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LA HIJA DEL PASTOR

Alex
Capítulo 1

-Si esto no te pone un alto nada nunca lo hará, Lara. Eres una vergüenza para la
familia.- Escupió mi madre antes de desaparecer por un largo pasillo. Nunca nos
llevamos bien y ninguna de las dos hacemos algo para cambiar eso y menos con
esto.2.3K

-Hija, me duele mucho hacer esto pero es lo mejor para ti.- Se agachó mi padre y besó mi
cabeza. Si por mí fuera solo viviría con él. Mi padre era un buen hombre, cariñoso,
caritativo y con un noble corazón. No sé cómo aguanta a mi madre. –Ten.- Dijo
extendiendo cinco billetes de cien pesos. –Espero esto te haga recapacitar, mi pequeña
Lara.-375

-Lo siento mucho, papá.- Lo abracé tan fuerte como pude. Me dolía mucho haberle hecho
pasar tantas penas. Ese puñado de canas en el costado derecho de su cabeza puedo decir
que fueron a causa mía.242

-Nos vemos pronto, cariño.- Asentí y lo vi partir por donde la loca de mi madre salió
minutos atrás. Guardé los billetes en el bolsillo de mi pantalón y segundos después una
mujer mayor con expresivos ojos cafés se acercó a mí y me dio una hoja.261

-Señorita Orozco, este es su horario de clases. Pase a la biblioteca por sus libros y la espero
a la hora de la salida para mostrarle su nuevo hogar.-186

-Sí, señora.- Se metió de nuevo a su oficina mientras permanecí en la banca con la hoja de
horarios de clase en mi mano. Mi nuevo hogar... Sé que el último año me dediqué a hacer la
vida de mis padres un verdadero infierno. Mi padre me sacó tres veces de la cárcel por
conducir ebria; choqué el Saab de mi madre y el Audio de mi papá (ambos tomados sin
permiso); asistí en total a diez clases en un semestre y la gota que derramó el vaso fue que
incendié mi habitación. Mis padres eran dueños de una cadena de hoteles muy prestigiosa
en México; todo se me dio a manos llenas y terminé siendo el desastre que soy ahora.
Nunca conocí los límites, las reglas, el respetar el tiempo de los demás, nada que fuera lo
"adecuado" en los estándares sociales. Me regía bajo mis propias normas y terminé en la
cola del diablo a mis dieciséis, casi diecisiete, años.704

Una parte de mí cree que mi madre sólo buscaba una excusa para deshacerse de su única
hija problemática, por lo que tomó la brillante decisión de enviarme al pueblo más remoto
al sur de México. Donde no sólo estaría sin comunicación, sino que tendría que trabajar
para pagar mi alimentación y hospedaje. Mi resentimiento hacia ella era más grande que
cualquier otro sentimiento en estos momentos. Odiaba con todo el corazón lo que me
había hecho, alejarme de todo lo que me gustaba por no encajar en sus estúpidos
"estándares".443

Mi nuevo hogar estaba justo frente a la casa de la directora de la escuela así que ella se
encargaría de llevarme a la escuela. La directora sería mi niñera y una muy enfadada si no
iba por mis libros. El largo pasillo llevaba a todos lados, de lado derecho estaban la
mayoría de las aulas y de lado izquierdo los laboratorios y la biblioteca. El lugar estaba muy
bien organizado, en la parte de atrás alcancé a ver un gran lugar techado que supongo era
el auditorio para juegos o eventos. Era una escuela grande para un lugar relativamente
pequeño. Por fin llegué a donde debía y le entregué mi horario a una señora algo joven
con cara de haber olido algo muy feo.391

-¿Por ti fue el alboroto de hace un rato?-101

3
-Eso parece, señora.-6

-Estúpidos adolescentes.- Dijo viéndome con el ceño fruncido.171

-Usted fue una estúpida adolescente en algún momento.- Repliqué casi de inmediato.333

-Mis papás no me humillaron mandándome a un pueblo en medio de la nada.- Su


respuesta fue más rápida que la mía.450

-Unos más estúpidos que otros pero estúpidos al fin.- Traté de defenderme.153

-Sí eso te hace sentir mejor.- Se fue a buscar los libros en unos estantes mientras apoyaba
mi cabeza sobre el enorme mostrador de madera frente a mí. Era de ese tipo de personas
que adorabas por su ácido sentido del humor y lo odiabas por lo mismo.106

-¿Eres nueva?- Preguntó una chica algo llenita, muy simpática.269

-Sí.- Contesté a secas.60

-Mi nombre es...-110

-Ella no está interesada en raritas como tú, tonta.- Aquí venía la abeja reina.259

-Soy Olivia, puedes llamarme Liv. Soy de las pocas personas que conocen lo que es
la civilización en este cochino lugar.-233

-Soy Lara.- Vi como la chica que fue interrumpida buscó salir de ahí. –Oye.- La llamé antes
de que desapareciera. -¿Cuál es tu nombre?-70

-No es importante.- Añadió Liv. Quedé viendo a la chica simpática esperando su

respuesta.19 -Soy Ofelia.- Asentí con una sonrisa y salió de ahí.297

-Es del club de los perdedores. Estando conmigo serás intocable, Lara. Nosotros
gobernamos este lugar.-339
-Lo gobiernan tan bien que constantemente anda en la dirección metida en problemas.-
Dijo la señora que había regresado con mis libros. -¿A qué se debe tu visita, Olivia?-116

-Necesito un libro de...-9

-No tenemos de ese tipo de libros.- Solté una carcajada. Definitivamente me llevaría bien
con esta mujer.343

-Ingrid, necesito un libro de historia dos. Perdí el mío.-77

-Es el segundo libro en lo que va del año. La política es que tienes que dejar ochenta pesos
por el libro.- De muy mala gana sacó un billete y se lo dejó en el mostrador. La mujer de
cabello castaño volvió a desaparecer entre los estantes.48

-¿Por qué estás aquí?- Pregunté.9

-Mi papá es el único doctor en no sé cuantos kilómetros a la redonda y a mi madre


nunca la conocí.- Dio un pequeño vistazo a mi horario. –Estaremos en la misma
clase.-220

-Dios las hace y el diablo las junta.- Dijo la señora que regresaba con el libro en la mano.
Liv lo tomó y me llevó a rastras de ahí. Apenas alcancé a decirle gracias. –Al menos una
tiene un

4
poco de educación.- Agradecí por haberla encontrado porque no recordaba el camino
de regreso al pasillo principal.135

-¿Por qué estás tú aquí?- Preguntó Liv después de un momento.15

-No he sido la hija modelo y mis padres creen que me enseñan una lección. Te llevas muy
bien con la señora de la biblioteca, ¿eh?-12

-Ingrid Gonzáles, ha pasado aquí toda su vida. Yo también tendría esa cara de peste.- La
chicharra sonó lo cual indicaba el inicio de la última clase. Mi primer día y sólo tendría que
estar en una sola clase. Matemáticas, ¿a qué genio se le ocurre poner matemáticas a la
última hora cuando cuentas los segundos para irte a casa? A estos genios. Me vi en la
fastidiosa necesidad de tener que presentarme y el hecho de que me vieran entrando con
Liv ayudó a que no me llenaran de preguntas. Era cierto que ella gobernaba el lugar. La
clase fue muy buena, tomando en cuenta que estaba un semestre atrasado y que nunca
entre a muchas clases me sentí muy bien. La profesora García explicaba muy bien y
parecía que le gustaba mucho su trabajo. Agradecía que mis padres me trajeron en
viernes, tendría el fin de semana para deprimirme en mi nueva casa.176

-¿Estás poniendo atención?- Preguntó Liv.48

-Sí. Déjame en paz.-40

-¿En serio pones atención?-29

-Sí, maldita sea.-33

-Señorita Orozco, primer día y está más ocupada con la señorita Torres que con mi clase.
Que no se vuelva a repetir.- Asentí y dirigí una mirada asesina a Liv que contenía la risa. Al
terminar la clase fui a la dirección para que la directora me llevara a mi nuevo hogar.85

-¿Lista, señorita Orozco?-58

-Tan lista como se puede estar... abandonada en medio de la nada.- Ella simplemente
sonrió y me guio a la salida. -¿Iremos caminando?-57

-Todo está relativamente cerca, aparte de que sirve de ejercicio. No todas tenemos el
metabolismo en buen estado como ustedes los jóvenes.- Simplemente asentí. Después
de varios minutos caminando ella habló. –Háblame de ti.-83

-Mis padres no me soportan.-166

-No creo que sea así. Ellos buscan lo mejor para ti...-22

-No sé cómo vivir en este miserable lugar puede ser bueno para mí.-21

-Las apariencias engañan. Tú no sabes lo que puedes encontrar aquí.-446 -Sí, claro.-

Dejó la conversación y caminamos cada quien sumida en sus pensamientos.5 -¿Qué

te gusta hacer?- Volvió a interrumpir minutos después.19

-Salir con mis amigos, manejar, jugar...-52

-¿Qué juegas?-42

-Jugaba voleibol. Ya no lo hago más.-144

5
-¿Por qué?-1

-Estoy aquí.- Repliqué obviando la situación.9

-Puedes jugar aquí. Tenemos un equipo de voleibol de la escuela. Nos puedes ayudar.-1

-Quizá. Tomando en cuenta que no hay mucho que hacer por aquí.- La directora
comenzó a reír. -¿Dije algo gracioso?-24

-El hecho de que no haya las mismas cosas que en la ciudad no quiere decir que no haya
nada por hacer aquí. Yo tengo un enorme jardín de rosas y orquídeas atrás de mi casa.
Están remodelando el templo y mucha gente ayuda a pintar o a pasar materiales. A unos
minutos hay un pequeño bosque donde puedes ir a caminar y respirar aire más fresco. O
si gustas de nadar hay un pequeño arroyo a unos minutos de aquí.- Dijo con inusual
entusiasmo.152

-¿Hay teléfonos por aquí?-99

-No. El teléfono más cercano está en la próxima comunidad, está a unos cuarenta
minutos caminando.-144

-¿Y si hay una emergencia?-3

-Se usan caballos o bicicleta para avisar que algo anda mal. Lara, la palabra diversión tendrá
un nuevo significado para ti.-243

-Ni que lo diga.- Caminamos en silencio durante un rato más. –Directora, me preguntaba
si...-3

-Mientras estemos fuera de clase puedes llamarme Norma, en la escuela soy la


directora Gonzales.-112

-¿Es hermana con la bibliotecaria?- Asintió. –No se parecen.-64

-Yo soy un poco más risueña que ella.-12

-Un murciélago es más risueña que ella.- Rio a carcajadas por varios segundos. –Lo siento,
pero es la verdad.-203

-Que no te escuche decir eso o te meterás en problemas con ella.- Minutos después
llegamos, lo supe por la tonta sonrisa en la cara de Norma. –Aquí está tu nuevo hogar,
Lara.- Una pequeña casa de color verde agua, con ventana no muy grande enfrente y una
puerta de madera; con un pequeño jardín en frente y un enorme árbol de... algo. Sacó una
llave de su bolso y me hizo pasar; un olor a viejo de inmediato inundó mis fosas nasales.
–Ha estado abandonada un tiempo.- Vi que en la pequeña sala estaban mis maletas.119

-Lo puedo oler.-70

-Dale un vistazo, iré a cambiarme y te ayudaré a acomodarte.- El lugar no era para nada
grande; la sala y la cocina estaban únicamente separadas por una isla que supongo servía
como comedor, había una pequeña puerta que tenía pinta de conducir al baño y otra más
grande que creo era la habitación principal. El color dentro de la casa era bastante
agradable era mitad café y la parte de arriba anaranjado no tan chillón. De vuelta a la sala,
al menos mis padres tuvieron la decencia de comprar unos sofás de color negro y una
pequeña mesa en el centro. Me dirigí a la puerta más grande y efectivamente era la
habitación con una cama y un colchón que olían a nuevo. Encima había ropa de cama y
algunas cobijas.134

6
-Al menos no pasaré frío.- Un ropero lo suficientemente grande para que entrara mi ropa y
zapatos, con un gran espejo incluido y por último una ventana que daba al bosque del que
me habló Norma. Regresé a la sala y la directora ya estaba ahí.110

-¿Qué te parece?- Me encogí de hombros. –Es mejor que la opción de que vivieras en el
templo.- Comenzó a reír. La loca de mi madre creyó que viviría mejor con el pastor que
sola. – En casa tengo una televisión que no utilizo, puedo pedir que la traigan.-166

-¿Y ver novelas todo el día? Así estoy bien, gracias.-300

-Aquí está lo que necesitas para la limpieza.- Señaló una cubeta muy cerca de ella. Y a lado
un trapeador y una escoba. –Y dejé en la isla unos platos y vasos. Y felicidades por ser de las
pocas personas que cuentan con un microondas. Tus padres no son tan malos después de
todo.-14

-En absoluto.- Respondí sarcástica. –Viviré como reina aquí.-211

-Se supone que trabajarás en la tienda del pueblo pero al encargado aún le quedan unas
cuantas semanas por lo que prestarás servicio en el templo. Empiezas mañana.- Olvidaba
que tenía que trabajar.114
-¿El templo?- Pregunté sorprendida. Debe ser una jodida broma.5

-Sí. La casa es del pastor.- Genial. Tendría que estar a disposición de un aburrido "hijo de
Dios". –Ni pongas esa cara que pudo ser peor.- Agregó con una sonrisa. –Cuando termines
de acomodarte aquí te espero en la casa para la cena, ¿te parece?- Asentí.212

-Gracias, Norma.-74

-No son necesarias. Te veo más tarde.- Usé muchas energías y tiempo para acomodar mi
ropa y "limpiar" el lugar. El olor era terrible. No tenía problemas con barrer, de hecho creo
que era buena haciendo eso; el problema era trapear. Después de dar una pasada en la
sala el agua salió café. Y por más que trapeaba y trapeaba no parecía limpiarse por lo que
me di por vencida y me cambié para ir a cenar.119

Tuve la brillante idea de olerme las manos cuando terminé y casi vomito a media sala pero
como no quería limpiar me fui al baño y usé tanto jabón como pude para lavarme y me
contuve para evitar vomitar. Cuando salí a la casa de Norma opté por dejar las puertas y
ventanas abiertas para que ese nauseabundo olor desapareciera. Toqué un par de veces
antes de que la mujer de ojos expresivos apareciera. –Pasa. Recién termino.-244

Su casa era bastante agradable y olía muy bien, a rosas. Toda por dentro estaba de color
blanco pero habían demasiados cuadro y muebles por lo que no se veía como un
manicomio. Era un lugar muy cálido. Era unos cuantos metros más grande que mi casa
pero todo estaba prolijamente ordenado, tal cual proyectaba ser ella así era su casa. La
seguí hasta lo que supuse era el comedor; había una enorme mesa de madera que olía
muy bien, alrededor de ésta se encontraban seis sillas, dos a los costados y una en cada
extremo de la mesa. Las sillas tenían el tallado de unos girasoles; de las pocas flores que
soy capaz de reconocer.30

-Linda casa.-3

-Gracias. Me ha costado tenerla como la tengo.-5

-¿Hace cuánto que estás aquí?-

-Tiene cinco años.-1

7
-¿Qué te hizo venir?-62

-La vida.- Contestó con una sonrisa. Tema delicado. –Siéntate, por favor. Ahora te

sirvo.-60 -¿Puedo ayudar?- Era un desastre pero no era maleducada. Creo.196

-Me ayudas a lavar los trastes.- Justamente me ofrecí ahora porque odio lavar los trastes.
Asentí y me senté. Me pasó un platillo con espagueti y queso derretido encima y una presa
de pollo que parecía estar con mole pero olía más fuerte. La cosa es que olía delicioso.
–Espero que te guste.-148

-¿Es mole?- Negó con la cabeza.52

-Es un tipo de mezcla que hago con especias, barnizo el pollo con esa mezcla y lo

horneo.-26 -Huele delicioso.-1


-Y espero sepa igual.- Tomé el cuchillo y el tenedor, corté un trozo de pollo y lo llevé a mi
boca. Sin duda tenía muchas especias entre las cuales sobresalía el sabor del ajo pero no
era nada desagradable. Sabía bastante bien. -¿Qué tal?-35

-Exquisito.- Una enorme se expandió por su rostro. Nos dedicamos a comer por varios
minutos, yo moría de hambre y el pollo era delicioso; también el espagueti pero más el
pollo. En un momento levanté la vista y tenía unos profundos ojos cafés viendo a los míos
y una sonrisa en el rostro.139

-¿Quieres más?- Me sonrojé al darme cuenta que estaba comiendo como cavernícola. Y
estaba tan apenada que estiré el plato pidiendo más. –En seguida.- Regresó al horno y
sirvió más comida en mi plato. Esta vez intenté disfrutar un poco más.86

-¿Cocinas?-155

-¿El cereal cuenta?- Su carcajada me dio la respuesta.276

-Puedes comer conmigo mientras aprendes.-47

-No quiero ser una molestia. Me las arreglaré.-6

-Si así lo deseas.- Se encogió de hombros.11

-¿No se supone que debe insistir?-476

-Insistir en un desgaste de energía.- Me encogí de hombros al igual que ella antes y


seguí comiendo. Terminamos de comer en silencio. -¿Quieres más?-41

-Estoy bien. Gracias. Esto satisface mi hambre por un par de días.- Le sonreí.7

-Perfecto. Te dejo los trastes en el lavabo. Te espero en la sala.- Asentí. Parecía una persona
cool pero a la vez era como esas señoras que odian las cosas que no salen como ellas
quieren. Lavé tan rápido como pude ya que odiaba tocar restos de comida que no fuesen
míos... era repugnante. Terminé, me sequé las manos y corrí a la sala, prácticamente.279

-Gracias por todo.-2

-Nada que agradecer. Supongo que me agradecerás cuando descifres como cocinar.-11

8
-Eventualmente pasará sólo te recomiendo que esperes sentada... ya sabes, para no
cansarte.- Comenzó a reír.47

-Lo tendré en cuenta.-

-Debería irme.-

-Está bien.- Se puso de pie y me escoltó a la puerta. -¿Dejaste tus puertas

abiertas?-68 -El olor es muy desagradable.- Sonreía para ella. -¿Qué pasa?-2

-Hay cosas que debes aprender.-47

-¿Cómo cuáles?- Me asusté pensando que quizá alguien pudiera entrar. Creo que la cara
que puse la hizo reír.37
-Ten tus sentidos atentos y aprenderás. Buenas noches, Lara.-36

-¿Hay ladrones aquí?- Rio aún más.5

-No. Todos tenemos lo que necesitamos.- Me dio una suave palmada en el hombro.108

-Hasta mañana, Norma.- Con mucho cuidado me acerque a la casa, estando ahí encendí
las luces y con cuidado revisé cada espacio. No había nadie más, respiré aliviada.27

Ese sentimiento duró hasta que sentí un horrible pinchazo en mi brazo. -¡Mierda!- ¿Qué
diablos había sido eso? Segundos después otro pinchazo en mi mejilla; instintivamente llevé
mi mano y terminé dándome una bofetada. -¡Mierda doble!- Ahora no solo me escocía sino
que me ardía con el golpe. Entonces los vi; mosquitos. Pero no eran unos típicos mosquitos
era unos malditos pterodáctilos, eran enormes. Corrí a cerrar la ventana de mi habitación y
la pequeña que había en el baño, y estúpidamente dejé al final la ventana de la sala. Primer
aprendizaje, no dejar las ventanas abiertas por la tarde a menos que quiera morir devorada
por mosquitos.315

Cuando la locura de los mosquitos disminuyó me dirigí a mi habitación, no sin antes


asegurarme de cerrar bien todas la ventanas y puertas. Acostada en mi nueva cama solté un
gran suspiro. Apestaba estar aquí, apestaba estar lejos de mis amigos, de las cosas que yo
conocía. Sabía que no era la mejor hija pero no significaba que tenían que enviarme hasta
acá como si fuera una sirvienta. La única conclusión clara que tenía en este instante era que
odiaba a mi madre con cada célula de mi cuerpo, la odiaba tanto que si me la ponían
enfrente sería capaz de agarrarla a cachetadas. Ella y su estúpida necesidad de ser perfecta
para el mundo; lo que más odiaba era cuando estábamos en casa de algunos de sus amigos
importantes me trata de "cariño" o "cielito" pero estando en casa regresaba a ser la
habitual bruja. Lo bueno a todo esto es que estaría a miles de kilómetros de ella y entre
más distancia entre nosotras hubiera, mejor.161

No sé en qué momento me quedé dormida pero desperté cuando escuché ruidos afuera de
mi habitación. Sonaba como a alguien queriendo entrar y comencé a sentir muchísimo
miedo; guardé silencio y con pavor me di cuenta que no era una persona sino que eran
varias. No podía creer que iba a morir violada y ultrajada en apenas mi primer día en este
infierno.251

-Lara.- Escuché que me llamaba. Genial, conocía a mi violador. –Lara.- Era la voz de una
mujer, tenía más posibilidades de sobrevivir en contra de una mujer. –Lara, maldita sea.
Levántate.- 165

9
-¿Quién eres?- Pregunté.63

-Dios.- Ella y sus acompañantes rieron. –Soy Liv, genio. Apúrate que la directora nos va a
escuchar.- Me puse los zapatos y fui a la puerta. Ahí me esperaban Liv y tres personas más,
dos chicas y un chico. -¿Qué haces dormida tan temprano?-46

-¿Qué hora es?-2

-Apenas media noche. Vamos.-41

-¿A dónde?-1
-A divertirnos.- No parecía que tuviera muchas opciones así que fue por una sudadera, la
llave y salí con ellos. -Esta es Liz- Señaló a una menuda chica de ojos muy grandes. –Paola.-
También era delgada pero con facciones más finas y usaba lentes. –Y este es Ángel, que de
ángel no tiene nada.- Él era de atractivo... abstracto, por así decirlo. Era algo gordito y
apestaba a colonia.189

-Soy Lara.-3

-Nuestra nueva integrante del clan.- Sacó una cajetilla de cigarros y me la pasó junto con un
encendedor. Tomé uno y lo encendí. –Esa es mi chica.- Si por alguna extraña razón se les
ocurría dejarme ahí no tendría ni la más mínima idea de cómo regresar. La luna nos
alumbraba perfecto pero era algo torpe para ubicarme. Andamos por varios minutos más
hasta que el aire se sintió más fresco y había muchísimos más árboles. Llegamos al pequeño
bosque. –Esta es nuestra área del bosque. Nadie viene aquí a menos que nosotros lo
permitamos.- Su voz era tranquila, como si estuviera hablando del clima.127

-En serio son dueños de aquí.-

-Como te dije, quédate con nosotros y serás intocable.- Volteó y me sonrió. -¿Qué
harás mañana?-25

-Tengo que presentarme en el templo.- Todos comenzaron a reír. –Debo trabajar


para pagarme la comida y la renta de mi casa.-

-Tu vida apesta. No creo que el viejo haga rabietas por un día que no llegues; hoy
nos divertiremos mucho.- Asentí. No creo que el viejo me extrañe.139

La noche, se convirtió en madrugada y ésta en día. Permanecimos en el bosque hasta casi


las cinco de la mañana. Fumamos hasta desgastar nuestros pulmones y que decir de
beber. Al principio me abstenía ya que a pesar de ser un desastre sabía que no podía
confiar en gente que apenas conocí pero, con el pasar del tiempo no me importó. Nunca
fui de tomar cervezas pero estas sabían a gloria. Jugamos a las escondidas y el primero en
ser encontrado debía tomarse una cerveza en diez segundos. Fui encontrada primero
cinco veces; ¡no conocía el estúpido bosque! Y la cereza en el pastel fue una bebida que
ellos llamaban "trago de olla"; el simple olor te mareaba, tomé un par de vasos con algo
de Coca-Cola y fue mi perdición.107

Llegué a casa casi de rodillas, apenas y tenía la fuerza para caminar sin embargo no me
quedaría tirada en el bosque o en calles de un maldito lugar que no conocía. Así que con la
poca energía que me quedaba me arrastré a llegar a mi nuevo hogar. Ángel fue muy
caballeroso al ayudarme a encontrar mi camino a casa pero no sé qué pasó en el trayecto
que cuando arribé él ya no estaba a mi lado. Llegar a casa, listo. Insertar la llave en la
cerradura

10
que constantemente se movía me tomó más tiempo del que tenía previsto, cuando por
fin pasó aterricé en el sillón y prácticamente morí.76

Un desconcertante sonido, como el de un enorme tambor retumbaba en mis tímpanos.


