Era el año 2122 y Bogotá se encontraba bajo un estrés constante debido a las guerras,

los desastres naturales, la escases de recursos, las personas equivocadas en el poder,

entre otros. La situación había llegado a tal punto de gravedad que los ciudadanos se
vieron forzados a dejar sus hogares en busca de un mejor futuro para ellos y sus
familias. A pesar de que el pueblo colombiano ya había pasado por grandes
dificultades migratorias a raíz del conflicto armado hace más de cien años, esto era
una situación que sobrepasaba todo lo que ya habían vivido y para muchos no tenía
más remedio que escapar. Fue así como los colombianos decidieron tomar acciones
desesperadas y pedir ayuda externa a los robots de otros planetas.

Aquellos robots vivían en distintos planetas y, a decir verdad, se sabía muy poco de
ellos. Estos seres, si es que así se pueden llamar, habían sido descubiertos hace
aproximadamente 20 años, sin embargo, siempre habían sido muy distantes a la
humanidad. Aquellos tenían un aspecto humano a primera vista, pero, por dentro
estaban compuestos plenamente de metal y cables. También, a cambio de un cerebro,
tenían un chip de computador que no había logrado ser desarrollado por ningún
científico o inventor humano, debido a su nivel de complejidad. Este chip los permitía
actuar de forma infalible y tener más conocimiento que cualquier tipo de tecnología en
la tierra. No obstante, debido al nivel de impecabilidad, no tenían sentimientos ni
emociones, el cual muchos creían que era el secreto al éxito de las sociedades
robóticas. Se sabía muy poco de su origen o de sus comunidades, pero lo poco que se
sabía era que vivían en ciudades utópicas en las que todo funcionaba a la perfección.

Cuando los colombianos se vieron desesperados con su situación, consideraron que la

mejor y mas lógica solución sería pedirle ayuda a estos robots que con su extrema
inteligencia podrían solucionar el estado en el que se encontraban. Al recibir este
llamado de los humanos, los robots accedieron reacios en un principio, pero al
considerar la propuesta, se dieron cuenta de que al solucionar el problema en el que
vivían los humanos, sus conocimientos se podrían expandir y serviría como avance en
la ciencia.

Fue así como los robots migraron a la tierra y el cambio empezó. Implementaron
nuevos líderes, diferentes mecanismos de manejo de recursos para que se pudieran
regenerar de forma orgánica y también reducían el riesgo de desastres naturales e
idearon acuerdos de paz que satisfacían las necesidades de la mayoría. La sociedad
Colombiana se encontraba en paz y armonía por primera vez en la historia.

Pero como todo, tiene que haber un balance entre lo malo y lo bueno para que lo que
si es positivo se pueda reconocer. Los humanos comenzaron a perder la empatía y los
sentimientos, y a pesar de por fin tener una sociedad de cierta forma “perfecta,” los
más importante se había perdido: la humanidad.