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LEYVA 📝

LEYVA 📝

Sara Poezyn es una chica tranquila, normal y estudiosa, no le importa para


nada lo que piensan de ella mientras esté bien consigo misma.

Él, Wade Dhall. Un arrogante y como siempre, lindo dueño de la mejor


empresa de California y consorcios internacionales, pero tiene ciertos
secretos y defectos que según él, lo convierten en un monstruo.

-Aléjate de mí, yo no soy bueno para ti-su voz se escucha en un susurro


mientras me acorrala en la esquina del bar.

-Dame una razón para hacerlo-lo observo fijamente tratando de descifrar su


mensaje y de repente sus ojos se tornan amarillos.

Pero que mierda.


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PRÓLOGO

¡Advertencia de inicio!

Contenido +18. Esta historia contiene material vulgar, ofensivo, explícito y


para adultos.
No me hago responsable por las mentes traumadas o los malos
entendidos.117

Dicho esto, a leer.

Prólogo9

Pov Sara44

—¿Es normal empezar diciendo que tengo 17 años? Me llamo Sara Poezyn, soy
alta con una tez blanca, cabello cenizo lacio y ojos azul profundo; antes vivía
en Texas, pero actualmente me mudé a este estado, California. Y como ya
saben, vida en otro lado es sinónimo a vida nueva, instituto nuevo, nuevos
amigos, locuras y todo lo demás, pero no, yo no soy así; soy más pacífica,
estudiosa, no hago amigos porque siento que es una perdida de tiempo y Dios
me libre de todas las atrocidades de los locos adolescentes hoy en día. De
cierta forma puedo llegar a decir que soy una vieja atrapada en el cuerpo de
una joven, y sí, soy la típica Nerd, pero me agrada serlo—suspiro—aunque todo
en esta ciudad esté bien, hay algo que no me deja dormir, algo que se que él
oculta. Esos ojos, esa mirada, esas señales, ese modo de hablar, recuerdo mi
última vez en el bosque y como olvidarla si de repente al frente mío había un
lobo oscuro como la noche de tres metros con unos ojos amarillos que brillaban
en la oscuridad y de la nada se fue y llego él—rasco mi cabeza—quiero
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entender que pasa, pero cada vez que doy un paso cercano entiendo menos a
lo que me enfrento.59

Pov Wade1

—Yo soy, Wade Dhall. Empresario y dueño de la empresa número uno en


California. Me describo como: lindo, seductor, arrogante, millonario y
desgraciadamente mujeriego, pero claro todo eso tiene una explicación. No
me importa pasar por encima de los demás para conseguir lo que quiero, pero
tengo secretos y defectos que afectan a mi vida si ella es humana y no
entendiera sobre mí; yo no soy para ella, aunque la diosa de la luna asi lo
destinó. Mis deberes son grandes y ella me dará más, pero tengo la necesidad
de mirarla, vigilarla, tenerla cerca, su olor, su mirada, simplemente todo me
atrae y ya no sé que decidir.60

¿Que Pasará entre nosotros?


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CAP.1~NUEVA VIDA

Capítulo uno5

Pov Sara2

Y aquí estoy.1

A miles de kilómetros de Texas, sin amigos, sin muebles, sin mis cosas, la casa
en la que estoy de pie, está vacía, sin nada, solo las paredes de color chocolate
oscuro que le dan un toque melancólico.A pesar de ser una casa mansión se
siente que debería ser usada por una familia numerosa no por dos personas
que salieron del calvario que vivían.

Mi madre debe haber pedido algun préstamo porque los ahorros de su vida no
sirven para semejante caserón, o algún conocido debió haberle dado algo a
cambio de sus servicios. Observo mi alrededor sin entender ¿Por qué tan
grande? ¿Por qué aquí en California?8

Este será el comienzo de una nueva vida.

—Sara, llegaron los camiones, puedes desempacar tus cosas—me dedica una
sonrisa melancólica mientras la observo como lleva el labial corrido.31

—Okey madre, desempacaré, tu solo dedícate a lo tuyo—baja la cabeza y da


un largo suspiro, en ese momento paso por su lado, pero antes de que llegue a
la puerta me retiene agarrándome el brazo derecho con cierta sutileza, miro
la puerta con cautela antes de que diga algo.

—Sé que te preguntas ¿Por qué estás aquí? ¿Cómo conseguí esto? La
respuesta es simple corazón—me da vuelta y quedamos cara a cara—He
conseguido esto gracias a un viejo amigo, él la estaba ofertando y como
nosotras necesitábamos salir de aquel lugar y lo sabes—mete un mechón de
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cabello detrás de mi oreja—No nos podíamos quedar más ahí, por él, por tu
padre—baja la mirada y una lágrima rueda por su mejilla.4

Nunca me a gustado ver a mi madre llorar, nunca—¡Hey! verás que él aquí no


nos encontrará—le doy una sonrisa tranquilizadora y sus brazos se enrollan
en mi cintura.4

Vaya eso no lo ví venir.2

Empiezo a reír y la separo un poco de mí, con cuidado limpio sus lágrimas—
Venga, bajemos las cosas—nos encaminamos a el camión y bajamos cajetas
grandes, pequeñas y le pedimos ayuda a los camioneros para bajar los muebles
pesados.1

—Póngalo ahí—señala mamá en una esquina de la sala—Se verá perfecto


verdad, Sara—ruedo los ojos divertida, sonrío y asiento. Me recuesto de una
pared y solo me queda observar como mamá le da el pago a los trabajadores,
rápidamente estos salen y desde adentro solo se escucha como se alejan
lentamente por la carretera.

Mi estómago ruge y mi madre se percata de ello, sonríe—¿Qué tengo en la


cara para que te burles de mí?—hablo seria, pero hasta yo en mi interior
muero de risa por mi tono de voz.

—Ya que tu tienes hambre y yo tengo hambre, estrenaremos la cocina—da


pequeños saltitos.

El fuerte de mamá siempre a estado en la cocina por lo que no me


impresionaria si aquí se vuelve chef—Vamos mamá, pero antes, ¿puedes
decirme donde está el equipo de sonido de esta inmensa mansión?

Rasca su cabeza —Se me olvido... Llamaré a Wade, esperá aquí—señala el


lugar.41

—¿Dónde más Elizabeth? —niego divertida.30


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—No me tardo—sale disparada del lugar.

—Madre ¿te ayudo?—grito lo más fuerte que puedo y es cuando la escucho


bajar hablando por su móvil—Sí... O es que lo había olvidado... No, no te
preocupes... Está bien, nos vemos luego... Adiós—una mirada juguetona se
cruza por sus ojos y sonríe en gran manera.27

—¿Desde cuándo te crees adolecente? —niego —ven vayamos a la cocina,


muero de hambre—recuerdo el nombre del tal susodicho y mi curiosidad
comienza—Mamá ¿quién es ese conocido tuyo, Wade?—cuestiono.

—Es el que me regaló esta hermosura de mansión—da una media vuelta y


llegamos a la famosa cocina—Cierra la boca Sara, se te entrarán moscas—
achico mis ojos. A veces pienso en que si de verdad es mi mamá, se parece
más a una mejor amiga o hermana.19

Ojos azul profundo grandes, cuerpo perfecto tanto que diría que tiene como
veintiocho años cuando en realidad tiene cuarenta y seis, cabello chocolate
claro y sus curvas. Me asiento en uno de los taburetes de la cocina, veo a mi
Elizabeth conectar su móvil en un dispositivo USB al lado del botón de
encendido y la cocina se llena de un ambiente claramente divertido.

—Oye madre ¿puedo ayudar?—me levanto, pero voltea y me mira seria.6

—No, no puedes, la última vez que me ayudaste quemé la pasta por estar
jugando, ahora si me disculpas no quiero hechar a perder el almuerzo. Y por
cierto, ponte algo bonito porque hoy viene Wade, cenará con nosotras— como
si me importara vestime bien para un viejo verde forrado en dinero—Sé lo
que estás pensando, pero no, no es viejo, es sexy y guapo y apuesto y...55

—¿Será mi nuevo padre?—Pregunto divertida.4

Niega—Es muy tipo adolescente adulto grande, apenas tiene veinticuatro—


muy nuevo, eh.41
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—Bueno si tanto te interesa esa cena, iré a desempacar y vestirme como tal—
asiente y sigue con el almuerzo.

Salgo de ahí y me aproximo a subir, camino hasta el fondo del pasillo y tiro
de la manija para entrar en mi hermoso dormitorio.

Es azul oscuro, amplio, con un ligero toque de elegancia. Desgraciadamente


solo tengo mis cajetas y tengo que desempacar, no tengo cama, tampoco un
armario o una peinadora; de nuestra antigüa casucha solo pudimos sacar los
muebles de la sala, cosas de cocina, cuadros, bueno en realidad casi todo, solo
faltaron algunas cosas electrónicas y nuestras cosas grandes. Teniamos que
salir antes de que él llegara y la golpeara hasta cansarse porque no le fue bien
en su trabajo, ya no lo toleraba más, quería asesinarlo y gracias a eso y a los
innumerables golpes que recibió mi madre, planeamos una escapatoria con
anterioridad y aquí estamos, lejos de él.43

Olvidando todos los recuerdos negativos, busco entre las cajetas algun
vestido corto y lindo con un ligero toque de sensualidad; si mi mamá dice que
me arregle es por algo, aunque aún pienso que es un adulto con cara de viejo
forrado en dinero. Busco y busco hasta que doy con uno negro con cinco dedos
más arriba de la rodilla, no es tan sensualidad de arriba, pero tampoco tan
anciana y en el centro lleva un hermoso cinturón de pedrería.26

Esto debería estar bien para mi madre. Salgo de mi bellísimo cuarto y tras de
mi cierro la puerta negra, llevo el vestido colgando atrás de mi camisa, corro
por el pasillo hasta las escaleras y bajo de dos en dos los escalones.

Aspiro fuerte y mi estómago ruge nuevamente ante tan delicioso aroma.


Corro lo rápido que mis piernas me hacen correr y entro de golpe a la cocina
haciendo que Elizabeth se asuste y lleve una mano a su corazón.

—Lo siento, Elizabeth—aspiro nuevamente —Eso huele delicioso y mi


estómago está más pegado que las veces que teníamos que esperar a las doce
un veinticuatro de diciembre—digo agitada y emocionada por comer algo.24
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—Si, sabía que tenías hambre por el amor a Dios, pero no tenías que entrar
así, me asustaste pendejita—camina hacia a mí y toca mi nariz en una pequeña
caricia con su dedo índice.37

—Bueno Elizabeth, sirve la comida que tu hija tiene hambre—mando con voz
autoritaria.3

—Lo que usted diga hija gruñona, aunque yo debería ser la que está en esa
posición y tú en esta—entorna sus ojos y camina hacia la alacena.

—Nada de eso, sabes que si lo hago, todo sería un desastre—la señalo con mi
dedo.

Coloca un plato de pasta frente a mí y con ansias empiezo a deborar mi comida.


Ella me mira con nostalgia y preocupación; limpio mis manos con mi pantalón y
tomo las suyas entre las mías; rápidamente cambia su aspecto y se hace a un
lado para comer tranquila.4

—Y Elizabeth, dígame como fue que conoció a ese tal Wade para darle las
gracias por esto—señalo a mi alrededor.18

—Pues, ya sabes—agacha la mirada y en acto seguido me vuelve a mirar.

Dios, osea que mi mama y él ya...68

No me lo imaginaré porque me dará asco—Servicio especial—digo y ella


asiente, pero rápidamente niega.3

—Lo iba a hacer, pero ocurrió otro improviso—claro —no te confundas, no


tuvimos sexo.74

Como me duele que mi mamá estuviera en eso por ese puto que no tiene la
dicha que se llame padre—Vale, pero por como me dices ¿te importo, no es
cierto, Elizabeth?—me observa fijamente.

—La verdad al principio si porque lo vi guapo y lo demás, pero ya te dije que


ocurrió un improviso y luego de eso nos hicimos buenos amigos, todo cambió y
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ahora soy su gran amiga—mete un mechón rebelde detrás de su oreja—Ya me
gusta otra persona—dejo caer el tenedor y creo que esta vez mi boca si está
bien abierta.23

¿Mi madre, enamorada?2

Sonrío, estoy emocionada por ella, que se quiera dar otra oportunidad es
importante y me lo quiera compartir, es importante. Me mira con cautela y
miedo, achicó mis ojos y me levanto de la silla, llego a su lado y la abrazo —
Eso es genial mamá—toca mi espalda y jala mi traje.

—¿Este es tu vestido cariño?— asiento.1

—¿Está bien para la cena?

—Es jodidamente perfecto. Ni tan puta, ni tan santa—¿desde cuando ella


habla así?68

—Elizabeth, esa palabra—achicó mis ojos.

—Y tu niña muy madura para su edad, deja de decirme Elizabeth, soy tu


mamá.64

—Está bien mamá, ire a prepararme—le doy un beso en la mejilla y camino


hacia mi habitación, abro la puerta y me despojo de toda mi ropa, pongo el
vestido dentro de un cuarto gigante y cierro la puerta.

¿Nunca les ha pasado que se sienten libres cuando se quitan toda la ropa?48

Mis ojos viajan a través de las cajas y paran repentinamente en una colcha,
sin pensarlo dos veses la agarro, me envuelvo en ella y me tiro al suelo. Mis
párpados comienzan a pesarme y cuando trato de levantarme mi cuerpo no
responde, dejo de luchar y todo a mi alrededor se vuelve completamente
nulo.1

Despierto gracias a unos tacones resonando al lado de mi cara, me enrollo más


a la colcha y me tapo hasta la cabeza, de un tirón siento como me la arrancan
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y me levanto de golpe haciendo que mi cabeza duela, trato que mis ojos se
acostumbren a la luz y miro a mi madre justo a mi altura.6

Frunzo las cejas —Mamá, déjame dormir—trato de jalarle la colcha y


automáticamente mi cerebro hace un recorrido anterior.

¡Mierda!

Salgo corriendo para el baño—Madre ¿cuánto falta para que tu amigo


llegue?—grito desde el gigantesco baño a mi disposición.

—Dentro de quince minutos, más te vale salir en diez o te la verás conmigo —


escucho como cierra la puerta de un portazo y me achico en mi lugar.
Rápidamente me baño y salgo toda mojada salgo de ahí, busco en una cajeta
las toallas y me seco, las lanzo lejos de mi vista y cierro los ojos tratando de
recordar en dónde dejé mi vestido.
12

¿Nunca antes sintieron que cuánto más rápido hacen las cosas, peor quedan o
salen mal?18

Bueno, esta es una de esas situaciones.

Con mi mente en juego, recuerdo el armario vacío y encuentro mi traje


inmediatamente, me coloco toda la ropa y busco el escaso maquillaje que tengo
para ponerme un poco.+

Algo me dice que hoy es uno de esos días entre buenos y malos.
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CAP.2~SILENCIO INCÓMODO

Capítulo dos

—MAMÁ, AYÚDAME POR FAVOR — me asomo por la puerta de la habitación.

—Ya voy. Estoy colocándome perfume—escucho su voz lejos y suspiro


resignada.

Está lejos, muy lejos de mí.

Aunque viéndole el lado positivo, cuando ella tenga sus cosas privadas, no
escucharé sus gritos cerca.8

Oigo sus tacones resonar, observo atenta la puerta hasta que ella aparece
dejándome verla con un vestido azul rey suelto hasta las rodillas y zapatos de
tacones negros mate, su maquillaje es sutil y seductor y su cabello suelto que
cae en ondas por sus hombros.

Ella si que está elegante.

—Pero mira que hermosa estás, Sara—se posiciona detrás mío, giro mi cabeza
un poco y planta un beso sobre mi mejilla—Toda una dama. Mi bebe está
creciendo.

—Mamá, ya he crecido ¿no?—niego en desaprobación.

Asi son las madres.3

—Bajemos que él no demora en llegar—toma mi mano y me jala con ella. Mi


estómago gruñe y rápidamente me acuerdo de los espaguetis de hace unas
horas.

—Mamá.

—Dime cariño—me observa de reojo.


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—¿Qué cocinaste? Es por curiosidad, no es que tenga hambre, bueno si, pero
tu sabes como soy y pu...14

Me interrumpe—Cenaremos estofado a base de patatas para ti, o como yo lo


diría baeckeoffe— levanta la mano dramática y en un suave movimiento se
asienta en el sofá, le copio su movimiento y tomo asiento.

Cada minuto que pasa se vuelve una eternidad para mí, nadie ha llegado, nadie
ha tocado y mi poca conversación se ha vuelto algo desesperante para mi
madre y no la culpo, si estuviera en su lugar ni yo misma me aguantaría.

—¿Mamá cuan...

—Cenaremos cuando él este aquí ¿por algo lo invite, no? además tú me dijiste
que le querías agradecer—y ahora me estoy arrepiento. Ruedo los ojos y cruzo
mis brazos.33

—Sí, pero se está demorando —mi voz se va apagando cuando escucho sonar
el timbre de la casa, volteo a verla y tengo una rápida mirada ladina de ella
diciéndome lo vez.1

—Vamos, tengo que abrir y presentar ante Wade—se levanta del sillón y se
dirige hacia la gran puerta con diseños extravagantes.

Mi vista se va directo a el vidrio que nos separa y desde ya puedo decir que
es alto, me posiciono al lado de Elizabeth con cierta distancia y ella abre las
dos puertas, rápidamente mis ojos conectan con los suyos en perfecta
sincronía. Le quito la mirada y escaneo todo de él en menos de un minuto.

Ojos verdes profundo, cabello castaño claro, pómulos cuadrados, naríz


perfilada, barba lijera que le da un toque sexy y encantador, viene con un
traje negro y camisa blanca que lo hace resaltar sus músculos, corbata de
lazo negra y unos zapatos del mismo color deslumbrante.25

—Hola ¿cómo estás, Wade? no sabía que traías compañía, hubiese cocinado
más —junto mis cejas y dirijo mi vista detrás de él.10
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El otro chico es bonito, un poco más bajo, pero encantador, tiene ojos
marrones, cabello castaño, pómulos grandes, naríz perfilada y por toda la
cara, lunares.45

¿Tendrá los mismos lunares por todo el cuerpo?36

Este viene con un traje azul, su saco está arremangado en sus antebrazos,
también tiene camisa blanca, una corbata azul con puntitos negros y
finalmente zapatos marrones. Elizabeth pasa una mano por en frente de mi
rostro y reacciono, sus ojos se achican levemente y rápido recompone su
postura.

—Ella es Sara—mi madre me da un pequeño empujón hacia el señor imponente


y bajo la mirada.2

Extiendo mi brazo y siento como su mano toma la mía, una pequeña


electricidad pasa por mi cuerpo y me estremesco —Un gusto Sara, soy Wade
Dhall, pero eso ya lo debes saber debido a tu madre—¡Dios! Juro que me perdí
cuando dijo un gusto, tiene una voz gruesa, ronca y sensual.6

Dejo de mirarlo y aparto mi mano de la suya.

Señala al chico que esta detrás—Este es Matías, mi mejor amigo—le tiendo


la mano en saludo y es totalmente natural.1

¿Pero por qué con él no?2

—Un gusto, espero que nos llevemos bien—me dedica una sonrisa de paso y se
coloca al frente de mi madre para saludarla—Elizabeth—ella le tiende la mano
y sus mejillas adoptan un color rosado.6

Le gusta.7

Sonrío y niego—Que tal si vamos a comer—propongo al ver que estos dos se


han quedado estáticos. Recibo todas las miradas incluyendo la de él y por mi
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cara corre un intenso color rojo que no puedo detener. Elizabeth me fulmina
con la mirada y abre la boca decidiendo romper el hielo.

—Mira Wade, te seré sincera, hoy acabamos de llegar y creo que lo que hice
no va a sobrar—Elizabeth baja la mirada—es que pensé que no traías
compañía.5

—No te preocupes. Salgamos a comer en las afueras, yo invito—ruedo los ojos.


Más demora para comer.27

—Perfecto. Sara—alzo mis cejas—¿quieres ir o te quedas?—muerdo mis


labios. Si me quedo puedo comerme todo lo que ella hizo, si voy tendré que
esperar, definitivamente me quedo, la observo fijamente y me hace señas con
la mirada de arriba hacia abajo.22

¿Por qué la vida es tan injusta conmigo?

Suspiro—Sí, iré—juego con mis manos.2

—Ya que ambos llegamos en nuestros autos, no vamos separados—¿espera


qué? Volteo a verlo y en su rostro hay una linda sonrisa ladina. Mi corazón
bombea fuerte y mis manos comienzan a sudar. Ojalá no proponga que me vaya
con él porque me dará un infarto.

Miro a mi madre con cara de preocupación y ella solo sonríe—Bien, yo voy con
Matías—arpía, mala madre, no esperes que te lave la ropa, te espera un asilo,
no esperes nada el día de la madre.151

—Sara, ¿me acompañas? —me tiende su brazo izquierdo y con todo el miedo
del mundo lo toco. Este hombre me pone los pelos de punta.

—Bien, vamonos—sonríe para mí. Agradezco que no me pida la mano, debo


admitir que me sudan como puerco.27

Que asqueroso.3
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Caminamos detrás de los tortolos, Wade cierra al salir y su mano toma la mía
en acto rápido y seguro. Giro mi cabeza en dirección a él; luce tan intimidante,
posesivo, fuerte.1

¿Podrá cargarme?38

Pues claro que puede cargarte.

Mentiría si dijera que es feo.

Me dirige hacia una camioneta chevrolet negra. Es todo un adonis y seguro


cientos de mujeres lo quieren tener como yo lo tengo ahora. Se detiene frente
al copiloto y me abre la puerta, miro de reojo y un Mercedes-Benz pasa justo
a nuestro lado.

Tan rápido se han largado o ¿Estaba caminando lento?

—Sube, por favor. Matías ya debe estar lejos—hago caso a mi acompañante y


entro al auto. Rodea la tan grande camioneta y sube rápidamente.

—¿A dónde vamos?—digo sin vacilar. Es la primera cosa que se me ocurre.

—Al mejor restaurante de California—introduce la llave y arranca con un


rugido suave.4

Joder.1

Aprieto mis piernas y coloco mis manos sobre estas. Estar aquí se siente como
un jodido dios y hace mi cuerpo temblar. Abrocho mi cinturón y partimos de
las preciosas calles de mi barrio, el silencio en el auto es abrumador, una
tensión siento a cada momento y sus ojos no paran de escanearme.

—¿Cuánto falta para llegar?—decido romper el hielo.

—Un poco, pero si quieres manejo más rápido—me voltea a ver y de nuevo se
concentra en la carretera.
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—Prefiero la seguridad—digo—No es que la seguridad me guste mucho, pero
quiero ser cautelosa, además no tengo de que hablar y estamos en un silencio
totalmente incómodo.31

Dioses ayúdenme no me dejen morir con él.

—Que te parece si te pregunto o saco temas—asiento frenéticamente.

—¿Cómo creíste que era? por lo general todos piensan que soy un magnate
cuarentón con dos hijos y una linda esposa pero no, no es así—y vaya que no
es así, es todo un sensual señor.3

—Te seré sincera, yo pensaba que eras un viejo verde que tenía plata hasta
para regalar—miro de reojo su expresión divertida.7

—Y yo te hacía a tí más niña—achico mis ojos.

—¡Hey! estoy grandecita—golpeo su hombro.1

—¡Auch! eso dolió— abro mi boca para reprochar, pero algo ilumina la parte
interior del auto. Las luces de la ciudad se realzan dentro de nosotros, es tan
bonita, carteles y letreros iluminados por todas partes, jóvenes y adultos
paseando y recorriendo las calles.17

—Esto es... Simplemente es hermoso.

—Lo es, pero tengo otro punto de vista no muy lejos de aquí donde puedes ver
la ciudad entera—giro hacia él y noto una mirada oscura de sus ojos—Si
quieres un día te puedo llevar—dice con voz potente y autoritaria.10

Asiento en respuesta. Él dobla un par de calles y justo en frente hay un


deslumbrante lugar con mesas rojas afuera y blancas adentro, sus ventanales
están medio polarizados y a un costado de aquella puerta tan delicada se sitúa
el nombre La Antorcha.4

Vaya nombre para que lugar.


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—Sé que no es más lujoso que otros que puede ser que has visitado, pero es
lo mejor aquí—señala el lugar.

—¿Qué? pero que dice Señor Wade, yo nunca he visitado semejantes


restaurantes, este es el primero—muerdo mi labio.

Suspira—No me digas Señor Wade, me hace sentir viejo y no lo estoy—alza


sus cejas.17

—Vale, entonces, ¿cómo le digo?—cuestiono.

—Solo Wade o ponme algún apodo si quieres—se encoge de hombros.

—Pues no estaría mal el de Ricky Rincón—sonrío. Seguro no debe agradarle.35

Sonríe de lado—Yo creí que me pondrías algo así como Grey —pasa una mano
por su cabello.64

—Estas muy lejos de serlo— hablo rápidamente entre dientes.

—Ya lo veremos —susurra.121

¿Qué?

—¿Qué dijiste?—alzo mis cejas sorprendida.

—Nada—tira de la maniqueta para abrir la puerta y en cuestión de segundos


lo tengo abriendo la mía, tomo su mano tendida, él cierra la puerta detrás de
mí y pone seguro al auto bien aparcado.

A lo lejos diviso el mercedes-benz de Matías y sonrío irónica.

Vaya que rápidos.

Me imagino que mi madre nos está esperando con una buena charla, ruedo los
ojos. Llegamos a la entrada y la chica rubia de recepción le da una amplia
sonrisa a Wade, diretamente lo mira coqueta y sin vacilar. Suspiro, no es que
me importe el viejo, solo que debería respetar ya que trae compañía.15
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—Señor Wade que gusto verlo ¿la misma mesa de siempre?—toma un mechón
de cabello de su coleta alta a un lado.

—No, quiero la mesa vista a la ciudad en el balcón—su voz suena remotamente


fría y potente.

La chica abre su boca y la vuelve a cerrar, me observa detrás de él y junta


sus cejas—Claro, sigame señor Wade—sale de su pequeño cubículo y camina
al frente con la cabeza gacha.

Dirijo mi vista a todo el refinado lugar de madera y todas y casa una de las
decoraciones, creo que el nombre no le hace mención al lugar. Llegamos a una
puerta de cristal oscuro y subimos por el pequeño pasillo, los focos
ahorradores y paredes color marfil vista general le dan un aire antiguo y
acogedor, cierra melodía clásica se escucha al subir cada vez más, llegamos al
extremo de la puerta y nos detenemos.

—Señor Wade, desde aquí otro servicio lo atenderá— la pelirubia resguarda


la mirada en el suelo y desciende por el pasillo.

—Sara, entremos— tiende su mano y la tomó rápidamente sin vacilar, no es


que quiera presumir, pero no quiero que me miren mal nuevamente.

Él abre la puerta y todos los comensales voltean a mirarnos con una mirada
expectante en nosotros dos.

Ni que fuéramos una secta satánica.10

Él mira a todos con aires de gandeza y podría decir que su tamaño aumento,
la gente vuelve a comer con tranquilidad y dejo salir el aire de mis pulmones.

Nisiquiera sabia que contenía aires.

—Amo Wade, Natalia me informó que desea la mesa del balcón—una chica
rellenita se posiciona en frente nuestro con una sonrisa. Tiene ojos verdosos,
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cabello chocolate con ondas y trae lo que parece ser su uniforme de
trabajo.64

—Sí, así es.

—Por favor, síganme—nos guía por el salón y en una esquina diviso a mi madre
hablando muy animadamente con Matías.2

Está enamorada—Wade ¿por qué no comeremos con Elizabeth y Matías?—


susurro.20

—Porque aquí todas las mesas son de dos personas—voltea a mirarme—esto


es más personal e íntimo—señala la puerta en frente de nosotros. La chica
saca un juego de llave de su delantal y en un minuto las puertas son abiertas
de par en par.20

Mi cuerpo no se mueve, mi respiración se agita y mi boca no puede cerrarse.

Esto es impresionante.

La vista a la ciudad, las farolas en un costado del ventanal, la mesa


perfectamente colocada con un mantel blanco y sillas de madera grandes
como para un rey y reina.+

Dios, lo juro, quiero llorar.21

...
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CAP.3~LA CENA

Capítulo tres

A pesar de que se llama La Antorcha, lo que tengo a mi vista no le queda al


nombre rústico. Volteo a ver a Wade quien me observa expectante con sus
manos en los bolsillos.

—¿Te gusta? —sonrió.

—Como no me va a gustar, esto es jodidamente impresionante—volteo


atónita—Discúlpame, es que nunca he estado en un restaurante.24

Sonríe—Claro, pero ven, siéntate— saca la silla de madera con delicadeza,


hago caso a su petición y me asiento.

—En serio, discúlpame—observo su atractivo rostro mientras él me mira


divertido.3

—No te preocupes, Sara, yo digo cosas como esas todos los días, aun que no
lo creas soy muy mal educado.7

Por sus ojos pasa una pizca de maldad—Eso es una confesión muy personal,
¿no lo cree así?

Suspira—¿Qué te dije con lo de señor?

—Oh, disculpa es que estoy tan acostumbrada a llamar a mi madre Elizabeth


o madre que para mi son términos grandes o por así decirlo—me encojo de
hombros.

—Disculpen —habla una voz a nuestro costado y puedo deducir por su tono
que es la chica agradable—Aquí está su carta para ordenar, estaré en la
puerta hasta que decidan.

Miro el libro en mis manos y bajo mis hombros decepcionada.


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¡Rayos!

Debí prestarle más atención a mamá cuando me daba esas clases de cocina.
Observo a Wade de reojo y este parece pensar en cual escoger.

Sé que lo siguiente que haré no me concierne a mí. Carraspeo—Wade, ¿puedo


pedir?—él alza su vista, asiente y cierra la carta rápidamente. Hago una señal
para que la chica venga y ésta se acerca.

—Yo quiero lo que el Chef me recomiende o decida y ¿para tí?—volteo a verlo.

—Lo mismo, dile al Chef que me sorprenda —habla con un tono de voz
divertido y ronco.28

La camarera asiente con una hermosa sonrisa y se va de nuestro lado—¿Sabes


como se llama la chica? me agrada más que la anterior.

—Creo que se llama Arelis. He estado un poco aquí y ella no me atiende mucho
—mira en dirección donde se ha ido.3

Suspiro—o sea que pocas veces estás en esta zona.

—Sí, yo por lo general no vengo mucho y cuando vengo es a comer algo rápido
y eso lo puedo hacer desde la primera planta.

Se ve como un tipo cálido.

Coloco un brazo sobre la mesa y apoyo mi cara en mis manos —A pesar de que
eres millonario, eres amable—¿eso lo dije en voz alta?23

Retrocedo y miro hacia otro lado tratando de evitar su mirada. Lo observo de


reojo y su aspecto está algo desencajado—No lo creo así.

Junto mis cejas —¿Por qué?

—Porque no cierras la boca y dejas de ser metiche —su tono frío retumba por
mis oídos y llega hasta mi corazón. Eso me dolió y como no lo conozco, no puedo
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decir ni una palabra. Alzo mis cejas y aplasto mi boca, miro todo el lugar y no
vuelvo a hablar hasta que llega la cena.118

Comemos en silencio y rápido, aun que, no sé si le pueda llamar comer rápido


a llevarse grandes bocados de papa rellena con carne a la boca. Siento su
mirada en mí como un maldito león cuando asecha a su presa y eso me molesta,
y mucho.

Yo soy la presa.25

Termino de comer y me levanto—La cena estuvo genial, gracias por la


invitación—salgo lo mas rápido que puedo de ahí. No dejaré que alguien me
hable así. Llego a la recepción del segundo piso y Arelis me observa extrañada.

Abro y cierro la boca agitada—Ábreme la puerta, rápido—mi mirada asustada


hace que se alarme.

—pero... —vuelve a decir y la interrumpo.

—Ahora —observo hacia atrás y noto que Wade está a pocos pasos de mí, veo
en dirección en donde estaba mi madre y no hay nadie.

Perfecto, eso quiere decir que ya están abajo.

O tal vez ya se han ido.

Ella abre la puerta y entro rápidamente, lo único que puedo ver es como trata
de llegar a nosotras deliberadamente.

—Espera— lo último que escucho de él y ella cierra la puerta.15

Suspiro—Gracias Arelis. Sé tu nombre porque él me lo dijo, pero


sinceramente no quiero verlo más, no por ahora.

—No te preocupes y disculpa si soy entrometida, pero ¿qué paso?— voltea a


mí ya habiendo cerrado la puerta con llave.
LEYVA 📝
—Mira yo le hablé normal y gentilmente, pero de repente se me salió que él
era amable y se puso extraño.

—Oh, no te puedo decir nada porque yo no lo conozco, pero lo que si te puedo


decir es que te salve de una—su cálida sonrisa me reconforta y su mirada
dulce me hace sentir segura de ella—por cierto, no sé tu nombre y déjame
decirte que yo también hablo mucho.

—Sara, me llamo Sara—sonrío, nuestros pasos se detienen y ella saca sus


llaves para abrir la gran puerta refinada.

—Adiós, nos vemos pronto—doy un leve beso en su mejilla y salgo del lugar.4

Antes de encaminarme a cruzar las puertas del restaurante giro para


cerciorarme de que ella y él no esten dentro. La decoración de abajo ahora
me parece más estupenda que la de arriba y sin duda es un buen lugar para
venir a comer.

Claro porque aquí no pasaste pena y ya concéntrate tarada, encuentra rápido


a tu mamá.9

Mi vista recorre cada espacio del lugar y no veo a mis buscados, salgo a pasos
agigantados del lugar y siento todas las miradas en mí, los susurros son
estresantes y para más acabar me encuentro a la primera puta que encontré
aquí en esta ciudad.2

¿Cómo es que se llamaba?

Natalia.10

Ríe por lo bajo cuando paso cerca de ella —Sabía yo que solo era otra más—
me detengo.3

Volteo y la miro directamente a los ojos—Mira, no sé que problema tienes


conmigo, pero no te gustará lo que tengo para decirte, así que...—ríe
incontrolablemente, mientras agarra un mechón de cabello rubio.
LEYVA 📝
—Pongamos esto así. Tú eres de aquí y yo de otro lado, pero ¿sabes cuál es la
diferencia ahora que estoy aquí?—alzo mis cejas— que a mí no me conocen
como regalada y a ti hasta los de otros lugares te preguntarian si quieres un
polvo solo por tu cara, que yo soy elegante y tu chillona, y que si estuviesen
que escoger una dama me elegirían a mí. Gracias por escuchar—volteo, tiro mi
cabello hacia atrás y sigo caminando, abro la puerta y la escucho decir algo
por lo bajo.45

Al bagazo poco caso.3

Mi vista busca el carro de los tortolos y rápidamente doy con el, pero hay algo
extraño, el carro se mueve mucho.15

Por favor que no sea lo que estoy pensando.18

Camino hacia ellos y observo tras la ventana de copiloto donde me encuentro


a una muy sonrojada Elizabeth junto a un Matías algo normal, pero con los
labios hinchados. Toco la ventana y automáticamente sus ojos viajan a mí,
Matías abre la ventana escucho el que paso de mi mamá.

—¿Puedo venir con ustedes?—pongo mi mejor sonrisa. En estos caso es lo


mejor, además de que quiero, no, no quiero, necesito que me lleven con ellos.

—Matías, entonces ¿qué dirás?—mi madre me mira con mala cara, pero ahora
es lo que menos importa, la cuestión es no irme con Wade. Giro hacia las
puertas del restaurante y lo veo saliendo y mirando para todos lados.31

—¡Matías dime sí o no! —lo miro fijamente sin parpadear hasta que al fin
decide.

—Súbete —quita el seguro de la puerta trasera y entro rápidamente.


Balbucea algo que no entiendo y lo tomo sin importancia.

Veo a Ricky Ricón caminar hacia el auto—Arranca—grito.15

Pero que hombre tan sexy, lastima que no me gusta que me griten.38
LEYVA 📝
Matías arranca y salimos del estacionamiento para incorporarnos en la vía.
Puedo ver hacia atrás a un Wade jalando su cabello, el cabello que me gustaría
tocar, me pregunto si tendrá cuadritos ovalados.7

Obvio, no vez que es grande, apuesto, musculoso, millonario, puede que


mujeriego y tú tienes la intención de preguntar si tiene cuadritos ovalados.
Eres una bruta, debes pensar más.

NO TE HARÉ CASO, ERES MI MENTE, NO MI MAMÁ Y YA CÁLLATE


FEA.25

¿Te estas dando cuenta de que te estás diciendo fea a ti, no?

...

Genial, la ley del hielo, sabes mejor me voy.1

Maravilloso.

Sacudo mi cabeza y observo el panorama a mi alrededor, detengo mi vista en


la casa al frente. Específicamente una inmensa casa.

—Llegamos—todo queda en silencio.

Matías me observa a través del retrovisor—Como no respondiste en todo el


viaje a lo que te decíamos...

Torpe mente.

Cállate y escucha.

Bien, pero tu no me dices que hacer, tarada.

Soy tu conciencia y ya presta atención.

—Sara, SARA—tapo mis oídos ante tal grito de mi queridísima madre.

Que por favor no se note el sarcasmo.


LEYVA 📝
Observó a Matías y este sigue con su charla—Te decía, decidí tomar la
decisión con tu madre. Está no es mi casa, pero es donde vivo y como ustedes
no tienen camas ni donde dormir las traje aquí para que duerman bien
mientras consiguen una cama—asiento.15

Tengo sueño y lo que menos quiero ahorita es pelear con la susodicha de


Elizabeth.

Abostezo —Si solo me quería decir que dormiriamos aquí hubo empezado
desde ahí y estaría bien, ya tengo sueño y antes de que me preguntes,
Elizabeth.

—Mamá —me interrumpe.

—Sí, Mamá. Sí puedes dormir con él— bajo del coche antes de que proteste
en mi contra con sus argumentos de que no lo haría. Me estiro y jorobo con
pereza, ellos bajan y caminan a la entrada, los sigo y me abrazo a mi misma
por el frío intenso que recorre cada centímetro de mi piel.

—Sara, como me contaste que tienes sueño te llevaré a donde dormirás y te


daré algo de ropa, solo espera aquí que llevo a tu madre al cuarto y regreso
por ti—asiento. Él sube con mi madre detrás de él y desde ya puedo verla
contorneando sus caderas.

Algo hará.

—No sé demoren, quiero dormir—suspiro.7

Echo un vistazo a la mayoría de cosas refinadas y con estilo, esto solo es para
ricos, dudo mucho que alguien de mi categoría podría comprar algo así. Camino
hacia las gigantes ventanas a mi izquierda y observo todas las mansiones,
autos y luces, la entrada se abre y curiosamente veo un carro igual al de Wade.

No, pero, no puede ser él.


LEYVA 📝
Sacudo mi cabeza y giro en dirección a las escaleras. Yo solo quiero dormir —
Matías apúrate, deja de hacer cosas con mi madre —bajo mi cabeza con sueño
y siento sus pasos bajar rápidamente por las escaleras.

—Vamos —levanto mi cabeza y achico mis ojos. Lo sigo escaleras arriba hasta
llegar al final de estas.

—Solo una sugerencia, si—respiro agitada—pongan un elevador para gente


como yo—apoyo mis manos en las rodillas y lo veo cruzado de brazos—¿Qué?
Como y no engordo, tampoco hago ejercicio y es por eso mi condición física —
doy un último suspiro hasta reincorporarme.36

—Oh, bueno, sígueme—camina hacia el pasillo izquierdo, al final de este veo


una puerta negra con dorado y una figura de un lobo aullando en oro en la
parte de arriba, él abre la puerta y puedo ver a una enorme habitación color
azul rey y la gigantesca cama blanca.

Hoy se duerme como reina.5

—Sarita, aquí está la ropa que usarás —me da unos pantalones de lana gigantes
junto a una franela.

—Todo lo de aquí es grande—me quejo y lo empujo fuera—necesito privacidad


y ya voy a dormir aun que no sea tu casa —le cierro la puerta en la cara. Volteo
y corro hacia la cama, me tiro y reboto en ella, mi vista se dirige a un cine en
casa y los lentes 3D en la mesita al lado de la cama, el techo es color blanco,
tengo puertas a mi derecha y a mi izquierda, los conductos del aire en una
esquina superior, las lamparas a cada esquina del cuarto y unas enormes
cortinas color verde oscuro donde averiguaré que hay detrás de ellas cuando
haya descansado.

Me levanto y voy a la primera puerta con la ropa tratando de dar con el baño,
pero con lo que me encuentro es con un armario enorme lleno de ropa y zapatos
LEYVA 📝
de hombre, todo tipo de relojes y pulceras, collares, lentes, accesorios,
marcas, zapatillas, sin duda este debe ser el armario de Matías.

¿Por qué compra ropa tan grande de brazos si él no es de tener mucho


músculo?42

Salgo de ahí y voy a la segunda puerta donde hay un enorme espejo y


productos de hombres en la encimera de cuarzo, el lavamanos doble y gabetas
abajo de este, las abro y me encuentro con afeitadoras, depiladoras, una
máquina de cortar cabello, en otra encuentro con toallones, me voy a el
armario de madera doy con toallas blancas grandes, super grandes, doblo
hacia la esquina y veo un jacuzzi y a la otra esquina una bañera en forma de
lluvia.

Camino a la bañera y me despojo de toda mi ropa, entro a bañarme y termino


rápidamente, salgo de ahí, me pongo un boxer que encuentro envuelto dentro
de la ropa, luego los pantalones y de último la franela, agarro mi ropa para
doblarla y la dejo en la encimera, camino a la cama, me acuesto y me tapo de
pies a cabeza.

Siempre duermo así.3

A mi mente llegan vagos recuerdos de él. Seguro debe estar en su casa


durmiendo plácidamente sin siquiera acordarse de lo que paso en la cena.1

Y tú pensando en él, Sara.

La lluvia empieza a caer y ese sonido relaja mis sentidos, el frío y ese olor
encantador me hacen caer rendida y quedarme completamente dormida.
LEYVA 📝
CAP.4~EL PELUCHE

Capítulo cuatro

¿Alguna vez han dormido en una cama grande, amplia y suave, con sábanas de
lino y colcha para el frío?41

Pues así es donde yo estoy acostada, pero a pesar de haber dormido mucho
tiempo, siento que necesito algo y ese algo es un peluche.

Abro mis ojos de par en par, me levanto y camino hacia la puerta, tomó el
pomo de esta y escucho un ruido estruendoso en dirección al baño. Mi corazón
late rápidamente y la idea de que un fantasma ronde por el cuarto me pone la
piel de gallina; abro la puerta cuidadosamente y salgo corriendo por los
pasillos hasta llegar a las escaleras, bajo como alma que lleva el diablo y
tranquilizo mi agitado corazón.

Siento que me va a dar un paro cardíaco.

Levanto la mirada. Ahora lo único que me calmara es un poco de comida.4

Mis pies andan por si solos hasta encontrar la cocina y su radiante fachada
de ricos. Tiro de la puerta y camino directo a la nevera, la abro y me encuentro
con todo tipo de cosas deliciosas y otras no tanto.

¿Acaso aquí vive toda una familia como para tener una nevera de dos puertas
duplex llena de comida?

¿Esto es el cielo?

Claro que no, estúpida.

Ya cállate, me enojas.

Soy tú, lo recuerdas.1

Lo sé, pero la versión fea e inestable.6


LEYVA 📝
A veces me pongo a pensar sobre el ¿por qué peleo con mi mente? si ella soy
yo, solo que ahí adentro y fastidiosa y loca y...

Cállate ya y enfócate en la comida, luego en buscar un peluche.

Sí, mamá.1

Saco un pan de pasitas, la mermelada de piña y un suculento jugo de naranjita.


Preparo mi sándwich y me lo termino rápidamente, bostezo y mis ojos piden
estar cerrados otra vez.

Junto mis cejas, cada vez que como me da sueño... Tal vez sea diabética.1

Subo las escaleras con toda la pereza del mundo y a mi mente llegan vagos
recuerdos de Wade. Creo que fui un poco dura, sobre todo porque el niño de
último estaba desesperado por encontrarme.3

Sacado mi cabeza y toco madera otra vez.

¡Wao!

Si asi de rápida puedo subir ciento cincuenta escalones solo por estar
pensando en él, ahora como los subiré pensando en sus cuadritos ovalados.

Que sexy deberían verse.

Me enfoco en buscar un peluche y entro en la primera habitación sin tanto


éxito, nada solo una cama vacía; entro en la segunda habitación y nada, solo
un cuarto lleno de juegos y otra super pantalla; entro a la tercera y encuentro
un baño gigante, entro a la cuarta y veo a mi mamá dormida con Matías, entro
a la quinta y...13

Espera, mi mamá y Matías así de acurrucados.

¿No estaré viendo mal?


LEYVA 📝
Abro la puerta nuevamente y si, efectivamente ellos parecen un mafa y uno
aquí con frío. Niego internamente y cierro la puerta despacio. Prefiero ir a
las habitaciones del lado izquierdo, ese lado espantoso.1

Camino a la primera y me encuentro un cuarto lleno de fotos y posters con


una cama celeste en el centro de la habitación. Definitivamente este no tiene
peluches.

Entro al segundo y veo una cama grande con una señora acostada. Junto mis
cejas, creo que debe ser la ama de casa porque tiene el uniforme a un
costado.1

¡Dios no la dejan descansar!

Cierro la puerta y voy a la tercera donde unas paredes rosas me hacen llorar,
esto es tan chillón. Observo todo el lugar y mi vista se topa con distintos
peluches.

Justo lo que queria.

Entro y jalo un perro bien gigantesco proporcional a mi tamaño. Salgo del lugar
y camino en dirección a donde dormí mi primera siesta. Al llegar pongo mi oído
en la puerta solo para percatarme de que no este nadie y lo que escucho es
el sonido de la calefacción hacerce notar.28

Suspiro resignada. Abro la puerta y me fijo por todo los lados si hay rastros
de alguna persona. No encuentro nada, puesto que lo otro tuvo que haber sido
mi paranoia. Me encojo de hombros y camino hacia la cama, pongo el peluche
en el lado izquierdo y yo en el derecho, lo abrazo y trato de quedarme dormida
en una cama totalmente fría y algo desordenada.

¿Será que sude antes y no me di cuenta?

Acomodo el peluche en el ángulo perfecto para volver a dormir y tan pronto


como hago esto mis ojos se cierran...1
LEYVA 📝
Estiro mis brazos y siento algo suavecito, también duro a la vez, se siente tan
bien tocar esos huequitos y esas montañitas. Sonrío y paso mi mano varias
veces, agarro el gigantesco brazo y me aferro a el.12

Esperen.

¿Brazos?

¿Por qué esto tiene brazos grandes?

Junto mis cejas. Los peluches no tienen brazos, ni mucho menos son asi de
duros y con temperatura regularmente alta y mucho menos respiran.

¿Que respiran?

¡Que respira!

Abro los ojos de golpe y en un santiamén me tienen afuera de la cama. El grito


que he dado seguro se ha escuchado por toda la casa despertando a todo el
mundo. El sujeto da dos vueltas en la cama y cae al piso, me hago una bolita
en la esquina de la habitación y escucho como abren la puerta, rápidamente
corro hacia mi madre mientras veo a Matías totalmente en boxers mirando
para todos lados.9

—¿Qué te asustó mi niña? —Elizabeth hace acto de presencia y me refugio


en sus brazos.

Suspiro de miedo—Ahí... Ahí hay alguien—señalo el lado izquierdo de la cama


y Matías se relaja.

—Es solo el Alp... Wade—suelto a mi madre y abro mis ojos tanto como
puedo.19

¿Escuché bien?

Wade, aquí.
LEYVA 📝
—¡¡¡¿AQUÍ?!!! —grito tan fuerte que todos se tapan los oídos. Escucho voces
detrás de nosotros y veo a la señora que ví dormida junto a una jóven más
jóven.11

No mira , una joven vieja.1

Cállate, enfócate en lo que pasa.

Bien.

Mi mamá fulmina a Matías con la mirada, volteo a ver a los demás mirar al
frente y bajar un poco su compostura.

¿Por qué esta gente es asi de rara?

Giro mi cabeza y veo a un Ricky Ricón mirando al frente sin camisa, solo en
pantalones de dormir.

¡OMG!1

SIN CAMISA, SIN CAMISA.11

Parece uno de esos modelos sexys y atractivos con un montón de músculos y


me atrevería a decir que cualquiera puede notar que estoy babeando por él.
Regresando mi vista del infinito y más allá, lo veo sonreír y negar tan
arrogante, definitivamente ya me cae gordo.3

No mira te cae flaco.29

—Matías, ¿por qué metiste a Sara a dormir en el cuarto de Wade?—mi madre


adopta un mando de protección y seguridad ante mí —¿Es que no tienes moral,
qué te pasa?6

—Si, pero como tú me hablaste de que a ella no le gusta el rosado no la pude


meter en el cuarto de Emile, además el otro era de nana Spirit y tampoco la
pondría a dormir allí—dice masajeando su sien.
LEYVA 📝
—Sí, pero que hay de las de el segundo piso ¿También estan ocupadas? —
resopla. A veces pienso que cuando hace eso parece un caballo.

—No te entiendo, si la dejo abajo está mal, aquí esta mal, en otro lado está
mal, entonces que quieres que haga Elizabeth, no puedo hacer magia, sabes—
la observa a a los ojos y se va del lugar.9

Miro a mi madre haciéndose la fuerte, la tomo del brazo—Mamá agarremos


nuestras cosas y vámonos, no tengo ni la menor idea de que hora son, pero
llegaremos a casa—ella asiente y sale del cuarto con todos los demás detrás
y solo quedamos él y yo.

El ambiente se siente tenso. Lo observo y suspiro sin decir una palabra, busco
mi vestido en el baño y me quito todo lo que tenía puesto, lo pongo en la ropa
sucia del lugar y salgo de ahí con su mirada encima de mí, cierro la puerta y
me dispongo a caminar hasta llegar a las escaleras donde me encuentro a una
Elizabeth con el vestido puesto y sus tacones en las manos.

Bajamos en silencio hasta llegar a la puerta que ella abre. Salimos de aquel
lugar tan hermoso y precioso y no sé porque se me viene Wade a la cabeza,
sus cuadritos ovalados y sus musculosos brazos.

Te gusta.

¿Eso? Jamás.9

Mi madre toma de repente mi mano y se aferra a mi brazo—Ya no estes así,


si. Vamos a casa y dormiremos en el sillón, si las dos cabemos ahí—ella asiente.

Como si fuese un rayo, a mi cabeza llega aquella frase de ella cuando estaba
peleando con Matías—Mamá, ¿cómo sabías que ese era el cuarto de Wade? —
interrogo achicando mis ojos tratando de ver su oscuro interior.

Suspira —No es la primera vez que voy a esa casa, es la última tal vez, pero
por el momento no la pienso pisar más.3
LEYVA 📝
Junto mis cejas ¿Desde cuando acá mi madre viajaba cuando mi padre estaba
fuera?4

Que raro.

Sacudo todo tipo de mala idea y me doy cuenta de que solo faltan unas cuadras
más y llegamos a nuestra casa.

¿Es que tan cerca vivimos que ni sentí haber caminado?

—Vivimos a ocho cuadras de ellos y tenemos que dormir porque mañana te


inscribiré en el instituto para que seas feliz de nuevo, por suerte que estás
en tu último año y en el segundo trimestre—suspira, damos la última vuelta a
la esquina y ahí en el centro de todas las casas al final esta la de nosotras.

—¿Mamá, qué hora es?—pregunto y ella busca su teléfono móvil en el bolso


de mano.

—Son las tres y treinta de la mañana, prácticamente hoy tienes que ir a la


escuela.5

Llegamos a la entrada y subimos los tres escalones para llegar a la puerta,


mientras ella abre la puerta me pongo a pensar sobre que sería de la vida del
señor Alcibíades ese que supuestamente es mi papá y que juró proteger a mi
mamá, pero termino haciéndole daño.

Ese cobarde que estará haciendo.

—Sara, entra, tienes que dormir porque sino te quedarás dormida para la
mañana —volteo y entro, rápidamente subo las escaleras de dos en dos y corro
hacia mi cuarto donde me quito todo y me baño tratando de quitarme ese olor,
salgo y busco entre las cajas una pijama.

Debes comprar pijamas mejores, no eso.

Observo cautelosamente la pijama de flores toda vieja y arrugada.


LEYVA 📝
Es mi cuerpo, mi comodidad, asi que tu cállate.1

De acuerdo.

Me la pongo y corro hacia abajo donde veo a una Elizabeth dormida en el sillón,
subo nuevamente a mi habitación y busco una colcha, entre las cajas de
electronicos encuentro mi teléfono movil y bajo, llego al sillón y camino hacia
donde se apagan las luces, bajo el interruptor y vuelvo hacia mamá, me acuesto
y estiro la sabana para las dos, le tiro la pierna encima y ella la acepta
gustosa.8

Tal vez soy algo rara con ella, pero asi nos tratamos, nos queremos y
entendemos. Me abraza y cierro mis ojos hasta perder la razón.

...
LEYVA 📝
CAP.5~EN EL INSTITUTO

Capítulo cinco

Realmente no estoy sorprendida, porque esto es algo que no me asombra.

Que los estudiantes molesten al nuevo y más por ser nerd no es una novedad
para mí, pero como sé hacer que me respeten solo con una mirada los tengo
mirando el piso.

Hay veces que me siento la reina del mundo haciendo eso, pero luego me
acuerdo que soy pobre y se me pasa.62

Y aquí me tienen señores, sentada en el recreo o receso o hora de descanso


como ustedes le digan, para mí siempre será la hora inútil o muerta. Observo
a mi alrededor y veo a los populares en el lado izquierdo superior y los nerds
en el derecho inferior, la gente que según ellos son normales, pero son locos,
están en el centro, y aquí estoy yo siendo catalogada como la antisocial y
aunque eso me hace méritos no puedo quitarme una mirada desde que pise
este lugar.6

Ese chico de ojos azules, parece que es el más guapo de la escuela o instituto,
cabe decir que en una película alguien como yo llega y él se acerca, hablan,
platican, se conocen, se enamoran y viven felices para siempre, pero eso no va
conmigo, quiero ser una exitosa médico forense, no alguien que este pegado a
mí todo el tiempo y celándome por todo.36

Quito esos pensamientos de mi mente y presto atención a los parlantes dentro


del comedor—Señorita Sara Poezyn, Señorita Sara Poezyn, por favor
presentarse en la dirección, señorita Sara Poezyn, señorit... —lo interrumpe
otra voz.

—No te cansas, viejo. Has repetido eso ochenta y cuatro veses—dice una voz
femenina .3
LEYVA 📝
—Pero si apenas lo dije una vez y ya—reprocha el director.

—Nada de eso Cuchurrumin. Haber dame un besito—todos en la cafetería ríen


y más fuerte aún cuando escuchan el sonoro beso junto con un "Oh sí, pégame
más fuerte Christian Grey"59

¿Acaso en esta vida la gente no tiene dignidad?2

Todo el ruido que antes estaban haciendo queda en un silencio sepulcral hasta
que se escucha un sonoro golpe que hace eco por todo el lugar. Cubro mis oídos
mientras sigo escuchando la conversación—Eres tan torpe. Tenías todavía el
dedo en el altavoz.

—Pues si ¿que querías si estaba repitiendo, Sara...

—Si, si, si. Lo que sea, pero ya suelta el botón. ¡Ah, que despistado!

Me levanto con una manzana verde en la mano y camino hacia la dirección.


Cada vez avanzo escucho los distintos susurros de los demás, sentir las
auroras y pensamientos de cada uno de ellos.13

Es abrumante.1

Tener tantas cosas en tu mente, cosas que no son tuyas es como invadir su
mera privacidad, aun que yo no necesito saber sus pensamientos llenos de
hormonas. Niego internamente y termino mi recorrido, entro al pasillo de
audiovisual donde paso por la secretaría, saludo a la secretaria que me
respondé muy amable con un Buenos Días, rápidamente le señalo la dirección
y ésta asiente sin decir ninguna palabra.3

A mi cuerpo le recorre un escalofrio y me empiezo a sentir inquietante.

¿Y si son muffins?

El director no me puede regalar muffins, piensa.

Ya pues, entra por esa puerta y pelea la batalla.


LEYVA 📝
Ni que fuera una guerrera.

Siempre arruinando el momento.

Ah, ya cállate y entremos.

Empujo la puerta y ahí me encuentro frente al director y un hombre sentado


de espalda con un traje perfectamente limpio y planchado, tanto que puedo
decir que parece sumamente importante.

El director lo observa y se encoge en su asiento detrás del pupitre. Debe ser


sumamente importante si le da miedo a la figura máxima del plantel.

—Buenas Tardes señorita Sara Poezyn, puedes tomar asiento. Aquí te


presento a el empresario más exitoso de todo California, el señor Wade Dhall
—cierro los ojos y suspiro sonoramente, por eso mi cuerpo estaba tan
inquieto.15

Se levanta de la silla y en un rápido movimiento lo tengo al frente mío


saludandome con esos típicos ojos y esa sonrisa que mojarian a cualquiera
chica.

Procedo a saludar formalmente y esa estúpida corriente de nuevo pasa por


mis manos volviendolas sudorosas —Señor Wade Dhall, es un honor estar
presente—suelto su mano en un instante y tomo asiento. Miro al director —
Bien, dígame para que me llamaba. Justo después del recreo me toca
matemáticas y no quiero llegar tarde.

—Señorita Poezyn, para eso esta el señor Dhall quien la puede llevar.

Suspiro —Entiendo perfectamente—él muy arrogante se sienta nuevamente.

—La llamé porque a pesar de que solo lleva un día, quería decirle que sus
calificaciones son exelentes por lo tanto es la cuadro de honor número uno en
todo el instituto y sería un honor para nosotros que usted nos representara
LEYVA 📝
en el concurso de Estudiante Exitoso en una de las empresas del señor
Dhall...36

Lo interrumpe el arrogante—Es un concurso beneficioso para los estudiantes,


los premios pueden variar según el tipo de ganador que sea, el tercer lugar se
llevará un viaje por Europa con todos los gastos pagos, el segundo lugar una
beca para que pueda estudiar donde quiera y el ganador número uno puede
elegir lo que sea que yo lo cumpliré—su semblante es serio, compartimos
miradas y la desvío.29

Me da tanta rabia que me dan ganas de poner mis manos en ese cuello y jalarlo
para matarlo.3

—¿Qué dice? —el director me saca de mi mente matona y volteo a verlo.

—Aceptaré solo con una decisión —cierro mis ojos y suspiro—sino, no hay
trato—volteo a él —Si es lo que yo quiero ¿cierto?2

Asiente —Exacto.

—Entonces cuando termine con todos y gane el primer lugar, usted me tendrá
que acompañar a una morgue para estudiar a un muerto.46

—¿Qué, eso es lo que quieres?

—¿Eso es lo que desea usted señorita?— interviene el director.

—Es todo lo que pido—me cruzo de brazos esperando una respuesta.

—Me da risa. Todo lo que pudiste haber pedido y solo pides eso, algo tan
insignificante como eso.

—Puede que para usted sea insignificante, pero para mí es mi meta, mi sueño
y si me ofenderá por gustarme estudiar los muertos pues no sé que clase de
empresario será usted—me miro las uñas—tal vez uno cobarde—veo la
reacción del director con sus ojos que se quieren salir de sus órbitas junto
LEYVA 📝
con un muy serio empresario sentado con los brazos cruzados mirándome con
esos ojazos que me hipnotizan algo oscuros.12

—Eso no es impedimento para mí y acepto el trato—extiende su mano y la


tomó sellando el testamento.2

—Sin más que decir, ¿cuándo es que tengo que participar en dicho concurso y
dónde se realizará?

—Participaras de cada uno de los proyectos que te asignen y se realizará en


una de las empresas de el señor Wade, para ser específicos en Comunication
Incorporation, y si no sabes aún donde queda, mañana por la mañana el señor
Dhall estará aquí a las nueve y la puede llevar, traiga ropa, porque no llegará
a su casa, pasará esos días en un hotel cerca de la empresa—chasqueo mi
lengua— ahora ya puede irse al salón de matemáticas—me paro rápidamente.7

Es impresionante lo que haces cuando te sientes ofendida, me gusta.38

....

¿Eso lo dijiste tú?

No, eso no lo dije yo, fue algo que llego a mi caja y sono por tu cabeza.

¿Pero quién fue? no quiero intrusos que sepan que pienso.14

Tranquila, no volvera a pasar.

Claro que si volverá a pasar.

Eso tiene que ser tu imaginación y no sabes cuanta tienes.

No lo es, busca a alguien cercano a ti y lo encontrarás.

Sacudo mi mente y observo mi alrededor, estoy por los pasillos de el instituto


con toda la gente esparcida.

—Sara, te estoy preguntando que clase te toca—giro levemente


encontrándome a una corbata —Mira arriba —subo mi cabeza viendo
LEYVA 📝
nuevamente con ojos destruye corazón, sonrisa moja braga y un muy
arrogante Ricky Ricón.

—Ahora me toca —paro de golpe jalando mi mochila para buscar el cartoncillo


de mi horario—Física.

Sonríe—Te tocará con alguien que ya conoces, al igual que yo—lo observo
extrañada.3

¿Alguien que yo conozco?

Que raro.

—¿Quién es?

—Ya verás, ya verás—camina con su porte de elegancia y sofisticación.2

Típico de alguien importante.

Es alguien importante.

Es cierto.

Sonríe nuevamente negando.

Ah, es tan lindo.

Ya cállate, él debe tener novia.

No, crees tú que si él tuviera novia te hubiera hecho una cena en ese
restaurante con esa única mesa. No tiene ya deja de pensar eso.

Despierto de mi trance y me doy cuenta de que estamos al frente de una


puerta chocolate y detrás de estra escucho una voz familiar—estamos fuera
del aula de Física, entra primero que yo entraré detrás.

Ruedo los ojos—No me diga—agarro el pomo de la puerta para abrirla cuando


me jala del brazo y me voltea.
LEYVA 📝
—¿Qué te hice ese día para que me odies? Fui demasiado creo
que cortés como para ser cierto—me suelto de su agarre.

—Es demasiado caballeroso para ser verdad —abro la puerta llamando asi la
atención de todos y el profesor.

Maldito profesor. Por él mi madre está en casa seguramente llorando.

—Profesor Matías, vengo a traer a la estudiante Sara, ya que es la elegida


para el concurso de Estudiante Exitoso de este año —miro a los demás y ahí
está otra vez ese niño popular que siempre me ve desde lejos, ese niño ojos
azules.

Esto ya es un poco incómodo.

—Señorita puede pasar a presentarse y tomar asiento —escaneo todo el salón


y encuentro una banca en la esquina izquierda justo al lado del chico rudo.

Seguramente todas las chicas lo aman.

Camino hasta llegar al centro de el salón de clases y me presento —Me llamo


Sara Poezyn y vengo de Texas—bajo mi cabeza para continuar y en un templon
siento su mano al rededor de mi brazo y me estrello junto a su pecho.