Una parte de mí quería abrir los ojos y buscar la fuente de tan infernal sinfonía pero la otra
estaba aún demasiado borracha como para hacerlo. Caí en un sueño profundo de nuevo.
Más pronto de lo que deseaba el sonido apareció de nuevo. Con enorme esfuerzo abrí los
ojos y traté de orientarme. El maldito olor de la casa me recordó que no estaba en la
ciudad, ya no más. El sonido era cada vez más fuerte; era alguien tocando a la puerta. Me
senté y todo daba vueltas y qué decir de mi cabeza. Creo que todo lo que tomé ayer hizo
que se me expandiera el cerebro y pesara más de lo normal.5

Después de muchos intentos me logré poner de pie y avancé lentamente a la puerta. Ni


siquiera me tomé la molestia de preguntar quién era. Al abrir me encontré con un señor
alto que se movía constantemente, con unos pantalones negros y una camisa blanca de
manga larga.2

-Lara. La última vez que te vi tomabas leche pero creo que eso está en el

pasado.-203 -¿Nos conocemos?- El dolor de cabeza era cada vez peor.4

-Te daré unos minutos para que te duches y te arregles.-3

-¿A dónde me lleva?-

-A trabajar conmigo al templo.- Simplemente maravilloso. El pastor del pueblo había ido
por mí. Asentí con dolor y me metí de nuevo a mi casa. Como pude llegué a mis maletas y
saqué mis artículos de aseo personal y me metí al baño. Lugar que no había limpiado y olía
a mierda. Aunque a estas alturas no sé qué era peor, si el olor del baño o mi aliento. Abrí la
regadera y sin pensarlo dos veces me metí; el agua no estaba ni fría ni caliente. Era la
temperatura adecuada para mi condición actual. Me quedé bajo el chorro de agua por
varios minutos hasta que sentí mi consciencia regresar.33

La noche de anoche había sido una mierda, en todos los sentidos. Para comenzar, la
cantidad inhumana de cigarros que consumí. Por si eso fuera poco, la cantidad de alcohol
que bebí era ridícula. Y estando con extraños estaba a merced de ellos, tenían mucha
ventaja sobre mí pero si sigo viva prueba que son de fiar. Me terminé de duchar y pasé
varios minutos cepillándome los dientes. Esperando que el horrible olor a cloaca
desapareciera. Terminaba de cambiarme cuando llamaron de nuevo a la puerta. Caminé
rápido para abrir y me encontré con Norma.49

-¿Pasaste una buena noche?-1

-Necesitaba relajarme.-1

-Parece que te relajaste de más. Lara, debes tomar las cosas en serio.-1

-¿Qué me hará si no voy hoy?, ¿echarme de su casa? Adelante, no me interesa. Esto ya de


por sí es una mierda.-2

-Necesitas aprender a usar tu cerebro.-1

-¿Me estás diciendo estúpida?-373

-Eres más inteligente de lo que creí.- Su rostro era serio. –Tanto el pastor como yo
estamos a cargo de ti. Cualquier falta se le será comunicada a tus padres.-1

11
-¿Y me van a castigar?- Respondí con una sonrisa sarcástica. –Seguramente me mandaran a
un pueblo que ni siquiera aparece en un maldito mapa... Oh, espera, ¡ya estoy en ese
lugar!-111
-Tu madre amenazó con enviarte a un colegio militar si no cambias con esto.- Oh. –Así que
te sugiero que comiences a cooperar por tu propio bienestar.- Me observó por varios
segundos. – Vamos a casa, te prepararé algo de desayunar y después te llevaré al templo.-
Asentí y la seguí en silencio a su casa.126

¿Colegio militar? ¡Mi madre estaba loca! Completamente fuera de sus cabales, sólo a ella se
le ocurriría semejante estupidez. Me mandó a un lugar que nadie conoce y espera que esté
feliz y siguiendo órdenes de personas que no conozco. Pasaba el tiempo y la odiaba más.
No concibo
que la persona que supuestamente debe cuidar de mí sea capaz de hacer algo así. Una
parte de mí también estaba molesta con mi padre pero sabía lo manipuladora que podía
llegar a ser la bruja así que, en parte, lo entendía. Al menos fue lo suficientemente
generoso para dejarme algo de dinero para comenzar a sobrevivir.103

-Siéntate.- Los cincuenta metros entre la casa de Norma y la "mía" fueron muy cortos para
seguir maldiciendo a mi madre. Hice lo que ella me pidió y me senté; segundos después
una enorme taza con caldo, muchas verduras y una enorme pierna de pollo fue puesta
frente a mí. –Sí no revives con esto, nada lo hará.-60

-Curioso, mi madre dijo que si este lugar no me pode en cintura, nada lo hará.- Acercó a mí
una taza con lo que supongo era picante. Tenía trozos de cebolla, chile y olía muy fuerte a
limón.112

-Ponle un poco de esto.- Mecánicamente hacía lo que Norma me dijo. Puse una cucharada
del menjurje en mi caldo. Me llevé una cucharada de caldo a la boca y casi grito. Picaba
horriblemente. En segundos olvidé que estaba aún borracha; el sabor hizo incluso que me
chillaran los oídos. Nunca en mi vida había sentido algo así. –Te dije que te ayudaría a
revivir.- 139

-¿Me quieres matar?-52

-Sólo quiero que seas un poco funcional hoy. Apúrate que ya vamos tarde.- Acompañada
de muchos vasos de agua fui capaz de terminar el endemoniado caldo que Norma me
dio. Ya no tan desorientada como antes emprendimos el camino al templo del pueblo.
–La señorita Torres está en un contexto diferente al tuyo. Ella puede hacer y deshacer a
su antojo sin consecuencia alguna. Tú, por otro lado, vienes condicionada. No puedes
simplemente salir y hacer lo que quieras.- Este discurso estaba entre un regaño y un
consejo.5

-Sólo quería divertirme un rato, es todo.-35

-Bueno, espero que esa diversión te dure unos meses.- Caminamos en silencio hasta que la
enorme edificación apareció frente a nuestros ojos. Enorme, en comparación a las casa
que había aquí. Había algunas personas trabajando, unas pintando, otras levantando cosas
del piso. Parecían hormiguitas trabajando. El señor alto estaba ahí también y en cuanto
nos divisó caminó rápido hacia nosotras.6

-Norma, gracias por traerla.- Le dio una suave palmada en el hombro. –Yo me encargo
desde acá.-

-Compórtate.- Fue la única instrucción de Norma y caminó de regreso a su casa.


12
-Lara, me alegra verte más... viva.-1

-¿Lo conozco?-9

-Llegaba a tu casa hace muchos años.- Cerré los ojos en parte por el fulminante sol y en
parte por tratar de recordarlo. –Te gustaba jugar con mi maletín café.- Abrí los ojos de
golpe.8

-¿Señor Cardozo?- Asintió con una sonrisa. –Usted era empresario, no pastor.-196

-Encontré un camino diferente, Lara.- Su sonrisa nunca desapareció. –Ven, te voy a mostrar
tus actividades.- Lo seguí en silencio. La gente que estaba ahí me veía extrañada, era una
"fuereña" como ellos decían. Al ser un pueblo pequeño todos se conocían y alguien nuevo
causaba morbo entre la gente. –Vas a comenzar con algo tranquilo. Hay muchos restos de
madera en la parte de atrás de la iglesia. Las vas a concentrar donde está el resto.- Señaló a
una enorme pila de madera que había a unos metros de donde estábamos nosotros. -
¿Entendido?-43

-Sí, señor.-37

-Cualquier cosa estoy adentro.- Por fuera apenas estaba pintado a la mitad; predominaba
el color morado y algunas partes de blanco y se notaba que estaba en remodelación por
dentro. Las ventanas estaban cubiertas por mantas llenas de polvo. Me enfoqué en mi
encomienda y me dirigí a la parte de atrás del lugar y comencé a juntar la madera que me
indicaron.110

Algunos trozos tenían clavos oxidados y algunos otros estaban a partidos por lo que debía
cuidarme de no pincharme. Los primeros trozos no causaron ningún problema; el único
problema era el incesante sol que me llegaba directos a la cara. Pensé en quitarme la
playera y ponérmela en la cabeza pero no creo que hubiera sido un buen espectáculo y
menos frente a la iglesia. Llevaba un trozo de madera en cada mano, al principio pero al ver
que no avanzaba los comencé a cargar de tres o hasta de cuatro dependiendo de su
tamaño. Ciertamente avanzaba más rápido y me alegró mucho saber que pronto
terminaría. Estaba por levantar un trozo de madera cuando vi una repugnante cucaracha
caminar hacia mí.154

-¡Mierda!- Corrí unos metros lejos de ahí, quería estar lo más lejos posible de esa enviada
de Satanás.353

-Lenguaje.-765

-¡Maldita sea!- Grité más fuerte al escuchar la voz detrás de mí. Al voltearme me encontré
con una chica rubia, su cabello a media espalda, de ojos cafés, con piel muy blanca. Era
bastante bonita. Llevaba puesto un vestido blanco debajo de las rodillas y unas sandalias
igualmente blancas.402

-Cuida tu lenguaje.-143

-Me asusté. Fue una reacción natural.-9

-Existen reacciones "naturales" más adecuadas.-347


-No tengo que darte explicaciones. Me asusté y punto.- No tenía ni veinte segundos aquí y
ya me estaba volviendo loca.18

-La gente decente no maldice.- Acusó con severidad.217

13
-¿Disculpa?- Inconscientemente me acerqué a ella y ella dio un paso hacia atrás sin dejar
de verme. –Eso fue un sutil insulto.-56

-Te decía la verdad. No se maldice y menos frente al templo de dios.-185

-Disculpe, su majestad.- Le hice una pequeña reverencia. –No volverá a

pasar.-271

-Eso espero.- Sin más desapareció de mi vista. A veces las caras bonitas no concuerdan
con la personalidad de la gente.
14
CAPÍTULO 2

Después del encuentro con la odiosa rubia regresé a mi trabajo. No sin antes buscar con
qué defenderme en caso de que la cucaracha hiciera acto de presencia de nuevo.
Afortunadamente no volvió a aparecer más y con tranquilidad terminé mi trabajo. La chica
de la escuela, Ofelia, se acercaba a mí con un vaso de agua.52

-Creí que estarías sedienta.-2

-Muchas gracias, Ofelia.- Tomé el vaso y bebí todo de golpe.141

-Muy sedienta.- Me di su vaso. Entre el cansancio y la resaca podía acabarme un galón


de agua. -¿Quieres comer con nosotros? Mis papás han traído suficiente para un
batallón. Comeremos dentro con el pastor y su hija.- No sabía que el señor Cardozo
tuviera familia.23

-Me encantaría.- Le dije con una sonrisa. Caminamos a la entrada del lugar.
-¿Tienes hermanos?-6

-Uno. Se llama Daniel y tiene seis años. ¿Y tú?-1

-Hija única.-36

-Ha de ser lindo.-106

-No tan lindo. Estoy aquí.-

-¿Por qué te mandaron?-1

-No soy la mejor hija del mundo.-1

-Nadie lo es.- Agregó con una sonrisa. –En lo que te conviertes en la hija perfecta que te
parece divertirse un poco aquí.- Quizá su diversión era más sana que la de Liv y no me
metería en problemas.82

-Me parece bien.- Le sonreí. Entramos al lugar y era precioso, con pilares tallados que lo
hacían ver muy bonito. Un enorme crucifijo destacaba pero lo más impresionante era que
el Cristo era de color negro al igual que la cruz. Nunca había visto algo así.247

-Dicen que lo encontraron en una cueva muy cerca de aquí.- Dijo Ofelia refiriéndose al
Cristo. – Por eso edificaron la iglesia.-4

-Que genial.-53

-Lo es.- Entramos por una puerta que estaba muy cerca del Cristo y sentí un poco de
miedo, parecía que se dirigía mí; caminé más rápido.165

Había otro complejo de ese lado de la iglesia supongo que el señor Cardozo vivía aquí.
Estaban varias personas reunidas ahí, incluido el hombre alto. A lado de él estaba un señor
bajito, asumí que era el papá de Ofelia porque tenían la misma cara y a lado de éste una
señora bajita algo llenita con una espléndida sonrisa. La mamá. Y por último un pequeño
que era réplica de la señora.1

15
-Lara, pasa. Estamos por comenzar.- Invitó el hombre alto. –Este es Daniel y ella su
esposa, Silvia y este pequeñín aquí es Danielito.- Le tendí la mano a cada uno de
ellos.25

-Soy Lara. Mucho gusto.- Amablemente me pidieron que me sentara y lo hice junto a
Ofelia y su hermanito.1

-Mi pequeña no debe tardar.- Anunció el señor Cardozo y como por arte de magia apareció
la molesta rubia por la puerta por donde entre minutos antes. –Ana, te presento a Lara.
Hija de un muy buen amigo mío.-195

-Mucho gusto, Lara.- Quisiera decir lo mismo. No hizo por moverse ni un centímetro.1

-Igualmente, Ana.- Me veía con una sonrisa que tenía ganas de borrar con una

cachetada.248 -Bien, ahora que ya estamos todos que les parece hacer la oración de los

alimentos.-15 -Sería bueno que nuestra invitada lo haga.- Acotó Ana.533

-Buena idea.- Dijo Daniel mayor.

-No sé cómo hacerlo.- Dirigí una mirada nada amigable a la rubia.4

-Lo que salga de tu corazón.- No creo que algo bueno salga de mi corazón en estos
momentos. -Sólo conéctate con lo que hay en tu interior.- Me animó Ofelia.586

-Em...gracias por los alimentos que están en esta mesa- ¿A quién iba dirigido esta
"oración"? – Que nos proporcionen los nutrientes que necesitamos y satisfagan nuestra
hambre.- Que incómodo, todo por culpa de la rubia. La gente a mi alrededor tenía la cabeza
hacia el piso y las manos detrás de su espalda, todos menos la rubia que seguía viéndome
con una sonrisa. Pasé mi dedo índice por mi garganta y después la señalé a ella. Esto sólo la
hizo sonreír más.431

-Amén.- Dijo de pronto el señor Cardozo. Todos le siguieron menos yo. Aparentemente aquí
probaría todas las versiones de cómo hacer pollo. Esta vez era mole con arroz y por todos
los cielos que es el mole más rico que he probado en mi vida. Incluso estaba un poco
picoso, pero después de la salsa de Norma, nada podía comparársele. Trataba de
mesurarme para comer pero era imposible, esto estaba para chuparse los dedos.126

-¿Quieres más?-

-Por favor.- Extendí mi plato a Silvia quien parecía estar muy feliz de que le pidiéramos

más. -¿De dónde eres?- Preguntó el pequeño Daniel.

-Nací aquí en México pero estaba viviendo en Texas hasta que mi padre me trajo

aquí.-48 -¿Te gusta aquí?-135

-Poco a poco me gustará.- La comida continuó sin más preguntas personales, lo cual
agradecí. Hablaban de la iglesia y de los planes que tenía para invitar a gente del otro
pueblo para cuando oficialmente la abrieran. Yo seguía deleitándome con la comida. De vez
en cuando veía a la rubia que también estaba absorta con su comida o con la conversación.
La sonrisa estúpida en su cara nunca se disipó hasta que le sirvieron la comida. Varios
minutos después la familia de Ofelia se despedía y me dejaba a solas con el señor Cardozo y
su hija.20

-¿Cómo has estado, Lara?-

16
-He estado mejor. ¿Cómo acabé aquí?-

-Hace unas semanas visité a tus padres. Mencionaron tu comportamiento errático y les
sugerí que vinieras para acá.-120

-Debe ser una puta broma.-29

-Lenguaje.- Dijo molesta.265

-Cállate que todavía no voy contigo.- Dirigí mi dedo índice a ella. Vi como su padre puso
una mano sobre su hombro. –Gracias por la ayuda.- Dije en tono sarcástico -¿Cómo
venir a este horrible lugar me puede ayudar?-7

-Vas a aprender a valorar.- Él seguía muy tranquilo.85

-Esto es una mierda... ¿esa fue su brillante idea?, ¿este puto lugar?- Quería brincar sobre
la mesa y ahorcarla. -Ni espere que me aparezca mañana por acá.- Furiosa salí del lugar
y me encaminé a "mi" casa.259

Todo el mundo conspiraba para que estuviera en este estúpido lugar y una persona que
quise mucho en mi infancia había sido el causante de todo esto. "Valorar" como si fuese mi
culpa haber nacido en una familia acomodada y que mis padres no me supieran controlar.
Ahora todo era a causa mía y la que debía recapacitar era yo. La que debería estar aquí es la
bruja que tengo por madre, ella sí necesita valorar. Para ella lo único que importa es tener
cosas que presumir y demostrar que somos la familia perfecta. Me enorgullece decir que
gracias a mí su estúpida fachada se vino abajo en un dos por tres.111

El azote de la puerta principal debió escucharse hasta la iglesia. No quería nada, ni que
nadie siquiera me viera. Odio este lugar, odio a mis padres por mandarme aquí y sin lugar
a dudas, odio a señor Cardozo por su "brillante" idea. Era cuestión de tiempo para que
Norma apareciera por lo que decidí que debía ir a otro lado, no estaba de humor para
hablar con ella ni con nadie. Mi iPod marcaba las cuatro de la tarde, aún tendría luz del
día; tomé mi llave y una sudadera y me dirigí al bosque.37

Caminé a donde había muchos árboles, supuse que ahí era. No conocía bien el lugar pero
no creía ser tan tonta para perderme. La temperatura cambió drásticamente. El abrasante
calor de Texas no se comparaba con el infernal calor de marzo de este lugar. Era de locos.
Agradecí cuando al fin llegué al lugar y la temperatura cambió drásticamente. Un clima
más templado.
Caminé más lento y me dejé llevar por la sensación de estar ahí. A solas, sin nadie
molestando, sólo yo y mis pensamientos. Esto era lo que necesitaba.50

¿Cómo iba a sobrevivir aquí? Apenas llevaba dos días y ya quería morirme. No tenía acceso
a teléfono, al internet, a la civilización, a nada. Era una estupidez y esto apenas era el
comienzo. Quizá Norma tenía razón y debía ser más inteligente; buscar adaptarme a este
mugroso lugar, no tenía más opción. Y tenía que pasar un milagro para que alguien vinera a
rescatarme de este lugar. Mientras tanto debía buscar cómo sobrevivir de la mejor manera.
Era lo más adecuado, para mí y sólo para mí. No tenía que quedar bien con nadie, era un
trato interno conmigo. Era lo mejor.31

Seguí caminando, rogando no perderme. El olor era muy agradable al igual que el clima,
encontré una piedra y la usé como silla. Me quedé ahí varios minutos con los ojos cerrados
simplemente dejándome llevar con el sonido del silencio. Esto también me agradaba, me
gustaba muchísimo; el estar sola y meditar, sin nadie que me moleste. Pero comencé a
preferir

17
las fiestas y la bulla. En parte para acallar mis pensamientos, mi soledad que cada día se
hacía más grande. Vivía en una enorme mansión pero siempre estaba sola, a excepción de
la gente de servicio.180

Esto era una mierda. Todo. A partir de ahora debía tener la mente abierta a todo lo que
este lugar me presentara. Buscar lo mejor a cada situación y aprender, especialmente
aprender. Tanto en la escuela como de lo que me rodeaba. Estuve ahí no sé por cuanto
tiempo pero lo
estaba disfrutando mucho. Hacía muchísimo tiempo que no pasaba tiempo a solas y vaya
que lo necesitaba. Mis pensamientos fueron cortados por la dulce voz de una chica. No
estaba muy lejos de mí. Su voz era suave pero potente a la vez; era cautivante. Con cuidado
me puse de pie y busqué la fuente de tan melodiosa voz. Caminé unos metros, me puse
detrás de un árbol y para mi sorpresa me encontré con una melena rubia y sabía
perfectamente a quién pertenecía.57

-¿Qué quieres?-79

-¿Cómo sabías que había alguien?-1

-Haces mucho ruido al caminar.- No era tan cuidadosa después de todo. –Es de mala
educación espiar a la gente.-3

-¿Hay algo que no sea de mala educación para ti, majestad?-155

-¿Qué quieres, Lara?-

-Exploraba el lugar y terminé aquí.-

-Sí, claro.-

-Está bien. Estoy obsesionada contigo y te he vigilado vía satélite desde antes de
conocerte y sabía que aquí venías a cantar, tonta.-294

-No soy tonta.- Frunció el ceño.81

-Sí tú lo dices.- Me veía molesta. Ya no sonreía como hace un rato. –Te dejo cantar en

paz.-1 -Por favor.-1

-Que descortés, majestad. No creo que al señor Cardozo le agrade que me trates

así.-126 -¿Después de como lo trataste?-

-Sólo estaba molesta.-

-Haces muchas cosas de manera impulsiva, algún día te meterá en problemas.-59

-Prefiero estar en problemas por ser yo y no aparentar ser perfecta.- No esperé


respuesta y regresé por donde vine.173

Estúpida rubia, ¿quién se cree? No tenía ni un día de conocerla y ya quería colgarla en un


árbol y usarla como piñata. Al menos no la había visto en la escuela ayer y eso era un gran
alivio. Regresé a sentarme donde estaba antes de escucharla; ya no volvió a cantar,
supongo que se fue. Permanecí ahí hasta que la temperatura bajó más, la noche se
acercaba. Me guie del camino y pronto encontré las botellas que habíamos dejado hace
unas horas. Después de todo no me perdí. A lo lejos vi a Norma y el señor Cardozo
golpeando incesantemente la puerta.47

18
-Nadie les va a abrir.- Dije cuando estuve más cerca de ellos.

-¿Dónde estabas?- Norma se veía preocupada.

-Fui al bosque.-

-¿Sola?-33

-Es bastante obvio que sí. No conozco a nadie.-

-Con más razón, Lara. Debes ser cuidadosa.-

-Lo siento, para la próxima les avisaré a donde voy.- El señor Cardozo me veía
bastante tranquilo. –Lamento lo de hace un rato.-

-Es entendible.-19

-Bueno, debería decírselo a su hija que al parecer está más molesta que

usted.-1 -¿Dónde la viste?-

-Nos topamos en el bosque.- Se quedó en silencio un momento.67

-Me alegra saber que ya estás aquí. Por favor, avisa a Norma de tus

movimientos.- -No se preocupe, no saldré huyendo a ningún lado.-

-Más vale prevenir.- Me sonrió antes de despedirse de Norma y caminar de regreso a


la iglesia.15

-Lara, de verdad que no entiendes...-

-Lo entiendo, Norma.- Corté su discurso. –Tienes razón debo ser más inteligente y
aprovechar que estaré atascada aquí por no sé cuánto tiempo. Haré un intento por
disfrutarlo o al menos poner un poco de mi parte, lo prometo.-27

-Es todo lo que pido.- Me dio un pequeño abrazo. –¿Quieres cenar?-20

-No, gracias. Te veo mañana.-6

-Hasta mañana.- Me metí a la casa, la cual seguía oliendo raro pero ya no tanto como
ayer. Dichosamente hoy no ningún escuadrón de mosquitos me perturbó. Busqué las
cosas para limpiar y me dediqué al baño; el olor era terrible, al menos olía un poco a mi
shampoo y lo hacía menos desagradable. Estuve ahí por media hora, tallando y
limpiando lo mejor posible
para hacer este lugar un poco más agradable.56

Terminé de limpiar el baño y aprendí otra lección: no tocar directamente el cloro. Me


picaban las manos, muchísimo, pero valía la pena porque el baño olía a este líquido; no es
que me agradara pero era mejor que la peste. Saqué mi computadora, puse música y me
dispuse a barrer la sala y la cocina. Dado que el lugar no tenía nada de pavimentación el
polvo era constante en las casas y como yo era alérgica al polvo debía procurar tener
siempre limpio.146

Barría al ritmo de Pink, sin duda de mis voces preferidas. Recuerdo que papá en mi
cumpleaños pasado me llevó a un concierto de ella en Inglaterra; de los días más felices de
mi vida. Aparte de verla, pasamos algunos días en Escocia e hicimos un recorrido por los
castillos más representativos de ahí. He de decir que regresé babeando de la emoción; los
castillos y

19
todo lo relacionado al Rey Arturo y esas cosas me fascinaban y papá me dio el mejor regalo
de cumpleaños. Aunque quizá no lo mereciera.175

Terminé alrededor de las ocho de la noche y no tenía absolutamente nada que hacer. Dejé
la música y me puse a jugar cartas en la computadora. En mi vida había usado esos juegos,
no tenía necesidad. Con conexión a internet ahorita probablemente estaría revisando
Facebook, Twitter, viendo fotos en Instagram o riéndome de los Snaps de mis amigas. Pero
ahora mi vida social se resumía a jugar cartas. No entendía nada por lo que la primera
media hora me la pasé revisando las ayudas y las instrucciones del juego. Cuando más o
menos entendí comencé a jugar pero tardé más entendiendo que jugando. Era demasiado
aburrido. No me quedaba de otra más que dormir y así lo hice, esperando que Liv y sus
secuaces no interrumpieran mis sueños.63

Desperté con el molesto cantar de las aves muy cerca de la venta de mi habitación. Me
puse una almohada sobre la cabeza para tratar de bloquear el sonido y lo único que
conseguí fue casi asfixiarme. Volteé a buscar mi iPod y con horror vi que aún eran las
siete de la mañana. ¡Siete de la mañana! No lo podía creer. Era demasiado temprano,
más por ser domingo. Me
quedé en la cama por varios minutos, simplemente disfrutando de no hacer nada.
Necesitaba encontrar una actividad lo más pronto posible. Quizá lo del voleibol a fin de
cuentas no es tan mala idea.87

Recordé el arroyo que mencionó Norma y quizá debía aprovechar a conocer un poco más el
lugar. Me levanté y me puse unos shorts y una playera de Frida Kahlo. Tomé el dinero que
me dejó papá y haría una visita a la tienda del lugar y comprar cosas para sobrevivir. Até mi
largo cabello negro en un coleta baja y me puse unos tenis. Estaba lista. A punto de salir
recordé que debía avisar de mis movimientos, así que tomé una libreta y le escribí a Norma
escribiéndole mis planes. Tomé mi llave y salí de mi nuevo hogar, dejé la nota debajo de su
puerta y me encaminé a la iglesia. Quizá en el camino me encontraría a alguien que me
guíe al famoso arroyo. No me equivoqué, tenía unos cuantos minutos caminando y me topé
con Silvia.22

-Lara, buenos días.-

-Buenos días, señora, ¿podría decirme dónde está el arroyo?-

-Vas en sentido opuesto. Queda cerca de donde estás viviendo. Ve derecho detrás de tu
casa y a unos minutos lo encontrarás. ¿Sabes nadar?- Me vio con cara de "esta se va ir a
matar".301

-Sí, señora. Fui a clases de natación desde que tenía cuatro años.-

-Bien. Diviértete.- Asentí y me giré. Antes de dar dos pasos la mujer habló de nuevo.
-¿Ya desayunaste?-

-No, señora. Aún no he comprado comida.-

-Puedes desayunar conmigo.-59

-No quiero molestarla.-1

-No es molestia. Me servirás de compañía.- Comenzó a caminar y no me quedo de otra


más que seguirla. -¿Cuántos años tienes, Lara?-1

-Dieciséis, señora.-350

-Apenas un año mayor que Ofelia. Me dice que está en tu mismo salón.-

20
-Sí, eso parece.- Parecía una señora bastante linda y amable. -¿Está sola?-

-Mi esposo y mis hijos fueron a la huerta que tenemos muy cerca de ahí. Tenemos
sembradas algunas cosas y hoy fue un buen día para ir a visitarla.- Me veía esperando que
le respondiera algo. –Quizá algún día puedas ir con nosotros.-

-Sería interesante ir.- ¿Yo cosechando cosas?, ¿qué sigue?, ¿el infierno

congelado?99 -¿Qué hacías en la ciudad?-

-Salía con mis amigos a antros, iba de compras casi todos los días, a veces iba a la escuela...
Lo típico.-142

-¿Qué es un antro?- Estuve a punto de reírme pero la mujer nunca antes había estado
en la ciudad.5

-Es un lugar al que la gente va a bailar y beber.-

-¿Y pagas por ir a eso?-

-Oh, sí. Hay antros muy caros.-

-Sería más fácil invitar a tus amigos a tu casa y bailar ahí.-92

-Pero no sería igual de divertido.-

-¿Y puede ir cualquier persona?-

-La mayoría son jóvenes y alguno que otro casado que quiere darse aires de joven.- Se
quedó pensando varios segundos. Supongo que imaginaba el lugar.20

-Ana nos ha platicado de algunas cosas de la ciudad pero sigo prefiriendo esto. Es
más tranquilo y lejos de bullas innecesarias.-67

-Tendré que acostumbrarme a la tranquilidad.- Dije amargamente. Llegamos a su casa y era


muy bonita. Tenía un enorme jardín al frente de lado izquierdo y de lado derecho había
mucho pasto y una portería. También había un enorme árbol igual al que estaba cerca de
mi casa. - ¿De qué es ese árbol?- Apunté a mi derecha.

