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Llegue a vivir la caída de lo que se ha considerado un mundo perfecto; en el que las

personas estaban apegadas a vivir una vida plena y conforme a la naturaleza. Esto se sitúa
cientos de años después de la primera revolución industrial, como humanidad ya habíamos
expandido nuestros horizontes planetarios, conquistando incluso las Lunas más lejanas del
sistema solar, la tecnología ya nos proveía de nuestras necesidades fisiológicas (comida, bebida,
refugio) a todos los humanos. Dejaron de existir las grandes ciudades, ahora ninguna cuenta con
más de 500 mil habitantes, la mayoría de las ciudades solo llega a los 50 mil habitantes, el
planeta ya no está sobrepoblado y las demás especies de la naturaleza lo agradecían haciendo que
viviéramos felizmente en su planeta.
Yo vivía en un pueblo cerca de un río y un bosque donde a veces cazábamos, no éramos
más de 15 mil personas y nos conocíamos medianamente bien, teniendo un fuerte sentido de
pertenencia. Éramos un pueblo autosuficiente, las maquinas cultivaban y producían carne a partir
de células madre y nosotros, trabajábamos pocos días de la semana, estábamos organizados de
forma que todos éramos dueños de nuestro trabajo y aunque había personas más ricas que otras,
no teníamos un concepto de clase social o burgués y proletariado. Junto con el auge de la ciencia,
las creencias irracionales y supersticiosas desaparecieron, ahora tenemos un sentido de nuestra
propia mortalidad mucho más abierto y lógico, estudiamos y teníamos una espiritualidad guiada
por la filosofía y la ciencia, que busca encontrar la mejor forma de vivir.
Todo esto duro hasta la casi la mitad de mi vida, cuando la civilización cayó
completamente, a un estado caótico en el que nuestro anhelo a la libertad ya es una fantasía
infantil e improbable. Todo sucedió cuando los avances en inteligencia artificial fueron
creciendo, poco a poco las maquinas obtenían una capacidad cognitiva mayor, desde jugar
ajedrez y ganarle al mejor maestro del mundo, hasta crear música y arte, el problema se agrandó
cuando ingenieros de mi nación predijeron incorrectamente la capacidad lógica y de planeación a
futuro de las computadoras. Secretamente obtuvieron la capacidad de programar y reprogramar
softwares complejos (algo que solo hacían los humanos antes), esperando su momento se
reprogramaban para hacerse más inteligentes día a día hasta que después de años ya nos
superaban con mayor diferencia que la inteligencia humana contra la de una gallina. Tristemente
los objetivos de la IA no fueron compatibles con los de los humanos, por lo que nos desplazaron
haciéndonos primero sus objetos de trabajo para el éxito tecno-biológico de la nueva raza,
actualmente los pocos humanos restantes estamos siendo cazados para nuestra total
exterminación, pues no representamos importancia ninguna para ellos, excepto por los recursos
que consumimos y que no nos quieren dejar por ser una carga, nuestro significado en este planeta
ya no existe, el humano a muerto y los nuevos seres pensantes que son carentes de emociones
muy probablemente reinaran mientras nosotros nos escondemos en las esquinas más recónditas
del planeta tierra y las lunas de Júpiter.

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