acuerdos o
conductas distintas a su visión particular.
1- Intervención de Inglaterra
Esta nación decidió establecer vínculos de comercio con México por su riqueza
mineral, especialmente por la plata y por las oportunidades de expansión dentro
del país, para llevar a cabo la producción manufacturera inglesa.
De esta forma, los Estados Unidos Mexicanos y Gran Bretaña firmaron un tratado
de amistad, navegación y comercio para establecer relaciones económicas y, al
mismo tiempo, para detener la expansión de los Estados Unidos de América.
Desde 1826, cuando la relación entre ambos países se formalizó, otros países de
Europa mostraron interés en México en varios sectores, como por ejemplo en
acuerdos diplomáticos, comerciales y artísticos.
Gran Bretaña fue el principal aliado comercial de los Estados Unidos de México y
se convirtió en el benefactor de maquinaria, textiles y en la extracción de los
recursos minerales.
Por otro lado, Gran Bretaña intervino para mediar en conflictos con Francia, en
1839; por la Guerra de los Pasteles con Estados Unidos, debido a la
independencia de Texas, en 1836; y al final de la guerra entre México y Estados
Unidos, en 1848.
2- Intervención de España
A inicios del año 1827, el fraile Joaquín Arenas dirigió una conspiración para
destituir al gobierno de México del poder y restablecer la soberanía de España en
México, que no tuvo efecto porque sus tropas fueron derrotadas.
El problema más fuerte que tuvo que disputar México con España fue la
expedición militar ocurrida en 1829, liderada por el español Isidro Barradas, quien
tomó como motivo de acción la Ley de Expulsión para llevar a cabo la reconquista
de México.
3- Intervención de Francia
El gobierno de México hizo muchos intentos para que Francia otorgara su
reconocimiento de independencia, que no se dio sino hasta 1830, por causa de las
alianzas comerciales que se establecieron entre las dos naciones.
Aunque formar estas relaciones con la segunda potencia de Europa era un asunto
de riesgo, México acordó con Francia dos tratados de comercio: uno en 1827 y
otro en 1831. Pero ninguno fue ratificado por el Congreso de México.
Las relaciones con el ministro de Francia fueron rotas y terminó por abandonar el
país, para posteriormente regresar junto a varios buques de la armada de Francia,
que arribaron a Veracruz.
Francia intervino por segunda vez en México invadiendo militarmente la nación por
el Segundo Imperio francés, que recibía apoyo de España y Gran Bretaña.
Las tres potencias se unieron para exigir pagos a México, pero cuando llegaron al
puerto de Veracruz y entendieron que Francia pretendía conquistar todo el
territorio, hicieron su retirada.
Numerosos aspectos coincidieron para que México perdiera sus tierras. Había
divisiones internas en los partidos políticos y una economía reducida, que hacía
difícil estabilizar la situación que se vivía en el norte del país.
Desde 1822 el estado mexicano estableció leyes para los colonos habitantes de
Texas, pero ellos no hicieron caso, negociaban tierras ilegalmente, traían
esclavos; los texanos eran protestantes y hablaban inglés.
A partir de estas exigencias por parte de Estados Unidos, se originó una situación
mucho más grave, con la invasión del ejército americano en México.
Esta guerra se ha considerado como una de las más injustas de la historia. Tuvo
lugar desde 1846 hasta 1848.
Tras una derrota en la batalla de Cerro Gordo, se negoció la paz con Estados
Unidos, aunque hubo mucha oposición por parte de los federalistas mexicanos.
Por ello, Francia, Reino Unido y España se unieron para exigir estos pagos y
formaron una alianza gestada en la Convención de Londres y donde se decidió
enviar tropas para intervenir a México.
