En el mundo, la donación de sangre se considera un gesto generoso y noble, pero la
realidad detrás de la industria de la salud revela un panorama diferente. El plasma, un
componente valioso de la sangre, se ha convertido en el centro de un lucrativo negocio donde algunos ven una forma de explotación. A través de una investigación en Francia, Alemania y Estados Unidos, se descubrieron tensiones en torno a la transparencia en el comercio de la sangre y la reluctancia de algunas instituciones a hablar sobre ello. Si quieres entender bien sobre este tema quédate hasta el final del video y no olvides suscribirte al canal. En la investigación se conocieron personas como Carlos, un donante regular de la Cruz Roja en Lausana, cuyo compromiso con la comunidad lo motiva a donar regularmente. Aunque la donación de sangre sigue siendo crucial para salvar vidas, la mayoría de las donaciones se venden a entidades privadas. Además, una parte significativa del plasma se utiliza en la producción de medicamentos derivados de la sangre. A pesar de los desafíos y cuestionamientos éticos, la donación de sangre sigue siendo un acto de altruismo para muchos, como Carlos, que encuentran satisfacción en saber que están ayudando a los demás. El comercio del plasma es un aspecto crucial y a menudo desconocido de la industria de la salud. Las plantas de fraccionamiento de plasma, que compran grandes cantidades de plasma a instituciones como la Cruz Roja, generan ganancias significativas. Sin embargo, muchos donantes desconocen el destino de su sangre una vez donada. Las empresas farmacéuticas utilizan el plasma para fabricar medicamentos valiosos, lo que convierte a los donantes en actores involuntarios en un negocio multimillonario. Este plasma, rico en proteínas, es esencial para la producción de terapias costosas y rentables. Empresas como Baxter, CSL Bearing, Grifols y Octapharma dominan el mercado global del plasma. A través del fraccionamiento, transforman el plasma donado en medicamentos vitales. Aunque estas terapias son cruciales para muchos pacientes, su acceso puede ser limitado en algunos países debido a su alto costo. Octapharma, dirigida por Wolfgang Marger, es una de las principales compañías en este sector lucrativo. Aunque estos medicamentos salvan vidas, su alto precio puede dificultar su acceso para algunas poblaciones. Por ejemplo, personas quienes sufren de inmunodeficiencia, depende de tratamientos basados en plasma para llevar una vida más saludable. Aunque estos tratamientos son fundamentales para millones de pacientes en todo el mundo, su disponibilidad puede ser un desafío para algunos. El proceso de donación de sangre y plasma es fundamental para la producción de medicamentos vitales, como la inmunoglobulina, que salvan vidas. Sin embargo, muchos desconocen el destino de su sangre una vez donada y los detalles del comercio global de plasma. En una investigación realizada por periodistas se descubrió que la mayoría de la sangre donada se vende a compañías farmacéuticas, muchas de ellas ubicadas en Estados Unidos. Aunque estas empresas realizan rigurosas pruebas para garantizar la seguridad del plasma, el origen exacto del mismo se mantiene como un secreto comercial. Se encontró que, en Estados Unidos, a diferencia de la mayoría de los países europeos, se permite la compensación monetaria a los donantes de sangre, lo que genera un debate ético sobre la verdadera naturaleza de la "donación". Muchos residentes de áreas empobrecidas, como Cleveland, ven la venta de plasma como una fuente de ingresos vital en medio de dificultades financieras. Empresas como CSL, Grifols y Octa Pharma lideran el mercado del plasma, beneficiándose tanto de los donantes como de los países que compran sus productos. Para muchos, la venta de plasma se ha convertido en una forma de cubrir gastos mensuales, pero plantea interrogantes sobre la explotación económica de los donantes y la ética detrás de la industria del plasma. Para muchos, la donación de plasma comienza como una forma de obtener dinero extra para pagar deudas. Aunque algunos lo ven como una manera de ayudar a otras personas, la mayoría lo hace por necesidad económica. El proceso de donación es simple: una vez completada, se realiza un pago directo al donante a través de una tarjeta de débito especial. Este ingreso puede ser crucial para aquellos que enfrentan dificultades financieras, especialmente después de la crisis económica. Hay historia de personas que reflejan la importancia de la donación de plasma como fuente de ingresos para quienes luchan financieramente. Sin embargo, las donaciones frecuentes pueden afectar la salud de los donantes, generando fatiga y otros síntomas. A pesar de estos efectos secundarios, la necesidad económica sigue siendo un factor determinante para muchos donantes. Para las personas en situación de vulnerabilidad financiera, la donación de plasma puede ser una solución temporal, pero a menudo necesaria. Si te está gustando este tema no olvides