—Discúlpame, solo quería decir que el bus que recogerá para el concurso
mañana estará a una cuadra de aquí eso es todo—asiento y voy a sentarme.
Saco mis cosas y miro de nuevo a la puerta donde veo a Wade crecer como
ese día en el restaurante y algunos como Matías y otros estudiantes quitan la
mirada de él y ven el piso.

¿Es tan poderoso que hasta los estudiantes le tienen miedo?

Se retira y todos retoman la clase normal. Juego con mi lápiz en mano


mientras pienso si tome una buena desición.

¿Pero, qué puede salir mal mañana?4


LEYVA 📝
Solo que mi mamá no me deje ir y que no me mande más al instituto por que
Matías es mi profesor de física y ahora que lo pienso no me he fijado desde
que llegué en su vestimenta. Giro mi cabeza hacia él y lo observo de pie a
cabeza, carga un pantalón jean crema de vestir con una camisa azul rey subida
hasta los codos y su cabello para arriba con su escasa barba le hace dar un
toque,

¿sexy?

La cosa es que se ve bien, ahora que lo pienso.7

Volteo la mirada hacia mis compañeros de clases y casi todas las niñas bonitas
están en la clase mirando con cara de bobas a Matías, es increíble lo que hacen
solo por verlo.

¿No les dará temor reprobar?

Son niñas rosas, ¡obvio no!

—Señorita Sara, ¿se encuentra bien? —todo el salón gira a verme—desde que
llegó la noto algo distraída.

—Perfectamente profesor, usted no se preocupe y siga dando su clase.

—Bien, ¿puede decirme de que estoy hablando?

Suspiro —Está hablando de constantes físicas y prefijos de las capacitancias


¿le digo lo que significa?24

—No es necesario — sigue explicando su clase.+

Este día será largo.

Muy largo.
LEYVA 📝
CAP.6~UNA CORREDORA

Capítulo seis3

Siento que mi alma regresa a mi cuerpo y puedo sentir el suelo frío en donde
dormí gracias a la borrachera de mi madre el día de ayer.

Cuando llegué le dije que se bañara y se asentara cómoda en el sofá y proseguí


a contarle todo mi día a lo que ella solo sonrió y se fue a la cocina a prender
el radio y escuchar toda la noche sus canciones «tristes» junto a una botella
de whisky que no sé de donde saco, se la paso cantando como una despechada
solterona, pero eso ya es el pasado y ahora volvemos a aquí al presente donde
estoy tirada en el suelo de la sala de estar y que por alguna extraña razón
está mojado.

Me levanto rápidamente y así mismo me recibe el suelo boca abajo. Agua y


más agua es lo que puedo ver por toda la sala, volteo a ver a mi madre dormida
en el sofá con la boca abierta y la botella a un lado.

!Que asqueroso!

Me levanto nuevamente con sumo cuidado y voy hacia la principal fuente de


agua.

El grifo.

Abierto de par en par y el fregadero tapado por unas bolsas de supermercado.

Genial, lo que faltaba, que ella saliera de casa ebria y yo no me diera cuenta,
además de que gasto dinero, y no, no fueron cincuenta dolares, no, gasto
trecientos ochenta dólares con cincuenta y cinco centavos los cuales ella
podía haber ahorrado para cualquier emergencia.1

Ahorita mismo me va a escuchar.


LEYVA 📝
Cierro el grifo y salgo de la cocina en dirección a la sala que esta inundada y
me paro justo en frente de ella sonando mis pies en el piso de madera que
muy pronto se dañara si siguen estas inundaciones frecuentemente. Me
acerco a su oreja lo más despacito que puedo.

¿Lista?

Sabes que nos matará porque cuando despierte tendrá jaqueca...

Sí, lo sé.

Entonces a darles.

—ELIZABETHHH—grito tan fuerte en su oreja, suspiro—¿puedo saber que


mierdas paso a noche por aquí?

—A ti que te importa—dice aún en el piso sobando su lado izquierdo de la


cabeza.

—Sí, si me importa porque mira como está el suelo mojado y si sigue de esta
manera terminaremos sin tablas y fuera de eso saliste y gastaste mucho
dinero como si tuviéramos la mina de oro aquí al lado.

—¿Y que pasa? yo limpio, tú no; yo trabajo, tú no.

—Sí, pero mira esto—señalo a mi alrededor —agua por todas partes y es


mejor que te levantes a limpiarla y deja de estar gastando y despilfarrando
plata, mínimo fuéramos ricas—me doy vuelta y camino directo a las
escaleras.1

Escuchó su voz murmurar hasta gritarme por completo —Yo soy la mamá, tú
no.

—Si. Que mamá más responsable, tanto que su hija la tiene que cuidar—digo
por lo bajo y llego a mi desordenado cuarto, cierro la puerta y me tiro de lleno
a las bolsas que tengo aún en la esquina, solo siento como suena mi cabeza con
la pared.
LEYVA 📝
Uy, a eso le saldrá un enorme chichón.

Ah, solo vienes a molestar.

¿Solo a eso? Y las veces que te recuerdo de tus examenes, ah, ¿eso no
cuenta?1

Porque lo sacas ahora, además se supone que eres mi mente y tienes que
ayudarme.

Pues ya que te tengo que ayudar, te recordaré algo.

Que puede ser, que interesante puede llegar a ser.

Sí, me puedes creer inútil, pero en media hora tienes que estar en el instituto.

¡QUÉ!

Miro el reloj en mi muñeca y veo que son las seis.

Que alivio.

Tengo que entrar a las siete y media, así que creo que cerraré un poco los
ojos solo para pasar el dolor de cabeza.

Son las seis, mentirosa.

Pero no cierres los ojos, cuando una persona se golpea se es propensa a


dormirse rápido y eso es malo, además de que todas las personas comúnmente
para conciliar el sueño demoran diez minutos.

...

¿Sara?

...

¿Sara? hay Dios mío, ya te dormiste y te lo dije, alguien llegará tarde hoy.1

...
LEYVA 📝
Siento que he dormido como una bebé recién nacido. Sonrío.

Me estiro y miro el reloj que me dice que son las siete, cierro los ojos
nuevamente y me recuesto de nuevo en la ropa. Silencio total hasta que
escucho pasos subiendo las escaleras.

De seguro debe ser ella con ganas de molestar otra vez. Me relajo
nuevamente y me voy quedando media dormida hasta que siento un chorro de
agua mi espalda que me hace gritar.

—¡Mamá, qué haces!

—Podrás ser mi hija y todo, pero aquí yo mando y digo que ahorita en media
hora tienes que estar en el instituto, o si no, no serás la representante de ese
tan famoso instituto tuyo ¿Cómo es que se llama?

—Mamá es el instituto Pilar de la Fuente —suspiro

Ríe fuertemente —¿Quién habrá sido el que le puso ese nombre? —me levanto
aún con la ropa húmeda buscando la toalla y camino al baño—¿No es ridículo?

Me detengo en el marco de la puerta del baño y volteo hacia ella—No lo sé,


pero eso deberías saberlo tú. Tú me matriculaste ahí, y se llama así porque
Pilar de la Funte fue la estudiante que luchó hasta la muerte por que no
hubiera discriminación social en este instituto—volteo en dirección al baño y
cierro la puerta.1

—Sara eres muy intelectual, debes dejar de hablarme con superioridad—


cierra la puerta del cuarto y yo procedo a bañarme como Dios me trajo al
mundo, termino y salgo con la toalla atada al cuerpo a buscar que ponerme,
miro la hora del reloj y son las siete y quince.

¿LAS SIETE Y QUINCE?

Te lo dije.
LEYVA 📝
Me visto en un dos por tres, no sé como haré para conseguir más ropa, pero
algo tengo que hacer. Tiro todo los cuadernos en la bolsa y salgo corriendo
escaleras abajo pasando por la sala de estar donde le grito a mi madre.

—Elizabeth, adiós—abro la puerta.

—Espera, Sara—me detengo y me da una bolsa chocolate y un jugo de cartón.

—Ahora si, corre que llegas tarde.

—Pensé que como tu Matías trabajaba allí no me dejarías ir.

—No me lo digas mucho que lo estoy reconciderando.

—Ay Elizabeth —besa mi mejilla.

Suspira—No significa que porque él este ahí te prohibire ir, es solo


simplemente que tú nunca te rindes y das todo de ti, eso es algo que admiro
de ti, por tu nivel de esfuerzo, por tu capacidad y tratas de llegar más allá y
estoy orgullosa de eso —limpia una lagrima fugaz de su mejilla izquierda.

—Ya deja de llorar y deséame suerte.

—Tu no la necesitas.

Salgo disparada evitando obstáculos por la acera de las calles llenas a esa
hora de la mañana y me detengo a medio camino a tomar aire.

Esto de correr no es para mí.

Miro a todos lados y veo un BMW estacionarse en una cafetería y sale quién
menos quiero ver. Entra y forma la fila, su vestimenta hoy consiste en una
camisa celeste subida hasta los codos y un pantalón de tela azul que le queda
más pegado que mi hambre, una correa chocolate y los zapatos que hacen
juego con esta, su cabello esta despeinado ligeramente hacia arriba y tiene
unos lentes que lo hacen ver ridículo.1

Pobre de la mujer que se enamoré de él porque es tan feo.5


LEYVA 📝
Salgo del trance cuando lo veo llegar hasta donde la cajera y hacerle ojitos.

Vaya, pero que descarado.

Prosigo mi camino, y me lanzo a la calle aún con el semáforo de caminar en


rojo y aquí me tienen casi atropellada, si no hubiera sido por una mano de
alguien a quien no deseo conocer.

—Hey, deberías tener más cuidado.

Suspiro —Gracias por ayudarme, pero llego tarde y adiós me tengo que ir—
miro ambos lados antes de cruzar aún con el semáforo en rojo y paso al otro
lado. Comienzo a correr de nuevo para llega a tiempo y veo su auto pasarme al
lado.

¡Rayos!

Corro lo más rápido que puedo, tanto que creo que mis pulmones explorarán y
con este desayuno en la mano a quién no se le haría difícil. Tiro de mi maleta
para adelante, lo guardo y miro para la carretera notando que hay un leve
tráfico y además un semáforo, eso lo debe retrasar.

Termino de correr la última cuadra y a la vuelta de la esquina puedo ver la


enorme estatua de aquella estudiante en el jardín. Bajo la velocidad para no
ir tan apresurada y llamar la atención, ya que como soy algo alta, como decirlo
sin ofenderme. Pues doy pasos más largos que los de las personas enanas asi
que sería raro que me vieran corriendo.6

Mínimo un carro para bajar la velocidad.

Debí hacerte caso y no estaría ahorita mismo en esta situación.

Lo vez, ahora comprendes.

Ok, adiós.

Tarada.
LEYVA 📝
Subo los primeros escalones hasta que escucho el motor de su auto y volteo
a ver como sale Ricky Ricón con toda su gloria, mientras todas las niñas babean
por él.

Deberían darles vergüenza a todas, pero como son sin vergüenzas eso me
tiene sin caso ya que por más que tu les digas algo siempre seguirán su
instinto.

Pareces vieja.1

Tú cállate.

Termino de subir y camino hacia la dirección en busca de las instrucciones del


director. Cuando estoy a punto de tocar la puerta de la secretaria para
preguntar por el director alguien la abre primero y me empuja dentro.

—Sabes, se toca primero y se dice buenos días —me observa extrañado.

—¿En qué época vives o viviste, que eres tan seria? Sabes esas arrugas que
haces cuando algo no te gusta te dañarán la cara—toco mi frente por instinto
y él sonríe.

—Cabeza de melón —digo por lo bajo y el niega, termina de abrir la puerta de


la dirección y nos encontramos una escena muy comprometedora entre la
secretaria y el director.

Vaya parece que ese es su Cuchurrumin.3

No lo dudo.

¿Por qué tan impresionada? eres una persona con una cara facial muy
expresiva.

¿Qué fue eso?

No lo sé, buscaré.

Pues busca, no quiero intrusos.


LEYVA 📝
No soy un intruso.

¿De nuevo?

Dijo que no era un intruso asi que descarta a las mujeres ¿Qué tipo de hombre
es, que se cree que puede entrar en mi mente?

Yo no quiero entrar en tu cabeza es que tu mente divaga por ahí hablando


y yo simplemente respondo.16

...

Se levanta rápidamente la señora secretaria y acomoda su falda por un


momento, nos mira y se ruboriza, voltea su mirada hacia el director quien se
acomodaba la corbata y su extrañamente ¿Pantalón?7

Wade carraspea —Señor director, será que podemos hablar del concurso ya
que la señorita Sara saldrá hoy y regresará la otra semana—Wade se asienta
en una de las sillas al frente de este y la secretaria sale de ahí más veloz que
un colibrí.1

—Sí, si podemos. Sara toma asiento por favor —no lo pienso dos veces antes
de hacerlo y hago un gesto de alivio cuando mis piernas no tocan suelo —sé
que te parecerá extraño lo que acabó de suceder, yo como director debo
poner el ejemplo a los estudiantes y por concierne te pido que olvides esto
que acabas de ver.1

—Usted no se preocupe, yo no soy una chismosa, solo le pido respeto y yo lo


respeto a usted, ahora digame las instrucciones para yo seguirlas.

—Son fáciles. Usted solo represente a nuestro instituto, no haga nada de lo


que nos ponga en mal prestigio y de lo mejor, sin embargo como Wade será el
que decida los retos para cada uno en la competencia internacional, usted
debe seguir las instrucciones de él al pie de la letra—que injusto.
LEYVA 📝
Con quien menos quiero pasar el tiempo es con un hombre amargado y de mal
temperamento bipolar.

Volteo a mirarlo y su sonrisa es más grande que el gato de Alicia en el país de


las maravillas.4

No sé porque algo me dice que este día será largo.


LEYVA 📝
CAP.7~FLASHES

Capítulo siete

Siempre he pensado que mis acciones ayudando a la gente son buenas, pero
no sé que hice yo para que Dios me castigara de esta forma.3

Tengo cuarenta y cinco minutos aquí en este carro que por cierto habla solo
lo típico según él y también llevo ese mismo tiempo escuchando la misma
musica. Este hombre no se cansará de escuchar la cancioncita esa de
madagascar.10

¿A que le recordará?1

Suspiro—No te cansas de escuchar lo mismo —esto algo impresionante.

—No, me gusta —y sigue cantando con su voz supuestamente sacada de


ángeles, pero está más desafinado que un gallo nuevo tratando de cantar por
las mañanas.18

—¿Cuando llegaremos? ¡Tengo hambre! —digo mirando por la ventana, viendo


como la gente mira raro el automóvil.

Detiene su canto para voltear a mirarme—¿Tienes hambre? ¿Que no comiste


en la cafetería? —este hombre o nunca a tenido novia o le falta vivir la vida a
pleno.

—Sí, si tengo, y no puedes decir que he comido mucho porque nada más me
comí un sandwich que Elizabeth me hizo —me observa extrañado—¿Qué? Si
sabes que comí en la cafetería debes haber visto lo que comí—volteo a la
ventana.

¿Por qué tengo que estar aquí?

¿No se supone que debería haberme montado al bus?

Te dije que no te durmieras.


LEYVA 📝
Lo sé, lo siento, debo prestar más atención, es solo que esto de mudarnos y
luego conocerlo a él, luego verlo en su cuarto prácticamente semidesnudo.

Semidesnudo, nada de otra cosa.

Si, si, lo que digas, luego el instituto, las peleas con mamá, luego correr para
llegar a tiempo y ahora esto.

No es el fin del mundo, Sara.

No lo es, pero tengo hambre y ahora estoy delirando.

Tranquila, solo es un día con pesadez, solo eso.

Vuelvo en si y puedo ver un gran centro comercial.

Ni idea como estamos aquí.

Lo observo extrañada mientras él conduce hasta una caseta y toca un boton


rojo, este parpadea varias veces y sale una targetita blanca con una
numeración en roja en la parte posterior a esta y el regulador de color blanco
con líneas rojas de la entrada se abre dandonos paso a los estacionamientos
privados.

O eso digo yo que son.

Ese barrote parecía a un peperminin.

Es caramelo peppermint.

Él se estaciona en una esquina y apaga el motor del auto—Bien, querías comer,


vas a comer —sale del carro y cierra la puerta.

—No quiero pasar como la otra vez que me regañaste, pero aquí vamos porque
tengo hambre—digo por lo bajo todavía dentro del auto y abro la puerta
saliendo al exterior con el buen aire natural, cierro la puerta y escucho el
sonido del seguro del auto junto con la voz de la computadora del auto.

“Auto cerrado. Cuídese señor Wade, nos vemos luego”41


LEYVA 📝
Que tanto gastan los ricos en cosas innecesarias, he visto desde autos hasta
inodoros forrados de oro y otros con diamantes.3

Y ahora un auto que habla.

Es que los millonarios no pueden gastar su dinero en otra cosa como en los
pobres, regalar comida o cosas así.7

Esto es tan triste.

Con mis pensamientos en orden lo miro y empezamos a caminar como una


tropa, solo que yo sería un soldado y él sería el general que da ordenes, además
su tamaño lo ayuda ya que yo a su lado me veo como una jodida hormiga.

Qué tan grande puede ser, si yo soy alta y le llego al pecho.23

Caminamos a través de la corta acera y desde ya me puedo dar cuenta de que


llamamos la atención de muchos.

Es que claro, ellos pensarán que ¿Cómo alguien como yo está con alguien como
él?

Y no es así, yo siento que es el peor castigo de mi vida y no me juzguen, soy


muy rencorosa y con nada me siento y ese día me dolió como me trató. Dejo
de mirar a la gente y me enfoco a caminar detrás de él hasta llegar al cruce
de las pequeñas calles del centro comercial.

Wade señala y los dos autos se detienen con rechinidos gracias a la velocidad
en la que venían.

Es que se creen que esto es autopista.

Cruzamos la calle tranquilamente hasta llegar a la acera de en medio de las


dos vías, se fija en la vía contraria y la ve vacia, da el primer paso y camina
tranquilamente. Giro mi rostro y veo venir un auto a toda velocidad.

!Oh Dios!
LEYVA 📝
Lo va a matar.

Doy dos saltos gigantescos y lo agarro de la camisa tirándolo hacia atrás


callendo en un charco de agua sucia.

Siempre soy yo la que salva a alguien.

¿Cuándo será que alguien le toque salvarme?

Creo que ese día nunca llegará.

¿De qué hablas? enante en la mañana casi te atropellan si no fuera por ese
niño de ojos azules.

Cierto, no le he dado las gracias. Creo que lo haré cuando vaya al instituto.

Que no era que no lo querías conocer.

No lo quiero conocer, pero me salvó de que fuera atropellada.

Bueno eso es cierto, ahora levántate que estas quedando en feo y todos están
mirando.

Vuelvo a la realidad y puedo ver el coche que casí atropella a Don ricachón
detenerse y bajar de el un chico flaco, alto, con lentes y unas ropas que si se
tira de un sexto piso ellas le ayudan como paracaídas. Me muevo incomoda por
el peso que tengo en mis piernas y Ricky Ricón parece notarlo porque se
levanta de un salto y me tiende la mano, la que la tomo gustosa y no protesto
para nada, no quiero estar más en un agua cochina y para acabar que me
termine de mojar la ropa más de lo que ya está.

El chico llega hasta nosotros con la cabeza gacha—Lo siento señor, lo juro. Es
que estoy aprendiendo a manejar, lo siento, estoy arrepentido Alpha.2

¿Por qué lo llamo Alpha?


LEYVA 📝
Si Apha corresponde en matemáticas a ángulos de trigonometría y se usa en
química y en física y en alfabetos y en un montón de cosas más. La gente es
rara.14

Al igual que tú.

Miro al chico extrañada no obstante me sorprende más la reacción de él


cuando empieza a reír—No te preocupes, pero debes tener más cuidado,
además de que aquí no puedes practicar, ahora anda a otro lugar que aquí
puedes matar a alguien —él le da un gesto de compasión.

¿Qué?

El chico se va a su auto y desaparece de nuestras vistas tan rápido como


puede y el lugar se vuelve algo pesado, ahora lo más incómodo es el montón de
personas mirándonos y ya entiendo el porqué.

Estamos horribles, toda nuestra ropa está chocolate y ni se diga de él con


esa camisa, —Deberías comprar ropa para cambiarte.

Alza una ceja y las comisuras de sus labios se curvan haciendo una bonita
sonrisa de esas que las niñas no normales como yo le dicen moja bragas, de
verdad que no entiendo a la sociedad—¿Te estás preocupando?

Lo miro fijamente—No es nada de eso—desvío la mirada hacia un montón de


gente que viene hacia nosotros.

Voltea a la misma dirección donde yo miro y abre los ojos más grande que dos
huevos sacados de su cascarón—tenemos que irnos, ¡adentro, ahora!—
cruzamos la calle corriendo y llegamos a la entrada del centro comercial
donde un portero nos abre rápidamente, entramos y lo sigo a él hasta el
centro de un gentío, observo hacia atrás y el montón de personas que nos
seguían ya no están, Ricky Ricón agarra mi mano y nos escabullimos con la
multitud y no es nada fácil cuando te miran con asco y hueles feo.

Es lo peor del mundo.


LEYVA 📝
Camina rápido hasta que se detiene y voltea hacia atrás, suelta mi mano y
suspira. Junto mis cejas—¿A dónde vamos y quiénes eran esos?

—Vamos a una tienda que se vea decente y vendan trajes para hombres porque
no puedo llegar así a la compañía y que me vean cientos de personas—se
detiene en frente de dos tiendas y las analiza. Ruedo los ojos, este hombre
busca y observa, pero no se decide por ninguna, giro mi rostro y veo un
almacén con un letrero en grande donde esta plasmado Baratillo.

¿No puede ser diferente a Texas, no?

Lo jalo y entramos arrimandonos contra la gente para abrir paso, cosa que
para él es fácil, no será tan difícil encontrar ropa para mí y para él aquí, al
menos que él sea una niñita.

No lo es y lo sabes.

Ya cállate y déjame buscar a una joven que atienda.

Vale, vale, relaja la raja.3

Llego al centro del almacén y veo a varias de estas empleadas, las escaneo a
todas detalladamente y me voy por laque se ve más mayor que las otras —
Eh—carraspeo—Disculpe —volteo a mirar a Wade que me mira con cara de
¿Esto qué es?

Todas voltean y captan mi atención, pero en un milisegundo todas sus miradas


se van arriba sin prestarme la más mínima atención.

Como odio que no me presten atención.3

Suspiro resignada y le doy media vuelta a Wade.

¿Estás segura que es por eso?

No empieces.
LEYVA 📝
—Hola, como les iba a decir, quiero saber donde se encuentra el departamento
de caballeros y el de dama —miro atentamente sus ojos escaneadoras de
cuerpo.

—El de caballeros te vas recto y a la izquierda está y el de las damas esta


arriba, subes las escaleras eléctricas y te vas recto, ahí veras un cartel
gigante que dice damas y listo—contesta una que pasa por mi lado con una
enorme cajeta vacia.

—Gracias— tomo de la mano a Wade y camino recto, miro hacia la izquierda y


puedo ver desde ya la cantidad de cosas de hombres que hay y entre todas
esas puedo ver las camisas de supuestamente marca.

Camino hacia ellas decidida y es cuando escucho su voz—¿Que intentas hacer?

—Comprarte una camisa o bueno tú la comprarás, pero a bajo precio—busco


entre todas las camisas de rayas, colores, formas y tamaños.2

—Yo no me pondré algo como eso.

Volteo—¿A no?

Alza una ceja —No.

—Si lo harás y punto, lo harás porque yo lo digo—esa mirada juguetona que


mire con la empleada del café se hace presente y vuelve a dar su sonrisa moja
bragas.4

Es que no tiene más miradas y sonrisas que todas tienen que ser pícaras.

—Como tu digas, señorita mía— murmura y no le presto importancia, sigo


buscando ropa para que él se cambie dado a que él llama más la atención que
yo por fortachón.21

Consigo una camisa de jeans color azul oscuro manga larga y a lo lejos veo un
saco casí del mismo color, solo que más oscuro.
LEYVA 📝
¿Todo tiene que ser oscuro?

No, ya verás, lo haré ver ridículo.

Cuidado, Sara.

Choco contra una señora que va en la misma dirección mia—Lo siento,


discúlpeme.

Ella ríe —No hace falta la disculpa y que bonito novio tienes, deberías cuidarlo
porque casí todas lo están mirando y tu sabes que hay chicas atrevidas—me
sonrojo y trato de negar sus palabras, pero aparece un señor hablándole de
otra cosa.2

—¿Marta, ya escogiste el smoking?—ella le agarra su mano.

—Mira este es mi esposo y fue un adonis a sus tiempos, tuve que luchar mucho
por él asi que mi niña no dejes que te quiten el tuyo.

—Señora Marta de hec...—me interrumpe el esposo de la señora que al


parecer se llama Marta.

—Querida el smoking.

—Si, si, ya voy.

Me mira con ternura —Sé buena chica y portate bien, nada de no usar
protección—aparte de que me trata como a un perro me dice que use
protección.8

¿Que acaso en esta cara no se ve inocencia?9

Sonrío nerviosa y doy vuelta por la parte interna hasta llegar al saco, lo alzo
para revisarlo y giro en busca de Ricky Ricón.1

Después de todo, ¿dónde está Wade?


LEYVA 📝
Alzo la mirada y lo encuentro observando para todos lados—Parece un niño
extraviado —digo por lo bajito y levanto mi mano en señal, su vista se posa en
mis ojos. Sus pasos son rápidos y en un momento lo tengo a mi lado.1

—No te pierdas así —lo miro divertida.

—Yo no me perdí, tu no me seguiste—sus ojos hacen conexión con los míos y


los desvío inmediatamente, solo de pensar en lo que dijo la señora se me viene
toda la sangre a las mejillas—Aquí esta la camisa y el saco, solo falta el
pantalón.1

—El pantalón no es necesario que lo buscas—tira para adelante una carretilla


donde puedo ver un pantalón jean blanco—Ya lo busqué —ojala se le ensucie
por andar comprando ropa blanca.8

—Bueno anda al vestidor y pruébate eso, yo esperaré afuera—me jala del


brazo.1

—De ninguna manera, tú estarás ahí y me dirás que tal me queda, no quiero
parecer payaso —suspiro, mi plan se fue al piso.

Llegamos a una sala enorme y al fondo de esta dice vestidor, me pongo a ver
a la cantidad de mujeres que están sentadas en las dos filas de sillas que hay
y que ahora me estan viendo con Don millonario. Al final veo a doña Marta y
camino hacia ella con él siguiéndome, llego a su lado y me asiento —Hola, Doña
Marta— miro el vestidor vacio al frente mío y le indico a Wade que entre a
probarse las prendas de ropa y él entra sin ningún problema, pero a decir
verdad creo que es el hombre más grande que hay en el vestidor porque su
frente se ve detrás de la puerta chica.

Eso, eso es altura.1

—Hola, hija—sonríe

—¿Qué hace aquí? —digo con la misma sonrisa.


LEYVA 📝
Suspira—Mañana se casa nuestra hija y el único que no compro smoking fue
el padre, —señala la puerta delante de ella.3

—Te escuché Marta.

Reimos juntas y vemos salir a su amado esposo—¿Y bien, qué tal?

Ella se levanta y le da un sonoro beso—Te queda espectacular —la toma por


la cintura y la besa.

¡Aw! que tiernos.

Algún día me tocará a mi estar así.

Miro hacia delante por los rechinidos de la puerta que hace al abrirse y mis
torpes ojos no pueden creer lo que ven.

¿Por qué todo a él le queda tan bien?

Suspiro y doy un pulgar arriba. Sus ojos buscan los míos con un leve destello
y pasa esa electricidad nuevamente erizandome la piel, sonríe y busca sus
lentes para colocarlos.

Siempre dañando el momento con esos lentes feos y ridículos.

Me levanto y voy hacia él para quitárselos—Estos no van con esto, no te los


pongas —los pongo en su antiguo pantalón y me acerco para arreglar un poco
la camisa algo achurrada.

Su respiración se vuelve más fuerte que antes y su pecho sube y baja con
lentitud lo que me hace mirar su cuello y encontrar un chupete en el lado
derecho, pero antes de alejarme siento miles y miles de luces chocar contra
nosotros, dandome cuenta así de que son flashes de camara.
LEYVA 📝
CAP.8~SERÁN O NO SERÁN

Capítulo ocho

Aún no puedo creer lo que vi.

O sea, no me sorprendería algo así de él debido a su bipolaridad, pero no


conocía ese lado oscuro de su persona.

Mira que pegarle a un paparazzi.1

Y yo pues... Yo quedé en medio del fotógrafo fragante y el millonario Ricky


Ricón, el cual no sé ni como pude sacar de ahí entre tanta gente.1

Realmente parecía guardaespaldas.

Tal vez cuando ya tenga setenta y deje de ser forence tome una desición a
ser guardaespaldas porque se me da muy bien, aunque creo que tengo que
practicar para que mi cliente no salga despilfarrado.

Aquí en el auto nuevamente estoy sin decir ni una sola palabra al igual que Don
mastodonte que por cierto no le voy a volver a hablar más.

¡Estúpido!

Tirarme la culpa a mí de todo.

Yo no le pedí que me llevara a comer.5

¡Estúpido!

Creo que lo que llevas de tiempo en el auto no le has parado de decir estúpido
en tu mente.

Y no pararé. ¡Es Estúpido!

¡Estúpido!
LEYVA 📝
Aun que me asombra que por primera o segunda vez mi mente esta conmigo
no puedo evitar escuchar el sonido de el auto— Señor Wade, tiene una llamada
entrante de Matías.

—Ábrela.

—Hey hermano ¿cómo estás? nuevamente molestando la televisora, en todos


los programas sale que le rompiste la cara a un paparazzi y que estabas con la
—no dejo terminar la oración y corto la llamada.4

—Desactivar bluetooth.

No lo juzgo, yo tampoco confío en él.

Su celular suena y el agarra la llamada.

Miro hacia el horizonte donde mi paisaje está lleno de edificios y prosigo a


escuchar su tan animada conversación.

Suspira—Jamás lo vuelvas a decir asi por asi... No, pero sé que me costará...
Tal vez... Bueno hermano... Déjala, está en su derecho... Sabes como son... Si,
si...—ríe y volteo a mirarlo.

Se ve más bonito cuando sonríe.

¿QUÉ HE PENSADO?

—Tranquilo ella está en su derecho... Okey, cuelga... Estoy manejando,


imbécil... —coloca el celular en el mostrador y se instala un enorme silencio—
¿Aún tienes hambre?

Pues claro que tengo hambre, aparte de que ando toda mugrosa. Niego
internamente y me debato en contestarle con la verdad o no.2

—...—es un esfuerzo quedarme callada cuando mi estómago ruge y aruña por


ser alimentado.

Ni que fuera gato.


LEYVA 📝
—Vamos, no estes enojada—junto mis cejas—¡Oh! tienes pena porque no te
compraste nada para cambiar tu ropa— ruedo mis ojos.

Todavía recuerdo lo loco que fue lo que paso después de los flashes.

Flashback

Quito mi vista de su cuello marcado por una puta seguramente, porque él no


hubiese hecho lo que hizo el primer día si tuviera novia, es lo más lógico,
entonces deduzco que es de una maldita zorra pastosa con cara de víbora y
cuerpo de mona.6

Jum, serán o no serán.7

¿Qué cosa?

¡Nada!

Me alejo de él rápidamente y tapó mi cara con las manos por la cantidad de


luces que impactan mi rostro una y otra vez, mientras que él se queda ahí
parado posando con su ceño fruncido, miro hacia atrás y veo a doña Marta
caerse por toda la iluminación, me volteo y ayudo a su esposo a sentarla.

Mi cara lo debe decir todo.

Estoy enojada.

Agarro a Wade y lo meto dentro del vestidor —Quitate eso y te quedas ahí.

—Ni que me fuera a ir para otro lado semidesnudo—ruedo los ojos.

—No estoy de bromas, dame dinero para pagar de una buena vez—me pasa la
ropa por arriba de la puerta del vestidor.

—Adentro del pantalón esta la cartera, saca lo que necesites—empiezo a


caminar en dirección a ellos aún tomando fotos y abren paso haciendo un
camino lleno de puros flashes.
LEYVA 📝
¿Cómo soportarán las estrellas esto?5

Paso por ellos y algunos me siguen mientras que otros se quedan en el vestidor
tratando de fotografiar al gran empresario. A lo lejos veo a unos reporteros
corriendo hacia mí junto con sus camarógrafos y puedo deducir que son
programas de chismes.

¿Dónde están los de seguridad del almacén cuando se necesitan?

Volteo a mirar mi destino a pocos pasos y me apuro, llego, paso a la fila más
vacía y es muy tarde.

—Señorita, ¿cómo se siente al tener al soltero más codiciado de California


con usted?—ignoro al comentario y la reportera sigue—al parecer no le gusta
la televisión. Señoras que están en casa, ¿cuánto le dan del uno al diez?—
ignoro su comentario y tan pronto como eso la fila de dos personas desaparece
y es mi turno.

—Buenas tardes. ¿Cómo está, afiliada? —la cajera con una amplia sonrisa me
recibe y voy pasando las cosas, claro no sin antes sacar la cartera de Wade,
él me mataría si la pierdo.

Niego—Buenas Tardes. No lo estoy, disculpe—ella sonríe y por un momento


olvido que me están grabando—¿éste almacén tiene seguridad? —asiente en
respuesta —puede llamarlos, es que no soporto esto—ella asiente, gira y toma
un telefono colgado en la pared a su derecha.

—Por favor, por favor, seguridad de planta, codigo tres doce, por favor, venir
a la caja número tres—su voz se escucha por todo el lugar y en un instante
veo bajar a cinco hombres vestidos de negro por las escaleras eléctricas.8

Uno de ellos se coloca detrás mío y los otros rodean a la multitud—Señores,


se les pide amablemente que desalojen el lugar, dado a que nuestros clientes
no se sienten a gusto con su presencia —miro sobre mi hombro como la
reportera aprieta su mandíbula y gira hacia las cámaras.
LEYVA 📝
—Parece que a la noviecita no le gusta el chismorreo que hasta hizo que los
seguridad del almacén runcho vinieran a sacarnos tod...—no termina de hablar
cuando un seguridad interviene entre la camara cruzando los brazos.

—Señora, le dije que salga — la reportera se hace la indignada y sale


peluquiando como la reina del mundo junto con su compañero —Todos los
señores que estan molestando a los clientes les ordeno que se retiren o me
veré obligado a tomar medidas en el asunto —cada uno de los reporteros salen
no sin antes tomar fotos claro.

Suspiro. Hasta que al fin puedo sentir paz en mi interior.

Vuelvo a la realidad con la cajera—Gracias por llamarlos y sacarlos de aquí,


sentía que me ahogaba y perdón si no le preste atención, ahora ¿Cuánto es?—
digo abriendo la cartera de Don Ricachón.

Sonríe con amabilidad—Son veintiocho dólares con treinta centésimos.

Ven por que me gusta comprar en baratillos, esto esta barato y bonito,
elegante y lo mejor de todo es que son ropas de marca a buen precio. Abro a
billetera y lo primero que veo son cantidades enormes en un solo papel.
Esperen un momento, ¿Este hombre solo tiene billetes de cien y quinientos?

Reviso los bolsillos extras y solo encuentro un montón de targetas de crédito.

¿Con qué clase de extraterrestre me he encontrado?

Es una persona como tu y yo, solo que con dinero a montones, actualizate
bonita.

Junto mis cejas, saco un billete de cien y se lo entrego con la sonrisa más
penosa posible a la cajera.

Por mi cara sube un intenso fuego y escondo mi rostro entre mis manos—No
te apenes, es raro ver a personas que paguen con estos billetes aquí,
ciertamente ustedes se convierten en los primeros.
LEYVA 📝
¿Cómo que ustedes?

–Había una señora que venía también, pero lastimosamente ella murió, para
todos fue una gran decepción, pero asi es la vida—me entrega la bolsa y
rebusca en la caja registradora mi cambio o bueno "su" cambio. Lo tomo y la
miro directamente a los ojos con cierta ternura, sonrío y giro en busca del
tarado en el vestidor. Llegando a mi destino observo desde lejos que está
hablando muy animosamente con las personas de allí.

Tiene un trastorno de bipolaridad muy serio.

Tal vez no sea tan malo.

Tú escóndete, pierdete.

¿Dónde, en tu cabeza? ¡Loca!

¿Puedes dejar de llamarnos así?

¡Tú me obligas!

Okey, okey.

Nuestro ojos conectan y rápidamente desvío la mirada ¿cómo es posible que


me haga avergonzarme el muy hijo de su mamá? y más cuando es un mujeriego
de esos que creen que lo valen todo.

Trato de parecer lo más normal posible, pero es como si mi sentido se haya


dañando porque ciento una furia inexplicable y le tiro las cosas en la cara—
Entra ahí dentro y cambiate rápido, nos vamos—me cruzo de brazos.

Él enarca una ceja—¿Qué más? jefa —ahora soy yo quien alzo una ceja, se
levanta rápidamente —Bien, bien, ya voy— entra a cambiarse.

Mientras lo espero voy donde doña Martita, —¿Cómo esta, mejor? —asiente
y sonríe.
LEYVA 📝
—Tu novio es demasiado gracioso y coqueto, debes hacer que controle eso o
si no todas se fijaran en él.

Sonrío y niego—No es mi novio, es un amigo de mi madre—tomo asiento a su


lado.

—Pero yo pensé, además él...

Suspiro—Lo que pasa es que usted no me dejó hablar —Wade sale en su gloria
y mi vista se fija desde la punta de sus zapatos hasta el último de sus cabellos.

—¿Qué tengo?

—Nada—me levanto de la silla—Bueno doña Marta, me despido, hasta pronto—


ella se levanta y me da un beso en la mejilla.

—Cuídate.

—Asi lo haré—le sonrío por última vez y doy vuelta para salir del lugar y
camuflajearnos de nuevo con la multitud.

Examino mi vestimenta y veo que no le ha pasado mucho, hasta se seco.

La tendré que dejar así.

Te va a dar sarna, descerebrada.

Ruedo mis ojos y sigo a Wade hasta la entrada del local, ya afuera ambos nos
mezclamos entre la gente, girando, pasando, dando vueltas para no
encontrarnos con el gentío de personas que desean una foto de él y una
entrevista con él, pero sobre todo preguntarnos si somos pareja.

Tropiezo con él y mi cara se estrella con su cuerpo—En la esquina de la puerta


de salida hay uno, ¿Cómo saldremos sin ser vistos?—Junta sus cejas y coloca
su dedo índice sobre sus labios.

¿Qué estará pensando esa cabeza tan gigante?


LEYVA 📝
Mi vista se dirige a su frente y lo primero que veo es una vena resaltada en
la mitad de esta.

Vaya, este tipo es ultra venoso.31

—Ya sé. Tu irás para que ellos te vean y corran hacia ti, como eres flaca te
puedes escabullir entre la gente y cuando los pierdas me esperás en la salida
y allí te recogeré.

—Pero que plan tan elaborado —sonrío con sarcasmo y camino directo a la
muerte súbita.

Respiro profundo y grito con todas mis fuerzas—WADEEEEEEEE, ¿DÓNDE


ESTÁS?— hago contacto de vista con el paparazzi y este corre hacia mi más
rápido que un chita tratando de atrapar a su presa

Giro en vista de mi escapada y todo mi panorama se ve visto lleno de camaras


y personas corriendo hacia mí.1

Son como piojos, donde quieras que vayas ellos ahí estarán.3

Busco lo más rápido que puedo una huída y solo veo ma salida despejada. Corro
salvando mi vida de una avalancha gigantesca de paparazzis, pero como mi
mala suerte siempre me acompaña a donde quiera que voy ellos logran
alcanzarme y apretujarme en preguntas.

Ignoro cada comentario y cámara para enfocarme a buscar al niño mimado.

¿Cuántos apodos le tienes?

Yo que sé, ¡concéntrate o moriremos!

A lejos lo veo meter la tarjeta una y otra vez para salir del estacionamiento
y esta regresa nuevamente a sus manos.1

¡Apurate!
LEYVA 📝
Soy volteada hacia una cámara y noto a la misma reportera intensa cuando
estaba pagando—Aquí de nuevo tenemos a la novia corriendo por su vida. ¿Qué
pasó mi cielo, tu príncipe azul te dejó botada?—ignoro todo comentario
innecesario de parte de ella y como si la vida me odiara más me empujan por
parte de todos los camarógrafos al rededor y me voy de frente contra la
carretera.

Ellos me van a escuchar, me van a esc...

—¿Quién la empujó? —su tono autoritario hace que los demás se sientan tan
pequeños he insignificantes que parecen hormiguitas ante él —vuelvo y
pregunto ¿quién fue?—me tiende la mano y la tomo para ponerme de pie.2

—¿Y bien? ¡O quieren una demanda por invasión a la privacidad! —rápidamente


todos señalan a un camarógrafo con risa diabólica y lo único en que puedo
reaccionar es al impacto de el puño del gigantón en la cara de ese señor.3

Todos los mosaicos en el suelo se llenan de sangre. Lo jalo y me empuja.

Ah si.

Lo jalo y lo empujo, el gira hacia mí enojado y frunzo mis cejas—Te calmas y


te metes ahí adentro, muevete, ¡ya!—mi cara roja debe estar dando un buen
espectáculo para todo el país, volteo a los paparazzi—Y en cuanto a ustedes,
pueden dejar de molestar a los demás, todos tienen una privacidad y a ustedes
no les gustaría que cuando esten en sus casas de la peor forma le tomen fotos
ni mucho menos estar diciendo cosas sin sentido.

Abro la puerta de auto y me monto.

—La culpa la tuviste tú, te hubieses escondido hasta que yo estuviera ahí,
pero no—ahora soy yo.

Él creé que me voy a dejar mandar—MIRA TÚ NO ME VENGAS A DECIR


NADA, ME ENOJA QUE DE ESTO TÚ ERES EL MENOS IMPLICADO Y SI
YO HUBIESE SABIDO QUE TODO ESTO OCURRIRÍA ME HUBIESE
LEYVA 📝
LEVANTADO TEMPRANO PARA AHORRARME TODO LO QUE ACABA DE
PASAR—le grito y me volteo a mirar el paisaje opcional.1

—Pues deja de dormir mucho y te ahorras eso y no me grites, no eres nadie


para hacerlo—eso me dio pena, no lo niego pero, tengo que resistir —¿Ahora
aplicaras la ley del silencio?

¿Quién se creé?

¿Mi mamá?

¡Pues no! Se jode ahora.

No le voy a hablar.

Fin flashback

Y así fue como terminé sin ropa limpia y sin comida y golpeada, ahora lo que
quiero es llegar rápido. Veo que doblamos a un enorme edificio con un letrero
impecable.

Dhall Holding

Y no solo el letrero es impecable, los estacionamientos parecen sacados de


disney. Él aparca su auto en una fila de carros lujosos de mayor a menor y
apaga el motor del auto.

¿Existen todavía cosas asi?

Baja y abro la puerta, de lleno siento el olor a lavanda, pero con algo más que
no logro distinguir. Aspiro profundo disfrutando del olor, agarro mi bolsa y
cierro la puerta. Lo veo caminar hacia un ascensor —Camina, ¿te quedarás
ahí?—llego a su lado —como te dormiste alrededor de media hora en el carro
hice que te compraran algo de ropa y de comer también, otra cosa es que ya
no tendrás que sufrir por ahí que te molesten, llamé a mi abogado y el resolvió
lo de los paparazzi para que te dejen de molestar, tranquila no se mostraran
tus fotos ni nada de ti, pero ellos pidieron a cambio una platica con los dos—
LEYVA 📝
llega el ascensor, entramos y el toca el último botón, de repente siento esas
cosquillas en mi estómago cuando este empieza a subir.

El ascensor se detiene y abriéndose las puertas una señorita o señora rubia


nos recibe o bueno lo recibe omitiendome a mí.1

Pues claro, todo él.

—Sofía, quiero que atiendas a la señorita con sumo cuidado, llevala al cuarto
de descanso y luego entras al mío—¿cómo puede hacer eso caminando? —ahí
le enseñas el baño y su ropa, también la comida y dale el control para cuando
este lista te llame y la llevas a la tercer planta—se detiene frente a una
puerta negra con un pomo de lobo— junto mis cejas ¿qué tienen ellos o él con
los lobos?

—Entendido señor Wade—se da la vuelta y no es necesario que se contorne


para ver que su silueta es natural. Me lleva a donde empezamos y dobla hacia
el otro pasillo, al final puedo ver una puerta marrón y ella la abre ante mí.

¿Por qué todo lo que lo rodea es bonito?

¿Por qué huele a menta?

¿Por qué hago demaciadas preguntas?

—Este es el cuarto de descanso—camina hacia otra puerta negra—este es el


cuarto del señor, venga por favor—dejo de contemplar todo y entro a otro
ambiente lleno de lavanda. Creo que tanta lavanda me está mareando—bien
aquí está su comida —me señala una caja con un logotipo raro— acá puede ver
su ropa -me señala unas bolsas de regalo, camina a otra puerta-aquí esta el
baño, ahora —agarra un control negro con un boton rojo en el centro—esto es
para cuando ya este lista, sin más, me retiro—y se va dejándome
completamente sola.

Lo primero que tomaré es un baño.


LEYVA 📝
Entro y veo muchas cosas de baño estilo jacuzzi, si quisiera meterme en el
pequeño jacuzzi lo haría, pero ahora solo quiero un baño normal, como si fuera
a estar en casa. Me despojo de la ropa y entro a la ducha, rápidamente
termino de bañarme y salgo del baño, camino hacia las bolsas de regalo donde
encuentro un pantalón jean negro y una camisa blanca con puntos negros
grandes, en otra caja encuentro unos botines chicos de color chocolate y en
la más pequeña ropa interior.2

El que la compró tiene una mente muy imaginativa.

Ojalá y no haya sido un hombre.

Lo tomo todo entre mis brazos y me voy al baño a cambiarme, dejo mi ropa en
la bolsa que cargo y ya lista salgo fuera a ver que hay de comida.

Al fin, me muero de hambre.

El exquisito aroma de arroz con pollo llega a mis fosas nasales haciendo rugir
nuevamente mi estómago.

Tanta hambre y uno aquí con comida sin devorar.

Agarro la cucharita de plastico y a comer se a dicho, cuando meto la primera


bocanada de arroz abren la puerta y veo a un muchacho presentable traer una
botella de soda en su mano izquierda, pero cuando me ve ahoga una risa
tragando fuerte y mis rojeces suben a mi cara.

Yo aquí con la boca llena y otro entra sin previo aviso, me siento amenazada.

Esperando a que él haga algo termino de masticar y tragar para hablar ya que
el niño se quedó mudo—Dime, ¿qué buscas? —él niega y pone la soda en la
mesa del centro, de cierta forma se parece algo a Ricky Rincón, pero
descartaré eso.

—Me mandaron a traer esto—señala la soda y por ahi mismo sale.

Que tipo más raro.


LEYVA 📝
Termino de comer y tomo la soda, busco el control y presionando el botón un
minuto después tengo a la misma señora al frente mío. Me señala a que la siga
y me escaneo.

¿No estoy tan mal, verdad?

Tomo la mochila y la sigo hasta llegar al ascensor donde preciona el tercer


botón y este desciende haciéndome marear. Nunca me acostumbraré a los
ascensores. Se abren las puertas y me voltean a mirar más de treinta
adolecentes.

—Aquí es donde darán las instrucciones para el concurso —y se va dejándome


ahí, camino con cierto recelo hacia todos y presto atención a lo que dice el
señor y señora de al frente.

—Bueno, si están aquí es porque ustedes son los mejores de sus instituciones,
cabe decir que la competencia empezará mañana y será una prueba
diagnóstica y ahí sacamos quién está preparado y quien no, ahora como son las
seis de la tarde los vamos a juntar para dormitorios—buscan una lista y
empiezan llamando uno por uno hasta que escucho mi nombre y alzo la mano —
Sara, tú vas con Paola—miro a mi alrededor y veo a una chica igual de alta que
yo, morena de pelo alborotado caminando hacia mí.

—Soy Paola —asiento y los señores siguen diciendo los otros nombres- esto
es tan raro ¿por qué no hablas?—¿le hablo o no? —eres tímida, yo hablo mucho
—no me digas —de todas formas lo único que quiero es no hablar sola.4

Prefiero no decir nada y solo limitarme a sonreír, ellos terminan y nos mandan
a seguirlos, bajamos por las escaleras hasta llegar a el estacionamiento donde
hay un hiace nuevo de color gris.

—Aquí todos entran y caben, pero uno se tendrá que ir en un carro aparte—
el señor me obvserva—Sara, tu irás aparte—asiento y me separo de la fila, ya
saliendo el transporte del estacionamiento veo a otro señor vestido de negro
LEYVA 📝
saliendo del ascensor e indicarme a que lo siga, llegamos a una prado negra y
me abre la puerta, el rodea el auto y se monta.

—Buenas—digo y este me mira por el retrovisor, rápidamente siento el rugido


al encender el motor y salimos, puedo ver toda la ciudad iluminada, tan
hermosa.1

El chofer dobla un par de cuadras y lo primero que veo es el tan iluminado


letrero de un hotel.

Las Estrellas.10

Este entra al estacionamiento donde veo al transporte de los chicos con todos
abajo. El chofer aparca al otro lado y apagar el motor, baja rápido y abre mi
puerta. Miro a todo el gentío del otro lado cuchicheando, bajo y de nuevo
quedo expuesta a todas las miradas, me uno a la fila de última junto con paola.
Ya todos juntos, subimos por las escaleras con nuestro grupo y llegamos a
recepción.

—Buenas, yo soy Malody. Cada pareja pase a mi merced para recibir un juego
de llaves de su habitación, cortesía de el señor Dhall—es idiota. La
recepcionista da a cada grupo una serie de llaveros, lo menos usual es que hay
uno negro y los demás son blancos. Supongo que es por la habitación más chica.
Al llegar a nosotras me observa con detenimiento—Nombre, por favor—junto
mis cejas, ¿Para qué quiere mi nombre?3

Paola al ver que no contestaba se aproxima a hablar por mí —Sara, su nombre


es Sara Poezyn.

—Aquí esta la llave de su habitación-me tiende el juego de llaves negra.

Esto me parece muy raro, o es que mi mala suerte esta algo dañada.

YA DEJA DE SER PESIMISTA.

OKAY, OKAY.
LEYVA 📝
Nos conducen a las escaleras nuevamente y mi cuerpo se joroba.

Otra vez.

Has ejercicio, ya te falta con esa panza que tienes.10

Subo escalón por escalón a paso tortuga hasta llegar al primer piso—Busquen
sus habitaciones —voy a empezar a caminar para buscar cuando freno de
golpe.

Esta llave no puede ser de estas habitaciones.

Mi vista se dirige a todos lados y veo que no hay ninguna habitación disponible.
Toco el hombro del señor que nos trajo—una pregunta, ¿Cómo usted se llama?
—me oberva de arriba a abajo sorprendido y suspira con una sonrisa.

—¿Dónde estabas cuando lo dije niña? Me llamo Santiago. A ver chicos y


chicas, entren a sus respectivas habitaciones—gira hacia mí—tú entra al
ascensor junto con Paola y toca el último boton, cuando lleguen pasen por el
pasillo hasta llegar a la puerta y ahí esta su habitación —se va dejándome con
la palabra en la boca.

—¡Vamos a ver nuestra recamara!—Paola alza las manos celebrando —¿Nunca


dirás nada? —toca el botón para hacer que el ascensor abra —bien, tendré
que acostumbrarme.

Suspiro—Hablas demasiado para ser verdad —voltea a verme con sus ojos
bien abiertos—¿Qué? —¿será que tengo un moco?

—Hablaste —llega el ascensor, entro y contengo mis mareos —Bueno ahora a


sentir esas cositas en el estómago—ella preciona el último botón y cierro los
ojos —¿Te dan miedo los ascensores? —asiento—Descuida no se caerán o algo
así, además mira la vista.

Abro mis ojos y veo todo California encendido, lleno de luces, lleno de vida y
color. Esto es —asombroso.
LEYVA 📝
—Lo es, ahora ya deja de mirar y sal —ni siquiera me había dado cuenta de
que llegamos, cruzamos el pasillo y al final una puerta negra lo decora—
muevete.

Pongo la llave en la cerradura, está destranca y puedo ver todo, dos camas
grandes de color blanco, televisión gigantesca, una ventana enorme, dos
mesitas de noche, unos teléfonos.

¡Esto es fabuloso!1

Tiro la bolsa en la cama derecha, corro a la ventana y miro hacia fuera. Pensar
que mi vida después de todo no es tan mala y yo con miedo de quedar pobres
en la calle.

Volteo y observo a Paola arriba de la cama izquierda solo en ropa interior—Al


fin paz— se desploma en la cama y cae rendida en los brazos de morfeo.14

Que noche.
LEYVA 📝
CAP.9~YO NO ME LLAMO LUNA

Capítulo nueve4

—Sara—escucho una voz a lo lejos—Sara, levántate son las seis y a las siete
tenemos que estar en los estacionamientos—siento algo caliente encima mío
y abro los ojos de par en par.

—Paola, por favor, yo soy rápida para bañarme y alistarme, entra tu primero—
la tiro al otro lado de la cama y me volteo dándole la espalda tapándome de
pies a cabeza con la colcha.2

—Esta bien, pero será tu culpa si luego nos... —su voz se va apagando, espero
que terminé la oración y lo que escucho son ronquidos y una respiración fuerte.

Me destapo y salgo de la cama, entro al baño y me subo el pantalón de pijama


para no mojarlo con el agua que cae, abro el grifo y lleno de agua el platito
donde se pone el jabón y corro hacia ella.

—Paola, Paolita—digo bajito en su oído—bueno ya que no te quieres levantar


tocará hacerlo.

Se estira —¿Qué me tocará? —le tiro el agua en la cara y salgo riendo como
una loca maniática.

Siempre quise hacer esto.

No sé que me paso ayer, hablando cosas triviales, en la noche con ella pude
deducir que es una buena persona, pero no sé que le paso a mi fortaleza que
ahora hasta tengo la confianza para hacer eso.

Creo que fue la emoción.

—Me vengaré —su rostro toma una expresión diabólica y sale de la cama para
entrar al baño con su toalla en la espalda.1
LEYVA 📝
Arreglo mi cama y busco mi bolsa, pero rápidamente me acuerdo de que no
tire nada por andar apurada.

Solo un monton de cuadernos.

O sea que mi ropa es solo lo que me puse ayer, unos botines chocolates, el
pantalón jean, la camisa de puntos negros y la ropa sucia que es la camisa
negra, el pantalón negro, las nike y la sensual ropa interior de abuela.

No hay más nada.

Alzo la mirada y veo a Paola salir con una toalla en la cabeza y otra atada en
su cuerpo. Apenas me mira para de caminar.

—¿Qué pasa? —niego—Oye si vamos a ser compañeras debemos tener


comunicación.

Suspiro —No tengo nada que ponerme—quito la mirada de su rostro.

Esto es algo vergonzoso.

Ella sonríe —Sara, ¿Solo es eso? —la vuelvo a mirar y asiento—Tú no te


preocupes por eso, ahora entra ahí —camina hacia mí y me levanta —al baño
y bañate —me empuja y antes de que pueda protestar cierra la puerta
dejándome con la palabra en la boca.2

Me despojo de la ropa y tomo un baño medio largo, cepillo mis dientes y salgo
envuelta en la única toalla que me ha dejado Paola.

La busco con la mirada y la veo frente al espejo con un conjunto expectacular.


Una camisa blanca, un pantalón jean oscuro y unos zapatitos bajos de color
crema, un sombrero negro redondo y una cartera de lado color negra—Sé que
estoy hermosa, pero ya deja de mirarme así, me incómoda.

Sonrío—¿Así como? —camino a mi cama para recoger las toallas mojadas que
ella dejo tiradas ahí.
LEYVA 📝
—Asi, raro—niego sonriendo.

—¿Y bien? ¿Para qué me hiciste bañarme? —pongo mis manos en forma de
jarra.

—Pues tú y yo creo que somos de tallas idénticas—agarra una bola de ropa


que está en su cama—esta camisa blanca junto con estos jeans de tiro alto y
—alza el dedo índice—estas zapatillas blancas le van bien—me las tiende—
ahora vistete.

La miro fijamente. Ella no pensará que me cambiaré en frente de ella.

¿O sí?

—¿Qué?

¿Es que no entiende con la mirada? —Ah, necesito ponerme la ropa.

—Ah, por eso. No te preocupes, somos mujeres, no tienes de que


avergonzarte—doy dos pasos hacia atrás con cizaña—está bien, me daré
vuelta—gira hacia la puerta y doy media vuelta para ponerme la ropa interior,
dejo caer la toalla y escucho un sonoro silbido de su parte—tienes tus
atributos—me tiro a la cama para tapar mi cuerpo y esconder mi cara roja—
Ay, ya deja la cosa somos mujeres y a ambas nos gustan los hombres así que
muévete, solo falta media hora para bajar —camina hacia la salida —no te
demores, luna—abre la puerta.37

—Yo no me llamo luna —hace un amago de saludo y cierra la puerta detrás de


ella. Que cosas más raras la de esta loca. Salgo de la cama, agarro la camisa
blanca de cuello en V y los pantalones, me los pongo y por alguna estraña razón
me siento como flotando en ropa gigante, hay algo mal en esto, meto la camisa
por dentro del pantalón y cambia la apariencia visual de mi cuerpo.6

Mucho mejor.
LEYVA 📝
Voy hacia la cama y agarro las zapatillas para ponermelas, me miro de arriba
a bajo y corro al espejo, agarro una peinilla y acomodo mi alborotado cabello.

Lista.

Salgo de la habitación con mi mochila y me debato en bajar por el ascensor o


las escaleras, debo admitir que si uso el ascensor llegaré más rápido que bajar
desde el último piso por las escaleras. Toco el botón de subida en el ascensor,
este se enciende y llega, ya dentro toco el último botón donde impreso en
cursiva están las letras PB.

Siento de nuevo el cosquilleo en mi estómago cuando las puertas se cierran y


este baja a toda velocidad, abro mis ojos y salgo, busco a los demás y los
encuentro justo en el mismo lugar que el día de ayer junto al señor Santiago
con una sonrisa radiante.

—Buenos días, chicos. Estando todos aquí, asi como llegamos ayer asi mismo
iremos nuevamente —da unas señales con las manos y todos empiezan a entrar
al hiace y yo aquí pensando que hacer con mi vida porque no veo a la prado de
ayer—Señorita Sara—doy vuelta —disculpe, usted llegará algo tarde ya que
el chofer no ha llegado—asiento y me aparto un poco del transporte —si
quiere su compañera de cuarto puede acompañarla.

—Sí, si quiero—escucho la voz de Paola al final del hiace.6

Sonrío—Claro, si ella así lo desea—abren la puerta y sale ella con toda su


gloria abanicandose con sus manos —¿Estás bien? —aguanto una risa y ella me
mira no muy contenta.

—Me acaban de informar que la prado ya está llegando, nosotros ya vamos


saliendo, adiós —el profesor entra en el hiace y este pone marcha a su
destino.

Mi vista vuelve a Paola y la veo abanicar su rostro—¿Por qué estás así? —


pregunto y cruzo las manos.
LEYVA 📝
Suspira—Tengo mucho calor y eso no me hace bien, el aire acondicionado de
ese transporte es un asco y un montón de chiquillos con olores distintos se
mezclan, es lo peor —ruedo mis ojos. Ella es algo fresa. Veo llegar a la prado
y caminamos hacia ella.

Entramos y nos abrochamos los cinturones —Buenos días —el chofer solo me
observa y no dice nada.

¿Me huele mal la boca?

Hago una mueca y me limito a mirar por la ventana como la gente va y viene
con el afán de la vida, entre tantas cosas. Doblamos y sé que estamos cerca
de Dhall Holding cuando hasta la calle huele a lavanda.5

Si, lo sé. Es exagerado lo que dije, pero es cierto.

En los estacionamiento están todos esperando como ayer. Paola y yo


bajamos—Gracias—el señor asiente y yo cierro la puerta corriendo para
colocarme con Paola en la fila y subir escaleras.

Al final está la secretaria de él—Buenos días, síganme, por favor —caminamos


detrás de ella manteniendo el orden de la fila y llegamos a una sala con sillas
separadas distancialmente, en cada una de éstas hay una hoja, un bolígrafo,
un lápiz y un borrador—Pueden ubicarse donde gusten y cuando salgan van
bajando por donde llegaron —todos asentimos —el hiace estará listo y no se
moverá de nuestra planta. Sin más que decir les dejo a su profesor Santiago
para que de reglas—lo señala y empieza a caminar con paso decidido hacia la
salida.

—Chicos, de esto fue de lo que les hable ayer, de esta prueba serán sacado
diez y los otros diez serán los afortunados en concursar. Muchachos sin más
que decir pueden comenzar—nos deja solos y me enfoco en los demás.

Su confianza en nosotros es grande como para hacer eso.


LEYVA 📝
Aunque él debe saber que ninguno aquí es copión o no hay necesidad por eso
se pierde, ellos son así.

...

Ha pasado una hora y veinte minutos y yo aún no termino solo por una, una
pregunta y para acabar de español.

¿Qué es onomasiología?9

Y hasta el momento solo tengo que es una rama de la lexicología.

Ya entregalo así.

¿Qué lo entregue así? ¡Estás loca!

No, pero busco y no me sale esa palabra.36

Está bien, pero si repruebo y me sacan será tu culpa.

Vale, vale. Tampoco creo que los demás llenarán toda la hoja.

Alzo la mirada y noto que no hay nadie, solo yo y el profesor mirándome con
fijación—Señorita, ¿pasa algo? —niego y me levanto a entregar la hoja —
Bueno, como sus compañeros terminaron antes que usted están descanzando
y gozando de un merecido —mira la hora en su reloj—Almuerzo ¿Desea ir
usted también o desea comer aquí?

Aquí o allá.

Todos. Eso significa bulla, gente, ruido, malos olores, —Prefiero aquí—él
recoge todo los otros exámenes desordenados en el pupitre y los guarda en
su maleta chocolate.

—Sígame —salimos de la sala y llegamos al ascensor.

¿Por qué a mí?


LEYVA 📝
Odio los ascensores. Toca el botón de subida, cuando llega entramos y él toca
el último piso y de nuevo esa sensación —Tendrá que esperar a que le traigan
algo.

—No hay problema, pero ¿Qué comeré?2

—¿Qué desea usted?

—Cualquiera cosa después que sea comida.

El ascensor se detiene, salimos de el y visualizo el mismo lugar de ayer con


Don Ricachón. El profesor me guía por el mismo pasillo y me hace pasar a la
sala de descanso —Esta es la...

Lo interrumpo —Sala de descanso —doy una sonrisa de boca cerrada y me


siento en uno de los sillones.

—No. Esta es solo para empleados, usted debe entrar por aquella puerta y
esperar su comida—me levanto dudosa de sus palabras y camino hacia la sala
de Ricky Ricón.

