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Cada inicio de año escuchamos por todos lados a personas con la buena
costumbre de plantearse metas, retos y/o propósitos. Por otro lado unos
reniegan y hasta critican que se esperen hasta el año nuevo para
proponerse cosas. Ni una ni la otra cosa está para criticarse; uno puede
iniciar un reto a medio año o al principio, lo importante es perseverar, es
llegar a esa meta u objetivo. Hay de todo en estos propósitos; desde bajar
de peso, comprar casa, casarse, un auto, novia, un mejor trabajo, etc.,
muy buenos propósitos por cierto, casi todos quieren algo “mejor”, y
escuchas a tus amigos y familia desearte “lo mejor”. ¿Qué tendrán en
mente cuando te desean lo mejor?
Insisto que es mejor tener un plan y no cumplirlo del todo, que no tener
nada; por lo menos te esforzarás un tiempo en lograr esa meta, quizá te
derrotes pronto, quizá no puedas; pero para todo hay un comienzo. Y el
comienzo para hacer algo, es primero proponérselo. Con esto en mente
quiero compartirles un tema, pero sobre todo un sentir que hay en mi
corazón para esta iglesia y familia.
1. I. Definiciones
2. II. Mis propósitos y los de Dios.
3. III. Escojamos lo mejor.
I. Definiciones
Propósito[2]
Tenemos pues mucho tela de donde cortar. En nuestra vida hay muchas
cosas importantes, muchas cosas en las que es bueno plantearse retos y
propósitos. En el estudio por ejemplo, tener una carrera profesional, es
definitivamente uno de los mejores propósitos en esta vida; nos ayudará
a vivir más tranquilamente, a tener que comer, compartir con los demás.
A veces los adolescentes o jóvenes no se dan cuenta de esto y abandonan
antes de tiempo. Tocar un instrumento, muy bueno también, o iniciar un
negocio propio, esto y más son de los propósitos que nunca pueden faltar
en las personas que desean crecer y tener estabilidad en este mundo
pasajero.
Nos damos cuenta que hay cosas fundamentales que no pueden faltar,
que no podemos olvidar por nuestro bienestar físico o mental. Les animo
a proponerse alimentarse mejor, hacer algo de ejercicio; quizá buscar que
tu negocio crezca, o estudiar más y más. ¿Cuáles son mis propósitos?
¿En que se basa el hombre para decidir qué hacer o dejar de hacer?
Hay muchas veces que no vas a sentir hacer algo que sabes debes hacer,
pregunto ¿Qué debes hacer, lo que sientes o lo que sabes debes hacer?
Finalmente,
En lo natural decimos que hay cosas mejores que otras, casi no tenemos
dudas al respecto: se nota cuál auto, cuál prenda de vestir, cuál casa es
mejor que otra. En lo moral, según lo que se ve, el mundo se confunde y
no sabe qué es mejor. Muchos cristianos parecen, también, bastante
confundidos. No habría razón para la confusión, pues podemos saber qué
es lo mejor por Su Palabra.
Salmo 37:16 Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos
pecadores.
Proverbios 15:16-17 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el
gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde
hay amor, que de buey engordado donde hay odio.