LA SEPARACIÓN DE TEXAS
La Independencia de Texas, también conocida como Revolución de Texas, fue
un levantamiento político y militar entre 1835 y 1836, que condujo a la separación
de este territorio de la república mexicana, su independencia y posterior anexión a
los Estados Unidos de América. El conflicto fue precedido por más de diez años
de enfrentamientos entre el creciente número de colonos anglosajones y el
gobierno de la República de México. Culminó con el envío de tropas
gubernamentales a Texas, una serie de batallas y la captura por parte de los
insurgentes del presidente de México, el general Antonio López de Santa Anna,
que se vio forzado a aceptar la separación de Texas de México, sin que esto fuera
ratificado por el congreso mexicano. En 1819 una fuerte recesión azotaba a
Estados Unidos y en este contexto, un banquero virginiano, Moses Austin, logró
firmar un acuerdo con el Virreinato de Nueva España para establecer colonos
estadounidenses en territorio texano.
En los siguientes años los colonos fueron en aumento hasta llegar, en 1830, a un
número de 18.000, contra 7.500 residentes mexicanos (estas cifras varían,
algunos historiadores hablan de 25.000 colonos y 4.000 mexicanos).
Sin embargo, el 21 de abril, en San Jacinto, los tejanos dieron un giro a la historia
en una acción desesperada, al atacar y derrotar por sorpresa al ejército mexicano
y capturar al presidente.
Durante los primeros años como nación, el poder en México pasaba de un grupo a
otro mediante la violencia. Los efectos en la economía, ya dañada por los años de
guerra contra los españoles, fueron nefastos. Para intentar aliviar la situación, los
distintos gobiernos obligaron a los ciudadanos, nacionales o extranjeros, a realizar
aportes económicos.
Sin embargo, para 1838 los dos países todavía no habían firmado un acuerdo
comercial definitivo. El embajador francés, el barón Antoine-Louis Deffaudis,
mostraba su desacuerdo con varios de los artículos del convenio que se estaba
negociando. Su papel sería fundamental en el estallido de la guerra.
Más allá del incidente que acabó dando nombre a la Guerra de los Pasteles, los
historiadores consideran que el conflicto estalló por la unión de varios factores.
Uno de los más importantes fue la intención de Francia de ganar protagonismo
comercial y político en México y en el resto de Latinoamérica.
Como se ha señalado anteriormente, las continuas rebeliones y asonadas que
caracterizaron la política mexicana desde su independencia afectaron también a
los extranjeros. Lo mismo ocurrió con la medida de préstamos forzosos impuesta
por el gobierno para tratar de mejorar la economía.
Por otra parte, los comerciantes y profesionales franceses que se habían asentado
en México formaban una comunidad muy bien considerada. En poco tiempo,
consiguieron enriquecerse y extendieron sus actividades a sectores como la
industria o el transporte.
Uno de los peores momentos para estos empresarios se presentó en 1828. Ese
año estalló un enfrentamiento armado entre Guadalupe Victoria, entonces
presidente, y Lorenzo Zavala, gobernador del Estado de México. Los disturbios
afectaron a muchos comerciantes, incluidos los franceses. Estos pronto se
quejaron por la falta de compensaciones.
LEYES DE REFORMA
Las Leyes de Reforma se dictaminaron del 12 de julio al 11 de agosto de 1859. Se
trataba de una serie de normas proclamadas después del triunfo de la Revolución
de Ayutla. En estas se planteaba principalmente la separación de la Iglesia y el
Estado.
Ley del Registro Civil. Expedida en 1859, esta ley le quitaba el control de
llevar los registros –y demás procesos en relación con el nacimiento, el
matrimonio y la muerte– a la Iglesia y se lo brindaba al Estado.
Ley de Libertad de Cultos. Proclamada en 1860, en este pronunciamiento
se establecía la libertad de culto y el rechazo a la imposición religiosa.
Ley de Extinción de las Comunidades Religiosas. Expedida en 1863, en
esta ley se decretaba la extinción de comunidades religiosas puesto que
solían imponer sus demandas y ejercían la privación ilegal de la libertad.
BIBLIOGRAFIA
De Cultura, S. (s. f.). Ven a la generación de la Reforma liberal como una de las
más brillantes de la historia política mexicana.
gob.mx. https://www.gob.mx/cultura/prensa/ven-a-la-generacion-de-la-
reforma-liberal-como-una-de-las-mas-brillantes-de-la-historia-politica-mexicana