Entro y su olor me pega en la nariz lo que me dice que él ya estuvo aquí. Voy y
me siento en uno de los sillones a esperar y todo me parece tan bonito, ahora
que digo bonito no he hablado con Elizabeth, creo que después la llamaré. Esto
es tan aburrido y no hay nada con que jugar exepto por la silla giratoria que
hay detrás del escritorio.4

Hazlo.12

No.

Hazlo, hazlo, hazlo.

Ya te dije que no.

Vamos solo un poquito y ya.

No.
LEYVA 📝
Viste, no seas dura contigo misma.

Ash, no.

Cruel, fría.

Solo una vuelta.1

Me levanto corriendo y tiro mi cuerpo en la tan acolchonada silla, aspiro


profundo y me doy cuenta que hasta esto huele a él. Sin importar que tan
pequeño mi cuerpo se siente en la enorme silla de oficina, la corro un poco
para atrás y empiezo a dar vueltas.

Vueltas y más vueltas.

Esto es fenomenal.7

Mi vista localiza en una de las vueltas a dos silutas, una cruzada de brazos y
la otra con algo en las manos, detengo la silla de espaldas. No quiero parme
porque sé que se me pondrán rojas las mejillas. Me siento como una niña
cuando se come un chocolate y la descubren.

—Sara, el profesor Santiago trae tu comida—me pongo de pie con mi cara de


tomate a medio dañar, mirando al piso llego a la puerta y agarro la bolsa del
¿McDonald's?

Eso no es almuerzo.

Me volteo y camino de vuelta al sillón, un gruñido retumba por la sala y me


encojo más de lo que ya estoy, tomo asiento y escucho el cerrar de la puerta
y cuando creo que se han marchado los dos, veo a Wade sentarse en el
escritorio y mirarme fijamente.+

¡No me dejará comer!


LEYVA 📝
CAP.10~PUEDE QUE SEAS MÍA

Capítulo diez

—¿Tú no comerás? —pregunto ahora si alzando mi mirada para observarlo


directamente a los ojos.

Suspira —claro que sí—su voz gruesa y seductora hace que pase esa corriente
por mi cuerpo de nuevo —estoy esperando mi comida.

—Oh, bueno.

El silencio incómodo se hace presente y el decide romperlo-¿No comerás?

—No hasta que la tu...

—Señor Wade. Aquí está su almuerzo, buen provecho—su secretaría le tiende


una bolsa gigantesca y se retira de nuestra vista.

—¿Decías? —niego y abro la bolsa.

La hora se pasa entre habladurías de parte de él hasta que dice algo que me
sorprende —Tenemos que hablar con la televisora, ¿Qué tal hoy? —junto mis
cejas. Si lo hago hoy dejo más en claro que no quiero que me molesten más y
eso va a ser algo muy bueno para mí.

—Está bien—me levanto y él imita mi acción.

¯De aquí a la televisora son media hora, y deduciendo que son las tres—
¿QUÉ? —estaremos allá a las tres y media, en media hora su producción nos
arregla para sus efectos especiales y a las cuatro salimos al aire.

—¿Cómo qué son las tres?

—Eso te lo explicará tu profesor, ahora ven—me jala del brazo.


LEYVA 📝
Aún no puedo creer que se haya pasado el tiempo tan rápido. En la sala veo al
profesor con un plato de comida china, este voltea a nosotros con la boca llena
y traga—Santiago, dígale a la señorita todo su tiempo gastado—observa el
reloj en su muñeca.

—Primero el hotel, emprendimos a las siete y media, media hora de allá a acá;
luego media hora más subiedo escaleras y media hora reubicandolos en la sala;
ya van dos horas o sea que son las nueve, media hora explicando el examen y
luego usted estuvo media hora con la cabeza agachada, una hora más aumenta
a las diez; dos horas que se tomó resolviendo el exámen y ya son las doce,
subimos y usted espero una hora por su almuerzo hasta que llegó, a las una de
la tarde comió y luego no sé —en realidad no hice mucho y todo el tiempo que
me tomó.11

Pero. Como es que dos horas haciendo ese examen.

—Vámonos que con esa explicación ya tenemos tiempo robado— corro con él
al elevador, entramos y en un dos por tres estamos en la planta baja.

Lo sigo hasta la prado, el señor se baja y por primera vez lo escucho hablar—
Señor— abre la puerta de atrás, él se hace a un lado esperando a que yo pase
y luego monta él cerrando la puerta.

—Al canal doce—este asiente y no habla más en todo el camino.

—Wade, Wade—susurro y él me voltea a ver—¿cómo se llama?—señalo al


chofer y este dirige su vista otra vez a la ventana.

—¿Para qué quieres saberlo?

Ruedo los ojos —para saber pues, ahora no puedo—me voltea a mirar.

—Se llama Pedro, okey—su tono serio hace que mi cuerpo se haga a un lado
respetando su espacio privado, hasta ahora noto que lleva un traje azul rey y
una camisa blanca con dos botones de arriba abiertos y su cabello
perfectamente pienado de lado.
LEYVA 📝
No1

¿Qué fue eso?

¡La voz de nuevo!

Aunque lo detestes siempre haré esto.

Pero dime ¿quién eres?

Aún no.

Salgo de mi mente cuando siento su brazo tocarme—Ya llegamos, ¿estás lista?


—aunque me de pavor tengo que enfrentar todo esto.

Mírale el lado bueno, seré libre.

¿Qué no soy yo la que seré libre?

A veces creo que tienes un cerebro del tamaño de un maní.

Suspiro y asiento, bajamos del auto y rodeamos el arreglo floral, desde aquí
puedo ver el gran logotipo de la televisora. Ya dentro puedo ver como todos
mandan ordenes de un lado a otro.

Todo tan movido y estresante.

Un chico nos frena de golpe —Señor Wade, Señorita...

—Sara—digo un poco bajo y observando la planta de mis pies.

—En este momento entren al camerino, los maquillistas están ahí para
arreglar su rostro ante las cámaras y habrá otro chico colocándoles los
micrófonos —nos da paso a el interior y absolutamente todos voltean a
mirarnos.1

Esto se siente un poco incómodo.


LEYVA 📝
Todas las señoras, chicas, señoritas bonitas solo tienen sus ojos en él.
Siempre llamando la atención. Niego y como él no se mueve lo hago yo y me
voy a donde un chico para arreglarme.

Ricky Ricón pasa a mi lado como si no existiera y se detiene justo en un harén


que lo único que hacen es babear por él.

Esperen, ¿Por qué de repente me importa lo que él haga?

Junto mis cejas. Debe ser que las papas no me cayeron bien—¿Querida cómo
estás? yo me llamo Bryan y hoy seré tu maquillista—asiento y el me tumba en
una silla giratoria— querida, te envidio amor, tienes una piel perfecta ¿Qué
te juntas? Comparte recetas.

Sonrío—Nada, nada de nada—él lleva la mano a su pecho dramático.

—¿No te cuidas? —niego —Ojalá mi piel fuera así, cada día me pongo kilos de
cosas para que no se vea fea.

—Eres bonito—lo miro a los ojos y han acción repentina de él me deja


atónita.5

¿Me está abrazando?

—Gracias amor, eres tan hermosa. Ahora terminaré aquí —desvío mis ojos a
el señor Wade y lo veo observarme fijamente con los puños apretados.6

¿Será que no quiere que lo maquillen porque piensa que se verá gay?15

Desvío mi mirada a Bryan —¿Cuándo terminarás?

—Ahorita querida, tú solo necesitas pocas cosas, ahora cierra los ojos—bajo
mis párpados y rápidamente siento su boca cerca de mi cachete.

Saldré de aquí llena de besos y abrazos de Bryan.1

Mi oído capta un sonido extraño y abro los ojos de par en par, sus mirada
choca con la mía mandándome esas ondas de electricidad por todo mi cuerpo—
LEYVA 📝
¿Está bien?—la bruja que lo está maquillando lo examina y él solo rueda los
ojos.

Su vista va de mí a Bryan —Perfectamente—dice entre dientes.

Está loco.1

Definitivamente es eso, o es su problema de bipolaridad.

—Bueno, no se mueva —esta agarra una brocha gigante y empieza a sacudirle


la cara, pero lo que llama mi atención es la mano de ella puesta en su hombro.

Claro otra barbie patosa.

—Lista pastelillo. Espera, espera, no des vuelta aún, déjame peinar algo tu
cabello—agarra un cepillo de los tantos que tiene en la estantería y lo pasa
suave por mi cabellera—Lista— me da vuelta a el espejo.

¿Esta soy yo?

Por primera vez me siento bonita.

Toco mi rostro sin poder creerlo, miro a Bryan a través del espejo y me
levanto a agradecerle con un abrazo.

Aléjate de él.4

¿Quién eres, por qué no me quieres decir?

Todavía no.

¿Pero por qué mi mente?

Porque puede que seas mía.

¿Qué?14

—Listo—escucho la voz de la barbie pastosa y veo a Wade quien me mira con


intensidad haciéndome temblar nuevamente y que por alguna razón se ve más
brilloso de lo normal.
LEYVA 📝
—Ahora señor Wade, señorita Sara, vengan para ponerle los micrófonos y
salen en quince—volteo y veo a un chico alto de cabello rubio y ojos avellana
tan coqueto que no desvío la mirada de él ni él de la mía hasta que una voz se
interpone.

—¿Nos pondrás tú los micrófonos o tengo que irme? —que grosero.

—Venga, quítese el saco—Ricky Ricón lo hace y él le pone una especie de radio


enganchado al pantalón —No se quite esto.

—No soy un niño—le da una mirada fría y vuelve a ponerse el saco.

Que mal educado.

—Hola — me saluda.

Sonrío —Hola.

—¿Pero qué es esto, un lugar para charlas o para elaborar un trabajo? —Don
ricachón está a la defensiva hoy.10

—Señor Wade, puede por favor dejar de tratar mal a los demás, ninguno le
ha hecho algo como para que usted los este tratando tan grosero—él se
sorprende y camina hasta el otro lado de la sala donde toma una silla de
director y toma asiento.

Supongo que lo humillé.

—¿Tiene un mal temperamento siempre? Date la vuelta —hago lo que me dice


y desde mi punto de vista puedo verlo hablando muy animado con otras barbies
garrapatosas—Listo.

Giro—Gracias y disculpa su comportamiento, su novia debe haberlo dejado


con las ganas—nos reímos y llega Bryan.8

—¿De qué se ríen? yo también me quiero reír mis amores.


LEYVA 📝
—Sobre que dejaron al empresario con las ganas—veo a Bryan morderse los
labios.

—Yo puedo quitárselas—río con todas mis fuerzas, eso realmente me mato—
Es de verdad —camina hacia su lugar de trabajo y solo quedamos el chico
rubio y yo.9

—¿Por qué están aquí?

Suspiro—Una historia larga.

—Comprendo. ¿Y me das tu número de teléfono? —volteo a ver a Wade


instintivamente y noto que me observa, pero retira la mirada y comienza a
reír con una barbie.

¿Por qué siento enojo dentro de mí?

Volteo—No lo sé.

—Vamos, anímate. Así podemos quedar a salir, tomar algo y pasar lo que tenga
que pasar—guiña y me doy una bofetada interior.

Claro, como no saber que él es como las barbies. Interesados—Está bien—él


busca bolígrafo y papel dentro de su pantalón y me lo da, busco apoyo de la
pared y anoto.

La sorpresa que se llevará en saber que ese número tal vez nisiquiera exista—
Aquí está—él toma el papel y lo guarda en su bolsillo trasero al igual que el
bolígrafo.

Bryan aparece a un lado de nosotros—Bebé,¿Se lo das por mí? —me señala


con la vista a Don ricachón y asiento. Lo abrazo y mi boca la llevo a su oído —
Picarón.

Él se sonroja y se va más rápido que un corredor.


LEYVA 📝
—Bueno, yo tengo que ir a ayudar a otros personajes de la televisión —el rubio
me rodea con sus brazos—Cuídate mi Reinita —y me da un beso en la mejilla.

Tú eres Mía.

¿Qué? Deja de decir cosas, eres un loco.

Mía, mía, mía, solo mía.72

Ya te ignoraré, haré como que no estás.

No lo harás.

...

Dirijo mi vista a Wade y este me mira con cara de pocos amigos. Esperen...

¿Cuándo le cambio el color de ojos?

Están más amarillos. Él definitivamenteme me está dando miedo, dejo de verlo


y enfoco mi vista en el mismo chico que nos recibió.3

—¿Listos? Salen en dos minutos, siganme —camino detrás de el organizador


y escucho sus pasos detrás, volteo y sus ojos ya están normales.

Tengo miedo.23

Camino más rápido como si eso me fuera a alejar de él y llegamos detrás de


grabación donde hay un hombre negro, grande y fuerte hablando de algo que
ni siquiera conozco.1

¿Qué es el dribling?

Nada más escucho el corten y las felicitaciones por estar en el programa.

—Que pasen los siguientes—grita alguien desde afuera.

—Ahora entren y sigan las instrucciones al pie de la letra —ruedo mis ojos y
entramos a la sala donde nos ponen tres sillones separados, a lo lejos puedo
LEYVA 📝
ver a la reportera cara de guaba practicando sus líneas hasta que le dicen
algo en el oído.

Ya sentados en los sillones su vista se fija solamente en mi lado derecho y


como una leona que acecha a su gacela camina hacia nosotros y se sienta en
su sillón acomodando su cabello y suena dentro del set la cuenta regresiva.

—Estamos al aire en tres, dos, uno—y dan una señal. Miro hacia arriba en una
pantalla que hay más de ocho mil personas conectadas.

—Buenas tardes. Estamos aquí una vez más para llevarles la primicia que pasa
con los famosos, y aquí tenemos a el empresario más famoso acompañado de
una señorita que muchas en casa quieren saber ¿quién es? —agarra su tablet
y le empieza a preguntar directamente a él —¿Qué son? Ya saquemos las
dudas.

—Buenas tardes, primero que todo, ella es hija de prácticamente mi mejor


amiga, no tengo ninguna relación con ella dado a que es una niña, está en la
preparatoria, cursa un último año y como les decía, no tengo nada con ella, es
como una sobrina —observo hacia arriba y veo que hay más de dieciséis mil
visitas y van subiendo.17

—Dijo usted —hace comillas —dado a que es, ¿si ella no fuera una niña fuera
alguien importante?

Se acomoda en el sillón y cruza las piernas una sobre la otra—No—y mi mete


se paralizó en su no.

Acaso esperaba más de él.

No.

Una palabra tan remota que rebota en mi mente.

Sara, concéntrate.
LEYVA 📝
Vuelvo a la realidad y noto la mirada de ambos en mí—Al parecer la sobrina
del empresario se quedo muda.

—Disculpe, pero es que no escucho bien por un oído dado a un accidente que
pasó en casa, por cierto, un saludo a mi madre—todos sonríen —¿Podría, por
favor, repetir la pregunta?20

—Por supuesto, ¿Cómo se conocieron el señor Wade y usted? —recuerdo el


día y se me forma una sonrisa en la cara por todo lo que pasó.

—Pues mi madre se mudó de Texas a California y como son mejores amigos


ella me lo presento y listo.

—¿Puedes encontrar alguna posibilidad de verlo como tu padre?

—Discúlpeme, pero yo no me meto en la vida privada de los demás —le guiño.

—Bueno, esta conversación quedará de lado, ahora señor Wade digame, ¿cómo
le va en sus empresas y en su vida amorosa, tiene a alguien?

Sonríe de lado —En las empresas estamos tratando de crear algo nuevo para
el mundo, es todo lo que puedo decir, no más, no menos y en cuanto mi vida
amorosa si hay alguien, pero hoy no es el día de dejarlos con la boca abierta
—miro hacia el número de de visitas y más de medio millón de personas viendo
este programa.

Viéndome a mí.

Está escrito que con él me moriré.15

—Muy bien señor Wade, ¿Acepta otra entrevista cuándo esté de acuerdo a
hacer público su romance? —asiente en respuesta —Lo esperamos la próxima
y esto ha sido todo chicas, ¿ustedes que dicen? Pues nos vamos a un cambio
comercial y al regresar tenemos a el chef que tanto les gusta, el chef
Alejandro Suarez—se aleja la cámara un poco y solo escucho un pitido fuerte
por todo el lugar.
LEYVA 📝
—Y corte—Ya salí de esto.

Una cosa menos.

Me levanto y él también. Le da un beso en la mejilla a la víbora de la


presentadora y yo la saludo con la mano, nos quitamos los micrófonos, se los
damos al organizador de lugar y salimos de ahí por el mismo pasillo en el que
entramos.

Ya afuera puedo sentir que puedo respirar otra vez, no obstante se me vienen
esas palabras a la mente.

No.

Otra vez, una y otra vez como un estúpido eco, ni siquiera me había dado
cuenta de que es de noche. Camino detrás de él en silencio, no sé porqué tengo
vergüenza.

No será porque te rechazo y humilló frente a miles de personas, no, no miles,


con medio millón de personas mejor dicho.6

Entro al auto y me recuesto de la ventana, escucho el sonido de su puerta


cerrarse y ponernos en marcha. Las luces hacen un bonito contraste con mi
mente y escucho la lejanía de la ciudad a mi alrededor —Sara, ¿Quieres comer
algo?1

Niego—Solo quiero ir a recostarme.

No nos limitamos a decir nada más hasta llegar al hotel—Buenas noches —


digo y bajo del auto rápidamente.

—Sara, Sara. Oye —toca mi hombo —Espera, déjame explicarte, lo que dije
hay fue una mentira—una parte de mi ser se alegra que diga eso, pero solo
esa palabra, ese no, se hace presente en mi cabeza y no sé por qué me pone
mal, me da algo en el pecho que nunca antes había sentido y me da miedo-
LEYVA 📝
Déjame explicarte—entro al edificio corriendo—Por favor—me voy detrás del
guardia de seguridad—Sara.2

—Pero qué me quieres explicar si tú y yo no somos nada.

Se detiene y deja caer sus manos a los lados de su saco azul rey—Tienes
razón, no somos nada—se abrocha el primer botón del saco y da vuelta para
salir del hotel.10

Miro al seguridad y le asiento en señal de gracias. Voy hacia el ascensor para


ir a mi cuarto.

Que día tan...

Y no encuentro palabras para describirlo.

La tristeza se hace presente en mí y sé que será una noche difícil.+

Ahhhhhh.

¿Qué voy a hacer?


LEYVA 📝
CAP.11~AGUA FRÍA

Capítulo once

Pov Wade16

¿Será que la embarré?49

Todo lo que dije es falso. Sé que actué mal en decir muchas cosas de las cuales
me arrepiento, pero no importa porque tanto como ella y yo estamos
destrozados.

¿Por qué?

Prácticamente me rechazo, eso a mí y a mi lobo Yoshua nos destrozo, sentimos


nuestro mundo venir abajo cuando nos dijo eso.19

No soy sentimental, pero eso dolió.

Decidí dejarla tranquila, al menos por mi parte, solo observarla en secreto es


lo único que hace que no duela tanto.

Debemos idear un plan para hacerle saber que estamos interesados.

¿Sí, pero qué?

No sé, ¿qué quiere una chica de diecisiete años estos tiempos?

Un chico perfecto y todo lo demás, no ves a mi hermana.

Entonces, ¿eres guapo, no?2

Enserio me vas a preguntar eso, Yoshua.

Bueno, solo tratala mejor que a todas y listo, ahora consíguete a una que
esta época de calor no se pasa así como así.29

Deberás aguantar.

Un lobo no puede y si tú no lo haces, yo si.


LEYVA 📝
Llamaré a Natalia.39

Para ahorita.

Esto es genial.

Mi vida siendo controlada por un maldito calor es impresionante, no negaré el


hecho de que me guste el sexo, pero cuando estoy en calor aún más.

Tener que llamar a Natalia no es lo que me molesta, en absoluto, lo que me


molesta es su voz y el hecho de tener que soportarla —Hola, amor.

—Natalia, hola. ¿Qué haces, cómo estas? —mi desinterés se nota


perfectamente en mi voz, pero ella sigue pensando que es por lo frío que soy.

—Aquí en mi cama, solita, pensando en ti—eso sonaría sexy en mi mente antes


cuando no tenía mate, pero ahora suena más bien como una acusación al Alpha.

—Oh, puedes venir y pensar en mí, aquí, conmigo—escucho el sonido de algo


cerrándose —Natalia, ¿Qué paso?

—Nada amor, ya voy para tu casa.4

—Aquí te espero—cierro la llamada.

El hecho de que la llamé para satisfacer mis necesidades no me hace


traicionarla.50

¿O si?

Además, no sería engañar, sería más como una mentira piadosa mientras ella
se entera de lo que soy. Como alpha tengo muchas responsabilidades y más
cuando he creado un imperio que al principio, sí, me costó, pero ahora veo los
resultados. Cuido de mí, de mi manada, de lo que pasa al rededor de ella.4

No es para menos.

Quito mi saco, desato mi corbata, la camisa, los pantalones, los zapatos y las
medias quedándome en ropa interior. Voy a la cama y siento como de poco a
LEYVA 📝
poco mi miembro va creciendo y se va templando dentro del boxer que lo hace
muy molestoso. La puerta se abre dejándome ver a una Natalia muy arreglada
y con una mirada seductora.4

¿Por qué las mujeres se arreglan cuando tendrán sexo?

Si igual les pasará de todo y quedarán más desarregladas que el cuarto de un


hombre solitario. Cierra la puerta detrás de ella y empieza a bailar mientras
sube y baja más su corto vestido negro, todavía me acuerdo de cuando me
dijo que sería su esposo ya que ella no encontraba mate y yo tampoco.

Flashback

—Amor—aún con los ojos cerrados hago un ademán para que continúe—como
ninguno de los dos a encontrado mate en estos años te propongo que nos
casemos—levanta medio cuerpo para verme a los ojos.

Con los brazos cruzados atrás de mi cabeza le doy una sonrisa socarrona —
No puedo decidir eso, si llegará mi mate la amaría más a ella que a ti—el sonido
de nuestras respiraciones profundas es lo único que se escucha hasta que ella
vuelve a hablar.

—No me interesa, serás mi esposo—se acuesta al lado mío nuevamente


tapando su desnudez con las sabanas.2

Fin flashback

Desde ese día sigue con ese sueño que no pasará porque Sara será la Luna de
esta manada y por lo tanto mía.3

¿Será una buena luna?

Aunque todavía tiene diecisiete años no me quita la posibilidad de marcarla,


hoy se veía tan hermosa que sentí la necesidad de estar cerca, hasta le dije
a Santiago que la convenciera para llevarla a mi despacho.1
LEYVA 📝
Esta mañana me toco estar en una conferencia en la primera planta y como
todo el edificio es de paredes de cristal en sí, excepto la última planta, pude
verla cuando pasaba con Paola, la guerrera más fuerte de la manada, se la
asigne porque como yo no puedo vigilarla quiero que alguien este cerca por
cualquier problema, pero eso no fue lo que llamo mi atención, ayer le dije a
Noemí, mi hermana, que le comprara ropa y que se la mandará a Paola para que
ella se la diera como atuendo suyo y la verdad no pude estar más asombrado
hoy cuando la ví, su olor, su calor, sus movimientos, todo de ella me encanta y
como no hacer que me diera una erección con solo verla y más con esta época.

Luego de que fuera al baño fui al tercer piso a hablar con Santiago y cuando
estaba afuera lo llame por el link.4

•Link•

—Santiago, sal estoy afuera. Necesito hablar contigo.2

—Entendido, Alpha.

Cierro el link y en un minuto lo tengo de frente escuchando mis ordenes.

—Necesito que cuando termine Sara la lleves al despacho y que no se te


ocurra decir algo fuera de lo normal.

—Alpha, pero si usted quiere la puedo convenser en comer arriba, ella es una
persona solitaria por lo que he podido observar asi que dudo que le gustaría
comer con los otros muchachos.1

—Como sea, la cosa es que la quiero ver ahí en mi hora de almuerzo—giro y


voy arriba a terminar un trato con un socio.

Terminando eso salgo de mi oficina y voy al despacho, antes de entrar veo a


Santiago que va con un paquete del Mc donald's en la mano, le señalo dentro
y asiente, cuando abro la puerta la escena por mi mente no pudo ser procesada
como tierna.
LEYVA 📝
Mi lobo y yo pensamos igual en ese momento, en ciertas cosas no muy
apropiadas, pero bien hechas. Le hablé y se paro a buscar su comida con cierta
timidez que me hizo querer darle besos húmedos, alzarla, tirarla en la mesa
y hacerla mía una y otra vez.9

Gruñí ante ese pensamiento.

Santiago salió y me fui a sentar a observar cada uno de sus torpes


movimientos y no es para menos, para ese momento ya me había llegado la
segunda erección.

De verdad no entiendo a las mujeres, son tan impredecibles que a veces están
con cara larga, pero resultan que están feliz.4

Esta chica es todo lo contrario, demuestra sus emociones a flor de piel y no


sé que hacer para que este contenta conmigo.

¿Qué tengo que hacer?

Le puse un chofer para que la llevara y trajera, tiene una casa regalada por
mí, tiene mi atención, le compro comida, ropa, la pongo en uno de mis hoteles,
tiene a la mejor guerrera de la manada, a un exelente maestro para el
concurso, me tiene a mí, que más quiere para que se fije en mí.38

Siento a Natalia deslizarse por mi cuerpo y aunque su tacto es el de uno con


deseo, no puedo evitar pensar que ella es la que me este haciendo esto.

Cómo se movería, cómo lo haría, cómo empezaría, cómo me seduciría, cómo


sería si su piel ardiente tocará la mía.

Una y otra vez, arriba, abajo, dentro, fuera, sientiendo esas sensaciones de
más, más y cada vez más de placer—Ah. Dios, Sara—siento que se detiene y
abro los ojos encontrándome con una Natalia sorprendida, pero su cara
rápidamente cambia a molesta y se baja de mí.37

La fregaste.6
LEYVA 📝
Me mira a los ojos—¿Quién es esa Sara? —sus ojos cambian a negros de la
ira y yo aquí con una erección a medio terminar.16

—Mi mate—veo como sus vista de oscura pasa a ser normal y con un leve
destello.

—¿Y, la quieres? —miro hacia otro lado y volteo a mirarla, ella con los ojos
inundados en lágrimas espera una respuesta, pero lo único que puedo hacer es
taparme con las sábanas y pararme para ir al baño.

Tendré que terminar yo solo.15

Cierro la puerta detrás de mí y me voy a la bañera donde me cae el agua desde


arriba tan caliente que en un dos por tres termino pensando en ella. Ahora
cierro el calefactor de agua y abro el grifo normal, agua fría recorré mi
cuerpo y mi mente piensa en todas las cosas que pasaron hoy, lo que menos
quiero es tener que lidiar con otra cosa.

Me baño rápido, agarro una toalla blanca y tiro la sábana a la ropa sucia, salgo
y no encuentro ni rastro de Natalia por el cuarto lo que me facilita las cosas,
voy hacia el armario y busco mi ropa, me la coloco y me lanzo en la cama.

Estiro mi brazo al lado y este cae sobre la cama, y pensar que ella durmió
conmigo, no mucho, pero durmió.1

Sonrío ante tal recuerdo y cruzo los brazos atras de mi cabeza viendo hacia
un punto fijo en el techo, cierro los ojos y escucho todo tan lejano.

...

Me despierto por el canto de las aves afuera y la bulla de Matías en la cocina,


desde que Elizabeth se fue él solo sabe comer sopa china y casar alguno que
otro conejo.

Está desanimado.
LEYVA 📝
La cuestión es... Quién no lo estaría si su mate se aleja por una pelea donde
sabes que tuviste la culpa, pero el orgullo es más fuerte.16

Son cosas de la vida.2

Salgo de la cama y tomo un baño, salgo con la toalla amarrada en mi cintura y


entra mi nana al cuarto—Buenos días, muchacho ¿Cómo está el hombre más
exitoso de este planeta?—sonrío. A pesar de que soy alguien respetable y
honroso solo ella puede verme tan vulnerable, ella lo sabe todo de mí.

Voy y la abrazo mojandola de pie a cabeza—Bien, aquí que ire a trabajar—


entro al armario y cierro la puerta para quedar desnudo.

—Cuando bajes en el mostrador está tu desayuno, come antes de irte


muchacho, adiós. Ire a limpiar otra habitación—escucho cuando cierra la
puerta.

Suspiro —¿Qué me pongo hoy?—agarro una camisa negra junto con unos
zapatos negros y unos pantalones negros, me los pongo y me miro en el espejo.

Parece que voy a un funeral.

Salgo del armario y bajo las escaleras para desayunar, termino y salgo rápido,
desbloqueo el BMW i8 y subo.

¿No es para tanto, no?2

La verdad es que tengo cualquier tipo de auto que quiera, desde un Audi
deportivo hasta un Dodge 4×4. Conecto el teléfono al bluetooth y pongo la
radio, manejando ya fuera de la casa recibo mi primera llamada de la
empresa—Señor, la señorita Sara está calificada para entrar en el concurso,
ahorita mismo es la mejor de su grupo seguida por Paola y Estefan—ese chico
es un humano muy singular, lo catalogaría como serio y tranquilo pero estaría
equivocado, ya que por las noches sale vestido de mujer.44
LEYVA 📝
No juzgo a ese tipo de personas, pero, ¿Por qué ser alguien que no quieres ser
y seguir fingiendo que te gusta?4

Dejo ese tema de lado y contesto


—Exelente reporte, ¿Algo más sobre la empresa o ella?—siento que traga
fuerte y la respiración de Sofía es algo acelerada—¿Qué paso ahora? —
escucho un largo silencio hasta que escucho la voz de Paola.

—Lo que pasa es que la mamá de Sara llegó ayer al hotel y le dio ropa, tú me
ordenaste que en esta semana no le diera ningún vestido, pero ella hoy viene
con uno—freno en el semáforo rojo y siento el deseo de verla—tendrás que
estar lo más lejos de ella posible o sino no podrás resistir, Alpha.7

Sonrío sin poder evitarlo—¿Cómo sabes tú eso? —sigo con el semáforo ya en


verde—¿Conoces mi autocontrol? No, si no lo conoces no me des órdenes, está
entendido? —doy vuelta a la ultima cuadra ya para ver el imperio que he
construido.

—Sí, Alpha —y cortan la llamada.

Quiero verla, necesito verla.15

Aparco el auto y cierro lo más rapido posible, subo en el ascensor y mi meta


está llegando: El tercer piso.

Cuando se abren las puertas del ascensor la veo cruzando el pasillo junto con
sus compañeros en una fila.

La quieren alejar de mí.

Veo a Sofía con cara de pocos amigos, a Paola con una mirada reprochable y a
Santiago con celos, unos interminables celos por tener sus manos en los
hombros de ella.

¡SOLO YO LA PUEDO TOCAR!11


LEYVA 📝
Ella voltea y me mira con esos ojos hipnotizantes, su cabello cae en ondas y
ese vestido rosa palo corto de encaje junto ese cinturon negro se le ajusta
perfecto a su cintura, sus zapatos le calzan perfecto porque hacen ver sus
piernas tan cremosas y ese olor tan peculiar de ella...+

Dios, dame las fuerzas para no cometer una locura.


LEYVA 📝
CAP.12~SU MIRADA

Capítulo doce

Pov Sara

Desde que llamé a Elizabeth, no para de enviarme mensajes para saber como
estoy y si necesito ropa. Sinceramente ayer no pensé que lloraría tanto por
celular hasta que se me ocurrió la gran idea de verla y aprovechar para que
ella me trajera ropa.

No andaré por la vida solo con ropa prestada.

La cosa es que mi teléfono no deja de vibrar, todo el día desde que me levante
hasta ahora aquí en Dhall Holding.

Por cierto, ¿Dónde estará el malhumorado Ricky Ricón?

Ayer se comportó de lo más raro conmigo y hoy pienso en él, ¿pero qué me
está pasando? Trato de enfocarme en lo que dice el señor Santiago—Chicos
lastimosamente paso un incidente y tenemos que reubicarlos, ahora sigan a la
señorita Sofía a otro lugar—formamos una fila y veo a Paola levantarse de su
silla y caminar hacia mi algo molesta.1

—¿Qué sucede? —ella niega y solo mira al frente —¿ahora quién es la callada?
Por eso no me gusta hacer amigos—susurro por lo bajo.1

No sé que le paso a ella, desde que no acepté ponerme lo que me dijo está así,
le expliqué que mi madre ya me había traído ropa y aún así quería decidir que
me pondría. Ella se vistio con un pantalón blanco, una camisilla negra y un
chaleco jean sin mangas, y en cuanto a mí opté por ponerme un vestido rosa
palo y las zapatillas blancas que me dio Paola porque asi me siento más cómoda.

Salimos de la sala en silencio sin molestar a nadie, pero enredo los pies al
caminar y solo veo cuando soy sujetada por el profesor Santiago con tanta
LEYVA 📝
rapidez —Gracias—escucho el sonido de el elevador abrirse y no puedo evitar
dirigir mi vista hacia él.2

¿Es que de tanto pensarlo ya lo tengo a escasos pasos?

Veo a Paola tragar grueso, a un profesor con cara de miedo y una señora Sofía
como esperando una reacción a su mandato y lo que hace me deja atónita.
Cierra los ojos y aspira el aire, cuando abre la vista estos están más negros
que su color natural.

Tiene un problema con su operación de ojos porque de repente estos están


de un color y luego de otro y de otro y me está causando una impresión
asustadiza.

Pero acepta que quieres saber el por qué, tonta.

No. no es para tanto, boba.

Soy tú, ¿te olvidas de eso?

No, pero es que tu piensas diferente.

Mi amor, yo pienso lo que tú en realidad piensas porque por tu boca solo salen
estupideses.

Sacudo mi mente y me concentró en él.

Camina hacia mí con paso seguro y confiable, sus aires de grandeza hacen
desplomar a todo mundo, sus ojos y los míos conectan en una sincronía que me
hace apretar las piernas para no caer.

¿Estás segura que es eso?

¿Ya vienes a molestar? Esfúmate.

Bien, bien.

—Buenos Días—siento el frío que tenía ser reemplazado por una ola de fuego
que sube desde mis pies hasta mi cabeza.
LEYVA 📝
Alzo mis manos en forma de saludo —Buenos días, señor Dhall—decimos todos
al coro, él mira sus pies y luego mete sus manos en los bolsillos de sus
pantalones.

Dirige la vista en dirección a su secretaria—¿Por qué están aquí afuera? —


voltea a mirar al profesor Santiago y observa a mi lado a Paola confundido,
nadie mueve un musculo y solo se escuchan los templones de las correas del
ascensor subiendo y bajando.

Suspiro —Ha pasado un incidente y nos tienen que reubicar —cierra los ojos
instintivamente y los abre nuevamente—¿Pasa algo señor Dhall? —mira mi
hombro donde yace la mano aún del señor Santiago. Sus ojos caen sobre él,
frunce el ceño, tuerce los labios en una sonrisa y cuando creo que lo he visto
todo pasa un destello amarillo por sus ojos.2

¿Estoy viendo mal?

Si todos no vieron eso no sé que tendrán en la vista, pero eso lo ví


perfectamente. El señor Santiago quita la mano de mi hombro en un parpadeo
y en otro está en el primer extremo de la fila con la cabeza abajo.

¿Por qué todos hacen eso con él?

¿Acaso es budista?3

Vuelve su vista a mi mirada, esos ojos de él parecen escudriñar cada parte de


mi ser, lo que hace alborotar cada bellito de mi piel —No, tranquilos. No pasa
nada, ahora iré a trabajar, solo venía para saber cómo estaban, si están
cómodos con la sala y si tenían alguna duda sobre la empresa.

—No, ninguna Señor Dhall y le agradecemos que haya dado una de sus
instalaciones para realizar nuestro concurso—el señor Santiago da un paso
hacia delante y este solo lo observa con la mirada fija, espero que diga algo,
pero solo se queda ahí hasta que da la media vuelta y se va dejándome siempre
LEYVA 📝
con la intriga y antes de entrar al ascensor le da una mirada a el profesor y a
su asistente, asiente y se cierran las puertas.

—Chicos al parecer el percance que teniamos en la sala ya paso, había un


enjambre de abejas en el conducto de la planta, pero ya el apicultor resolvio
el problema—la rubia abre la puerta de nuevo y se me hace que no era
precisamente por eso que ibamos a salir, pero instrucciones son
instrucciones.1

El señor Santiago suspira—Entren y siéntense donde estaban ubicados —


todos empizan a buscar sus respectivos puestos delanteros—Ahora
entregaré el exámen y uno por uno va a escribir su nota y su nombre al lado
de esta, los más bajos serán descalificados —empieza a llamar hasta que llega
al último que es el mío —Señorita Sara—dobla el exámen y cuando un profesor
hace esto es señal de que no te fue bien.

A cruzar los dedos.

Lo tomo y aún si abrir, voy y tomo asiento a la banca viendo como los demás
están llenos de alegría por sacar buenas notas y yo aquí con miedo de abrirlo.

¡Ábrelo, que esperás!

No quiero, es una mala calificación.

No lo sabrás si no lo abres.

Lo sé porque el profesor me lo entregó doblado.5

Mira, no te convenceré de abrirlo, pero prometeme que si es una mala nota


no llorarás, soqueta.1

Prometido.

Okey, espera a que vayan uno por uno al tablero y cuando te toque a ti vas y
lo abres adelante y pones la calificación.
LEYVA 📝
Bien.

Aunque me asuste debo admitir que es una manera sútil de saber que fracase
—Ahora señoritas y señoritos vienen por fila horizontal, el primero será
Estefan y la última será Sara—me observa pensativo y ladea la cabeza—
Estefan, aquí está el marcador—deja el piloto en el pupitre y se recuesta en
su silla mirando al tablero—obtuviste noventa y cuatro puntos, nada mal—
asiente y camina a su banca totalmente serio, siguen los demás hasta después
de media hora entre elogios a Paola por ser la más alta de la tabla con noventa
y seis puntos finalmente llega mi turno.

Mientras más camino hacia el tablero más miedo me da de ser humillada por
todas esas miradas—señorita Sara, la veo algo tensa, ¿quiere un vaso con
agua?

Tomo el marcador—No profesor —asiente y suspiro, llegó el momento de la


verdad. Desdoblo lentamente la hoja y primero la miro de abajo a arriba
encontrándome con noventa y ocho puntos.

¿Esto es enserio?

¡Soy la mejor del grupo!

Escribo mi calificación en grande y tapo el marcador, miro al profesor y este


asiente en respuesta.

Él lo sabía.

Todas las miradas recaen en mí y no puedo evitar encogerme para hacerme


invisible, no me gusta que la gente me observe tan detenidamente. Tomo
asiento y sonrío, veo mi examen nuevamente y confirmo que todo está
correcto a excepción de que solo me faltaban dos palabras para completar la
oración en la pregunta del millón.

—Chicos como ven Sara es la del puntaje más alto, ella pasará en limpió al
igual que Paola y Estefan, seguido de Zelina con noventa y uno, Beny con
LEYVA 📝
noventa, Dayana con ochenta y ocho, Lea con ochenta y siete, Gregorio con
ochenta y seis, Ariel con ochenta y cinco y Orlando con ochenta y cuatro, los
demás, los espera el hiace abajo, llegarán a sus institutos con una
recomendación de honor— la mitad camina fuera de la sala dejándonos a los
aprobados en un silencio sepulcral.10

El profesor camina al centro de la sala —Ustedes son los diez que pasaron la
prueba, después de estoy no hay vuelta atrás así que quien pensó que la prueba
estaba difícil y no se siente agusto puede salir por la puerta ahora —todos
nos miramos entre si y cuando creíamos que nadie se pararía un chico moreno
con cabello desordenado y solo un bolígrafo en su mano sale repentinamente.2

¿Para que estuvo aquí si se saldría?

Todos esperamos otra reacción, pero nada y es cuando el profesor empieza a


hablar de nuevo —Desde ahora todo está sellado, debajo de sus asientos hay
un sobre, tomenlo y lo que dice la página tendrán que hacer mañana por su
cuenta, el que no logre su objetivo estará fuera —se da la vuelta para caminar
a el pupitre —abajo el hiace y la prado aguardan—camina fuera de la sala
dejándonos a todos solos.

Tomo la carta y saco la página blanca, abriendola me encuentro con una letra
cursiva y negrita donde está plasmado mi peor terror:

Trabajar en un bar.

Ahora si estoy fregada.14

Mi mayor miedo se hizo presente, no es algo que no me guste, es el hecho de


tener que soportar olores fuertes a alcohol, cigarros y sobre todo
"BORRACHOS"4

Mi mente de solo pensarlo hace un recuerdo a mi antigüa vida con ese


mentecato de padre que tenía. Como me trataba, como era conmigo, la casa y
mamá, todo estaba mal por él y nos tiraba la culpa. No soy de desearle el mal
LEYVA 📝
a nadie, pero ojalá le dé un ataque cardíaco, tantas atrocidades que hizo el
Señor Alcibíades.1

Dejo de pensar en cosas que no llegarán a nada, vuelvo a ver la nota y abajo
en letra normal hay otro párrafo.

Su compañero(a) de cuarto debe grabar cuando atienda por lo menos tres


clientes de bar Disco y Playa situado en el sudeste del estado.

¿Cómo se supone que los atenderé? si no soy ni empleada de ese lugar, Paola
llega y se asoma atrás mío —Te toco un bar, nada mal como lo que me toco a
mí —volteo a mirar su papel.

Profesora de logística

—No es tan malo Paola, el mío es peor.

Suspira —Odio logística.

—Y yo odio los bares nocturnos—suelto rápidamente y agarro la mochila para


meter la carta y salir —pero bueno, así es la vida.

Cruzamos las puertas del salón y vamos directo al ascensor —Quiero cambiar,
¿y si lo hacemos? —aunque no sería mala idea una parte de mí dice que no.1

Toco el botón para hacer subir el ascensor—Hay que hacer lo correcto—en


un dos por tres lo tenemos con las puertas abiertas, listo para bajar, dejo que
Paola precione y cierro los ojos por tres segundos hasta que estamos en planta
baja, en el mismo lugar de siempre veo la prado y camino hacia ella con una
niña detrás balbuceando por no querer cambiar.

—Sara, tú eres buena en esto de ser inteligente y hablar, déjame hacer tu


parte y tu haces la mía —abro la puerta—No y montate rápido si quieres venir
aquí —cierro la puerta y ella entra por la otra.1

No hablamos hasta que el hiace da marcha y el chofer prende el auto para


seguirlo, volteo a mirar para donde ella, pero algo llama mi atención, el Señor
LEYVA 📝
Wade Dhall y La Señora Natalia alías La Regalada del restaurante hablando
muy animadamente o más bien dicho comiéndose al señor con la boca. Mi pecho
se contrae y trago grueso, es como un nudo en la graganta y esa palabra
nuevamente vuelve a mi cabeza.8

No.

Quito la vista y aguanto con las lágrimas en los ojos—¿Por qué estás así?—
hasta yo me pregunto eso.

¿Por qué estoy asi?

Sé que es por una sola razón, esta estúpida e irracional razón, me gusta el
señor millonario.

Es lo único que puedo decir después de pensarlo tanto y dar vueltas en el


asunto.

Niego—Quería sacar un mejor puntaje en la prueba —ella sonríe y alza una


ceja.

—Eres la mejor y aún asi querías un cien. Que niña tan aplicada —reímos y
giño.3

Fingir toda esta alegría que no tengo me está matando. Él haciendo su vida y
yo gustando de él.6

Me gustaría saber como fue que sucedió esto, porque...

Él no es y no será para mí.


LEYVA 📝
CAP.13~SUCESOS

Capítulo trece

Solo es una noche.

Todo lo que tengo que hacer es trabajar una noche.

Sinceramente esto a mi en particular me da miedo. El señor Alcibiades tomaba


a morir y un borracho no es algo fácil de tratar, al menos no para mí.

Cuando salí del lugar vi a las empleadas con pantalones negros, pero eso no
fue lo que me llamo la atención, no, lo que me llamo la atención fue que todas
usaban pantalón corto excepto una al fondo.

Por mi torpe mente paso de todo menos ir a preguntar sobre su vestimenta,


así que mande a Paola a cambio de unas clases de la supuestamente horrenda
materia existencial. Cuando llegó me dijo que podía usar cualquiera de los dos,
pero que estos tenían una regla.

La cual nunca mencionó.

Es injusto y aparte de injusto no parece una prueba de verdad.

Yo que pensé estudiar de un libro enorme.

Busco las zapatillas y las coloco al pie de mi cama junto a la camisa roja y el
pantalón largo. Nadie tocará a una chica que parece monja y con cara de
santurrona que se le sale por los poros, ¿o si?4

Me recuesto en la cama y pienso lo que mi corazón sintió justo al salir y verlos.


Mi mente no puede mentir tanto tiempo.

Me importa el millonario.4

Lo raro es ¿desde cuándo?

La regla número uno que me acabo de inventar la he roto.


LEYVA 📝
No enamorarme de un adonis.3

Aprieto las manos a mis costados y la mente positiva se adueña de mi estado


de ánimo. Eso, Sara. Tienes que concentrarte en lo que ahorita estas haciendo
o debes hacer. No te metas en problemas.

Se abre la puerta y volteo para ver a una Paola muy animada girando su bolso
en su mano izquierda, su rostro cambia cuando estudia el mio y se detiene—
¿Que pasa? Parece como si te hubiese venido el manchón mensual—ruedo los
ojos y me levanto de la cama para entrar al baño—¿te traigo una pastilla?

Me detengo en el marco de la puerta —No es necesario, ya sabes que soy así.

—¿Segura? —camina hacia mí y se detiene en frente —¿Que sucede? te noto


extraña desde ayer. Sabes que puedes hablar conmigo, eres como mi hermana
de otra madre.2

Sonrío—Segura, ahora me ire a bañar y cuando salga espero que me arregles


y quede espectacular para llegar, atender y salir de una sin ser notada—le
giño y entro al baño para tomar una refrescante ducha.

Salgo y encuentro a Paola hablando por teléfono—Si amor...no...no...ya te dije


que no puedo...si pero él...no estará bien y ¿estás seguro que no lo puedes
retener?... —tomo la ropa y me volteo para ponermela—pero es que sabes
como es esto... Sí, lo sé, inventale algo... Yo lo haré... No te preocupes... Adiós
mi cielo... Te amo también— cuelga la llamada y me giro para verla limar sus
uñas. Eso fue rápido.

—Ya estoy lista —me mira de arriba a abajo, agarra una silla y se dirige al
baño.

—Muevete que se nos hace tarde y tu tienes que estar a las seis de la tarde
en ese bar—corro hasta la silla y ella empiza a maquillarme y peinarme
mientras me cuenta todo lo que le paso hoy, también que su novio la quiere
ver, pero no sabe como y así se la pasa hasta que siento qur no me jala más el
LEYVA 📝
cabello—¡Listo! Te ves fabulosa, solo cambia esa amargada cara y pon una
sonrisa natural—observa mi reflejo en el vidrio y yo intento hacer una mueca
superficial que me sale más mal que los pantalones acampanados que usaba
antes—¿Eso es tu sonrisa? Agradecería si al menos fuera un poco menos
fingida y dejarás la cara larga que todo el tiempo tienes.

—Yo sonrío, no mucho, pero lo hago.1

Coloca una mano en su frente y niega desaprobatoria—Tú no sonríes, te la


pasas enojada todo el tiempo —coloca sus manos en su cintura—allá es mejor
que sonríes, si no ninguno te escogerá como empleada o más bien dicho
ayudante—asiento—ya vamonos, a movernos—toma la cámara y salimos del
dicho edificio en la prado.

Al llegar al lugar observo con detenimiento el letrero en grande y los nervios


en mí comienzan a aparecer. Miro por el retrovisor al chofer y él a mí —Señor,
no se vaya muy lejos, solo por seguridad— asiente y se estaciona justo al lado
del bar, al bajar noto la presencia de mucha población masculina. Trato grueso
y controlo mis sudorosas manos, siento ese cosquilleo característico de
cuando alguien te está viendo y giro en todas las direcciones para encontrar
al dueño de la mirada, pero Paola me saca del trance jalandome a una esquina
del bar, la decorosa puerta de negra contiene un letrero en miniatura donde
resalta el Solo personal autorizado, ella tira de la cerradura y entra conmigo
causando que todas las presentes giren a mi dirección.

Tragame tierra.

En un instante siento el vacio en mi mano, volteo para confirmar que no está


y tomo un suspiro demaciado gigante en mi aspecto, las chicas del lugar siguen
sin hacer o decir nada hasta que una se acerca rápidamente—Ella es la que
trabajará solo por un día, tratenla bien chicas. No muerde— la morena
pelinegra me da un abrazo compasivo y en un instante siento soy aplastada
por cuerpos—Nosotras somos muy amables y cooperativas, si alguien se pasa
LEYVA 📝
tu solo dilo y le caemos en banda—rasco mi cabeza asiento con una sonrisa
chueca. Se alejan un poco y continúan en sus cosas, me fijo directamente en
su vestimenta y noto que algunas tienen pantalones largos y otras cortos.6

Esto no debe ser tan malo si algunas tienen ese pantalón desde ya.

Supongo.

Dejan sus cosas de belleza en las largas mesas de maquillaje y forman dos
filas, me coloco en la de pantalones largos y la pelinegra con pantalón corto
se posiciona en medio. Suspira—Bien chicas, hoy es un día atareado, el jefe
está aquí así que el decide quien de ustedes lo atenderá—mueve sus manos de
un lado a otro—aunque ya sabemos quien será, o sea yo—sonrío —también
tendrán que cuidar a la nueva de que nadie la toque para no hacer perder
personal valioso, los pantalones largos van al final y cortos al principio para
que los hombres esten más adelante que atrás y sobre todo no se salgan del
papel, acuerdense que los hombres llevan las manos pintadas aunque no se les
vea, ahora a trabajar—en la misma columna que nos formamos salimos. La poca
iluminación del lugar es un problema para enfocarme en la cantidad de sillas
y mesas. En una esquina localizo a Paola grabandome, quito la cara y continúo
caminando, nos repartimos por espacio y cuando la pelinegra ve que que las
cosas están listas abre las puertas haciéndose a un lado para que todos
puedan pasar, la música se hace presente y la gran mayoría pide tragos tras
tragos mientras observan a las chicas.

Nuevamente siento la mirada de alguien trabada en mí, mi cuerpo se eriza y


fuerzo mi vista a ver por todos lados, camino un par de pasos y un señor bien
vestido me agarra del brazo —Tráeme un whisky, tequila, lo que sea—me
suelta y posiciona su cabeza en la mesa, acato la orden y voy a el mostrador.1

—Un trago fuerte —la chica detrás de la isla asiente y tira de mi un vaso lleno
con un líquido extraño.

¿Eres bruta? Es alcohol.


LEYVA 📝
Sí, ya cállate.

—Haz que tome esto antes de beber —me lanza otro medio vaso y lo tomo sin
refutar, camino hasta llegar a él y coloco el segundo vaso en su mesa.

—Aquí está, tomé primero esto y luego le daré su trago—me mira incrédulo.

—No tomaré ni un sorbo de eso. Quien sabe que me estas dando.

—Tengo órdenes de que si no se lo toma no lo puedo dar el trago—me encojo


de hombros.

Resopla—Dame el trago, mocosa.

Enmarco mis cejas—No hasta que no se beba eso primero, terco y necio—me
observa fijamente con sorpresa, junta sus cejas y suspira, agarra el vaso y lo
deja vacio de una.

—Eres tan testaruda como ella—¿Qué?

—No sé de quién me habla, lo siento —doy una sonrisa de boca cerrada y


volteo para atender otra mesa, pero él es más rápido y me toma de las manos
jalandome hacia la silla de su costado.1

Su mirada no abandona la mía, empieza a derramar lágrimas, toma el trago y


lo tira todo por su garganta, llama a una de las chicas con sus manos y le hace
señas para que le traiga otro—Estoy hecho mierda y ni siquiera sé porqué te
contaré esto a ti—llega su trago y juega con el en sus manos— era totalmente
distinta a todas las demás, era perfecta para mis ojos, pero tenía un defecto,
no sabía valorarse y eso la llevó a la muerte. Tengo seis años de haberla
perdido y aún estoy sufriendo, lo triste es que pensé que la superaría, pero
cuando amas de verdad no olvidas simplemente aprendes a vivir con ello, pensé
que lo había logrado, pero no—tira el trago de un solo en su boca y limpia sus
labios con la manga de su camisa negra. Alza la mirada—Simplemente mi vida
es triste.3
LEYVA 📝
Me levanto —Su vida tiene un trágico pasado, pero debe ver el futuro y tener
en cuenta que ahogar sus penas no valen la pena. Si ella estuviera aquí no le
gustaría lo que estuviera mirando—niego y salgo de su vista. Es muy normal
que este así, pero lo que no es normal es la palmada que acabo de sentir justo
en el trasero.

Volteo y veo a un tipo alto, fornido y escalofriante mirarme con una sonrisa
cínica —Dije que me atendieras—levanto la mirada—quiero un bacardi —junto
mis cejas y camino a la barra, la chica me ve de pie a cabeza y niega
sonriendo.+

¿Qué tengo ahora?


LEYVA 📝
CAP.14~EN EL BAR

Capítulo catorce

—Niña, te toca cambiarte de pantalón —¿eh? —así son las reglas. Te tocan,
te cambias—abro mis ojos como platos—Ve a cambiarte.4

Esto no está bien, nada bien.

Camino hasta llegar donde la morena. Gira su cuerpo en mi dirección y tapa su


boca con las manos—Dios, creí que no te tocarían.

—¿Ahora que hago? —me jorobo y cruzo mis brazos.

—Debes cambiarte al pantalón corto, son reglas de aquí —menea su cabello —


no te preocupes, te protegeré—me empuja directo al baño del personal
autorizado —ahí puedes encontrar uno de tu talla—cierra la puerta antes de
que pueda reprochar y suspiro resignada.

Tomo el primero que veo y quito mi pantalón largo, subo el corto por mis
piernas largas hasta sentirlo encajado en mí. El frío se apodera de mi cuerpo
y me recuesto contra la pared.

¿Esto es en serio?

—¿Hay alguien ahí? —tocan la puerta—necesito cambiarme —recojo mi


pantalón y lo dejo en la encimera del lavamanos.

—Ya va—escaneo mi escuálido cuerpo frente al espejo. Ya no queda nada que


hacer, tengo que salir. Tomo el pomo de la puerta y la abro con lentitud —
listo.

Alzó la mirada y por un momento en mi vida desearía que me tragara la tierra.

Siento unos brazos rodearme por la cintura y mis ojos rápidamente viajan a
la morena—Si alguien te toca fuera de lo normal solo grita Aruna y listo, ahí
estaremos todas —me guiña y la pierdo de vista en un instante.
LEYVA 📝
Me encaminó a la barra y bajo un poco mi pantalón —¿Y el trago?

—Ya lo llevaron, pero puedes ir a dejar este a la mesa de la esquina —suspiro.


No tengo más remedio. Mis manos temblorosas y resbaladizas toman el vaso
de vidrio, mis piernas se vuelven rígidas cada vez que doy un paso, las miradas
de los demás yacen en mí y un tremendo escalofrío recorre mi espina dorsal
cuando veo al tipo—Aquí está su trago —asiente y alza la mano indicando que
me retire. Coloco mi mano en el pecho y trato de calmar mi acelerado corazón.

¿Por qué late tan rápido?

Mi vista se desvía hacia Paola y el intento de arreglo que hace para que la
cámara no se note, es muy curioso—Señorita podría traernos dos martinis.

—A la orden—junto mis cejas. Eso salió natural. Camino a la barra y me


encuentro con otra chica.

Sonríe coqueta—¿Qué deseas, nena? —me observa de pies a cabeza y muerde


su labio.

¿Es normal eso?

Sonrío nerviosa —dos martinis.

—Como digas, muñeca—giña y se gira dándome la espalda—aquí están—vuelve


a mirarme y nuevamente me siento cohibida.

Trago grueso y salgo corriendo. ¿Acaso todo en este lugar es loco?

Dejo los martinis en la mesa —me retiro.

—Gracias nena, bonitas piernas —freno de golpe—tal vez, cuando salgas...

—Lo siento, pero si no quiere terminar muerto no diga cosas sin sentido—sigo
caminando.

Eso fue lo máximo. Nunca te había escuchado decir algo tan amenazador.

Ya cállate.
LEYVA 📝
Miro la hora en el reloj de pared—Deberíamos cerrar—Aruna se posiciona a
mi lado—¿Tú que opinas, Sara?

—No lo sé, el bar no es mío —agarro un trapo y limpio la mesa vacia a mi lado.

—Que piel tan suave muñeca—achico mis ojos y jalo mi brazo —tranquila no
te voy a comer, al menos no aún —Anastasia murmura por lo bajo.

Resulta ser que la bartender se llama Anastasia, es homosexual y se hace


pasar por un tal Rodolfo.

Suspiro y me asiento en un banco —Porque mejor no dejan entrar a nadie más


y esperan que los presentes salgan para cerrar, es descortés echarles —
recuesto mi cabeza a la barra y Anastasia comienza a acariciarme.

Supongo que ya no importa, estoy agotada.

Miro al frente y veo al tipo de la esquina todavía en el bar, ¿acaso no se ha


cansado de tomar? Una de las chicas se acerca a él y regresa con una mirada
de querer asesinar a alguien.

Le comenta algo a la morena por lo bajo y ella asiente—Bien, ya vamos a cerrar


el bar —las chicas empiezan a sacar a los tipos que quedan y cierran las
puertas, pero lo más curioso es que no sacan al de la esquina, a Paola y su otro
tipo.

Reflejo mi mirada en él.

¿Será el jefe?

—Ya pueden retirarse —da la orden y me levanto del banco, pero rápidamente
ella interpone su brazo en mi camino—Tú te quedas —¿cómo? —El jefe quiere
que lo atiendas y órdenes son órdenes — sale de mi campo de visión.

Las luces bajan lentamente, el ambiente se torna de aires ligeros, pero tensos
al mismo tiempo. Observo en su dirección y camino hasta llegar a él sin apartar
LEYVA 📝
la vista, su olor, su fragancia me pega de lleno y hago un esfuerzo para no
aspirar fuerte.

Relajo mis brazos y normalizo mi respirar, miro su indescifrable rostro medio


borroso, un cabello peinado que se ve tan suave que dan ganas de tocarlo, sus
musculosos brazos abajo de esa pegada camisa blanca.

¿Quién es este tipo?

Se queda admirandome y en un acto reflejo busca en su saco marrón un


bolígrafo y en una servilleta escribe: "Hola"

—¿Por qué escribe en una servilleta? ¿está malo de la garganta, quiere una
pastilla para el dolor? —me volteo y me agarra de brazo, siento una
electricidad por mi cuerpo y me erizo—¿entonces? —vuelvo a dirigirme a él y
me señala la silla al frente suyo—¿necesita algo, para que me escogió? —sonríe
y escribe en la servilleta.3

"No puedo tomar una margarita con tan hermosa chica?"5

Me sonrojo —disculpa, pero solo estoy aquí por hoy —miro todas las
direcciones posibles, menos su rostro.

Suena la mesa.

"¿Y eso?"

—¿Puede hablarme? Es medio raro hablar así —descanso mi mejilla sobre mi


brazo flexionado en la mesa esperando su respuesta. Vuelve a escribir sobre
la servilleta y niego, me levanto y busco la dirección menos larga para llegar
a la puerta que da hacia la sala del personal.

Doy un paso fuera de su alcance y siento como me agarra de la cintura y me


estrella en la esquina del bar, su cuerpo emana ese característico olor a
lavanda y a perfume caro, también su altura, su cabello, todo... Wade.4

Es él.
LEYVA 📝
Lo golpeó con todas mis fuerzas, pero este no se mueve ni un centímetro, me
encierra con sus manos a cada lado de mi cabeza e inspira ondo, sus ojos
brillosos no abandonan los míos y mi cara automáticamente toma un color rojo
intenso.

Desvío la mirada y coloco mis manos en su pecho—Suéltame, se supone que


eres amigo de Elizabeth, no el mío.

—Niña necia, ¿por qué no me dejas explicarte? ¿por qué te alejas de mí? cada
vez que creo que doy un paso tu vienes y me demuestras lo contrario—su
respiración es fuerte.4

Miro sus labios gruesos remojados —Tú eres alguien que me molesta todo el
tiempo, además ¿qué se supone que estás haciendo?

—No hago nada que no quiera.

Lo miro a los ojos en un intento de descifrar sus pensamiento —Entonces,


¿qué quieres de mí? y otra cosa más ¿por qué me tienes a mí aquí? puedes
tener a la recepcionista Natalia para que te atienda—me le salgo por uno de
sus brazos y corro hacia la puerta, pero sus grandes manos me toman por la
cintura y me voltea hacia él encerrandome contra la pared.

Pega su frente a mi cabeza—Tú no lo entenderías, tú no puedes ser para mí—


mi corazón se detiene y un picor llena mi nariz. No, no dejaré que me haga
llorar.7

Trato de soltarme, pero Wade me presiona más a su cuerpo que es una pared
de músculos que no puede ser movida por una flaca lombriz como yo—Es
complicado y todavía así quería explicarte y tú no me dejaste... Maldición,
Sara. Todo lo que dije en el programa fue una mentira, una actuación —mi
corazón vuelve a bombear fuerte y se mezcla con el sonido de su respiración,
nuestros labios están a solo centímetros, su nariz choca con la mía y siento
su aliento a alcohol justo en mis labios.
LEYVA 📝
A la mierda todo.14

Tomó su rostro y estampo mis labios con los suyos en un desesperado beso,
en un acto él chasquea los dedos y la poca iluminación se va. Sus labios son
como un dulce: adictivos y sabrosos. Decido morder su labio inferior, Wade
me toma de las piernas y como si fuera una pluma me levanta, sus propios
brazos me pegan hacia él haciéndome sentir su calor y su bulto en el
pantalón.17

Suelto un leve quejido y muevo mis caderas disfrutando de lo rico que se


siente esa prominente cosa entre mis piernas. Gruñe por lo bajo—No hagas
eso, no sabes lo que desatas si lo haces—busco sus labios nuevamente como
una necesitada por la lejanía entre nosotros, mis manos viajan la parte trasera
de su cabello para jalarlo un poco y cuando creo que respondera él se
detiene—Aléjate de mí, yo no soy bueno para ti—su voz se escucha en un
susurro mientras me acorrala en la esquina del bar.12

—Dame una razón para hacerlo—Lo miro fijamente a los ojos tratando de
decifrar su mensaje y de repente sus ojos se tornan amarillos.

¡Pero que!

Me hago una bolita en la esquina mirando esos ojos brillante hasta que
desaparecen, Wade retrocede dejándome con una sensación de vacío en mi
cuerpo, trato de tomar su mano, pero él agarra su saco y sale del lugar
dejándome completamente sola.13

Las lágrimas no tardan en aparecer y como una fuerte chica me las limpio.