-Es mango. Ya casi es la temporada, así que puedes venir a tomar los mangos que
necesites cuando los necesites.-226

-Gracias. Tiene una linda casa.-

-Eres muy amable, Lara. Están abiertas las puertas siempre para ti.-74

-Gracias.-

-Pasa.- La sala era bastante amplia en comparación a la mía. Tres letreros se distinguían en
las puertas "Mamá y Papá", "Ofe" y "Dani"; sus habitaciones. La sala y otra habitación
estaban divididas con una cortina. Ahí entró Silvia y la seguí. Era una gran cocina, pero en
lugar de una estufa estaba un tipo de parrilla muy grande. Encima de esta una especie de
tubo de aluminio que supongo mandaba el humo afuera de la casa. –Se llama fogón. Es
más espacioso que la estufa y puedes cocinar más cosas.- Sobre el fogón vi una olla de
barro de la cual Silvia sacó frijoles y los sirvió en un plato hondo; lo dejó de lado y quebró
dos huevos y los puso sobre el

21
fogón. Los tapó y los dejó ahí unos minutos; mi curiosidad me llevó a acercarme. –Espero
te gusten los huevos.-118

-Claro.- De lo que no era fanática era de los frijoles pero no los rechazaría. -¿Por qué
los tapas?- Señalé a los huevos.82

-Para que no brinque el aceite y para que queden así.- Levantó y la tapa y una fina capa
blanca se formó sobre el huevo semi-cocido. Se veía realmente delicioso. -¿Quieres salsa?-
Señaló un pequeño bowl.19

-¿Tiene picante?-13

-Muy poco.-

-¿Qué es muy poco?- Comenzó a reír. –Norma hizo que me ardieran las orejas ayer.-
Comenzó a reír.31

-Pruébala.- Metí la punta de mi dedo índice y después me lo llevé a la boca. -¿Qué tal?-22

-No moriré.- Ambas reímos. En cuestión de minutos también ella tenía una buena porción
de frijoles y dos huevos en su plato. Del refrigerador sacó queso y crema, lo cual agradecí
ya que les daría más sabor a los frijoles.232

El desayuno fue por demás exquisito y la compañía también fue muy agradable. Hablamos
mayormente de ella y su vida en el pueblo, de sus hijos y su esposo. Para mi fortuna los
temas personales no fueron sacados de su escondite. Era mejor así. Ayudé a levantar los
platos y vasos y cuando me disponía a lavar Silvia me dijo que se me hacía tarde para ir al
arroyo. Ochenta puntos para ella.80

Caminé de regreso a casa; pasé a dejar el dinero y lo intercambié por mi iPod y mis
audífonos. Como siempre puse el modo aleatorio y me encaminé al arroyo escuchando la
potente voz de Till Lindemann. El calor no era tan abrumador como ayer, tal vez porque
aún eran las nueve de la mañana; lo mejor era aprovecharlo. Unos cuantos árboles tapaban
el camino e hicieron más
fresca la caminata. Tal cual lo dijo Silvia, apenas caminé unos minutos y ya me encontraba
frente al arroyo. El agua era verde, un verde claro, como el color de mis ojos cuando estoy
de buen humor. Casi nunca.178

Vi a todos lados antes de quitarme la playera y quedarme sólo con el top y los shorts que me
llegaban a medio muslo. Tendí mi playera sobre las rocas y me acosté un rato, los árboles
tapaban un poco el sol y hacían de esto algo perfecto. Ahora Lily Allen cantaba para mí y me
dejaba llevar por su melodiosa voz, con los ojos cerrados. Recibía los suficientes rayos de sol
para nutrir mi piel sin quemarme y es que debía ser cuidadosa porque entre mis cosas no
venía un protector solar. Tarareaba la canción de LDN y más feliz y tranquila no podía estar.
Hasta que sentí gotas cayendo sobre mi estómago.73

-¡Qué demonios!- Aún con los audífonos pude escuchar la odiosa voz.

-Lenguaje.- Para frente a mí estaba la rubia odiosa.317

-¿Qué quieres?-

-¿Qué haces aquí?- Me puse de pie para que dejara de mojarme y por lo visto no se dio
cuenta que estaba sólo en top. En cuanto me vio se dio la vuelta.234

22
-¿En serio? Tenemos lo mismo. Aunque tú estás mucho más pálida que yo.- Ella vestía
unos shorts y una playera que parecía más un vestido de lo largo que le quedaba. Y su
largo y mojado cabello pegado a su espalda.71

-¿Qué haces aquí?- Repitió.

-Quería un poco de paz y la conseguí hasta que llegaste.-

-¿Me seguiste?- Comencé a reír.58

-En serio tienes delirio de persecución, niña tonta.-85

-No me llames así.- Dijo molesta aún sin verme.3

-Ya me puse la playera, puedes voltear.- Obviamente no lo había hecho.255 -¡Lara!-

Volvió la cara de nuevo cuando se dio cuenta del engaño. –Ponte la playera.-1

-¡Qué estupidez! ¿Acaso nunca te has visto en el espejo? Las niñas tenemos lo mismo
en diferentes proporciones y distribuido de manera diferente.- Ahora sí me puse la
playera. – Listo, ahora sí ya me la puse.-10

-¿Cómo puedo confiar en ti?-

-Siéntela.- Me acerqué a ella y suavemente toqué su mano para que sintiera la playera
sobre mi estómago pero jaló bruscamente su mano. –Jódete, rubia tonta.- De nuevo la
dejaba parada sin esperar respuesta alguna.403

Entendía que no congeniáramos pero, ¿evitar que la tocará? Esta chica es un maldito dolor
de muelas que acaba en una terrible jaqueca. Primero me avienta a hacer una oración, se
burla de mí, con su estúpido tono me dice "lenguaje" y lo de usarla como piñata no es mala
idea. Ella podía personificar bien a Anabelle, la muñeca diabólica. Ella era un ser
despreciable que se la pasa jodiéndole la existencia a medio mundo; sí, su majestad
Anabelle. Regresé a casa más que enojada, aventé mi iPod en uno de los sofás, tomé el
dinero y camine rumbo a la escuela. Si no mal recuerdo la tienda quedaba muy cerca de
ahí.50

Sólo de recordar la forma en como jaló su mano me hacía hervir la sangre. Era oficial,
detestaba a la rubia. Y entre más recordaba más rápido caminaba, eso sólo pasaba cuando
me enojaba mucho y ahorita está más que molesta. Pronto llegué a la tienda. La puerta de
entrada no era muy grande pero el lugar se veía bastante amplio. Al entrar corroboré que el
lugar era muy grande, la casa donde vivía cabía dos veces aquí. Necesitaba comida pero no
sabía qué tipo de comida, por lo que me puse a deambular por el lugar. Una chica alta se
acercó a mí después de varios minutos de no saber que comprar.44

-Hola, ¿te puedo ayudar?-

-Hola. Em... necesito comida. Las cosas básicas.- Me sonrió amablemente.2

-Está bien. Primero y más importante, huevos.- Me llevó al lado extremo de la tienda
donde estaban la mayoría de los alimentos. Pasamos por el mostrador y tomó una
pequeña canasta que luego me entrego. –Este es un cono con veinticuatro huevos, será
suficiente para ti.- Avanzamos un poco más. –Aceite para que puedas cocinarlos... con
medio litro te bastará.-33

-¿Se necesita eso?- Apunté a la pequeña botella. Ella comenzó a reír.45

-¿Cuántas veces has cocinado en tu vida?-

23
-Ninguna.-20

-Yo me encargo, Conchi. Gracias.- Apareció, con una luz resplandeciente Norma. Conchi,
asintió y regresó al mostrador. –A ver, señorita que no saber cocinar. Vamos a comprar lo
necesario para que no mueras y cosas con las que no te mates mientras intentas
cocinar.-250

Pasamos más de media hora buscando las cosas más básicas para sobrevivir, café, pasta,
arroz, frijoles enlatados, galletas; éstas últimas no me agradaban tanto pero tendría que
acostumbrarme. Azúcar, sal, cátsup, pan para hacer sándwiches y un pequeño tarro de
mermelada. Norma prometió que me enseñaría a guisar todas las cosas que compramos.
Regresamos a casa con dos bolsas cada una y charlando amenamente sobre mis
inexistentes habilidades culinarias.88

-Vi cuando regresaste a casa del arroyo. Parecías... molesta.- Tenía que recordarme a la
rubia tonta.1

-Tuve un desagradable encuentro con alguien.-

-¿Puedo saber quién es ese "alguien"?- Suspiré.

-Ana.- Norma comenzó a reír.108

-Te cae mal una de las personas con las que más tendrás que
convivir.-2 -La evitaré en la iglesia y sólo estaré ahí unas semanas.-

-También es tu compañera de clase.-9

-¡¿Qué?! Pero el viernes no estaba ahí.-3

-Estaba un poco enferma por eso no fue pero están en las mismas

clases.-4 -Maravilloso.-192

El resto del domingo pasó bastante tranquilo, a excepción de las múltiples quemadas que
obtuve al intentar cocinar un estúpido huevo. ¿No sería más fácil hacerlo en el
microondas? Norma fue la más beneficiada de todo esto ya que rio hasta casi llorar de mis
fallidos intentos de cocinar. Después de que se marchara conseguí entender el juego de
cartas de mi computadora y eso me mantuvo entretenida hasta casi las nueve de la
noche, cuando por fin me decidí a dormir.108

Segundo día de clases; Norma pasó por mí a las seis y media. A penas y me dio tiempo de
vestirme y medio tomar una taza de café. Norma, como directora de la escuela debía
poner el ejemplo y llegar a tiempo para checar que todo esté en orden antes de comenzar
las clases.33

-Tu primera clase es química. Vas a reconocer el aula porque dice "Química" en

grande.-125 -Gracias, directora. La veo más tarde.- Le sonreí.

-Buen día, señorita Orozco.- El salón estaba muy cerca de la biblioteca así que fue muy fácil
encontrarlo. A estas tempranas horas había muy poca gente por lo que me puse los
audífonos y me dispuse a disfrutar. Ni siquiera me había acomodado bien cuando una
melena rubia apareció por la puerta. Inmediatamente me puse de pie y me acerqué a ella.
No portaba su habitual sonrisa.65

24
-No te preocupes, no te voy a tocar.- Le dije mordazmente y salí del salón. Me quedé
sentada a las afueras del salón hasta que vi que entró la profesora. Entre detrás de ella, la
mayoría de mis compañeros estaba sentados.135

-Señorita, ¿puede pasar a presentarse?- Asentí y me puse a lado de su

escritorio. -Soy Lara Orozco, tengo dieciséis años.-

-¿De dónde vienes?- Preguntó la maestra.

-De Texas.-

-¿Y qué esperas?- Antes de poder contestar Liv entró corriendo a la clase. –Qué raro que
venga tarde, señorita Torres.-10

-El tráfico.- Contestó y se sentó detrás de donde estaba mi mochila.345

-Muy graciosa. Lara, puede contestar.-

-Espero no meterme en problemas.-

-Esa es una buena meta, señorita. Regrese a su lugar.-


-Todos en su libro en la página treinta.- Vociferó la profesora.5

-¿Cómo está la resaca?-

-Se me quitó más rápido de lo que me hubiera gustado. Te platico después.- La clase
era buena, la profesora Jaqueline nos mantenía activos la mayor parte de la clase. Lo
cual era bueno tomando en cuenta que a la primera clase.45

-Como les había dicho desde el principio de semestre, tendrán que pasar en parejas a
decirme los elementos de la tabla periódica. Usarán algo diferente a su tabla periódica
para estudiar.- Todos comenzaron a quejarse. – Siéntanse libres de elegir a su pareja.-
Éramos más de veinte alumnos en la clase y en cuestión de segundos todo se hizo un
alboroto. Sentí la mano de Liv sobre mi hombro. –Señorita Orozco, como recién se integra
tendrá un poco más de tiempo y para asegurarme de que trabaje bien, será compañera
con la señorita Cardozo.-265

-Estoy bien con Liv.- Repliqué de inmediato.

-¿Algún problema con la señorita Cardozo?-

-Ninguno. Pero tengo más confianza con Liv.-1

-Entonces sin no hay problemas trabajará con ella.- Determinó la mujer de cabello
corto. – Cámbiese de lugar junto a su compañera de trabajo.-74

-Suerte con la virgen María.- Se burló Liv.319

-Cállate.- Casi arrastrando los pies llegué a la silla junto a la rubia. -¿Qué tenemos que
hacer?- No me contestó. –Mira, yo también odio esto pero debemos trabajar juntas. Así
que nos mantendremos a raya con el trabajo, ¿de acuerdo?- Asintió.

-Lo más fácil es hacer tarjetas con la información necesaria.-6

-¿Cuántas son?-

25
-Ciento dieciocho.- ¡Mierda! Son demasiados. Suerte que soy la nueva y tendré más
tiempo para estudiar.41

-¿Qué información debe tener?- Volteé al pizarrón y vi a la profesora escribiendo la


respuesta a mi pregunta. Saqué mi libreta y comencé a anotar. Símbolo químico.52

-Nombre.- Me dictó la rubia. –Número atómico.- Espero a que terminara de escribir. – Y


masa atómica.-142

-¿Qué te parece si hacemos la mitad cada una?- Asintió. –Elige tú la mitad que quieras

hacer.3 -Me da igual.- Su voz se escuchaba algo triste pero no podría importarme

menos.219

-Entonces, elige tú. Yo no tengo una tabla periódica; escoge y me dices.- Asintió. Mi voz
salió más hostil de lo que quería pero quería que entendiera que esto se limitaba a la
tarea y nada más.1
-Lara...- No pudo terminar de hablar porque sonó la chicharra. No la esperé, tomé y
mochila y salí del salón junto con Liv.273

-¿Qué tal te fue?-

-Tan bien como pudiera irme.-

-La chica no se junta con nadie y la mayoría de los trabajos los hace sola. Es bastante rara.-255

-Ni que lo digas.- La clase siguiente fue historia y básicamente fue lo mismo. Presentarme,
trabajar con el libro. Afortunadamente a este profesor no le agradaban los trabajos en
equipo. Esto disminuía las posibilidades de volver a trabajar con la rubia.14

-¿Qué pasó en mil novecientos treinta y nueve?-84

-Nació mi abuelito.- Contestó Ángel. Todos comenzamos a reír.284

-Vaya a contarle ese chiste a la directora.-76

-¡Profe!- Todos reíamos.

-Adiós.- El profe gesticulaba con la mano. Ángel salió de la clase entre aplausos de algunos
de nuestros compañeros. –Ahora que el payaso se fue, ¿quién me contesta?-3

-Comenzó la segunda guerra mundial.- Contestamos a la vez con la

rubia.188 -Estás en sintonía con la rara.- Todo el salón echó a reír de

nuevo.188

-Olivia vaya a hacerle compañía a Ángel.- De reojo vi a la rubia que se veía muy
intranquila. Segundos después Olivia salió de la clase no sin antes aventar un beso a la
clase.134

-¿Qué estaré pagando?- Dijo el profesor. Más para él mismo. –Muy bien, señoritas. En ese
año comenzó la segunda guerra mundial.- Al menos había puesto atención a algunas clases
de historia. No era estúpida, es sólo que no había tenido motivación suficiente para poner
atención. Sin embargo recuerdo que con papá solíamos ver cosas interesantes en Discovery
Chanel o en NatGeo. –Antes de seguir con la segunda guerra mundial, ¿alguien me puede
dar un resumen de la primera guerra?- Todos se quedaron en silencio. –Y no quiero más
payasos o comentarios fuera de lugar.- Tímidamente levante la mano. –Lara.-65

-Fue una guerra estúpida.- Todos comenzaron a reír.16

26
-Explícate.-

-Gente despedazándose por tierras y poder. Lo de siempre- me encogí de hombros


mientras el profe sonreía.15

-¿Cómo se llamaba el grupo que apoyaba a Hittler?72

-Axis- respondí de inmediato.242

-Nos llevaremos muy bien, Lara.- Sonrió el profesor y siguió dando la clase. Volteé y vi a la
rubia viéndome atentamente pero fue algo efímero. Ella giró la cabeza a donde estaba el
profesor. La clase no era del todo aburrida; a veces el profesor Guadalupe (extraño
nombre para un hombre), hacía voces raras para ejemplificar lo que decía. Con él
teníamos dos horas de clase, las dos anteriores al receso.187

Cuando por fin la chicharra sonó, la mayoría de mis compañeros se atropellaron unos a
otros para salir rápidamente a desayunar. Mientras tanto yo me quedé en mi lugar
esperando a que la estampida pasara.41

-Vas un semestre atrasada, ¿cierto?-

-Sí, señor.-

-Pues tienes buena información en tu cabecita, Lara. El tener ventaja en alguna clase te
ayuda a liberar presión en las otras. ¿Qué más se te da?-1

-Inglés, historia y un poco de geografía.-165

-Geografía aún no. Pero de mi clase y de inglés puedes quitarte de cargas. Mañana da una
pequeña presentación de la primera guerra mundial y será tu calificación de este parcial.
Sé lo difícil que es cambiar de contexto y espero con esto ayudarte un poco a ponerte al
corriente con las demás materias.-24

-Muchas gracias, profe.- Más que feliz salí de la clase, afuera me esperaba Liv y su pandilla.36

-Vamos.- Al llegar al lugar había una mesa completamente vacía, "nuestro" lugar. Tiraron
sus mochilas, seguido se acercaron a una señora que nos extendió jugo de naranja y una
enorme torta. –Son deliciosas.- Justo detrás de nosotros estaba la rubia y de inmediato
comenzaron a molestarla.61

-Aleluya.- Cantó Ángel a la vez que ponía sus manos como estuviera rezando.289

-Virgen María que ilumina nuestro día.- Dijo en un tono aún más burlón Liv. Todos los
que estaban a su alrededor comenzaron a reír. La chica no dijo nada, absolutamente
nada. Esperaba algún tipo de respuesta, muy a su estilo pero no. Siguió esperando por
su turno. - ¡Qué perdedora!- Liv prácticamente pasó a empujarla y nos guio a la
mesa.221

El desayuno pasó tranquilo, con Liv jodiéndole la existencia a cualquiera que se le pusiera
en frente. Hacía el intento de reírme de sus idioteces pero realmente no lo encontraba
lindo. La mayor parte del tiempo la pasé viendo a la rubia quien estaba sentada con Ofelia
pero sólo eso, no había muchas interacciones entre ellas. La chica de la iglesia distaba
mucho de la chica de la escuela.51

El resto del día pasó en total calma; después del receso tuvimos una clase rara que se
llama orientación educativa, luego inglés y la maestra casi llora al presentarme en ese
idioma. Aún

27
estaba viendo presente continuo por lo que las dos horas de clase las pasé durmiendo. La
última hora era matemáticas, como siempre. Trigonometría apesta. Lo declaro un delito
contra la humanidad. Seno, coseno y tangente. Que traducido al español significa, mátame.
Estaba haciendo todo por prestar atención y enfocarme pero era imposible. Y el sentirme
tan frustrada por no entenderle me hacía perder más la clase. La profesora pasó unas hojas
con ejercicios para resolver y si me hubiera rascado un poco más la cabeza me hubiera
quedado calva. Vio mi lucha y se acercó a mí.194

-¿Todo bien, Lara?-

-No, profe. Realmente no le entiendo.-

-¿A qué?-

-A todo. Le juro que presté atención pero no... sé.-52

-Tranquila, es normal que estés un poco... desubicada.- Agradecí que usara ese adjetivo
no tan... despectivo. –Podemos trabajar con tutorías unas veces a la semana.-23

-Sería genial, profe. Usted dígame la hora y yo estoy aquí.-

-De hecho tendrás que ponerte de acuerdo con Ana.-317

-¡¿Qué?!- Todo el salón me quedó viendo. -¿Usted no da las asesorías?-10

-No. Yo voy al otro pueblo en las tardes. Ana es la campeona de matemáticas de la región.
Estoy más que segura que te ayudará.- La rubia no veía a donde estábamos pero estaba
segura que escuchaba todo.101

-Profesora, si hubiera alguien más.-

-¿Tienes algún problemas con ella?- Frunció levemente el ceño.16

-No congeniamos.-73

-Bueno, es la oportunidad perfecta para que se lleven.- Jodidamente genial. No sólo tendría
que hacer el trabajo de química con ella, sino que sería mi tutora de matemáticas por no sé
cuánto tiempo. Definitivamente esto iba de mal en peor. Lo que más anhelaba era no
toparme a la rubia y hasta ahora era una constante.

28
CAPÍTULO 3
La clase terminó y mis compañeros salieron rápidamente del salón, incluida la profesora
García. La rubia también esperó a que todos salieran y yo la esperaba a ella para ponerme
de acuerdo con las tutorías. Estaba por salir cuando la detuve.82

-Rubia.- Ni se inmutó. –Ana.- Volteó a verme. –Escuchaste todo. Dime a qué hora puedes
ayudarme.- Me veía atenta. Notaba algo de tristeza en sus ojos, como en la primera clase.
–Por favor.-52

-Después de que ayudes a mi padre.-

-No sé a qué hora ayudaré a tu padre.-

-Después de comida. Podemos comenzar las clases a las cinco.-

-Está bien.- Nos quedamos viendo por unos segundos.26

-Lara, lo que pasó ayer...-179

-No te agrado, lo entiendo. No eres la primera ni la última. Te veo más tarde.- Salí del salón
tan rápido como pude. ¿Me quería explicar el por qué no le agrado? No era necesario. A las
afueras de la escuela me encontré con Norma quién me esperaba para caminar juntas a
casa.274

-¿Qué tal tu día?-

-Bueno.-

-¿Tanto así?-

-Tengo que trabajar con la rubia en química y será mi tutora de

matemáticas.- -¿Por qué no te agrada?-2

-No me ha dado motivos para agradarme.-28

-Las apariencias engañan, Lara. Ana es una chica muy dulce.-120

-Claro.- Es la directora debemos agradarle. –¿Qué haremos de comer?- Cambié de

tema.26 -Que harás de comer, mejor dicho. Intentaremos algo de sopa, ¿te parece?-

-Mientras no involucre aceite, todo bien.- Tenía las pequeñas marcas del día anterior en
mis brazos.11

Pasamos una muy buena tarde con Norma, la mujer era por demás agradable. Paso a paso
me guio para hacer la dichosa sopa; implícito el cortar la cebolla y el tomate, lo cual me
llevó muchísimo tiempo. Norma incluso hizo como que se había quedado dormida sobre la
mesa, todo con tal de fastidiarme pero en el fondo agradecía lo que estaba haciendo por
mí.61

Pasadas las tres de la tarde, con el estómago lleno, me encaminaba a la iglesia. El calor no
era tan abrasador como los días anteriores. Buscaba acogerme en la sombra que
proyectaban algunos árboles sobre el camino; siendo algo blanca un poco de sol me hacía
demasiado mal.
29
En mi espalda llevaba mi mochila con el libro de matemáticas, la libreta y mi laptop, por si
la necesitaba. Al llegar al lugar el señor Cardozo hablaba con unas personas afuera de la
iglesia y al verme me sonrió.42

-Lara, bienvenida de nuevo.-

-Gracias, señor.-17

-Pasa. Hoy me ayudarás dentro de la iglesia, ¿te parece?-

-Claro.- Como si tuviera opción. Entré al lugar y olía muchísimo a pintura; en menos de diez
segundos estaba estornudando como loca. Entre la humedad y el fuertísimo olor mis
alergias se desataron de inmediato. Traté en vano de contener mi ataque poniéndome la
playera en la nariz e incluso taparme con las manos pero era inútil. Caminaba para salir de
nuevo cuando escuché a alguien.76

-Pasa.- La voz de la rubia. Invitándome a pasar donde comimos ayer. Prácticamente


corrí a donde estaba ella. 1

-Gracias.- No dijo nada y se metió en una habitación al final del pasillo. Permanecí sentada
en la mesa por varios minutos hasta que el señor Cardozo apareció.

-Oh, aquí estás.- Me observó un momento. -¿Todo bien?- Seguramente tenía la nariz roja y
los ojos llorosos.1

-Sí, sólo es alergia.-

-¿El olor?- Asentí.

-Entonces trabajaremos aquí. Hay algunos cuadros que están un poco empolvados, están
en la última habitación. Tráelos para acá y los limpias, por favor. Aquí te voy a dejar trapos
y el líquido para limpiar madera.- Caminé con cautela a la habitación. Este lugar me daba
un poco de miedo, era demasiado callado y muy fresco a comparación de la calle o de la
casa donde vivía. Abrí la puerta y vi a la rubia que se sobresaltó. Estaba en un tipo de
banca, como rezando. Sin decir palabra alguna comencé a sacar los dichosos cuadros; uno
en cada mano. Eran unos quince así que haría varios viajes.129

Algunos cuadros pesaban demasiado y estaban muy empolvados. Por lo que el traslado era
más difícil, evitando mancharme o acercarlo demasiado a mi cara para que los estornudos
no regresaran. La rubia nunca se movió de su lugar y menos hizo por ayudarme. Cuando iba
por el último cuadro ella iba saliendo y era más que obvio que había estado llorando. Una
parte de mí quería preguntarle si todo estaba bien pero el simple hecho de recordar como
quitó su mano de la mía hizo que desechara la idea de inmediato.225

Pasé más tiempo del deseado limpiando los cuadros y estornudando; por más que mojaba
el trapo los cuadro estaban muy empolvados. Me imaginaba con nariz de payaso,
totalmente roja de tanto esfuerzo y los ojos rojos como si hubiera fumado de la lechuga del
diablo. La cabeza me comenzaba a doler mucho y de la nada, de nuevo, la rubia apareció
con una pastilla y un vaso de agua.198
-Loratadina.- Inmediatamente la acepté.224

-Gracias.-

30
-De nada.- Estaba por desaparecer de nuevo.

-¿Estás bien?- Sus órbitas cafés se encontraban con las mías.85

-Sí.- Era como si su sonrisa se hubiera esfumado.

