La psicologíaTransgénero

En un esfuerzo por promover la comprensión y reducir la intolerancia hacia la

comunidad transgénero, la Asociación Americana de Psicología (APA) ha llevado a
cabo una entrevista reveladora con el Dr. Walter Bockting, un experto en
identidad transgénero. Bockting aborda temas clave, como el significado de la
palabra transgénero, los cambios en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de
Trastornos Mentales) y el papel del psicólogo en el proceso de transición.

Partimos de la premisa fundamental de que la identidad no se elige, de la misma

manera en que no se elige la orientación sexoafectiva. Todos construimos nuestra
identidad a lo largo de nuestras vidas, una amalgama compleja que abarca nuestra
profesión, personalidad, rasgos, actitudes, aptitudes, valores y características. Somos
seres multidimensionales, trascendiendo el mero binomio de sexo biológico y
género psicosocial.

No obstante, aunque somos mucho más que estas categorías, el reconocimiento de

nuestra identidad de género sigue siendo esencial. Este aspecto es crucial para
nuestra experiencia de la sexualidad y contribuye a nuestro sentido de identidad,
singularidad y pertenencia.

El término "transgénero" se refiere a aquellos que tienen una identidad de género

que difiere del sexo asignado al nacer. La identidad de género es la convicción
fundamental de ser hombre, mujer u otro género. En contraste, la orientación
sexual se refiere a la atracción sexual, comportamiento y afecto emocional hacia
otros.

La transición física no es una experiencia universal para las personas transgénero.

Algunos eligen este camino, que implica cambios significativos en el rol de género,
como la identificación y presentación como miembro de otro sexo, y posiblemente,
terapias hormonales o cirugías. Sin embargo, la transición puede ser a tiempo
parcial o implicar cambios selectivos en la expresión de género. Cada individuo
tiene su propia trayectoria única hacia una identidad y expresión de género
cómodas.

La salida del armario, un proceso personal y único, puede ocurrir a cualquier edad.
La creciente visibilidad de la diversidad de género y la mayor aceptación social han
llevado a que muchas personas salgan del armario a edades más tempranas. No
obstante, cada individuo tiene su propio ritmo y razones para compartir su
identidad.

El término "disforia de género" sustituye de manera más precisa al anterior

"trastorno por identidad de género". Esto refleja el conflicto entre el sexo asignado
al nacer y la identidad de género con la que se identifican. Es esencial comprender
que tener una identidad de género, incluida la identidad transgénero, no es un
trastorno. En cambio, algunas personas transgénero pueden experimentar estrés en
algún momento de sus vidas, lo que puede abordarse clínicamente para aliviar sus
preocupaciones y lograr comodidad con su identidad de género, cuerpo y rol.

La des patologización en la actualización del DSM, que pasó de "trastorno por

identidad de género" a "disforia de género", reconoce la importancia de cuidar la
salud mental de las personas transgénero sin patologizar su identidad. La identidad
de género es una construcción psicológica, independientemente del sexo biológico,
situándose en un amplio espectro que permite a cada individuo identificarse y
construir su propia balsa de identidad con características específicas.

Además, se destaca el concepto de rol de género, que constituye la expresión

pública de la identidad de género. Este rol es una manifestación cultural de
patrones, comportamientos y mensajes que indican el grado en que una persona
siente su identidad de género.

Es decir que, la psicología del transgénero nos invita a comprender y respetar la

diversidad de identidades de género, reconociendo que la construcción de la
identidad es un proceso universal y complejo. Desafiar estigmas y comprender la
riqueza de las experiencias transgénero es esencial para fomentar la aceptación y la
inclusión en nuestra sociedad.
Sonia Rubiera