Ese tonto. Es obvio que solo se quería aprovechar de la situación y dejarme


en ridículo.

Me levanto y voy hacia atrás donde empiezo a recoger todo para irme lo más
rápido que puedo del lugar, al fondo veo a Aruna sentada pensando y la saludo.

—Espera —giro para comprobar que ha sido ella.


LEYVA 📝
¿Quién más va a ser?, duh.

Apareces en buen momento.

Sí, siempre.

Más ahora apareces, ahorita estoy apunto de hablar, adiós.

—Quería saber si eres la novia del jefe o algo así —pregunta directamente y
doy dos pasos hacia atrás—¿eres novia del jefe Wade?

Suspiro—No—tomo el pomo de la puerta para salir.

Sus manos me detienen—¿Segura? —asiento y salgo del lugar, voy a la prado


y entro y a la primera que veo es a Paola con una laptop.

—¿Qué sucedió ahí adentro? —miro la pantalla donde me veo con el pantalón
largo—está bien si no me lo quieres contar—cierra la laptop y sus ojos
escudriñan los míos—al menos vamos a comer.

—¿Con qué dinero, Paola? —ella mete la mano en su cartera y saca una tarjeta
de crédito—si es con ese, entonces si.

Sonrió —¿Pizza será? —asiento falsamente.

—Pizza es.

Y nos ponemos en marcha hacia la pizzeria más cercana. En el camino mi mente


no puede evitar sumergirse en aquella escena tan peculiar en donde hablaba
de que él no era bueno para mí.+

Y sobre todo esos ojos.

Esto está poniéndose raro.


LEYVA 📝
CAP.15~RECUERDOS

Capítulo quince

Pov Wade

Aquí estoy debatiendome entre si la fregue o no.62

¿Qué he hecho?18

Cuando me separé sus ojos estaban tan hermosos y luego cambiaron a temor
puro. Sus lindos ojos. No me puedo culpar por sentirme atraído por ella, es
inevitable, todo es perfecto: ojos, aroma, cuerpo.

Cuando la besé por primera vez me sentí en el maldito paraíso donde


revolotean cupidos y mariposas, me sentí por primera vez lleno a plenitud.1

Necesito su dosis de amor diaria.

Tener que matar y degollar, ser frío y calculador cuando algo no me gusta,
dar órdenes una y otra vez, cargar grandes negocios y empresas para que no
se vayan al suelo es agotador. Por lo general cuando no la había encontrado
todo era sencillo y ahora aquí en la comodidad del cuarto de invitados me
encuentro con un trago en una mano y en la otra una foto de ella.

Cierro los ojos y mi mente viaja nuevamente al principio de toda nuestra


locura en el bar. Esos recuerdos nunca se me van a olvidar. Tiro el último
sorbo de whisky en mi boca y mis oídos escuchan resonar unos tacones por el
pasillo.

No tengo ni que esforzarme por saber quien es.

Antes de que empiece a tocar la puerta puedo oler el miedo de Natalia a


kilómetros, ella sabe que no es bueno molestar al alpha en estas ocasiones,
pero sinceramente ya no sé que hacer.
LEYVA 📝
Si solo matarla o amenazarla.
Me tienen harto su comportamiento.

En estos días le dije que se largara de la empresa ya que su acoso llegó a tal
punto de esperarme en los estacionamientos, pero eso no pareció afectarle
porque me besó, sinceramente eso no me lo esperé. Cuando levanté la mirada
la camioneta iba saliendo del lugar y pude sentir el enojo de mi Sarita lo que
me hizo sonreír.3

Estaba celosa.17

Eso me encanto, jodidamente me encanto.

Sara estaba poniendo atención en mí. En cuanto a Natalia a penas la prado


salió del lugar la deje plantada. Ella está dañando todo lo que realmente quiero
y eso es lo que me molesta, me molesta también el hecho de que yo no tenga
los cojones bien puestos como para decirle a Sara como soy.1

En una mezcla de sabor amargo vuelvo a tomar del whisky en mi vaso sin
importarme lo quemada que estará mi garganta después.

—¿Qué quieres, Natalia? —La escucho suspirar —No vengas con lo mismo o
daré la orden de que te encierren —cierra su boca y camina a pasos lentos.

—Solo venía a ver como estabas.

Volteo—¿Ahora resulta que te preocupas por mí? —enmarco una ceja.

—Como no me voy a preocupar, torpe.

Es tan persistente.

—Te lo dije. No estoy de animos para hablar de tus juegos de niña chica,
¿puedes retirarte o lo tengo que decir como alpha? —me sirvo otro trago
dándole la espalda.
LEYVA 📝
Su suspiro resuena por toda la habitación y da media vuelta para irse. Saco
mi iPhone y reviso las otras fotos que me han mandado los investigadores.

¿Acosador?

Tal vez no debería llamarlo asi, si no como un aseguramiento de que no tenga


a nadie. Aprieto el celular en mis manos y lo estrello en la pared.4

¿Por qué no puedo ser normal como ella?

Tonto, si fueras normal ni siquiera hubieses sido empresario.

¿Y eso que tiene?, el dinero no lo es todo.

Sí, eso lo tengo en cuenta, lo que digo es que no hubieses podido conocer
a tu otra mitad, no hubieses conocido a su madre, ni a su padre y
posiblemente estuvieras con otra persona.

Eso puede ser verdad.

Es que es la verdad.

Miro el móvil todo dañado en el suelo y suspiro. Eso fue estúpido.

Tendré que mandar a hacer otro.28

Devuelvo la botella de whisky a la reserva y salgo de aquel solitario cuarto


para ir a descanzar.1

Mañana me espera un arduo negocio con unos alemanes.

Llego al cuarto y respiro profundo como el primer día que nos conocimos, casi
derramo baba por ella y aún así las cosas no fueron bien por culpa de mi mal
temperamento. Cuando me di cuenta de que ella estaba en el auto con Matías
y Elizabeth me calme, pero a cuestas le dije a Matías que la llevara a mi cuarto
y este obedeció, ahora es él el que paga los platos rotos por mi culpa.3

Entro a mi cuarto y recuerdo como ese día le quité las sábanas, como la mire
de pies a cabeza, una hora sentado escaneado su tan deliado cuerpo, su
LEYVA 📝
respiración tranquila y su tal aroma que me vuelve loco, la volví a tapar y
empecé a desvestirme a espaldas de ella, si despertaba poco me importaba
que me mirara porque era obvio que le gustaría la vista, es normal sentir
atracción uno por el otro, recogí mis cosas y me fui a bañar sintiendo esas
mariposas en el estómago que me hacían reí, me había gustado verla, me había
gustado que se bañara en mi cuarto, me había gustado que usará mis cosas,
sonriendo como tonto escuché como su respiración se hacía más pesada y
temblorosa. Ella estaba despierta y con miedo.

Cuando regreso pude escuchar su agitada respiración por subir los escalones
y no la culpo, esos fueron construidos para hacer ejercicio o mantenernos en
forma aún en casa, pero lo que llamo más mi atención fue cuando escuché un
golpe en seco y luego a ella llegando a la puerta, rápidamente me tiré en la
alfombra y observé sus pies por debajo de la puerta como se detenía antes
de entrar, cuando finalmente entró y se acosto pude ver el peluche de Emile
en mi lado de la cama, me quedé abajo hasta que ella se durmiera, cuando salí
de ahí tire el muñeco y me acosté, se removió para el lado derecho y sonreí,
ella estaba durmiendo en mi cuarto, cerré los ojos y sentí su brazo posado en
mi abdomen acariciar hasta que se levanto gritando y por consecuencia a sus
gritos me caí de la cama.6

Tantos recuerdos en mi mente que son casi imposible para mí borrarlos.


Camino hacia el baño para tomar una buena ducha.

Ya listo salgo y voy al armario para ponerme unos pantalones largos negros,
es lo mejor cuando eres un lobo y tu temperatura sobrepasa los treinta y
siete grados.

No quieres ni usar boxer.

Me seco el cabello y tiro la toalla a la canasta de la ropa sucia para que nana
spirit la lavé después.
LEYVA 📝
Bajando las escaleras escucho voces provenientes de la sala negra; Matías
otra vez satisfaciendo sus necesidades de apareamiento con una cualquiera.
Aun que su corazón le pertenece y está atado a Elizabeth él no puede dejar
descansar al amigo por razones de calor.4

Sí, así es el ciclo. Primero el Alpha, luego el beta, luego los demás.3

Aun que hay un día que es a todos en general.

Día de san valentín.11

Cuando todos se vuelven locos por el amor y deseo de sus mates. Dicen que el
que engendra un hijo en esta fecha sera fuerte y de gran ayuda a la manada.

Vaya suerte los que nacieron ese día.13

Mi camino se hace más corto cada vez que me voy acercando a la cocina en
busca de agua. La fuente vital para la salud dicen los doctores.

Yo solo la necesito a ella y ya estoy bien.16

Tomo un vaso de vidrio y me sirvo agua, los pasos de Matías resuenan por todo
el lugar y prendo el grifo para lavarme las manos rápidamente.

—Dejalo así, también tengo que lavarme las manos —sacudo mis muñecas en
el fregadero y mis pies me llevan a la isla en frente de él.

—¿Qué paso ahora? —agarra agua en sus manos y se tira en la cara.

Cierra el grifo—Lo que me pasa es ella, me tiene tan jodidamente loco ya, por
más que vaya a su casa a pedir perdón ella no quiere y sabes que tengo mis
necesidades con la calor, nadie lo puede negar ni siquiera tú, pero lo que digo
es que ya me estoy volviendo loco por no tenerla a mi lado—toma asiento en
el salpicadero y se tapa la cara en un acto de frustración.5
LEYVA 📝
—No soy un experto en el amor así que no puedo darte consejos, pero
deberías consentirla aun que ella no quiera, ¿qué fue lo que le gusto a
Elizabeth de ti? —enmarca una ceja.1

—Puede que sea lo posesivo que soy y lo romántico que puedo llegar a ser, ella
dice que aun que a veces soy muy posesivo eso a ella le gusta porque le
demuestra confianza y lo romántico —aprieta los puños a sus costados—
porque nadie con ella lo había sido asi y porque el estúpido imbécil de su ex
marido la maltrataba—por sus ojos pasa un fugaz destrello celeste.7

Su lobo Max está hablándole.

Me levanto y camino hasta la escalera—Hey Maximiliano, no crees que es hora


de buscar a tu julieta —sus ojos cambian a azules y asiente.6

Lo veo salir disparado de la casa para entrar en el mercedes benz. Su amor


es tan fácil.

¿Por qué el mío no puede ser así?16

A veces siento envidia de él, tan fuerte y valiente, listo para guerras, batallas
y si es posible dar su vida por el alpha.

¿Eres maricón o es que te entro un ataque de ternura?7

¿Yo te he mandado a que aparezcas?

No, pero me da igual, estoy feliz por que al fin pudiste besarla, nuestro
olor ahora lo tiene ella y sabran que es nuestra, no del todo, pero si
sabran.2

Exactamente, sabrán eso y me alegra, pero no sabes cuales son los riesgos.

¿De qué hablas?

Nosotros podemos estar bien, pero ella no es un licántropo, no se puede


defender.2
LEYVA 📝
Es cierto, ¿ahora qué hacemos? , aun que dudo mucho que alguien se le
acerque porque si es así no dudaría ni un segundo en matarlo.

Dudariamos, tendré que aumentar su seguridad, tengo que ponerle guerreros


que la vigilen con frecuencia.

No es mala idea.

¿Cuándo he tenido una mala idea?8

Subo de dos en dos las escaleras y camino a mi cuarto para descanzar. Tomo
el control de la calefacción y la apago para poner el aire acondicionado.

No me llamen loco, no saben lo que es vivir a treinta y siete y cuarenta grados


todos los días, lo que menos quiero es algo caliente para sudar la cama.2

Corro las cortinas para que mi vista pueda mirar hacia afuera, doy vuelta y
me acuesto en la cama con la mirada en la ventana. Se que algún día la tendré
para mí solo aquí en este cuarto, desnuda, expuesta, vulnerable, posicionada
sobre el ventanal con su lindo sexo expuesto para mí.1

Nada más de pensarlo me hierve la sangre.

Recuerdo como sus caderas se movieron en respuesta a mi erección, como sus


ojitos estaban tan dilatados y como el olor de su humedad me volvía loco. Dios.

Sacudo esos pensamientos de mi mente y cierro mis ojos tratando de conciliar


el sueño. Sé que soy un estúpido por no decir nada, también por precipitarme
a posibles reacciones de ella, pero aún no le diré.+

Aún no es el momento.
LEYVA 📝
CAP.16~APUROS

Capítulo dieciséis

Los primeros rayos del sol se cuelan por la ventana poniéndome los ojos rojos.
Abro mis parpados y mi estómago ruge como si tuviera vida propia.

Me levanto y estiro mi cuerpo disfrutado por tal descanso, pero con una
ardorosa garganta, veo en la mesa del lado derecho de la cama la bandeja con
el desayuno.

Al lado de este un vaso de agua junto con una deliciosa medicina que me hace
tomar nana spirit cuando he tomado mucho.

Que se note el sarcasmo.1

Una medicina a base de cebolla morada, ajo, remolacha, miel, limón, jengibre
y agua, todo eso va licuado hasta dejar un espesor y así estará perfecta para
el resfriado y garganta.24

Aun que somos lobos y nos curamos rápido esto es como para estar bien y
activados en cinco minutos.

Agarro la cuchara con la que me comeré las zanahorias y tiro una razonable
cantidad.

Todo sea por estar bien.

Meto la cuchara a mi boca y trago sin probar.

Esto sabe horrible.

Ya satisfecho por mi logro, agarro la cuchara, la pongo en la bandeja y veo


entrar a mi nana negando.

—Muchacho quien lo diría, tú eres el alpha y le tienes miedo a tomarte una


simple medicina —agarra la cuchara sucia y me tiende una limpia.
LEYVA 📝
Agarro la bandeja y me voy hasta el sillón—No es eso, es que eso sabe
asqueroso —doy la primera cucharada a mi plato.

—Debiste haberte acostumbrado, ya estás grande y esto lo llevas tomando


cuando estabas malo o herido —recoge la toalla mal tirada en la canasta y la
devuelve donde debe estar.

—Lo sé, pero es que aún así sabe horrible —me señala con su dedo índice
acusador.

—Ya eres un hombre y debes madurar.

Dejo mi desayuno a un lado para tomar del jugo de naranja —He madurado,
mucho a mi parecer, pero contigo que me haz cuidado desde que nací no me
importa lo vulnerable que me vea, siempre seré tu niño feo.2

Sonríe —Muy feo—agarra la canasta y la pone en su cintura —Ahora niño feo


a salir a trabajar que se te hace tarde —miro el reloj en mi muñeca y
efectivamente son las siete —A bañarte, ahora—sale de mi cuarto.1

Me levanto del sillón y camino al baño para tomar una ducha y marcar un poco
la baraba de escasos días.

A medio cepillar me detengo a pensar en Sara.

¿Cómo estará ella hoy?

Es su último día y estoy deseando esperar los resultados por Sofía, quiero
ese día con ella.

Termino de asearme y salgo con una toalla atada a las caderas. Hoy es doble
trabajo, anoche cuando finalmente me estaba durmiendo sono el teléfono de
la casa y como nana estaba dormida y Matías no estaba, fui yo a abrir la
llamada y resulta que mi hermanita quiere que cuide a Arturo mi nuevo sobrino
porque ella y su marido se iran de vacaciones.

¿Que linda no?


LEYVA 📝
Acepté ya que no tenía nada que hacer y porque de igual forma le vale que yo
tenga mil cosas que hacer.

Tengo que hacer de niñero.

Voy a mi armario y busco algo tanto formal e informal para la ocasión. Saco
algo y en un momento ya estoy vestido y perfumado. Los hombres no tenemos
que hacer tanto esfuerzo como las mujeres. Salgo de mi cuarto y en un minuto
estoy abajo saliendo por la puerta de la casa, camino directo al Range
Rover.10

La seguridad con un niño es primero.

Prendo el auto y saco el celular todo dañado.

Cierto, tengo que comprar otro.

Llego a la entrada de la manada y desde ya puedo ver a mi hermana con Arturo


en sus brazos, detengo el auto y dejo que ella instale el asiento de seguridad.

—Dale leche cada tres horas y dejará de llorar, trátalo bien y no te soltará,
cuida bien a mi hijo o te juro que cuando llego de mis merecidas vacaciones
te mato—definitivamente le pondré voldemort de apodo.4

Ruedo los ojos—¿Y por qué no se lo dejaste a madre? —se pega en la frente.

—Mamá está ocupada con esto de revisar manada por manada que tantos
mates hay y papá por lo de los alphas, ¿no te acuerdas?

¿Por qué tengo que ser yo el más disponible para ella ahora?

—Luego me lo pagarás caro.

—Lo que sea. Ahora, ya, andando—me fijo que todo este bien por el retrovisor
y efectivamente cuando ella cierra la puerta arranco—Bebé, hoy seremos tu
y yo.
LEYVA 📝
Veo el mercedes benz de Matías salir de la casa de Elizabeth para ir en
dirección opuesta a la mia, cuando me ve frena y baja la ventana.

—¡Hey hermano! tenías razón —agarra la mano de Elizabeth —Te haré caso
más seguido porque das buenos consejos, ¿desde cuándo te volviste más sabio,
eh?—me encojo de hombros.

—Desde siempre. Lo que pasa es que tú no me hace caso en tus cosas


personales—ruedo los ojos—Ya me tengo que ir, voy llegando tarde y sabes
que es importante que el alpha este atento a todo —damos marcha a los autos
en direcciones contrarias y lo escucho gritar.3

—Éxito.

—¿Por qué no mejor buena suerte?—digo de vuelta.

—Porque los perdedores son los que necesitan suerte.

Cierro la ventana y prendo el aire acondicionado al máximo.

Que calor.

Si yo estoy así, ni siquiera me quiero imaginar a alguien allá atrás. Me detengo


en el semáforo y veo como Arturo juega con sus manos.

¿Tendrá hambre?

Conduzco hasta cafetería de siempre. Necesito comprarle algo. Hay que dar
la impresión de ser buen tío.

Apago el auto y bajo con él en mis brazos—Vamos a comprar el café de tío y


unas donitas para ti.18

Camino a la cafetería y el hecho de nada más entrar, ya todos nos están


mirando. Ignoro todo tipo de vistas hasta llagar a la caja—Que bonito hijo,
igualito al padre. Ahora ¿qué desea ordenar, señor?—mira mis ojos sin
parpadear.
LEYVA 📝
Las sirenas son raras.30

—Quiero lo mismo de siempre y para el niño quiero unas donas.

Grita desde enfrente—Combo alto para llevar —me mira y luego a la caja
registradora —Siguiente.

Me hago a un lado para no estorbar y veo como las sirenas hacen su trabajo,
cuando mi orden esta lista la chica me llama —Son...

—Treinta y dos dolares con cincuenta —asiento, saco mi billetera y le tiendo


un billete de cien, ella lo toma y revisa si todo esta en orden. Me tiene la
factura y me regresa mi vuelto.2

—Aquí está su capucino y su emparedado de queso especial—agarra otra bolsa


—Aquí estan las donas con sabor a chocolate blanco.

Tomo mis cosas y camino hacia la salida, mis pasos seguros y resonantes se
oyen por el lugar causando los suspiros de muchas niñas.

La que quiero que haga eso no lo hace.25

Llego al auto y acomodo todo antes de volver a conducir. Observo la hora en


el reloj.

¡Rayos!

La cita con los alemanes es a las nueve.

Manejo lo más rápido que puedo y me estaciono en el primer puesto libre,


tomo un sorbo de café y apenas muerdo del emparedado, veo a Andrews al pie
del ascensor y apago el auto, agarro a Arturo, las donas y cierro la puerta
detrás de mí.

Llego hacia Andrews y le doy a Arturo—¿ya están aquí? —asiente y toma al


niño.

—Hace media hora, señor—entro al ascensor y preciono el último botón.


LEYVA 📝
Mi sala.

Sofía me espera en la entrada del elevador —Señor lo están esperando en la


sala. Laseñorita Sara quedó de segundo lugar—me detengo abruptamente.

¿Perdió?7

—¿Cómo que perdió? —doy vuelta hacia ella.

Traga grueso —Al parecer le ganó un tal Gregorio, todavía nadie sabe los
resultados, solo el jurado.

Doy vuelta y ella me sigue —Investigalo, quiero los reportes del él en mis
manos cuando salga de la reunión y consígueme el nuevo iPhone en golden, que
sea edición limitada y lo quiero con el logo de la manada—le doy mi celular —
quiero todo lo de aquí en el otro iPhone para cuando salga—llego a la sala de
conferencias y Sofía desaparece de mi vista.13

—Me disculpo por el retraso.

—No se preocupe, solo fueron unos minutos.

—Igualmente me disculpo y seré sincero, nuestra empresa quiere ayudar a su


empresa por los siguientes motivos. Veo una estabilidad, un futuro, un exito,
ustedes sabrán si no lo desean así —me cruzo de brazos.

—Señor, nuestra empresa está en quiebra, ¿cómo usted la restaurara?

—Fácil, invertir en nuevas promociones y dar una buena imagen para el público
ayuda al comerciante, ahora lo que deseo saber es ¿si se unen o no?

—¿De cuánto estamos hablando numéricamente en ganancias?

—Un setenta por ciento de los cuales treinta serán para ustedes y cuarenta
para mí momentáneamente.

—Es demasiado—justo en el clavo.

Apoyo mis brazos en la mesa —Yo puedo comprar su empresa.


LEYVA 📝
—Números.

Suspiro—¿Que les parece setenta mil?1

Se miran entre sí —Hecho, dentro de una semana volveremos con los papeles—
asiento en respuesta, las puertas de la sala se abren y veo como cada uno sale
con porte de elegancia.

Son tan tontos.

El negocio de la vida es solo para emprendedores, no para gente que regala su


empresa. Siempre les va a ir mal.1

Salgo de la sala y lo primero que veo es a Sofía —¿mi iPhone? —miro mi reloj.

Once y quince.

Ya debería estar el la sala de premiados.

Camino al ascensor y veo a Andrews señalar la sala de descanso—¿que pasa?—


junto mis cejas.

—Señor, su iPhone ya lo mandé a buscar, estará aquí a las doce y a las una de
la tarde se lo entrego ya listo— camino a la sala de descanzo donde encuentro
a un Arturo lleno de chocolate.1

Cierto, Arturo.

—Sofía, encárgate del niño,—regresó al ascensor—Comprale ropa nueva y


leche, lo bañas y vistes de limpio —las puertas del elevador se cierran y
descendemos rápidamente al tercer piso.

—Señor, los papeles del joven Gregorio—los tomo y salgo a pasos agigantados.

Como un loco y desesperado por su ser llego a la sala, mis ojos institnivame la
ven y su mirada fulminante cae sobre mí. Trago grueso, llego a mi lugar y
escucho con atención los resultados obvios —Bien, ya nos dejaremos de
rodeos y pasaremos la tensión. El tercer lugar es Lea con 92 puntos por su
LEYVA 📝
valentia en saltar desde un avión—escucho los aplausos mientras yo estudio
al tal Gregorio. Alzó mis cejas y sonrío. Él tiene un gemelo, vaya dato curioso—
en segundo lugar tenemos a Sara con 95 puntos por enfrentar con coraje su
mayor miedo: el atender en un bar y pasársela bien aun con muchos insultos y
tipos sin ninguna vergüenza—busco su mirada, pero ni siquiera alza la cabeza
para decir algo. Sus manos están a los lados de su cabeza y sus ojos están
cerrados—y como primer lugar tenemos a Gregorio por enfrentar su fobia a
las arañas.16

Las personas del auditorio se levantan y aplauden, ella aprieta sus manos y
junto mis cejas.

¿Qué tiene?

Santiago parece notar mi angustia y rápidamente llega hasta ella—Señorita


Sara, ¿se encuentra bien? No la noto alegre—levanta su rostro y por primera
vez sus ojos cansados chocan con los míos, la sensación de posesividad y
protección me invaden y aprieto mis manos a los costados.

Sus brazos están llenos de moretones.2

¿Qué estúpido demonio le causo esto a mi chica?10

¿Y dónde estaba Paola para impedirlo?

Me estoy enojando y eso, eso no es bueno.


LEYVA 📝
CAP.17~AJETREADO

Capítulo diecisiete

Santiago da dos pasos hacia atrás mientras siente como mi furia va en


aumento, como Yoshua raspa en mi interior queriendo salir a matar a alguien.

Busco los ojos de Paola entre los tres de mi manada y la encuentro encogida
en su silla, con miedo y temor, mirando hacia el tablero de la banca.

Vuelvo a mirarla y sus ojos me transmiten tristeza y especialmente: temor.

En un acto de desquitar mi rabia me voy directo al tal Gregorio —Tú —lo


señalo —¿es verdad lo que él dice, superaste el miedo a las arañas?

—Si señor —mira directamente a mis ojos con nerviosismo. Esto lo ganará
ella, estoy seguro y por como me llamo Wade Dhall.8

—Lo siguiente que todos harán es demostrar que superaron su miedo, a cada
uno se le asignara la tarea aquí en la empresa de volver a hacer la prueba de
miedo —camino hacia el frente —aquel que no cumpla con su función será
descalificado aún así siendo ganador del concurso. A las cuatro de la tarde
los quiero en el quinto piso— salgo de ahí disparado hacia el ascensor.

Ya abajo voy directo a recepción —Thalía dile a Andrews que lo quiero a


cincuenta y cinco kilómetros sur, yo estaré ahí esperando y quiero que Sofía
cuide de Arturo mientras no estoy—asiente en respuesta, bajo las escaleras
que dan hacia los estacionamientos y desbloqueo la Range Rover.

No me toma ni un segundo estar en las calles de la ciudad conduciendo como


un loco. Abro el link con Matías.

¿Qué necesita alpha?

Matías te quiero en la entrada del mundo demoníaco, ahora, para ya.

Entendido, alpha.
LEYVA 📝
Cierro el link.

Escucho las bocinas de policías detrás mío y aceleró hasta el fondo, no me


importa si un guardia me pone una infracción por alta velocidad y pasarme
cada uno de los semáforos.

Yo solo quiero hablar con esa porquería.

Paso rápidamente por la ciudad saliendo de los límites para los guardias y
entro al bosque de los lamentos. A lo lejos diviso los dos árboles de secuoya
gigantes que dan paso a su maldito mundo.

Me detengo al frente de estos y apago el motor del carro, bajo y cierro el


auto, los motores del audi se escuchan a toda velocidad y volteo confirmando
que Matías ha llegado, sale del auto y llega a mi lado.

—Vamos —asiente y camina detrás de mi con cautela.

Paso los dos árboles y de un momento a otro me encuentro en un plano


espiritual, Yoshua y Maxiliano salen y empiezan a correr hasta el castillo del
rey más estúpido que puede haber existido.

Vuelvo a mi forma original y camino hacia el portón, las puertas se cierran


instantáneamente y junto mis cejas.

¿Acaso no me va a dejar entrar?

—Sé que estás ahí y que me escuchas, deja las estupideces para más tarde,
tengo que hablar contigo—la brisa llena de tristezas azota con fuerza y se
instala un silencio sepulcral de la nada.

Listo, me colmo la paciencia.

—Sal maldita sea o es que no tienes los pantalones bien puestos como para
salir—resoplo afuera del castillo —Sal sabandija —vuelvo a gritar causando
un estruendo en el mundo demoníaco—Si no vienes por las buenas entraré por
LEYVA 📝
las malas y no te gustará lo que le pasará a tu mujer y tus hijos —al decir esto
lo tengo al frente mío con una cara seria sin una pizca de humor.

Sonríe irónico —¿Crees que puedes venir a este mundo a mandar? Estás bien
equivocado, perro.

—¿Lo dice alguien que murió apedreado? —me cruzo de brazos.

—¿Qué quieres? Algo debes decir o reclamar para estar aquí.

Doy dos pasos hacia atrás—Esto es lo que pasa. Necesito que me digas que
demonio anoche dejaste escapar y llego a molestar a mi luna.

Traga grueso y abandona su mirada fría —por lo que puedo ver parece ser
grave—mira hacia todos lados tratando de evitar mi mirada.

Este no me tomará por tonto.

—¿Quién es? —el voltea a mirarme—Te pregunté algo.

Alza la mirada —Mi hijo, Kemuel.3

—Sabía que la rata tenía algo que ver ya que es el único que no dominas en
esta tierra —sonrío con gracia —Escúchame bien rey demonio, la próxima vez
que yo sepa que tu hijo a tocado a mi luna yo haré que el tratado que tenemos
se vaya a la mierda.3

—Tu no puedes hacer eso.

—Soy uno de los licántropos más viejos que hay, no me demoraría en hacer
que todo acabe—doy una última mirada de advertencia y me transformó.6

Salgo de ahí para tomar velocidad hacia el bosque y pasar al mundo humano.
Llego a la Range Rover y lo primero que escucho es el llanto de Arturo detrás
del teléfono de Andrews y una muy acelerada voz impaciente de Sofía.

—Andrews, ¿dónde está el alpha? —le arrancó el teléfono a Andrews y


contesto.
LEYVA 📝
—Aquí estoy, Sofía. Dale leche para que tome y se duerma, prepará el quinto
piso para hacer las prueba de las fobias de los concursantes y principalmente
buscame al gemelo de ese tal Gregorio.

—Si, alpha —cuelga.7

Suspiro. Tengo que matar a ese idiota, nadie se mete con Sara.

—Señor si me lo permite, son las dos y quince, deberíamos irnos porque


estamos lejos —asiento en respuesta. Observo todo a mi al rededor y
entrecierro mis ojos.

Tanta tranquilidad no me huele bien.

Prendo el auto y dejo que Matías salga primero en el audi luego yo y atrás
Andrews.

Link*

Atentos a cada uno de los movimientos del bosque.

Cierro el link y pasamos a toda velocidad por la carretera vacía hasta que
escucho un fuerte estruendo.

Lo sabía.

Miro a todos lados tratando de saber de donde son los sonidos y rápidamente
veo un árbol impactar contra el audi.

Freno de golpe y salgo del auto encontrándome con el dueño de los moretones
de mi luna.

Me cercioro de que Matías este bien y camino hacia el niño en frente de


nosotros, miro por el rabillo de mi ojo a Andrews listo para cualquier cosa y
vuelvo mi mirada a él.

—Vaya, vaya, pero mira a quien tenemos aquí —él y los otros tres sonríen—el
más furioso y temperamental alpha, ¡uh, que miedo!
LEYVA 📝
Doy una sonrisa cínica —¿Lo dice el debilucho demonio que se defiende detrás
de tres idiotas? —siento su furia emanar de su cuerpo —Si hubieses sido más
hombre no mandarías a tirar un árbol, sino que lo harías tu mismo, pero se me
olvidaba, el bebé no puede hacer fuerza.

—Sé lo que tratas de hacer, pero no funcionará conmigo—se cruza de


brazos—Ahora que lo dices, ataquen.

Sonrío. Los niños de ahora son tan tontos. En un movimiento rápido


maximiliano agarra uno con la boca y le saca la cabeza del cuerpo, Andrews
agarra al otro con la mano fácilmente y le arranca una pierna dejándolo
inmóvil. Veo el otro al frente mío y luego atrás en mi espalda con un cuchillo
de plata, antes de que lo clave me muevo a un lado y le agarro el brazo, se lo
doblo hacia atrás y le meto el cuchillo con sus propias manos.

Lo suelto a un lado de la calle—¿Qué vas a intentar hacer ahora? —observo


fijamente sus ojos y veo que le empiezan a crecer las uñas, su cuerpo se vuelve
más grande y unos enormes ojos rojos se hacen presente —Vaya, pero si eres
híbrido entre demonio y vampiro, ¿quién era el puto o puta? —de un momento
a otro lo tengo encima mio, meto mi brazo y este se lleva todo los golpes y
arañazos. Esto ya me está aburriendo —Puede que en tu mundo seas inmortal,
pero aquí eres de carne y hueso—lo empujo fuerte y cae, me levanto y pongo
uno de mis pies en su cuello—adiós, estúpido —agarro su cabeza y la arranco
de un tirón —Eso es por tocar lo que no te pertenece.9

Camino con la cabeza del príncipe en mis manos hasta llegar al desmembrado—
Llévale esta basura a tu rey y dile que esto le pasará si rompemos el tratado
y vuelven a tocar a mi luna —le tiro la cabeza y este la apaña, se levanta y
desaparece de nuestras vistas en un instante.

Volteo a ver a Matías con el brazo lleno de sangre y corro hacia él —Hijo de
puta, ¿cómo no te has dado cuenta de que lo que pasaba a tu al rededor? —
me quito la camisa y la amarro justo arriba de su codo.
LEYVA 📝
—Qué te digo, la calentura, el llegar rápido y proteger a mi alpha de cualquier
ataqué, pero tu no te quedas atrás, idiota, mira como está tu brazo con esos
arañazos—efectivamente con cinco rayas profundas sangra mi brazo —¿Y así
vienes a decirme vainas?

Niego—Andrews, llévate a Matías en la prado hacia la manada y que lo revise


la doctora, yo ire adelante por cualquier cosa, también haz que algunos
guerreros vengan a llevar el audi a mi casa y con los cuerpos que los quemen—
Matías se apoya en él para subir al auto. Espero a que todo este listo y
comienzo a manejar rápido para salir del lugar.

No aguantariamos otro ataque con más de diez demonios.

No con Matías herido y yo medio golpeado.

Bajo la velocidad al ver la ciudad y paso por la manada para monitorear su


aspecto. Sigo hacia la empresa y me estacionó en el primer lugar que veo, bajo
y me dirijo al ascensor e ir directo a el último piso.

Se abren las puertas y todo está en silencio, junto mis cejas confundido y
camino hacia la sala de descanso. Abro la puerta y me encuentro con la mejor
escena de mi vida.

Sara con Arturo dormido en sus brazos.3

Sofía me escanea de arriba a abajo y quita su rostro rápidamente de mí,


Santiago gira hacia mí y hace un notorio carraspeo para que ella levante la
mirada.

Abre sus ojos como platos y pega un grito —¿QUÉ TE PASO? mira como estás
—camina hacia sofía y le da a Arturo con mucho cuidado, corre hasta donde
estoy sin mirarme y empieza a examinar mis heridas.

—Me accidente en el audi y tuve que quitarme la camisa para limpiar mi cuerpo
y parar un poco la sangre del brazo —me toma la mano izquierda y mira los
arañazos.
LEYVA 📝
Alza una ceja—¿Un accidente te deja el brazo así? —por primera vez me mira
achicando los ojos —Bueno, hay que curarte eso.

Me jala hasta adentro de mi sala de descanso y me sienta en la silla giratoria


—Te quedas aquí mientras busco algo para limpiar eso —me señala con el dedo
índice y desaparece de mi vista.

Miro mi estado y suspiro, en un par de horas sanará, vuelvo a mirarme y sonrío.

¿No estará de más provocar su mirada un poquito, no?

Bajo un poco mi pantalón hasta que se haga notar más mi torso y contraigo
todos mis músculos para ponerlos rígidos y notorios. La veo entrar por la
puerta con paños en su hombro y una vasija llena de agua caliente, lo pone
todo a la par de mi brazo y se va al baño, cuando regresa trae el botiquín.

—Relaja tu cuerpo, de nada te servirá estar haciéndote el macho.34

Sonrío grandemente y relajo mi cuerpo —Solo no presiones mucho — aprieto


mis dientes y muevo mi brazo al sentir lo tibio del agua en el paño tocar los
alrededores de los rasguños, de un momento a otro coloca el paño
directamente en la herida—Eso duele—quito mi brazo de su agarre.20

Me mira fulminante —Quedate quieto entonces—se cruza de brazos.

Pongo mi brazo al alcance de su mano para que vuelva a lo suyo —gracias por
hacer esto.

Quita su mirada de la mía y el trapo de mi brazo, vuelve a tomar otro y lo


coloca de nuevo en mi herida—no hay de que—balbucea —¿Por qué harás la
prueba de miedo otra vez? — cambia de tema rápidamente y suspiro.

Si tan solo supieras que es por ti.

Venda mi brazo con cuidado y recoge las cosas tiradas en el suelo.

—Porque quiero ver si es verdad lo de las pruebas.


LEYVA 📝
Agarra la vasija y las toallas, se levanta y camina al baño. Mis ojos no pueden
evitar recorrer su figura y siento una enorme presión en el pecho.

¿Qué es esto?1

Cierra la puerta del baño y su mirada se cruza con la mía, instintivamente


observó sus brazos llenos de moretones y junto mis cejas.

Bien merecida tiene la muerte ese idiota.

Sofía toca la puerta—Señor, todo está listo, son las tres y media, si quiere le
puedo conseguir ropa para que se vista y empiece a bajar.

Asiento —¿Mi teléfono y dónde está Arturo?

—Su iPhone se lo daré cuando este listo para bajar, y en cuanto al hijo de su
hermana está aún dormido.

—Si no hay más nada, te puedes retirar—digo y cierra la puerta.

—¿Por qué todos hacen eso contigo?

—¿El qué? —cuestiono.

—Rendirte sumisión.

—¿Será porque soy su jefe? —niega.

—Si no fueras amigo de Elizabeth no hubiese hecho esto, además de que te


debo muchos favores por todas las cosas que me has dado.

—No te preocupes por eso, no hace falta, sabes que el dinero me tiene sin
cuidado.

Suspira —Sí, Ricky Ricón— coloca sus manos en los bolsillos de su pantalón —
ya me tengo que ir al quinto piso, adiós—gira, pero en un acto de impulso la
tomó del brazo.

—Sara, ¿te arrepientes de haberme conocido?


LEYVA 📝
Ella votea la cabeza hacia su hombro—No ciertamente, porque mi vida es más
interesante con usted, jefe —y se va cerrando la puerta detrás de ella.

Dios, esta mujer me matará.

Escucho golpes y doy el aviso de que pase. Santiago yace con mi vestimenta
al pie de la sala y da un respiro antes de acercarse a mí.

—¿Qué ha pasado, alpha? —señaló la silla y rápidamente obedece.

—Vez los moretones de Sara —asiente— estos eran por el hijo del rey
demonio, hoy fui y hablé con el rey, pero dado a que su hijo no se controlo y
empezo a atacarnos lo maté y se lo envie de regalo al rey, ahora es cuando
debemos tener más cuidado con ella y no solo eso, la manada también puede
ser un punto.1

—Voy a poner a algunos guerreros a vigilarla cuando sale y entra, qué hace y
qué no, pero a la distancia —se levanta y me tiende la nueva ropa—Aquí está,
ya se puede vestir de limpio, Alpha.

Hago una señal aprovatoria y voy directo al baño, me cambio y salgo disparado
de la oficina, paso donde Sofía y me tiende el nuevo celular, lo tomo y voy
directo al ascensor, las puertas son abiertas y Andrews aparece frente a mí
—Alpha, ya está mejor el señor Matías.

—Tomate un descanso, Andrews. Puedes ir a comer —en el quinto piso bajo


del elevador. Volteo mi rostro—Maneja con cuidado—asiente y se cierran las
puertas.

Me enderezo y camino con porte hacia la sala número diez donde aguardan
todo tipo de fobias. Entro y voy directo a la mesa de jueces. Mis manos
impacientes y mis ojos con brillo esperan la entrada de ella.

—Ganadores, pueden entrar—las puertas se abren y rápidamente doy con


ella—la primera será Lea.
LEYVA 📝
Me levanto del puesto y camino hasta ella—Si superaste tu miedo no tendrás
ningun problema en la siguiente prueba. Quiero que vayas a la azotea, te
sientes en las barras de seguridad y te tomes una selfie.1

Baja la mirada—Esta bien, señor —desaparece y en un parpadear la tengo en


frente—aquí esta la prueba —me tiende su teléfono y escaneo la foto. Doy
una señal aprobatoria y la tensión en el auditorio desaparece.

—La siguiente es la señorita Sara— se coloca de pie y escanea mis ojos


tratando de descifrar mi petición.

—Para tu prueba he traído dos borrachos y haber que tan bien te llevas con
ese par —niega rotundamente y me cruzo de brazos—¿Qué pasa? ¿no harás
la prueba?

—Si la haré, pero me parece muy poco, de todas formas es lo que ustedes
quieren—se encoge de hombros—traiganlos.

Se pone en posición y un delantal de cantinera, los apestosos entran causando


un gran estrago y apenas la ven corren hacia ella—Quiierro un marrtinii.6

—Sho tammmbién.

—Señores siento informarles que no hay martini—habla en un tono relajado y


sonriente.

Uno de ellos le alza la mano y siento como mi pies se mueve solo, antes de que
pueda avanzar más Santiago me toma la mano y me deja en mi lugar.

Es cierto, no debo meterme.

Pero tampoco puedo dejar que le peguen.

Ella esquiva el golpe y frunce sus cejas—Se pueden retirar.

—Nossotrros queerremos dossss marrtiniss.


LEYVA 📝
Suspira—No hay, tal vez en el bar de la esquina si, pueden ir a beber y no
olviden dar propinas — giña y ellos salen tambalendose sonrientes.

Quita su delantal y va directo a su puesto. Sonrío, le voy a poner un diez.23

La cosa es ¿cómo no ponérselo?

Es mi luna.

—Ahora el turno de Gregorio.

Esto se pondrá bueno.

Doy la señal y entran dos biólogos de mi manada con una tarántula cada uno,
una negra y una blanca.

—Gregorio, tienes que agarrar las arañas y dejar que pasen por tu cuerpo —
traga grueso—ahora, tomalas—con las manos temblorosas agarra las arañas y
sin que pasen dos segundos ya las tiene en el suelo. Cruzó mis piernas —Si las
dominaste debes saber cómo tranquilizarlas.

Intenta agacharse, su respiración se vuelve agitada cada vez más y cae


rendido lejos de las tarantulas—¡Bien! Lo acepto, no fui yo quien agarro las
arañas, fue mi hermano—rompe en llanto—tengo un hermano gemelo, el fue
quien lo hizo.

—Lo sé y él está aquí —me levanto de la silla y acomodo mi vestimenta—Señor


su acto debe darle vergüenza y me aseguraré de que se sepa esto en los
periódicos, su instituto caerá por lo bajo gracias a usted y no lo quiero ver
más por aquí, ¿quedo claro? —traga grueso—ahora vaya con su hermano que
está esperándolo en planta baja.

—Si no hay más que decir—habla Santiago a mis espaldas—De segundo lugar
tenemos a Lea con su increíble foto en las alturas y de primer lugar tenemos
al instituto Pilar de la Fuente, a la señorita Sara Poezyn.
LEYVA 📝
La ovación de aplausos suenan por la sala y ella se posiciona a mi lado—Te dije
que tendrías que acompañarme a la morgue.

Sonrío —Ya que lo pides, a donde sea te acompaño—la observo fijamente y


giño.7

Vuelvo a dirigir mi mirada a los demás —Los que no son ganadores tienen una
beca para estudiar en cualquier instituto o universidad ya sea el caso y por
una semana pizza gratis en leonard—la ovación se vuelve más fuerte y sonrió.5

Su rostro gira hacia mí —Lo haz hecho bien, Wade, ahora quiero comer pizza
de leonard, sin más, me retiro.

La tomo del brazo antes de que de un paso fuera de mi alcance—¿Puedo ir


contigo? o sea Arturo y yo—enmarca una ceja—es que Arturo se siente a
gusto contigo y pues no sé, no quiere a nadie y su madre no está en el país—
me encojo de hombros.2

—Si es un intento de seducción te fuiste hasta el piso, pero si quieres comer


pizza, tú me llevas y la pagas está bien —sonrío de lado y camino al lado de
ella para salir de la sala y dejar a todos con la emoción de su logro.+

Esto no es un logro nada más para ellos, también lo es para mí.

Al fin con ella.


LEYVA 📝
CAP.18~LIBRO

Capítulo dieciocho

Pov Sara

Catalogados como padre y madre.

Tener que lidiar con la gente es aterrador y algo traumante.

Nosotros no somos nada.

Después de que Wade, Arturito y yo comiesemos pizza empezamos a caminar


de regreso y todos se nos quedaban mirando hasta que al fondo presenciamos
la avalancha de paparazzi viniendo hacia nosotros.3

Nuestro primer instinto: correr.

Pero ellos son como las hormigas, en todos lados hay y no demoraron ni un
minuto en llegar a nosotros, tomar fotos y pregunta tras pregunta nos dejaron
aturdidos.

¿Qué se siente ser madre joven y tener un millonario a tus pies?

¿Es su hijo?

¿están casados?

Nosotros no confiamos en la credibilidad de su discurso en el canal doce.

¿Es cierto eso de que esperan otro niño?23

Y muchas otras preguntas inadecuadas las cuales ninguno de los dos dijo nada,
es cierto, todavía no me olvido de aquella noche en el bar, pero puede que él
no se acuerde, puede que él estuviese borracho.

Esa sería la única explicación.


LEYVA 📝
—¿Cómo fue que lograste calmar a Arturo? Por lo general solo la madre lo
calma así —hago mi cinturón de seguridad a un lado y me acomodo
mejor mirando para donde él.

Suspiro—Pues digamos que fue algo... El profesor, Santiago, me preguntó si


quería acompañarlo a comer arriba porque yo no iba a salir de la sala hasta las
tres y media para subir al quinto piso, luego de eso en que acepté y tomamos
el elevador, cuando llegamos arriba a tu piso escuché llorando a Arturo y fui
a verlo, él sintió mi presencia e instintivamente dejó de llorar y me tiro los
brazos al aire para que lo agarrara y así fue como le di la leche que Sofía
trataba de darle y pues luego le saque los gases y se quedó dormido—miro
donde está Arturo dormido.

—Bueno eso es suerte porque ahora tendrás que quedarte conmigo a cuidarlo.

¿QUÉ? —¿Cómo has dicho, Ricky Ricón? —achicó mis ojos.

—No te debes de preocupar porque tu madre está con Matías en la casa ya


que él estuvo en un accidente, asi que no tiene nada de malo que te quedes en
mi casa.

No me asusta el hecho de quedarme en tú casa, no, me asusta tener que verlo


mucho y que él note que me gusta.

—¿Seguro que Elizabeth está en tu casa? —saca su iPhone y me lo da —¿Qué?


—lo miro extrañada.

—Entra. a WhatsApp y busca a Matías, ahí leerás que tu madre si está ahí —
hago lo que me dice y en cuanto entro veo cientos de mensajes de un sin fin
de personas, pero hay uno especial que me llama la atención.

Natalia.

Esa bruja horrenda siempre está con él y eso es lo que más enojo me da.
LEYVA 📝
Alzo la mirada para verlo, su cara larga y cuadrada lo hace un tipo rudo y sus
largas pestañas adornan sus bonitos ojos junto con esos labios comestibles —
Tienes varios mensajes, ¿deseas responderlos?—me observa y luego a la
carretera y luego a mí con una sonrisa.

Supongo que el sarcasmo es muy notorio.

Vuelve la vista a la carretera—Leé primero los de Matías y luego los demás,


asi te contesto que responder —regreso mi vista al celular y busco a Matías
en contactos, cuando lo encuentro entro y empiezo a leer los mensajes hasta
que cuenta que mamá está con él.1

¿Que no era que esa doña no volvería a pisar esa casa?

Bueno, esa será su elección y no la puedo cuestionar.

Salgo de ese chat y voy a la ventana principal —¿Listo para escuchar los
mensajes? —asiente y yo el primero que abro es el de Natalia.1

—Natalia. ¿Amor, estás en la casa o en la empresa? dime para tener un rato


a solas, bebé —arqueo una ceja mientras observó su perfil.

—Dile a Natalia que por favor deje de acosarme o tendré que demandarla por
invasión a la propiedad privada y registro a acceso privado.

¿Acosarlo?

Eso no lo había pensado.

Quiero hacerlo también.28

Tecleo lo que me dijo y en cuanto el mensaje entra se pone con los dos
ganchitos azules y su respuesta no tarda en llegar.

¿Wade, que pasa, ya no me quieres o es que todavía sigues pensando que esa
tal mamarracha te va a querer?

Mamarracha tu abuela.18
LEYVA 📝
—Tengo el mensaje de tu amada Natalia—ruedo mis ojos— dice que si no la
quieres o es que sigues pensando en una mamarracha que no te quiere—lo veo
apretar sus manos en el volante y acelera el auto —Ey, tranquilo, nos matarás
si sigues conduciendo así.

—Dile a esa loca que deje de hablar estupideces y que se atenga a las
consecuencias —tecleo rápido y envío.

Salgo y voy a la ventana principal donde están los otros mensajes, mientras
se los leo él va respondiendo y yo mandando.

Ciertamente no puedo negar que la tal Natalia me cae mal, pero yo que puedo
hacer.

Nada.

Carraspea—Ya tienen su casa arreglada, digo, que si ya han comprado camas


y todo lo demás.

Vuelvo a la posición original en la que estaba sin dejar de vigilar en todo


momento a Arturo —pues Elizabeth estos días ha estado durmiendo en el
sillón viejo que teníamos anteriormente, en cierta forma, es cómodo, pero aún
no tenemos nada ya que mi madre piensa ahorrar primero —miro al frente
donde reconozco la calle de mi casa —No es que me guste ser pesimista, pero
no me gusta hablar del tema porque ya que soy pobre es algo difícil hablar de
comprar y eso.5

—Eres pobre, pero con una exelente mente y corazón, aspiras a hacer tu
misma y lograr tus sueños, cuando te pones una meta la cumples, eso es lo
poco que he sabido de ti.3

—No sería nada raro en mí.

—¿Por qué eres tan fría y dura contigo misma? Cuando ganaste solo sonreíste
una sola vez y ya no más, ¿por qué?
LEYVA 📝
Suspiro—La vida está llena de sorpresas señor millonario, yo no sería una de
ellas, pero puedo asegurar que cuando menos lo esperes te puedo llegar a
impresionar —llegamos a la caseta para poder entrar a su vecindario lujoso—
¿Tu vida siempre fue fácil?

—¿Quién dijo eso? Para poder tener lo que tengo, yo, Wade Adlen Dhall, he
tenido que trabajar mucho.2

—Sí, como no, tus padres antes de eso debieron haber tenido capital para
haber hecho lo que tu tienes ahora.1

Parqueados ya en su casa, él baja y yo abro la puerta para ir a agarrar a


Arturo, pero él lo agarra antes que yo, con el brazo izquierdo en arturito y el
otro libre me tiende la pañalera para que la lleve —Lo menos pesado para una
mujer.6

Achico mis ojos—Esto pesa más que Arturo— cierra la puerta y caminamos
hasta el portón gigante, antes de abrir la puerta de su casa tropiezo y él me
agarra del brazo.

—Cuidado te caes, eres propensa a eso—me agarra de la mano, siento ese


cosquilleo en el estómago y mi piel no demora en reaccionar a él.

Mi cara se pone roja y rápidamente la muevo hacia otra dirección, desde


adelante solo escucho su risa y en el momento de abrir la puerta escucho
ruidos, Wade abre y la peor escena de mi vida se ha cumplido.

Ver a Elizabeth desnuda no es una de las mejores cosas de mi vida.

Volteo hacia Wade y le pongo mi mano disponible en los ojos, escucho las risas
de los dos y sus tropezones por los escalones.

—Listo—murmuro con vergüenza.

Sonríe —Que generosa.


LEYVA 📝
—Quieres decir que querias ver a mamá y a tu mejor amigo en está situación—
suelto mi mano de su agarre y pongo la pañalera en la mesa de centro.

Camina hacia mí para entregarme a Arturo —Cargalo con ambas manos así
como acunando a un bebé —lo miro extrañada, pero hago lo que me dice y creo
en este momento que fue una mala idea.

—Wade, BÁJAME, NOS VAMOS A CAER POR LAS ESCALERAS, DIOS,


BÁJAME —en este momento no me importa que Arturo se despierte, pero es
verdad, si él falla en un escalón nos vamos a el primer piso rodando—eres un
bruto, bájame y ayúdame a subir, no tenías que cargarme—lo veo negar y
volteo a ver que solo unos cuantos escalones faltan—te odiaré por el resto de
mi vida cuando mis pies toquen el piso.

—Entonces no dejaré que lo toques —dejo de respirar y mi corazón late con


fuerza —Ahora entrarás a la cama y acostaras a Arturo, luego te bañas y te
vistes y te acuestas a su lado —abre la puerta y camina a su cama para
colocarnos suavemente sobre ella —Yo estaré en el despacho, en el segundo
piso a mano derecha, la tercera puerta —acuesto a Arturo y me levanto para
encararlo con la poca iluminación que hay.

Sus ojos conectan con los míos dándome una extraña sensación en el cuerpo,
sus labios están remojados y ese olor tan embriagador que me hace querer
aspirar fuerte se hace presente, doy un paso hacia el acortando la poca
distancia que hay, Wade toca uno de mis brazos y sus grandes manos se
aferran a mi cintura.

Doy un saltito en mi lugar y sacudo mi mente.

¿Qué estoy haciendo?

Me suelto de su agarre y me alejo un metro de él —¿y yo donde dormiré? —


sale del su trance y camina a la puerta.
LEYVA 📝
—Aquí, solo por mientras, espera a que vuelva y te acomodo una habitación —
cierra detrás suyo y me abrazo a mi misma para calmar el frío que siento por
el aire acondicionado que ni siquiera había sentido cuando estaba con él.

—¿Dónde estás control? —digo por lo bajo y suelto un suspiro de cansancio.


Veo el aparato al lado de Arturo y camino para tomarlo, coloco un poco la
calefacción y al darme la vuelta mis pies abandonan el suelo, restriego
mis ojos sin poder creer lo que hay en frente de mí.

Unos ojos rojos brillantes como un rubí me observan desde la oscuridad de la


noche tras el ventanal, no puedo distinguir la silueta, pero si sus ojos, me
acerco a la ventana para mirar mejor y justo cuando creí haberlo visto todo
en un parpadeo el rojo rubí desaparece y dan lugar a un libro grande y antiguo,
me fijo cuidadosamente si no hay nadie y abro el ventanal para agarrar el
libro.8

Leo la tapa del mismo donde en letra dorada cursiva está el título: Historia
de los Alphas de la manada Black Day.5

Junto mis cejas, esto no me parece interesante. Dejo el libro en una de las
mesas de noche y me encaminó a tomar una ducha.3

Salgo del baño con una toalla atada a mi cuerpo y es cuando caigo en cuenta
de que no tengo ropa para dormir.

Fenomenal, Sara.

Salgo del cuarto en toalla y piso suave para no llamar la atención de nadie
hasta llegar a el gigantesco cuarto rosa.

Aquí al menos debe haber algo.

Prendo la luz y todo se torna algo chillón para mi vista.

¿Quién en su santo juicio compraría todo de arcoiris y unicornios?16


LEYVA 📝
Tomó una pijama de unicornios y me regreso al cuarto del millonario donde
Arturo duerme plácidamente —Que niño tan dormilón tiene tu tío —pico su
nariz y me pongo en el recostadero de la cama.2

Giro mi vista y observo el libro que antes había tomado, lo agarro entre mis
manos y abro la primera página donde está escrita una reseña con una letra
particularmente fina.

Los Alphas.

Los alphas son ese tipo de lobo líder de la manada, pero para saber que es un
alpha primero tenemos que saber que es un lobo, un lobo es una criatura
nocturna que caza con su manada para poder sustentarse. Hace tiempos
remotos un humano fue atacado por un lobo líder, este al ver que tan
indefenso era el humano lo mató y antes de ser devorado el espíritu de la luna
bajo hasta aquel lobo y lo condenó a vivir a él y su generación dentro de
humanos para siempre y así fue, viviendo dentro del humano como una voz en
su cabeza, solo saliendo al exterior cuando aquel humano lo permitiera y esto
desencadenó a los ahora conocidos hombres lobo.12

Esto no es una mitología ni mucho menos leyenda, los hombres lobo existen y
entre las personas se pueden distinguir sus características, pero más que
todo se distinguen por su físico y la falta de edad que hay en este, su
temperatura a altos niveles de calor y sus luminosos ojos que cambian por las
emociones de su lobo; ahora un alpha es aquel que líder que dirige una manada
para que no se pierdan en el camino de la oscuridad, conformada por un beta,
su mano derecha; los guerreros omegas, miembros de la manada y lo más
importante de un Alpha, Su Luna, su razón de ser y estar en el mundo y hay
de aquel que se meta con la luna de un alpha porque las consecuencias no serán
agradables.
Todo esto lo escribo por si algun día alguien de nuestra manada decide leerlo,
Yo soy Antonio Dhall, primer líder de la manda Black Day.8
LEYVA 📝
¿Esto es una broma verdad?

CAP.19~ATENCIÓN

Capítulo diecinueve

Veo las fotos de cientos de mujeres y hombres con un solo apellido por
herencia.

«Dhall»

Esto no significa nada para mí.

Cambio de páginas velozmente hasta que llegó a la última donde un señor


parecido a Wade. Sus ojos, su cabello, su rostro, todo, está plasmado en papel.

Observo la mirada del tipo: seductora, pero dura y fría.

Fernando Dhall.

Bajo leyendo su biografía y me detengo a leer con suma atención.

Es el ex alpha de la manana Black day. Con su luna, Serafina Monterrey de


Dhall gobernó por quinientos años.

Sus hijos son dos:

Emilie Dhall con doscientos treinta y dos años. Su mate es el alpha de la


manada Light Moon, Isaac Qyoren, y su hijo Arturo Qyoren Dhall.

Veo a Arturo tan tranquilo en la cama que dudo lo que estoy leyendo.
Sinceramente él no puede ser lo que un libro dice.

Y el hijo del ex alpha Fernando Dhall, ahora, alpha de Black day es: Wade
Dhall.

Mi corazón repiquetea una y otra vez tratando de salir de mi pecho.


LEYVA 📝
Este libro es una mentira.

Cierto.

Sonrío. Esto no puede ser verdad, ellos son humanos tal y como los otros y yo.

Sí, eso.

Esto es una mentira.

Sin embargo... Abro el libro que había cerrado inconscientemente y voy hasta
la última página donde efectivamente encuentro una fotografía de él en
primer plano.

Trago grueso y empiezo a leer en voz baja para mi misma.

Wade Dhall

Nació en épocas de guerra.


Es uno de los alphas más viejos por gobernar una manada desde tan corta
edad por su padre desaparecido, sin un líder la manada se perdería lo cuál la
luna Serafina de Dhall lo ascendió al puesto de Alpha. Luego de búsquedas
para encontrar a su padre finalmente lo encontró en manos del enemigo y se
desató la segunda guerra.

Se convirtió en un gran empresario gracias a las acciones de su padre en


pequeñas empresas lo que el decidió invertir el todo por el todo en una
empresa de tecnología y logró salir a flote ahora con firmas y consorcios
internacionales.

Aun que el alpha lo ha tenido todo en su extensa vida, le faltaba algo y ese
algo era su luna, pero dado a las circunstancias presentes se podría decir que
ya encontró a su mitad llamada asi:

Sara Poezyn86
LEYVA 📝
Por mi cuerpo recorre cierto frío y todos los pelitos del cuerpo se me erizan.
El instinto de supervivencia se adueña de mi corazón y lo único que quiero
hacer ahorita mismo es salir corriendo.

Voy a la primera página y leo con detenimiento las características de un


hombre lobo.

Su físico,
Su temperatura,
Su falta de edad,
Su cambio de color de ojos.1

No cabe duda de que el color de sus ojos cambia todo el tiempo, su físico es
excelente, su falta de edad es notoria, para tener veinticuatro se ve de
diecinueve, no tiene ojeras y es perfecto a la vista de las demás personas y
su temperatura, todavía no la sé.4

Suspiro. Tendré que averiguarlo.

Además, quién me asegura que lo que tengo en mis manos no es una falsedad.

Escucho pasos prominentes del pasillo y cierro el libro abrupatamente, lo tiro


debajo de la cama y alzó mi vista antes de que la puerta sea abierta.

—Pensé que estarías dormida—cierra la puerta detrás de él y se me queda


mirando con unas ropas en su mano —¿De dónde sacaste eso?

Lo observo fijamente—De uno de los cuartos de esta fila, es rosado chillón—


camina hacia una puerta y la abre para dejar la ropa que trae.

—Esa ropa es de mi hermana—se rasca la nariz y pone sus brazos en jarras


—Da igual, ella ya no vive aquí— se encoge de hombros.

Inmediato recuerdo lo que en el libro decia.

Emilie Dhall.
LEYVA 📝
Quito eso de mi mente y lo miro esperando otra reacción de su parte—¿Qué
te pasa? te noto extraña.9

¿Qué le digo?

Tal vez la verdad.

¿Que verdad?

De nuevo esa voz.

¿No te agrada?

No, sal de mi cabeza.5

Rápidamente me excuso con lo que primero se me viene a la mente:

Sueño.

—Lo que pasa es que tengo sueño—estiro mis brazos hacia arriba y bostezo
—¿Dónde dormiré? —mis ojos están en un van y ven por tal mentira.

Ni que fuera la gran mentira.

—Espera a que me bañe y me cambie para irte a dejar—se da la vuelta para


quedar al frente de la puerta donde guardó la ropa que cargaba en la mano.1

Me levanto —No es ne...

Mis ojos viajan a través de su ancha espalda con algunos lunares en lugares
correctos.

Es tan sexy.

Se da la vuelta y sus ojos me escanean de arriba a abajo, se detiene en mi


rostro y siento como todo ese líquido rojizo que recorre el interior de mi
cuerpo se detiene en mis mejillas e invade toda mi cara en un segundo. Me
acuesto en la cama y tapo mi cara con una almohada.

¿Cómo es posible que este sonrojada?


LEYVA 📝
Escucho una pequeña risita de su parte y camina al baño. Me dejó caer en la
cama con todo mi peso verdadero y le paso un brazo a Arturo por encima.

Ya poco me importa que me vea dormida aquí.

Cierro mis ojos y doy largos suspiros hasta caer en los brazos de morfeo.

—Sara, levántate —grita Elizabeth en mi oído y me tapo con la almohada


gracias la luz que entra por el ventanal y me llega a la cara.1

No respetan el sueño de los demás.4

Unos vagos recuerdos llegan a mi mente y en un salto estoy de pie. Tomó mi


cabeza entre mis manos y me asiento por el fuerte mareo—Eso te pasa por
brusca, niña terca—miro otra vez donde estoy y hago una mueca.

Nunca he sido fanática del rosado.

—Elizabeth, ¿cómo llegué aquí? —ella me levanta de la cama y me empuja


afuera del cuarto chillón—Te pregunté algo, respondeme, madre.

—Deja de llamarme así, y pues tu caminaste sonámbula anoche hasta aquí, ¿no
te acuerdas? —niego. Veo que abre la puerta donde ella y Matías duermen, la
cierra y suelta aire.2

—Dios, ¿piensas que hice bien en regresar con Matías?