-¿Segura?-

-Sí.- Hizo un intento por sonreír. –Tienes ojos verdes.-260

-Sí.- Levanté una ceja. -Tienes ojos cafés.- Otro fallido intento de sonrisa. –Ya he
terminado. Podemos comenzar con la clase.-223

-Estaré lista en unos minutos.- Asentí. Limpié la mesa que aún se encontraba con algo de
polvo y saqué las cosas necesarias para la "clase". Lo primero que hice fue abrir el libro de
trigonometría y sólo de verlo me daba dolor de cabeza. Era una buena estudiante; cuando
iba a clases. Las cosas se me quedan bastante rápido pero matemáticas, como a la mayoría,
era mi némesis. –Ya estoy aquí.- Reapareció la rubia con su libro y su libreta.77

-Esto apesta.- Frunció el ceño. Lo decía más por tener que estudiar algo que odiaba y un
poco por tener que estar con ella.

-Estamos en sintonía.- Dijo amargamente. Abrió su libreta y pude ver su letra


pulcramente plasmada en las hojas. Rápidamente, en una hoja en blanco, dibujó un
triángulo. –Lo más importante es que te aprendas el nombre de los lados. En base a
eso puedes sacar las funciones.-108

-De acuerdo.-

-Esto es la hipotenusa.- Decía mientras señalaba dicho lado. –adyacente y opuesto.


–Señaló respectivamente. -¿Cómo se llama este?-124

-Opuesto.- Tomé su lápiz. –Esta es la hipotenusa y adyacente.- Puse la punta del lápiz en
los lados adecuados.26

-Bien. Sabiendo esto es sólo cuestión de hacer fórmulas.- Me quitó su lápiz y dibujó una
pequeña fecha en una esquina del triángulo y puso "60°". A la hipotenusa le puso "12",
al adyacente "10" y al opuesto "6".-Esto tiene sesenta grados y quieres sacar el seno.-
Escribió "Sen". –Para hacerlo simplemente tienes que dividir el valor del opuesto entre
el valor de la hipotenusa.-511

-Punto cinco.-

-Correcto. La clave está en recordar las partes del triángulo y las fórmulas.- Pasamos una
hora más haciendo ejercicios y buscando la manera de que me aprendiera las fórmulas
para sacar las funciones correspondientes. La rubia realmente tenía muchísima paciencia;
lo mostró cuando confundía las funciones y las operaciones que debía hacer.

-Ya no puedo más.- Dije prácticamente arrojando mi lápiz.

-Avanzaste mucho hoy. Eso es bueno.-


-Supongo.- Me encogí de hombros. Comencé a guardar mis cosas. –Gracias.-
Dije honestamente aunque mi voz no se escuchaba tan convencida.

-Tenía que hacerlo.-

31
-Bien.- Me puse de pie y ella lo hizo también. –Conozco la salida.- Tomé mi mochila y la salí
de ahí tan rápido como pude. Evitando el cristo que me veía. Casi grito cuando escuché la
voz del señor Cardozo.81

-¿Qué tal te fue, Lara?-

-Señor, no lo vi.- Tenía puestas unas gafas con marco negro. –Todo bien.-9 -Me

alegra escuchar eso. Mañana me gustaría mucho que comieras con nosotros.-

-No quiero causarle molestias.-

-Te debo una disculpa por la "brillante idea" de traerte aquí.- Sentí mis mejillas
comenzar a arder.

-No es necesario, señor.-

-Insisto. Quizá puedas venir con Ana saliendo de la escuela.- Si me negaba se daría cuenta
que las cosas no iban tan bien entre nosotras.25

-Se lo agradezco. Lo veo mañana en la comida.-

-Buenas noche, Lara.-2

-Que descanse, señor.- Llegué a casa pasadas las siete de la noche. Usé un buen tiempo
limpiando la sala y mi habitación. Cuando al fin terminé calenté el sobrante de la comida y
me senté a cenar. A mi mente regresó la visión de la rubia llorando; ¿qué la habrá
disgustado tanto? Como pasamos todo el tiempo estudiando no tuvimos tiempo de pelear
e incluso podría llegar a decir que parecía una buena persona pero sé que sólo cumplía
con lo que le pidieron. Terminé de cenar, me di una ducha y me metí a la cama.86

De nuevo el sonido de las aves me despertó antes de que la alarma lo hiciera. De muy
mala gana me puse de pie y me lavé la cara y los dientes. Media dormida todavía fui a la
cocina a prepararme una taza de cereal. Aún no estaba preparada para cocinar y
quemarme a tempranas horas de la mañana. Antes de que Norma saliera de casa yo ya la
esperaba afuera de la mía.27

-Buenos días, Lara.-

-Buen día, Norma.-

-Te amaneció muy temprano hoy.-28

-Las aves hacen mucho ruido por la mañana.- Comenzó a reír.

-Eventualmente te acostumbrarás.-2

-Mientras tanto sufro.- Esto la hizo reír aún más.

-¿Cómo te fue con Ana?-


-Bien.-

-Estoy acostumbrándome a ese "bien".-

-No me agrada, no le agrado. Fue tan bien como puede ir cuando estás con alguien que
no te cae bien.-11

32
-Sigo creyendo que es tiene la idea errónea la una de la otra. Con el tiempo se llevarán
bien.- 210

-Lo dudo.-143

El día pasó sin pena ni gloria. Lo único gracioso fue ver a Ángel cayéndose a media cafetería
pero por ser de los "intocables" nadie rio sólo los del clan. Por supuesto las burlas hacia la
rubia por parte de Liv se hicieron presentes, sin respuesta de ésta. ¿Podría algún día
contestar a esta incógnita? Por qué conmigo era tan... ella y con los demás ni siquiera se
defendía. Más pronto de lo que quisiera me encontraba en la puerta de la escuela
esperando por la rubia. Durante el receso le había comentado a Norma de mis planes para
que no esperara por mí a la salida. Me vio y simplemente me ignoró y comenzó su camino
hacia la iglesia. Dejé que la rubia avanzara unos metros y comencé a caminar detrás de
ella.82

-¿Qué quieres?- Preguntó algo molesta después de unos minutos

siguiéndola. -Tu padre me invitó a comer.-

-Otra oportunidad para que le grites.-

-A él o a ti, dependiendo de quién me saque de quicio primero.- Se paró en seco y


volteó a verme enojada.118

-Eres tan molesta.-51

-Estamos en sintonía.- Devolví sus palabras lo cual la hizo enojar más. Se dio la vuelta y
siguió caminando, yo unos metros detrás de ella. El ir detrás de ella me dio tiempo a
detallarla más; era delgada y su rubio cabello se ondulaba en las puntas. Poseía un lindo
cabello. Caminaba con una buena postura a diferencia mía que tendía a caminar un poco
encorvada. De pronto comenzó a caminar más rápido, como si la fuera siguiendo un
fantasma. Que niña tan más estúpida, me dije a mí misma. Primero evitar el rose
conmigo, luego ser tan irritante y ahora correr para dejarme atrás. No, no era cuestión de
apariencias, la chica era irritante.81

Minutos después llegué a la iglesia con un humor no muy bueno; quizá podría
acostumbrarme a vivir aquí, eventualmente. La comida era buena, la escuela era decente,
la gente a mi alrededor interesante a excepción de la rubia y por lo visto tendría que estar
mucho tiempo con ella y eso me ponía de un humor peor. Norma decía que con el tiempo
pero lo último que quería era pasar más tiempo con ella y mucho menos tenía el menor
interés en ella o sus actividades. Sólo había unas personas pintando en las afueras de la
iglesia a los cuales saludé y me metí con rumbo al comedor. La puerta estaba cerrada y no
sabía si entrar o tocar; opté por lo último. Después de unos segundos el señor Cardozo
apareció.7
-Lara, pasa.- Me abrazó e incómodamente le correspondí. –No es necesario que toques,
estás en tu casa. Siéntete libre de pasar cuando quieras.-7

-Gracias, señor. Lo tendré en cuenta para las próximas visitas.-45

-La comida casi está lista. ¿Puedes ayudarme a poner la mesa?-

-Por supuesto.- Haciendo las cuentas debía poner tres platos sobre la mesa; cuando
iba a poner el tercero el señor Cardozo me detuvo.1

-Sólo seremos tú y yo, Lara.- Asentí y guardé el otro plato. El hombre alto nos sirvió a
ambos generosas porciones de espagueti, lo que parecían albóndigas encima y lo bañó
en salsa de

33
tomate que olía deliciosa. –Espero sea de tu agrado.- De la nevera saco una botella de
vino. – No te emociones, esto es para mí.- Me sonrió de lado y sacó una botella con
líquido blanco, ¿leche?- Horchata.- Era como si hubiera leído mis pensamientos.253

-Gracias.- Se mantuvo de pie y cerró los ojos.

-Señor, gracias por los alimentos que hoy llenan nuestras bocas. Da pan a los que tienen
hambre y hambre de ti a los que tenemos pan. Amén.- Como estúpida simplemente
asentí mientras él se persignaba antes de sentarse. –Provecho.-73

-Bon appetit.- Respondí con una sonrisa. Unos buenos minutos nos dedicamos
únicamente a comer; era bastante bueno cocinando. –Está delicioso, señor.-66

-Oh, gracias, Lara. Me alegra que te haya gustado.-

-Lamento mi ataque de ira la otra vez.-

-No necesitas disculparte. Una parte de mí lo entiende pero la otra parte sabe que esto es
algo bueno para ti.-

-¿Por qué?- Me quedó viendo como esperando una reacción más agresiva. –No es
un reproche, quiero entender el porqué de esto.-18

-Necesitas valorar.-8

-No es mi culpa haber nacido en una buena familia.-6

-No es culpa de nadie, Lara.-

-La bruja... mi madre tiene mucho que ver en esto.-2

-Parte de tu comportamiento es para llamar la atención o para enojar a tus padres. Aparte
de valorar lo que Dios te ha dado esto te ayudará a aclarar tu mente y ver el
comportamiento de tus padres desde una perspectiva muy diferente a la que tienes ahora.
Te servirá estar lejos de ellos.-4

-Eso sí me agrada.- Me sonrió cómplice. –Yo sé que no he sido una buena hija pero esto
es demasiado. Sin ofender pero no pudo ser más inoportuno.- Comenzó a reír a
carcajadas.
-He aprendido que los tiempos son exactos, no hay situaciones inoportunas; llámalo
destino, coincidencia o como desees llamarle. Sólo tienes que ser muy perceptiva a lo
que pasa a tu alrededor y aprender ellos.-20

-No sé hacer eso, señor.- Sabía de tener cosas a manos llenas y no tener que
darle explicaciones a nadie. Sabía de fiestas, alcohol y chicos pero hasta ahí.
Nada más.29

-Lo sé. Por eso le hice la sugerencia a tu padre. No para fastidiarte sino para que crezcas.
Esto es más beneficioso para ti que para ellos. Todo obra para bien, dulce Lara.- El solía
llamarme así cuando iba a casa.42

-Digamos que entiendo lo de valorar lo que tenía allá. ¿Cómo crezco?-

-Espero que de estatura te quedes ahí.- Ambos reímos. –Es una búsqueda, Lara. Yo sólo
he dado un pequeño empujón. Sé de lo que eres capaz; bueno de lo que la pequeña
Lara era capaz de hacer.- Cerró los ojos un momento. -¿Recuerdas cuando te enseñé los
número en

34
francés?- Asentí.- Te los aprendiste a la tercera vez que te los dije. Eso habla muy bien de
tus habilidades intelectuales.-88

-Ya no soy tan inteligente.-

-Lo eres, sólo que no eres lo suficientemente sabia para utilizar esa inteligencia.- Oh, signo
de exclamación.56

-¿Usted me ayudará?-

-En tanto tú tengas la disposición, yo te ayudo.-14

-Creo tener eso.- Le sonreí.

-Eso suena como un trato.-

-Así parece, señor.- Tenía una duda y la escupí. -¿Por qué no conocí a su hija

antes?- -No sabía que existía hasta hace unos años.-398

-Sin ofender, de nuevo, pero me alegro. Me consintió mucho en mi infancia.-15

-Entonces tengo un poco de culpa de este desastre.- Apuntó a mí y ambos reímos.


Terminamos de comer entre anécdotas de cuando dejó la ciudad de México. Con pena le
confesé que lloré cuando supe que no lo vería más e incluso me negué a salir de mi
habitación por varias horas hasta que papá llegó con un cono de helado.43

-¿Qué haré hoy?- Pregunté cuando terminamos de levantar y lavar los trastes de la

comida. -Nada. Fue un lindo día para charlar y de alguna manera disculparme por

disgustarte, Lara.- -No tiene que hacerlo, señor. Yo soy la que le debo una disculpa.-

-Bueno, ahora que ambos estamos disculpados puedes disponer de tu tarde libre, a menos
que quieras quedarte.- ¿Me estaba echando también de la asesoría de matemáticas?
Parecía que sí.

-Iré a casa a trabajar con mis tareas.-

-Buena, chica. Te veo mañana.-61

-Hasta mañana, señor.- No sabía si tenderle la mano o qué protocolo seguir así que le di un
rápido abrazo. En lugar de caminar directo a casa fui a la tienda comunitaria para comprar
las cosas para las tarjetas de química, de paso compré una tabla periódica ya que aún no
contaba con una. Esperaría a mañana para hablar con la rubia de que parte nos
correspondería a cada una. Sólo de ver la tabla me dio dolor de cabeza. Eran demasiados
elementos químicos y aunque tenía más tiempo no quería abusar. Lo más fácil fue comprar
dos cartulinas blancas, cortarlas a una buena medida para la información requerida y
posteriormente forrarlas. Regresé a casa con una pequeña bolsa con cosas. Del dinero que
mi padre me dejó me quedaban unos doscientos pesos, suficientes para sobrevivir por
unas semanas más, tomando en cuenta que Norma compró mucha comida y las cosas más
indispensables para sobrevivir un mes.85

Eran las cinco de la tarde, ya había comido, ya había terminado con las tareas
correspondientes, incluso ya había arreglado mi mochila para las clases de mañana. Me
tocaba educación física y agradecía mucho por eso. Hacía muchísimo tiempo que el
ejercicio salió de

35
mi vida y creo que este era un buen tiempo para retomarlo. Abrí mi computadora pero
más rápido de lo que quisiera me aburrí del juego de cartas. No tenía nada que hacer así
que, de nueva cuenta, me dirigí al bosque. Me agradaba muchísimo el lugar y para evitar
escuchar sonidos desagradables me lleve el iPod. Caminé a orillas del arroyo, no tenía
muchas ganas de encontrarme con más gente. Después de unos cuantos minutos llegué al
lugar.

Era bastante frondoso y hoy no se sentía tan frío como ayer o al menos eso sentía. Veía
bien a mi alrededor para evitar perderme y ser el hazme reír del lugar. Tenía razón el señor
Cardozo, aprendería a ser más receptiva con lo que pasa a mi alrededor si es que quiero
sobrevivir. No
era muy fanática de la música clásica pero hay una pieza que particularmente me gustaba
mucho, papá solía escucharla muy a menudo; es una pieza clásica de Strauss "Im
Krapfenwaldl" y escucharla me recuerda a papá despreocupado en mis años de infancia
donde a pesar de estar construyendo su negocio parecía disfrutarlo y cuando la bruja no
era tan bruja.78

Busqué un cómodo lugar para sentarme y simplemente disfrutar del lugar. Este podría ser
un buen lugar para aprender a ser perceptiva y consciente de lo que pasa en mi entorno.
Cerré los ojos y me dejé llevar por la música, por el aroma de los árboles, el clima tan fresco
y la tranquilidad del ahí. ¿Hacía cuánto no me sentía tan tranquila? Las peleas constantes
con mi madre, el desobedecer a mi padre, los excesos; ya no había tiempo para mí,
realmente para mí y no para satisfacer necesidades absurdas. Creo que la última vez que
disfruté de mí fue cuando era niña y en soledad de mi habitación jugaba con mis muñecas.
Recuerdo a las muchas nanas que cuidaron de mí aunque estaban más aterradas de
tocarme o estar cerca de mí, por lo que "cuidaban" a distancia. Tenía demasiadas muñecas
de muchos tipos, de las más caras que existían pero faltaba lo esencial, no tenía con quien
jugar todo eso.33

En la ecuación entra el señor Cardozo; hasta donde tenía conocimiento era socio de mi
padre y era también responsable del éxito de la cadena de hoteles que poseía
mayoritariamente mi padre. Como su socio, pasaba mucho tiempo en mi casa, comía con
nosotros e incluso se quedaba a dormir con nosotros. Con el tiempo se convirtió en uno
más de la familia y yo le quería mucho. Jugaba más con él que con mi propia madre.
Recuerdo una vez que dejó pintarse las uñas; sonreí ante el recuerdo. Fue una buena
persona conmigo y la poca cordura que tengo se la debo a él. Él hizo la soledad un poco
más iluminada para mí. Con tristeza me di cuenta que tuve todo lo que una niña quiso
tener en cuanto a lo material pero no tuve mucha atención por parte de mis padres.56

A estas alturas, sumida en mis pensamientos, ya había escuchado la pieza unas seis o siete
veces y cuando estaba por comenzar de nuevo, el aparato se apagó. La temperatura
descendía. Lo cual indicaba que era tiempo de irme. Intenté ponerme de pie pero mis
piernas estaban ligeramente entumidas. Me quité los audífonos y los puse en mi bolsillo;
intenté levantarme sin éxito. –Mierda.-

-Lenguaje.- Pegué un grito que incluso algunas aves volaron de donde estaba para
alejarse.458

-¿Cuál es tu puto problema?- Me di la vuelta para encontrarme a la odiosa rubia tras de mí


con la nariz y los ojos llorosos. Como por arte de magia me paré sin ninguna
complicación.56

-Cuida tu boca.- Dijo en un tono más severo.58

-Cuidaría mi boca si no me asustaran o me sacaran de quicio como tú lo

haces.- -¿Qué haces aquí?-

36
-¿No tienes otra pregunta?- La quedé viendo molesta. -¿Está prohibido estar

aquí?- -No tan tarde... no conoces y podrías perderte.-142

-No soy estúpida.-

-No dije eso.- Sacó un pedazo de papel de la bolsa de su pantalón y se limpió la nariz.
–No conoces muy bien y es muy fácil perderse.- Sonreí.

-¿Cuántas veces te perdiste?- Le pregunté con una enorme sonrisa

burlona. -Un par de veces.- Sonrió tímida.219

-Por eso seguí la línea del arroyo. No hay como perderse así, creo.-

-Bien. A pesar de ser muy tranquilo aquí, deberías estar en casa temprano. A veces te
topas con forasteros o gente del otro pueblo.-131

-Gracias lo tendré en cuenta.- La quedé viendo un momento.

-Estoy bien.- Dijo rápidamente.

-Díselo a tu cara.- Comenzó a reír. -¿Estabas llorando?- Se encogió de hombros.


-¿Puedo ayudar?-18
-Escucha mis disculpas por lo que pasó en el arroyo.- Asentí y le di la pauta para que
siguiera. – No fue por repulsión a ti.-105

-¿Gracias?- Le respondí sarcástica.

-Sólo quiero que sepas que no fue por ti.- Se veía bastante afligida, hice un intento por
acércame a ella y de inmediato dio un paso hacia atrás. Comenzó a llorar y salió
corriendo.491

-¡Ana!- Podría correr detrás de ella y perderme o podía esperarla a mañana.- ¡Mierda!- Ni
siquiera sentí el viaje de regreso a casa, por alguna razón estaba furiosa. Molesta conmigo
por haber ido al estúpido bosque, por encontrarme con ella, por disculparse, por todo. Esto
es tan irritante. Ella es irritante. ¿Qué pasa con Ana?, ¿cuál es su problema? Dijo que no
había sido yo pero en cuanto intenté acercarme ella se aleja. Una parte de mí repele a la
rubia pero otra parte de mí comienza a intrigarse por su errático comportamiento.63

Decidí tomar una larga ducha, la necesitaba. Necesitaba enfocar mi mente en algo más y
quizá eso podía ayudarme. Puse la lap muy cerca del baño y puse música al más alto
volumen. Necesitaba acallar lo que pensaba de alguna manera u otra. De nuevo, Till
Lindemman y compañía fueron los indicados y vaya que sirvió. Me solté y pronto me
encontraba bailando y cantando cual loca en la ducha, me olvidé de todo y simplemente
disfruté. Después de no sé cuánto tiempo, salí de la ducha sólo con una toalla enrollada en
el cuerpo; justo en ese momento tocaron a la puerta.19

-¿Quién?-1

-Norma.- Abrí a puerta.

-Pasa, por favor.-

-Ve a cambiarte. Te espero.- Su tono era muy solemne; asentí y rápidamente me metí a
mi habitación para cambiarme. Me puse unos shorts rojos, una blusa blanca sin mangas
y unas

37
sandalias sencillas, ni siquiera me tomé la molestia de desenredarme el cabello. Regresé
a la sala en donde Norma estaba, tensamente sentada en el sillón de una plaza.

-¿Qué pasa?-

-¿Qué le hiciste a Ana?-111

-¿Yo?, ¿qué demonios te hace creer que le hice algo?- De inmediato me puse a la
defensiva.12

-Recién hablé con el pastor y me dijo que Ana estaba muy mal. Llegó llorando a
casa y simplemente dijo que la pasó mal en el bosque.-48

-¿Y piensas que fui yo tuve que ver con eso?-

-Sé que fuiste tú. Te vi salir en dirección a allí hace rato.-

-¿Me espías? No lo puedo creer.-


-Lara, ¿Qué pasó?- Ignoró flagrantemente mi acusación.

-¡Nada! Fui a pensar un poco y de la nada se apareció. Se disculpó por una diferencia
que tuvimos y cuando intenté acércame a ella salió corriendo.-

-No lo creo.-53

-Me vas a disculpar pero me importa una mierda lo que pienses.- Estaba muy

molesta.50 -No te pases.- Advirtió.176

-¡Entonces no me acuses de cosas que no sabes! Para tu información ella ya estaba llorando
cuando ella llegó a mí. Pueden preguntarle a ella; aunque quizá diga que la golpeé. Con lo
exagerada que es.- Norma me veía buscando algún dejo de mentira en mi rostro. –Soy un
total desastre pero no miento. A veces omito pero no miento.-135

-Lara, ya te lo he...-

-Me gustaría irme a la cama, si no te molesta.- Asintió.

-Hasta mañana.- No hubo respuesta mía y sin más salió de la casa. Esto ya era demasiado;
no nos agradamos, perfecto pero, hacer un drama por encontrarse conmigo en el bosque
era simplemente excesivo. La poca simpatía que comenzaba a crecer en mí hacia ella se
esfumó por completo. Llegué a la conclusión de que todo funcionaría bien en este lugar
menos mi relación con la rubia.65

La mañana llegó muy rápido; como se comenzaba a hacer costumbre, las aves fueron mi
despertador muchísimo antes de la hora debida. De muy mal humor me levanté y fui
directamente a la ducha en la cual permanecí más de lo necesario. ¿Cómo lidiaría con la
rubia hoy? Lo de ayer fue mucho y necesitaba explicaciones; ahora sí las necesitaba. Me
vestí con la ropa deportiva que dejé arreglada desde ayer y me puse mis Asics
Gel-Netburner anaranjados. Mis favoritos. A pesar de tener varios meses sin jugar voleibol
me di el lujo de comprar (con dinero de mis padres) este par de tenis que eran
simplemente hermosos. Desayuné rápidamente y justo a las seis y media esperaba por
Norma en la entrada de su puerta. En cuanto la vi salí, no esperé por los buenos días y
comencé a caminar delante de ella. Sólo quería que viera que iba a la escuela, no estaba de
humor para charlas.12

38
Mi primera clase era historia y olvidé por completo que tenía que hacer la presentación así
que me di a la tarea de improvisar; tomé unos marcadores para pizarrón y comencé a
dibujar un mapa conceptual de las cosas más relevantes de la primera guerra mundial. Me
llevó aproximadamente quince minutos terminar todo el mapa, leía y leía para evitar omitir
algo importante pero lo único que constantemente veía a mi mente era la rubia. Tonta.
Pegué mi frente al pizarrón y la dejé descansar ahí por varios segundos.8

-Apenas comienza el día y ya te veo cansada, ¿todo bien?- Pegué un brinco al escuchar la
voz del profe Guadalupe.19

-No tanto.- Le contesté. Me sonrió simpáticamente y se dedicó a contemplar la


información que había en el pizarrón.
-Muy bueno, Lara, muy bueno.- Tomó un sorbo de la taza de café que llevaba en la
mano. - ¿Cuánto tiempo necesitas para esto?-

-Unos veinte minutos serán suficientes.- Asintió.

La clase pasó bastante rápido, mi exposición se prolongó por más de media hora y buscaba
que mis compañeros prestaran atención haciéndoles preguntas constantemente sobre lo
que había dicho. Nadie se durmió así que lo tomé como algo bueno. Para mi sorpresa la
rubia no apareció. De seguro seguía en casa llorando. El siguiente modulo era educación
física y vaya que lo necesitaba. Nos dirigimos al domo y casi lloro al ver la red de voleibol
puesta. La profe era alta, con el cabello rizado y corto pero lo que más se notaba era su
nariz que era algo grande. Nos acercamos hasta quedar a unos metros de ella.58

-Tú debes ser Lara, ¿cierto?- Asentí. –Bueno, este parcial trabajaremos con voleibol, espero
te guste.- Asentí de nuevo. Si tan sólo supiera. Los primeros minutos los usamos para
estirar y calentar. Cuando eso ya estaba hecho la profe hizo sonar su silbato. –Quiero al
equipo uno y tres en cancha.- Gritó la profe y mis compañeros de muy mala gana se
acomodaron en sus posiciones. -¿Ya jugaste alguna vez?-

-Sí. Era parte del equipo de mi escuela en Texas.-

-¿Cuál era tu posición?-

-Libero.-124

-Estás muy alta para ser libero.- Para el promedio de estatura en México mi metro
sesenta y ocho era ser alta.496

-Me encantaba trepar árboles cuando era pequeña y escapar de las niñeras.
Tengo habilidades.- Le sonreí.3

-Veamos que traes. Estarás en el equipo dos, ya que Ana no vino.- Genial, tendría que
remplazar a la odiosa. –No te cohíbas.- Con una enorme sonrisa. Esperamos a que alguno de
los equipos hiciera diez puntos. Finalmente el equipo de Liv ganó. Ahora tocaba el turno del
equipo dos y el cuatro. –Ve al saque Lara.- Tomé el balón y me acomodé para sacar; cuando
comencé como izquierda tenía todo un ritual al sacar y así lo hice, necesitaba volver a jugar.
Mi concentración terminó cuando escuché a Ofelia hablar con otra compañera.4

-Me preocupa que Ana no haya venido, quizá se enfermó de nuevo.- El simple hecho de
escuchar su nombre hizo que todo lo que pasó ayer regresara a mí y tan pronto como
escuché el silbatazo levanté la pelota y con toda la fuerza que pude estiré mi brazo para
encontrarme

39
con el balón en el aire. Sabía que había sido un buen saque por el sonido del golpe y
corroboré mis sospechas cuando Ángel recibió el balón en el pecho, iba tan rápido que ni
siquiera tuvo tiempo de meter las manos. Las risas de mis compañeros no se hicieron
esperar cuando cayó al piso y se sobaba el pecho. Corrí a donde estaba él.40

-Ángel, lo siento muchísimo.- Casi a la par que yo llegó la profe Mónica.

