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EL HOMBRE ES ADMINISTRADOR DIOS ES EL DUEÑO

(Dios es el dueño de todas las cosas, el hombre es


administrador). Introducción: Vivían dos ranas en un bello pantano, pero
llegó el verano y se secó, por lo cual lo abandonaron para buscar otro con
agua. Hallaron en su camino un profundo pozo repleto de agua, y al verlo,
dijo una rana a la otra: “Amiga, bajemos las dos a este pozo”. Pero, dijo la
compañera, “y si también se secara el agua de este pozo ¿Cómo crees que
subiremos entonces?” y no descendieron.

Sin lugar a dudas, es muy importante pensar bien las cosas que vamos a
hacer, ser prudentes y seguir siempre el consejo de Dios, pues no debemos
poner en riesgo nuestra familia, o nuestro futuro. Las decisiones de hoy, son
la base de nuestra vida y bienestar en nuestro futuro. Veamos según la
Escritura este estudio:

El hombre es administrador y Dios es el dueño

I. Dios delegó la administración de la tierra al ser humano.

A. Dios quiere reinar a través del hombre, Génesis 1:26-28

"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a


nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra. Y creó Dios la hombre a su imagen, a imagen de Dios lo
creó, varón y hembra los creó.

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y


sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra".

Comentario: Como podemos ver el primer oficio que Dios le asigna al


hombre es gobernar, administrar, dirigir la tierra, la creación. Es interesante
que Dios haga al hombre a su imagen y semejanza, e inmediatamente le
encomienda la administración de su creación ¿por qué? porque una faceta
de parecerse a Dios es administrar, pues nuestro Padre gobierna todo el
universo.

B. A través de nuestra administración glorificamos o deshonramos a Dios.


Comentario: La Biblia nos enseña que en el Edén, Adán y Eva
administraron mal lo que Dios les había entregado ¿por qué? Por varias
razones:

1. Menospreciaron las instrucciones divinas,

2. Dieron a sus deseos personales la prioridad,

3. No consideraron lo suficiente las consecuencias (perdieron la gloria de


Dios, fueron expulsados del huerto, vino la muerte, perdieron la autoridad
que se les había delegado, perdieron los privilegios del huerto, etc).

Pero ¿Cómo fueron engañados?

II. Dios requiere fidelidad de sus administradores. 1 Corintios 4:12

"Así, pues, tengannos los hombres por servidores de Cristo, y


administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de
los administradores, que cada uno sea hallado fiel".

A. La buena administración comienza en casa.

Comentario: El término "administrador" es traducida de la palabra griega


“oikonomos” que significa: administrador de una casa, mayordomo,
distribuidor de la casa.

La primera responsabilidad es administrar bien la casa, porque “en casa


comienza todo”, por ejemplo: en casa los niños judíos eran educados en la
ley de Dios, en casa se administra la relación de esposos, en casa se
construye y ejecuta el presupuesto familiar.

Comentario: La palabra “fiel” del griego pistos, traduce además: digno de


plena confianza, verdadero, seguro, honrado, fiable. Dios requiere que sus
administradores sean dignos de su confianza, verdaderos, honrados,
lamentablemente muchos creyentes hacen su propia voluntad con lo que
Dios les ha confiado, y esto les ha impedido recibir de Dios cosas mayores,
privilegios mayores, pues no son fiables a los ojos de Dios.

En Judas Iscariote vemos un claro ejemplo (de un infiel), y concluimos que


una cosa es seguir a Jesús, otra muy diferente es ser digno de su
confianza. Es Dios mismo quien nos ayuda y transforma...

B. Dios es un Dios de orden.

Comentario: El profeta Daniel fue un hombre siempre privilegiado, pues los


reyes lo ponían en lugares de privilegio, en altos lugares de administración,
tenía la gracia de Dios y él la sabía administrar bien, y podemos vemos ver
que era un hombre ordenado en su vida devocional, en su estudio bíblico y
secular, en la administración que le delegaban.

No basta con recibir privilegios y cosas, es necesario gobernarlas bien y no


que ellas te gobiernen.

C. Dios es el dueño, nosotros somos sus mayordomos o administradores,


Salmo 24:1-2

"De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.


Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos".

III. Actitudes y acciones que debemos evitar:

A. Evita el mal uso de los recursos.

Comentario: Un ejemplo de esto, lo vemos cuando Jesús mandó a sus


discípulos a que recogieran lo que había sobrado de la multiplicación de los
panes y los peces. No desperdiciar y ahorrar, es parte de la buena
administración (siempre cuidándonos de los extremos).

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B. Evita la incorrecta apropiación de los recursos.


Comentario: Recordemos que Acán tomó un lingote de oro, vestidos, un
manto, aunque Dios había dicho que eso era anatema. Giezi, siervo del
profeta Eliseo, tomó a escondidas lo que Eliseo por dirección de Dios había
rechazado. Dios nos quiere bendecir, pero de manera correcta. Cuídate de:

1. Robar,
2. Comprar cosas robadas,
3. Engañar en los negocios,
4. Sobornar,
5. La ilegalidad,
6. Las deudas…

C. No culpes a otros de tu administración.

D. Lo que es mal administrado se pierde.

E. La mala administración es personal, pero no privada, pues al final los


otros se enteran.
Reflexión final: Sin duda alguna, nuestro buen Dios quiere
bendecirte, pero no es suficiente con asistir a la iglesia, o hacer una
oración, es necesario administrar bien los recursos de Dios y procurar
honrar Su nombre con nuestras buenas decisiones, y sí hemos fallado,
entonces corregir nuestras malas acciones y poner en práctica el
consejo del Señor.

Recuerda: "El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has
sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades" Lucas 19:17.

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