Sonrío—Lo que tú decidas está bien, Elizabeth, no dejes que el pasado te


atormente y ya deja de preguntarme y haz tu vida cometiendo errores que
de eso se trata esto—camino hacia ella y la abrazo—Ahora, ¿para qué me
llamaste? —me tiro en la cama gigantesca de frente y inspiro el olor
característico a mi mamá.5

—Wade está en la empresa, el mando a buscar tus cosas y ya están aquí y


también dijo que te prepararlas, que iras a la morgue con él —en mi cara se
dibuja una inmensa sonrisa.
LEYVA 📝
Volteo—¿en serio dijo eso? —asiente, me levanto —¿Elizabeth dónde está el
baño? —me muevo de un lado a otro con felicidad.

—A tu izquierda, al fondo—me voy despojando de todo —Buscame ropa,


Elizabeth, no te quedes parada ahí —digo abriendo la puerta del baño.

—Te la dejaré al pie de la cama y luego de eso bajas a comer—doy pulgar


arriba y me meto a bañar.

Salgo del baño y me pongo lo que ella dejó para mí al pie de la cama, ya lista
bajo las escaleras sin fin y encuentro a mi profesor de física muy acaramelado
con mi madre.

—Buenos días, señores —él voltea y pasa un brazo por la cintura de mamá.

—Buenos días, felicidades por ganar el concurso —lo miro extrañada—En el


instituto la periodista lo sabe todo y no dudo en publicar la historia. Eres
viral—abro los ojos como platos y salgo corriendo escaleras arriba.

Ojala que no, ojala que no, ojala que NO.

Entro al cuarto de Matías y mamá y busco mi maleta a un costado de la cama,


saco mi teléfono y lo prendo.

Una luz tintineante parpadea la pantalla.

Genial, batería baja.

Bajo velozmente como alma que lleva el diablo.

—¿Dónde hay un cargador? —digo con terror y jalo a Elizabeth del brazo.
Matías agarra mi muñeca antes de que pueda hacerle un daño a mi madre y es
cuando escucho su voz.

—¿Para qué quieres uno?—miro hacia la puerta donde entra Wade en toda su
gloria, vestido con una camisa polo azul, un pantalon de tela negro y sus
zapatos marrón oscuro.
LEYVA 📝
Hermoso.11

Lo pienso, pero no lo digo. Miro su cara donde nace aquí una sonrisa en mi
dirección.1

Lo observo con asombro y en vez de querer salir de los brazos de Matías me


pego más a él, rápidamente su reacción cambia a una imponente y Matías me
suelta.1

¿Por qué cuando él hace eso todos se alejan o bajan la mirada?

Es tan jodidamente confuso.

—La verdad es que lo quiero para cargar mi teléfono y ver unas cosas—tensión
total entre todos.

—No hace falta, lo podrás poner a cargar en el auto—pasa a mi lado en


dirección a las escaleras—¿desayunaste? —me mira de reojo.

Niego—Acabe de bajar.

—No lo hagas, un amigo me dijo que él no come cuando ve a los muertos, si no


que después.

¿Eso es una indirecta pensando que soy débil?5

—Comeré, total soy yo la que quería esto—decidida doy un paso al frente.

Suspira—Como tu quieras—sube las escaleras de tres en tres hasta que lo


veo desaparecer completamente.

Guado mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y me voy donde mi


Elizabeth—Tengo hambre, mamá —le pongo ojos de cahorrita abandonada.

—No sé, Sara, si Wade dice que no comas es porque él debe tener algun
motivo, ¿no crees?

Me alejo sorprendida—Eso no me lo esperaba, pero si no me quieres dar


comida, lo entiendo.1
LEYVA 📝
—Tu desayuno está listo, puedes comer si tienes hambre— me señala la cocina
y hace una mueca con la boca.

Corro donde ella y le doy un sonoro beso en la mejilla—Por eso te amo—me


giro y en cuanto lo hago mi ánimo se va al piso totalmente.

—¿Tú qué haces aquí, chiquilla? —achicó mis ojos y dejo pasar su pregunta —
¡Me respondes! —la ignoro y tuerzo mis ojos—Ey, estúpida humana, te di una
orden.3

Ya se me quito el hambre.

—No me rebajaré a tu nivel de perra en celo, si quieres a Wade puedes


quedártelo, yo no estoy interesada en él, solo es amigo de mi madre y por eso
trato con él, solo eso —abro la puerta de la casa y la estrello con todas mis
fuerzas.1

Tú sabes que lo que hablaste con ella es mentira, ¿no?

Claro, pero que querías, que le dijese que gusto de Wade y ya.

Cierto, cierto.

Me cruzo de brazos junto a la fila de autos de don ricachón hasta que lo veo
venir con Natalia pegada de su brazo.1

Auto control.

Él carga un estilo no apropiado para un empresario, pero para ser verdad se


ve bastante bien. Unas zapatillas blancas, un jean gastado, una playera blanca
manga corta y una camisa enrollada hasta los codos de color verde militar.

—Deja de buscarme, me atormentas, es eso o que te mudes de casa hacia otro


lugar y sabes que no tengo problema para eso—se detiene y la observa y
nuevamente pasa ese destello por sus ojos lo que me ayuda a pensar más en
ese libro.
LEYVA 📝
Ruedo los ojos —¿Vamos o no? Si no me voy corriendo de aquí a el instituto,
porque tampoco es que me hace gracia faltar.

La boca de esa víbora se abre y escupe su veneno continuamente —VETE.

Alzo mis manos y camino regresó a la casa, sus vista se posiciona en mí —


Natalia, lárgate, no te lo volveré a repetir —jala su brazo con brusquedad y
me toma de la mano guiándome hacia uno de sus autos.

—Sube —le hago caso y ya adentro me adelanto a ponerme el cinturón y a


esperar que el arranque para ir a nuestro destino.

—¿No comiste cierto? —asiento.

Giro encontrándome con la cara de la lagarta, doy una sonrisa burlona—No


logré hacerlo porque tu novia estaba ahí —conduce fuera de la casa y nos
incorporamos al tráfico matutino—¿Tienes el cable de cargador? —abre la
guantera de mi lado y saca uno.

—Dame el teléfono —lo saco de mi bolsillo y se lo doy—¿Eso qué es? —mira


extrañado mi huawei.14

—Eso es mi teléfono móvil, sabes, no todos tenemos para iphone bañados en


oro—hace una mueca —Puedes conectarlo y listo y manejas con la vista en la
carretera, no quiero morir tan joven—lo conecta y hace caso a mis palabras.
Su perfil matutino está de lo mejor.4

—¿Quieres un teléfono nuevo? —miro por la ventana.

—No, con ese estoy bien aunque es un poco viejo, pero todavía sirve y eso es
lo importante.

—Si eso se puede llamar teléfono móvil—murmura.

—Yo no tengo el dinero que tu tienes como para comprarme uno como el tuyo,
sabes, no todos en la vida tenemos lo que queremos, además ese es un huawei
ascend y300 no tiene nada de malo.5
LEYVA 📝
—Es viejo y por eso mismo te pregunte si querías uno, yo te lo compraré y no
lo tomes a mal antes de que pienses, es solo que ese teléfono está obsoleto
—ruedo los ojos.

—Eso puede que sea verdad, pero igual no, gracias por la oferta.

En el carro se instala un silencio sepulcral hasta que a lo lejos puedo ver un


enorme hospital llamado «San José»1

Llegamos.

Wade mira donde nos podemos estacionar y aparca, sin que me lo dijese quito
mis cosas rápido y salgo a explorar el panorama.

—Llegamos. Luego de esto te llevaré a comer—cierra el automóvil y me da la


mano. Es la hora de comprobar su temperatura.

Me concentro en sentir su calor y suelto su brazo abruptamente cuando siento


lo caliente que está.

Junta sus cejas —¿Qué pasa, no lo quieres hacer?

Vamos, Sara, piensa.

—Lo que pasa es que me entro un mareo—digo lento y calmado para que me
crea.

—Si quieres te llevo a que te hagan una consulta en medicina general—niego—


Segura.

Asiento y trago grueso—No es nada, no te preocupes.

Ahora que se que tiene una temperatura relativamente alta no puedo decir
con seguridad que si lo es, pero y si el libro es de mentira, y si solo era un
truco de alguien para asustarme.12

Me agarra de la mano delicadamente—Vamos—siento otra vez ese escalofrío


y su calor, su aroma me hacen enloquecer internamente.
LEYVA 📝
Por qué, por qué, por qué con el señor millonario.

Ya adentro en la última planta donde solo familias lloran silenciosamente por


la pérdida de personas, observo a cada uno y como estos se me quedan
mirando junto a Wade con ojos de desamparados.

Tal vez esto sea lo más difícil del trabajo.

Aprieto la mano de Wade y este me regresa el apretón de vuelta —Buenas,


estamos aquí para ver como se realiza la autopsia—dice él y la enfermera alza
su mirada neutra.

—Vengan conmigo, por favor—nos lleva a través de los largos pasillos hasta
un cuarto solitario—antes de entrar tienen que adecuarse para evitar entrar
o salir con alguna bacteria o un virus pueda estar presente en la sala—damos
una señal y rápidamente nos cambiamos.

—Pueden dejar la ropa y accesorios aquí por mientras—nos señala un estante


y coloco mis cosas en el.

Salimos detrás de ella hasta ver al fondo un cartel donde está la palabra en
grande escrito: Morgue.
Me entra un escalofrío que rápido remplazo por una sonrisa.

Estaré viendo cada uno de los procesos de el mismo.

—Sara, si tienes frío me dices—en cuanto pasamos por las puertas todo se
escucha tan silencioso. Inspecciono el lugar con la vista hasta que vuelvo a
escuchar a la enfermera.

—Desde aquí entraran y miraran desde una perspectiva alta y la señorita


podrá preguntar lo que deseé a los expertos — se da media vuelta y se retira.
Miro a Ricky Ricón y él a mí.

—¿Con miedo niño fresa? —da una sonrisa.

—No, no es mi primera vez viendo un muerto.


LEYVA 📝
Parpadeo varias veces y decido entrar para empezar a ver todos los procesos
internos y externos que los médicos forenses tienen que hacer junto a su
ayudante.

Luego de tres cortas horas puedo decir que salgo del hospital con la sonrisa
más grande del mundo.

—¿Quieres... —mira su reloj en la mano derecha —almorzar? —asiento aún


con mi sonrisa. Llegamos al auto y ni siquiera le presto atención a mi al
rededor, solo a lo estupendo que se sintio estar ahí —me alegra que estes
feliz—volteo donde él y lo veo sonreír —tu sonrisa no se ve todos los días.

— ¿Cómo tu sabes eso?

Guarda silencio —Andrews me dice —pongo mi mejor cara de confusión —o


sea el señor Pedro.

—¿Pedro? —el entra a un centro comercial medio vacio y parquea el auto.

—Se llama así, su apellido es Andrews.

Muerdo mis labios y caminamos hasta un restaurante.

Esto me trae vagos recuerdos de lo que pasó en el anterior.

Los restaurantes no son mi fuerte. Nos sentamos en una silla para dos frente
a el centro comencial mirando a la gente comprar, él pide todo lo que vamos a
comer y sin decir más se instala un silencio sepulcral entre nosotros.

Es momento de preguntar.

Suspiro —Wade Adlen Dhall, ¿Tú crees en la existencia de los hombres


lobo?49

Y eso es todo lo que digo para tener toda su atención en mí.


LEYVA 📝
CAP.20~BOSQUE

Capítulo veinte

—¿Por qué lo dices? —lo veo directamente a los ojos buscando ese movimiento
que me diga que sí.

—Porque yo si he creído en esa existencia, no sería algo raro que en este


mundo esten cosas sobrenaturales —la camarera pronto aparece con un chico
y nuestros almuerzos, este me da una sonrisa y yo sonrío de vuelta.

—No, no creo en eso. Parece que le gustas a ese niño —lo miro, su semblante
cambia a serio y empieza a tomar los cubiertos para comer—formarían una
linda pareja.8

Tomo el cuchillo de mesa para cortar la carne—No es mi tipo—me enocojo de


hombros, sus ojos no abandonan cada uno de mis movimientos y suspiro
dejando las cosas en el plato—¿Qué me miras? —toca la comisura de sus labios
y se forma una bonita sonrisa en ese rostro —¿Qué tengo de graciosa?

—Es que te vez tierna cuando te haces la desinteresada —pincha un pedazo


de carne.

Alzo una ceja—¿por qué mejor no comemos? —niego sonriendo.

En cada bocado de comida observó sus movimientos, como la comida pasa por
su garganta, sus señas y muecas.

Este hombre me encanta.

Termino de comer y me recuesto de la silla —Wade, ¿qué hora es? —Mira su


reloj—Son las dos y quince ¿por qué?

—Desean algo más—giro encontrándome con el camarero y su sonrisa —¿algún


postre o refrigerio? —se dirige a mí e ignora la mirada matona de él.
LEYVA 📝
—Puedo pedir la cuenta—por primera vez busca la mirada de Wade. Asiente
y camina fuera de nuestra vista.

—No quieres nada, ni para Arturo —digo con algo de decepción.

Amo los dulces.23

—Lo compramos adelante, es mucho mejor asi—mira de reojo al camarero.

—Corrección, lo compraras tú. Acuérdate que no tengo dinero, no soy


millonaria.

Rueda los ojos—Cuando vas a dejar de tratarme de un millonario y empezarás


a tratarme como otra persona más.

—Tú no eres otro más —me encojo de hombros —Eres especial.2

—Aquí está la cuenta y aquí el lector de tarjetas, gracias por su visita —lo
coloca de mi lado de la mesa y agarro la servilleta disimulada que está al lado
del lector.

Volteo la servilleta y lo primero que veo es su nombre.


Daniel, y abajo de este su número de teléfono.

Observó a Wade que me da una mirada de pocos amigos —¿Qué?

Él saca su billetera y agarra una de sus tarjetas, la pasa por el lector y marcar
la clave. Estas son las cosas que nunca haré.9

Con todo listo el escaner expulsa dos recibos y firma uno de ellos. Una firma
tan peculiar, una A mayúscula en forma de estrella y arriba de la primera raya
otra más y abajo una coma y al final termina su segundo nombre.

—¿Por qué Adlen de firma?—él se levanta y copio su movimiento.

—porque me gusta ese nombre—caminamos a la recepción del lugar y en esta


veo al camarero, veo la servilleta y luego la mirada acosante del mismo.
LEYVA 📝
—¿A donde vamos ahora? —sin dejar de mirarlo hago la servilleta una bolita
y la tiro a la basura.

Busco los ojos de Wade y mis manos instintivame toman las suyas.

Sonríe —A casa, ¿no?

Llegamos al auto y él me suelta, comienzo a sentir ese vacio que me envuelve


con cierta cizaña y todo mi cuerpo se eriza, dirijo mi vista hacia el lugar donde
Wade mira fijamente y una sonrisa cínica sale del camarero.

Esto no me está gustando.

—Sara, entra—me pierdo dentro del auto sin refutar su orden y miro otra
vez en dirección al restaurante.

Wade entra rápidamente con un semblante sin expresión —¿Estás enojado?


—enciende el auto —¿estás bien?2

Sale del centro comercial como si de una pista de carreras se trátase. Aferro
mis manos al cinturón y trago grueso.

Nos vamos a matar.

Tomo mi teléfono lista para llamar a emergencias, a pocos metros veo el


residencial y baja la velocidad, entra y aparca el auto cerca de su inmensa
mansión, sus manos dan vuelta a la llave del carro e instantáneamente el motor
se apaga, vuelve a colocar las manos sobre el volante, pero esta vez algo más
rígido, aprieta su mandíbula y sus lindos ojos pasan de lindos a fríos en un
segundo.

A este siempre le pasa algo raro cada vez que estamos en un restaurante.9

Logro desabrochar el cinturón con miedo y bajo del auto estrellado la puerta
detras de mí, corro a las puertas de su mansión y escucho el portazo que da
al bajar, rápido volteo mi cabeza y lo encuentro corriendo en dirección
contraria.
LEYVA 📝
¿Para dónde se dirige?

Muerdo mis labios con confusión y mis pies se debaten por seguirlo o no.

Tal vez no sea mala idea.

Tal vez.

Pero, y si le pasa algo.

Cierto.

Vamos a acompañarlo silenciosamente.13

Querras decir; Seguirlo.

Guardo el celular en mi bolsillo y salgo disparada por donde se fue.

Esto es acoso.

Soy una acosadora.2

Desde lejos lo veo en el portón de entrada, cruza la calle y camina en dirección


contraria al vecindario. Cada vez que doy un paso trato de esconderme con la
arboleda, se detiene y examina el lugar antes de desaparece de mi vista en la
inmensidad del bosque.

Sigo con pasos cautelosos hasta la entrada de su desaparición, tapó mi boca


con asombro cuando veo la ropa tirada en el suelo. Mi corazón repiquetea
rápidamente y con el hígado en la mano entro a la profundidad verde.7

¿Cuántas horas se supone que lo he seguido?

Los pasos parecen minutos aquí.

Recorro árbol tras árbol y en cada uno voy dejando una señal para no
perderme. De algo sirvió leer el manual de supervivencia. Mi piel siente los
arañazos de las ramas y con pasos rápidos salgo de las enredaderas.5

Me relajo y con cautela examino el lugar.


LEYVA 📝
Existen bosques preciosos.

Definitivamente algunos si son bonitos a diferencia de otros. Contemplo a mi


al rededor la maravilla de vista con flores, árboles podados, pequeños
arbustos y al final un lago.

Un lago y Wade en el.

Caigo de rodilla y me arrastro cerca de un arbusto, su cuerpo desnudo me


insista a preciar el momento y saco mi teléfono sin pensarlo.13

Enfoco su cuerpo en la cámara y sin prestar atención solo escucho como el


sonido de la cámara llama su atención. Sus ojos viajan con velocidad
recorriendo todo hasta volver a la normalidad.30

Tomo asiento y dirijo mi vista en la luna llena que se hace más visible con
forme el sol baja. Tengo que irme.

Si un animal se topa con él, a él es que se lo van a comer.1

Me levanto y cruzo las ramas golpeandome con ellas, sigo el rastro para salir
y la luna empieza a brillar y faltando poco para llegar a la acera escucho un
ruido en mi espalda que me hace voltear.1

Sabía que era mala idea estar aquí.

Lo sabía.2

Con el corazón en la boca me voy pegando al árbol. Un lobo negro con ojos
amarillos avanza más y más hacia mí. Tal vez tenga tres o dos metros de alto
o más, no sé con exactitud y con esa altura comerme debe ser fácil.12

Me hago una bolita y una pequeña lágrima rueda por mi mejilla.7

Voy a morir.

Adiós madre, adiós vieja, adiós futuro padre, adiós instituto, adiós vida de
forense, adiós personas que conozco, adiós mi amor, wade.23
LEYVA 📝
Espero, espero y espero mi muerte, pero nada. Suelto la presión que hay en
mi cuerpo y abro los ojos para mirar de reojo, el lobo se acerca y me da un
lengüetazo en la mejilla—Ah, pero tu no me ibas a comer —me mira con
cuidado y pasa un destello verde azulado por sus ojos.27

Retrocede y me levanto para dar un paso hacia el—¿Cómo es que un lobo no


come humanos? —acorta la distancia que tenemos y empieza a restregar su
cabeza por mis manos—tal vez seas doméstico —se separa abrupatamente de
mí y suelta un gruñido. Alzó las manos y retrocedo—entendí perfectamente
—vuelve a mi —¿Quieres que te toque?—alza la cabeza y pasa ese destello
verde otra vez. Tomo asiento en la tierra húmeda y se echa a mi lado —¿Cómo
es que esto es posible? —sigo acariciandolo—eres un manso—en cuanto digo
esto lo veo levantarse y mirar a mi lado.13

Junto mis cejas. ¿Ahora que hice?

Me levanto y me posiciono a su lado, sigo su mirada y mis ojos se topan con


semejante serpiente, trago grueso y retrocedo instintivamente —ven, no la
toques —el camina hacia ella con cautela y le entierra sus garras de un
zarpazo.

Vuelvo a mirar como ahora la serpiente muerta es tirada detrás de unos


arbustos y su pelaje me hace cosquillas las manos; observa la luna y sus ojos
brillan.

Es super bello.

Estoy halagado, mi luna.50

Junto mis cejas. ¿Cómo es que?

La luz de la luna en todo su esplendor llama mi atención y observó el camino a


casa. Ya será hora de volver, porque luego Wade me encuentra y eso no será
algo bueno.3
LEYVA 📝
—Lobito lindo, me tengo que ir, la verdad estuve siguiendo a alguien que me
gusta un poco—hago una seña con la mano —solo un poquito, entonces por eso
estoy aquí. Tal vez te venga a visitar otro día porque si me quedo mi madre se
preocupará y si el hombre a quién estaba siguiendo aparece y me pilla aquí
será un poco vergonzoso—le doy un abrazo y toco su nariz—Adiós —antes de
voltearme el desaparece a la luz de la oscuridad y camino para llegar a la
acera.33

Un ruido esplendoroso de ramas suena y giro mi cabeza para encontrarme con


Wade. Trago grueso—¿Qué haces aquí?5

Por mis mejillas sube un intenso color rojo y doy una sonrisa apenada—Nada—
camina hasta mí y me carga en brazos —bajame, nunca me ha gustado que me
carguen, bajame, y si nos caemos —ignora mis comentarios y camina sin decir
una sola palabra hasta llegar a la carretera.

—No puedes andar sola por aquí, imagínate que te pase algo—me abraza y
siento esa electricidad pasar por mi cuerpo —Ahora te subiré a mis hombros
para que no camines hasta la casa—antes de protestar ya me encuentro en
sus hombros y me agarro de sus brazos alzados para sostenerme un poco
hasta recobrar el equilibrio —¿Me dirás qué hacias?

Sonrío—Ya te dije que nada, solo quería pasear un rato y pues llegué hasta
aquí —llevo una de mis manos a su sedoso cabello.16

A lo lejos veo la enorme mansión y a mi mente viajan recuerdos de aquel libro.

Esto es un tanto curioso.8

...

No tener nada en que pensar es aburrido y más cuando lo que están dando en
tu instituto ya tu lo diste y lo leíste en cientos de libros—Señorita Sara,
podría decirme tres artículos.

Giro mi cabeza a la pizarra—El, los, la, las.


LEYVA 📝
—Muchas gracias por su participación —dice la profesora de español y sigue
dando su clase normal.

Ayer cuando llegamos me sorprendió que él no estuviese cansado, tal vez ese
libro diga la verdad, pero como descubriré eso, además de que antes que
empezara a entrar en el bosque vi su ropa tirada y dañada y cuando lo volví a
ver su ropa estaba intacta.

No será que me habrá visto.

No lo sé, digo que no.

Pero, y entonces qué hago con esto que me esta matando por saber si solo es
ficción o realidad.1

Piensa sara, qué haces cuando algo te deja dudas.

Investigar y preguntar.

Entonces haz lo que te parezca mejor.

Lo que me parece mejor es dejar eso de lado.

—Señorita Sara Poezyn, Señorita Sara Poezyn, se le solicita en el patio de el


instituto—junto mis cejas.+

¿Qué?

Ahora que hice.


LEYVA 📝
CAP.21~FIESTA

Capítulo veintiuno

Nunca me han gustado las fiestas, ni para mi cumpleaños, ni graduación, ni


nada y hoy tengo una en mi honor.4

No sería la primera vez que tengo una, pero puedo decir que la anterior fue
un total fracaso.

Aún lo recuerdo: personas que yo no conocía, licor, borrachos y sobre todo,


mujeres con diminutas cosas, o sea, prostitutas.
En una fiesta de cumpleaños para una niña se supone que lo que tiene que
haber es diversión, juegos, piñatas, niños corriendo y jugando, gente
bromeando, pero en la mía todo era un desmadre por parte del señor
Alcibíades.

Odio a ese señor.

Nunca en mi vida me sentí tan poca cosa. Las risas de esas personas todavía
las puedo escuchar cuando tengo una pesadilla. A él no le importaba ni mamá,
ni yo y nos hizo creer que sí, nos posicionó donde se supone que las personas
estaban tomándose fotos y a la cuenta de tres todos empezaron a tirarnos
huevos.3

Yo no lloré. Yo era fuerte.

Cuando se acabaron y tomaron las fotos yo di tres pasos al frente y como si


fuese ayer recuerdo lo que dije:
"Ciertamente no me molesta que vengan a la fiesta que organizó un
ESTÚPIDO, si no que, no sé quién es más estúpido, si él por armar todo esto
o ustedes que lo siguen, pero que se puede esperar de los amigos de este
idiota, solo personas sin cerebro y brutos por naturaleza".4
LEYVA 📝
En ese momento agarre la mano de Elizabeth y entre a la casa para llamar a
la policía.

Luego de ese día cada vez que me encontraba con uno de ellos en la calle me
les reía en la cara, pero ahora siento que es diferente. A pesar de que es para
mí, los estudiantes pasan y me dicen felicidades y también gracias por ganar
y darles un día libre.

Todo sea por su beneficio de no estudiar, yo mil veces preferiría estudiar que
no hacerlo.3

Resoplo, no puedo pasarme un día entero en esto, necesito hacer algo,


necesito investigar.

Camino hacia el director y toco su hombro —Director, discúlpeme la


interrupción.

—No se preocupe señorita poezyn, dígame que necesita.

—En este instituto hay computadoras, laptops o algo así por el estilo.1

—Si claro, pero la que tiene acceso a todas es la señorita Julianna, la


reportera estudiantil y ahorita mismo debe estar buscándola para una
entrevista.

—Bueno ya llegará pronto —camino a las puertas del instituto y miro a toda la
gente riendo, otros divirtiéndose al son de la música mientras que los demás
estan regresando a sus hogares.

—Buenas tardes, aquí su reportera favorita Juliana Montiel entrevistado a


nuestra celebridad estrella—se gira dramática hacia mí —dígame señorita
sara poezyn cómo fue que gano el concurso después de tantas personas
intelectuales con su misma capacidad.2
LEYVA 📝
Respondo sin expresión alguna—En realidad no fue tan difícil dado a que la
prueba final se trato de enfrentar tu miedo, yo como estudiante debo decir
que mi mayor miedo ahí se cumplió, pero entre todo eso me divertí.

Claro, con el millonario.1

Cállate.

—Y digame señorita como es eso de que estuvo con el empresario más


codiciado de nuestro estado, habrá algún romance escondido.

—La vida privada de las personas no se cuenta, él es un gran amigo de mi


madre y solo por eso trato con él.1

—¿Cree usted que su madre y él tuvieron algo que ver para que usted ganará?

Alzó una ceja—No lo creo, además yo confio plenamente en mi capacidad como


persona y sé hasta donde puedo llegar, si usted desea algun día podemos
hacer un examen sorpresa haber quien obtiene mejores resultados.1

—Gracias Señorita Sara, pero me queda claro quién es la más inteligente


entre las dos, trasmitiendo desde la camara de Raul Zeballos, Instituto Pilar
de la Fuente—en ese momento el chico apaga la camara y se va instituto
adentro.4

—Julianna, hablé con el director y es que necesito entrar al salón donde


guardan las computadoras, necesito ese acceso.

—Claro, no hay problema muñeca—me da las llaves—te vas recto y doblas a la


derecha ahí verás una puerta, agarras la llave pintada de azul y abres la
puerta, bajas las escaleras y enciende las luces a el costado derecho y ahí
esta el salón de computo—muerde su labio y camina en dirección al patio
moviendo exageradamente sus caderas.

Niña fresa.
LEYVA 📝
Recorro todo lo que ella me dijo hasta llegar a las escaleras sin luz.

Esto me da mucho corte.

Enciendo la linterna de mi teléfono y bajo cuidadosamente para no tropezar,


caer y romperme una costilla o una pierna.

Llego hasta el interruptor y enciendo las luces, todo tranquilo y las máquinas
apagadas, voy a la primera de la fila y la enciendo; esperar es una de las cosas
que hago con pasiencia, pero con la presión y la ansiedad de saber y tratar de
buscar algo relacionado es frustrante.1

Ya después de que entrara a modo invitado doy acceso a internet y voy a


navegación de incógnito:4

‘Historia de Los Hombres Lobo’

Lo primero que se me viene a la mente luego de tantas cosas que buscar.

En una hora ya tengo información necesaria como para saber que es uno y que
no, la gente lo mira como algo mítico y en realidad existe, pero es una
enfermedad, solo una enfermedad.6

O eso quiero creer.

Entre cosas como ojos brillantes, lobos grandes, sus colmillos, una mordida
mortal, no todos son malos, juicios, peleas, reclamaciones, como dañarlos,
temperatura, fisico, actitud, pueden convertirse en humanos, no le temen a
nada, muerte, celos, posesividad, rechazo y finalmente su otra mitad, su mate,
o compañera de toda la vida de un hombre lobo y su peor enemigo, los seres
fríos llamados chupasangre o vampiros.

Un vampiro, criatura noctura de piel blanca casi llegando al color de un


muerto, su alimentación es de sangre ya sea de animal o humano y todo lo que
aprenden es por la cantidad de años que pueden llegar a vivir, pero su peor
enemigo, un hombre lobo.
LEYVA 📝
Todas estas cosas salían en el libro, pero resumidas, no hay ni un video que
compruebe la existencia del mismo.1

Los científicos dicen que las personas adoptan está enfermedad por
generaciones pasadas donde fueron infectados por la rabia de un animal aún
desconocido.

Lo bueno es que es falso, lo malo es que la duda me carcome.

No es necesario decir que de tanto estudiar me estoy volviendo loca, estoy


loca, pero no lo demuestro.

Bueno si, pero solo con personas con mi entera confianza, Elizabeth es de mi
entera confianza y nada más.

Salgo de todo y apago el computador, prendo la luz del celular y apago las
luces para ir subiendo, una sensación de peligro y miedo me hacen subir rápido
y salir lo más pronto posible de ese lugar.

Meto la llave a la cerradura y siento un lijero frío envolverme, nunca he


sentido miedo de algo, pero desde la mirada de es chico ayer todo me parece...

Diferente.

Me apresuro a llegar a la entrada del instituto y calmar mis nervios, la gente


aún sigue conversando mientras que otras abordan en trasporte escolar.

Todo está normal.

—Señorita Sara, venga que le tenemos un regalo—giro mi cabeza por encima


de mi hombro y sigo al director hasta el patio trasero.

De lejos veo una caja gigante con un moño y me acerco a esta—¿Esto qué es,
señor director?

—Ábralo y se dará cuenta—me empuja y golpea mis hombros.


LEYVA 📝
Achico mis ojos—No me gustan las sorpresas, prefiero las cosas claras—jalo
del moño y una torta da directo en la cara del director—sabía que esto iba a
pasar—todos empiezan a reír.2

Él agarra los pedazos que tapan sus ojos y los tira—¿Quién hizo está broma?—
grita y todos se quedan en absoluto silencio—Lo quiero aquí ahora mismo.

Veo a unos jugadores de fútbol americano traer a empujones al chico que me


salvo la vida cuando casi fui atropellada, el chico de los ojos azules.2

Un jugador de fútbol, eh.

—Director fue Roberto el que decidió hacer la broma.

—No me sorprendería viniendo de usted señor Dimas— da una mirada


fulminante —y lo peor del caso es que no lo puedo expulsar por ser jugador
estrella—sus ojos topan con los míos y brillan en un intenso azul.4

Tipos como él es que las niñas de ahora quieren. Yo solo quiero a alguien que
me ame por lo que soy no por como me veo.

Sigo viendo el pastel de tres pisos con cizaña —Señorita haga el honor de dar
la primera rebanada a su pastel comprado por los miembros del equipo de
fútbol.

Tomo el cuchillo y parto un pedazo un de una rosa—Buena elección —dice el


niño popular con seducción —todavía no me agradeces bien por como te salve
la vida—los presentes empiezan a hablar y cuchichear mientras que otros
toman un trozo de dulce para comer.2

—Gracias—digo con una sonrisa de boca cerrada —listo ya te agradecí —doy


media vuelta y el me toma del brazo—¿podrías soltarme?

Alza sus manos—Bien, bien, como quieras, pero no me despegaré de ti hoy—


eres mi premio.

No puedo con su ego.


LEYVA 📝
Yo tampoco.

—No soy fanatica de ustedes, pero gracias por el pastel. Otra cosa, si te la
pasarás todo el día pegado a mi solo porque el pastel lo compraron ustedes
pues pueden irse quedando con el—le intento dar el plato.

—Tranquila nena, no estés a la defensiva.

—No lo estoy, pero ya puedes irte a bromear con otras, soy intolerante a
estar con personas arrogantes.

Sonríe —¿Yo, arrogante?

—No mira, mi ojo—sigo mi camino y de reojo veo que me sigue—Tus amigos


están del otro lado.2

—No quiero estar con ellos.

—No era una opción —llego a la entrada del instituto y camino por los pasillos
para llegar al aula de español y recoger mis cosas —Me voy, tú deberías
quedarte.

Paso por su lado y escucho su pensamiento.16

¿Será que la beso o no? Mejor dejaré que todo fluya con naturalidad.45

Junto mis cejas, la gente cada día está más y más loca.4

Por qué no se aleja y ya. Saco mi teléfono y llamo a Elizabeth.

Un pitido, dos pitidos, tres...

—¿Saliste?

Suspiro—Sí, ¿dónde estás?

—En el centro comercial, espérame, en tres estoy allá con la prado—cuelgo.2

Soy consciente de que no vendrá y salgo del instituto para caminar de regreso
a casa.
LEYVA 📝
Mejor dicho, su casa.

No sé porque estoy ahí si mi casa está a unas cuantas cuadras. Después de


recibir miradas de la gente he llegado a mi casa, sola, pero mi casa.

Entro y siento la familiaridad de los pocos muebles que hay, corro, me tiro en
el sillón y llamo a Elizabeth .

—Ya voy a buscarte, ya voy.

—No hace falta porque estoy en la casa.

Escucho un gracias a Dios del otro lado de la línea y corto.14

Siempre es así cuando ella compra.

Salgo de la casa y camino en la misma dirección de ayer cuando seguí a Wade,


el bosque. Antes de entrar me detengo y miro todo a mis al rededores

Nada.

Entro a la profundidad hasta llegar a aquel hermoso lugar y quedarme sentada


al pie de un árbol.+

¿Seguro que tiene que ser así?

Con que una enfermedad, eh.


LEYVA 📝
CAP.22~PÉRDIDA

Capítulo veintidós

Frío.

Lo único que puedo sentir en donde me encuentro.

Me remuevo incómoda en donde estoy y es ahí cuando caigo en cuenta de que


no estoy en casa.

Subo la vista al cielo ahora todo estrellado y la luna en su punto más alto.

¿Cuántas horas me he quedado dormida?2

Me levanto de suelo y observo mi teléfono sin carga.

¡Genial!

Ahora como se supone que volveré si no deje rastro alguno y solo la luna me
alumbra. Sin dirección empiezo a caminar hacia atrás para llegar a la
carretera, pero mientras más avanzo más siento que me estoy perdiendo.

Escucho y veo grillos, sapos y arboles por todos lados que no me dejan saber
con precisión en el lugar en el que estoy.

¡Rayos!

Debí quedarme donde estaba.

Agarro mi cabeza en acto de frustración —¿Por qué esto siempre me pasa a


mi solamente? — me agacho y alzo la mirada por los ruidos de ramas
rompiéndose —Hay alguien ahí, ayúdeme, por favor, me perdí y mi celular no
tiene batería —me levanto de donde estoy y sigo los ruidos que se escuchan
más fuertes cada vez que me acercó un poco.

Llego hasta el centro de cinco arboles en forma de círculo y ahí desaparecen


los ruidos —¿Porqué una dama tan bonita está tan solita?
LEYVA 📝
Miro a todos lados buscando el dueño de la voz, pero no lo encuentro y mis
nervios salen a flote—Tranquila bebé no te haré nada, calma ese agitado y
delicioso corazón—si, como si eso fuera posible.

Los hombres de ahora no tienen mucha cabeza para razonar que digamos, solo
algunos y esos pocos ya no estan disponibles.

—¿Quién eres, dónde estás? —sigo viendo a todos lados y me detengo cuando
veo una silueta casi en la copa de uno de los árboles.

—Tranquila princesa, todo a su debido tiempo, pero en este caso ahora es el


tiempo—achico mis ojos y puedo ver al hombre sentado en una rama con su
cuerpo recostado del tronco y sus pies para el extremo delgado de la rama—
Para esta larga historia te recomiendo que tomes asiento.

—¿Eres un cazador? —digo algo neutra.

—Te dije que te sentaras princesa, cuando lo hagas me escucharás y


responderé a tus preguntas si a mí me da la gana—doy un paso hacia atrás
tratando de huir y trago grueso. De momento a otro lo tengo detrás mío y el
corazón se me sale del pecho—Ni se te ocurra huir de lo contrario tendré que
hacer algo con la niña bonita que tengo al frente— asiento.2

Con el nerviosismo en mi boca voy y me asiento en el centro del lugar por


cualquier movimiento salir corriendo en cualquier dirección —Bien, así estás
más bonita—y en un parpadeo lo tengo en la misma posición en el árbol.

Tengo miedo.

Soy una niña de cristal.4

Suspira—Como explicarlo sin que sea tan doloroso para ti. Aún no puedo creer
que tu seas mi tua cantante y yo que te esperé siglos y siglos y ahora un
maldito perro te quiere alejar de mi lado por tu ser su mate y lo peor aún es
que tu amas a ese perro sarnoso.46
LEYVA 📝
Junto mis cejas—¿De qué habla?

—ay, ay, hermosa chica, tu no debes estar tan confundida, porque ya tu


buscaste solo que las cosas en internet disfrazan a la realidad en la que los
humanos viven.

—¿Humanos? Tú no eres uno pues—ruedo mis ojos

Sonríe —Pongamos esto así, me preguntaste que si era un cazador, ¿no? Pues
de cierta forma lo soy, solo que yo cazo animales y otras cosas, soy nocturno,
mis ojos son de un rojo intenso y seguramente te asustaras de mis dientes,
todo esto y aún así tu mente sigue diciendo que es una mentira, pero mira lo
que haré para que me creas—se tira del árbol en el que está y queda muy
cerca mío —Que no se te ocurra moverte niña bonita.

—Dudo mucho que lo sea —sonríe, en un parpadear está al extremo donde


estaba ubicado, da un fuerte golpe al árbol y este cae rápidamente al suelo.2

Dios mio, ¿qué es esto?

A la velocidad de la luz lo veo golpear todos los arboles y empezar a lanzar


lejos a cada uno, de momento a otro grito cuando veo a el último venir en mi
dirección y escucho sus palabras en mi mente.

Que no se te ocurra moverte, niña bonita.

Agacho mis hombros y espero el golpe que nunca llega—ey, niña— abro mis
ojos y lo veo cargando el árbol con una sola mano—Tú piensas que un humano
normal común y corriente podría hacer esto—niego y trago grueso—Observa
—lo agarra con sus dos manos, lo parte por la mitad y los lanza lejos haciendo
un gran estruendo.

Sin habla, sin sentido de orientación, no logro distinguir cómo está ahora
atrás mío. Su boca roza mi cuello —Vez de lo que soy capaz de hacer, ahora
niña intelectual junta todas las piezas y me dices que soy.
LEYVA 📝
Giro inesperadamente y lo observo mejor, luce extremadamente pálido,
sentado con las piernas cruzadas mirándome con ojos rojos intenso, me da
una sonrisa y de una logro reconocer ese cinismo... el chico de el restaurante—
¿Y bien? —fuerza descomunal, piel blanca, rapidez, cazador nocturno, siglos
de vida, tua cantante y lo más importante esos ojos rojos que me están
escudriñando para dar un movimiento en falso y estar a mi lado—¿Y ya tienes
la respuesta? hermosa—asiento. No puedo creer que de verdad cosas como
estas existan, son seres míticos no existentes. Son una enfermedad, tienen
una enfermedad —Eso no es cierto.7

Abro mis ojos tan grande como puedo—¿Tú puedes escucharme? —agarro mis
brazos para cubrirme del frío, sus manos tocan las mías y quita su camisa para
tendermela encima de los hombros, me mira fijamente y da un gran suspiro,
dobla sus pies y se tira a mi lado en el suelo.

—Puedo escuchar tus pensamientos. Tantos siglos en este infierno me han


ayudado a obtener poderes y uno de esos es el de escuchar los pensamientos,
de nada serviría que me ocultes algo si yo lo puedo escuchar como si
estuvieras hablando normal, además si yo los puedo escuchar tu también lo
puedes hacer, es una viva clave de que eres mía.

Alzo una ceja—Entonces eres un vampiro.

En sus ojos brilla la luna—Soy un vampiro.

—Tú eras el que me hablaba en la mente y se metía a escuchar mis


pensamientos —aprieto mis dientes.

—No era yo, era tu perro—agarro mi cabeza en acto de frustración. Esto no


puede estar pasando, ellos no son reales y ni siquiera pueden existir—Oh
muñeca si que lo soy y ahora te explicaré algo que tu amado perro no hizo:
contarte sobre él.
A pesar de todo lo que encontraste sigues siendo incrédula y eso es increíble
hasta cierto punto, tu teoria de la vida se basa en cosas reales no
LEYVA 📝
sobrenaturales y tu cerebro no se explica como es que cosas así pueden
existir, pues yo te contaré—cruza sus brazos detrás de su cabeza —Lo que
leíste en el libro que yo deje en la casa de tu amado perro es verdad, todo,
después de que lo deje fue un infierno salir de tantos lobos atacandome, pero
logré escapar. Los vampiros existimos por un demonio oscuro desobedecer las
ordenes directas del mismísimo diablo, en ese entonces ese demonio temía
venir a la tierra porque algunos humanos podrían atraparlos y usarlos como
juguetes y eso el no lo quería, cuando el diablo se entero que él no fue lo
mando a llamar y lo castigo mandandolo al mundo humano como uno. Se
alimentaria de sangre humana, no podría salir de día porque su piel se
quemaría y si una mujer lo atraparla este tendría que estar para siempre con
ella, de tal modo que hiciese lo que ella quisiera. El demonio ya harto en este
infierno decidió hacer cualquier cosa, el diablo vio esto, entonces le ordenó
entrar en un cadáver y actuar como si nada y así paso de generación en
generación hasta que el mismo diablo lo visitó nuevamente y le ordenó que
creará más como él y le dio colmillos para asi transformar a cualquier humano
en lo que llaman: un vampiro. Luego paso lo de tu queridísimo perro, recuerda
la historia en el libro—como no recordarla si en cada tiempo libre que tengo
es en lo que más pienso—Tu eres su mitad, su mate y eres mi mitad mi tua
cantante—intento tragar el nudo que tengo en mi garganta, pero se me hace
imposible —Tu perro y yo somos enemigos, porque nosotros somos humanos
con fuerza y ellos unos humanos cambiaformas en un lobo, es como un amo con
su mascota solo que en este caso los vampiros somos los amos y tu lobo la
mascota —me niego a creer que Wade sea un lobo, él no es eso, él es un
empresario exitoso—y lo es, pero, mi amor —se posiciona enfrente de mi—Tú
lo elegiras a él mil veces más que a mí, porque ya tu lo amas.26

¿Y este loco como sabe eso?


LEYVA 📝
—Te he estado vigilando, no es la primera vez y tus sentimientos cambian
cuando estás cerca de él, pero lastimosamente si no serás para mí tampoco
para él, yo te mataré, aún que me duela.7

El miedo me atrapa y siento como todos los pelitos de mi cuerpo se erizan.


Huele mi cuello—No me gusta que tengas su olor, pero pasas con él la mayoría
del tiempo —sonríe —Rayos. Y estará aquí en tres, dos, uno — rápidamente
está en el otro extremo y el lobo gigante que tenía ayer ahora está al frente
mío mirando en dirección al vampiro.

Sara aléjate un poco de aquí.11

¿Quién eres?25

ALÉJATE, AHORA.

Me levanto y corro sin rumbo fijo.

Es un sueño en donde estoy, estoy en un sueño, si es eso. Escucho un gran


aullido, veo hacia atrás como árboles enormes empiezan a caer, me detengo y
de la nada siento un viento frío envolver mi cintura, alzo la vista y observó
como nuevamente estoy en el campo de batalla.

—Das un movimiento en falso y dile adiós a nuestra adorada amada —observo


como el lobo gruñe y saca a relucir sus dientes.

Eres tan cobarde que tienes que utilizarla a ella como carnada.

—Solo hago las cosas que mejor me beneficien.

Yo sé que hay una cosa que no te beneficia y es tenerla muerta a ella,


porque sabes que tu también morirás de dolor.

—Podría ser, pero me vale porque no será ni para mí, ni para ti.5

Ahora de que hablan estos seres míticos no existentes de la vida real.


LEYVA 📝
—Muñeca esta es la vida real peñiscate y sabras que sí —dudo en hacer lo que
me dice, pero lo hago y me suelto de una. Un pequeño dolor se instala en mi
brazo—Te lo dije —me suelta y uso esa distracción para correr bajo los pies
del lobo y ocultarme detrás de un árbol.

Me distrae una respiración en mi nuca y volteo para ver a una camada de lobos
atrás mío, retrocedo instintivamente y de mis ojos empiezan a salir lágrimas.4

Nosotros no le haremos daño, luna.5

Joder, que no me llamo luna.26

Me quedo quieta esperando algo por parte de ellos, pero nada, un lobo
chocolate que se me queda mirando y se acerca a mí.

Estaba preocupada por ti.28

Ahora que, todos entraran a mi mente cuando les de la gana y ¿cómo qué
estaba preocupada?2

¿Quién dijo eso?

Volteo donde escucho un fuerte aullido y miro que hay sangre por todos lados
y que al menos la mayoría de los arboles están destrozados a mi al rededor.
Observo el lobo negro y luego a los otros, es bastante la diferencia en tamaño,
al más grande siempre lo hacen pelear y al más chico mirar.

Reglas de la vida.

Mis ojos revolotean a cada movimiento de los dos y grito lo más fuerte que
puedo cuando veo al chico sacar una navaja—atrás —en un movimiento rápido
el lobo derriba al vampiro y en un tirón le arranca la cabeza.20

Cierro los ojos y calmo mi agitado corazón, los nervios de mi cuerpo salen a
flote antes de abrir los ojos, el lobo empieza a tambalearse hasta caer
rendido al suelo, mi primer instinto es correr hacia él, sus ojos van cerrando
LEYVA 📝
poco a poco y mi respiración se agita nuevamente —No te mueras, por favor—
suelto el llanto y me tiro a su lado.3

No llores, mi luna, todo estará bien.

—Yo no me llamo luna, me llamo Sara, lo que sea que este en mi mente—tomo
mi cabeza frustrada.4

No te asustes por lo que vas a ver, estoy muy agotado y mal herido, no
me dejes solo... Luego te explicaré todo.1

¿Solo?

Junto mis cejas y observo como el cuerpo del gigantesco lobo va disminuyendo
y desapareciendo su pelaje, de sus patas salen brazos y piernas, de su cuerpo
desaparece todo el pelaje y cambia al de un hombre, su cara se achica y
retrocedo cuando veo en quien se ha convertido.+

Wade...
LEYVA 📝
CAP.23~ÓRDENES

Capítulo veintitrés

Ciertamente no sé pensar que es peor, si todos los humanos viven una mentira
rutinaria o que existan seres de este tipo.1

Escucho un ruido de cristales chocando y observo que el mismo vampiro que


me hace llamar su tua cantante estar intacto, sin ningún rasguño.3

Sonríe irónico —Saben cual es la gracia de matar a un vampiro, que tengan


que incinerar su cuerpo, mi trabajo ha terminado aquí—hace una pequeña
reverencia hacia mí —muñeca—siento como una ráfaga de frío me envuelve —
perdón, pero necesitaba mi camisa aunque ahora huela a perro, pero con solo
tener tu aroma me calma —mira a los otros lobos listos para atacar y cuando
uno gris se abalanza contra el este se mueve tan rápido que lo vemos al final
de los arboles caídos y luego desaparecer.6

Ahora que se supone que hago con mi vida y con esto que estoy observando.1

Nunca pensé en todo lo que podía llegar a desencadenar mi mente por husmear
y ahora me encuentro totalmente segura de que los vampiros y lobos existen.

Observo como los demás solo se quedan mirandome—Ustedes se van a quedar


ahí o es que me van a decir que no son humanos, porque dudo mucho que un
lobo normal tenga ese tamaño —bajan la cabeza—ayúdenme.1

Quito la mirada de todos ellos para ver como Wade está en el suelo mal herido
y sangrando, volteo a ver cada una de las personas que creí conocer y soy
conciente de que parecían humanas, pero la realidad me golpea de frente.1

Escudriño a cada uno desde extremo a extremo.

El señor Santiago y la señora que lo acompaño el primer día del concurso, el


señor Andrews, Paola y su novio, Roberto, Aruna, la señora que ví por primera
LEYVA 📝
vez en la casa de Wade, el padre de Wade y la madre, Emilie y su esposo,
Matías y finalmente mi madre.7

Mi madre...64

—Bien, si se supone que él es su alpha y es superior a ustedes, por qué no lo


ayudan, ¿se tienen que quedar parados como si el sentimiento de la culpa se
instalara en ustedes?1

Matías camina hacia mi dirección y agarra a Wade en brazos—Roberto llama


al doctor, dile que el alpha está muy mal herido y que lo necesitamos urgente;
Santiago, Isaac, Paola y Aruna asegúrense de que el perímetro este
asegurado—me voltea a mirar—Andrews, prepara la camioneta que la luna y
el alpha iran en ella; señor Fernando, puede ir con su familia en la Range Rover,
Elizabeth —aprieto mi mandíbula —tu iras conmigo y el resto que se asegure
de encontrar pistas y no dejar nada a los investigadores.

Matías empieza a caminar y todos empiezan a hacer la parte que les toca como
una orden, mis ojos chocan con Elizabeth que se va acercando a mí con ese
característico miedo.

No más.

Me mentiste.

—Sara—dice con tono frágil —yo n...

La interrumpo —fuiste mi madre todo este tiempo y no obtuviste el valor y la


fuerza para contarme algo tan importante para ti, yo pensé, pensé, que te
importaba.3

—Me importas, me importas mucho—dice rápidamente.

Alzo mi brazo en protesta—Estuviste todo este tiempo sabiéndolo y nunca


me dijiste algo a pesar de todo lo que hemos vivido—niego—me has
decepcionado—baja la cabeza y veo sus mejillas llenas de lágrimas—Lo siento
LEYVA 📝
madre, pero ya no sé en quién confiar, si tu que eres mi madre y también me
fallaste.

Siento un dolor en mi pecho instalarse y me levanto de donde estoy. Toda


sucia y mugrita sigo a Matías que me lleva mucha distancia.3

Mientras más recorro el extenso bosque para salir no puedo evitar soltar
lágrimas de frustración y enojo hacia mí. Por mi culpa esto paso, tal vez si no
hubiese salido de casa esto nunca hubiese sucedido.

Llego hasta el inicio donde entre por primera vez y veo a los costados tres
autos.

La prado, la Range Rover y un Jeep.

Tres autos.

—Sabes que heriste a tu mamá, no es así.

Antes de subir a un lado de Wade me detengo y lo confronto —Dime tú qué


harías, porque a pesar de yo ser humana y su hija tengo sentimientos y si ella
no confío en mi como yo en ella eso es señal de que es una mentirosa.

Junta sus cejas y aprieta su mandíbula—No hables así de ella, es pura y está
lastimada por el animal que hacías llamar padre y agradezco que en todo ese
tiempo tu la animaste y salieran adelante, pero si esto te molesto tampoco es
para que la hagas llorar por algo que ella no sabía explicarte.2

El mismo sentimiento de culpa se instala en mi pecho, trago grueso y subo a


la camioneta —Dile que no la quiero volver a ver, que es un adiós.

—No puedes hacerle esto, la destrozará.

—Si lo que dice en ese libro que el vampiro me dio es cierto y las páginas de
internet que visite horas no mienten, soy la luna de Wade, tienes que
obedecerme ya que el alpha es tu líder y yo la líder de tu alpha, si yo doy una
orden la tienes que cumplir —cierro la puerta.45
LEYVA 📝
Miro a Andrews por el retrovisor—Arranca —la prado se pone en marcha lo
más rápido posible pasando arboles y casas a velocidad.

Chequeo a Wade ahora con menos rasguños que antes, pero todavía sigue
conservando esas heridas mayores. Sus largas pestañas descansan y su
respirar se vuelve ligero, su cuerpo descansa sobre mí y acarició su cabello
hasta llegar a su casa.

Un grupo de chicos bajan a Wade, pero yo solo puedo pensar en todo lo que
ha ocurrido hoy. Tales cosas jamás creí... Jalo los pocos cabellos que tengo
aún y muerdo mis labios en acto de frustración —Luna, debe decir que hará
con el alpha—Andrews me saca del trance y camino hasta la casa—déjenlo
arriba, en su habitación —doy un paso a la escalera y siento como su mano
cálida toca la mía —ahora—sobresalto a los demás y ellos suben escaleras con
él.

Observo a Andrews y suspiro—¿por qué? ¿Por qué nunca me lo dijo?

—Con todo respeto luna, el alpha no le dijo nada de esto con temor a perderla,
él ha esperado mucho para que usted llegara, en todo este tiempo solo se
atormentaba por no poder decirle lo que era en realidad—camino hasta la
cocina con Andrews atras mío y me sirvo un vaso de agua—luna le puedo pedir
que no se vaya, que no nos deje aunque sea por hoy o hasta cuando el alpha se
recuperé.3

Me debato internamente en todo lo que ha pasado y asiento para darle


seguridad, no quiero que los demás esten agobiados y por mi tengan que salir
otra vez.

—Andrews, vigila la entrada de la casa con otros lobos, yo ire a ducharme y


pasaré a la habitación del alpha para estar ahí cuando el despierte y no quiero
a nadie molestando.
LEYVA 📝
Asiente en respuesta y se va, miro a las chicas de servicio entrar, cada una
mi observa fijo y bajan la cabeza instintivamente.

No me gusta eso.

—Arriba —ellas alzan la mirada —quisiera una cena, por favor, tengo hambre.

—Usted no se preocupe luna, le tendremos su cena — las veo jalar ollas para
empezar a cocinar y antes de salir por la puerta miro por encima de mi
hombro—Estoy muy cansada como para bajar las escaleras, pueden llevarlo al
cuarto del alpha, por favor, si no es mucho pedir.5

—No luna, nosotras lo llevaremos, ahora puede irse a duchar, el doctor llamo
y dijo que estará aquí en diez minutos porque hay trafico en la zona este en
la ciudad—asiento.

Llego a las escaleras y subo escalón por escalón hasta llegar agotada a el
pasillo. Escucho el silencio sepulcral que hay en la tercera planta y en vez de
llegar al cuarto rosa me dirijo a donde está él.

Mi mente dice que me mintió, pero mi corazón aún sigue con esos sentimientos
que no sé como explicar.

Tal vez sea bueno retirarme.5

Entro a su habitación donde él está todo sucio, lleno de lodo, sangre, sudor,
acostado en el centro de su cama.

—Pero mira como estas Ricky Ricón, me daré un baño para luego venir
contigo.4

Me despojo de la ropa en frente de él, camino hasta el baño y me doy una


rápida ducha, salgo toda mojada de pie a cabeza hasta llegar a la puerta donde
él entro a vestirse la última vez que estuve aquí.

Escucho voces abajo y no le tomo importancia, seguro los demás ya llegaron.


No pueden entrar.
LEYVA 📝
No entrarán.

Me adentro al armario y encuentro una franela, un buzo grande de lana para


dormir y sin ropa interior de mujer que usar husmeo por sus cajones hasta
dar con el de sus boxer y tomo uno para ponérmelo, ya cambiada salgo y la
sensación de pertenecerle me embarga.

Estoy usando su ropa, su baño, soy llamada luna, estoy dando órdenes y me
estoy preocupada por él cuando ni siquiera sé si lo que él tiene para contarme
es tanto que pueda que me aleje de su lado por un tiempo.

Miro su ropa. Quitarle todo eso no será nada fácil.

Voy a su lado y me muevo en la cama para ir desabrochando su camisa blanca


ahora chocolate por el lodo, la bajo y mi mirada no puede evitar deleitarse
con su torso.

Dios Sara, él está mal herido y tu piensas en esas cosas.

Según lo que leí es atracción de almas gemelas algo así—Luna, aquí está su
cena y el doctor ya llegó —entran las chicas sin tocar y rápidamente bajan la
mirada—lo sentimos.

Suspiro —No hay problema alguno, díganle al doctor que pase, por favor, y
dejen la cena en la mesa de noche —ellas acatan mi orden y salen. De la nada
entra un señor alto con una barba un poco canosa y lentes redondos con
cabello medio canoso—Luna yo soy el Doctor Velázquez y vengo a ver como
está el alpha.

—Pues ayúdeme a desvestirlo para limpiarlo —digo alzando mi tono de voz y


el suelta su mochila para ayudarme —Niñas tráiganme toallas húmedas —ellas
entran al baño y salen con dos en cada mano, agarro una y la paso por su cara
con rasguños, cuello y brazos.5

Tiro en el piso la que ya use y tomo la otra para pasar cuidadosamente sin
rozar alguna herida por su pectorales, costillas y abdomen.
LEYVA 📝
Observo al doctor que quita sus pantalones y en el momento cuando va a bajar
su boxer lo detengo—No lo haga, por favor.

—Pero luna...

Niego—No1

Él limpia cuidadosamente sus piernas ya que en esa parte del cuerpo tiene más
heridas profundas y cuando ya está limpio mando a las de servicio a dormir.
Me quedo observando cada movimiento del doctor, como examnia cada herida,
como saca pastas, vendas y como coloca inyección tras inyección en su cuerpo.

Luego de tanto agetreo el decide hablarme—Luna, el alpha está estable, lo


mejor será que él descanse por hoy y mañana sin hacer esfuerzo alguno—lo
observa—si él vuelve a caer o a moverse desesperado me avisa —saca su
cartera y me tiende una tarjeta.

Asiento —Gracias por estar presente a pesar de la hora, doctor.

El sonríe —De eso se trata, ayudar a los demás.

Sonrío y lo acompaño hasta la puerta de la habitación, cierro tras mío y me


recuesto de ésta, miro la bandeja donde está mi cena y camino hacia ella.

De tanto estrés se me olvido hasta comer.

En silencio toco su frente y la siento calientita, quito mi mano de él y tomo la


cuchara para comer, pero sin tanto apetito dejo la mitad y observo como
duerme.

Sus largas pestañas ocultando esos bonitos ojos, ojos que me derriten, su
cabello tan suave adorna tu cara y sus labios entreabiertos que me hacen
querer darle un beso.

El doctor solo le puso un buzo largo de correr con medias, le quito el reloj y
toda prenda ajustada a él. Sentada a unos metros me remuevo incómoda y
cabreada del sillón camino directo a su cama.
LEYVA 📝
Me acuesto de manera que no pueda golpearlo y mi cuerpo me agradecé por
sentir algo cómodo, veo por el ventanal que empieza la mañana y yo volteo
hacia Wade.

Cierro mis ojos.

Tal vez está sea la última vez que este así y quiero disfrutar su calidez. En
un último intento por no quedarme dormida lo hago y no me importa que se
despierte o alguien me vea con él.+

Por primera vez no me importa lo que los demás digan, porque sé que después
de esto él no me volverá a ver.
LEYVA 📝
CAP.24~EXPLICACIÓN

Capítulo veinticuatro

Una mano en mi cabello me despierta de tal placentero sueño y los recuerdos


llegan a mi mente como si de comida se trátase.

Abro mis ojos y me encuentro con una sonrisa en los labios del señor Wade.

Siempre tan hermoso aunque este golpeado y mal herido. Quito mi cabeza de
su brazo al ver como su cara trata de no hacer ninguna mueca de dolor.

Mientras lo observo a los ojos no puedo dejar de pensar en lo que tenemos


que hablar, en un instante me levanto de su lado y camino hasta el sillón para
empujarlo cerca de la cama y asentarme.

—Tenemos que hablar—es todo lo que sale de mi boca para que su sonrisa se
borre y una expresión de terror se instale en su rostro—Va a ser más difícil
después y necesito saber la verdad.

Pierde la mirada en la pintura del cuarto—Esto era lo que me temía. Antes de


empezar a relatar lo que tengo que decir, me podrías contar cómo fue que
supiste sobre nosotros.

Suspiro y me acomodo en el sillón—Cuando yo llegué aquí el día que tú me


pediste cuidar a Arturo, en la ventana habían unos ojos rojos, los del vampiro,
y desaparecieron dejando... —voy del otro lado de su cama, me agacho para
meter la mano y sacar el libro —esto—el desvía su mirada al libro —mi
curiosidad no aguanto y lo leí sin consultarte o decirte de lo que había visto,
pues pensaba que me trataría de loca, además estaba incrédula con todo lo
que había leído.

Llevo el libro conmigo a el sillón y lo recuesto de un lado—Leí la primera página


y todo me parecía absurdo y totalmente irracional, pensé que era solo un libro
ficticio, fui pasando página por página solo para ver las personas que habían
LEYVA 📝
en este y llegando al final me encontré con Fernando Dhall, tu padre; leí sobre
él y sobre tu hermana hasta cruzar a la otra y de primer plano te vi. Mi
curiosidad solo aumento el deseo de saber más para ver si todo era realidad
hasta que todo pasó.

Tocan la puerta y por esta se asoman varias personas, entre ellas su madre—
Hijo podemos pasar.

Observo a Wade pensar y antes de que diga algo lo interrumpo—Yo dije que
no podían estar aquí. Su alpha está herido y necesita reposo, con todo el
respeto que se merecen, perdónenme por hablar así, pero necesito saber todo
y eso pasará antes de que entren—me regresa una mirada atónita, su hermana
me mira con recelo, Matías y Elizabeth solo asienten y se alejan, mientras que
los demás esperan las órdenes de Wade.34

—Mira niña, tu puedes ser la luna de mi hijo, pero yo tengo derecho a entrar—
estrella las puertas de par en par.

Volteo hacia él y veo su mirada perdida en lo blanco de la pared.

Yo mejor me voy.

—Parece que no te importa la privacidad y todo lo que me tienes que explicar.


Wade, respeto a tu familia porque es lo más importante para ti y yo no soy
nada importante para ti—quita su mirada de la pared y me observa
rápidamente —pero si no tengo privacidad en todo lo que me contarás, no
tendré las ideas claras y todo en mi mente será un caos—me levanto de el
sillón.18

—Pueden pasar—digo y camino a la puerta.

Esto no vale la pena.

Siento una pequeña brisa azotar contra mi cabello y su mano cálida toma la
mía.
LEYVA 📝
Mira a su familia—Su luna les dio una orden, no entren, más ahora pueden
venir — cierra la puerta y gira mi cuerpo hacia esta, sus ojos miran fijamente
los míos y su olor me pega de lleno—y tu niña necia y testaruda, no vuelvas a
repetir que no eres importante para mí, porque sin ti yo me muero—toca mi
mejilla —Te contaré todo.33

—Pues te escucho, pero tienes que volver a la cama Ricky Ricón—lo empujo
hasta que quede sentado—Acuestate, el doctor dijo que tenías que tener
reposo y por cierto más ahora lo mandas a llamar para que te revise — sonríe
y yo vuelvo al sillón para asentarme, no despego mis ojos de los suyos.

