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Monició n de entrada

Queridos hermanos, reunidos en la casa de Dios, nos disponemos a celebrar esta santa misa,
en el IV Domingo de Pascua.
Hoy es el domingo del Buen Pastor, día de las vocaciones sacerdotales, por lo que
encomendamos a Dios a todos nuestros sacerdotes, para que sean esos pastores con olor a
oveja, que estén cerca de su rebaño y les dé fuerza para desempeñar bien su ministerio.
Con esos sentimientos, comencemos nuestra celebración. De pie, cantamos

Opció n 1: Monició n ú nica para todas las lecturas


El protagonista de hoy, como no podía ser de otra manera en Pascua, es Cristo Jesús, a
quien las lecturas proclaman como la piedra angular, como el Salvador y como el Buen
Pastor. Atentos escuchemos la voz del Buen Pastor

 Evangelio (Juan 10, 11-18)


Escuchemos ahora al mismo Jesús, quien se nos presenta como "el buen Pastor" y nos
describe las cualidades de un buen pastor, que se cumplen plenamente en él mismo

Comunión
"Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante", dice el Señor. Ahora
acerquémonos a comer de ese Pan que nos da la vida eterna

Final
Confiados en que tenemos un Buen Pastor, y que con Él nada nos falta, volvamos a
nuestros hogares a vivir lo que aquí hemos aprendido.

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