-¿Profe?- Preguntó el afectado.

-¿Te sientes bien, Estrada?-14


-Quiero estar en el equipo dos.- Todos lo que estábamos cerca estallamos en risas de
nuevo.21

-Lara, ven conmigo.- Estoy en problemas. Sin decir nada la seguí y con temor vi que nos
dirigíamos a la dirección. Ella me dijo que no me cohibiera y eso hice pero creo que fue
algo excesivo. Tocó a la puerta.12

-Adelante.- Escuché la voz de Norma. Pasamos e incómodamente me quedé parada junto


a la profe. -¿Qué pasa, Mónica?-

-Pasa que ya tengo a mi asistente para los entrenamientos por las tardes.- Dijo con
una enorme sonrisa. La quedé viendo incrédula.116

-¿En serio?- Pregunté.

-Pregúntale al pecho de Ángel si estoy en lo correcto.- Reí.

-Podemos arreglar sus horarios, Mónica. Como bien sabes ella tiene que trabajar para
pagarse su estancia aquí.-

-Lo sé y por eso vine directamente contigo. Nunca dije que fuera a ser gratis; puedo darle
cien a la semana.-127

-No...- La mujer alta levantó la mano para que dejara de hablar.

-Sí sabes hacer algo bien nunca lo hagas gratis, Lara. Y vaya que esto se te da.- Norma se
veía muy pensativa.85

-De acuerdo. Hablaré con el pastor y te haré saber sus horarios, ¿te parece?-

-Creo que al fin podremos ganar un partido.- La profe se veía bastante entusiasmada.
Regresamos al domo donde mis compañeros hacían graciosas imitaciones de lo que
había pasado minutos atrás. De nuevo me acerqué al chico de belleza abstracta.39

-Lo siento mucho, Ángel. En serio.-

-No te preocupes, el pelo en mi pecho amortiguó el golpe.- Se bajó levantó la playera y por
"pelo en pecho" se refería a cinco miserables pelos esparcido en su pecho pero lo más
notorio era la marca del balonazo. Incluso la profe Mónica comenzó a reír. Seguimos
jugando por varios minutos más, todos pidieron cambio al equipo dos lo cual la profe
rechazó. La chicharra que marcaba el receso sonó y todos corrieron de regreso al salón.50

-Nos vemos mañana, Orozco.- Gritó la mujer con cabello corto. Levanté mi pulgar hacia ella
mientras me alejaba del lugar. La plática del desayuno, de nuevo se centró en el golpe a
Ángel y sorpresivamente en la ausencia de la rubia.

40
-Los días sin la perdedora son tristes, no hay a quien molestar.- Todos en la mesa
aplaudieron al "graciosísimo" comentario de Liv.33

-¿Por qué te cae mal?- Pregunté.1

-Es estúpida, es patética, es aburrida... ¿qué más?- Preguntó a los de la mesa.52


-Es virgen.- Contestó una de las chicas menudas, no recordaba si era Liz o Paola.
Todos rieron.322

-No se necesita más para odiarla.- Tomó de su jugo de naranja. –No me digas que trabajar
con su papá te ablandó el corazón.- Negué.1

-Para nada. A mí tampoco me agrada.- Se acercó más a mí y me

abrazó.61 -Eres perfecta para el clan.-147

Recién terminaba de comer y me preparaba para irme a la iglesia a cumplir con mi trabajo;
no llevaba la mochila porque estaba segura que de nuevo no tendría asesorías de
matemáticas. Eran pasadas de las tres y media y sabía que llegaba tarde. Corrí tan rápido
como pude, con mi iPod y audífono en mano; me dije que el baño había sido en vano
porque de nuevo me encontraba sudando. Al llegar a la iglesia el señor Cardozo estaba
solemnemente para afuera.

-Vienes tarde.- No había reproche era como una observación.

-Lo sé, señor. Lo siento. Aún me estoy adaptando a hacerme mi propia comida.-

-Me alegra saber que expandes tus habilidades.- Me entregó una cubeta de pintura y una
brocha. –Las pilastras detrás de la iglesia aún no estaba pintadas. Pinta tanto como
puedas y eres libre de irte a casa.-20

-De acuerdo.- Lo sabía. No asesorías. Me puse los audífonos y me dejé llevar por la música.
Las pilastras eran las que hacían contraste con el resto de la edificación ya que eran
moradas y honestamente, se veía muy bien. Pintaba y cantaba, de vez en cuando bailaba.
Buscaba la manera de hacer un poco más entretenido. Incluso me sentí con en "Karate
Kid" y movía la brocha rítmicamente de arriba para abajo. El sol comenzaba a ocultarse y
estaba ya cansada por lo que creí conveniente regresar mis instrumentos de trabajo
adentro. El señor Cardozo leía en una de las bancas con sus gafas de marco negro sobre su
nariz. Se veía algo gracioso con ellas puestas.43

-He terminado... por hoy.- Anuncié cuando estuve más cerca de él.

-Deja las cosas aquí, dulce Lara. Yo las llevo adentro.- Asentí. -¿Gustas quedarte a la

misa?-92 -No creo que se me dé estar en las misas, señor. Pero agradezco la oferta.- -Eres

bienvenida siempre.-

-Gracias, señor. Nos vemos mañana.-7

-Pasa una buena noche.- Esta vez no hubo protocolo de despedida, simplemente salí de ahí.
Al llegar a casa me metí de nuevo a la ducha ya que estaba muy sudada, primero por haber
corrido para llegar a tiempo y después por el tiempo que pasé pintando. Era algo que
odiaba y amaba de mi cuerpo. Sudaba mucho lo cual ayudaba a perder calorías muy rápido
pero, sudaba mucho por la más mínima actividad y a veces era muy incómodo. Después de
la ducha me dispuse a terminar las tareas; ya que no había mucho por hacer no me queda
de otra que

41
hacer las tareas. Hoy no habría paseo por el bosque o por el arroyo o por cualquier lugar
que propiciara un encuentro con la rubia. Y no creo que haya un paseo pronto.59

Pasadas las nueve de la noche estaba intentando entender los demás juegos de cartas
de la computadora pero era inútil. Quizá porque jugar cartas no era de mi total agrado
pero si quería estar "entretenida" por un rato quizá lo mejor era entenderle a esto.
Estaba por comenzar una partida de "Carta Blanca" cuando tocaron a mi puerta.12

-¿Quién?-5

-Norma.- ¿Se enojaría si le decía que no había nadie en casa? –Traigo café y galletas.-
Dijo cuando abrí la puerta. Le hice un gesto con la mano para que pasara. Fui por dos
tazas y las dejé en la mesa de la sala. –Lamento lo que pasó.-46

-Está bien.-

-No, no está bien. Creo que mereces el beneficio de la duda, Lara y no me


comporté correctamente contigo.-

-No fui muy amable para contestarte tampoco.-

-Tenías motivos para estar furiosa y después de lo que le hiciste a Ángel en la clase de
deportes no creo querer hacerte enojar.- Ella sonrió y yo sentí que las mejillas me ardían.

-Fue un accidente.-119

-Ya lo creo.- Sirvió café para ambas y dejó las galletas sobre la mesa. -¿Realmente quieres
ayudar a Mónica?- Preguntó después de varios minutos en los cuales no dedicamos a
comer.

-Totalmente segura. Me hacía mucho bien jugar y creo es buen lugar para canalizar
mi... energía.-21

-Amén.- Ambas reímos. Se quedó pensativa un rato. -¿Qué te hizo pegarle tan fuerte a
la pelota?-2

-¿Debe haber un motivo?-

-Tú misma dijiste que fue un accidente... algo te hizo sacar toda esa fuerza. Vi el pecho
de Ángel.-

-¿Te conformas si te digo que le quería pegar?-

-Creí que no mentías.-

-Quiero omitir la verdad.-115

-¿Tiene que ver con una melena rubia.- Mi silencio contestó. –Lara, ¿qué

pasó?-79 -¿No irás corriendo con el señor Cardozo a contarle?- Me rendí.

-Claro que no. Puedes confiar en mí.-

-El domingo en el arroyo, tomé su mano y la quitó de una forma muy horrible... ayer en
el bosque intenté acercarme a ella y salió corriendo. Me cuesta admitirlo pero me
molesté mucho porque me hizo sentir mal. Como si le diera asco.-6

-Lara, no es eso.- De pronto Norma se veía... ¿triste?21


42
-Tú sabes la verdad, ¿cierto?-72

-Una parte de ella...-

-Y no me dirás nada.-120

-Absolutamente nada. Sólo debes saber que es... es una buena chica. Es muy inteligente y
es muy fácil hablar con ella.-

-Creo que es odiosa, fastidiosa y una pesada.-

-Yo creí que eras una niña mimada y lo eres pero tienes ciertas

habilidades.-38 -¿Lo dices por el voleibol?-

-Lo digo por todo. Tienes unos pocos días aquí y pareces estar

cooperando.- -No tengo opción, Norma. Más que cooperando me debo

adaptar.-1

-Y eso no tiene nada de malo, todo lo contrario. Espero que tu "adaptación" sea de
mucha ayuda para ti.-

-Gracias. Por todo.-

-Me agradecerás mañana que vayas a misa conmigo.-121

-¡¿Qué?!- Casi escupo el café, mientras la mujer de cabello castaño reía a

carcajadas. -Sabía que pasaría algo así.-

-Tengo unas enormes ganas de insultarte.- Dije con rostro serio.

-Pero sé que no lo harás.- Me hizo un guiño y bebió de su café. –Creo que ya es tarde y
ambas necesitamos dormir.- Asentí.102

-Deja las cosas, ya las levanto yo.- Sólo tomó el recipiente donde llevó el

café. -Dulces sueños, Lara.-

-Dulces sueños a ti también.- Se acercó a mí y me dio un pequeño abrazo. –Gracias por


el beneficio de la duda.-

-Ni que lo digas. Nos vemos mañana.- Caminamos juntas a la puerta y esperé a que entrara
a su casa para entrar a la mía. Levanté y lavé los pocos trastes que fueron usados; me
desenredé el cabello y me metí a la cama. La única conclusión que pude sacar fue que
podía confiar en Norma y ella haría un esfuerzo para confiar en mí. A partir de mañana
tendría un nuevo trabajo y me serviría para pagarme los gastos y los más importante,
aparentemente hay algo que causó el comportamiento errático de la rubia y diablos que
me moría por saber que mierda le pasó.
43
CAPÍTULO 4

Con mucho desgano me levanté de la cama; sí, me gustaban las clases; sí, estaba
encontrándole cosas positivas a todo pero el despertarme desde las cinco de la mañana por
los infernales pájaros era una mentada de madre. Ponerme la almohada sobre la cabeza me
asfixiaría y estar echada en la cama no traería nada bueno así que me levanté a hacer algo
decente de desayunar. Intenté de nuevo huevos revueltos; Norma me dijo que
generalmente se acompañan de cebolla y tomate pero, particularmente, no me gusta
ninguno de los dos así que decidí hacerlos simples. No salieron nada mal, tomando en
cuenta que olvidé ponerles sal. Los acompañé con algo de frijol y café. Un vasto desayuno
para comenzar el día. Hoy opté por llevar una sudadera ya que había mucha neblina y se
sentía bastante frío. Justo a las seis y media esperaba a Norma en la entrada de su casa.188

-Buen día, Lara.-1

-Hola, Norma.-

-¿Dormiste bien?-2

-Sí. La parte de despertar tan temprano es la que no me está agradando

mucho.- -Deberías salir a correr o algo para aprovechar tu tiempo.-8

-Cociné.-7

-¿En serio?- Preguntó asombrada mientras caminábamos hacia la escuela. Asentí


orgullosa. - ¿Qué tal?-

-No quemé la casa.-159

-Todo un triunfo.-

-Definitivamente.-

-Hoy hablaré con el pastor para acomodar tus horarios y que puedas ayudar a Mónica
con el equipo.-

-También debo acomodar las tutorías de matemáticas con la rubia.-107

-Bueno, hablaré también con la rubia para que aproveches tu tiempo al máximo.- Llegamos
a la escuela y ambas partimos en rumbos diferentes, ella a su oficina y yo a la clase de
química. Al llegar, para mí sorpresa, ya la rubia se encontraba ahí. Pasé muy cerca de
donde estaba ella
y pasé de largo al final del salón y me senté. Saqué la tabla periódica y me puse a estudiar
en lo que la profesora llegaba. Escuché como se levantó de su lugar y muy lentamente se
acercó a mí.145

-Ya elegí los elementos.- Me dio una copia de la tabla periódica con una mitad de
los elementos pintadas de rojo. –Los que están en rojo son lo que tomé yo.-

-Perfecto.- Tomé la copia sin verla a la cara y continué estudiando. Se quedó parada por
unos segundos. -¿Necesitas algo más?-3

-Lo siento.- Se disculpó.11

44
-¿Por qué?- Ahora sí la vi directo a los ojos. –Una parte de mí quiere colgarte y usarte
de piñata.-34

-No lo entenderías...-30

-Honestamente no sé si quiero entenderlo. Creo que deberíamos apegarnos a lo que


dijimos al principio, sólo a lo que tengamos que hacer y listo. Ninguna lidia con la mierda
de la otra.- Levanté la mano a la altura de su cara. –Ni te atrevas a decir algo... me debes
quedarte callada por la bronca que me echó Norma al creer que yo te había hecho algo.-11

-Nunca dije que tú me hubieras hecho algo.-20

-No, pero ella sacó la conclusión y tuvimos un acalorado intercambio de opiniones.-6

-Te prometo que yo no dije nada en contra tuya.- Me veía a los ojos pero su voz se
escuchaba tan frágil.447

-Como haya sido, eso no se repetirá.- Tomé un largo respiro. –Si nos encontramos en
cualquier lugar, ya sea el bosque, el arroyo o donde sea simplemente nos ignoremos y así
nos evitaremos muchos amargos momentos. Disfruto mucho ir a esos lugares y no quiero
dejar de ir sólo por evitarte.-1

-Lamento haberte asustado.-

-No lo lamentas.- Una ligera sonrisa se formó en su rostro.183

-No.-31

-Bien. Al menos podemos ser honestas la una con la otra.-15

-Buenos días, señoritas.- Entró saludando alegremente la profe Jaqueline.35

-A pesar de que eres un dolor de muelas me gustaría, algún día, ser honesta contigo.-
Dijo la rubia antes de regresar a su lugar. ¿Quiere ser honesta conmigo?, ¿sobre qué?122

-Lara, ¿cómo vas con la tabla periódica?- Levanté la hoja. –Muy bien.- Ahora se dirigió a
la rubia. -¿Están trabajando bien?-

-Todo bien, profe.- Respondió.

-Me alegra saber eso. Eso quiere decir que serán una buena alianza para el futuro.- Quizá
no. La primera parte de la clase fue teoría y luchaba por mantener los ojos abiertos y
captar lo que la profe decía y gracias a los cielos que lo hice... parcialmente, pero puse
atención. La segunda hora de la clase la profe nos entregó cinco hojas con ejercicios para
resolver. Era una locura. Al ver la cantidad de hojas la mayoría de mis compañeros
comenzaron a quejarse. –Llorones pueden trabajar en equipos.- Estaba por sentarse
cuando habló de nuevo. –Lara y Ana juntas.- Liv y el clan comenzaron a reír. -¿Pueden
contar el chiste?- Preguntó la profe dirigiéndose a donde se encontraba Liv y Ángel.129

-El chiste se cuenta solo.- Todos comenzaron a reír de nuevo.57

-Una más, Torres y te vas.- No dijo nada, dirigió su mirada a mí y sonrió burlona. Arrastré
mi silla cerca de la rubia y se veía tan estresada como yo viendo los ejercicios.7

-¿Le entendiste?- Pregunté mientras me acomodaba frente a ella.

45
-No mucho, ¿tú?-

-No más que tú... me debatía entre dormir y poner atención.- Sonrió.54

-La mitad que entendiste tú con la mitad que entendí yo puede dar un entero.-126

-No empieces con matemáticas, por favor.- Comenzó a reír y todos voltearon a nosotras.
–Ok, a trabajar.- Y vaya que nos dedicamos a trabajar, a final de cuentas la rubia tenía
razón, complementamos muy bien las partes que escuchamos de la clase; al terminar ésta
teníamos tres hojas llenas de respuestas.67

-Bien decía yo que hacen muy buen equipo.- Dijo la profe mientras revisaba las hojas con
una enorme sonrisa en el rostro.49

-Bien hecho, equipo.- Susurró la rubia.141

-Yo hice todo así que bien hecho, Lara.-60

-Claro que no.- Frunció el ceño.

-Es una broma, majestad.- Se relajó de inmediato. –Ya sé que nunca aceptarías que sé más
que tú.-165

-Es que no sabes más que yo.-8

-¿Quieres apostar?-

-Lo que quieras.-Me desafió.73

-Te vas a arrepentir, rubia.-

-Vas un semestre atrasado.-

-Por floja no por ser estúpida. Lo corroboraste en la clase de

historia.-277 -Suerte.-8

-Sabes tan bien como yo que no fue suerte.- Ambas sonreíamos. -Elige dos materias que
te cuesten.- Se llevó el dedo índice a la boca y su mirada nunca se despegó de mí.10

-Inglés y deportes.- Comencé a reír.83


-Dos de mis fuertes.- Me quedé pensando momento. –Trigonometría y

química.-50 -Mis fuertes.- Sonrió aún más.33

-Perfecto. No podemos salir con menos de nueve en ambas materias.-

-¿Nueve?- La sonrisa no desapareció.

-Nueve.- Lo pensó unos momentos.147

-Mejor diez. Que sea un verdadero reto.- Sonreí y le extendí la mano. Sus facciones
cambiaron por completo y se veía muy estresada. Abrió mucho los ojos y comenzó a
respirar rápido y muy fuerte.267

-¿Ana?-141

46
-Lo siento.- Vi lágrimas en su rostro pero antes de decir algo salió corriendo del salón. No,
no de nuevo. Corrí tras ella, salió del edificio principal y se dirigía a la parte de atrás del
domo. Me llevaba unos metros de ventaja pero al menos sabía su ubicación. Escuché sus
sollozos, tomé un largo respiro y me acerqué donde estaba ella. Sentada, con las rodillas al
pecho y la cabeza entre éstas, su lindo cabello rubio la cubría. Cuidadosamente me senté
frente a ella, dejando suficiente espacio entre ambas.172

-Deja de huir.- Pegó un gran brinco cuando me escuchó.1

-¿Qué haces aquí?- Sus ojos rojos me veían con tristeza.

-Deja de preguntarme eso.- Nos quedamos viendo unos instantes. –Quiero saber que pasa.-
Negó con la cabeza. –No hemos tenido el mejor comienzo pero te he visto llorar y he
decidido que no me agrada eso. Y menos que salgas como loca del salón cuando parecía
que habíamos pasado un buen tiempo sin pelear.- Volvió a poner la cabeza entre las
rodillas. –Si quieres llorar, hazlo. No me voy a mover de aquí hasta que te sientas bien.- Y
vaya que se echó a llorar. Con una enorme tristeza que hacía mucho no sentía me quedé
contemplándola por varios minutos. ¿Qué la tenía así? Y lo más importante, por qué de
pronto me importaba. Pero como siempre tomé una decisión sin meditar y corrí tras ella.
No me arrepiento pero no me gusta la forma en que esta situación me hace sentir. Mucho
tiempo después su respiración se controló y los sollozos cesaron. -¿Mejor?- Asintió.
-¿Necesitas algo?-108

-No te vayas aún, por favor.-458

-No iré a ningún lado.- Me sonrió levemente. Me quité la sudadera y se la di.


–Límpiate la cara.-240

-No...-

-Límpiate la cara... por favor, majestad.- Tomó la sudadera por una de las mangas y con
cuidado se limpió. –No te contengas. Límpiate bien.- Así lo hizo. Ahora su cara estaba sin
rastros de lágrimas y lo único que la delataba eran sus ojos rojos e hinchados y el tinte rojo
de su piel. Dobló pulcramente la sudadera y la dejó a un lado de ella.176
-Mañana te la traigo lavada.-43

-Debería darte mi ropa para que te limpies y evitar lavar.- Comenzó a reír. Me veía directo a
los ojos.149

-Tus ojos están más oscuros que hace rato.-5

-Se ponen oscuros cuando algo no me agrada.-68

-Si no quieres estar aquí lo entiendo.-

-No lo dije por estar aquí contigo. Lo dije por la situación que nos trajo aquí.-
Inmediatamente fijo su vista a otro lado. –No te pido que me lo cuentes, sólo te pido que
hables con alguien y que busques ayuda a lo que sea que esté pasando.- Su vista se
mantenía fija en el pasto debajo de nosotras, mientras nerviosamente jugaba con sus
dedos.7

-No soporto que me toquen.- Habló después de varios minutos en total silencio. Esperé...
en realidad no esperaba que me dijera algo y me suelta algo así. No soy muy perceptiva
pero que esto la tuviera así implicaba algo malo. ¿Qué debía decir?, ¿qué se dice en estas
situaciones? – Debes pensar que soy patética.-212

47
-No, Ana. Es sólo que no sé qué decir.-

-No se lo digas a nadie.- Dijo afligida.

-¿Crees que haría algo así?- Sus ojos se posaron sobre los míos y segundos después negó
con la cabeza. –Bien. Porque no lo haré. Sólo haré carteles con la información y voy a
pegarlas por toda la escuela.- De nuevo se puso tensa. –Estoy bromeando, majestad.-216

-Eres fastidiosa.-14

-Lo sé.- Estaba por agregar algo cuando la chicharra sonó anunciando el receso. -¿Quieres
regresar allá?- Asintió. Me puse de pie rápidamente y estuve a punto de tenderle la mano
para levantarla pero de inmediato la puse detrás de mi espalda. Afortunadamente no se
dio cuenta de lo que traté hacer. Cuando estuvo de pie frente a mí esbozó una pequeña
sonrisa.109

-Gracias.-

-De nada.- Una brillante idea vino a mí. –Levanta tu mano, como si fueras a hacer
un juramento.- Me vio confusa. –Confía en mí.-

-Pides mucho.- Sonrió.17

-Fastidiosa.-

-Lo sé.- Después de unos segundos levantó la mano derecha, di un paso para quedar un
poco más cerca. Nunca rompí el contacto visual, se alteró al verme más cerca pero ahora
no se quitó. Levanté mi mano izquierda y la dejé a unos centímetros de la de ella, a la
misma altura.147

-Estamos sellando el pacto de obtener por lo menos un nueve en nuestras


respectivas materias favoritas. Y la que pierda tendrá que darle algo a la otra.-126

-Eso no era parte del trato.-2

-Ahora lo es, tonta.- Escuchamos las voces de Liv y el clan y ella de inmediato dio un paso
hacia atrás.2

-Debo admitir, Lara que ni yo la he hecho llorar. Felicidades.- Y quedó viendo a la rubia de
una manera que me hizo sentir nauseas. No me agradaba la rubia pero lo de Liv era
excesivo.31

-Aléjate de mí, Lara.- Dijo la rubia para mi sorpresa y salió corriendo de ahí. Todos
comenzaron a reír.35

-Esto merece un festejo en el bosque.-

-Definitivamente.- Dije viendo como la rubia se alejaba.252

El resto del día pasó extremadamente lento, evité contacto tanto con el clan como la rubia
hasta que llegó la clase de trigonometría en la cual me obligaron a trabajar con ella.
Simplemente hablamos de cosas de la clase y con algo de molestia me di cuenta que estaba
evitando el contacto visual conmigo. ¿Ahora qué le pasó? Generalmente la rubia se
quedaba al final de la clase esperando que todos salieran, ahora entendía porque, pero esta
vez fue la primera en salir corriendo de ahí. Estaba por alcanzarla cuando Liv apareció en mi
campo visual.29

-¿Qué le hiciste para que llorara?-

48
-¿Ah?-

-¿Qué le hiciste a la monja para que llorara?-263

-Nada. Es bastante sensible, no se necesita mucho.-67

-Yo llevo jodiéndola desde que vino y nunca se había comportado así. Algo debiste haber
dicho o hecho.- Liv realmente estaba interesada en el tema.

-Le dije que era una tonta.-62

-¿Y ya?-

-Sí.-

-¿En serio?-

-Sí, maldita sea. Sólo dije eso.- Contesté molesta.

-Alguien necesita un buen revolcón.-133

-No me quieres de enemiga, Liv.- Comenzó a reír y me abrazó.19

-Te quiero hacer un altar.- Su sonrisa mostraba sus níveos y perfectos dientes. Era guapa, su
cabello castaño debajo de sus hombros, completamente liso. Poseía facciones muy finas su
nariz era pequeña y derecha, boca grande con una espléndida sonrisa y ojos azules.
Atractiva pero con una necesidad de estar fastidiando a la gente. Porque lo poco que
conocía fastidiaba a todos pero centraba su atención en la rubia.155
-¿Por qué te cae tan mal?-

-Todo el puto lugar la tiene como una santa y yo creo que es una mosca muerta necesitada
de atención.-85

-¿Le tienes envidia?- Volvió a reír a carcajadas.9

-Envidio primero a una cucaracha antes de envidiar a la imbécil esa.- No, no le agradaba la
rubia en absoluto. Me llevó abrazada hasta la salida de la escuela cuando estábamos por
partir a lugares diferentes hablé.47

-¿A qué hora celebramos?-8

-Depende de tus horas de trabajo.- Dijo con una sonrisa burlona.3

-Estoy libre entre las ocho y las nueve.-

-Bueno, ya sabes dónde encontrarnos.-

-Te veo más tarde.- Me hizo un guiño y se alejó del lugar.31

-Eso no es algo bueno.- Pegué un brinco al escuchar la voz de Norma detrás de

mí.21 -Es convivencia.-1

-Que incluye alcohol y cigarros.-

-Me voy a limitar. No te diré que no saldré con ellos porque me agradan y es muy
divertido. Pero tengo el beneficio de la duda por parte de alguien...- La quedé viendo.11

49
-Sólo no quiero que faltes a tus compromisos.-

-Iglesia a las tres y voleibol a las cinco.-

-Tus asesorías las moví para el fin de semana.-1

-Perfecto.-

-Habla con ella hoy para ponerse de acuerdo con la hora.-

-Lo haré aunque no creo necesitar más de dos.-

-¿Tan pocas?-

-Soy buena.-

-No lo dudo.- Me sonrió. Nos vemos más tarde.- Ahora tenía un pacto y quería ganarlo a
como diera lugar.