suscribirte al canal y darle like al video. La industria del plasma en Estados Unidos se presenta como un símbolo de excelencia sanitaria, pero su éxito depende en gran medida de las donaciones de plasma de personas en situaciones financieras precarias. El mercado de donación de plasma, supervisado por la FDA, es vital para la producción de medicamentos y abre las puertas al mercado internacional. Sin embargo, detrás de esta industria se encuentra la realidad de masas de personas pobres dispuestas a vender su sangre como fuente de ingresos. Por ejemplo, en OctaPharma, El examen a los donantes se limita principalmente a preguntas en terminales electrónicas y mediciones de presión arterial para evitar desmayos. Sin embargo, el control confidencial se basa en la honestidad del donante, lo que a menudo no sucede debido a la compensación económica y la ocultación de información sobre salud y comportamiento de riesgo. Las donaciones remuneradas atraen a personas de alto riesgo, y la falta de escrutinio puede permitir la presencia de drogas en el plasma. El testimonio de personas que trabajan en estas industrias sobre la prevalencia de drogas entre los donantes de plasma es impactante. Aunque algunos buscan ingresos adicionales, otros donan debido a su adicción. La cantidad de personas que acuden a estos centros revela la desesperación económica y los extremos a los que llegan por dinero. Swiss Medic afirma que el plasma utilizado en medicamentos suizos proviene de donantes no remunerados, según registros detallados. Sin embargo, en Estados Unidos, las donaciones remuneradas son comunes y esenciales para los más necesitados, aunque la distinción entre compensación y pago sea cuestionable. La falta de transparencia en la industria farmacéutica preocupa a los legisladores, quienes temen por la salud pública y la seguridad de los pacientes y donantes. La presión política y mediática podría impulsar una mayor divulgación de datos. El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lausana, reconoce que, aunque los controles médicos pueden reducir los riesgos, el riesgo cero no existe. Los recientes escándalos de sangre contaminada en Europa resaltan la importancia de la transparencia y la seguridad en la industria de la donación de plasma. En 1990, un escándalo de sangre contaminada condujo a procesos y condenas de directivos por vender productos infectados con el virus del SIDA, provocando la muerte de cientos de hemofílicos y pacientes de transfusiones. Este evento resultó en controles sanitarios más estrictos a nivel global y mejoras en la limpieza de lotes de plasma. Médicos expertos en hematología, expresan preocupación por la frecuencia de patologías en donaciones remuneradas y la posibilidad de nuevos riesgos de seguridad. Proponen que cada país produzca su propio plasma para reducir riesgos de propagación de virus y promover la autosuficiencia, una meta respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque la OMS aboga por la autosuficiencia, el mercado global sigue ignorando esta recomendación. Estados Unidos sigue exportando más plasma y Europa depende cada vez más de esta materia prima. A pesar de los controles implementados, los expertos no pueden descartar la aparición de nuevos virus. El temor en torno al servicio de salud marca las noticias en Francia desde que, en julio de 2015, Octapharma obtuvo la liberación del mercado para vender plasma y medicamentos derivados a todos los hospitales franceses, antes monopolizados por el centro de sangre francés. Michel, director de la Federación de Donantes Voluntarios, expresa preocupación por la demanda y la intrusión extranjera, aunque afirma que Francia sigue siendo autosuficiente en donaciones de sangre. Sin embargo, el plasma es una excepción debido al mercado abierto a la competencia. Aunque no es ilegal en Francia, los derivados de plasma obtenido de donantes remunerados en otros países constituyen la mitad de los productos disponibles. Esto genera preocupaciones sobre la calidad y seguridad de los medicamentos derivados. A pesar de las preguntas sobre la procedencia y los riesgos sanitarios, la empresa OctaPharma, con sede en Suiza, se muestra reticente a hablar y evita entrevistas, lo que aumenta las sospechas sobre sus prácticas comerciales. La falta de transparencia de OctaPharma y sus vínculos políticos, como en el caso de Portugal y Brasil, donde se han suscitado escándalos de corrupción, inquieta a la Federación de Donantes Francesa y destaca la necesidad de una mayor regulación y control en el mercado del plasma. Concluyamos con la siguiente reflexión: la explotación del hombre por el hombre en el comercio de plasma plantea serias cuestiones éticas y sociales. Si se acepta el comercio de cuerpos humanos, podríamos enfrentar consecuencias devastadoras, como la transferencia de sangre de los pobres a los ricos. Esto es todo por hoy, si te ha gustado el video, suscríbete al canal y activa la campana de notificaciones. ¡hasta la próxima!