—Yo soy un hombre lobo, toda mi manada lo es.

—No mira, no me había dado cuenta que hasta mi madre es lobo—sonrío


sarcastica y dirijo mi mirada a la ventana donde el cielo se empieza a teñir de
un anaranjado rojizo.

Tanto dormí.

Tratando de calmar los nervios subo las piernas al sillón y finjo tener frío.

— Sara, deja el sarcasmo para otro día y déjame continuar—asiento—No sé


como contarte esto, todo lo que leíste en ese libro, el inicio de los lobos, como
se desarrolla, los alphas, betas, omegas, lunas, mates, todo es real, —baja la
mirada a sus manos—Lo que leíste en mi biografía es cierto, eres mi luna y te
necesito para vivir, eres una parte importante para mí, porque sin ti mi mundo
no sería igual y si te vas y no me rechazas el dolor que tu sentiras será el
doble para mí por el simple hecho de que estamos unidos. Un alpha necesita a
su luna, porque ella es la que lo anima, el alpha manda y gobierna. Es como un
juego de ajedrez, el rey no será nada sin su reina porque a pesar de que tenga
las demás piezas, estas son obsoletas y perdería el juego en solo una jugada
mal hecha, yo como alpha de la manada Black Day los gobierno a todos en
cambio ellos me deben proteger pase lo que pase, pero la luna es aquella que
LEYVA 📝
manda sobre el corazón de todos los demás. Si en una guerra el alpha sale a
batallar los demás te tienen que proteger, porque sin ti yo no tendría fuerzas
para seguir y también manda sobre el corazón del alpha y este obedece como
un sumiso a tales mandatos pedidos o rogaciones por la luna—me observa en
silencio y le doy una fugaz mirada—El alpha soy yo, Matías es mi beta, el es
segundo al mando; Elizabeth es su mate y este en luna llena la convirtió en
mujer lobo; el mando de los guerreros es otorgado a Roberto, y Paola es la
más fuerte mujer de la manada y la asigne para que te cuidará en la prueba,
los demás son omegas de la manada que investigan y luchan en guerras o
conflictos.5

Alzo mis cejas—¿Cualquier hombre o mujer lobo puede convertir a un


humano?

Suspira—Sí, pero esto solo pasa en luna llena.

—¿Por qué ese vampiro te decía perro?—aprieta sus mandíbula.3

—Porque ellos piensan que al no convertirse y tener fuerza los convierte en


seres más fuertes y amos de nosotros. Cada fuerza de cada parte es divida
en su edad, mientras más edad mejor estrategia, pero es igual ya que cada
uno contiene el mismo tipo de fuerza sobrehumana.12

—Entiendo, ¿qué más me puedes contar sobre esto, hay otros como ustedes?

—El mundo está casí lleno de vampiros y hombres lobo solo que nosotros no
revelamos nuestra identidad para no ser vistos como una amenaza para los
seres humanos y ser atacados por ellos, por ende lo más natural es vivir fuera
de la mayor población y adentrarse más al bosque. Soy un hombre lobo y tú
eres mi luna, no tengo más nada que decirte sobre mi especie, pero te suplico
que me perdones por no decirte, también, no seas dura con tu madre, ella
sufrió mucho y ahora no tener tu confianza le dolerá.27
LEYVA 📝
—Eso no lo decides tú. He estado engañada por ella, por ustedes y piensas
que voy a olvidar todo tan fácil como para empezar a reír por las cosas que
aún mi mente procesa—me levanto y me encamino a la puerta.

Él intenta levantarse, muevo mi mano para que la vea —No vengas detrás de
mí, necesito estar sola aunque sea por un día, luego volveré aquí, si me quieren
buscar para algo yo estaré en la otra casa—salgo al pasillo—Adiós —sonrío y
cierro la puerta.

Es verdad lo que él dice. No puedo culpar a Elizabeth de esto, pero ella no me


conto, yo soy su hija, yo la protegía y ella me dio la espalda. Doy pasos por el
pasillo hasta llegar a las escaleras, observo que abajo de estas aguardan todos
sentados, doy el primer paso y se levantan rápidamente.19

—Ya lo pueden ver—es todo lo que digo y bajo la cabeza, escucho sus pasos
apresurados pasar por mi lado y levanto la mirada fijando la puerta.

Cruzo la mirada con Elizabeth y sin pensarlo paso a su lado sin verla, toma mi
brazo y lo jalo instintivamente.

—Sara, yo... Perd...—pongo un dedo al frente de su cara y me alejo.

No quiero hablarte.16

No quiero que me hables.5

Salgo de la casa en dirección a la de Elizabeth. Mi mundo está compuesto por


decepción y rechazo de los cuales me hacen crear esta capa para poder evitar
que toda la nostalgia y pureza se adueñen de mí.7

Suelto lágrimas de tristeza. No tengo a nadie en quien confiar. A pesar de


que él era malo, siempre mostraba su lado verdadero.

Abro la puerta de la casa y suspiro al escuchar el silencio que hay. Tomo


asiento en el sillón. Quiero personas verdaderas, que no tengan miedo de decir
cosas hirientes, porque de eso se trata esto, ser honesto es algo que vale en
LEYVA 📝
tu vida y si no lo eres puede ser que te hundas más en la desesperación e
hipocresía.11

Entre las cosas buenas que me han pasado al llegar aquí, de primero está que
salí de aquel lugar, de segundo está el ver a Elizabeth feliz y de tercero,
conocer a Wade, porque de alguna manera u otra me sentí como una princesa
cuando estuve con él aunque todo lo que pasaba era por mi mala suerte.

Agarro el móvil y busco su contacto.

Alcibíades.27

Toco llamar y espero. La llamada finalmente se abre y escucho su voz desde


la otra línea.

—¿Quién habla?

Suspiro —Señor alcibíades.

Escucho su sonrisa cínica —Perra, ¿qué deseas estúpida?4

—Ven por mí...


LEYVA 📝
CAP.25~NOTA

Capítulo veinticinco

Pov Wade

Tengo un maldito día de estar en la cama.

Ya me siento bien.

Un hombre lobo sana sus heridas rápido. Suspiro, Sara tomo con naturalidad
lo de mi especie.

Realmente no lo sé.

Me levanto de la cama y voy al baño para revisar mis heridas, quito la tela que
las cubre y efectivamente solo encuentro los rasguños.

Me meto a la ducha y agudizo mi oído para escuchar que hacen los demás en
la casa. Vagos recuerdos del día de antes de ayer invaden mi mente y entre
esos está Elizabeth llorando porque ella no estaba en casa.

Sara no estaba por ningún lado, no la sentía, me asuste y corrí a buscarla,


tanto que llame a mi familia para encontrarla más rápido y así fue, en media
hora tenía a todos conmigo listos para buscarla.3

Demoramos horas y horas hasta que la encontré al límite de mis tierras, no


estaba sola y eso fue lo que más me enojo, después de tal batalla con el idiota
que la miraba en aquel restaurante como un bocadillo la mire y caí desplomado.

Cuando desperté medio adolorido recuerdo haber estado en casa y ella dando
órdenes.

Eso me encantó.

Le toque la mano y luego de ahí no recuerdo más que solo la conversación de


ayer.
LEYVA 📝
Nunca había tratado así a mi familia, nunca, pero ella llegó a poner mi mundo
de cabeza y ahora mírenme aquí pensando en su respuesta.

Me concentro en lo que está pasando en la casa —Yo iré a verla le guste o no


y me va a tener que escuchar porque yo soy su madre.6

Escucho la voz de Matías —Ella dijo que no te quería ver, ¿no entiendes eso?

—Me importa, ella tiene que escucharme y si no la encerraré conmigo hasta


que me escuche.

Salgo de la ducha y corro al vestidor para ponerme algo cómodo y salir a ver
que pasa.

Llego a el segundo piso y me encuentro a Matías abrazando a Elizabeth que


ahora está llorando en su pecho—Ella me debe escuchar al menos por un
minuto.

—Deja de llorar y vamos a verla—apenas digo esto se voltea y Matías niega.

Sabe que no es una buena idea, pero que se puede hacer, ya la extraño.

Suelta lo más rápido que puede a Matías y corre a bajar las escaleras conmigo,
siento los pasos de Matías detrás y no dudo en que él llevará a Elizabeth.

Sin desayunar ni saludar a nadie paso recto a la camioneta, arranco y salgo


directo a su casa.

Quiero tener las cosas presentes con ella.1

No quiero más cosas ocultas.

Bajo los vidrios del auto al llegar y un olor a demonio mismo inunda mis fosas
nasales.

Algo no anda bien.

Aparco el auto rápidamente y bajo, entro sin tocar y escucho el silencio


sepulcral de la casa llenar mis oídos.
LEYVA 📝
Elizabeth grita detrás de mí—Wade—y se paraliza igual que yo al estar en la
puerta.

Mi pecho sube y baja intranquilo. Ella tiene que estar aquí —Tranquilo
hermano tal vez éste en algún lugar de esta mansión. Vamos a separarnos para
buscarla.

Asiento en respuesta y me encamino a la cocina, miro a mi alrededor todo


desordenado y tirado como si un huracán hubiese pasado por el lugar.

Con los pies pateo los obstáculos del desorden y un bonito reloj llama mi
atención.

Es de ella.

Lo tomo entre mis manos y trago grueso. Elizabeth suelta un grito desde
arriba y sin pensarlo dos veces corro hacia donde se encuentra. Sus piernas
flaquean y cae en el piso de madera llorando, restriega sus ojos y me señala
una página al frente suyo.

Tomo la hoja y desaparezco del lugar en dirección a la camioneta.

Que no sea lo que estoy pensando.

Que no se haya marchado.

Me encierro en el auto y dejo el reloj de Sara en la guantera, desdoblo la


página y comienzo mi lenta tortura.

Querida madre.

Si estás leyendo esta nota es porque fuiste muy curiosa al entrar en mi cuarto
a buscarme para pedir perdón, te perdono, pues me he dado cuenta que he
sido un poco egoísta contigo y tú no lo mereces después de tantas cosas que
viviste en aquel infierno.3

Adiós, me voy con el señor alcibiades.5


LEYVA 📝
Atentamente:
SaraP/39

¿Esto es una maldita broma, no?1

Apriento el volante.

Esto no se va a quedar así.

Sara me va a oír, ella es tan necia y terca y monotonamente fría que me hierve
la sangre.

Si me ama, por qué se fue.5

Pero mira que esta chica es rara.1

Yo la acepto, es mi sustento, es mi todo y no dejaré esto así.

Salgo del auto dando un portazo y camino hacia la casa que ahora se encuentra
un poco más silenciosa.

Voy directo a la cocina y encuentro los ojos de Elizabeth—¿Dónde está? —


pregunto con voz prepotente —No desobescas a tu alpha y dime dónde está.

—Alpha, ella está en Texas, en la casa de su padre Alcibíades, el demonio.3

Y como si Matías escuchara mi pensamiento da un paso al frente y toca mi


hombro—Con todo respeto, Alpha, no creo que sea una buena idea viajar para
buscarla.4

Mis ojos se topan con los suyos—Matías ¿yo pedí tu opinión?9

—No Alpha—susurra.

—Ire a Texas a buscar a Sara, si me ama vendrá y si no, no vendrá.

—Alpha—Elizabeth toca mi hombro y niego.

Ella no volverá a ir a ese lugar.


LEYVA 📝
—No, yo ya sé donde tengo que buscar. Hablaré con el alpha Ignacio de Texas
para que me resguarde en su casa ya que es su manada la que más cerca queda
a la comunidad demoníaca.

—¿Alpha, cuándo partirá?

Suspiro—Mañana.

Salgo de la casa y subo a la Chevrolet. Tengo que llamar al alpha primero para
luego irme en el avión privado de la empresa y estar lo más rápido que pueda
en Texas.

Conduzco hasta la entrada y veo que toda mi manada está despierta, en mi


casa, la casa principal, todos están con ajetreo por mi madre y mi padre que
han llegado, también por mi hermana que es más parlanchina que un loro.

Aparco en la entrada de la casa y apago el motor del auto. Todavía no puedo


creer que ella se fuera solo para cambiar.

Ella no tiene que cambiar nada.

Así es perfecta.20

Sonrío como tonto. Al fin admitió que me quiere. Al fin la tengo en mis manos.4

Entro y rápido tengo a mi madre pegada a mi cuello—Mamá estoy grande como


para que me hagas eso—mi padre me coloca una mano en el hombro y niega
rotundamente.

—A mí es a quien deberías abrazar así.1

—Él es mi hijo y lo veo poco, a ti todo el tiempo te veo —asoma su cabeza un


poco por mi hombro para mirar a papá.1

Sonrío—No es que usted quería alejarse de mí.


LEYVA 📝
Se separa bruscamente y achica sus ojos—Yo lo dije porque estaba enojada
con tu luna, esa niña no me cae bien, mira que darme órdenes y mandarte a ti
como si fueras su muñeco de trapo.24

—Madre, ella solo quería explicaciones y se las di, acuérdate que al ser
humana todo es distinto.

—Sí, pero no me gusto eso.8

Camino hacia las escaleras —Pues tendras que acostumbrarte si quieres venir
aquí.

—¿La traerás a vivir contigo? —asiento en respuesta y subo los escalones de


dos en dos hasta llegar al segundo piso, camino al despacho y su voz chillona
desaparece cuando entro en este.4

Le caerá bien cuando se de cuenta de que ella no es como las demás.5

Lo que me hace pensar que si se fue con su padre, justo ahora debe estar
siendo maltratada por ese estúpido demonio.

Aprieto mis manos a los costados. No dejaré que la toque y si lo hace lo


mataré.

Agarro el teléfono y busco la libreta donde estan apuntados los números de


los alphas que he conocido en estos años.

Encuentro el número y rápido marco hasta escuchar su voz de otro lado—


Buenas tardes —siempre con ese acento marcado en la voz.

—Buenas tardes, Alpha Ignacio, soy el Alpha Wade de la manada Black Day y
le quiero pedir un favor.

—Dígame en que lo puedo ayudar.

Suspiro—Necesito que me resguarde en su casa mientras resuelvo unos


pequeños problemitas con un demonio.
LEYVA 📝
—Lo siento, pero no me quiero buscar problemas con los demonios y que luego
haya ataques a mi manada.

—No se preocupe, ya encontraré el modo de estar ahí —cuelgo sin esperar


respuesta.

Maldita sea.

Tendré que llamar a el Alpha Benítez.

Con mala gana lo hago y espero solo dos timbrados cuando él agarra el
teléfono —Buenas Tardes.

—Buenas tardes, Alpha Benitez, necesito que me haga un favor.

Lo escucho reír detrás del teléfono —Que tipo de favor estamos hablando
Alpha Wade.

—Que me reciba en su mansión por unos días ya que necesito arreglar unos
asuntos.

Ronronea detrás del teléfono —¿Qué tipo de asuntos?

—Unos muy importantes para mí, pero para usted no.

Ríe del otro lado de la línea—Yo lo puedo recibir, pero usted ya sabe como es
mi manda y más las hembras... Calientes todo el tiempo y no durarían en
seducir a un Alpha recién llegado.3

Si estuviera soltero eso no me importaria, en lo más mínimo, pero ahora tengo


a Sara y no quiero cometer una locura.

No puedo y no quiero.

Pero debo hacerlo.6

—Estaré allá mañana — cuelgo y recuesto mi cabeza a la silla.


LEYVA 📝
Por algo esa manada es llamada El Harén, son demaciadas hembras y todas y
cada una de ellas solteras y prostitutas queriendo a un lobo que las domine ya
que el Alpha no puede con todas.6

Esto será más difícil de lo que estoy pensando.

No quiero una tentación a media noche en el cuarto en que dormiré.

Sacudo esos pensamientos de mi mente y observó con detenimiento el color


de las paredes.

¿Cómo estará ella?1

Es fuerte, pero no creo que aguante mucho tiempo, se fue para que la
maltrataran y ahora yo me siento culpable. Cierro los ojos y sin previo aviso
me quedo totalmente dormido.15

Doy un largo suspiro y abro mis ojos. Hoy es el día. Me levanto y sacudo mi
entumecido cuerpo, camino a mi habitación y me alisto para el viaje.

Aquí voy.

Agarro la maleta y tiro todo lo que me pueda servir, la cierro y salgo del
cuarto, llego a la entrada y me despido de todos.

Ahorita lo que me importa tiene nombre y apellido.3

Salgo de la mansión y rápidamente Andrews se incorpora al tráfico de la


ciudad, mi corazón palpita fuerte y un vacío llena mi cuerpo. Está claro que la
necesito. Bajo del auto y camino directo a la sala vip del aeropuerto.

Observó con detención a los demás listos para partir, personajes reconocidos
y famosos extravagantes vestidos normalmente.

Saco el iPhone busco el contacto de ella. Marcar o no es una decisión difícil,


mi dedo toca la pantalla y de fondo veo su bonito rostro.

—Señor Wade, es hora de abordar—cancelo la llamada y me levanto decidido.


LEYVA 📝
Por favor, Sara.

Regresa Conmigo.

Abordo el avión y miro los ventanales del aeropuerto, los cientos de


paparazzis tomando fotos a mi dirección. Niego, saldré en televisión
nuevamente y algo me dice que esta vez también será para un chisme.

—Señor, puede abrocharse el cinturón. Dígame si desea algo para comer.

Giro mi cabeza en dirección a la nueva auxiliar—Cuando yo quiera algo para


comer te llamaré—asiente y camina de vuelta a la cabina.

Estando ya en camino a Texas tomo una pastilla para dormir y resguardar


todas mis energías, cierro los ojos y poco a poco voy dejándome llevar por el
sueño.

Despierto y observo hacia la ventana, estamos sobrevolando el estado de


Texas. Siento una mano tocar mi hombro y llegar a mi pecho, volteo y mis ojos
fríos y sin expresión escudriñan su poca vestimenta.

Junto mis cejas—Puedes quitar tu mano de mi hombro, por favor, no soy tu


amigo o tu conocido como para que me toques—rápidamente quita su mano de
mí y da un paso hacia atrás.

—No lo somos, pero podemos conocernos —guiña y desaparece de mi vista


torneando sus caderas.

Sabía yo que esto iba a pasar nuevamente.

Al aterrizar tomo mi maleta y bajo del avión, me dirijo al piloto —excelente


viaje nuevamente—le doy la mano a cada uno y me detengo al ver a la nueva.
Sus manos buscan las mías y me pasa una servilleta doblada, doy un paso hacia
atrás y la abro en frente de todos.
LEYVA 📝
Boto la nota y giro mi rostro hacia el piloto —La quiero fuera de mi avión, dale
lo que se gano con el viaje más la comisión y el dinero para que viaje en otro
avión de vuelta a California y consigue a otra azafata.7

Camino fuera del aeropuerto y llego a la arrendadora, formo fila para arquilar
un auto y al llegar a la caja una señora me recibe con una sonrisa alegre—
Buenos días, ¿qué auto desea rentar? —miro los modelos y escojo uno sencillo.

No quiero llamar mucho la atención.

—Quiero un hyundai elantra.

—Si claro, ¿por cuántos días?

—Tres.

—Son quinientos con treinta dólares, incluido el pago inicial por algún daño al
auto y cuando lo devuelva se le regresaran doscientos dólares —saco la
tarjeta y pago el carro.

Me entrega las llaves—Saliendo a mano izquierda están los autos, un chico


abrirá la reja para que salga del corral, tome—me tiende la factura —esto se
lo da a él.

Salgo y me dirijo a la caseta, toco la ventana —Ey.

El tipo sale de su teléfono y le doy la factura, se levanta y me conduce hacia


el auto.

Velozmente me pongo en marcha hasta llegar a los límites de la manada del


norte donde dos guardianas me reciben pícaras.

Al entrar estoy sabiendo que estos tres días serán largos. Aparco en la casa
principal y cuando bajo siento las miradas de todas las hembras en mí.

—Alpha Wade, bienvenido a mi humilde manada—sale de su casa el alpha


Benitez con los brazos abiertos para un saludo.2
LEYVA 📝
—Usted solo dígame donde dormiré y listo, no quiero tener problemas.

—Problemas es lo que menos tendrá.2

Algo me dice que esto será una total locura.


LEYVA 📝
CAP.26~SUS BRAZOS

Capítulo veintiséis

Pov Sara

Tres días después.

Una de las cosas que no tuve en cuenta al llegar aquí es que él posiblemente
tuviese una novia.

No lo pensé.

El caso es que para ella trabajo día y noche, complaciendo sus deseos como
una sirvienta.

Si estuvieras con él esto no sería así.

Lo sé, lo sé.

—Sara, Sara—la escucho gritar desde arriba en el cuarto de los dos—Sara.

Lavo mis manos y contesto—Ya voy patrona.

Abro la puerta de su cuarto y siento el aroma característico a cigarro pegar


en mi nariz, hago todo lo posible por no toser—¿Dígame, qué desea?

Ella voltea con una mueca de asco mirándome de arriba a bajo —Dios niña,
cambia de aspecto, pareces una monja—una mirada desinteresada es lo único
con lo que respondo—te llamaba por que quiero comer pasta, compra lo
necesario y vuelve—me da un billete de veinte y me señala la puerta —vete,
ahora.

Cierro la puerta detrás de mí y me encamino hacia el supermercado, antes de


llegar me topo con el señor Alcibíades coqueteando con una adolecente.1
LEYVA 📝
Alzó mis cejas y sigo mi destino, soy una total desconocida para él en estos
momentos. Entro al super y después de escoger cada uno de los alimentos
llego a la caja de siempre donde una muchacha de mi edad atiende.

—Son dieciocho con veinte—dice después de pasar todo por el mostrador, doy
el billete y ella cobra—disculpa la pregunta, si tu familia tiene dinero ¿por qué
tú estás así? el día de ayer pagaste con un billete de cien y antes de ayer
también, no lo entiendo.

—Solo porque veas a las personas con un billete de cien dolares dos veces y
uno de veinte no significa que son millonarias.

Pero él sí.3

Deja de recordármelo, me haces las cosas más difíciles.

—Disculpa—doy una media sonrisa y salgo del lugar.

No quiero decir nada de mi vida, absolutamente nada aun que la este pasando
mal.

Observo como sigue el señor ahí y paso de largo para llegar a la casa lo más
rápido que puedo.

Pongo la olla junto con el agua a hervir y también pongo la pasta para hacer lo
demás para estar de una vez.

Escucho gemidos en la parte de arriba y sé que ella está con su amante, el


vecino, subo a paso lento y toco la puerta —Pasa.

Abro la puerta—Disculpe que la moleste, pero el patrón está casi llegando a


la casa, no deberían estar aquí —ella se levanta desnuda de este y empieza a
ponerse la ropa, corre a la cómoda y busca en su bolso dos billetes de
cincuenta dólares, viene hacia mí y me los da—gracias por avisar, voy a salir
por la ventana y si él pregunta por mí le dices que salí con unas amigas, me
llamas por cualquier cosa.
LEYVA 📝
Y sin más sale por la ventana con su amantes.

Cierro la puerta y me voy al sótano donde he estado viviendo, meto mi dinero


en la alcancía y subo para terminar de cocinar.

Ya lista la comida me pongo a limpiar todo lo sucio y la casa otra vez. Sin nada
que hacer bajo a mi cuarto y escribo un cuaderno que encontré entre tanto
polvo metido en una caja de recuerdos.3

Hoy exactamente lo que he hecho es lo mismo de todos los días, limpiar,


cocinar, avisarle a la puta novia del idiota que viene él para ganar algo de
dinero y limpiar todo de nuevo, mi rutina diaria.1

Cierro el cuaderno y camino arriba para ver por la ventana como los demás se
divierten caminado y jugando, mi televisión diaria.

En la parte de atrás escucho como el señor alcibíades viene llegando junto


con uno de sus amigos importantes.

—Sara—aparezco delante de él y su amigo le dice algo en el oído.

—Después te digo—me observa—sirve comida para él y para mí —camina hacia


el comedor con el señor detrás.

Les sirvo la comida a cada uno y desaparezco, despues de media hora entro
de nuevo a el comedor para recoger los platos, mis ojos viajan al dinero que
el viejo verde le da a él y apartó mi vista rápidamente.

Después de todo es él quien hace negocios por cualquier lado.

Levanto su plato y luego camino para tomar el otro, pero una mano en mi pierna
me asusta y rápido pego un brico a lo más lejos que pueda de aquel viejo.

—¿Qué está haciendo? —susurro por lo bajo mientras observo como el señor
alcibíades camina hacia mí.
LEYVA 📝
—Sara, Sarita, tienes que pagar todo lo que tu mamá se llevo de esta casa y
se me ocurrió que una de las maneras para que me pagues es que trabajes en
un prostíbulo.

—¿Seré prostituta?19

El hombre se levanta del asiento y camina hacia mí con paso firme—Puede que
si o puede que no—se acerca peligrosamente a mi oído—Después de que
pruebes el sexo no dejarás de rogar por más—susurra.

Lo empujo con todas mis fuerzas y pateo justo su punto débil, corro escaleras
abajo hacia el sótano y cierro la puerta. De ninguna manera me atraparan.4

Tomo el celular de emergencia que me regalo la novia del intolerante para que
la llamara por cualquiera cosa.2

Escucho detrás de la puerta los empujones y golpeteos, me hago una bolita en


la cama hasta que escucho su voz—Sara, espero que sea importante —dice de
mala gana detrás de la línea.

—Patrona, usted puede venir a hablar con el patrón para que no me mande a
un prostíbulo.

Escucho un sonido fuerte en el otro lado de la línea —Ya pronto regreso —


cuelga.4

Eso significa que llegara como en una hora; una hora, una hora en la que la
puerta tendrá que resistir golpes de dos hombres.

—Dios mío, ayúdame—susurro por lo bajo.9

Después de media hora los golpes terminan y solo se escucha un silencio


abrumador dentro de toda la casa.

Él tiene que estar ahí.

Vamos Sara, concéntrate.


LEYVA 📝
Voy al suelo y me asiento con las piernas cruzadas y los brazos a mis costados,
respiro profundo y escucho el silencio hasta que por arte de magia llegan
todas y cada una de sus palabras.2

—Te las daré a las dos por la suma de cien mil dólares.2

—Te pago dentro de una semana.

—Hecho, ahor...

Es todo lo que puedo aguantar y me agarro la cabeza por el dolor inmenso.

Como puedo me voy arrastrando hasta la cama y tomar el móvil, busco


contactos y la encuentro a ella, marco e inmediatamente me responde —
Rosalía, no vengas, no vengas porque te llevarán a un prostíbulo.

—Como sabes eso, estoy en la entrad... Hola niña, tendrás que salir y si no
sales ella morirá —su tono de voz juguetón y psicópata me da un escalofrío
que pasa desde mis pies hasta mi cabeza.

Cuelgo. Tengo que salir, no hay de otra.

Busco en mi ropa tirada algo que pueda ser flexible y cómodo para correr si
se da la oportunidad de escapar y entre mis pocas cosas encuentro un pantalón
un poco largo y una camisa algo ajustada, me coloco la ropa y salgo de mi
guarida.

Subo escalón por escalón y mis oídos captan ruidos de zapatos correr de un
lado para otro, alzo mi cabeza antes de que alquilen me vea en cuerpo completo
y siento que ha sido una mala idea. Pego mi cuerpo a las paredes y decido
observar desde lejos.1

Mujeres, cientos de mujeres entrando y saliendo de la casa, miro buscando a


Rosalía y no hay rastro de ella o del señor Alcibíades junto con su socio.

Lentamente retrocedo, pero mi suerte es tan traicionera que un rechinido


infernal sale de una tabla del piso de madera y todas volean a mirarme.
LEYVA 📝
Que no me hagan nada.

Una llega corriendo hasta mí y me toma bruscamente del brazo, me guía hacia
afuera y me acuesta boca abajo en el caliente pavimento de la carretera—
¿Quién eres?—una voz gruesa sale de su boca.

—Soy... Yo soy Sara Poezyn—y en un segundo estoy en unos brazos fuertes


que me alzan con emoción, su aroma inunda mis fosas nasales y abro mis ojos
tanto como puedo. Reconozco esa colonia donde quiera —¿Wade?—agarro su
cabello y tiro su cara ligeramente para atrás —Wade—doy una sonrisa y una
lágrima se escapa de mi ojo.6

Acaricia mi cabeza—Ya está todo bien, nena, no te preocupes —su agarre es


fuerte y acogedor.

De la nada sus brazos en un segundo se vuelven cada vez más débiles caigo al
piso, observo como su camisa se tiñe de un rojo intenso y cae al suelo rendido.
Me acerco a Wade y abro su camisa, levanto la vista y ahí está él con una
sonrisa de oreja a oreja.

Me levanto del suelo con la furia recorriendo mi ser. Nadie daña a mis
personas favoritas y se va sin pagar las consecuencias.15

Siento como mi cuerpo arde y mis venas empiezan a ponerse negras, mi cuerpo
está cambiando y no sé que me pasa en este momento, pero lo que quiero es
matarlo, matarlo por todo lo que ha hecho.

Mi vista se nubla y camino hacia él decidida —No me importa que seas mi


padre, lo pagarás —en un movimiento rápido lo tengo detrás mío.

—Ay niña, tienes mucho que aprender—gira mi cabeza a Wade —Dile adiós a
tu lobito, te irás conmigo al mundo demoníaco y de ahí no te dejaré salir.

Cierro los ojos y cada uno de los recuerdos de mi infancia llegan a mi mente,
los recuerdos de mi vida.
LEYVA 📝
Yo no soy normal.3

—¿Qué le hiciste a Rosalía? —sonríe con malicia—dime—exijo.

—La asesine junto con el idiota de su amante, hubieses visto como me rogaba
por dejarla ir—jala de mi cabello —¿Tú también me suplicaras?

Cosas llegan a mí como por arte de magia, cierro los ojos y me dejo llevar, de
un momento a otro veo como mate a personas, como mi madre se caso con el
infeliz, sus maltratos, mis golpes, como nos trato de matar y lo último, como
me hizo olvidar todo.4

Abro mis ojos y todo lo veo se tiñe de un rojo intenso—vas a morir—le doy
media vuelta a sus brazos atados en mi cuello y lo tumbo al suelo, mis manos
se cierran y viajan a su cara una y otra vez —Una basura, eso eres—doy un
último golpe en su cuello y este se rompe.

Alzo su cabeza a la altura de la mía —eso es por tratar de matarnos, imbécil—


arrojo su cabeza al suelo y observo como un grupo de lobas le adhieren fuego
a su cuerpo.

Camino a su lado y me tumbo en el suelo—Wade, mi amor ¿estás bien? —toco


su herida, pero retiro mi mano al ver reflejado dolor en su cara.

Sonríe de lado algo forzoso—Completamente ahora que me dijiste mi amor—


achico los ojos.15

—Tenemos que llevarte a que te revise un médico —observo a todas las lobas
a mi al rededor, a lo lejos veo un auto y todas las miradas recaen en mí —yo
no sé conducir.

—Tranquila, yo puedo—se levanta poco a poco con mi ayuda y caminamos hacia


el carro.

—Me debes una explicación, pero eso lo hablaremos más tarde—lo dejo del
lado de conductor con mucho cuidado, voy a la del copiloto y tomo asiento.3
LEYVA 📝
Él arranca el auto y nos alejamos de la masacre de personas y casa
destruidas—¿Me vas a decir quién eres en realidad?1

Ni yo sabía quién era hasta ahora que mis pocos recuerdos llegaron.
LEYVA 📝
CAP.27~MARCA

Capítulo veintisiete

No dejar que mi boca hable lo ha enfadado mucho.

—No sé qué te puedo decir, no soy nadie—digo mirando el panorama.

Golpea el volante—Sara Poezyn, tu eres más que todo para mí —lo miro
espectativa a la situación.

Tengo que decirle.

Lo malo es que se aleje de mí.14

—Pues la verdad es que recordé ciertas cosas de mi pasado y ahora se que


soy—observa la carretera y luego a mi en actos seguidos queriendo decir que
prosiga—soy una mujer demonio.5

Su cara relajada me demuestra que el ya lo sabía —Yo lo sabía desde que te


ví en la mansión, tu eres tan palida y tus ojos tan profundos, pero tu riquísimo
olor me descompuso y no pude pensar en otra cosa que no fueras tú y me
olvide totalmente de la idea cuando te vi indefensa ante el vampiro—toma mi
mano y la lleva a sus labios para dejar un corto beso en esta.

—Yo soy una demonio, de lo que me acuerdo desde pequeña es que él siempre
me golpeaba y me maltrataba igual que mamá hasta que crecí y no me deje
más, empecé a darle una cucharada de su propia medicina y me volví mala,
comencé a matar gente y todo lo demás, un día cuando estaba recién levantada
hoy gritos, baje lo más rápido que pude y mire a Elizabeth tendida en el suelo
y al lado de ella estaba él y un brujo, cuando reaccione ya era tarde, el brujo
había borrado mi memoria, más tarde como veinticinco años después me
golpee la cabeza tan fuerte que volví a recordar todo y simule no haber
recordado nada, pero él si se dio cuenta y nos trato de matar quitándole los
frenos a un auto que Elizabeth manejaba, después de que sobrevivimos a ella
LEYVA 📝
la mando a un prostíbulo y empezaba a mandarla a clientes en línea para
satisfacer sus deseos y puesto que yo no recordaba nada por el golpe que
obtuve no supe de nada hasta ahora que lo veo todo con claridad—al menos
una parte.13

Una parte de mi verdad.

Solo esa debe saber, no quiero sufrir viendolo dejarme por lo que cometí.2

No ahora.

—¿Cuántos años tienes en realidad? —me saca de mi mente nublada por


pensamientos negativos.

Mi edad.

No me he puesto a pensar en eso.

—Pues tenía dieciséis cuando me borro la memoria y después de eso cuando


reaccione tenía veinticinco años vividos y desde que escape con mi madre a
los diecisiete, sacando cuenta creo que tengo...

Me interrumpe—cincuenta y ocho años.27

Asiento—Estoy vieja aunque parezca de diecisiete.

—Yo tengo más que tú, no te preocupes.5

Sonrió—Vaya, parece que la edad te hace más bueno cada día —reímos a la
par—No te preocupes así te quiero mi Ricky Ricón.7

—Lo siento.

Junto mis cejas—¿Por qué? —una angustia se instala en mi pecho.

—Por no protegerte como debió ser—sonrío para él.2


LEYVA 📝
—Aun así estuve bien—tomo su mano—No te preocupes por mí —dobla en un
camino entre asfalto y tierra, todo lo que encuentro es bosque por todos lados
hasta que al final hay una enorme mansión.

—Sé que esta manada es de mujeres y todas son muy lanzadas, pero te juro
que no te engañe aunque más de una intento seducirme.

Achico mis ojos, —¿Qué perra fue?8

—¿Estás celosa?—sonríe.

Me cruzo de brazos mirando hacia otro lado—No lo estoy —lo observo de


reojo.

—¿Si no lo estás por qué estás enojada?

—No estoy enojada.

—Si lo estás, tu cara roja y tu desinterés me dijeron que lo estás —volteo


hacia él.

—Pues si y que—sonrío con malicia—Ahorita mismo quisiera matar a las perras


que se te aparecieron desnudas—digo entre dientes y abro la puerta del auto,
me agarra del brazo y jala mi cuerpo contra el suyo, rápidamente hace una
mueca de dolor y me separo de él.

—Creo que ha empezado a doler ahora que no tengo con que distraerme —me
suelto de su agarre y bajo para rodear el auto y ayudarlo a caminar hacia la
mansión—Puedo solo, pero la verdad es que me gusta tu atención.

—¿Desde cuándo te volviste más atrevido? —llegamos a la puerta y toco el


timbre.

—Desde que tu le escribiste a tu madre que me amabas, eso es más que


suficiente—Siento como todo el calor de mi cuerpo sube a mi cara. Estoy roja
como un tomate.8
LEYVA 📝
Aparto mi rostro de sus hermosos ojos y en el momento de su protesta un
tipo alto abre la puerta, me escanea de arriba a abajo y sus ojos se vuelven
más negros de lo normal.

Un lobo en épocas de apareamiento.

Observo la mano de Wade que cada vez me aprieta más contra él —Tranquilo
lobito—juego con mi mirada.

—Al parecer si es hermosa tu compañera, ¿Me la prestas?4

—Ni en tus más locos sueños, idiota —se hace a un lado para dejarnos pasar
y sigo a Wade que en vez de yo llevarlo, él me lleva a mi jalada del brazo, sube
las escaleras conmigo y entra a una enorme habitación —¿Qué le mirabas a
ese?—me tira detrás de la puerta y me encierra con sus brazos a los
costados—¿Te gusta?

Oh no, esta celoso.

—¿Por qué me gustaría un tipo cómo él?

Su mirada cambia, ahora tiene un debate interno—Esa no fue la pregunta.

—¿Y cuál fue? —cierra sus ojos y en el momento que los abre me lanzo contra
él.

Tomo su cabello y lo tiro hacia mí, me pongo de puntitas y choco mis labios
con los suyos en una explosión de sentimientos que se despiertan en mi
interior.

Nunca imagine lo tan necesitada que estaba de él, muevo mis labios al compás
con Wade sintiendo como cada vez el beso sube de pasión y mi cuerpo
responde a su dulce tacto, muerdo su labio inferior y sus manos viajan a mis
nalgas y las aprieta.

Sonrío en medio del beso—¿Tan posesivo eres?


LEYVA 📝
Siento como toma mi labio inferior y lo muerde, en mí se forma otra sonrisa
aun más grande—Solo cuando amo mis cosas.15

Él me levanta y yo enredo mis piernas en su cuerpo, aun caminando me sigue


besando y me deposita en la cama que tiene ese rico olor a lavanda,
característico de él.

Se inclina hacia mí y da un último beso —Como quisiera lo siguiente, pero ahora


me tiene que revisar un doctor o estaré mal luego—observo como quita su
camisa y el arañazo proporcionado por el idiota de el señor Alcibíades sigue
ahí ahora más infectado y rojo.2

Me levanto e inspecciono su herida—No es algo casi grave porque no se ve


profunda, pero debes hacer que venga un doctor para que diga las cosas que
debes hacer para que sanes rápido y no te quede cicatriz.

—Que buena doctora serás —junto mis cejas y sonrío —Es la verdad.

—No te burles porque soy muy sencible —antes de que Wade responda un
toque en la puerta llama nuestra atención3

—Pase doctor, con confianza.

Un señor canoso entra y se dirige a Wade—Buenas Noches —tan sumergida


estava que no me di cuenta de que ya era de noche, tomo la muñeca derecha
de Adlen y observo su reloj.1

Ocho y cincuenta y dos.22

—Buenas noches —respondo y me alejo de el paciente y doctor.

El señor coloca a Wade en la cama y se pone unos lentes redondos —Señor,


se necesita saliva de un demonio para curar su herida rápidamente, pero el
dolor que sentirá es el que nunca ha imaginado —me observa y asiento.

—¿Usted la tiene en su bolso? —niega.


LEYVA 📝
—Solo trato con vampiros y lobos, no con heridas de demonios.

Suspiro—¿Si le doy un poco usted sabrá como ponerla? —me levanto y camino
hacia el doctor.

—Claro, solo tengo que sacar una hoja curativa y listo, pero el dolor será
mayor ya que usted es una mujer demonio y por lo tanto el corazón le dolerá
también, sentirán como si ambos rechazaran a sus mates—trago grueso —Y
ese dolor se instalará por una hora.

—Tenemos que curarlo, ¿dígame qué tengo que hacer? —de su bolso saca un
frasco y me lo da.

—Tiene que llenarlo de saliva—me volteo, pongo el frasco en mis labios y


expulso saliva hasta que queda medio lleno, lo tapo y observo como el frasco
se va poniendo negro.28

Se lo tiendo—Aquí está —me acomodo en la cama donde Wade está acostado


y el doctor sigue con lo suyo.

Después de diez minutos de intriga Wade me habla—Mi amor ve por la cartera


que está en la mesa y saca mil dolares—me levanto y camino hacia esta y tomo
la cartera, pero un intenso dolor en mi pecho se instala y doy un grito
desgarrador —¿Sara?

Me caigo a causa de todo lo que estoy sintiendo y empiezo a llorar y llorar, el


dolor en mi cuerpo no se quita y escucho voces en el cuarto, a Wade alterado
y el doctor hablando con él.

Un inmenso dolor de cabeza me inunda y mi respirar se vuelve más pesado,


mis ojos viajan a él y antes de quedar inconsciente lo escucho decir: Lo siento.

Despierto con un dolor en mi cuello y me remuevo incómoda en la cama gigante,


abro mis ojos poco a poco y una mirada preocupante al pie de la cama me hace
levantarme.
LEYVA 📝
—¿Qué pasa señor ricachón? —camino hacia él y observo donde antes estaba
su herida.

—No sientes algo diferente —junto mis cejas tratando de comprender y miro
su rostro demacrado.

Es comprensible cuando sintio todo ese dolor.

—No, aparte de que me duele el cuello—me señala mi vestimenta y me observo


de pies a cabeza. Estoy con ropa suya—y me cambiaste—sus ojos viajan a mi
cuello instintivamente y es cuando lo comprendo.

Me muevo por toda la habitación tratando de encontrar un reflejo y tomo su


celular, voy corriendo hacia el centro del cuarto y reflejo el vidrio del
teléfono con mi cuello.

Efectivamente en este están sus iniciales.

W.A.D

Con dos espadas entrecruzadas y un sol en el punto de encuentro de las


espada.1

Toco la marca y mi cuello, de un jalón siento una corriente pasar por todo mi
cuerpo y me volteo hacia don ricachón.1

—Lo siento, el doctor me dijo que si no lo hacía nuestro vínculo se


desaparecería por el inmenso dolor y que posiblemente tu morirías—baja su
mirada a sus pies.

—Wade, sube la mirada—mis ojos se encuentran con los suyos —hiciste bien—
camino hacia él y lo abrazo—ahora deja de ser sumiso que no quiero que te
vean así.

Aspira fuerte y me apega más a él —Contigo no me importa lo débil que me


vea, solo tú tienes ese poder de descomponerme, no lo olvides.1
LEYVA 📝
—Como el día que me escape de ti en la cena—quito mi cabeza de su pecho
para mirar su rostro.

—Perdón si ese día te dije cosas que no te gustaron, es que la mayoría de


personas que estaban eran lobos de mi manada y pensaban cosas que no
debieron pensar y me enoje.

Me separo y me acuesto en la cama—No quiero estar aquí —obsevo la pared


blanca arriba de mí —quiero volver a casa—el lado izquierdo de la cama se
hunde y caigo encima de su cuerpo.

Miro el cuello de Ricky Ricón—Ahí ira mi marca.

—No me provoques Sara, de lo contrario completaré el vínculo —gruñe.

No sé de donde saco el valor, pero me encuentro besando su cuello y siento


su apretón en mi cintura—Sara—advierte.+

Hago caso omiso a su reclamo y ahora soy yo la que me encuentro abajo de


él.5

Dios, en qué me he metido.


LEYVA 📝
CAP.28~EN EL AVIÓN

Advertencia: Contenido +18.


{Este capítulo puede contener material vulgar y/u desagradable para algunas
personas [cuando veas esta señal (****) detente y no continúes leyendo]. No
me hago responsable por las mentes traumadas}.65

Capítulo veintiocho

Asustada me quito de abajo suyo y le doy un último beso en su mejilla—Quiero


irme y ver como estan todos, mamá y la manada —por sus ojos pasa un destello
amarillo.

Se levanta de la cama—Ve a bañarte—me señala una puerta detrás de él —yo


iré a dar las gracias al alpha por su alojamiento y ayuda a rescatarte —camina
a la puerta y le lanzo una franela blanca.

—No quiero que nadie te vea Ricky Ricón esculpido—niega sonriendo y se la


pone, sale del cuarto y de un momento a otro me encuentro sola en la
inmensidad del lugar.

Entro al baño, me despojo de su ropa y me doy una larga ducha hasta que
termino y salgo con una toalla enredada en mi cuerpo, antes de cerrar la
puerta dos chicas me toman por los brazos y me llevan hacia otra habitación.

—Yo soy María—se presenta una.

—Y yo soy Nela y te vamos a arreglar en media hora—no entiendo que está


pasando cuando Wade con el otro alpha entran en el cuarto.7

—Ellas son maquillistas, te arreglaran mientras yo me baño y arreglo—mira a


las chicas detrás de mi—Cuidado con ella—asienten.
LEYVA 📝
Wade sale y el único hombre se queda mirandome con una intensidad en su
mirada—Perdón por lo de ayer, me llamo Benitez—tomo su mano un poco
incómoda. Vaya manera de presentarse.7

—Si me disculpas, quiero vestirme y no lo haré contigo aquí —alza las manos
en son de paz y sale cerrando la puerta.

—Aquí está lo que te pondrás —me señalan la ropa—ahora entra ahí y ponte
eso—sin más que decir lo hago y salgo.

Me asientan bruscamente en un banco—Cierra los ojos y no los abras hasta


que te digamos que los hagas—cierro mis parpados y después de casi media
hora escucho toques en la puerta.

—Ya está, ya los puedes abrir —me levanto y miro mi reflejo en un espejo.

Estoy, estoy algo bonita.

Mis mejillas tienen un color medio rosado, mis ojos estan con tonos suaves y
unas grandes pestañas los adornan, mi nariz está más fina de lo normal, mis
cejas bien peinadas y mis labios con un labial rojo.

—Amo ese labial que traes puesto.

Y ahí esta él.

Con una camisa blanca que se le pega al cuerpo y hace remarcar esas zonas
justas para saber lo hermoso que es, un pantalon jean largo de color azul, unas
zapatillas blancas.

Tan guapo y bello como siempre.

Camina hacia mí y toma mi mano—Es hora de irnos—me despido y caminamos


hacia el auto—ya esta todo listo—subo.

Rodea el auto, arranca y todo lo que viví siento que se queda atrás, doy una
última mirada a la mansión y todo lo que me rodea.
LEYVA 📝
Después de media hora llegamos al aereopuerto y las miradas por parte de
las personas me ponen nerviosa y Wade lo nota—Tranquila—sujeta más fuerte
mi mano y entra a un alquiler de autos, camina a la caja y una señora lo recibe
con una enorme sonrisa.

—Usted es el chico bonito de la otra vez—vaya, no solo yo lo veo asi—¿puede


prestarme su identificación? —la saca de su cartera —señor Wade Dhall aquí
están sus doscientos dólares de regreso—le pasa la identificación y el dinero
por la ventanilla—que tenga un buen viaje—sonríe y vuelve su vista a la
computadora.

Entre todo el mundo del aereopuerto caminamos con la vista de todos


taladrandonos las espaldas hasta que entramos a una sala distinta a todas y
la tranquilidad relaja mis músculos —Bienvenida a la zona vip del aereopuerto,
esto solo es para famosos y personas importantes con un avión o jet privado.

—¿Eso significa que tu tienes un avión privado?—me recuesto en el sillón y


volteo la mirada hacia él.

—Correcto cariño —observo el monitor gigante en frente de nosotros con un


vuelo a California —y ya nos vamos—me toma de la mano y tira de mi hacia
arriba.

—Pero nosotros llegamos después que todos ellos.

—Yo reservé las cosas con anticipación. Tú tranquila que yo nervioso.14

—Señor ya está todo listo—la auxiliar de vuelo se presenta frente a nosotros


con una sonrisa de oreja a oreja —siganme.

Mis ojos se desvían a él y luego a la azafata. La está mirando. Junto mis cejas
y le doy un codazo —Deja de mirar—ruedo mis ojos.

Sonríe hacia mí —No estoy mirandola.


LEYVA 📝
Achico mis ojos—Eso no es verdad—camino delante de Wade—No me
molestes.

—Deja de estar celosa, niña fresa—da un beso en la coronilla de mi cabeza y


me toma de la mano.

Junto mis cejas —No lo estoy.

—Amo tu bipolaridad —y sin más que decir me conduce dentro del avión.

Con cierta timidez tomo asiento en una de las sillas con vista a la ventana de
lado izquierdo.

—Señor, esperaremos a que los aviones tomen vuelo para nosotros poder
tener un inicio limpio y sin complicaciones —Wade que ahora se asienta al
frente mío asiente y ambos nos concentramos en el avión que se coloca en
línea para poder despegar.

—No la estaba mirando, no soy un puto, no ahora que te tengo —volteo a


mirarlo —te esperé demaciado como para que ahora te alejes de mí —gira su
cabeza en mi dirección —Nos conocemos poco, pero con ese poco nos
queremos —palmea sus piernas y entiendo su mandato. Me levanto y camino
hasta él para sentarme en sus piernas—Nena, sé que es pronto... pero—
nuestros ojos conectan y un pequeño rayo de electricidad pasa por mi cuerpo.
Mis ojos brillan y mi corazón acelerado se quiere salir por mi boca—Te
quiero—escondo mi cara en su cuello con la sonrisa más grande del mundo y
mi cuerpo responde a su declaración de amor.4

Salgo del hueco de su pecho y mis manos toman su cabello peinado y lo


desordenan, bajo la otra mano a su cara y aprieto su mandíbula—Yo también
te quiero Ricky Ricon —acorto el poco espacio que tenemos y nos fundimos en
un delicioso beso de esos en los que se te olvida el tiempo y todo tu mundo es
de mariposas y soles radiantes con músicas alegres.

¿Es así o es que estoy sintiendo esas mariposas en el estómago?


LEYVA 📝
Nos separamos al escuchar una tos falsa y Wade me aprieta más a sus piernas
para no pararme y golpear a la tipa—Disculpen que interrumpa, pero ya vamos
a despegar y necesito que la señorita tome asiento en un lugar y abrochen sus
cinturones —sin más se pierde detrás de la cabina de control.

—Ojala se caiga—me levanto de las piernas del ricachón y rápidamente coloco


todo en su lugar.

De un momento a otro el avión empieza a moverse e ir tomando velocidad. Una


de las cosas que me da enojo son las personas que suben a un avión y cuando
este va a despegar se ponen histéricas; esto es lo más normal del mundo. Si
el avión tienen una falla técnica y estas en medio de la nada te tocará morir,
si igual, de ese día no pasarás.18

Miro por la ventana como todo a nuestro al rededor se difumina y siento como
el avión asciende tomando su curso.

Después de cinco minutos con algunas turbulencias llega la hija de su mamá


nuevamente a mirar a Wade—Señor ya es posible caminar por el avión, ¿desea
algo que comer?—en ese momento mi estómago ruge y Wade gira hacia mí con
cara de pocos amigos.

¿Genial, no?

—¿Quieres algo, bebé?—se desabrocha el cinturón y estira las piernas—


Debes tener hambre —pone su brazo en el umbral de su asiento y recuesta
su mejilla contra su mano.

—Algo que no sea muy pesado—giro mi cabeza hacia ella, de la nada Wade se
levanta y dice algo en su oído, asiente y se marcha gustosa meneando todo su
cuerpo.1

Contrólate.

No eres celosa, no eres celosa, no lo demuestres.45


LEYVA 📝
Desabrocho mi cinturón, estiro mis pies y cierro mis ojos hasta que escucho
el sonido de su cámara —Wade Dhall, dame ese celular, tengo que borrar esa
horrible foto—rodeo su abdomen con mis piernas, él inmediatamente sube su
móvil lo más alto que puede y sin pensarlo alzo mis brazos a tratar de
alcanzarlo.

Siento que la injusticia divina siempre está de mi parte.

******************************************24

Doy un último brinco y el botón superior de mi camisa sale disparado, se abre


ligeramente y mi escote queda en su cara. Un gruñido sale de su boca y me
levanta como una pluma, mi sexo está pegado a él y puedo sentir lo que esta
detrás de ese pantalón, por instinto empiezo a moverme y mi respirar se hace
cada vez más agitado.

Con los ojos cerrados sin saber a donde me lleva beso su cuello y el coloca sus
grandes manos en mis nalgas y las aprieta, un gemido se escapa de mi boca y
es suficiente para empezar a suspirar en su cuello, de un minuto a otro estoy
en una cama y la sensación de ser suya me embarga.

Sus ojos me observan y un calor intenso pasa por mi cuerpo cuando sus labios
tocan la marca en mi cuello.

Y comieza su tortura.

Dejo guiar mis manos a su espalda y luego a su abdomen, Wade toma mi mano
y la lleva hasta su gran amigo, quedo estática por lo duro que está y miro como
sus ojos escudriñan los míos con lujuria —Solamente nos hemos besado y ya
me pones así —su voz ronca y sexy hace que mi cuerpo reaccione a él y
comienzo a sentir como mi ropa interior se humedece.

Suelta mi mano y continúa con el ataque en mi boca, agarro su prominente


erección por encima del pantalón y los músculos de sus brazos se contraen,
LEYVA 📝
enredo mi pierna en su cintura y lo hago caer en la cama. Como puedo voy
abriendo los botones de su camisa.

Como es de difícil esto cuando te sientes deseosa.

Junto mis cejas y rompo su camisa, cegada por el deseo quito el broche de su
pantalón y toco su piel mientras ataco con ferocidad su boca.

Mi camisa desaparece junto con el sujetador y rápidamente siento su cálida


lengua tocar mis pezones. Juega con uno y masajea el otro, una corriente más
fuerte pasa de mi espalda a mis piernas y todo se vuelve muy sensible para
mí, busco su boca desesperada y nos fundimos en un beso apasionado y
posesivo, su lengua toca mi labio inferior y sin pensarlo doy acceso. De la nada
me voltea y mi espalda queda recostada a la cama, apierta mis piernas y en
cuestión de segundos me encuentro desnuda ante él.

Se levanta de la cama y me observa con esa mirada penetrante y cargada de


deseo, pasa su lengua por sus labios y muerde su labio inferior, nuestras
respiraciones agitadas es lo único que podemos escuchar y cuando creo que
he visto todo de él baja sus pantalones y boxer de un solo tirón y su miembro
queda expuesto a mi vista.

Yo creí que él era perfecto, pero me equivoque.

Él es jodidamente más que perfecto.8

Vuelve a posicionarse sobre mí, besándonos, tocandonos, explorando nuestro


cuerpo ardierte, sus manos viajan a mi sexo y masajea levemente robandome
suspiros y pequeños gemidos que se difuminan con sus besos húmedos y
ardientes.

De la desesperación en tenerlo dentro mío sobo con mi mano su grande y duro


amigo, arriba y abajo, una y otra vez, dejo el movimento de manos y las subo
hasta su abdomen y su pecho, luego, su espalda hasta llegar a sus nalgas y
apretarlas.
LEYVA 📝
Sonrío burlona—Eres mío Ricky Ricón —subo mis manos a su cabello y sigo mi
ataque en su cuello, abre más mis piernas y siento su anatomía en contacto
conmigo, muevo mis caderas invitándolo y doy un gemido lastimero en sus
labios.5

Wade gruñe y se recuesta en la cama con un solo brazo, su mano libre baja
por mi abdomen lentamente y se detiene justo en mi clítoris, me jala hacia él
y siento como un dedo entra en mi interior haciendo estragos en mi cuerpo.

—Wade—gimo en su boca ahora roja de tantos besos. Su dedo empieza a


moverse y muevo mi cuerpo al compás de su ritmo, una ola de calor se acerca,
pero de la nada detiene su tortura y me mira a los ojos.

—No vas a tener otro orgasmo así, no, lo tendrás cuando me tengas todo
dentro de ti—sus palabras encendien mi cara, baja a mis pechos y los muerde,
succiona, juega, llevándome al borde del placer hasta que siento su miembro
en mi entrada.4

Lo aprieto más contra mí y entra lentamente—respira, todo estará bien—da


un beso a mi cabeza y besa mi cuello mandandome oleadas de calor y
haciéndome olvidar el dolor en mi parte baja.4

Empieza su movimiento de caderas sin frenesí, cierro mis ojos dejándome


llevar por el placer y lo bien que se siente estar con Wade. Vuelve a apoyarse
en la cama con una mano y coloca su cabeza en mi cuello, su solo respirar me
eriza el cuerpo y observo como su mano libre baja lentamente a mi clítoris
volviéndome loca.

Apresura sus embestidas y sus dedos se mueven mucho más agilidosos, con
cada bombeo siento que crece dentro de mi cuerpo, mis manos se aferran a
su espalda y da una última estocada, mis piernas se contraen y gimo en su boca
para no hacer los sonidos tan fuertes, me separo y caigo rendida en la
cama, me observa detenidamente a los ojos y cae desplomado encima mío.15
LEYVA 📝
Él levanta su cuerpo y me da un último beso—Dicen que el sexo con tu mate
es mejor que hacer ejercicio, yo no creía eso, pero ahora me doy cuenta que
es cierto.

Mis mejillas toman un color rojo intenso al sentir el frío tocar mi cuerpo y
sobre todo al verlo a los ojos. Tapo mi cuerpo con la sobrecama y escondo mi
cabeza debajo de esta.

No puedo creer que mi primera experiencia con Wade fuese en un avión.3

Estamos a muchas alturas.

Además, nuestro vínculo está completo. Tenemos el símbolo completo uno del
otro. Siento sus brazos rodearme y me apego a él sin pensarlo.5

Que bonito se siente esto.


LEYVA 📝
CAP.29~COSAS

Capítulo veintinueve

El rico aroma de huevos revueltos y tocineta me despiertan y me levanto de


golpe.1

Mala idea.

Agarro mi cabeza tratando de hacer que el dolor se vaya, pero no es tan


práctico.

Me enfoco en donde estoy. Una cama gigante, un ventanal del tamaño de una
pared con cortinas verdes, una puerta diferente en cada extremo y lo más
peculiar: El techo pintado de blanco.

Dirijo la vista a mi cuerpo y me encuentro con un pantalon gigante negro y una


franela blanca.

Esto es de Wade definitivamente... Pero, ¿por qué el avión cambió tanto?3

—Yo ire a verla te guste o no, es mi hija y por lo tanto soy tu suegra y no me
lo puedes prohibir—junto mis cejas.3

Hasta la voz de mi madre estoy escuchando, miro todo a mi alrededor y es


cuando caigo en cuenta de que no estoy en el avión.

—Ella está dormida, dejala tranquila—en definitiva ya sé en donde estoy.

Estoy en el cuarto del ricachón.

Las puertas se abren y Elizabeth queda estática mirándome. Mis pies y manos
reaccionan y me abalanzo contra ella—Madre, te extrañé, sé que fueron pocos
días, pero te extrañe. Lo siento, lo siento mil veces, lo siento —la aprieto más
contra mi sintiendo ese calor y dulzura que solo una madre te puede dar.
LEYVA 📝
—Una semana, una semana sin verte y me tenías angustiada niña, sé que soy
intolerante, pero porque me dejaste solita, yo me sentí culpable de que te
marcharas—jadea.

Me separo de ella para limpiar las pocas lágrimas que brotan de sus ojos—En
la nota creo que deje claro que no era por ti Elizabeth —tomo sus manos y
levanto mi vista a sus ojos —Deja de pensar tonterías —suspiro.

Tira su cabello hacia adelante escondiendo su mirada de mis ojos —Tu le


dijiste a Matías que no me querias ver y él me sujetaba para que no subiera a
verte—suelto sus manos y tiro su cabello hacia atrás.

—Elizabeth eres mi madre y por alguna u otra razón igual te buscaría para
hablar solo que esa vez estaba algo dolida porque no me contaste, no confiaste
en mí...

Señala detrás de ella—Él me dijo que no te contara, que él lo haría —asomo


mi cabeza por un lado para ver a Wade recostado del marco de la puerta. Alzó
una ceja y lo fulmino con la mirada.2

Rápido sonríe y se muerde los labios haciéndome recordar lo del avión.

Mierda, que sexy es.

Lo sé nena, lo sé.4

¿Quién mierdas eres? Me tienes estresada.

¿A quién tienes en el marco de la puerta?

¿Wade?

Exacto bebé.

Hablaremos más tarde.

Solo no te pongas provocativa.9

Sí, como no.


LEYVA 📝
—¿Sara? SARA—Elizabeth me toma de los hombros.

Reacciono—Que pasa—digo mirando su cara ahora más cerca de la mía.

—Te perdiste o algo, quedaste muda por tres minutos.

Niego —¿Elizabeth, tienes ropa mía?—alzo mi mirada a sus ojos. Esperen...

¿Ella está más alta que yo?

Me alejo un poco y miro su aspecto. Claro, los clásicos tacones de aguja—Tú


que haces con esos semejantes tacones, te quieres caer o que—cruzo los
brazos en mi pecho —Elizabeth responde.

Suspira—Lo que pasa es que me escogieron para ser modelo en un evento a


beneficio de fundaciones sin recursos económicos, entonces, tengo que
aprender a usarlos ya que la instructora dice que esos son los que se deben
llevar o al menos para mí que soy enana. Eso es como subastas por parte de
personas del público —junto mis cejas.

—¿Y Matías está de acuerdo con esto? —cuestiono achicando mis ojos.

Sonríe —Él dijo que me compraría, aunque se quede seco de dinero—doy dos
pasos hacia atrás.

Alzo mis cejas—¿Por qué seco? — camina hacia la cama de Wade y sin pensarlo
dos veces se tira.

—Estos tacones ya me están matando. Y respondiendo a tu pregunta, Matías


piensa que tiene dinero como agua, o sea que tiene mucho— ruedo mis ojos.

Los millonarios y sus cosas.

—Y mi ropa, ¿tienes o no?

—Creo. No sé, pero puedo decirle a Wade que te mande a comprar.

—No hace falta—me sobresalto al escuchar su voz potente detrás de mí.


LEYVA 📝
Toma mi mano y me conduce a su armario, abre la puerta y al final de tanta
ropa suya empiezo a ver un sin fin de cosas de mujer.

—Toda esta ropa que está aquí es tuya, si quieres que le agreguen algo me
dices y yo lo compro, no hay problema—miro los closets gigantes, los estantes
de zapatos, cajones grandes, espejos—¿Está bien para ti?—suelto mi mano
de su agarre y tiro su cabeza hacia mí, choco mis labios con los suyos y sus
manos rápidamente viajan a la parte baja de mi cintura, me aprieta contra él
y siento como su cuerpo cobra vida conmigo.16

Me separo de él—Ricky Ricón aquí no—muerdo su labio inferior y me separo


de él —Puedes salir, voy a asearme.7

—Lo que diga mi luna—sonrío y tomo su mano para regresar. El cuarto se llena
de ronquidos y volteo a ver a mi madre durmiendo —Ha sido muy difícil para
ella dormir desde que le dejaste de hablar, tirale las sábanas por encima y
dejala dormir—hago caso a su orden y doy un beso en su frente—estaré abajo
po cualquier cosa—asiento y camino nuevamente a Wade para darle un último
beso.

Él sale y yo voy a el baño para tomar una larga ducha relajante, salgo con una
toalla envuelta en mi cuerpo y camino al armario. Sorprendida de tanta ropa
me voy por un playsuits blanco de encajes ya que hoy quiero estar lo más
tranquila y fresca posible.

Parezco vieja.