Llegué a casa y mis ganas de cocinar eran proporcionales a mis ganas estar en este lugar así
que comí una deliciosa taza de cereal; y luego otra; y una más. Recordé que después de la
iglesia iría con Mónica así que necesitaba energías. Me puse unos shorts, mis Asics y una
playera blanca; estaba lista para mis compromisos. Inusualmente contenta caminé a la
iglesia, esperaba con ansías que dieran las cinco de la tarde para correr a la escuela y jugar.
Era como comer unos tacos después de estar a dieta por varios meses. Necesitaba volver
al ruedo. Al llegar me encontré con la rubia esperando en la puerta principal con una
cubeta y una brocha.21

-Papá me dijo que terminaras lo que dejaste pendiente ayer.- Ni siquiera se dignó en
voltear a verme.

-Ana, ¿qué pasó hace rato?-

-Nada.-

-Eres tan desesperante.- Ahora sí me vio a los ojos.

-Estamos en sintonía.- Sin decir más se metió. Cada vez veía más factible la posibilidad de
colgarla de un árbol. La alegría de unos momentos atrás descansaba en paz ahora. ¿Qué
maravillosa habilidad tenía la rubia para enfadarme tanto? No era que se necesitara mucho,
pero lo de ella debía ser un récord. Un día "con ella" era una montaña rusa de emociones.
Trabajamos bien por la mañana; me dijo algo que, obviamente, nadie sabe y después corre
como loca pidiéndome que me aleje de ella. Sí, muchas cosas pueden llegar a funcionar
menos ella y yo.153

Me dediqué a mi actividad, ni siquiera me tomé la molestia de ponerme los audífonos.


Estaba tan de mal humor que ni siquiera quería escuchar música. Con horror me di cuenta
que la única persona que me ponía de un humor así era la bruja; genial, me aleje de esa
loca y me encuentro con este dolor de culo.102

Terminé faltando quince minutos para las cinco y me detuve porque me quedé sin pintura.
Di unos pasos hacia atrás y me di cuenta que unas partes estaban más pintadas que otras;
había hecho mal mi trabajo y esto me hizo enojarme aún más. Había desperdiciado
pintura, no avancé mucho y debía pedir una disculpa con el señor Cardozo. Bufando entré
a la iglesia para

50
dejar las cosas en su lugar y largarme a la escuela. La rubia se encontraba leyendo en una
de las bancas.

-¿Dónde puedo dejar esto?- Hasta yo me sorprendí de lo enojada que me escuchaba.95

-Em... este... déjalas aquí.- Me veía con algo de temor. Prácticamente dejé caer el bote y
eché dentro la brocha. Sin más me di la vuelta y corrí a la escuela, no quería llegar tarde.
Cuando llegué al lugar Mónica ponía la red. Vestía unos shorts negros y una playera
igualmente negra. Debía estar asándose con el terrible calor.29

-Hola, Lara.-

-Hola.-

-¿Mal día?-

-Un poco.-

-Bueno, nada que una buena dosis de voli no arregle.- Me sonrió y yo simplemente asentí.
Ayudé a terminar de poner la red y la ayudé yendo por los balones a una bodega dentro de
la escuela. Cuando regresé había unas diez chicas esperando en la cancha, entre ellas
Ofelia y Paola. Dejé la bolsa con los balones cerca de Mónica, quien hizo sonar su silbato.
–Hola, niñas. Hoy se integra a los entrenamientos Lara y sé que nos será de mucha ayuda
porque ha tenido experiencia jugando y es muy buena.-4

-Ángel lo puede corroborar.- Dijo Paola, y dos chicas de mi salón, Mónica y yo nos
largamos a reír.

-Lara, estiramiento y calentamiento.- Me indicó. Asentí.

-En círculo, por favor.- Esto era nato para mí. Aquí estaba en mi zona de confort, aquí nada
ni nadie me molestaba, aquí era yo misma. –Comenzamos con cuello. Contamos hasta
ocho.- Mostré lo que debíamos hacer. –No las escucho, chicas.- "La actitud y las ganas se
muestran desde el calentamiento en cada entrenamiento" era el mantra de mi coach en
Texas. Y vaya que teníamos un buen grupo, una buena base de jugadoras y un buen
ambiente de entrenamiento. Éramos una familia. Y la decepción de la coach al sacarme
del equipo fue lo que más me dolió; ella confiaba en mí y yo la defraudé. Y ahora, de
nuevo, me encuentro con una mujer que no quiere más que ayudarme. No cometeré el
mismo error dos veces.70

Cuando el calentamiento terminó tenía la playera algo sudada y vi que muchas de mis
compañeras se veían algo fatigadas. Esto apenas era el comienzo. Busqué a Mónica
para decirle que ya estábamos listas y la encontré poniendo uno conos en la línea de
base de la cancha. Me acerqué a ella.3

-Terminamos.-109

-Bien.- Dijo con una sonrisa. –Chicas para acá.- Las chicas se acercaron con unas ganas que...
me hicieron bostezar. Tenemos que trabajar en la actitud y mucho. –Laterales, de aquí a
acá.- Señaló a los conos. –Después al frente y recepción dirigida.- Las chicas se veían entre
ellas. – Lara.- Hice lo que indicó sin ningún problema. Di pasos laterales de cono a cono y
rápidamente corrí al frente para esperar el balón que Mónica lanzó el cual regresé de
nuevo a ella con la recepción. -¿Ven? Fácil.- Dijo muy alegre. La mayoría de mis compañeras
me veían como si quisieran atravesarme con la vista.

51
Y la parte física del entrenamiento concluyó con malas caras hacia mí y unas sonrisas
simpáticas por parte de Ofelia. Estaba acostumbrada a los malos gestos y ellas tendrían
que acostumbrarse a verme constantemente. Mónica armó dos equipos; ¡sí! Partido.
Mónica quedó en un equipo con Paola y una chica bajita de ojos rasgados que voleaba
muy bien, Belém, si no mal recuerdo; ella sería una buena acomodadora. En mi equipo
quedó Ofelia y otras chicas que no estaban tan mal pero podrían estar mejor. Y con el
entrenamiento lo lograríamos.29

La "cascarita" comenzó con el equipo de Mónica sacando, fácilmente recibí la bola y la


pasé a Bety, una chica zurda que también era muy buena con el voleo. Ella sin esfuerzo
hizo llegar la bola al otro extremo donde Ofelia intentó rematar; lo logró pero la pelota
llegó fácilmente a donde estaba la otra acomodadora que de inmediato subió la bola para
Mónica. Ésta sin miramientos golpeó fuerte con dirección a mí; apenas alcancé a meter
las manos para defenderme, o hubiese quedado con la marca del balón en la frente.35

-Alguien está oxidada.- Dijo la mujer alta y todas comenzaron a reír.


-Hazlo de nuevo.- Dije con una enorme sonrisa. Bueno, la práctica estuvo lleno de risas y
golpes entre Mónica y yo. Esto fue bueno para mi relación con las del equipo, entendieron
que por más buena que una sola jugadora pueda ser, las otras cinco son igual de
fundamentales. Betty se convirtió rápidamente en mi cómplice y parecía que hubiésemos
jugado juntas toda la vida. El momento cumbre llegó en el punto final cuando Mónica y yo
coincidimos frente a la red. Belém acomodó el balón a la mujer de cabello corto y yo
brinqué al bloqueo... Fallé. Aunque logré tocar el balón no fue suficiente para detenerlo.
Las del su equipo comenzaron a brincar de alegría. –Buen juego, chicas.- Me volteé y
choqué cinco con cada una de mis compañeras. Tenía la playera pegada al cuerpo de tanto
sudor y agradecí por traer un top negro o estaría dando un buen show.246

La noche comenzaba a caer y para mi sorpresa la mayoría de mis compañeras se


despidieron de mí. Ayudé a quitar la red y a guardar los balones. Al entrar a la escuela
aproveche a tomar un poco de agua ya que, tontamente, olvidé traer algo para
hidratarme. A mi regreso Mónica estaba con la red pulcramente enrollada bajo su brazo
derecho y sonreía.

-Buen partido.-

-Me aplastaste.- Comenzó a reír.

-Un poco.- Ahora yo reí. –Pero eres muy buena. Es una pena que no hayas seguido.-

-Si hubiera seguido no estaría aquí... y una parte de mí, que quizá esté drogada, le agrada
estar aquí ahora.- La risa de Mónica era incontenible. –Que conste que te voy a bloquear un
día de estos. Sólo necesito entrar en ritmo de nuevo.-

-El día que me bloquees te doy doscientos pesos.-66

-Trato.- Dije de inmediato.

-Mi dinero está a salvo.- Sonreía mientras caminábamos fuera del domo.

-No por mucho.- Nos despedimos con un abrazo y partimos a nuestros hogares. Llegué a
casa de inmediato me metí a la ducha. Mi humor había estado muy inestable hoy pero
ahora estaba muy contenta. Contenta con ayudar, contenta por jugar, contenta por conocer
gente nueva, contentar por jugar, contenta por el reto con Mónica, contenta por jugar...
Contenta por jugar

52
y lo que derivo de esto. La canción LDN vino a mi mente y de pronto recordé que me
faltaba algo, mi iPod.93

-Mierda- Y ahí va de nuevo mi alegría. -¿Cómo puedo ser tan estúpida?- Terminé de
bañarme rápido y me cambié para ir al bosque. La computadora marcaba las ocho y media
de la noche y el clima era perfecto, ni frío ni caluroso. Estaba en un pueblo pequeño y eran
personas muy amables quizá debería preguntar por mi valioso aparato mañana por la
mañana. Acercándome al bosque podía escuchar las carcajadas del clan y estoy casi segura
que las risas tenían que ver con Ángel haciendo una tontera. Y no me equivoqué, cuando
llegue a ellos Ángel colgaba de un árbol y hacía sonidos de mono. Me uní a la risa.9

-Vino mi chica.- Dijo Liv acercándose a mí, abrazándome con una mano y entregándome
una cerveza con la otra, la cual acepté y bebí. –Por hacer llorar a los perdedores.-253

-¡Salud!- Dijeron los del clan. Incómodamente bebí porque recordé que esto era por la
rubia, la cual me sacaba de mis casillas pero me había confiado algo muy importante para
ella y aún no sabía por qué.24

-Juguemos.- Gritó Liv y todos comenzaron a gritar emocionados.

-Nada de esconderse, por favor.-

-No. Vamos a jugar a "yo nunca".- Todos me quedaron viendo. –Decimos algo y si lo has
hecho bebes.- Este juego me emborrachó muchas veces.76

-De acuerdo.- Nos acomodamos lo mejor posible de manera que quedamos en un casi
círculo en donde todos nos podíamos ver. –Comienzo yo.- Todos asintieron. –Yo nunca he
estado en la detenida.- Liv y yo bebimos.4

-Recuerda que no hay muchas cosas emocionantes en este puto lugar. Así que habla de
gallinas y vacas.- Risas de nuevo. Dios, esta mujer era horrible pero me agradaba mucho.
– Voy.- Meditó un poco. –Yo nunca me he acostado con un maestro.- Liv bebió, yo
también y sorpresivamente Ángel también.- ¿En serio?- Me preguntó.224

-Bueno, era un asistente pero estaba muy bueno.-

-¿Ángel?-

-¿La señora del aseo cuenta?- Escupí la cerveza que estaba bebiendo.132

-No sé cómo puedes ser tan retrasado.- Dijo Liv molesta mientras los demás
reíamos a carcajadas.

-Voy.- Dijo Liz entusiasmada. –Nunca he besado a una chica.- Los ojos de Liv me veían
atentos y segundos después bebió, al igual que Liz y Ángel. Me reí de éste último. Era
imposible este chico.219

-Me cuesta creer que nunca hayas besado a una chica.-

-No son lo mío, Liv.-345

-¿Ni un beso?-

-Alguien en una borrachera dijo que me besé con una de mis mejores amigas pero no
lo recuerdo y ella tampoco.-11

53
-Que conveniente.-

-Sí beso a alguna chica te lo haré saber.-1

-Besa a la monja.- Dijo Liz. Pero su comentario no hizo eco.167

-¿Y tú a quién besaste?- No quería hablar de la rubia. Agachó la cabeza.

-A Yuri.-128

-¿Quién mierda es Yuri?- Espetó Liv.19


-La chica de quinto. Juega fútbol.-

-Las tortillas siempre juega fútbol. Que asco.-418

-Tú también besaste a una chica, entonces tú también das asco.-

-Yo probé. Es diferente.-75

-No te quita lo tortilla.- Las risas no se hicieron esperar y ella me veía

molesta.51 -Algo me dice que sí lo has hecho.-

-¿Tu vibras tortilla?- Ahora ella también comenzó a reír.83

-¿Se imaginan que alguien besara a la monja?- Dijo Ángel.159

-Deberías aceptar la propuesta de Liz y besar a la monja, Lara. Serían las tortillas nerd
del pueblo. "La Virgen Tortilla"- Oficialmente esto era un desmadre. –Sí la besas te
doy mi herencia.- Estoy segura que las risas se escuchaban hasta la casa de Norma.49

-Por supuesto que no la besaré.- Dije de inmediato.248

-A mí también me daría asco.- Agregó Liv.182

Nuestra noche de festejo terminó casi a media noche. Mañana todavía teníamos clases y
debíamos dormir un rato para ser funcionales mañana. La mayoría no pasamos de tres
cervezas y esa infernal combinación que casi me mata la vez pasada, no hizo acto de
presencia. Dichosamente. Esta vez los servicios de Ángel no fueron necesitados ya que
íbamos sobrias. Ángel, Liv y Liz partieron por un camino diferente mientras que Paola y yo
caminamos juntas, ella vivía bastante cerca de mi nuevo hogar.28

-Eres buena.- Dijo la chica de lentes.10

-¿En qué?-

-No te hagas la loca. El voli.- Me sonrió. –Lo de hoy con la profe Mónica fue

increíble.- -Eh... Gracias. Me gusta mucho.-8

-Se nota. ¿Jugabas antes?-

-En el colegio en Texas. Entrenábamos tres horas al día.-

-Ahora entiendo.- Guardó silencio un momento. -¿Por qué...?-

-Preferí las fiestas y dejé de asistir a entrenamientos y partidos. Me quitaron el

uniforme.-9 -Lo siento.-

54
-Gracias. Pero ahora estoy aquí y algo debemos sacar.-

-Vamos a mejorar contigo.-

-Espero mejorar con ustedes.- Nos despedimos y continué mi camino a casa. Sólo se
escuchaban mis pasos sobre la tierra y los sonidos de algunos animales en la distancia. La
temperatura había descendido pero seguía siendo agradable. Estando cerca de casa saqué
mi llave para abrir la puerta. Agradecía estar sobria porque la última vez me costó una
infinidad encajarla en la cerradura.

-Se te cayó algo.-265

-¡Mierda!- Una voz salió detrás de unos arbustos. –En serio, ¿cuál es tu puto problema?-
Simplemente extendió su mano derecha y en ella estaba mi iPod y mis audífonos. Su cara
roja me decía que de nuevo había estado llorando. –Gracias, rubia.- Puse mi mano
izquierda unos centímetros debajo de la suya para que dejara caer el aparato. Después de
unos segundos lo hizo. Llevaba el cabello amarrado en una coleta lo cual hacía visible sus
pequeñas orejas. - ¿Estás bien?-68

-No.-16

-¿Puedo hacer algo?-

-No.-26

-¿Conoces otra respuesta?-21

-No.- Comenzó a caminar lejos de mí. La seguí. -¿A dónde vas?-52

-A dejarte.-61

-No necesito que me lleven.-

-No te preguntaba.-

-Tú regresarás sola.-7

-Me sé cuidar.-

-¿Qué estás implicando?-

-Que tú eres tonta.-55

-Déjame, Lara.-

-¿Así como querías que te dejara de molestar hoy en el receso?- Caminé más rápido y me
puse frente a ella. -¿Por qué hiciste eso?-

-Era lo mejor.-

-¿Para quién?- No me contestaba. -¡Háblame!- Se encogió y cubrió su cara sus manos.51

-No me grites, por favor.- Estaba llorando de nuevo. –Deberías hacerles caso y alejarte de
la monja que da asco.-407

-Escuchaste.-

-No soy muy discretos.- Seguía llorando.4

55
-Discúlpame por gritarte, Ana. Es que esto es muy... frustrante.- Mi cabeza estaba teniendo
un tsunami de pensamientos. –Camina, majestad. Es tarde y debes ir a la cama.- Me hice a
un lado para que caminara y afortunadamente lo hizo. En total silencio llegamos a la iglesia
pero me guió a otra puerta, casi en la parte de atrás. Abrió la pequeña puerta de madera y
la dejó abierta; pasé y cerré ésta. Unos metros después salimos justo en el comedor. Ella se
sentó y puso la cabeza entre sus manos, sus codos estaban apoyados en la mesa. Me tomé
la libertad de servirle un poco de agua. –Bebe.- Tomó el vaso y dejo menos de la mitad del
líquido. -¿Estás sola?- Asintió.123

-Papá fue al otro pueblo tenía unos asuntos que tratar.-76

-¿Estarás bien sola?- Sonrió con tristeza.

-Sí.-

-¿Segura?- Asintió. –Ve a la cama.-43

-¿Qué?-

-Que vayas a la cama. Me iré cuando estés acostada.-39

-No soy una niña para que me lleves a la cama.-214

-No eres una niña pero, te comportas como una. A la cama.- No dijo nada y
comenzó a avanzar. -¿Dónde están las luces de la cocina?-76

-Cerca de la estufa.-

-Bien.- La dejé en la puerta de su habitación.- Deja de llorar o mañana llegaras


hinchada a clases.-

-Lo intentaré.-2

-Buenas noches, majestad.-233

-Buenas noches, Lara.- Salí de ahí echa con demasiadas emociones al mismo tiempo.
Pero sobre todo confundida, ¿por qué de pronto me interesaba en el bienestar de la
rubia? Una parte de mí decía que lo hice porque fue muy amable de entregarme mi
preciado iPod y lo menos que podía hacer ella acompañarla a casa. Pero otra parte de
mí sabía que nuestros
encuentros eran una constante, en la escuela, en el bosque, en la iglesia, en todos lados y
el hecho de que me contara acerca de su... problema dibujó un hilo delgado entre
nosotras. Con su revelación nos conectamos.

56
CAPÍTULO 5
Una semana había pasado desde que estaba aquí; hoy, preciado viernes de nuevo las aves
me cantaban mucho antes de la hora para despertarme. No, definitivamente no me
acostumbraría a ellas, al menos no por ahora. A final de cuentas estos amaneceres tan
temprano me ayudaban a practicar mis habilidades culinarias. Logré hacer unos huevos
estrellados sin salpicarme el aceite... al menos no tanto como la primera vez. Al menos a
estas alturas ya no moriría de hambre. A la hora acostumbrada esperaba por Norma en un
punto intermedio entre nuestros hogares.40

-Buenos días, Lara.-

-Buen día, Norma.-

-¿Las aves?- Asentí.- Poco a poco, señorita.- Le sonreí ampliamente. -¿Qué tal tu noche?-

-Ángel es muy gracioso, nos entretuvo un gran rato. Si te refieres al alcohol no fue
mucho apenas y me tomé un par cervezas.-32

-No, para nada, Lara. No te preguntaba por lo que hiciste. Simplemente quiero hacerte
plática y saber si te divertiste.-

-Aprecio mucho eso, sí lo hice. Hasta...- La rubia vino a mi mente. -¿Por qué Ana no
soporta que la toquen?- La mujer parecía que se ahogaba con el viento.119

-¿Cómo sabes?-

-Ella me dijo.-

-Es algo que ella debe decirte.-

-¿Entonces sí sabes?- Asintió. -¿Es malo?- Después de unos segundos volvió a

asentir.62 -¿Ella te dijo?-

-Sí. Ayer salió como loca de la clase de la profe Jaqueline y la seguí.-

-¿Y sólo eso?-

-Pasaron algunas cosas... No la entiendo. Creí que habíamos avanzado algo y de la nada
de nuevo me pidió que me alejara.-

-Ana ha pasado por muchas cosas.- Volteó a verme. -Sigo creyendo que sólo se dieron
la impresión equivocada. Yo sé que van a congeniar muy bien.- Comencé a reír.76

-Yo un desastre y ella la hija del pastor. La combinación perfecta.- Dije

sarcásticamente.230 -Hay opuestos que funcionan muy bien.-262

-¿Has funcionado tú con algún opuesto?-7

-Mi hermana.-1

-Es tu familia. Prácticamente estás obligada a que te agrade.-70

57
-Sabes tan bien como yo que no es cierto.- La bruja vino a mi mente.5
-Aparte de tu risueña hermana.- Norma rió.5

-Sí pero es muy temprano para hablar de eso.- No sé si se refería a la hora del día o
nuestra relación que apenas se formaba.2

-Lo siento.-

-Está bien. Es sólo que esta charla debe estar acompañada de café y galletas y
muchos pañuelos.-32

-De acuerdo.-

-Entonces, Ana abrió su corazón contigo.-78

-No creo que haya sido así, fue más como "te lo digo para que dejes de joder".- Norma reía.
Un poco de esa alegría no le caería nada mal a su hermana.50

-Te equivocas por completo, si ella te dice algo es porque confía en ti. Es una persona
muy reservada; como ya te habrás dado cuenta. Sólo abre tu mente, Lara.-73

-No esperes mucho, Norma. No esperes mucho.- Llegamos a clase y para mi fortuna me
tocaba una hora de matemáticas por lo que, si la rubia aparecía tendría que trabajar con
ella. Como se comenzaba a hacer costumbre me despedí formalmente de Norma y me
dirigí al salón que me
correspondía. Estaba completamente vacío. Me senté, me puse los audífonos y me dediqué
a escuchar música en lo que la clase comenzaba, aún faltaba más de media hora. Cerré los
ojos y me dejé llevar por la música. Estaba a punto de quedarme dormida cuando alguien
me quitó uno de los audífonos.7

-Pero que...-

-Lenguaje.- Una sonriente rubia me veía divertida.502

-Veo que vuelves a ser un dolor de culo.- Le dije también con una sonrisa. –Lo que
escuchaste ayer, yo...-

-No quiero saber de eso. Escuché lo suficiente.-

-Quiero que sepas que yo no tengo nada en contra tuya... bueno, no me agradas mucho
pero eso no implica que me des asco o algo así. Para nada.-3

-Lo sé, Lara.- Nos quedamos viendo unos instantes, nadie decía nada. –Gracias por lo
que hiciste ayer.-62

-Gracias por rescatar mi iPod.-

-¿Puedo decirte algo?- Asentí.19

-Intenté escuchar lo que tenías pero la contraseña no lo permitió.- Sonreí. Me quité


los audífonos y se los di. –No, tú estás escuchando.-87

-Estaba hasta que una odiosa rubia me interrumpió.- Me sonrió cómplice. –No creo que sea
tu estilo pero tómalo, por favor.- Muy tímidamente puso su mano derecha debajo de la
mía y dejé caer el aparato.- La contraseña mil novecientos noventa y nueve.-313
58
-¿En serio?-

-En serio. Mi año de nacimiento.-79

-¿Cuándo cumples años?-15

-Pronto.-3

-¿Cuándo es pronto?-6

-Muy pronto.-5

-Lara, deja de ser fastidiosa y dime cuando cumples años.-

-¿Cuándo cumples tú?-

-El veinte de junio.- Me sonrió. -¿Ves? Es fácil decirlo. ¿Cuándo cumples

años?-396 -Pronto.-103

-¡Lara!-53

-¿Para qué quieres saberlo?, ¿me vas a hornear un pastel?-97

-Puede ser.-

-Que no sea de chocolate.-38

-¿No te gusta el chocolate?-63

-No mucho.-112

-Está bien, no será de chocolate.-3

-Veintisiete de abril.- Comenzó a aplaudir con entusiasmo. –De verdad que eres muy
tonta.- Segundos después la profesora García entro.328

-¿Cómo está mi dúo dinámico?-125

-Pudiera estar en mejor compañía.- La rubia me quedó viendo molesta pero de


inmediato sonrió.

-Tomaré eso como un "muy bien".- Faltaban algunos minutos para que la clase comenzara;
la rubia se sentó a lado de mí y se puso los audífonos y yo saqué una de mis libretas para
hacer garabatos en ella. Poco a poco la clase se fue llenando y justo las ocho la chicharra
sonó.7

-Tengo algunas preguntas para ti.- Dijo la rubia pero con una sonrisa

juguetona.387 -Adelante.-

-Después de clase.- Tal cual pasó las clases anteriores trabajé con la rubia y definitivamente
hacíamos buen equipo. Ayudaba tanto como podía pero las habilidades de Ana me
superaban y mucho. Por lo que debía hacer todo por prestar atención y poder ganar la
apuesta.

La clase terminó entre risas ya que Liz se cayó en su intento de ir a tirar basura, su pie se
trabó y cayó graciosamente en los pies de la profe, incluso ella no pudo aguantar la risa.
Con dolor de estómago salí de la clase y esperé en la puerta hasta que la rubia salió.50

-¿Cuáles son tus preguntas?-231

59
-¿Por qué tienes una canción que se llama "Te Quiero Puta"?- Comencé a reír de nuevo.
Me tuve que poner en cuclillas porque el dolor de estómago era mucho. –Sólo vi el
nombre de la canción, no me atreví a escucharla.- Reí más fuerte aún. Me tomó algunos
minutos poder controlarme.523

-Qué bueno que no la escuchaste; de seguro me hubieras tirado agua

bendita.-165 -Para tu suerte el agua bendita la dejé en los otros jeans.-170

-La rubia tiene sentido del humor.- Abrí mi mochila y saqué el cargador de mi iPod. –Toma.
Hay muchas canciones y por lo que veo eres bastante curiosa. Te doy el fin de semana para
que lo tengas.-129

-¿Y tú?-

-Tengo la computadora y mi mente está llena de música.- Me sonrió.

-Parece que no eres tan fastidiosa después de todo.-

-Sólo estoy siendo amable, aún creo que eres una tonta.-7

-Entonces sigues siendo una fastidiosa.- Pasó cerca de mí y me sacó la

lengua.183 -Tonta.-

-Fastidiosa.- Con una sonrisa en el rostro la seguí a nuestra siguiente clase.370

La hora de ética pasó bastante lenta y aburrida. Si de por sí la materia es bastante sosa el
profe Alcázar no ponía mucho de su parte para hacerla más alegre. En absoluto. Varias
veces me encontré haciendo un enorme esfuerzo para mantener los ojos abiertos, Liv y el
clan de plano se quedaron dormidos; incluso la rubia bostezó varias veces durante la
clase.71

Después nos tocaba inglés. Teníamos que hacer unas hojas usando presente continuo en
su forma afirmativa, negativa y de pregunta. Esto era casi natural para mí, ya que en Texas
usaba el idioma; la bruja, dentro de todo se preocupó por enseñarme cuando era
pequeña. La profesora Janet vociferó que trabajaríamos en equipo y antes de que pudiera
voltear a ver a alguien más tenía a la rubia pegada a mí.169

-Tú me ayudas en inglés y yo te ayudo en matemáticas.-11

-No es parte del trato.-2

-Pero puedes ayudarme.-

-Puedo pero no quiero ayudarte.-42

-Lara...- Comencé a reír bajito. –Eres una fastidiosa de lo peor.-

-Lo sé.- Trabajé con la rubia por varios minutos y era bastante gracioso verla lidiando con
algo. –Es curioso que no sepas de esto cuando eres muy buena en matemáticas. También
el inglés es de patrones. Sólo debes aprender a verlos.-59

-Para ti es fácil.-

-Por supuesto que lo es, por eso te lo digo, tonta.- Ambas sonreímos.5

60
-Pobre Lara, trabajando con la mosca muerta en casi todas las materias.- Dijo Liv lo
suficientemente fuerte para que la escuchara Ana pero que no lo escuchara la profe al otro
lado del salón. Los del clan comenzaron a reírse. –Me preocupa que Lara se vuelva una
monja también.-128

-No te pases, Liv.- Se echó a reír.13

-Contigo no es el problema, querida Lara.- Y dirigió su mirada a Ana.

-Dile algo.- Dije muy bajito para que sólo Ana lo escuchara. Negó con la cabeza.
–Increíble.- Dije molesta. Cuando tocó la chicharra para anunciar el receso Ana salió
corriendo del salón mientras los del clan reían a carcajadas. Liv se acercó a mí y pasó un
brazo sobre mis hombros.103

-Ven, respira aire impuro con nosotros.- Simplemente asentí. Doña Coco ya tenía apartadas
nuestras tortas y los jugos de naranja para los del clan. Ere casi impresionante ver la
influencia de Liv en la mayoría de las personas en la escuela; claro, con excepción de
Norma y su risueña hermana. Con algo de preocupación vi que Ana no estaba por ningún
lado, Ofelia comía con otras chicas del equipo de voli; creí tener una idea de dónde estaba.
Me paré y comencé a caminar. -¿A dónde vas?- Preguntó Liv con voz muy hostil.81

-Al puto baño, ¿puedo?- Respondí sarcásticamente, regresé tomé mi mochila y me alejé de
ahí sin esperar respuesta alguna. Una vez fuera del comedor corrí a la parte de atrás del
domo y la búsqueda fue infructífera. Estaba a punto de irme cuando una voz me detuvo.23

-Estoy aquí.- Salió detrás de un pequeño arbusto.103

-Ana, ¿qué mierda haces ahí?-59

-Cuida tu boca, por favor.-208

-En serio, esto es una estupidez. No tienes por qué esconderte de ellos. Es más, ¿por qué
no eres un dolor de culo con ellos?-6

-Porque no.-

-Esa respuesta es tan elocuente, Ana.-12

-Sabes palabras rimbombantes.- Sonrió.180

.No, Ana. No quieras desviar el tema. Liv es horrible contigo por lo menos puedes decirle

algo.- -¿Qué gano diciéndole algo?-17

-¿Qué ganas? Que deje de joderte la vida. ¡Por Dios! No puedes dejar que te trate
así.- -No me molesta lo que dice.-

-¿Me das permiso de darte una bofetada?-215

-No.-3

-Que mierda, Ana. Creería esa basura si no te hubiera llevado a casa con los ojos hinchados
de tanto llorar porque la estúpida de Liv dijo que le das asco.- La rubia rompió en llanto.
Me tomé la cabeza y comencé a rascarme desesperadamente. –No llores, por favor.- Me
arrodillé frente a ella. –Ana, por favor.- Ella simplemente no escuchaba. Con mucho
cuidado tomé las mechas

61
rebeldes que salían de la coleta que tenía y jugué con ellas. –Respira, Ana. Tranquila.- Con
los ojos muy abiertos me quedó viendo.168

-¿Por qué?-

-¿Qué?

-¿Por qué eres amable?-31

-Porque ya lloraste ayer, temo que te quedes sin agua en el cuerpo.- Sonrió levemente y
nunca dejé de jugar con su cabello. –Ana...-117

-No digas nada, por favor.- Asentí. -¿Quieres acompañarme?- Sin pensarlo dos veces asentí
de nuevo. –Vamos.- Antes de que ella lo hiciera tomé su mochila y la puse sobre mi
hombro.310

-Guíeme, majestad.- Caminamos en total silencio hasta el bosque; Ana sumida en sus
pensamientos y yo vigilando que no saliera corriendo de nuevo. Llegamos al lugar donde
acudimos con el clan y seguimos derecho; no era muy buena con los tiempos pero creo
que llevábamos unos veinte minutos caminando. Cuando estaba por preguntar cuanto
faltaba entre los árboles se veía a unos metros parte del arroyo pero este parecía más
una laguna. El agua era totalmente cristalina. –Impresionante.-127

-Lo sé. Desde que vine es mi lugar favorito.-

-Gracias por compartir.-1

-No me gusta meterme al agua aquí, siento que la voy a

contaminar.-174 -Y sí que lo harías.- Agachó la cabeza. –Hey, es una

broma.-60

-Lo sé.- Levantó la cabeza de nuevo con una enorme sonrisa.13

-Tonta.-

-Fastidiosa.- Nos sentamos debajo de un enorme árbol y nos quedamos ahí en silencio
por unos momentos. -¿Por qué estás aquí?-14

-¿Tu padre no te ha dicho?-

-Él no es un chismoso, así que no.-


-No he sido una buena hija.-

-No me esperaba eso.-

-Graciosa.-

-¿Qué hiciste?-80

-Choqué los autos de mis padres, me metieron a la cárcel unas horas por conducir ebria y
por último incendié mi habitación.- Ana le largó a reír.91

-¿En serio?- Asentí. -¿Cómo quemas una habitación?-49

-Con fuego, tonta.-121

-Eso ya lo sé, genio. Me refiero a cómo lo haces.-

62
-Regina, una estúpida amiga se quedó durmiendo con un cigarro en la mano y quemó la
alfombra, que en cuestión de segundos comenzó a arder. Un poco de tequila regado por
ahí hizo el resto.- La rubia sonreía. –Cuando quisimos echarle agua al desastre mi cama
ya se estaba quemando. Dos semanas después aparecí aquí.-39

-Eres un estuche de monerías, Lara.- Le sonreí. -¿Eras feliz? Digo, suena a que eras
muy popular y tenías muchas amistades.-3

-No, no lo era. No lo soy, Ana.- Tomé un largo respiro. –Les gustaba estar conmigo por lo
que implicaba eso; tener dinero, fiestas, alcohol y desmadre. Creo que el que me
corrieran del equipo de voli del colegio debía ser una llamada de atención pero no fue
así.-1

-Realmente te gusta eso, ¿cierto?-

-Me sentía importante ahí... pertenecía a un lugar.-

-Eres importante, Lara. Para Dios eres fundamental en esta tierra.-435

-Me hubiese gustado ser importante para alguien más que Dios, quizá mis

padres...-32 -Ellos te quieren, Lara.-

-No hables de lo que no sabes. Amo a mi padre pero la bruja no sabe el significado
de la palabra "mamá".-14

-Lo siento.-

-No es tu culpa.-

-Aun así lo siento.- Pasamos varios minutos hablando de temas de la escuela; el tema
personal se dejó completamente de lado. Estaba segura que cuando ella estuviera lista me
diría más sobre su pequeño secreto. Con gran placer me di cuenta que es una agradable
persona que muchas veces resulta ser muy fastidiosa. Cerca de medio día caminamos de
regreso a la iglesia; más bien regresamos por insistencia mía ya que moría de hambre.1

-Vas a cocinar.-
-Estás loca si crees que te voy a alimentar, Lara.- Refunfuñaba mientras

caminábamos.27 -Te veo más tarde.- Cambié de dirección.

-¿A dónde vas?-

-A casa a comer.-

-Te vas a perder.-

-No soy tan tonta.-

-Está bien. Te alimentaré pero no esperes mucho.-193

-Lo que sea pero que sea comida... y pronto.-9

-Eres una exagerada.-10

-Mira quien habla.-

-Fastidiosa.-10

63
-Tonta.- Llegamos a la iglesia entre bromas. La rubia se ofreció amablemente a llevar mi
mochila ya que yo había llevado la de ella hasta el bosque. Obviamente acepté. Todo
por la comodidad. –Al menos sirves de cargadora.-61

-Cállate, Lara.-49

-Uy, que boquita, majestad.- Y luego pasó lo impensable, la rubia arrojó al piso mi
mochila. – Ana, levanta mi mochila.-174

-¿O qué?- La pateó un poco más lejos. Mi súper idea era hacerle cosquillas pero luego
recordé el pequeño detalle de que no le gusta ser tocada. Me quedé congelada en mi
lugar por unos segundos. Ella captó que lo que quería hacer implicaba contacto físico. –Lo
siento.-164

-No pasa nada.-7

-Sí lo pasa.- Agachó la cabeza de nuevo. Me acerqué y como hace un rato jugué con
su cabello.1

-Tienes un lindo cabello.- Apenas y conseguí tocar su cabello cuando ella se alejó
bruscamente de mí.115

-¡Aléjate!- Gritó pronto de la nada y salió corriendo como si hubiera visto un fantasma.327

-¡Ana!- Corrí detrás de ella pero no logré alcanzarla antes de que cerrara la puerta a donde
la traje ayer. -¡Ana! Abre la puerta, por favor.- Golpeaba la puerta tan fuerte como podía.
-¡Ana!- Después de varios segundos era más que obvio que no me dejaría entrar. Quizá la
puerta principal de la iglesia estaba abierta. Corrí y casi grito al verla abierta pero cuando
estaba a punto de entrar el señor Cardozo apareció de la nada. –Necesito pasar.- Hice un
intento por caminar pero él me bloqueó.27

-Lo siento, Lara. No puedes.-


-Sí puedo y lo voy a hacer.- De nuevo se puso frente a mí. –Déjame pasar.- De nuevo
intenté moverme y se puso en mi camino. –No me hagas faltarte el respeto. Quiero
verla.-81

-Sé que estás molesta...-

-No estoy molesta, estoy preocupada, estoy frustrada, estoy... quiero verla, por

favor.-129 -Entiende que eso no será posible, dulce Lara.- Resignada agaché la cabeza y

asentí.18 -Quiero entenderla.-101

-Y sé que en algún momento lo harás, sólo que ahora no.-

-Lo siento, señor.-

-Nunca te disculpes por querer ayudar a alguien.- Asentí de nuevo.46

-Lo veré más tarde.-

-No, Lara. Yo te aviso con Norma cuando puedes venir a trabajar. No te preocupes,
contarán como días trabajados.-83

-Eso es lo de menos, señor.- Me giré. –Dígale que use lo que le di. Le va a servir mucho.-
Dije sin verlo a la cara.32

64
-Gracias, Lara.- Caminé a casa con una alegría que haría que nevara en este miserable lugar.
Daba un paso hacia adelante y daba cuarenta para atrás con la rubia. Entendía que ella
estaba lidiando con muchas situaciones pero era demasiado frustrante para mí y aún más
frustrante era el hecho de que genuinamente me interesaba por ella y su bienestar.30

-¡Mierda!- Mi puta mochila quedó tirada allá. Enojada hice mi camino de regreso, el cual no
duró mucho porque iba dando unas enormes zancadas. Una parte de mí esperaba que
milagrosamente Ana estuviera... por supuesto que no pasó. Ahí yacía mi mochila llena de
polvo gracias a la patada que la rubia le dio. Sonreí al recordar eso, fue como ver un lado
juguetón de ella y me agradó mucho. Sacudí un poco el polvo y de nuevo caminé a casa.75

Sumida en mis pensamientos el camino de regreso fue extremadamente lento. Eran


contadas las personas que me importaban en este mundo, muy pero muy pocas; la rubia
me desesperaba por completo pero también tenía unas enormes ganas de conocerlas más.
Y lo más importante, odiaba verla llorar, odiaba la forma en como Liv y el clan la trataban,
odiaba que no se defendiera... odiaba que me importara tanto. Cuando finalmente llegué a
casa moría de hambre. Abrí la computadora y vi que eran pasadas de la una de la tarde. Mi
estado emocional no daba más que para hacerme una aburrida taza de cereal. Me fui a la
cama, puse mi computadora a lado y me dormí.20

Me desperté por el incesante golpeteo en la puerta principal de la casa, creí tener una idea
de quien era. Después de todo, los maestros debían reportarle si asistía a clases o no. Con
gran calma me puse los tenis y me dispuse a abrir la puerta.

-¿Dónde estabas?-
-Hola, Norma.-

-No estoy para juegos, Lara.-

-Estaba con Ana.-

-¿La mataste?- Preguntó sonriente. Agaché la cabeza. -¿Qué pasó?- Su voz se tornó solemne.

-Liv, eso pasó. Dijo algo muy feo de Ana... en el receso no la vi por ninguna parte y la
fui a buscar; lloró y me pidió que la acompañara a un lugar.-

-Eso no es todo.-

-Sí lo es.-

-Entonces porque no me ves a los ojos. Lara, ¿qué pasó?-

-Creí que habíamos avanzado, hablamos sin pelear y de pronto muy cerca de la iglesia me
pidió que me alejara de ella... Salió corriendo como loca.-

-¿Le dijiste algo?-

-Estaba jugando con su cabello y le dije que lo tenía muy bonito.- Norma hizo una mueca.
-¿Le recordé algo?- Asintió. -¿Le hicieron algo muy malo?- Volvió a asentir con tristeza.
Tenía en mente una pregunta y me aterraba hacerla. Mis ojos se quedaron fijos con los de
Norma.264

-No lo preguntes.-214

65
-Entonces es cierto.- El silencio de Norma me dio la respuesta. La taza de café que estaba en
la mesa voló por toda la sala hasta toparse con la pared. -¿Fue aquí?- Norma se veía un
poco asustada. -¡Dime!-231

-Es algo que no me corresponde decirte.-

-Si es alguien de aquí te juro que lo mato.-256

-No fue alguien de aquí. Eres capaz de interrogar a medio mundo. Lara, ni se te ocurra
decir algo de esto. Estoy confiando en ti.-

-No sé si agradecerte o golpearte.- Norma se sentó en el sofá de una plaza y yo hice lo


mismo en el sofá más grande. -¿Por eso se vinieron para acá?-12

-Siempre me llevé muy bien con el pastor; una vez estando en una convención en... una
ciudad, me lo topé y me contó lo que le había pasado a Ana. Le sugerí venir para acá y
alejarla de todo eso; hace dos años que lo hicieron.-57

-¿En dónde vivían?-

-¿Irás a buscar en una enorme ciudad?-12

-Lo haría.-180
-Lara, ella ha buscado el significado de lo que pasó.-14

-El significado es que un hijo de puta abusó de ella y si alguna vez sé quién es lo voy a
matar.- 360

-Lara..-

-Es la verdad, Norma. No hay mayor significado.-9

-Todo tiene un propósito en la vida, Lara. Todo. Incluso las cosas malas; especialmente las
cosas malas.- Tomó un largo respiro. –Tú deberías saber de esto, en estos días has estado
más concentrada en tus estudios que en el semestre completo en Texas.-271

-Es diferente.-

-Sí, son situaciones diferentes pero hay enseñanza en ambos. El dolor y los desapegos
llegan a ser grandes maestros.-113

-¿Hace cuánto?-

-¿Hace cuánto qué?-

-Perdiste a alguien que amaste mucho.-

-Ya tu padre me había advertido de tu perspicacia.-15

-Hablas del dolor con mucha familiaridad.-

-Murió en un accidente de auto hace siete años.- Sonrió con

tristeza.29 -¿Tu esposo?- Asintió. –Lo lamento mucho.-

-Yo también, Lara.-

-¿Por eso estás aquí?-

66
-Por eso y otras cosas más...-46

-Se me hacía raro que una mujer tan simpática e inteligente no estuviera casada. Incluso
pensé que eras lesbiana.- Soltó una gran carcajada que me contagió.274

-Ay, Lara. Eres todo un caso.- El resto de la tarde pasó en total calma; si no contaba el
irregular palpitar de mi corazón y los millones de pensamientos revoloteando en mi cabeza
desde lo que dijo Norma.11

Estaba en casa de la mujer de ojos expresivos, con unas enormes ganas de desabotonarme
el pantalón para poder seguir comiendo. Después de la charla en mi casa me invitó a la
suya para comer y por Dios que amaba sus guisos. Prácticamente echada en el sofá mis
ojos batallaban por mantenerse abiertos. Escuché los pasos de Norma acercándose a la
sala.85

-Te llenaste por lo que veo.-

-Cocinas riquísimo.-

-Y créeme que no tendría problemas en alimentarte todos los días pero no quiero que seas
una inútil.- Reí.26

-Gracias por esas palabras tan profundas, Norma.-52

-Cuando quieras.- Dijo con una enorme sonrisa.

-¿Tenían mucho tiempo casados?- Su enorme sonrisa desapareció de

inmediato.2 -Cinco años.-

-¿Lo amabas?-15

-Nunca conoceré a hombre tan maravilloso con él... era mi mejor amigo. Nos conocimos
en la universidad y antes de terminarla nos casamos.-

-¿A dónde iba cuando murió?- Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Iba a una entrevista de trabajo. Estaba muy emocionado porque estaría dando clases en
una buena universidad.-

-¿Cuál era su especialidad?-80

-Matemáticas.- Silenciosas lágrimas corrían por el rostro de Norma. Me cambié de sofá y la


abracé. Me abrazó fuerte y se soltó a llorar. –Lo extraño mucho.- La forma en como lloraba
me partía el corazón y después de muchísimo tiempo lágrimas caían por mi rostro. La
última vez que lloré fue cuando me quitaron mi uniforme hace ya casi un año. Desde
entonces me había negado a dejar caer una sola lágrima. Acaricié su cabello y correspondí
su fuerte abrazo.136

-No estás sola, Norma. No es mucho pero yo aquí estaré.-33

-Significa mucho más de lo que puedes imaginar.- Dije con la voz entrecortada.
Muchísimos minutos después ella se calmó; en ningún momento la solté o me moví. Ella
necesitaba un hombro y era lo menos que podía hacer después de todas sus atenciones
conmigo. –Gracias, Lara.-2

-No me agradezcas, por favor.- Con mucho cuidado limpió mi mejilla

derecha. -Te hice llorar, lo siento.-

67
-Estuvo bien, hacía mucho tiempo que no lloraba.-

-¿En serio?- Asentí.

-Bueno, entonces nos podemos poner de acuerdo para llorar juntas de vez en cuando.-214

-Suena a depresión... me agrada.- La mujer me mostró su espléndida sonrisa. –Ojalá mi


madre fuera como tú.-168

-No digas eso, Lara. Estoy segura de que tienes buenos recuerdos de

ella.- -No son suficientes para compensar los malos.-

-Lo siento.-

-Quizá ya entendí porque viene aquí.-


-¿Por qué?-

-Para saber que es tener una verdadera mamá.-290

-Oh, Lara.- Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo y me tomó de las manos. –Yo... yo
no puedo tener familia.- Dijo con un dolor que me atravesó el pecho.46

-Me tienes a mí.-101

-Nos tenemos.- Sellamos nuestra nueva alianza con un nuevo abrazo, el cual se
vio interrumpido cuando alguien tocó a la puerta. Norma se puso de pie para
abrir.22

-¿Dónde está la mocosa?- Era la voz de su súper alegre hermana.143

-Sentada en el sillón.- Dije levantando la mano.9

-¿Qué es esto?, ¿la fiesta de las lloronas?- Norma comenzó a reír y yo hice una
mueca. – Déjame adivinar, estás llorando porque te quebraste una uña.- Dijo
dirigiéndose a mí.98

-No, lloro por la gente amargada del mundo, así que la mitad de mis lágrimas te
pertenecen.- Y cual milagro comenzó a reír y su risa era muy parecida a la de Norma.128

-La mocosa tiene sentido del humor.-17

-Dependiendo con qué lo compares. Si hablamos de tu alegría y mi humor, te llevo mil


años luz.- Ahora fue el turno de Norma de reír a carcajadas.17

-Veo que se llevan bien.- De reojo vi el reloj de Norma.

-¡Mierda! Voy a llegar tarde al entrenamiento.- Me paré de un brinco y me dirigí a la


puerta. – Gracias por todo, Norma. Hasta luego, bibliotecaria.-14

-Muérdeme.- Dijo con una enorme sonrisa.207

-Deja busco azúcar para que no me sepa tan amargo.- Respondí con una sonrisa también.
En cuestión de segundos me cambié de ropa y corrí a la escuela dónde ya las chicas
estaban estirando. -Lo siento.-34

-Cinco vueltas en circuito, Lara.- Eso implicaba que tendría que correr la cancha y las
gradas. Mis piernas y mi trasero me dolerían como el demonio mañana. Cuando terminé
mis

68
compañeras ya estaba trabajando con reacción de piernas. Algo cansada me
acerqué a Mónica.5

-He terminado.-

-¿Por qué llegaste tarde?-5

-Me quedé dormida.- No metería a Norma como excusa.12

-Muy bien, floja. A trabajar con el resto de tus compañeras.- El entrenamiento terminó casi
dos horas después. La forma de trabajar de esta mujer era brutal; de ligas mayores. Me
preguntaba en qué universidad o en qué importante equipo jugó. Cuando ya todas apenas y
podíamos cargar nuestra alma dijo "cascarita". En un santiamén los equipos estaban
armados. -¿Listas?- Como en los entrenamientos anteriores, ella quedaba en un equipo
diferente al mío.2

-Más que listas.- Dijo Betty sonriente. –A ver si ya le bloqueas algo.- Agregó en tono burlón.

-Lo intentaré.- Los entrenamientos cada vez se hacían más intensos al igual que nuestra
"rivalidad" con Mónica. De diez remates de la mujer con cabello corto pude bloquear
cero. Ahora no sólo fui objeto de burlas de mis contrarias sino que también de mis
compañeras de equipo.5

-Cuando Lara le bloquee a la profe Mónica lo hacemos día feriado.- Gritó una de las
chicas y todas rieron.46

-Doscientos pesos y día feriado. Tengo mucho para ganar. Pronto pasará.- Guardamos el
equipo que usamos lo más rápido posible porque Mónica tenía que ir al otro pueblo.
Llegué a casa, me di una merecida ducha y me dormí.2

El fin de semana pasó amargamente; me encontré con muchísimo tiempo a solas y lo único
que tenía en mi mente era a un maldito imbécil dañando a la rubia y cada vez me enojaba
más y más. Era demasiado. ¿Le habré dicho las mismas palabras que él usó? En cuanto ese
pensamiento cruzó mi mente me sentí mal, me dieron unas ganas enormes de vomitar al
saber que le recordé algo así. Corrí al baño porque sentía que en cualquier momento
devolvería el estómago; y pasó. Estuve unos buenos segundos devolviendo la comida. Eran
apenas las cinco de la tarde de un triste domingo; yo sentada cerca de la taza y lágrimas en
mi rostro. Lágrimas por el esfuerzo pero también eran lágrimas por la situación de Ana.
¿Por qué me tiene que importar tanto?130

-Esto es una mierda.- Me levanté y el ver mi reflejo en el espejo y lo jodida que estaba casi
me hace vomitar de nuevo. Busqué refugio en mi mejor amiga, la música. Encendí la lap y
dejé que el orden aleatorio hiciera su trabajo. De pronto una canción llamó poderosamente
mi atención: Where do we go nobody knows, I've gotta' say I'm on my way down. God give
me style and give me grace, God put a smile upon my face... -Ana.- De inmediato cerré la
computadora y la metí a mi aún empolvada mochila y corrí rumbo al bosque. La busqué en
donde la encontré cantado hacía unos días y nada. Caminé al sitio que me mostró el viernes
y a lo lejos escuché su voz. No distinguía lo que cantaba pero estaba más que feliz de saber
que estaba ahí. Me acerqué y me quedé detrás de un árbol.42

-Una voz que me llama. Voy a subir la montaña y estar aún más cerca de Dios y

rezar...-272 -Bonito.- Pegó un pequeño brinco.

69
-Lara.-

-Ana.- Hizo un intento por caminar.123

-No huyas, por favor. Vengo a mostrarte una canción.- Saqué la computadora rápidamente y
la abrí. –Tiene similitudes con lo que cantabas ahora.- Busqué y le di play. La voz de Chris
Martin comenzó a hacer eco. –No te preocupes, sé que eres una tonta para el inglés. Sólo
quiero que
escuches una parte y después te hago la correspondiente traducción.- Ella no decía nada,
estaba de pie frente a mí; yo en el piso con las piernas enrolladas y la lap encima de éstas.
Después de unos segundos se sentó a lado mío. Escuchamos atentamente casi toda la
canción hasta que Ana interrumpió.23

-Entiendo algunas partes.-

-Bueno, lo que quiero que entiendas es que Dios puso una sonrisa en tu rostro, que Él te
dio estilo y gracia... que aunque todo parezca malo, Él puso una sonrisa en tu rostro.
Nunca deberías borrarla.-191

-¿Todo eso dice?-

-Tiene algo de mi cosecha.- Sonrió. –¿Hace cuánto que estás aquí?-

-No lo sé. Esto- sacó mi iPod de su bolsillo- hace que el tiempo se

detenga.- -Me alegra que lo estés usando.-

-Fueron tus recomendaciones.- Nos mantuvimos en silencio unos

segundos.-3 -Termina la canción.