Cariño, estás vieja.2

Nadie te pregunto.

Sacudo mi mente y abro otros cajones hasta encontrar la ropa interior, ya


teniendo esto me lo pongo y cierro todo para ir a los estantes de zapatos.
Entre todos los que hay elijo unos botines con tacon de color chocolate,
camino a los abrigos colgados y saco uno de lana gigante.
LEYVA 📝
¿Esto estará bien para mí?

Me observo en el espejo lo demasiada arreglada que voy. Pareciera como si


fuese a salir y es que no estoy acostumbrada a esto.

Suspiro. Con el abrigo en la mano llego a la peinadora y reviso todos los


estantes.

¿Cuánto debio haber costado esto?

Tomo un cepillo y peino mi cabello para que se vea algo más decente, veo los
labiales y demás cosas en los estantes, alzo mis manos y la retrocedo
instintivamente.

No sé cómo usar estas cosas.7

Niego y abro las gabetas de la peinadora. Collares, pulseras, aretes, anillos,


relojes, todos brillan y con cierta timidez saco un reloj de su estuche.

—Se vería bien en ti—como una niña siendo atrapada me volteo —No es la
primera vez que observo que las cosas brillantes te llaman la atención.

Elizabeth camina hacia mí, toma mi mano izquierda y coloca el reloj que en
segundos tenía en la mano—Debes usar cosas de adolescentes y si Wade te
dio esto es para que lo uses, no para que lo dejes llenar de polvo—saca un
hermoso collar y los aretes a juego.

Es mucho para mí.

—¿No crees que debes calmarte madre? —rueda sus ojos, jala un sillón hasta
quedar en frente del espejo.

—Sientate—me ordena y obedezco.

Coloca el collar y los aretes. No negaré que me siento cargada, pero se ve


bien.
LEYVA 📝
—Lista, ahora solo necesitas mascara de pestañas, gloss y algo de... —jala mis
cachetes y retiro mi cara de su ataque—rojo en tu cara para verte normal y
bien —alzo una ceja.

—Ya Elizabeth, vamos que debo desayunar o almorzar —Observo el reloj


dandome a entender que son las doce y quince—Tal vez sea hora de hacer
almuerzo —tomo mi abrigo y caminamos hacia afuera hasta llegar a las
escaleras—Quiero un maldito ascensor para bajar esto, no soy fan del
ejercicio.4

Elizabeth sonríe y tira uno de sus codos hacia mi espalda—Endereza—susurra


entre dientes.

Junto mis cejas—Claro madre, caminaré mejor— me acerco a su oído


peligrosamente —Esto te costará.

—Lo sé.

—Elizabeth, recta—miro a una señora al final de las escaleras negar viendo


su mala postura y caminar. Sonrío por lo bajo.1

Esta debe ser su instructora.

Entro a la cocina y el olor a tocineta llega a mis fosas nasales haciendo


estragos en mi paladar. Con cuidado y en extremo silencio destapo el sartén.

Después de todo, ¿Dónde estará el ricachón?

—Que hermosa—dejo caer la apa del susto y siento sus manos rodear mi
cuerpo. Subo la mirada a su cuello y ahí veo mi marca.

SP32

Me doy vuelta y apego mis brazos a su cintura —¿Mejor?

Sonríe y da un beso corto en mis labios—¿No tienes hambre? —me suelta y


recoge la tapa—Deberiamos almorzar fuera.
LEYVA 📝
Muerdo mis labios y me separo un poco de él alzando mis cejas —no es mala
idea hasta que me acuerdo de los paparazzis, mis estudios, mi edad ante el
mundo y todo lo demás.

Además, Wade no lo sabe, pero todavía no quiero que me vean con él.

No, no y no.

No aún.

—¿Qué pasa, no quieres ir? —tuerzo mi boca—¿Te apena que te vean conmigo,
es eso no? —deja la tapa en su lugar y camina de un lado a otro.

—No quiero que la gente hable mal de ti y menos de mí, porque yo ante los
ojos del mundo soy menor de edad y tu mayor, no es convincente en este
momento ya que para ellos esto está mal.

—Me vale cuatro hectáreas de mierda lo que diga la sociedad—se aleja poco
a poco de mí.5

—Wade, yo no te dejaré, ni te dejaría tampoco ahora que eres todo para mí.
Ya deja de tratar de poner las cosas mal, me tienes ahora y de tu lado no me
iré si no me lo pides—me acerco lentamente a él y tomo sus manos—te
quiero—nuestros ojos conectan y siento mi piel erizarse ante su mirada, abro
sus brazos lentamente y me escondo en su pecho.

—Yo también—soba mi cabello—Pero debemos comer, además tú me


asustaste, pasaste mucho tiempo inconciente, sé que es normal por como yo
soy, pero tanto tiempo, no creo que haya sido por eso.5

Achico mis ojos—Bueno, ire a comer, pero, ¿y si hay algun paparazzi? —aspiro
su olor a lavanda y me separo de Ricky.

—Si hay uno nos escondemos—me da una sonrisa seductora y muerde su labio
inferior.

Sucio.
LEYVA 📝
—Vamos pues—tomo su mano. Salimos a la puerta y una esplendorosa voz
chillona resuena por todo el lugar.

¿Qué hace esa aquí?

No lo sé, pero, si la continuo escuchando la arrastraré.2

Tranquila nena, soy solo tuyo.

Nadie te mando a entrar, fuera de mi cabeza, ¿QUÉ HACE ESA PENDEJA


EN TÚ CASA?9

Primero me dices que me salga y luego me preguntas cosas, ¿estás bien


amor?22

Solo sacala sino aquí arderá Troya.7

—¿Natalia qué haces aquí?—me recuesto al brazo de Wade y la observo de


pies a cabeza.1

Lleva un vestido rojo ajustado y sus labios más llamativos que los de las
kardashian.1

—Yo la invité —la madre de Wade baja con elegancia la mitad de las
escaleras—¿Te molesta? —inmediatamente me mira a mí.10

—No, no me molesta, solo que se mantenga alejada de El Alpha, y estamos


bien—ruedo los ojos y tomo el pomo de la puerta para salir con Wade
agarrados de las manos.

—Tienes garras, eso me gusta.

Me encojo de hombros —nunca me han gustado las injusticias.

—Perfecta, muy perfecta —volteo mi cabeza a las voces al frente de nosotros


—Señor Wade, necesitamos a su luna.1

—¿LUNA?—Natalia grita y corre hacia nosotros.3


LEYVA 📝
¿Cuándo fue que está salió?

Escucho un carraspeo y veo a la instructora de mi madre—Como decía, señor


Wade, necesito a su luna para el evento. Una de las modelos no pudo venir por
un accidente en su familia y no tenemos quien la pueda sustituir —me jala por
el brazo—me la llevo—abro mis ojos como platos y solo veo a Wade negar.5

Lo observo por última vez antes de entrar a una carpa gigante y lo único que
mis labios logran articular es: tengo hambre.21

Suspiro para mis adentros y observó todo el panorama en sí. Modelos una
detrás de otra, con piernas largas, cara bonita.

Es que yo no sé ni que pinto aquí.

—Vas a la esquina derecha—me señala a un montón de personas trabajando —


les dices que eres el remplazo de Fernanda Gale y que te arreglen —me giro
y ella me frena posicionándose en frente mío —y esos zapatos no van con el
estilo—pasa un chico con tres cajas y agarra una—estos estarán mejor.

Me suelta y tira la caja en mis brazos. Con curiosidad la abro y encuentro


unos zapatos punta fina de quince centímetros color negro mate.3

Ayúdenme.
LEYVA 📝
CAP.30~COMPRAS Y SECRETOS

Capítulo treinta

Una puta.16

Se supone que soy una nerd, no una modelo con un vestido rojo pegado el
cuerpo, unos zapatos de aguja y mis labios más rojos que cualquier otro rojo
que pueda haber en la tierra.

Definitivamente odiaré el rojo desde ahora.

—Recuerden que le deben dar su nombre a la presentadora y luego esperar al


mejor comprador —mi madre y yo nos levantamos de las sillas imitando a las
modelos verdaderas—Que gane el mejor postor—una chica de facciones
delicadas llega y nos guía hasta estar llegar al inicio de la tarima.5

No sé que es peor, si tener que enfrentarme a todas las miradas que me


observarán como me muevo, o Natalia dos modelos adelante cuchicheando con
otras rubias y mirándome a cada rato.

—Ignora eso, clásico de tipas rubias—sonríe.

—Eso no me preocupa, Wade es mío —paso la lengua por mi labio inferior y


doy una mirada juguetona a su dirección.

Si las miradas asesinaran ya estaría muerta y siendo comida de buitres—


Señoritas —la chica llega otra vez y nos separa en dos filas donde mi madre
queda lejos de mí en la otra fila.

Sin tomar tanta importancia a todas las miradas en mí solo espero a que llegue
mi turno—es inútil que trates de verte bien porque no te queda, tú eres una
cerebro a diferencia de mí —no me sorprendería escuchar eso de ella. Ruedo
mis ojos y me dedico a no escucharla hasta que dice algo que llama mi
atención—Wade ofertará por mí, su madre lo obligará.11
LEYVA 📝
Junto mis cejas. Eso tal vez sea verdad, pero el no me dejaría.

No lo creo.

Su madre me odia desde el día que le di una orden directa.

No quiero que un viejo me compre por una noche, me rehuso.

—La próxima modelo es Natalia Guest—la chica que antes nos separo la llama
y la acerca al escenario, le indica como debe salir y hacer para que los
compradores se interesen.

Sin más sale contorneando su cuerpo en un movimiento de caderas exagerado,


desde aca atrás escucho como la presentan y empiezan las ofertas, pero la
voz potente de la presentadora me saca del nerviosismo para comprobar lo
que ella dijo—Vendida al Señor Wade Dhall—un intenso dolor se instala en mi
pecho.21

Es una broma, verdad.

—Señorita Sara Poezyn usted es la siguiente, lo que deb... —no escucho más
su voz y me encierro en mi nube personal, de un empujón me sacan al escenario
y todas las miradas quedan en mí.4

Con cierta timidez comienzo a caminar hasta llegar a la jóven con el micrófono
—¡Vaya! Tenemos a una modelo nerviosa. Tranquila, ¿quién empieza la oferta?
—observo a Wade y Natalia sentados.

Sus ojos brillan con nerviosismo e intensidad, como si se quisiera disculpar de


todo, pero la verdad es que ahora me importa un kilo de mierda lo que haga.2

Le digo que le quiero y así es como me paga.

En combinaciones veloces recuerdo mi pasado y las cosas que ha hecho por mí


en tan pocos días. Tal vez debería alejarme de él. Tal vez ni siquiera debiese
haber venido.
LEYVA 📝
La muerte de su hermano en el vientre de su madre fue por mi culpa.36

Las lágrimas quieren salir y sin que nadie oferte camino a las chicas de
rebusca y ofertas bajas.

Miro a Natalia reida de mí como si eso fuera lo mejor del mundo—Ahora


iniciaran las ofertas bajas. Chicas por favor pónganse a mi lado —tomando mis
brazos para calmar mi angustia en el pecho camino hacia el frente junto con
todas las demás—¿Alguno da algo por esta chica de aquí?—toca a la última y
luego a la siguiente —o a esta—negué—o esta—y sigue repitiendo lo mismo
hasta que llega hasta mí.

—O a esta hermosa joven—con una sonrisa forzada doy un paso adelante


mirando a los presentes, mi vista se posa en él y en su extrema cautela sobre
mí.

Alzo la vista y al fondo puedo ver un par de ojos rojos que me miran
atentamente y sonríe.7

Oh no.

Doy un paso hacia atrás y pasan las ofertas a las otras modelos. Atentamente
miro esos ojos lujuriosos en todo momento que me tienen hipnotizada, sin
dejar de verlos no me doy cuenta de que soy la única que queda de la que antes
era una fila.

Genial, soy a la que venderán por un dólar.

—Solteros, quien oferte por esta joven se llevará tres días con ella a donde
quieran—observo extraña a la presentadora y niego tanto con la mano y
cabeza.

Tomo el micrófono de sus manos —Me niego rotundamente a estar tres días
con alguno de ustedes, pero tan siquiera den ofertas po...
LEYVA 📝
Una voz de un viejo llama mi atención —un millón de dólares —y alza su número
al aire.10

—Tres millones —dice otro al final.

Tanto dinero despilfarrado solo por mí.

También por la causa.

No lo creo.

—Cuatro millones—contra ataca el viejo de enfrente.1

De repente el chico de los ojos rojos alza su número y lo voltea dejando ver
en dorado las letras Premium.

¿Qué es eso?

La reportera me jala el micrófono de las manos y habla sin parar —Vendida al


príncipe Daniel Castilla del Reino Vampírico —Daniel, Daniel, yo he escuchado
ese nombre.21

Daniel.

Abro los ojos como platos.

¿El mesero es un príncipe?14

Cada vez que se acerca más puedo ver su traje que combina con mi vestido y
su sonrisa socarrona moja bragas y esos ojos rojos que me miran escudriñando
mi ser.3

Llega a mi lado y toma mi mano, su olor a tierra mojada y menta traspasa mi


nariz—Bien príncipe, tiene todo un día, ¡que disfruté! —me guía hasta las
escaleras y bajo tomando su mano extendida. Pasa a la mesa de pago y saca
un cheque, sin dejar de mirarme me guía a las afueras del lugar con dos gorilas
en nuestras espaldas y las miradas de todos en nosotros.3

Mi pecho se contrae y un fuerte sentimiento de enojo rasga en mi interior.


LEYVA 📝
Volteo a ver a Wade por última vez y sé que es él quien está enojado.22

Lo pierdo de vista y con cada paso nos acercamos a una camioneta negra de
espejos oscuros—No tengas miedo, no muerdo preciosa —su aliento choca en
mi cuello mandándome pequeños escalofríos a todo el cuerpo.4

—¿A dónde vamos? —uno de los tipos grandes abre la puerta trasera de la
camioneta y no dudo en entrar.

Por alguna extraña razón él me inspira confianza.12

—A cenar, ¿no puedo? —sube y cierran la puerta, lo único que nos alumbra en
el auto son las luces del exterior que pasan por los vidrios polarizados, el auto
se pone en marcha y un silencio reina en el interior—¿Por qué decidiste venir
conmigo?—observo su rostro serio en cada momento.

Suspiro—Yo soy un tanto diferentes a las chicas cuando tienen a el hombre


de sus sueños—una sonrisa burlona surca mis labios —soy fría, tosca,
desinteresada, poco importa y para nada tierna o amorosa —los autos lujosos
disminuyen mientras más nos adentramos a el oeste de la ciudad.4

Sonríe —¿Y por qué me cuentas eso a mí si yo te pregunte porque viniste


conmigo?

—Porque el idiota a quien miré me gusta y por si no te has dado cuenta me


marco y completamos el vínculo —sus ojos brillan en un rojo intenso y
detenidamente observa mi cuello.

Sonríe con ironía —Lo supe, ese día sentí el dolor más grande de mi vida y
podía haber matado a tu preciado perro, pero decidí ahogarme en sangre.5

Ruedo mis ojos—No será alcohol.

Niega—La sangre nos pone ebrios claro esta si bebemos demaciada—mira mis
ojos —debes rechazarme, no aguanto más este dolor en mi corazón—al
escuchar esas palabras una parte de mi alma se contre.
LEYVA 📝
—¿Solo eso?

Asiente y mira mis labios —y si no es mucho pedir un último primer beso—sin


saber que hacer o escoger él me toma de la cintura, su respiración es lenta,
suave y pausada. Nuestras frentes se tocan y roza sus labios con los míos —
Este será el adiós a nuestro corazón —los pocos centímetros que le faltan son
remplazados por un suave, tierno y cariñoso beso.20

De la nada siento que introduce una pastilla en mi boca y sin saber la trago,
un ligero dolor de cabeza se instala en mí y puedo sentir como el mundo se
viene a mis pies—¿Qué me hiciste? —es lo último que digo y sus ojos lo último
que veo antes de ver todo negro.23

Wade... ayúdame.

...

Un olor a peste es lo que mis fosas nasales aspiran, asqueada de la situación


regularizo mi respirar y abro los ojos poco a poco adaptandome a la poca luz
que me pega directo en la cara, trato de colocar los mechones de cabello que
caen por mi rostro detrás de mi oreja, pero mis manos están atadas, observo
mis pies y están en lo mismo.

Un hombre fornido entra y la puerta hace un sonido horrible del cual mi oído
no soporta—Aquí hay comida, si quieres come y si no pues me da igual—con
cuidado baja la bandeja y tira de ella para que se deslice hasta mí.3

Alzo una ceja. El hombre me mira como si pudiera hacer cualquier movimiento
y salir corriendo.

Y la verdad no es que no lo pueda hacer, pero, si se supone que estoy aquí


debo tener cientos de personas vigilando todo mi al rededor.

De nada serviría gastar mis energías.


LEYVA 📝
Sé da vuelta y suelto un sonoro carraspeo de risa—Me sorprende la brutalidad
con la que los humanos pueden dejar pasar las cosas por alto y olvidar, pero
tú, un vampiro y no sabes que no podré comer porque tengo las manos atadas,
si esa es tu inteligencia no puedo ni llegar a pensar como has sobrevivido a
tantos años, debilucho—sus músculos se contraen y voltea, con todo el enojo
del mundo reflejado en su cara camina hacia mí y toma mis muñecas, las separa
bruscamente cortando un poco de mi piel. Sonrío malvada, miro atrás suyo y
ahí esta el idiota —Adiós debilucho —hago un gesto con mi mano y no le da
tiempo de reaccionar cuando su cabeza queda en la esquina de el cuarto.

Sin emoción alguna mis ojos se topan con los de él —Eres astuta, provocarlo
para que te hiciera daño porque sabías que yo estaría aquí en un segundo para
matarlo—niego y tomo la charola para devorar mi comida.

—Quiero salir de aquí, me compraste por un día, no era para que te alocaras,
pero si me quieres matar aún, aquí estoy, no le tengo miedo a la muerte total
soy una demonio—aparto el cabello de mi cuello.

Sonríe y toma asiento a mi lado observándome todos y cada unos de los


movimientos que doy.

—Te llevaré al castillo y ahí estarás por siempre o al menos que llegue el perro
fiel al rescate—abro tanto los ojos como puedo.2

Wade.

—¿Cuánto tengo aquí en esta porquería? —hace un cuatro con las manos.1

Cuatro días y el aún no me ha venido a buscar.2

Parece que le importo tanto.1

Dejo de comer y mi pecho se contrae. Es un idiota con cara de bueno, ya que,


si me quiere me busca, pero la verdad tengo miedo, miedo a que él se enteré
que yo mate a su hermano, su hermano pequeño cuando estaba a penas en la
bolsa de su madre, solo ella puede recordarlo, pero es casi imposible.8
LEYVA 📝
Y si me quedo aquí con él, no sería mala opción, pero, y si me viene a buscar o
si me rescata y luego no me quiere.

Mi mirada se dirige a la mano que tengo al frente mío con la intensión de


levantarme, la tomo y me sostengo de sus gruesos brazos—Gracias—un ardor
en mi marca me debilita todo el cuerpo y caigo de rodillas.

Toco la marca y arde, un olor impregnado en mi cuerpo me dice que es y


rápidamente suelto su mano—Me violaste y marcaste a la fuerza—sus zapatos
quedan a mi vista baja.23

—¿Que querias que hiciera, qué me quedara solo por toda la vida?

Su presencia.

Wade.

Lo puedo sentir cerca y mi corazón late fuertemente, mi piel se eriza y un


ligero viento me confirma que hay lobos en la zona.

Un chico flaco pálido de facciones débiles llega a su lado todo golpeado y


cansado—Príncipe, ellos están aquí por ella—él se agacha a mi altura y toca mi
rostro.

—Estaré aquí pronto, no te muevas o quedaras igual que el chico sin cabeza —
me da un beso y asqueada lo quito de mi frente.

Wade, ven por mí, ven que te necesito.42

O tal vez no.

Estoy confundida.

Mentir o no mentir.
LEYVA 📝
CAP.31~ÚLTIMA VEZ

Capítulo treinta y uno

Cristales y aullidos desgarradores es lo que escucho desde hace tres horas


aparte de un agotamiento en todo mi cuerpo.

Pasos fuertes se escuchan por todo el lugar haciendo eco en mis oídos, de
repente un dolor inmenso se instala en mi brazo izquierdo y no escucho más
nada tratando de llegar a mí.

Sara, es hora de que dejes de ser la damisela en peligro y muestres tu


naturaleza.3

Me harté.

Rompo la cadena que me tiene atados los pies y camino decidida hasta la
puerta, de un solo golpe la abro y todos los que están luchando en el pasillo
me miran sorprendidos.

Sin ningun otro camino que tomar paso por todos ellos haciendo una fila de
hombres a mis costados hasta llegar a la puerta que da al exterior.

Ninguno se ha atrevido a tocarme y lo entiendo, mi ser esta medio


transparente y esos ojos rojos que tanto me caracterizan están que arden. A
lo lejos puedo ver a mi preciado lobo luchando con el patán de primera, y sin
pensarlo me acerco, pero me empiezan a llover vampiros tratando de
capturarme.

Tres se colocan a mis costados y sonrío con gracia—¿Tres contra uno?—


niego—me parece bien, un poco injusto, pero bien —repaso a cada uno y cierro
mis ojos.

—Es presa fácil, una chica nada más.

—Tiene manos de ángel, es una niña.


LEYVA 📝
—Si ustedes dicen que es una presa fácil yo los ayudo.

Camino al primer vampiro—Esto es por desafiarme, —le piso la garganta hasta


quebrar su cuello; voy al segundo, —esto es por burlarte—me agacho y lo tomo
de la boca para partirlo; sin dejar escapar al tercero lo toco y robo toda su
energía de golpe —y esto es por seguir a los idiotas.

Niego y fijo mi objetivo, paso por el campo de batalla quitándole la energía a


cada uno de los vampiros que tratan de atacarme y dejando muchos muertos
que los lobos incineran rápidamente.

Antes de llegar a los peleadores principales soy detenida —No te dejaremos


hacerle daño a nuestro hijo—doy dos pasos hacia atrás.

Con que hijo.

—Mátenme —abro mis brazos—háganlo ahora—en un movimiento rápido el rey


trata de tomarme la cabeza y arrancarmela, pero su mano me traspasa el
cuerpo.2

—No puede ser—sus ojos se abren tanto como puede al ver su error, la reina
corre hacia mí y le brindó el mismo destino que a su rey. La muerte.

Una lechuza llega y anuncia su partida, todos y cada uno de los presentes
miran la situación como si no lo pudieran creer.

Daniel gira hacia mí y luego a sus padres tirados en el suelo —¿Por qué? —
agarra su cabello en frustración y su ira crece—MÁTENLA— arremete con
todas a Wade llevándolo al bosque.5

Todos los vampiros se abalanzan contra mí y no hay lobos que los puedan cazar.

Sara, corré.

¿Dónde estás?

Pierdo la comunicación con Wade y siento que mi respirar se agota.


LEYVA 📝
No, por favor, no mueras.

Veo todo rojo, mis ojos están inyectados de ira, —Infeliz, te mataré —
aparezco a su vista y me lanzo contra él.

Otros lobos saltan de una gran roca y matan a algunos vampiros que tratan de
llegarme—Tú no debiste provocarme —lanza un polvo blanco y toda mi visión
se vuelve negra, lo siento detrás y sus manos me agarran el cuello,—Adiós
muñeca—recupero mi vista y coloco mis manos en su cuerpo.

—Yo, Sara Poezyn te rechazo a ti Daniel Casilla como mi tua cantante y que
tu ser se desplome en las profundidades del mundo demoníaco—cae de
rodillas al suelo.

—Esto no se va a quedar así —es lo último que susurra y su espíritu sale de su


cuerpo inerte para volar a millón debajo de nuestros pies.6

Apreciando la distracción, los lobos terminan con los últimos vampiros que
todavía luchan.

Sonrío, ganamos.

Doy media vuelta y allí está Wade, tirado. Corro para verificar que todavía
este vivo y que nada le haya pasado.

Su pulso débil hace que el nerviosismo de mi cuerpo salga a flote y como una
loca empiece a dar órdenes. Busco al beta con la mirada —Matías, hay que
sacar a el Alpha de aquí —me acerco más a él y quita su cara de mi vista.11

Escucho la voz de Matías en acción y miro a nuestro al rededor, algunas


personas todavía siguen siendo lobos y otros humanos, regreso mi mirada a él
y me arrimo más a su cuerpo, trato de tocar su cabeza, pero un gruñido
estruendoso sale de su interior.

Bajo la mirada—Entiendo el mensaje—adolorida me levanto de su lado y


camino hacia Matías, al saber mis intenciones abre sus ojos tanto como puede
LEYVA 📝
y detiene su habladuría, su respiración se vuelve irregular—¿tú también me
rechazarás no es así? —sigo mi camino y tomo asiento en un lugar que nadie
este mirando. Doblo mis piernas y pongo mis manos encima de mis muslos.

Esto te va a doler, pero servirá para hablar con tu mamá y encontrarla entre
tantos lobos. Doy respiraciones pausadas y calmadas, me enfoco en su nombre
hasta que la llamo.

¿Elizabeth, dónde estás?

Mi niña, estoy en el lado norte de la batalla.

¿Puedo ir a hablarte?, madre estoy cansada.

Yo iré a buscarte, quedate donde estas.

Mi mente no da más y agarro mi cabeza fuerte, me acuesto agarrando mis


rodillas y dejo salir todo el estrés acumulado en mi cuerpo.

Creí que Wade quería verme, pero la verdad es que no es así.6

Entonces, ¿Por qué hizo toda esta mierda? me hubiese dejado con el idiota y
listo. Lágrimas bajan rápidamente por mis mejillas y las limpio sin
remordimiento.

Soy una tonta siempre, todo lo hago mal.

Un hocico me empuja y me da un lengüetazo en la cara, quito la baba de mi


cachete y me levanto para abrazar a mi madre. Paso mis manos por su cuello
y acaricio su pelaje tan suave—Te extrañé aún que estuviera estos cuatro
días dormida por la droga fuerte que me suministró el idiota—se aleja de mí
y me escanea de pies a cabeza.

Ese idiota. Ya no soporto ese molestoso olor en tu cuerpo.

Se echa y me indica que me suba, pongo mis pies a sus costados y se levanta.
Desde aquí arriba todo se ve mejor. Ella camina directo a Matías y este la
LEYVA 📝
recibe con una caricia, observa a Wade y asiente sin mirarla, su hermosa vista
sólo se fija en mí y volteo mi cabeza hacia otra dirección.

Mi madre da media vuelta y comienza a correr bosque adentro.

Cuéntame niña, ¿qué pasa?

Suspiro—No sé porque la gente me mira raro, todo lo que hice fue ayudarlos
a matar a los vampiros y ya, Wade me rechaza y voy donde Matías y no me
dice nada solo se sorprende y nadie me habla, si estan enojados porque
perdieron a alguno de sus familiares, yo lo siento, está bien, pero yo no los
mande a rescatarme, para empezar si no querían venir se hubiesen quedado
en la manada sin venir y ninguno hubiese muerto, realmente lo siento, yo creo
que hubiese sido mejor si no me rescataran, una vida muerta vale menos que
la de esos lobos muertos—sollozo —yo... yo me siento culpable por esto y
ahora para acabar Wade me rechaza, yo no tengo la culpa de que ese infeliz
me drogara y me violara y me marcara a su fuerza—recuesto mi cabeza en su
lomo y dejo caer mis lágrimas en silencio.2

Un fuerte aullido resuena por todo el lugar, mi pecho se contrae y mi respirar


se acelera.

Cierro mis ojos y me dejo llevar por la brisa fresca y el silencio, mis ojos se
vuelven pesados y mi cuerpo se debilita poco a poco, mi madre me sacude y yo
no respondo, todo lo siento muy lejano.

Por lo poco que puedo ver llegamos a la carretera y hay diez chevrolet negros
cuatro por cuatro estacionados, mi madre me hace bajar de ella y se
transforma quedando desnuda a mi vista, abre una camioneta, saca una camisa
negra y toma de una bolsa un frasco de alcohol y le tira.

Corriendo hacia mí me la pone en la cara y reacciono por el fuerte olor a


alcohol y lavanda que tiene la camisa.

Sin duda es de Wade.


LEYVA 📝
—Que susto que me das siempre —ella se asienta a mi lado—No puedo creer
que quieras a Matías, no te preocupes de seguro no te contesto porque estaba
sorprendido igual que yo y sobre la manada, las perdidas fueron pocas, eso no
debe estresarte y sobre Wade, pues, que te cuente él —se levanta y me
tiende las manos, la tomo y me levanto—Debes entrar ahí —volteo a mirar el
auto con la puerta abierta.

Suspiro—¿ahí irá Wade? —asiente—No entraré, llévame a una camioneta que


vaya sola—suelta mi mano y se queda pensativa.

—creo que la última, solo tenemos a cuatro heridos y los muertos se entierran
siempre en el lugar en el que mueren. Esa camioneta era por que creímos que
habrían al menos veinte heridos o algo así—sin más camino con ella detrás
hasta la última camioneta, abro la puerta y subo—Debo regresar para
asegurar todo—le doy un abrazo.

Me suelto de sus brazos—Ve y regresa—cierro la puerta y se transforma,


corre hasta la puerta abierta de el quinto auto y saca una bolsa negra, la deja
en el suelo y cierra la puerta con su hocico para tomar la bolsa y correr bosque
adentro.

Sin nada que entretenerme miro la parte delantera del auto y encuentro el
botón de encendido automático, solo espero que el auto no se vaya para
adelante.

Tengo calor.

Lo presiono y de un zumbido prende quedando estático, por primera vez la


suerte está de mi lado. Pongo el aire acondicionado a tope y me recuesto en
la silla de atrás, cierro mis ojos y me dejo llevar por la tranquilidad que irradia
mi cuerpo otra vez.4

Los ruidos de ramas siendo pisadas y murmuros fuertes me despiertan, la


manada regresa.
LEYVA 📝
Wade está al frente de todos ellos dando órdenes como el grande, tiene un
brazo vendado, rasguños por todo su cuerpo y solo carga un pantalón sujeto a
su estrecha cadera.

Un dios griego sin duda alguna.32

Huele el aire y mira a mi dirección, sus lindo rostro adopta uno molesto y sigue
dando órdenes sin parar hasta que sube a su camioneta correspondiente.

Cada una de las personas sube a los autos y los últimos lobos que hay entran
al bosque para seguir los autos, un chico rubio entra al auto y baja la palanca
de seguridad haciendo que el carro viaje a toda velocidad.

Mi mirada se va al retrovisor y los ojos del chico adoptan una mirada


asustada—Yo no te haré algo si eso es lo que piensas—suspiro sin interés.

—Me alegra saber eso porque de un movimiento me puede matar, pero eso no
es lo que me preocupa. Lo que me preocupa es que después de llegar a la
manada yo seré expulsado porque el alpha indico que el que manejara este
auto saldría de la manada—lo miro expectante y junto mis cejas.7

—¿Él dijo eso?—asiente. No lo puedo creer. Me cruzó de brazos —Para el


auto —digo secamente.13

—Per...

Lo interrumpo —Deten el auto—frena poco a poco hasta que el carro no se


mueva, el auto donde está Wade da un frenazo y como si supiera que me voy
a bajar él lo hace primero que yo.

Me voy del otro lado de la carretera y camino sin importarme las miradas de
todos sobre mí y él.

—Sara, entra al maldito auto—su voz demandante, su voz de alpha se escucha


por todo el lugar.
LEYVA 📝
Doy una simple respuesta —No—sigo caminando con el detrás de mí —No sé
porque estás enojado conmigo, pero ese chico no tiene la culpa y si tengo que
caminar hasta la casa de mamá lo hago o si tengo que quedarme debajo de un
puente lo hago también, explusame, matame, haz lo que quieras, pero no me
vuelvo a montar en un estúpido carro tuyo—creo que estoy exagerando lo del
puente, pero tiene que saber que no me montare en un auto de esos.

—Es una orden, no me puedes desobedecer —alzo una ceja y me volteo. Mala
idea, mis ojos quedan en su pecho y bajo la mirada observando todos y cada
uno de sus trabajados musculos, subo mi mirada a su cara y lo encuentro serio,
pero con esa mirada lujuriosa y llena de cariño de siempre escondida detrás
de esa fachada.

—Ya te dije que podías hacer lo que te diera la gana, pero no me subiré en
ningun auto—lo miro de arriba a abajo—ni mucho menos contigo, lobato—sigo
mi camino.

Escucho su gruñido detrás mío, los autos empiezan a andar otra vez y los lobos
a correr.

De un momento a otro estoy en su hombro con una vista perfecta de su


hermosa espalda, llega a la última camioneta y me sube al lado de copiloto,
rodea el auto para montarse y ponerlo en marcha, sin decir nada observo como
los árboles se van quedando atrás tan rápido.

—Marque a Natalia cuando sentí que me engañabas—abro los ojos tan grande
como puedo y una presión ejerce mi pecho—no pude con el dolor, me
emborrache cuando ese imbécil te llevo y luego sentir como te marcaba y
hacía de ti, me dolió tanto que la busque a tropezones y la mordí —mis
lágrimas amenazan con salir y de mi boca no pueden salir palabra alguna por
el gran nudo que se forma en mi garganta.37

Tiro mi cabeza hacia atras como si eso evitara que mis lágrimas cayeran, pero
la verdad es que solo corren por los costados de mi cara.
LEYVA 📝
Lo observo tan seria como puedo—Él me drogo, me marco y violo yo estando
inconciente, inconsciente. JODER, ESTABA INCONSCIENTE —grito
desesperada.4

Por eso sentía poco su presencia y sentimientos.

—Eso se puede arreglar, te puedo marcar otra vez, hacerte mía y serías mía
—acerca su mano a mi cara y la quito de un manotazo —Yo pensé esto también,
me rechazarás y todo por mi estupidez —detiene el auto y baja.11

Esto estaba destinado, yo no puedo ser para él, él me rechazará al momento


de saber que yo maté a su hermano.

No lo haré más difícil, pero quiero una última vez, quiero sentirlo otra vez.2

Me bajo del auto y camino decidida hacia él, agarro su puño en el aire y
detengo sus imparables golpes a uno de los árboles del bosque, lo conduzco a
la inhabilitada carretera, limpio sus lágrimas y lo abrazo—Solo será una última
vez—me rodea con sus brazos y apoya su mentón en mi cabeza.1

—Solo una última vez—susurra y quita sus brazos para tomar mi cara y dejar
un tierno beso en mis labios antes de subir al auto.

Después de esto le contaré mi verdad, quién soy en realidad.

Y posiblemente le rompa el corazón, pero es algo que debo hacer para no tener
más mentiras.
LEYVA 📝
CAP.32~NO PUEDO

Capítulo treinta y dos

****************************************

Sus labios son como droga adictiva, sus manos recorren cada centímetro de
mi piel tratando de grabarla en su mente. Enredo mis manos en su cabello y
tiro de él ligeramente, sus labios estan rojos y sus pupilas dilatadas que se
juntan con la respiración acelerada de los dos.

Pego mi frente con la suya y bajo a su cuello para seguir con mi ataque ahí, mi
cadera comienza a moverse sola cuando siente el prominente bulto en medio
de mis piernas, gemidos involuntarios salen de mi boca haciendo que su agarre
en mi cintura sea más fuerte y su respirar más pesado.

Paso mis manos por sus costados sintiendo toda esa firmeza y dureza de sus
músculos, sonrío. Bajo mis manos hasta el cierre de su pantalón y lo
desabrocho, sin dejar mi ataque en su cuello meto mi mano dentro y toco su
miembro directo.

Me separo un poco y observo el interior de su pantalón sin boxer, muerdo mi


labio y de un segundo a otro me encuentro abajo de él —Al parecer ahora tú
tienes mucha ropa—pasa la lengua por sus labios y los muerde, agarra el
escote de mi vestido y lo empieza a romper hasta quedar en bragas, jala el
pedazo de tela debajo de mi cuerpo y lo avienta en la parte trasera del auto.

Sus ojos escanean mi cuerpo de arriba a bajo con apreciación, me levanto un


poco y tiro de su pantalón para que quedemos sexo y sexo sintiendo los roses
de cada uno.

Cada vez son más movimientos estimulantes, hace una fila de besos y algunos
chupetones hasta llegar a mis pechos y comenzar el ataque, su lengua juega
con mis pezones y una de sus manos se desliza por mi estómago hasta llegar
LEYVA 📝
a mi bragas y sobar por encima de la tela, arriba y abajo en movimientos
circulares que cada vez me vuelven más y más loca de placer, suelta un
gruñido, en el auto se siente la calor entre nosotros.

Nuestros cuerpos sudados, pegados el uno al otro, guió una de mis manos a su
abdomen y la otra a su gran miembro, sus labios buscan los míos en un
desesperado beso, pasa su lengua por mi labio inferior y doy acceso a ella
gustosa de todas las sensaciones en mi cuerpo.

Saco mi mano de su pantalón y me enfoco en el dobladillo para bajarlo poco a


poco, Wade se separa evitando mi tarea, me observa con una picara sonrisa y
baja sus pantalones haciendo que su miembro salga disparado, sus ojos estan
más oscuros con esa atractiva mirada, su cabello totalmente despeinado, su
respiración es agitada y fuerte, su cuerpo perfecto cubierto de una fina capa
de sudor, en todo su esplendor.

Me abalanzo contra él a sentir todo el calor que emana de su cuerpo, de un


momento a otro me empuja nuevamente contra el asiento, sus manos
rápidamente bajan a mi braga y las rompe de un solo tiro, mi sexo queda a su
vista y me sonrojo a tal mirada llena de deseo.

—Quiero tenerte así en toda mi casa, contra las paredes, en mi cuarto, suelo,
cama, sillón, baño, armario, pasillos, escalera, escritorio, mesas, sala, cocina,
lavanderia, patio, piscina, césped, en todos lados hacerte mía y solo mía.5

Y me tendrás así, porque no pienso irme de tu lado.30

Agarro sus caderas y lo atraigo hacia mí, su miembro queda entre medio de
mis piernas precionando y mis caderas comienzan a moverse al compas de él
en un exitante va y ven, con su mano libre coloca la punta y lo mueve de arriba
a abajo.

Gimo desesperada y deja salir un gruñido de su interior —Estas tan mojada


que te podría penetrar ya —deja un rastro de besos hasta mi cuello y lame la
LEYVA 📝
marca, mi cuerpo se eriza por completo y mi cuerpo pide más —¿esto te exita?
—susurra en mi oído y mi cuerpo se estremece.

En un intento desesperado lo giro y quedo arriba de él, meto mi cara en su


cuello y sus manos viajan a su miembro, lo coloca en mi entrada y sin tener
experiencia en esto bajo lentamente sintiendo como me llena de placer
tenerlo dentro. Agarra mi cintura y empiezo a dar pequeños saltos que por lo
mojada que estoy emiten un sonido exitante al chocar, me separo un poco de
él y observo su rostro, con sus ojos cerrados, su boca entreabierta soltando
gruñidos y su respiración agitada.

Aumento el ritmo de mis saltos, arriba de él me siento la dueña del mundo,


sus manos suben a mis pechos y los masajea dando estímulos a mi zona, gimo
desesperada, se alza y me abraza por la cintura, su boca choca con mis pechos,
chupando, masajeando, tocando, ladeo mi cabeza hasta llegar a su cuello.

Beso su marca una y otra vez, sus embestidas aumentan asi también como mis
gemidos, Wade busca mis labios y nos fundimos en un ataque de lenguas, mi
cuerpo se estremece y las ganas de más invaden mi mente. Sin dejar de
penetrarme me voltea quedando yo abajo de él.

El auto se mueve con cada embestida arremetida contra mí, enrollo mis
piernas a su cuerpo, su boca llega a mi marca y chupa, su mano baja y empieza
a dar movimientos de arriba a abajo, mi cuerpo se desploma y se vuelve
sensible ante todas las penetraciones, el orgasmo me arrasa y no controlo las
palabras que salen de mi boca, encierro más su cuerpo al mío, da una, dos, tres
embestidas más y gruñe cerrando los ojos, tira de mí para llenarme de él
hasta la última gota y se desploma encima de mí.

Nuestra respiración es acelerada y nuestros cuerpos están pegajosos por la


capa de sudor que los cubre, lentamente desato mis piernas de su hermoso
cuerpo y una de mis manos llega a su espalda acariciando cada centímetro de
ella, la otra llega a su cabello y quita los pequeños mechones que estan pegados
LEYVA 📝
en su frente, —Quien diría que me volvería tan sumiso ante una mujer que
apenas conozco, complaciendo cada uno de sus deseos y protegindola en cada
momento —pasa sus brazos alrededor de mi cintura —nunca te dejaré sola.28

Sus ojos brillan con intensidad y el deseo de contarle está en la punta de mi


lengua, pero tengo miedo. Miedo a ser rechazada. Prefiero que él se enteré
por si mismo a que yo se lo diga.

No se lo diré.8

No puedo.

Suspiro—¿y cómo harás con Natalia? —su vista se centra en mí y pasa un


destello amarillo por sus ojos.

Oh no.

Toma mis brazos con una mano y con la otra me deja quieta en el asiento, su
boca se dirige a mi cuello y hace crecer sus colmillos, rozando mi cuello con
ellos llega hasta la marca hecha por él y muerde lentamente otra vez, un ardor
y quemazón llegan a ese lugar y mi vista se nubla.

No me quiero desmayar, no ahora.

Pongo toda mi resistencia, pero los parpados dicen si y se cierran dejándome


todo negro.1

...

El viento fresco pega en mi cara llenandome de tranquilidad, los últimos rayos


de sol pegan en mi rostro y con cuidado abro mis ojos dandome un panorama
espectacular de los arboles pasando a nuestro alrededor—Buenas tardes-
noches mi amada—sonrío.7

—Buenas tardes-noches mi Ricky Ricón —volteo hacia él y restriego mis ojos


—¿a dónde vamos? —su mano izquierda permanece en el volante y la derecha
viaja a mi mejilla.
LEYVA 📝
Despega la mirada de la carretera y me observa por un segundo—a casa, claro
esta ¿no? —su rostro está fresco como una lechuga, porta una camiseta
interior blanca con un bermudas de color kaki.

¿De a dónde saco la ropa?

Miro mi aspecto y me escuentro con un vestido playero negro corto sujeto a


mi cuerpo—¿Cómo lograste vestirme y de dónde sacaste la ropa?

Sonríe de lado—Un Alpha siempre tiene que estar prevenido ante todo.

Hago un puchero—Eso no responde a mi pregunta —cruzo una de mis piernas


en el asiento y tiro de el cinturón de seguridad detrás del recostadero —
dime—mira su reloj en la mano derecha y pasa su mano por su desordenado
cabello.

Me encantaría que fuera yo quien lo dejara así.

Pero si fuiste tu quien lo dejo desordenado, ¿no te acuerdas? Tonta.

Esfumate, estoy de buen humor como para que tu me vengas a decir cosas.

—¿Que piensas? ¿por qué sonríes de esa forma tan sexy?—me sonrojo y
niego.

Como un rayo recuerdo a la gata peluda mayor en la casa y la ratona menor.

—y ¿qué harás con Natalia? —su rostro adquiere un semblante serio y me


voltea a mirar.

—Soy el Alpha, el que manda, y puedo hacer con otros lo que me da la gana,
nadie me va a volver a decir que hacer, y menos si se trata de ti —mi corazón
se llena de orgullo y siento una poca tranquilidad llegar a mi cuerpo.10

Ta vez y solo tal vez si se de cuenta no me juzgue.

No le diré. Puede que ya no tenga tanto miedo, pero creo que es mejor
disfrutar hasta que él se entere.
LEYVA 📝
Dejamos los arboles atrás y llegan las casas, la noche cae lentamente y las
estrellas junto con la luna llenan el cielo de luz.

—Es hermoso —Wade toma mi mano.

—No tanto como tú—sonrío y beso su mejilla. Las calles están iluminadas por
la cantidad de autos que hay, algunos hacia su casa o trabajo nocturno o quien
sabe a donde van.

Pronto entramos al condominio donde todos y cada uno esta despierto


esperando a su Alpha. La casa principal tiene todas las luces prendidas, solo
confio que Wade no me deje sola otra vez.1

Aparca el auto y me mira—tranquila—mi corazón repiquetea a toda velocidad,


apaga el motor y baja del auto, cierra la puerta para rodear el auto y abrirme
la puerta—ven amor—quito mi cinturón y tiendo los brazos, me agarra y me
carga, enredo mis piernas en su cintura y escondo mi cabeza en su cuello,
cierra la puerta y enrolla sus brazos en mi cuerpo.

A lo lejos escucho los pasos de tacones sonando—Wade Adlen Dhall, ¿tú que
haces con esta mujer? sabes que Natalia a sufrido mucho con lo que has hecho
—su perfume caro perfora mi nariz —Wade te exijo que la bajes ahora
mismo—gruñe y mi Ricky Ricón sigue su camino sin tomarle tanta importancia
a su madre.5

La puerta se abre y una Natalia muy llorosa y moqueada llega a mi vista.1

Payasa.20

Concuerdo contigo.

Se levanta del sillón en el que esta y corre hasta nosotros con la mamá detrás
hablando y hablando. Mis pies tocan el fino piso y me apega a él, su madre
pronto llega hasta quedar al frente de nosotros junto con Natalia, Matías,
Mamá, el ex Alpha, el señor Andrews se asoma un poco, las puertas de la casa
son cerradas por las mucamas y salen lo más rápido que pueden del lugar.2
LEYVA 📝
—Wade sacala de este lugar, ella no te mere... — gruñe tan fuerte que me
encojo a su lado, su mano es cálida con la mía, pero su rostro dice lo
contrario.1

Su cuerpo se alza más de lo normal y habla con un tono de voz fuerte e


intimidante —Yo soy el Alpha, yo soy el que decide cada cosa en esta manada,
no tú, madre. Puede que yo te quiera y acepté comprar a Natalia solo porque
me lo pediste, pero no dejaré que insultes, mires o trates mal a mi luna y tu
próxima luna. A Natalia la mandaré para la manada del sur donde será acogida
y para todos los demás, no quiero ni una sola orden para ella a menos que su
vida corra riesgo y así y solo así pueden mandarla para salvar su vida, la
protegerán con su vida cada uno, desde ahora en adelante, ella les da una
orden y la acatan, el que no lo hace se las vera conmigo —Sus ojos irradian
frialdad ante los demás, cada uno de los presentes baja la mirada ante él y
dan dos pasos hacia atrás. Me observa y tira de mi cuerpo hacia arriba. Me
detengo al ver las escaleras y él lo nota, me toma en brazos y sube conmigo
—Da la vuelta al llegar al final del tercer piso —Andrews, lleva a Natalia a la
manada del sur; Matías, tú encárgate de la empresa ya que mañana no estaré
disponible para nadie y diganle a nana que suba la cena a la habitación, por
favor.

Me deposita en el suelo y caminamos en silencio hasta llegar a la puerta de la


habitación.

Muerdo mis labios—no debiste hablarle asi a tu madre, después de todo es tu


madre—me mira y toma mi barbilla para alzar mi cabeza, se acerca a mí, sus
labios tocan los míos encajando a la perfección y un carraspero nos separa.1

—Eso se hace en el cuarto, no afuera, porque las paredes tienen ojos y oídos
—una señora llega hasta nosotros con una gran bandeja llena de comida y con
dificultad abre la puerta, suelto mi mano de Wade y la ayudo a que no se caiga
nada. Tomo la bandeja y sonrío en su dirección—que niña tan simpática —me
sonríe de vuelta.
LEYVA 📝
Miro a Wade quien se encuentra observando todos mis movimientos. Las
mucamas llegan con otras bandejas de comidas y bebidas junto con una cosa
rara en un frasco.

Mi cuerpo ruge y ambos rien—vamos, entren tórtolos que la comida se enfría


—paso a la habitación y dejo la bandeja en la mesa colocada en el centro de
la misma, me giro y encuentro una cuchara al frente de mi boca —bien niña,
veremos de que estás hecha—empuja la cuchara y trago.

Ambos se miran entre si sorprendidos —¿no sientes algo malo, amor? —niego,
pero repentinamente mi paladar se ve afectado por un horrible sabor y pongo
la palma de mi mano a la altura de mi boca, salgo corriendo al baño no sin antes
escuchar las carcajadas de los dos.2

Llego después de días y lo primero que me hacen es una broma.

Que cosas, ¿no?


LEYVA 📝
CAP.33~EN SU LUGAR

Capítulo treinta y tres

Es otro día.

Observo a Wade durmiendo plácidamente a mi costado. Hoy también se ve


tan lindo como siempre.

Salgo de la cama con cuidado de no despertarlo y camino hacia el baño para


hacer mi rutina matutina: primero, lavar la cara, luego; cepillar mis dientes y
tomar una ducha.3

Quito mi ropa y la dejo en el suelo tirada, ayer después de lavar mi boca por
horas se fue el repugnante olor a ajo y cebolla y ese asqueroso sabor de mi
paladar, fue horrible tener que restregar y restregar para quitarlo, no sé
como Wade soporta tomarlo sin que le afecte.

Mis pies se desvían al jacuzzi, unas grandes manos me sujetan por la cadera
y doy un pequeño brinco en mi lugar —Es lindo tener este hermoso panorama
— niego y sonrío, muevo mi cuerpo para soltarme e inmediatamente me aprieta
contra él —No hagas cosas de las que luego te puedas arrepentir—susurra en
mi oído y da un suave beso en mi cuello mandando oleadas de placer a mi ser.

Giro mi cuerpo y mis ojos quedan mirando el bosque de los suyos —Y... ¿Si yo
quiero? —muerdo mis labios juguetona.

Toca suavemente mi mejilla derecha y acaricia mi espalda —Yo nunca pensé


que me sentiría tan enamorado por mi mate, mi luna. Nunca pensé que trataría
así a una mujer y mírame aquí, si me dices que tengo que matar a alguien voy
corriendo y lo hago—rodeo mis piernas en su cuerpo y lo apego a mí, me levanta
y escondo mi cara en su exquisito cuello.5

Su aroma me enloquece. Ese toque de lavanda fresca es la mejor droga en el


mundo.
LEYVA 📝
Cierro los ojos y me dejo llevar por la inmensa sensación de seguridad y cariño
de parte de Wade. Poco a poco entramos en el jacuzzi, me separa ligeramente
y me voltea —Tengo que ir al despacho después de esto porque necesito hacer
una cosa—me recuesto a su pecho y tira con sus manos gotas de agua que se
deslizan por mi cuerpo quitando todo el jabón.

—Esta bien, solo no me dejes sola mucho tiempo, y quiero algo, no sé, ¿de
comer? Quiero comer carne asada —da un beso en mi hombro y me rodea con
sus brazos—no sé porque quiero comer eso, pero, lo quiero. Tengo —junto mis
cejas — antojos.33

Sonríe y se acomoda mejor—bajaré y le dire a nana lo que quieres comer para


que lo preparé para ti—lo detengo antes de que salga.

—Tú no te has terminado de bañar conmigo.

Señala la ducha —Me voy a bañar de apuro—giña y me lanza un beso.

No dejo de mirarlo en su recorrido a la ducha, su cuerpo alto y fornido está


lleno de rasguños y algunas cicatrices, pero aún asi no deja de ser hermoso —
¿admirando las vistas?

Niego—¿No te puedo mirar?

Voltea—Cuando me taladras la espalda, no. Me siento acechado y en este caso


yo soy el lobo feroz y tú, la oveja tierna.5

Junto mis cejas—¿Por qué yo no puedo ser la loba feroz y tú la tierna oveja?
—salgo del jacuzzi y camino hacia él —¿no puedo? —entro a la ducha y quedo
a centímetros de su cuerpo.

Mi sonrisa juguetona lo hace negar sonriendo de lado—Digamos que yo soy el


que mando —me acerco más quedando totalmente pegados, su imponente
musculatura me cubre de toda el agua que cae en forma de lluvia por su
inclinación a mi persona—yo soy tu alpha—dice remarcando cada palabra a
buen tono de voz.1
LEYVA 📝
Siento mis mejillas arder por la cercanía en la que está, y, sobre todo, porque
su sola presencia me da nerviosismo.

—Aún asi te puedo mandar —tomo el jabón escapando de su mirada y lo paso


por su cuerpo. Wade no deja de ver lo que hago en cada momento, tratando
de grabar este momento en su mente, se torna recto de un momento a otro y
toma mi barbilla con fuerza, me encierra contra la pared y respondo con un
gemido lastimero.

—¿vienes conmigo o te quedarás un rato? —jalo de su mano derecha hasta


sacar una toalla.

—vamos a ir amarrados—me pego a su pecho y él envuelve nuestros cuerpos—


salgamos —caminando como pingüinos salimos del baño y entramos a el
armario.26

Suelto la toalla y camino directo al final moviendo mis caderas. Un bajo


gruñido sale de sus labios—si no fuese porque lo que tengo que ir a hacer es
importante no te dejaría salir del cuarto—susurra y volteo a mirarlo.

Le doy una fugaz mirada y sigo con mi tarea sin tomarle tanta importancia
porque sé que si lo hago él no dudará en hacer realidad lo que dice. La puerta
se cierra y eso me confirma que él ya está fuera.

Veo los armarios repletos y entre tanta ropa saco un jean negro y un top
blanco, botines negros y mi amada ropa interior sin gracia. Me coloco todo y
me observo en el espejo.

No se ve nada mal.

Suelto mi cabello dejando que ese enredo caiga, camino hasta la peinadora y
busco la peinilla para alisar un poco su mal estado, me vuelvo a ver y miro
frente al espejo la cantidad de maquillaje que tengo sobre este.

Vamos, solo inténtalo una vez y ya.


LEYVA 📝
Agarro un lipstick y la puerta del armario resuena por el lugar—Vaya, pero mi
hijita por fin se ha dignado en tocar el maquillaje y veo que tu vestimenta es
un poco más de esta época—giro rápidamente dejando el labial detrás de mí—
no tengas miedo, yo te maquillaré hoy y será excesivo — mueve sus manos
dramática —quiero que todos se den cuenta de que eres la mujer, la mujer
del Alpha— mueve el sillón y tomo asiento.

—¿Estas segura de lo que vas a hacer, Elizabeth?

Toma mi cara —Completamente. Ahora, cierra los ojos—hago caso a su


mandato y me dejo llevar.

Una hora después y todavía mi cara puede sentir cada roce con las brochas
que está utilizando —¡Muevete! Me estoy estresando —junto mis cejas.

—Abre un poco la boca y luego de esto te dejo tranquila— hago lo que dice y
escucho pasos en la planta de abajo de un lado para otro. La mansión está muy
movida—Listo, ahora abre los ojos y dime que no estás bella.

Me levanto y antes de verme me giro hacia ella—No estoy bella—sonrío.

Suspiro al notar su mirada de pocos amigos y volteo al espejo.

Definitivamente esta no soy yo.

Tengo unas enormes pestañas, labial rojo y mis ojos están medios pintados,
mis mejillas tienen un pequeño rosado y mi cara tiene más forma de lo normal
con el contorno. Miro mi todo yo frente al espejo sin poder creer lo que veo.

—¿Qué has hecho con mi verdadero yo?—el maquillaje definitivamente hace


mágia.

—Solo puse algunas cosas y ya, no seas exagerada—masajeo mi sien —ahora


ponte este collar sencillo—observo la prenda en sus manos. Un collar delgado
de oro con un dije de corazoncito.

Al menos esto es lindo, pero no llamativo.


LEYVA 📝
Elizabeth me coloca el collar y sale corriendo a uno de los cajones de prendas,
saca un reloj de gran pulso y tiro mis manos hacia atrás de mi cuerpo sin
pensarlo —No me colocaras eso, mírame, ya estoy bien —me señalo de pies a
cabeza y tomó asiento en el sillón con los brazos cruzados.

—Vamos Sara, solo esto y ya desaparezco.

La veo de reojo —Eso decías hace un rato—lleva una mano a su pecho —es la
verdad—alzo los hombros.

—Como quieras —deja el reloj en la peinadora—si no te lo quieres poner, no


puedo hacer nada—pasa por mi lado sin determinarme—amargada.

Enmarco una ceja —No estes enojada todo el día, te pueden salir arrugas —
grito antes de sentir el portazo.

Tendré que llevarlo, de lo contrario ella estará enojada todo el día conmigo.

Suspiro resignada—Que difícil es esto —me levanto y tomo el reloj en mis


manos.

Geneva2

Cuanta gente no quiere algo asi de bonito y yo solo quiero desaparecerlo de


mi vista. Me lo coloco y me observo de pies a cabeza en el gran espejo.1

Estoy gritando por los poros: soy una niña fresa, mírenme.

Niego sonriente y camino fuera de la habitación, una de las mucamas me


saluda al sentir mi presencia —Buenos días, Luna— levanto la cabeza y un
intenso calor se posiciona en mis mejillas —¿Cómo está?—su voz baja y sus
ojos sorprendidos me miran de arriba a abajo.

—Bien, gracias por preguntar.

La otra sale de la habitación de al lado y al verme detiene su boca —Luna, hoy


está muy hermosa.
LEYVA 📝
Sonrío—Gracias, ¿Saben dónde está Wade? —cuestiono.

—El Alpha posiblemente este en la cocina—doy un gesto de agradecimiento y


sigo caminando con sus miradas en mi espalda.

Llego a la escalera y la pereza rápidamente se instala en mí en cuanto veo los


escalones de la muerte —Wade Adlen Dhall, tendrás que poner un ascensor
en la casa, porque no todo el tiempo estaré bajando y subiendo esto—grito y
comiezo a bajar con cuidado de no caer por los tacones.2

Escucho distintos pasos caminar a mi dirección —Para que quieres un ascensor


si me... —guarda silencio, me observa de arriba a bajo y muerde su labio
inferior—tienes a mí —dice por lo bajo.

Otros pasos suenan detrás de él y se detienen. Mis ahora padres están detrás
de Wade tan sorprendidos como él.

En mi rostro pega un flash de cámara y miro a Wade con mala cara, alzo una
ceja y comienzo a bajar nuevamente.

—Mira niña, tú no le vas a... — la madre de Wade aparece y su voz se apaga


cuando me ve de arriba a abajo.4

El padre de mi Ricky está con ella observándome con la misma mirada de


cazador que tiene Wade. Me está incomodando de una manera increíble y
cuando creí haberlo visto todo él levanta su pulgar y su voz resuena en mi
mente.

Aprobada.8

Mis mejillas arden y una felicidad se instala en mi pecho, bajo mi cabeza y


termino de bajar los pocos escalones que me quedan—Pero mira niña que
bellísima estás —nana aparece a mi lado para ayudarme a bajar el último
escalón —digna de mi muchacho—sus ojos chocan con los míos y camina hacia
mí decidido.
LEYVA 📝
—Ella siempre es bella, es mi bella—da un beso en mis labios y me toma de la
mano.

—Que bueno por que quiero nietos pronto. Ya se necesitan a varios niños
llenando está casa vacía —Wade y yo nos damos una mirada fugaz.3

—Aún que la mona se vista de seda, mona se queda—junto mis cejas y ruedo
mis ojos. Ya tenía que llegar ella—No quiero ni imaginar como serían un par de
monitos corriendo por esta hermosa casa—suspiro.5

—al menos soy una mona con alto coeficiente—sonrío.8

—Por favor, aquí todos sabemos que Wade va a ser el que te mantenga toda
tu miserable vida— Elizabeth suelta la mano de Matías con furia y este antes
de que ella haga o diga algo se la lleva del lugar.1

—Yo no necesito del dinero de su hijo para poder sobrevivir, señora. Yo


trabajaré —la miro directamente a los ojos enfrentandome a su típica mirada
de: Tú eres menos que yo.

—Es por gusto porqué Wade te dirá donde trabajar y te aceptarán por el
dinero que dará él, no porque tú tengas el suficiente conocimiento como para
llevar un estudio—tuerce sus labios y cruza sus brazos — tienes un mes que
no pisas el instituto, ¿así piensas pasar tu último año?

—Con todo respeto, han pasado muchas cosas en mi vida estos días como para
que yo fuese al instituto y usted lo sabe, pero no se preocupe, yo mañana
retomo clases.

Ríe fuertemente —¿Y tú, niña, piensas que pasarás con casi todas las casillas
vacías?

—Lo haré y se lo comprobaré —me encojo de hombros y me escondo su pecho.

—No necesito que me compruebes nada lagarti...


LEYVA 📝
—CIERRA LA BOCA—el grito de Wade retumba por toda la casa—todo el
tiempo cuando llegas estás jodiendome con que me case con Natalia.
OLVÍDALO, YO NO ME CASARÉ CON ALGUIEN QUE NO ES MI MATE, MI
MITAD, MI LUNA, porque no aceptas de una vez por todas que Sara es mi
luna, PORQUÉ NO ACEPTAS QUE ELLA ES SUPERIOR A TI EN MI VIDA,
ese día paso lo que paso por tú culpa, por tu estúpido ego herido, ¿por qué ella
te mando? yo dije algo él día de ayer y me desobedeciste, ¿no tendrías que
estar en el norte de la manada revisando tus lares? Se me olvidaba que eres
tan metiche que esperaste a que mi mujer se despertara para hacerle la vida
de cuadritos y luego largarte, si es eso lo que quieres hacer TE LARGAS DE
LA MANSIÓN, porque no quiero alguien así en mi próxima familia—me
despega de él y camina amenazante hacia ella —Una ofensa más y te lo
advierto madre, aun que mi padre me desafíe a muerte TE DESTIERRO, una
más y ya sabes lo que pasará.6

Observo a la madre de Wade con lágrimas en los ojos, sus sollozos llenan mis
oídos, está estática sin poder creer lo que escucho. Camino hacia ella para
pedir una disculpa por todo, pero aparta mi mano y sale corriendo.

Bajo la mirada ante el padre de él —siento que todo esto haya pasado,
realmente yo no quería esto.

—Yo lo siento padre, yo la quiero porqué es mi madre, pero no dejaré que


maltrate verbalmente cuando le de la gana a Sara.

—No te preocupes, tu madre está dolida y celosa, porque le quitaron a su hijo


amado, pero ya se le pasará, además de que le doy la aprobación a Sara de ser
tu Luna. Que te siga manteniendo con esa sonrisa de bobo, además, no era
necesario lo del desafío a muerte—sonríe y palmea su hombro, sale de nuestra
vista y lo veo a los ojos.3

Su rostro está iluminado, parece que la opinión de su padre es la que más


importa.
LEYVA 📝
Por impulso me alza al aire dando vueltas—Te quiero—me baja y brinco sobre
su cuerpo, me sostiene y agarro su rostro con ambas manos, me pierdo en sus
ojos y sin que él se lo espere lo beso—no hagas eso si no quieres que te quite
esa molesta ropa—aprieta y camina hacia afuera conmigo —hoy pasaremos un
rato en el sur de la manada, conoceras a mis abuelos, pero lo más divertido es
que nos iremos en mi lambo y eso significa que hay...1

Sale Matías con mi madre de la cocina—Carreras en la autopista —grita mi


madre dando saltos pequeños como una adolescente pareciendo una niña.6

Ay Dios, ¡Sálvame!
LEYVA 📝
CAP.34~CASI IMPOSIBLE

Capítulo treinta y cuatro

Pov Wade

—¿No se supone que Matías debe estar en el Dhall Holdings?—ella me mira


expectante y se aferra al cinturón de seguridad.