-No.-

-¿Por qué no?-

-Me daría mucha pena contigo aquí.-1

-Tenía un buen rato escuchándote detrás del árbol.- Dejé la lap a un lado. –Si quieres
me escondo de nuevo.- Asintió. -¿En serio?-69

-Apúrate antes de que me arrepienta.- Corrí detrás del árbol. –No

veas.-225 -Tonta.-

-Fastidiosa.- La escuché dar un gran respiro antes de comenzar a cantar de nuevo. –Voy a
pedir que las estrellas no paren de brillar, que los niños no dejen de sonreír, que los hombres
jamás se olviden de agradecer. Por eso digo; te agradezco, señor por un día más. Te
agradezco, señor que puedo ver. ¿Qué sería de mí sin la fe que yo tengo en ti?- Cuando no
cantó más me volteé y la vi de espaldas. Me acerqué a ella hasta quedar a su lado.238

-Realmente hermoso.-2

-Debes pensar que soy una tonta.-8

-Ya sabes que creo que eres una tonta. Si lo dices por lo que cantas es más que hermoso. Yo
le pediría que nunca dejes de sonreír.- Sorpresivamente sentí su meñique entrelazándose
con el mío. Bajé mi mirada a donde nuestros dedos se conectaban. Cuando subí la mirada
nos topamos.784

70
-No seas linda conmigo.- Dijo algo seria.96

-Es servicio social para una niña tonta.-5


-Lo que digas, fastidiosa.-

-Esto no cambia nada, rubia. Me sigues desagradando.- Ambas sonreímos.15

-Seguimos en sintonía, chica de ojos verdes.- Lo único diferente es que un instinto


sobreprotector que no sabía que tenía se activó. No permitiría que alguien la lastimara,
de ninguna manera.

71
CAPÍTULO 6
Ana y yo nos mantuvimos en el lago por insistencia de la rubia quien decía que debía ver
algo maravilloso; "un regalo de Dios" fueron sus palabras exactas. Poco tiempo necesité
para saber que, a pesar de ser una fastidiosa, Ana es una buena persona; lastimada y con
mucho miedo pero podía ver un poco de su noble corazón. El hecho de que ella confiara
en mí y la terrible revelación silenciosa de Norma fueron detonantes para querer cuidarla.
Y una parte de mí se sentía muy extraña con esta situación.63

-Está por suceder.- Dijo entusiasmada.21

-¿Qué cosa?-

-Ya verás.- Me veía con una enorme sonrisa. Y unos segundos después el sol llegó a un
punto donde sus rayos atravesaban los árboles y estos proyectaban sus hermosos colores
sobre la cristalina agua. Era simplemente espectacular. Casi podía ver los rayos chocar
contra el fondo del lago. Por unos instantes el agua se convirtió en un enorme espejo que
reflejaba la magnificencia de nuestra gran radiante estrella. –Te dije que debías ver
esto.-48

-Es impresionante, Ana.-

-Lo sé. Dios se manifiesta de muchas formas.- Se recostó sobre mi mochila y cerró los
ojos. – Me encantaría vivir aquí por siempre.-50

-¿Qué te detiene?-3

-Todo y nada.- Me recosté a lado de ella.

-Explícate.-

-Tengo muchos motivos para quedarme lejos de todo, aquí. Y por otro lado quiero
salir al mundo de nuevo, quiero estudiar. Pero aún falta mucho para eso.-

-¿Qué quieres estudiar?-

-Me gustaría ser enfermera o psicóloga... quiero ayudar a la gente.- Le

sonreí.281 -Eso era bastante predecible. Aunque creí que te irías más por ser

doctora.-

-La mayoría de los doctores son muy tajantes y van directo a su trabajo; yo tendría la
oportunidad de estar más con los pacientes, escucharlos si lo necesitan y esas
cosas.-77

-Eso es muy... tonto.- Comencé a reír. Tomó una pequeña vara y me la lanzó directo a
la cabeza. –Te vas a arrepentir de eso, rubia tonta.- Decía mientras me sobaba la
cabeza.1

-Temo por mi vida, chica que no sabe cocinar.-79

-¿Cómo sabes eso?-

-Vi las marcas de aceite en tus brazos.-9


-¿Tanto te intereso que detallas cada parte de mí?- La cara de la rubia se convirtió en
un tomate y yo reía a carcajadas. –Rubia acosadora.-301

72
-Lo vi en una de las clases, no eran muy discretas, Lara.-16

-Lo que digas, rara.- Seguía riendo mientras la cara de Ana intentaba regresar a su
color natural. –Deberíamos irnos.-13

-Sí, se hace tarde.- Metí las cosas en mi mochila y nos encaminamos a la iglesia. –No
necesitas llevarme; conozco el camino.-1

-Pero también sé que eres una tonta y te puedes perder.-

-¿En serio...-

-Silencio, majestad.- Llegamos a la iglesia en un agradable silencio; simplemente


disfrutando de la caminata y sí, disfrutando de la compañía. –Listo, rubia.- Asintió y me
sonrió.120

-Ya te pregunté esto pero, ¿por qué eres amable?-

-¿No debería?- Se encogió de hombros. –Ana, ¿tienes amigos?- Negó. –Bien, yo tampoco.-
Su sonrisa se hizo más amplia.141

-Gracias, Lara.-

-No le digas a nadie que me agradas.-

-¿Y que sepan que paso tiempo contigo? Dios, no. Tengo una reputación que cuidar.-
Levanté mi meñique hacia ella y de inmediato entrelazó el suyo con el mío. –Buenas
noches, fastidiosa.-459

-Buenas noches, majestad.- Después de todo quizá las cosas funcionen; tal como lo
dijo Norma.164

La semana pasó demasiado lenta, aunque afortunadamente era la última antes de las
vacaciones de Semana Santa y no podía estar más feliz. Regresé a mi trabajo a la iglesia, los
entrenamientos con Mónica iban más que bien, al menos las del equipo ya me aceptaban o
lo intentaban. La escuela todavía me daba algo de lata pero nada del otro mundo. Las
salidas con el clan eran frecuentes y encontré un forma de proteger a Ana; haciéndome su
bully. Era la única forma, incluso Liv le bajó a su intensidad al ver la forma en como la
trataba; sin embargo esto me trajo como consecuencia echarme de enemiga Ofelia quién
según sus palabras "me tenía en otro concepto", poco sabía que todo era por la rubia.122

Por fin el anhelado viernes llegó; para muchos sería el tiempo perfecto para descansar, para
mí sería el tiempo de trabajar y ponerme al corriente con la mayoría de mis materias.
Salíamos de clase para ir al receso, todos se veían inusualmente felices supongo que son las
vacaciones. Supongo que Ana no comió en casa porque fue la primera en salir y
efectivamente estaba casi al frente en la fila para las deliciosas tortas. Liv y Ángel se
secreteaban algo y veían atentamente a la rubia; esto no era bueno. Discretamente me
mantuve cerca de Ángel quien cada vez más se acercaba a su objetivo.
Desafortunadamente Ofelia encontró este como el momento perfecto para reclamarme un
comentario hacia la rubia en Ética esta mañana.18

-Déjala en paz, Lara.-

-Lo que digas.- Veía a Ana pero no veía a Ángel.

73
-Lara, es en serio. Ella no te ha hecho nada...- Entonces vi al chico y sus intenciones era
claras, abrazar a Ana, ¿por qué demonios haría eso? Estaba a unos metros de mí pero
Ofelia me bloqueaba. -¿Me estás escuchando?-80

-No. Ofelia, no te metas en lo que no sabes...- Y pasó, el chico pasó su mano sobre los
hombros de Ana y la atrajo hacia ella, claramente vi como la rubia se tensó y dejó caer lo
que traía en las manos. -¡Mierda!-15

-¡Oye!- Empujé a Ofelia y corrí a donde estaba la aterrada rubia.

-¿Qué mierda te pasa?- Ángel se asustó al escuchar mi voz que salió más enojada de lo que
deseaba. –Te va a pasar las pulgas, suéltala.- Todos comenzaron a reír. Ni siquiera me atreví
a ver a la rubia... no podría. Ahora ya era consciente de lo mal que la ponía el contacto con
otra persona. Era mucho. Abracé a Ángel y lo alejé de ella. –Vamos a desinfectarte, amigo.-
Al llegar con Liv ésta me recibió con aplausos.229

-Lo dije, eres más que perfecta para el clan.- Le sonreí tanto como pude mientras veía a
la rubia huir del lugar; sabía perfectamente a donde iba.

-Dejé mi puta mochila en Ética.- Necesitaba una excusa para librarme de ellos y
ciertamente había dejado mi mochila en el salón.

-Tantas tutorías con la rubia te tienen toda estúpida igual que ella.-

-No es para tanto.- De nuevo las risas. Salí rumbo al salón de Ética, tomé mi mochila y corrí
al escondite de la rubia. –Ana.- Supongo que al escuchar pasos contuvo la respiración pero
al escuchar mi voz lo dejó salir todo. Lloraba desconsolada y eso me partía en mil pedazos.
Me arrodillé frente a ella como la primera vez que la vi llorar y me quedé ahí sin hacer
nada. –Lo lamento. Quería impedirlo pero Ofelia se puso en mi camino.- Negó con la cabeza
y siguió llorando. Me desesperaba verla así y no poder hacer nada. Con mucho cuidado
tomé su mano, al principio se asustó pero no hizo por zafarse; lentamente la coloqué sobre
mi pecho. –Siente y trata de respirar a este ritmo.- Hice mis respiraciones más marcadas
para que ella las siguiera.279

-No puedo.- No quitó su mano. La solté y jugué con su cabello.

-Eres la rubia tonta, todo lo puedes. Vamos, Ana.- Luchó y luchó contra sus sollozos pero
lo logró. -Por supuesto que puedes.- Levantó su vista hacia mí y casi me echó a llorar al
ver el terror en sus ojos. –Te prometo que no dejaré que lo vuelva a hacer.-75

-Gracias.-

-Esta es una pregunta estúpida pero, ¿estás bien?-

-Ahora lo estoy.- Le sonreí. –Gracias, Lara.-


-No tienes que agradecer. Recuerda que sigues siendo detestable.- Soltó una carcajada.1

-Cierto, lo olvidaba. Esto es servicio social.- No quitaba su mano de mi pecho y yo no dejaba


de jugar con su cabello. Nunca fui una persona afectiva pero tenía unas enormes ganas de
abrazarla y decirle que todo estaría bien aun así sabía que era un límite que no podía cruzar
y hacerlo quebraría la poca confianza que tenía con la rubia. Eso no impidió que un impulso
me ganara; me incliné y dejé un suave beso en su dorada cabellera. Regresé a mi posición
original y su mirada se había suavizado bastante.360

74
-Defiéndete, por favor.- Fijé mi vista en el piso.- Me duele más a mí decirte esas cosas...-
Quitó su mano y yo dejé de jugar con su cabello.9

-Sé que no las dices en serio.-

-¿Segura?- Me dio un golpe en el hombro. –Tranquila, majestad.- Ambas sonreíamos.


–En serio, Ana. Debes detener esto.-131

-Nada la va a detener. Desearía saber que le hice para que me trate

así.-36 -Yo creo que te tiene envidia.- Dije seria.7

-¿A mí? No me hagas reír, ella es preciosa, tiene a todos a sus pies y hace lo que se le pega
su gana, ¿qué puede envidiarme a mí?-1

-Tu inteligencia, tu bondad, tu nobleza, lo fastidiosa que eres... Ana, tú también eres
preciosa.- Agachó la cabeza pero pude ver como sus mejillas se teñían de rojo. –No me
digas que no sabes eso.- Negó con la cabeza y yo comencé a reír.259

-No me mientas.- Dijo triste.68

-No me rio porque te esté mintiendo, me rio porque... porque es tonto que no lo
veas. Realmente eres bonita.-76

-Basta, Lara.- Se veía muy adorable sonrojada. ¿Adorable?- Aunque soy fea a lado tuyo.-206

-Por supuesto, todas son feas a mi lado.- Ana simplemente me quedó viendo creyendo que
lo había dicho en serio, no me quedó de otra más que reír. –Eres demasiado ingenua o ¿me
crees tan superficial?-38

-Tengo derecho a guardar silencio.-36

-Tonta.-1

-Fastidiosa.- Justo en ese momento tocó la chicharra para entrar de nuevo a las últimas
clases en las próximas dos semanas. –Ve a clases, Lara.-32

-¿Y tú?-

-Me voy a casa.-

-¿Por qué?-

-Porque no quiero que me vean así.-

-¿Y prefieres darles el gusto de irte? De ninguna manera, vamos a clases. Muéstrales que
eres mejor que ellos... Mejor dicho sigue mostrándoles que eres mejor que ellos, Ana.-
Meditó un momento y asintió.2

-Esa es la actitud, tonta.-

-Será mejor que te adelantes.-

-No, entraremos juntas. Tiene lógica que yo vaya tras de ti molestándote y tú


adelante llorando como Magdalena.-60

-Está bien.-

75
-¿Ana?-

-¿Sí?-

-No digo nada de eso en serio.-

-Lo sé, Lara. Lo haces para...-5

-Servicio Social.-220

-Correcto. Vamos.- Llegamos a la clase de Orientación Educativa; afortunadamente la


profe Omara no había llegado, me senté casi detrás de ella.9

-¿Qué haces con la pulgosa?- Preguntó Liv nada discreta.6

-Le enseñaba quién manda aquí.- Cuando volteé a donde estaba Liv pude ver muchas
miradas de repudio hacia mí de varios de mis compañeros... Incluso yo misma me
repudiaba por hablar así de ella pero era lo mejor. Cada que podía me disculpaba con ella
por las cosas que decía pero ella insistía en agradecerme por hacerlo. Entendía que era
mejor que lo hiciera yo a que lo hiciera Liv o alguien del clan.79

-Espero que la imbécil entienda.- Lo de Liv era odio puro. He conocido a gente horrible en
mi vida pero ninguna me hizo sentir algo tan negativo. Había algo escondido y lo
encontraría. Segundos después la joven profesora entró a clases y lo primero que notó
fue la cara roja de Ana.35

-¿Todo bien, señorita Cardozo?-

-Si yo vistiera eso también lloraría.- Liv al ataque.2

-Señorita Torres, me gustaría que le llevara esto a la directora.- Dijo mientras escribía la
nota de reporte.15

-Con gusto, Omara.- Ella era de las pocas que no tenía problema en que la llamáramos por
su nombre de pila, aparte de ser bastante joven era muy relajada y tenía una buena
relación con la mayoría de los alumnos. Liv salió con una sonrisa victoriosa del salón,
mientras el clan aplaudía.51

-¿Algún otro comentario mordaz?- Nadie dijo nada. –Bien, haremos un pequeño ejercicio.
Vamos a ser testigos de lo que la gente ve de nosotros o mejor dicho de lo que queremos
mostrar. Por favor, no se tomen esto como algo personal; es lo que están proyectando.
Hagan un círculo.- Las facilidades de este salón era que se conformaba de sillas y no de
pupitres como el resto de la escuela por lo que teníamos mucho espacio. Una vez
conformado el círculo Omara se puso frente a mí. –Comenzaré contigo.-

-De acuerdo.-

-Viendo a los ojos le vas a decir a esa persona "sí confío" o "no confío" dependiendo de lo
que esta persona te proyecte. Es muy importante ver a los ojos y no hacer ningún tipo de
contacto físico. Sean honestos, esto nos ayudará a trabajar con nuestra imagen.- Gracias a
Dios que Liv
se fue porque no me imagino que hubiera pasado al tener a Ana frente a ella. Omara me
vio directo a los ojos. –Sí confío.- Dijo casi de inmediato. Y fue pasando con todos mis
compañeros. Le indicó a uno de ellos hacer lo mismo pero en dirección contraria a donde
iba ella. En cuanto ella terminó puso algo de música, lo suficientemente fuerte para que
el resto no escuchara lo que decíamos.

76
Poco a poco fueron pasando todos mis compañeros y recibí demasiados "no confío" y
mucho tiene que ver mi comportamiento para con Ana y el hecho de que sean parte del
clan. Recibí "sí confío" de Paola, de Liz y de Ángel pero era de esperarse. Cuando fue el
turno de Ofelia optó por una nueva opción: "sí confiaba" y la mirada de desprecio fue un
extra. Se notaba a leguas que apreciaba a Ana y eso me alegraba, el saber que más gente
cuidaba de ella. Cuando la rubia pasó se cercioró de que nadie nos viera, entrelazó nuestros
meñiques y dijo con firmeza "confío con el corazón". No negaré que mi corazón comenzó a
latir rápidamente al escucharla decir esto. Cuando fue mi turno la rubia buscaba esconder
su enorme sonrisa.450

-No confío en ti- Su sonrisa desapareció. –Confío en la rubia que me saca de quicio y que
cree que no es bonita.-156

-Ella también confía en ti.-1

-Y yo en ella.- Al ver que estábamos tardando tanto Omara se acercó.

-¿Todo bien?-

-Súper.- Dije y me moví. Cuando la actividad terminó todos regresamos a nuestros


asientos, algunos más serios que otros.

-Chicos, esto no define quienes son. Esto es una imagen y a veces esa imagen la tienen
para defenderse del mundo. Eso no quiere decir que sean malas personas o que no sean
de fiar pero deben comprender que la imagen que proyectan es la que abre muchas
puertas. ¿Quiénes recibieron más "no confío"?- El clan levantó la mano, incluida yo.
Algunas discretas risas se escucharon. –Aparte del mío, ¿recibieron algún otro "sí
confío"?- Paola y yo levantamos la mano. –Lara, ¿quieres compartir como te sentiste?-

-Sólo quiero decir que ese "sí confío" es lo único que me interesa. Los demás, con
todo respeto, se pueden joder.- El clan comenzó a reír y sorpresivamente también
Ana.229

-A eso me refiero con lo que proyectamos, Lara. ¿Por qué tu negativa?-1

-No es una negativa, Omara. Sé que soy un dolor de culo y honestamente sólo me
importa lo que piense la gente importante para mí.-118
-Interesante opinión, Lara. ¿Alguien más quiere compartir?- No escuché el resto de la
retroalimentación porque me quedé pensando en mi propia respuesta. "Gente
importante", ¿la rubia era importante para mí? Digo, quiero protegerla pero, ¿eso
significa que es importante para mí? La respuesta aparecía en mi mente con letra Arial
doscientos y en negritas: ¡SÍ! –Lara, necesito hablar contigo.- Cuando regresé a la
realidad la mayoría de mis compañeros salían de la clase. Asentí. Esperó a que todos
salieran y se sentó a mi lado. – ¿Confías en mí?- Asentí. -¿Entonces serás honesta
conmigo?-30

-Lo intentaré.-

-¿Qué pasa con Ana?-

-¿Qué pasa de qué?-

-Vi el episodio en la cafetería pero también vi como ella te tocó.-156

-¿Sabes de su aversión?-

77
-Claro, todos los profesores lo sabemos. Lo interesante es cómo lo sabes tú. Hasta donde
sé sólo Ofelia sabe de esto. De nuevo, ¿qué pasa?-6

-Honestamente, ni yo sé. No sé en qué momento ella se sintió en confianza para


decírmelo y no sé en qué momento me dije a mí misma que la protegería de Liv- Tomé
un largo respiro. - ¿Has escuchado lo que Liv le dice?-

-Olivia puede ser muy cruel.-1

-¿Por qué no le hacen algo?-

-¿Expulsarla? Estoy segura que le haríamos un favor.-14

-Y Ana no se defiende.-

-No está en su naturaleza. Ella cree en que Olivia debe dejar salir su ira.-44

-¿Usándola como bolsa de golpeo? No sé si aplaudirle o darle una

bofetada.-28 -Eres todo un caso, Lara.-

-¿Gracias?- Sonrió.

-La chica mala que no es tan mala.- La quedé viendo extrañada... esperando más. -Me
has contestado más de lo que pedí.-

-¿A qué te refieres?-

-Lo haces para protegerla... Eso es muy noble, Lara.- Ni siquiera era una pregunta, lo

afirmaba. -Puede ser...-

-¿Te avergüenza?-

-No, es sólo que... Nadie puede saber de esto, por favor. Es la única manera...- Puso su
mano a la altura de mi boca.

-No te aflijas; esto queda entre nosotras.- Me sonrió. –Ve a tu siguiente clase.- Más que
feliz fui a mi clase siguiente, Educación Física. Este mes y el próximo sería de voleibol por
lo que debía aprovechar al máximo. Cuando llegué a la clase los equipos ya estaban
formados y los primeros dos ya estaban jugando.

-Lara, qué gusto verte.-4

-Lo siento, profe. Me quedé un momento con Omara.-

-Estarás en el equipo dos con Ana, Ofelia, Pao, Adán y Elías. Por favor, no mates nadie hoy.-
Le sonreí.91

-No se preocupe, no mataré a nadie.- Ganó el equipo de Ángel, quién de rodillas me pidió
que no lo golpeara de nuevo. Sacaba por abajo y evité pegar fuerte. Sin embargo Ángel
buscaba golpear a la rubia de cualquier manera.6

-Lara, deja que la golpeé.- Gritó Liv desde la banca.8

-Quiero jugar y estoy segura que esta tonta ni siquiera sabe agarrar el balón.- El clan rio.
Ganamos y ahora fue el turno del equipo de Liv para entrar de nuevo. La chica de ojos
azules no jugaba mal pero no era algo del otro mundo, como podía intentaba mandar sus
saques a

78
Ana pero apenas y alcanzaban a pasar la red. Mónica estaba entretenida hablando con
algunos de mis compañeros momento que Liv para decirle unas cosas a la rubia.1

-Hey, monja, ¿Jesús no te enseña a ser menos inútil con un balón?- No sabían cuánto
tiempo duraría mi paciencia. –Idiota, mírame cuando te hablo.-106

-Olivia, déjala en paz.- Saltó a su defensa Ofelia.18

-Cállate, muerta de hambre. Esto no es contigo pero sí así lo quieres no tengo problemas
en joderte.-49

-Pueden platicar en otro momento, quiero jugar.- Dije para intentar calmar la tensa
situación. Paola fue al saque, yo estaba cerca de la red del lado izquierdo y Ana detrás de
mí. –Por favor, necesito una buena bola.- Me dije más a mí misma. El saque de Pao pasó
bien y el equipo de Liv la pasó de una, de nuevo la bola llegó al lugar de la chica menuda
de lentes, quién limpiamente me la pasó. La bola iba un poco alta por lo que aproveché y
la tomé en el aire. No le pegué tan fuerte pero sí lo suficiente para que le doliera a mi
objetivo: Liv. Apenas y alcanzó a meter las manos para cubrirse el rostro pero la bola le dio
de lleno en la cabeza. Todos comenzamos a reír. Me volteé y le hice un guiño a Ana que
sonreía ampliamente.342

-¿Qué te pasa, estúpida?-29

-Disculpa, Liv. Es la emoción.-119

-La próxima vez emociónate con alguien más, imbécil.- Decía mientras se tallaba la

cabeza.64 -Creí que la tonta era la quejona, no tú.-10

-No me compares con esa idiota.-


-Entonces no te portes como una mocosa. Sólo fue un puto golpe.-82

-Cuida tu boca, Orozco.- Gritó Mónica.42

-Lo siento, profe.-

-Tienes razón, sólo fue un golpe... Casi ni dolió.- Las ventajas de ser la "consentida" de la
abeja reina. –A la próxima pégale a la idiota.-

-Creo que se vería muy personal si la golpeo estando ella en mi equipo.-80

-Y yo soy la tonta.- Dijo Ana muy pero muy bajito; no me quedó de otra más que reír. De
nuevo al saque Paola y el balón le llegó a Liv que de inmediato la mano a la rubia; la pobre
no sabía ni como acomodar sus manos. Al no saber que hacer le metió el puño, para mi
mala fortuna el balón pegó contra sus nudillos y salió con fuerza a mi dirección. Ni siquiera
me dio tiempo de meter las manos y el balón dio de lleno a mi rostro.207

-¡Mierda!- Escuchaba a todos reír, a todos, menos a la rubia que corrió a

verme.51 -¿Estás bien?-

-Di algo más, tonta.- Dije sólo para ella. Quedó viendo a su alrededor; todos estaban
atentos a nuestra curiosa interacción. –A la próxima te va peor.- La forma en como lo dijo
no lo creyó ni ella... terminé olvidando el golpe y me largué a reír.216

-No sabes en lo que te metes, rubia tonta.-

79
-Ni tú tampoco, fastidiosa.-21

-Ok, demasiada violencia y definitivamente no quiero a Lara enojada.- Dijo Mónica al


llegar a donde estábamos. –Ana a tu esquina, por favor.- Reí de nuevo ante su
metáfora.-71

-Estoy bien, profe. No se preocupe.-

-Me preocupa lo que puedas hacerle a Ana.-112

-Ella está a salvo... por ahora.- La quedé viendo y un pequeña sonrisa se formó en su rostro.62

Casi lloré de alegría al escuchar la chicharra que anunciaba el final de las clases y el inicio de
vacaciones. Necesitaba tanto tiempo libre como fuese posible. Tenía que ponerme al
corriente con la mayoría de las materias; por lo que los profesores vieron este "descanso"
como el idóneo para mí. Como siempre esperé a Norma pero ahora lo hice dentro de la
escuela, la cual, creo que en cuestión de segundos, quedó completamente vacía. Sabía que
eran los días de más trabajo para Norma por lo que me dispuse a descansar los ojos un
rato.

-¿Cómo estás?-

-Con los ojos cerrados.- El olor a manzanas inundó mis fosas nasales. -¿No deberías estar
en casa?-65

-Papá de nuevo fue al otro pueblo y quería ver cómo estabas.- Abrí los ojos y la vi
muy preocupada.
-Ana, esto no es nada. Me han golpeado peor, no te preocupes.-

-Lo lamento. No fue a...-69

-No fue intencional, lo sé. Vi todo de frente, rubia. Quizá se hinche un poco pero hasta
ahí. Si hubiese sido a propósito me hubieras sacado un ojo.- Sonrió.

-Quizá.- No me había dado cuenta de los lindos hoyuelos que se le formaban cuando reía.
-¿Te han golpeado peor?-219

-Tú no tienes nada de fuerza, rubia. Y de verdad que lo agradezco. Cuando entré al equipo
de la prepa como "novatada" me dieron de balonazos todas las integrantes del equipo.-4

-¿Cuántas eran?-

-Quince.- Sonreí. –Con esto me enseñaron que los golpes en casa te preparaban para
los golpes de afuera.-30

-Qué extraña frase.-

-Lo sé. Suena a violencia doméstica pero en la filosofía de allá.- Me quedó viendo por
un momento antes de bajar la vista. -¿Qué pasa?-1

-Me preguntaba sí... Quiero saber si tú puedes...-47

-¿Ana?-

-Si puedes prestarme tu iPod un rato más.- ¿A dónde creía mi mente que iba eso? No
quiero saber la respuesta.126

-Claro, tenlo en tiempo que quieras.-

80

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