—Mi padre lo remplazó hoy, quiere ver como estan mis acciones y socios
cercanos ya que son sus amigos por así decirlo —me encojo de hombros.

—Baja la velocidad, podríamos chocar o bueno, podrías chocar—desde que


salimos no ha hecho otra cosa que decirme que nos estrellaremos.

Suspiro resignado y bajo un poco la velocidad dejando que Matías me pase y


tome la delantera—muchas gracias, Ricky Rincón—extiende una de sus manos
y desordena mi cabello.

Sonrío—¿Por qué no te gusta mucho la adrenalina? —abre sus labios, sus


carnosos labios para responder, pero de estos solo sale un enorme suspiro.1

—Por lo que paso con el Sr. Alcibíades —recuerdo sus experiencias una por
una, no es algo de lo que me agrade pensar.

Su vida a estado en riesgo más veces de lo que yo he podido creer y no haber


estado ahí para protegerla me pone muy, pero muy cabreado.1

Aprieto el volante y meto cambio para pasar a una carcacha andante—


Tranquilo mi alpha, ya todo paso—coloca su mano encima de la mía y volteo a
mirar esos ojos que tanto amo—Wade, sé que dije que tranquilo, pero ya mira
al frente que no quiero un accidente —nerviosa mira hacia los lados viendo
como los autos más grandes pasan y como de uno de estos un niño saca su
teléfono para tomar una foto.
LEYVA 📝
Sonrío de lado—parece que a la gente siempre le llamará la atención estos
autos—señalo el lado de su ventana —¿Quieres que acelere?

Niega—Aún así no quiero que aceleres más. Vas a ciento veinte, ¿no es
suficiente? —pero que niña tan miedosa. Aprieto sus mejillas con mi mano
libre.2

Mi celular suena y contesto por bluetooth—Firulais. Matías y yo vamos... Nos


vamos a desviar para pasar a comprar algo mientras que ustedes siguen con
su velocidad de abuela.8

De caracoles mejor dicho.

—¿Quién dijo que nuestra velocidad es de abuela?—Sara se desabrocha el


cinturón y presta atención a lo que dice su madre.

—Por Dios Sara, nosotros estamos como a ochenta kilómetros de ustedes—


junta sus cejas—¿entonces, yerno? —suspiro. Qué le puedo decir si vamos a
paso de tortuga.

—Pasen, creo que tienen tiempo de sobra—cuelgo.

—Si un policía te llega a ver corriendo a más de ciento ochenta te pondrá una
boleta y no quiero que le pises porqué puede haber un accidente, pero ya que—
se cruza de brazos y encoge sus hombros—alcanzalos—la observo extrañado
y sonrío con gracia.1

Las mujeres son tan incomprensibles.

Bajo el pies a tope y todos los autos van quedando atrás, el sonido del motor
hace que los otros autos bajen sus ventanas viendo tal espectáculo —¿Wade,
cómo tú colocas música aquí? —agarro mi iPhone y se lo doy—¿y la contraseña?

—Sencillo, tu nombre—ladea su cabeza y sonríe, sus mejillas toman un color


rosa y desvía su mirada de la mía.
LEYVA 📝
Y pensar que estuve a punto de acostarme con Natalia cuando sentí el inmenso
dolor en mi pecho porqué el inútil la había marcado.16

Fue una suerte que Elizabeth llegara a tiempo.

Demaciada suerte diría yo, porque ni a mi me querías escuchar, idiota.

¿Yo te mande a hablar?

No, pero, yo hablo cuando a mi me de la gana, soy parte de ti.

Ruedo los ojos y corto la conexión con Yoshua, —¿Qué tipo de canciones son
estas?

—Hay de todo tipo, pon la que tu quieras—el auto se llena con un ambiente de
pop y reggaeton y achico mis ojos esperando la crítica constructiva de su
parte. No mueve ni un músculo de su cuerpo escuchando hasta que su cabeza
se empieza a mover con el ritmo.

Y cuando creí que no me podría sorprender más, esto pasa. Ella esta llena de
sorpresas y eso jodidamente me encanta.

Abro la guantera y saco dos pares de lentes de sol, me coloco los míos y le
doy los de ella, al principio duda en ponérselos, pero lo hace y mira en mi
dirección con ellos—¿Cómo una niña fresa?

—Como una niña fresa—asiento y acelero, el sol está radiante y fuerte a


medio día.

—Para no ser fotogénica salí bien en esta foto—me enseña la pantalla principal
del teléfono donde esta ella sentada en el avión de primer plano—creo que no
se ve mal, creo que tu celular hace mágia.

—¿Estás segura que es el celular? ¿No será la modelo? —muerdo mi labio—


creo que es la modelo—el color rojizo se apodera de sus cachetes,
rápidamente quita la cara y respira profundo.
LEYVA 📝
—Deja de decir payasadas Wade y fijate que a unos metros esta un patrulla—
bingo.

Paso a todos los autos y me coloco al lado—¿Qué haces? estás buscando que
nos detengan.

—Ya verás.

El policía baja su ventana y señala al frente—te lo dije—niego con los dedos


en su dirección y acelero.1

Atrás de nosotros se escucha la alarma ruidosa del patrulla acelerando para


poder alcanzarnos, subo el volúmen de la música y coloco mis dos manos en el
volante —¿lista para que te fichen?—Sara abre sus ojos tanto como puede y
asiente divertida.7

Doy cambio y dejo atrás a la carcacha andante, es fácil desaparece de ellos,


las cosas a nuestro al rededor pasan a una velocidad increíble siempre.

Escucho el sonido de la cámara del iPhone, volteo rápidamente y una hermosa


sonrisa esta instalada en su rostro, gira la cámara a mi lado y hago que
conduzco sin distracciones.

Pero sabes que tu distracción ahorita mismo está en el auto.

Exactamente.

—Wade, hay otro auto al lado de nosotros, es de color rojo.

Niego. Si es rojo, entonces, ese es Isaac.2

Baja la ventana y desde el otro lado puedo ver Emilie—¿Piensas que te dejaré
ir a visitar a los abuelos solo?

—Sabría que vendrías. Matías está en la parada de siempre, ¿carrera hasta


allá? —Isaac acelera dejándome claro que es un hecho.1
LEYVA 📝
Lo alcanzo y me mantengo con él a tope esquivando autos—Pásale, pásale,
pásale —desde su puesto ella me hace barras alzando sus manos.3

Que linda es.1

—Pensé que no querías un accidente.

Cierra sus ojos y asiente—No lo quiero, pero quiero que le pases—se cruza de
brazos— me siento en una película.

—Tranquila, no me lo tendrás que volver a decir —tomo su mano y meto cambio


tras cambio, pasamos por su lado y me mantengo a la raya estando unos treinta
metros más adelante.

Bajo la velocidad al ver el típico cartel del restaurante donde siempre


comemos cada vez que vamos donde la abuela. El huracán de Matías está en
todo su esplendor en los pocos estacionamientos, chicos hormonales y
aficionados de los autos deportivos no hacen más que tomar fotos y hablar
del auto al rededor de este. Me desvío de la carretera y dirijo el aventador
al lado del huracán.3

Sara toma mi mano en cuanto me detengo. Mira en una sola dirección abriendo
y cerrando los ojos pausadamente. Giro su rostro hacia mí y lo tomó entre mis
manos—¿Qué pasa, Sara?—palmeo sus mejillas y escucho el rápido repiqueteo
de su corazón llenar el auto.

—Nada, es solo que me siento un poco mareada, es todo —toca su cabeza.17

Acomodo sus pocos mechones rebeldes de pelos detrás de su oreja —


Necesitas aire fresco sin que todo pase rápidamente por tus ojos. Claro que
no estás acostumbrada a esto, es eso. Espera, dejame bajar y ayudarte a
salir— salgo y rodeo el auto, los expectantes observan todos mis movimientos
hasta que ven el murciélago llegar a mi lado.1
LEYVA 📝
Abro la puerta de Sara rápidamente y la saco para que respire aire fresco —
¿Qué le pasa Wade? ella se ve muy pálida —Emilie se posiciona a mi lado
examinandola —Wade, se va a desmayar.

Elizabeth llega a mi tan rápido como puede —¿bebé, qué te pasa? —me
observa fijamente y junta sus cejas. Corre a su auto, entra y sale con perfume
en sus manos —esto le pasa desde pequeña, no te preocupes, solo déjame
llevarla al baño con tu hermana—la suelto con cuidado y ella camina
forzosamente hasta desaparecer en los baños.

Camino al capó del carro y tomo asiento sin dejar fijar mi objetivo —hermano,
¿por qué te tardaste tanto? sé que a Sara no le gusta la velocidad porqué
Elizabeth me dijo, pero ¿no la pudiste convencer? Mira que hasta el idiota de
Isaac te alcanzo—observo al par de payasos sentados en el capó de sus autos.

—Sí, ¿por qué tardaste tanto en convencerla? —mi mente ignora por completo
sus comentarios.

Ahora en lo que pienso es en las minorías de posibilidades de que ella este


embarazada.

Es una demonio, es casi imposible la posibilidad.3

Tú lo has dicho. Es casi imposible, pero eso no significa que no pueda


estarlo, además, estas consciente de que te corriste dentro de ella,
¿cierto? Con ese punto te lo dejo.

Estás en lo correcto, Yoshua.

Decido por fin prestarle atención al par de tontos —Yo no la convencí, ella
solita disfruto del viaje e incluso se divirtió, tal vez haya sido mucha
adrenalina por primera vez —me cruzo de brazos.

Diviso a las chicas saliendo del baño y mi primera reacción es escanear todo
de ella. Su cuerpo está recto, su cara tiene un poco más de color, pero sus
ojos se miran apagados y sin brillo. Camina directamente a mí, la abrazo al
LEYVA 📝
llegar y siento como aspira el olor de mi cuello, separo su cuerpo del mío y la
examino otra vez—¿Estás bien?

—Solo fue un bajón de azúcar. No he comido azúcar desde hace mucho tiempo
y la adrenalina que sentí hoy, realmente fue mucho para mí —doy un beso en
sus labios y un carraspeo separa.

—Disculpen que interrupa su sesión, pero hay mucha gente observando—alzó


mi mirada viendo como los seis somos el puto foco de atención.

Isaac ríe fuerte—amor, como no van a mirar estos si tenemos tres autos
deportivos, tres mujeres bellísimas y tres hombres atractivos.

—No todos somos gay como tú —Matías lo señala —respeta —sonrió.1

—nosotras vamos a escoger lo que vamos a comer—caminan al mostrador en


una amena charla de mujeres. Sara mueve su cuerpo en un va y ven que no me
hacen despegar la mirada de ella.

Link°

—soy yo o tú hermana está contorneando su cintura.

—No solo es la tuya, la mía también.

—Es como ellas caminan, son unos putos enfermos —digo sin desviar mis ojos
de su cuerpo.

Cierro link°

Tú también eres un puto enfermo.

Como desearía estar en la cama con ella.

No se nos escaparía.

Gruño.
LEYVA 📝
—¿No crees que tu hermana se está llevando bien con ella? —junto mis cejas
y observo como ríen juntas. Eso es algo que no había notado.

Mi hermana platica con ella muy animadamente, es un progreso grande el que


la acepte. Sonrío sin poder evitarlo—eso he notado —asiento.

—¿Tal vez lo que le paso a Sara es porqué este embarazada?

—Lo he pensado también, pero es casi imposible de que una mujer demonio
tenga un bebé con una raza que no sea la de su mismo linaje —suspiro
resignado.6

—eres un alpha dominante, tienes esperanzas —el idiota de Isaac mueve las
cejas de arriba a abajo.

Abro mi boca para contestar, pero unos chirridos de autobús llegan a mis
oídos molestando mis timpanos —es mejor ir con las chicas, porque esto se
llenará.

—Concuerdo contigo —Matías se levanta y camina directo a Elizabeth ya


llegando a pagar las cosas.

—Yo solo digo que podría estar embarazada—alza sus manos y camina hasta
Emilie.

No me haré la vaga ilusión en que sí.

Los ruidos se hacen más fuerte y el autobús llega a la entrada, se estaciona


a dos lugares más y gente empieza a bajar de él, las mujeres posan la mirada
inmediatamente en mí y algunas comienzan a acercarse.

—Creo que es hora de largarme —me levanto y voy por Sara. Tomo su cintura
en mis manos y da un pequeño brinco en su lugar, gira amenazante y baja la
guardia en cuanto me ve.
LEYVA 📝
—Wade, me asustaste—observo la bandeja que lleva —tu hermana me dijo
que comías cualquier cosa, así que escogí esto—me señala los pure de papas y
los acompañantes —creo que es liviano hasta llegar donde los abuelos.

Dirijo mi vista a su plato y la deliciosa hamburguesa, papas fritas y soda que


hay en este. Achico mis ojos—¿Por qué yo no tengo hamburguesa? —enmarcó
una ceja.1

—No lo hice porqué creo que tú no comes mucho, además de que cuidas tu
figura.

—Quiero una para mí también, suficiente ejercicio hago para mantenerme así
—llegamos a la pagar y la cajera no deja de verme descaradamente.

—Cobre esto y podría ser tan amable de traer otra hamburguesa, por favor,
también otra gaseosa y...

Voltea a mirarme y me encojo de hombros—Eres tú la que comprará, amor,


por algo eres la Señora de Dhall —sus mejillas se tiñen de un rojo intenso y
da un largo suspiro.

—Un paquete grande de maní, pastillas de mentas y creo que ya—


desinteresada, la chica hace todo lo que dice y lo coloca encima de la bandeja.

—Adlen, me encantaría pagar, pero saber que no tengo como—niego sonriendo


y le doy un beso en la punta de la nariz, saco mi billetera y se la tiendo.

—Son treinta y dos con cincuenta —Sara observa todo el contenido de la


cartera y dudosa saca un billete de cincuenta.

—¿tú no sabes cargar billetes más pequeños? —susurra para si misma.

—Si quieres sacaré cien dolares de veinte en veinte o puedes usar las
tarjetas—la cajera le regresa lo sobrante y ella lo acomoda para devolverme
la billetera, alzó una ceja—Quédatela, tú compras más cosas que yo —se
gira y mete la cartera en el bolsillo trasero de mi pantalón.5
LEYVA 📝
—No quiero que me roben tu dinero—da palmadas en mi pecho y cruza uno de
sus brazos a mi alrededor.

Tomo la bandeja y ella toma lo demás en la bolsa, bajamos a la mesa donde


estan todos y colocamos las cosas.

Su mano viaja al rededor de mi cuerpo y me pega a ella, sus ojos ven con
intensidad a un grupo de chicas mirándome desde lejos con picardía. Saco a
relucir mi reluciente dentadura y tomo asiento.

Amo verte cuidando lo que es tuyo.

Es que no dejan de verte, mira que descaradas.

Agarro los cubiertos y comienzo a comer entre pláticas. El tiempo se pasa


volando y terminamos, las chicas caminan al minisuper para comprar algo antes
de irnos e inconsciente miro la hora —No crees que ya hemos demorado
bastante, tenemos que pisarle para llegar temprano—Matías mira en mi
dirección.

—Debemos tratar de dormirlas para poder correr como nos gusta —Isaac se
cruza de brazos —Emilie tiene pastillas—niego y quito mis lentes de sol.

—No es que me guste ser aguafies... —una voz chillona me interrumpe.

—¡OH POR DIOS! ES WADE DHALL, EL MEJOR, SEXY Y ATRACTIVO


EMPRESARIO MILLONARIO DE CALIFORNIA.

¿Por qué carajos me quite los lentes?1

Las personas se reunen a nuestro al rededor tomándonos fotos e impidiendo


el paso a los autos, me levanto y veo a Sara detrás de ese muro de personas,
le señalo el auto y ella le dice a las otras, a lo lejos una camioneta blanca llega
rápidamente y se estaciona, de ella sale la odiosa reportera que me persigue
a todos lados y el cámarografo idiota que tiene.+

¿Cómo mierda me encontraron?


LEYVA 📝
CAP.35~CALOR

Capítulo treinta y cinco

—Tranquila, todo estará bien, es más, ni siquiera le tomarán importancia —


sobo su hombro.

Después de que salí de todo ese escándalo y bullicio subí al auto lo más rápido
que pude, pero una cámara tomo una fotografía de Sara en el auto.

Su miedo incrementa cada vez más al pensar que la justicia pueda decir algo
al respecto con nuestra relación.1

—¿Cómo lo sabes? —me mira fijamente con los ojos vidriosos.

—Tú me amas, además, tu madre es parte de mi manada. Ella fácilmente puede


decir que te ha emancipado y si no fuese asi, da el caso de que no me negaría
estar contigo y si lo hiciese yo la puedo obligar con la voz de Alpha. Ahí si no
me lo puede negar—aprieto su mano.

Suspira—Te creeré solo por que tu casi, casi, siempre tienes la razón —sonrió.

Pasamos el último puente y doblamos a la derecha para entrar a los inmensos


bosques, la carretera está mojada por la reciente llovizna y el frío que hay
fuera es como de dos grados. Los autos aquí pueden derrapar, bajo la
velocidad a sesenta y sigo en ese curso hasta que veo la entrada a la manada,
bajo un poco el vidrio de mi lado para que los guerreros perciban que su Alpha
está de visita, las puertas son abiertas y entramos, todos están jugando fuera
y la casa principal está llena de niños pequeños.

Los viejos están en la entrada abrigados con una frazada. El abuelo abre el
garaje subterráneo para los autos y cada uno se estaciona en un lugar
diferente, apago el motor del lambo y volteo a ver a Sara dormida, la
presentación que tendrá con mi abuela serán unos hermosos ronquidos.

Si señor.
LEYVA 📝
Desabrocho su cinturón y salgo del auto—¿Y Sara? —Elizabeth camina hacia
mí y la detengo.

—Está dormida, no quiero ni un solo ruido—abro su puerta y la tomo en mis


brazos, ella se acomoda mejor y balbucea algo que no pude escuchar.

•link•

—Si me van a hablar o decir algo que sea por aquí—los miro—Matías, cierra la
puerta por favor—señalo con la cabeza el auto y camino hacia la escalera.

—Wade, la abuela va a querer examinar así como hizo con Isaac —tenso mi
mandíbula.

—Se tendrá que esperar, han sido muchas experiencias para ella en un día —
me hago a un lado —Emilie, abre la puerta por favor—sube los dos escalones
faltantes y escucho el chillido de la abuela.

Emilie le indica que guarde silencio y está frunce el ceño.

—Abuela perdón, pero está dormida, la presentación tendrá que esperar,


además, tu nieto viene cansado — camina hasta mí y ve a Sara, toca su rostro
y levanta la mirada hacia mí.1

—Esta bien, hijo. Ven que te tengo la habitación lista—sonríe alegremente y


camino detrás de ella.

—mami, cuando yo despierte la despertaré a ella para que bajemos juntos—


asiente y se va dando pequeños brincos.

Cierro link°

Acuesto a mi amada en la cama y le quito los zapatos, los tiro a cualquier lugar
de la habitación y camino hasta las gavetas para buscar ropa para mí y ella.

Saco una franela y dos pantalones largos, quito mi ropa y me coloco uno de los
pantalones, camino hasta Sara y la despojo de su ropa.
LEYVA 📝
Es increíble como puede pasar un terremoto y ella no se despierte, le coloco
el pantalón y luego la franela, la hago a un lado y me acuesto en la cama, su
cuerpo se acomoda en el mío buscando calor y la abrazo, beso su frente y
cierro mis ojos hasta quedarme dormido.11

...

Los besos húmedos en mi cuello son constantes y en perfecta sintonía


haciendo que mi miembro se levante rápido.

Gruño—Sara, mi amor, cuidado con lo que haces—se trepa encima mío y coloca
sus manos en mi pecho.

Abro los ojos y mis manos viajan a sus caderas en movimiento —Como desearía
follarte aquí, ahora, como sea, pero no podemos—suspiro con cansancio —la
abuela está del otro lado de la puerta. ¡Abuela pasa! —la puerta es azotada y
de un segundo a otro la tengo examinando a Sara con extrema cautela.4

—Tiene fuertes manos y un cuerpo saludable, es la correcta para ti, Wade.


Me alegra que eligieras bien a la que será tu luna ya que no la has encontrado—
mi Sarita la mira dudosa y sonríe.1

—Yo soy su luna, su mate—extiende su mano para saludar, pero la abuela corre
a abrazarla.

—¡Por fin! Yo pensaba que mi hijo tendría que casarse con esa tal Natasha, te
doy las gracias que llegaste a su vida —la jala de mi lado —¿Quieres cenar?
son las seis de la tarde—cruzan las puertas y me dejan totalmente solo, me
levanto y busco el móvil.9

Marco a mi padre y a los tres pitidos me contesta —¿Llegaste bien? ¿Cómo


están mis padres?—me asiento en el borde de la cama.

—Ellos están bien, pero ¿ya hablaste con mi madre? —se escucha una larga
pausa hasta que por fin decide hablar.
LEYVA 📝
—Está muy sentida por lo que paso, es todo, sabes que tu madre es muy
resentida, pero eso se le quitará—paso una mano por mi desordenado cabello.

—Notificame si ocurre algo con ella, la última vez se trato de quitar la vida—
cuelgo y tiro el teléfono en la cama.10

***********************************2

—Niño Rico, tu abuela es sumamente agradable, dice que bajes a comer —


Sara se detiene en el marco de la puerta—¿Qué pasa mi alpha?—se acerca a
mí y toca mi cuello y frente—Dios Wade, estás ardiendo en fiebre.

No es fiebre, es la puta calor que se aproxima, solo falta una semana y esta
será la más grande por lo visto.10

—No te preocupes mi Sarita, es otra cosa que todavía no puedes saber—la


asiento en mis piernas y busco sus labios desesperadamente, una de sus manos
viaja a mi espalda mientras que la otra se posiciona en mi mejilla.

Me separo ligeramente de ella y sus ojos cambian a rojos de un segundo a


otro, con una fuerza increíble me tira en la cama y hunde su cabeza en mi
cuello.

—Di que eres mío —sonrío de lado—¡Dilo! —susurra en mi oído.11

La tomo de los hombros y la volteo —Soy todo tuyo—conduzco su mano hasta


mi miembro, beso sus labios y hago una fila de besos hasta mi marca donde
empiezo a chupar y pasar mi lengua haciendo que se retuersa de placer.

Su mano juega con la tira de mi pantalón, me despego un poco del ataque y


observo su mirada juguetona. De un solo intento introduce su mano también
pasando por dentro del boxer y tocando lo duro que estoy. Un gruñido sale de
mis labios y siento como su mano sube y baja lento.

Me está dominando y eso no puede pasar, no ahora.


LEYVA 📝
Escucho pasos subiendo las escaleras y mi instinto de Alpha se activa, no
puedo permitir que esto acabe así y tampoco puedo dejar que nos vean porque
la puerta está abierta.

Doy un fuerte gruñido de advertencia que se escucha por toda la casa y los
pasos se detienen para luego regresar por donde vinieron.13

Me levanto y observo su silueta escondida en mi inmensa ropa—Levántate —


ordeno.

Ella sin reprochar lo hace y queda en frente mío—Cierra la puerta y quedate


apoyada a esta—camina hasta la puerta y la cierra.6

Voy hasta ella y huelo su aroma junto la excitación que tiene, es tan
embriagador para mí. Separo sus piernas y pongo sus manos sobre la puerta—
No te muevas hasta que yo lo diga—le doy una fuerte nalgada y ella gime de
placer.4

Amarro su cabello y beso su cuello, me separo un poco y levanto lentamente


la franela rosando con mis dedos algunas partes de su cuerpo, su cadera se
mueve sola buscándome y le doy otra nalgada—Te dije que no te movieras —
susurro en su oído.

Ella voltea su cabeza ligeramente y muerde sus labios, termino de quitar la


molestosa franela y mis manos directamente van a sus pechos.

—Wade... Deja de torturarme—gime desesperada. Bajo mis manos hasta el


borde de los pantalones y sus bragas.

—Quítatelos—humedezco mis labios y lamo mi marca en su cuello.

Camino directo a la cama y quito mis pantalones dejando lo duro que estoy a
su disposición, sus manos juguetean con los bordes del pantalón bajandolo
lentamente poco a poco. Mi mano ejerce presión y sube de arriba a abajo
lentamente. Se inclina un poco dejándome ver su rosada intimidad y da un
LEYVA 📝
paso fuera de los pantalones, se vuelve a colocar tal como le indiqué y gira un
poco su cabeza para mirarme por el rabillo del ojo.

Me levanto y llego hasta ella, toco el exterior de sus piernas e instintivamente


tira su cabeza hacia atrás, gime bajo al sentir mi mano rozando su piel, llego
a sus pecho y me apego a su cuerpo dejándola sentir lo duro que estoy.

—follame, wade, cogeme— habla entre suspiros.2

Coloco mi respiración en su cuello— oh no, todavía no —soplo su hombro y mis


labios chocan en esa zona.4

Llevo mis manos a mi miembro y lo coloco en su húmeda entrada —Wade... —


gime desesperada y sonrío de lado.

Vuelvo al asiento y miro como sus jugos fluyen por sus piernas—Tocate para
mí —mi voz sale de mi garganta ronca y áspera. Sus manos viajan a su
intimidad, sobando, masajeando cada vez más rápido haciendo que gemidos
lastimeros salgan de sus labios.

Sus ojos están cerrados, sus dientes mordiendo su tan apetecibles labios que
deja por momentos para suspirar. Coloca su cara contra la puerta y su mano
libre viaja a sus pechos, su mirada se topa con la mía y sonríe maliciosa, mi
mano cada vez aprieta más y más de arriba a bajo y las ganas aumentan.

No me digas que me estás provocando.

Aprieto la mandíbula—¿Qué esperás para venir?—sus ojos siguen rojos, sus


dedos se resbalan por su intimidad y la abre ligeramente dejándola expuesta
a mi vista.

Entendí tu mensaje.

Sonrío de lado y muerdo mis labios, me levanto y ella retoma la posición en


que la deje. Sujeto fuerte sus caderas —¿Por qué no dices algo ahora que me
tienes tan cerca, uh? —se menea en mi prominente erección con descaro y
LEYVA 📝
desato su cabello, lo enrredo entre mis manos y tiro fuerte de el—Dime, ¿Qué
quieres que haga?—suspira agitada y muerde sus labios, mi erección amenaza
con entrar en ella y me separo. Una de sus manos viajan a su intimidad y rápido
la sujeto antes de que se pueda volver a tocar—¿Qué quieres Sarita?—
susurro.

Lentamente suelto su mano y bajo la mía hasta su mojado coño, mis dedos
juegan de arriba a abajo, en círculos sobre ella. Sus suspiros llenan la
habitación —Te...quiero a ti.

Detengo mi ataque—¿Qué dijiste?—tiro más de ella hacia mí, de sus labios no


sale ni una sola palabra solo gemidos mezclados con suspiros—Yo sé que
quieres que te folle duro y sin contemplaciones una y otra vez, quieres
sentirme dentro de ti—una de mis manos viaja a su cuello—Sé que quieres que
te bese aquí —recorro su cuello hasta uno de sus pechos—Quieres sentirme
aquí, mordisqueando, tocando, besando—bajo mis manos hasta su cintura—
Que me agarre de ti aquí —tira su cabeza hacia atrás colocándola en mi
hombro, bajo a sus caderas y paso hasta su mojada intimidad—Y sobre todo
que te penetre aquí —sus gemidos llenan mis oídos mientras se retuerce de
placer por mí.

Me vuelve loco.

—Yo... Wade, yo...—su respiración agitada choca en mi pecho y miro su cuerpo


cubierto por una fina capa de sudor, pone sus manos sobre la puerta —
Follame, cógeme, tócame porqué ya no aguanto más—una corriente pasa de la
marca a mi miembro haciéndome desearla todavía más.

—Dilo otra vez—la volteo y beso sus labios.

Ella rodea mi cuello con sus brazos—Cógeme duro, Wade—susurra en mi oído.

No aguanto más.
LEYVA 📝
Tomo sus piernas y ella sube rodeando mi cadera, voy dando besos hasta mi
marca y me acomodo en su entrada.

Gruño por lo empapado que está y de una sola estocada estoy dentro de ella,
no me muevo para sentir lo jodidamente caliente que es estar dentro de ella,
—Wade... Por favor—la recuesto a la puerta y me muevo, dentro y fuera una
y otra vez acelerando el ritmo, se apega a mí y tomo una de sus tetas con la
boca, coloca sus manos en mi nuca y presiona mi cuerpo hacia ella.14

Los gemidos llenan la habitación y de seguro todo el pasillo, la bajo de mí y la


volteo a la puerta —Gime para mí, hermosa—entro otra vez en ella y tiro de
su cabello con mi mano izquierda mientras que con la derecha la aferro a mi
cuerpo, su boca forma una perfecta o y sé que está apunto de correrse.

Bajo mis embestidas y todavía dentro de ella la conduzco hasta la cama, salgo
y le doy una nalgada, la volteo para besarla y me despego de sus ahora rojos
labios para tirarla a la cama.

Su cabello está alborotado, sus ojos rojos están entrecerrados y esa linda
boquita dando pequeños suspiros, su cuerpo está emanando calor.

Tengo que volver a entrar o me voy a correr sobre ella.

Me agacho y meto mi cabeza entre sus piernas, el aroma a sexo inunda mi


nariz y rápido poso mi lengua en su intimidad provandola, un gemido sorpresivo
deja sus labios y subo otra vez, paso la lengua por mis labios saboreando sus
jugos.

Guío mi miembro a su entrada y entro suavemente, subo sus manos por encima
de su cabeza y las sostengo ahí —más —suspira con los ojos cerrados.

Beso sus labios y bajo a mi marca—déjame disfrutar—susurro contra su piel


y todos sus cabellos se erizan.
LEYVA 📝
Entro y salgo lentamente, su cuerpo está empezando a dar convulsiones y cada
vez me aprieta más llevándome a la locura. Gruño sintiendo el orgasmo venir
y subo hasta su oído—Correte—susurro y mi respirar se vuelve pesado.

Arquea su espalda y su sexo aprieta mi miembro dentro, dejo salir un gruñido


y me corro dentro de ella llenandola por completo, me desplomo en su cuerpo
al no poder más y deja salir un gemido lastimero.

—Cuidado, estoy sensible.

Sonrío sobre su pecho —sensible o no, aquí me quedo —cierro mis ojos—
Cuanto duré yo buscándote y ahora que te tengo no te voy a dejar ir—sus
manos me dan dedicadas caricias en mi rostro.+

—Yo tampoco te voy a dejar, al menos que tú lo hagas—entrelaza una de sus


manos con las mías.

Yo nunca lo haré.19

Mi Luna.
LEYVA 📝
CAP.36~JUEGOS Y MIRADAS

Capítulo treinta y seis

Pov Sara

—¡Wadeeeeeeee, protégeme! —me coloco atrás de él usándolo como escudo.

—¿Por qué yo?—cruza sus brazos evitando que las albóndigas den en su cara.

—Porque tú me puedes tapar mientras yo ataco—tiro de los macarrones en mi


plato a Isaac que está justo al frente.

Me muevo a su costado derecho y apunto directo a Elizabeth, pero antes de


que la albóndiga de en su cara ella baja rápido haciendo que esta de directo a
la cara de la abuela.

Sonrío nerviosa y me escondo otra vez.

Que no me odie, que no me odie, que no me odie.

—Que mala puntería —Ricky Rincón ríe a todo pulmón y yo gruño.

—Dime si está molesta—Wade gira y alza mi cabeza.

—¿Cómo podría odiar a la chica perfecta para su nieto? —niego divertida sin
tomarle importancia a nuestro al rededor.

Tomo su rostro entre mis manos y antes de que pueda cometer mi acto siento
como todo el batido de cornflake destila por nuestros cuerpos.

Levanto la mirada encontrándome al abuelo—Esto es de parte de mi luna—


corre devuelta a la mansión sonriente.5

Algunos se preguntaran cómo fue que terminamos en esto:

Pues muy simple.

Flashback
LEYVA 📝
—Esto es aburrido —Emilie juega con la comida en el plato mientras los
abuelos relatan su tan amorosa historia de como se conocieron.

Escuchamos un fuerte azote contra la mesa y todos volteamos a ver


sorprendidos—Y entonces fue cuando le lanze comida en su cabello para que
me dejará tranquila y luego él me tiro el jugo en la cabeza y así empezo en la
cafetería una guerra de comida —Emilie da una mirada malvada y habla con
una vocecita de niña pequeña.

—Abuelita, nos puedes mostrar como fue que le tiraste al abuelo la comida —
la abuela toma su plato y tira de él a la cabeza de su esposo.

Sonrío. Dios, esto me huele a guerra.

El abuelo rápidamente toma el vaso de agua y lo tira en su cabeza, sonrío sin


poder evitarlo y de lleno me pega una albóndiga en la nariz, miro al causante
de eso y antes de arrojar las mias Wade, él lanza sus vegetales a Isaac; Emile
al ver el ataque se lanza contra nosotros, hacia ella tiro una albóndiga, pero
da justo en la cara de mi madre; Matías corre a ayudarla, pero Emilie es más
rápida y le tira sus macarrones.

Fin flashback

Y así es como terminamos en esto.

Suerte que estamos fuera de la mansión o esto sería un total desmadre


dentro. Limpio mis ojos y fijo mi blanco: El Abuelo.

Agarro tres bolitas del césped y corro hasta estar casi cerca de él, las lanzó,
pero doy directo con la abuela otra vez.1

—Niña ¿Qué tienes contra mí?—sonríe y pelo mis dientes, antes de que
empiece a correr por mi vida Wade llega hasta mí y me sube a su hombro.

—Nosotros tenemos que ir a bañarnos para dormir, ¿no es cierto, Sara? —


junto mis cejas.
LEYVA 📝
¿Dormir temprano?

Sí, tonta. Recuerda que tienes que ir al instituto.

Levanto mi cabeza un poco—Es cierto. Elizabeth y Matías también, porque


Matías es mi profesor y creo que mañana me toca con él —lo veo asentir y me
dejo caer.

—Yo quería seguir jugando— la abuela se aproxima hasta ella y toca su


hombro.

—Usted fue la alborotada en saber como fue que yo le tiré la comida al abuelo,
así que usted limpia —a su lado llega una criada con una escoba y recogedor.

La abuela lo toma y se los entrega a Emilie e Isaac—Limpien todo, y que quede


bien limpio —niego.

Que justa.

Sonrío internamente y Wade comienza a caminar otra vez, entra y sube las
escaleras con cuidado para entrar a la habitación.

Recuerdo inmediatamente lo sucedido antes y por mi espalda recorre cierto


calor hasta mis mejillas, Ricky Ricón me baja y coloca los mechones de cabello
mojado que tapan mi cara detrás de mis orejas.

—Vamos a bañarnos y luego a dormir, mañana te esperá un día largo y


cansado—asiento y alcanzo su cara para dejar un beso en esos suaves y
demandantes labios.

Él quita mi suéter y yo subo las manos para desabrochar su camisa, sus manos
viajan al broche de mi pantalon blanco corto y lo baja, saco su camisa
dejándome ver ese hermoso abdomen de lavadero, jalo la correa de su
pantalón y tiro de él hacia abajo, lo saca completamente de sí y sus manos
viajan a mi cara totalmente pegajosa.
LEYVA 📝
Coloca su frente con la mía—¿Por qué eres malditamente hermosa? —siento
sus labios rozar con los míos.

Sonrío —Tú me vez así al igual que yo te veo a ti así, tan malditamente
perfecto como dices —choco su nariz con la mía y abro los ojos—Ahora
tenemos que bañarnos —me despego de él y busco las toallas.

Tiendo una hacía él y me pongo la mía —Vamos —Wade se coloca la toalla


alrededor de su cadera y toma mi mano.

Salimos del cuarto y pasamos al baño, nos despojamos de todo y entramos a


la ducha para quitar todo de nuestros cuerpos, salimos y llegamos otra vez a
la habitación.

—Alpha, presteme de su ropa para dormir—me tiro a la cama y cierro mis


ojos.

—Ponte esta camisa y este pantalón—cierra el gabetero, llega hasta mí y me


da la ropa.

Me levanto y le doy la vuelta para que mire a la pared—No te votes —advierto.

Sonríe de lado—Como si yo no te hubiese visto toda de arriba a abajo—le tiro


la toalla divertida, giro y me pongo el pantalón rápidamente —Que sexy vista—
doy un salto a la cama y me cubro con la camisa.

—¿No te dije que no miraras? —deja caer su toalla y como si nada se viste al
frente mío, aprovecho esa distracción para colocarme la franela y arroparme.

—Listo—la cama a mi lado se unde y sus brazos me rodean—Buenas noches,


mi luna—da un beso en mi cabeza y se apega más a mí.

—Sueñe conmigo, Alpha—cierro mis ojos y todo se vuelve pesado para mí


dejándome totalmente rendida ante el sueño.1

...
LEYVA 📝
Me remuevo en la gran cama y tiran de mí —Sarita, mi amor despierta, tienes
que ir a estudiar —el millonario riega besos por toda mi cara y me tapo con un
brazo antes de que siga.

—¿Qué hora es? —me giro dándole la espalda.

—Son las cinco en punto—abro mis ojos y salto de la cama, corro hasta la
toalla y la jalo para salir de la habitación rápido y entrar al baño.

Me ducho y seco por ahí mismo, salgo corriendo y entro a la habitación otra
vez, en la cama encuentro unas piezas de ropa y corro hasta ellas. Un conjunto
de lencería muy pequeño de color blanco junto con unos jeans negros rotos,
una blusa blanca manga larga con el frente abierto y unas zapatillas planas.

—Lo busque yo ¿te gusta? —me giro y le doy un pequeño beso, suelto la toalla—
Deberías hacer eso más seguido—me da una nalgada y se tira en la cama.

Ruedo los ojos y me pongo las cosas—Necesitamos pasar a la mansión para


llevar mis cuadernos y apuntes—jalo de sus brazos y lo saco del cuarto.

Bajamos las escaleras y llego hasta la puerta donde está la abuela con el
abuelo agarrados de la mano—Hija, que te vaya bien, cuida al muchacho por
mí y que tengan un buen viaje.

Los abrazo —Igual ustedes, no esten haciendo tantas cosas no apropiadas


para su edad y no se preocupen, yo cuidaré muy bien al señor Wade—ellos
asienten y me dan paso para salir con él afuera. Veo el auto estacionado en la
entrada y camino hasta el, Ricky Ricón abre la puerta por mí y rodea el auto
rápidamente.

Abrocho mi cinturón de seguridad —Solo es una hora de aquí hasta allá debido
a que no hay tráfico —asiento y salimos tan rápido como se puede, todo lo que
pasamos antes va quedando atrás en una velocidad increíble.
LEYVA 📝
Los pocos autos en la mañana están lejos haciendo que Wade pueda rebasar
sin complicaciones —¿Crees que todo estará bien? —quita la vista de la
carretera por un momento y luego vuelve a ella.

—Si lo va a estar, tú solo no te preocupes. Cuando lleguemos ya estarán tus


cosas listas y el desayuno preparado, solo es cuestión de pasar y recoger—
habla desinteresado.

El amanecer empieza a dar sus primeros rayos de luz iluminando por mucho
todo nuestro al rededor. Volteo hacia él y disfruto viendo lo extremadamente
sexy que está hoy.

Una camisa blanca con una corbata azul y pantalones a juego, la correa es de
color chocolate y zapatos del mismo color.

¿Por qué se ve tan apetecible por las mañanas?

—No me mires tanto, me gastaras —saca sus bonitos dientes a relucir.

—Quiero ponerte un cartelón que diga:—alzo mis manos dramática


— Propiedad de Sara Poezyn, para que nadie te miré y sepan que eres mío—
observo la ciudad un poco movida por la cantidad de personas que van a sus
trabajos y estudiantes de un lado para otro.

Alzo mi mano izquierda donde está ese gran reloj que mi madre me obligo a
usar y veo que son las seis en punto.

Él no se equivoco.

—Ya estamos cerca, ¿bajaras a comer o comerás en el auto? —es mejor llegar
temprano que llegar tarde.

—Comeré aquí.

—Sabía que dirías eso—veo a nana que nos espera en la acera con mi mochila
y una bolsa crema, Wade se estaciona a un lado y bajo la ventana.
LEYVA 📝
Nana corre hasta nosotros y me da mis cosas—Buenos días a la mejor parejita
de California —me guiña y se aleja sin esperar respuesta.

Junto mis cejas, ¿mejor parejita de California?

A mi mente llegan vagos recuerdos de ese maldito paparazzi que me tomo la


foto junto a Wade. He estado desconectada de todo por tanto tiempo que no
sé que se ha dicho en la televisión.

Y ni debe importarte.

Mi estomago ruge y veo lo que hay dentro en la bolsa, frutas picadas en un


envase, jugo y emparedado de queso. Saco las frutas y empiezo a comer
mientras Wade maneja por las calles de la ciudad.

Se estaciona en la misma cafetería donde lo vi la última vez comprando —


¿deseas algo, una dona, café, dulce, pan, empanada, avena? —niego —Bueno,
espérame.

—¿A dónde voy a ir, Ricky Ricón? —sonríe y cierra la puerta detrás de él.
Observo su porte al caminar hasta entrar a la cafetería.

Mis ojos caen a un grupo de adolescentes en una de las esquinas que lo


observan sin total descaro. Una de ellas se levanta y su corta falda deja ver
más allá de lo que debe, su camisa deja ver todo su abdomen y su brasier rojo
se asoma por los botones sueltos en su escote.

En pocas palabras... No sé cómo llamar a alguien así.6

Ella está fabulosa, pero yo no dejaré que se le acerque a mi Wade.

Dejo el plato a un lado y me bajo del carro, camino directo a la cafetería y


apresuro el paso cuando veo que falta poco para que ella llegue hasta mi Ricky
Ricón.
LEYVA 📝
Abro la puerta, corro hasta él y me le tiro encima de su espalda—Pensándolo
bien si quiero algo dulce—hablo tierna y volteo a ver con ojos de asesina a la
chica.

Me baja de su espalda y me coloca al frente suyo, rodea mi cintura con sus


brazos y me da un corto beso. Su boca se desvía a mi oído —No te hagas,
porque desde aquí pude sentir que estabas celosa—deja un beso en su marca
y alza la mirada.

—Siguiente —aspiro el aire y un asqueroso olor a sirena llega a mis fosas


nasales.

Me volteo rápidamente y la señalo—no, no lo harás —la gente me ve como una


loca y la sirena solo aplasta su boca mientras sus ojos toman un color más
profundo. Se está aguantando el decirme mi futuro.

Con un tono de voz bajo y la cabeza gacha nos atiende—¿Qué desean?—Wade


me da una mirada extraña pidiéndome explicaciones.

Hago una mueca desinteresada y él rápidamente empieza a pedir—Deme un


café cargado y un emparedado de queso especial, también... —me observa.

—Tres muffins —coloca el micrófono en sus labios y habla.

—Combo alto para llevar—dice y desde fuera se mueve torpemente y me


entrega los muffins.

El pedido de Wade sale y lo pone en el mostrador —Son diecinueve dólares —


saca su billetera y paga, recibe su recibo y su cambio y toma mi mano para
salir.

—¿Me vas a decir que fue eso? —arranca el auto y conduce las calles
faltantes.
LEYVA 📝
—Las sirenas le dicen el futuro a los demonios, ellas con solo ver sus ojos o
percibir su olor saben lo que va a pasar con nosotros y yo quiero vivir mi vida
sin saber porqué asi no me tengo que estar preocupando por nada.

Llega a la entrada de el instituto donde jóvenes de todos los tamaños entran


para ir a tomar sus respectivas clases—Buena perspectiva—me besa y da un
pequeño mordisco en mi labio inferior —¿Prometes que no te vas a enojar? —
me despego de él y tomo mis cosas.

—¿Por qué debería?—pasa una de sus manos por el cabello y busca una caja
en la parte de atrás, la saca y veo el logo de iphone plasmado en ella.

—Porque te compré un nuevo teléfono —lo saca de la caja —Es un golden igual
que el mío solo que este en vez de tener la manzana tiene una media luna. Todo
lo que tenías en el antiguo celular está aquí, y antes de que digas algo, esto no
costo mucho —ruedo mis ojos —solo tomalo, por favor. Si necesitas algo me
llamas o me envías un mensaje y tenlo por seguro que te cumpliré tu deseo—
me tiende el celular y lo tomo.

—¿Los audífonos? —abre más la caja y de un estuche saca solo el esqueleto


—¿Por qué están dañados?—los tomo en mis manos.8

Niega—Son por bluetooth. Tú los prendes, activas el bluetooth y ellos


automáticamente se conectarán —asiento dudosa y los tiro a la bolsa.

—Adiós, Ricky Ricón. Pórtate bien sin mí, gracias por el celular aunque yo
hubiese preferido el viejito ya que por esto me pueden robar, además no lo
sé usar, más ahora mandas la prado—le doy un fugaz beso y bajo del auto.

Camino directo a la entrada con miradas apuñalado mi cuerpo, el sonido del


motor del auto ya se escucha lejos y sonrío sin poder evitarlo.

Estoy viviendo un sueño, así que, que importan las miradas.

Antes de dar mi primer paso a las escaleras soy arrastrada por cientos de
paparazzi y reporteros preguntándome cosas.
LEYVA 📝
Acaso no puedo tener un día tranquilo.

Las preguntas llegan y se van de un lado y otro: ¿cómo conquistaste el corazón


del millonario? ¿El amor nació en el concurso? ¿Estás embarazada? ¿Cuántos
meses tienes? ¿Realmente están juntos o es solo un juego?

Tapo mi rostro con el antebrazo y me abro paso hasta las puertas del instituto
donde el director me espera con un grupo de profesores incluyendo Matías.
Extiendo mi brazo a Matías y este me jala de inmediato, las puertas se cierran
y todas las miradas recaen sobre mí.

—Señorita Sara, es primordial que vaya a la dirección antes de entrar a clases


regularmente — me señala el recorrido y doy los primeros pasos antes que él,
las miradas de todos pinchan mi ser y me encojo de hombros un poco.+

Tengo miradas malas, otras buenas y otras neutrales.

Ellos saben quien soy.

Ellos saben que soy la novia del millonario.


LEYVA 📝
CAP.37~DÍA AGOTADOR

Capítulo treinta y siete

—¿Es cierto que usted es la luna del Alpha? —no muy segura asiento—Ya que
lo es, usted debe mantener un bajo perfil ante todo esto, de ninguna manera
será privilegiada —levanto mi mano y lo freno de golpe.

—Yo no vengo aquí para tener privilegios, yo vengo aquí para estudiar y
aprender de lo que más necesito, no se confunda—me cruzo de brazos
mientras le doy una de mis tantas caras neutrales.

—Me parece bien que lo tenga en cuenta señorita Sara, ahora, como sabrá
usted debe esforzarse mucho para recuperar sus notas.

Asiento—Eso nunca ha sido algún problema para mí, sé que debo poner de mi
mayor esfuerzo y dedicación y todo estará bien—me levanto de la silla—si no
tiene más nada que decir, me retiro. Tengo pocos minutos para entrar a la
cafetería y desayunar para luego entrar a clases normalmente—niega
desaprobatorio y salgo de la dirección.

La secretaría en este caso la mujer del director solo me mira impresionada


como salgo con aires de grandeza, la saludo por cortesía y recorro los pasillos
del instituto hasta llegar a la cafetería, las pocas personas que se encuentran
aquí voltean a verme en cuanto llego y empiezan a susurrar cosas entre sí.

En la esquina veo una mesa vacía, camino hasta ella y me asiento, saco el
emparedado, el jugo y las frutas que no me terminé de comer. Alzo mi vista
para notar lo viejo y nuevo del instituto, pero un pequeño cuerpo se interpone
entre mi objetivo. Una chica de coletas rosadas da vueltas en su sitio
buscando donde posicionarse.

No puedo creer lo que haré.


LEYVA 📝
Levanto mi mano, ella llega hasta mí y se asienta, vuelvo a mi emparedado y en
un casi susurro habla—Gracias —alzo mi vista y la veo justo a los ojos.

—No pienses que por que te invite a sentarte quiere decir que ya seamos
amigas de toda la vida, además no hay porque dar las gracias, solo es otro
puesto más —sus ojos dejan de parpadear y su nariz toma un color rosado.
Tal vez me pase. Tomo el puente de mi nariz—No confío en las personas, si
quieres sentarte aquí conmigo, hazlo, no tengo ningún problema con eso, pero
por favor, solo no hagas nada estúpido —sus ojos toman cierto brillo y asiente
lentamente.8

Termino de comer y recojo las cosas —adiós —acomodo la silla en su lugar.

—Adiós —sonríe algo tímida.

Camino hasta la puerta y escucho risas detrás de mí, volteo y ahí está ella con
toda su comida en la cabeza, el chico que al parecer le tiro la comida ahora la
está humillando mientras otros están grabando. Mis pies me atormentan con
regresar, pero mi mente está en contra, ignorando a mi cerebro camino hasta
allí con toda seguridad.

Las personas a mi lado me abren un camino hasta ella y la tomo de las manos
—No te puedes llevar a mi juguete—el mismo chico habla sonriente hacia mí.

Alzo una ceja y tuerzo mi boca en desaprobación.

Alzo mi cabeza para mirarlo —Suponiendo que es un juguete ¿Por qué es de


tu propiedad? La compraste acaso, ¿Quién te da el derecho de humillar a una
persona que no te ha hecho nada? —siento la mano de ella apretar la mía —
Un estudio científico determinó que los seres humanos cuando molestan o
agreden a una persona es para llenar un vacio en el alma, vacio del cual viene
desde niños gracias a las faltas de atención ya sea de sus padres u otra cosa,
dime ahora, es que tus padres nunca te quisieron, nunca te compraron ese
dulce que viste de pequeño, o no tienes el autoestima suficiente para decirle
LEYVA 📝
que te gusta. Deja de ser un maldito cliché —sus ojos me observan infectados
de ira. Ruedo mis ojos y espero su respuesta que nunca llega.12

Sonrío victoriosa y salgo con ella de ese lugar, camino por los pasillos hasta
llegar al baño de chicas, entro y dejo mis cosas en el gran lavamanos, tomo
papel higiénico para limpiar su cara y mis manos viajan a su cabello para quitar
los granos de arroz y las menestras de su cabello.

—¿Por qué permites eso? —de sus ojos salen gruesas lágrimas.

—Yo soy muy tímida, no me atrevo meterme con nadie por miedo —susurra.

Suspiro—Tengo que entrar a clases, ¿Tienes algún lugar donde estar mientras
yo salgo de mis clases? —junta sus cejas.

—¿Para qué? —mojo un poco el papel y lo paso por su rostro.

—Te ayudaré a cambiar tu ropa y estar más cómoda —sostengo fuerte sus
hombros.

—No tienes porque hacerlo—mira hacia el piso y subo su mirada.

—Es cierto, no tengo que hacerlo, pero yo quiero hacerlo—se queda en silencio
por un rato y luego habla.

—La biblioteca es el único lugar seguro para mí —antes de hablar suena la


campana dando inicio a las clases.

—yo tengo que ir a clase, tu espérame ahí hasta la salida—hablo rápidamente


y ella asiente, tomo mis cosas y corro hasta el aula de matemáticas.1

El profesor sostiene la puerta mientras los últimos estudiantes entran a su


salón, formo la fila y el profesor me examina de arriba a abajo—Señorita
Sara—asiento y entro.
LEYVA 📝
La clase comienza como si nada y más el día, los profesores me observan
solamente sin pedirme algún requisito por los días faltantes, llega la tarde y
asi mismo también la finalización de clases.

Meto el cuaderno de química en mi bolso y saco el iphone, toco el botoncito


del centro y aparece la camara, busco en los botones y lo bloqueo, toco
nuevamente el mismo botón y lo desbloqueo, busco en contactos y encuentro
el número de Wade registrado algo cursi.

WadeAmorcito3

Lo toco e instantáneamente suena, coloco el teléfono en mi oreja y salgo del


salón, a los dos pitidos contesta—¿Ya no puedes vivir si mí? —ruedo los ojos.

—No es eso, Wade, tengo un problema, ¿mandaste la prado? —cuestiono.

—¿Qué tipo de problemas? ¿Estás bien?

—Claro, es otro problema, lo que pasa es que... después te cuento—llego a la


biblioteca y abro la puerta—Wade tu crees que puedes prestarme un poco de
dinero.

—Lo que tu quieras, para ti todo, es más mejor voy a pasar a verte.

sonrío —No creo que quieras hacer largas compras —el silencio se apodera de
la línea.

—Te mandaré la targeta con Andrews que va para allá, la clave ya te la mande
por mensaje—voy hasta el final y la encuentro dormida con la cabeza apoyada
en la mesa.3

No es una amiga, pero me da aires de confianza.

—Gracias amor, te encuentro en la mansión —le tiro un suave beso por el


teléfono y cierro, busco entre los contactos el número de Elizabeth y la llamo.

—¿cómo te fue hoy, hija mía?— Sara no sigas su juego.


LEYVA 📝
—Muy bien, pero tengo un problema, ¿crees que nos podemos encontrar en el
centro comercial? —un grito se escucha y quito el teléfono de mi oreja por
un momento—Por fin iremos madre e hija de compras —suspiro.

—Si madre, llega lo más rápido que puedas—cuelgo y remuevo su brazo, ella
se despierta asustada, pero al verme se tranquiliza.

—¿Ya es la salida? —estira su cuerpo.

Asiento—Ven—le tiendo mi mano y ella la toma—¿Cómo te llamas? —salimos


de la biblioteca en dirección a la salida y los poquitos estudiantes que hay no
nos toman importancia.

—Julieta ¿y tú?1

—Sara—doy una cálida mirada y ella sonríe.

—tienes una hermosa mirada.1

alzo mis cejas y sonrío—¿De verdad?

Asiente—Al igual que tu sonrisa, son reconfortantes, por cierto gracias por
salvarme y dejarme comer a tu lado.

Llegamos a la salida y la prado aguarda a unos pasos de nosotras—Vamos a


comprar —digo y ella se detiene de golpe.

—No es necesario, yo tengo ropa —la jalo del brazo —de verdad, además, si
llego tarde mi madre me va a matar, tengo que trabajar.

—Yo te daré tu salario quincenal si vas conmigo, déjame cambiar tu ropa. Tú


aceptaste, no puedes decir que no ahora—niega con sus manos —¿por favor?

Llegar hasta el punto de pedir: ¿por favor? No crees que te estás pasando,
nunca lo habías vuelto a pedir.

Tal vez deba cambiar un poco.


LEYVA 📝
Suspira—Está bien—abro la puerta y la hago subir, tiro mis cosas adentro y
me acomodo en el asiento, cierro la puerta y Andrews me observa desde el
retrovisor.

—Señorita Sara el Señor—alzo mis brazos para que no diga nada y él entiende
el mensaje — aquí le manda—tomo la tarjeta y saco el celular de mi bolsillo,
entro a mensajería y ahí ésta la clave.

Borro el mensaje y salgo—Al centro comercial, Andrews—la prado toma


marcha y rápidamente nos instalamos en la ciudad.

—¿A ti te vienen a buscar al instituto? Vaya, que importante debes ser.

Niego—No soy nada importante para nadie.

Mentirosa.

Tienes una manada que daría la vida por ti.

No vengas a molestarme.

—De verdad, ¿de quién eres hija? —Andrews entra a los estacionamientos
privados del centro comercial y bajo sin contestarle.1

—Baja—ella se desliza por el sillón y sale de la prado cerrando la puerta


suavemente.

Adelante de nosotros hay una suburban negra donde sale mi madre corriendo
hasta mí —Pero mira que tenemos aquí, ¿una amiga? —me encojo de hombros.

—¿Cómo fue que lograste hablarle a esta piedra? —ruedo los ojos.1

—Elizabeth, aún estoy aquí —ella hace caso omiso a mis palabras y sigue
hablando con Julieta.

—Entremos, mamá tu sabes más de esto asi que ayúdame o ayúdanos.

Coloca un mechón de cabello detrás de ella—Como gustes, hija mía — nos toma
de los brazos y empezamos a hacer el recorrido tienda por tienda.
LEYVA 📝
Recorremos todo el lugar, desde hacernos manicura, pedicura hasta los
salones de belleza para arreglar nuestro cabello. Mi madre me da un codazo
en el abdomen y habla conmigo por primera vez normalmente mientras julieta
ve las cosas de un lado para otro buscando lo más barato.

—Pensé que no te gustaban estás clases de cosas.

Me cruzo de brazos—No me gustan, solo que la vi tan indefensa que decidí


protegerla—me da una mirada de asombro y luego vuelve a su posición normal.

—Matías me dijo que Wade está entrando en la temporada de calor, tal vez
debas comprarte, ya sabes, un conjunto sexy para él —la observo incrédula,
pero a la vez tiene razón.

No estaría de más seducir al lobito.2

Terminamos de comprar y paso a mi última tienda indecisa —¿Qué es lo que


desean o buscan? Vengan por aquí a sentarse— la trabajadora nos dirige hasta
un enorme sillón negro donde dejamos todas las cosas.

—Yo busco algo sexy, sé que mi cuerpo no es el de una diosa con grandes
proporciones, pero quiero algo que vaya de acuerdo conmigo—me observa de
pies a cabeza y coloca una mano en sus labios.

—¿Cuáles son tus medidas de ángel? —¿ángel?

Si supiera que soy un demonio.23

Me encojo de hombros—No lo sé —ella saca una cinta de un bolsillo en su


uniforme y mide cada parte de mi cuerpo.

—Tengo lo perfecto para ti—se va y llega con tres conjuntos, uno de una sola
pieza color rojo, uno de dos piezas negro y uno que parecía un disfraz.

Definitivamente esto no va por buen camino.


LEYVA 📝
—Madre—la llamo y ella en un instante está a mi lado —¿Cuál?—los observa
con detenimiento.

—Los tres—junto mis cejas, antes de que pueda hablar la muchacha se va


detrás del mostrador y los marca.

—Son setenta y dos dolares —camino hasta la caja y pago.

Ella rápidamente empaca todo en una bolsa especial y me da el recibo de pago.


Mi madre toma sus bolsas, Julieta las suyas y yo la única que tengo.

Nos detenemos en un postres de Mac Donald's gracias a un tipo dirigiendo su


mirada a nosotras—¿Quieren un banquillo? —me aproximo a hablar.

—Chocolate—el chico me sonríe.

—Yo quiero uno de combinación y ella —mi madre señala a Julieta—quiere uno
de vainilla—el chico voltea para hacer los barquillos y entregarlos, mi madre
saca su cartera y paga.

—Que tengan una bonita noche—sonríe otra vez para mí.

Mi madre me empuja hasta quedar bastante lejos y la escucho maldecir, veo


en su dirección y mis ojos observan cansada a los paparazzi que están fuera
del centro comercial esperando sentados.

¿Ellos nunca se cansan?1

Me coloco en el centro de ellas dos—levanten los brazos cuando vamos


pasando para que las bolsas tapen las molestosas camaras—caminamos
seguras hasta la entrada y abrimos la puerta.

Todos se abalanzan contra nosotras sin dejarnos pasar, empujo a quien sea
que está en frente y con todos a nuestros lados tomando fotos subimos a los
autos. Andrews cierra la puerta y rodea el auto para ponerse en marcha igual
que el de mi madre —Pierdelos Andrews—digo y volteo a mirar como suben a
LEYVA 📝
sus camionetas para seguirnos, el auto hace un par de maniobras en unas calles
y desaparece totalmente de su vista.

—Yo vivo por aquí cerca en un apartamento con mis padres, pueden dejarme
aquí.

Niego—¿Dónde es? —demando.

—En el siguiente edificio o construcción —señala un viejo hotel casi


cayéndose—No es mucho, pero es lo único que puedo pagar con mi trabajo—
no saque dinero del cajero.

¡Diablos!

—¿Andrews, tienes dinero suelto? —revisa sus bolsillos y saca quinientos


dolares en un solo billete.2

—Solo esto señorita—lo agarro.

—Después te los doy, —digo para Andrews—En cuanto a ti, ¿con esto es
suficiente? —asiente efusiva y me da un gran abrazo.

Mis brazos no reaccionan al instante, pero luego se envuelven al rededor de


ella.

—Gracias, de verdad, gracias—suelta lágrimas de felicidad.

—No hay de que—abro la puerta y la dejo salir del auto.

—Hasta mañana—me despide con la mano.

Sonrío —Hasta mañana —cierro la puerta y la prado se pone en marcha otra


vez.

Las luces de la ciudad están más que brillantes y mis ojos se cierran
instintivamente.

Estoy agotada.
LEYVA 📝
La entrada de la manada la puedo ver a lo lejos, pero me dejo llevar por el
sueño.

—Luna, ya estamos aquí—Andrews me remueve y despierto asustada.

—Gracias por todo, Andrews—tomo mis cosas y entro a la casa principal,


arriba escucho ruidos fuertes y extrañamente unos tacones resonando.

Desvio mi vista a un gran mantel rojo a un costado de las escaleras y freno


de golpe. Eso no estaba ahí cuando nos fuimos. Sin hacer ruido subo por las
escaleras suavemente y llego al tercer piso donde Wade habla por teléfono
mientras una señora da órdenes.1

¿Pensaste lo peor, no?

La pregunta es: cómo no pensarlo.

Llego hasta él y recuesto mi cabeza de su espalda —Tengo sueño, pero tengo


que terminar las tareas—le doy un beso y el cuelga.

Camino hasta la habitación sin importarme lo que estan haciendo y me tiro en


la cama—¿Fue agotador salir a comprar?—doy mi pulgar en alto—¿y esto que
es? —¡rayos! La bolsa.

Me levanto rápidamente y se lo arrebato de sus manos—No lo puedes ver—


corro hasta el armario y abro la puerta para ir a dejar la caja en uno de los
estantes, salgo de ahí y tomo la toalla—Me voy a duchar—aviso y entro al
baño, me despojo de todo y abro el grifo, enjabono mi cuerpo rápidamente y
dejo caer agua sobre mí, me seco y salgo, entro otra vez al armario y me
coloco una de las tantas pijamas para dormir.

Dejo la toalla en el suelo y camino hasta él, me asiento en sus piernas y dejo
que sus caricias recorran mi piel—¿Tienes que hacer muchas cosas? —asiento
media adormilada—¿Y si te ayudo un poco para que acabes más rápido? —dejo
que mis párpados ganen la batalla y solo escucho un último susurro de él —te
LEYVA 📝
amo—y me quedo totalmente dormida sin importarme la cantidad de cosas que
tengo que entregar mañana.3

Pero fuera de eso, yo también lo amo.


LEYVA 📝
CAP.38~DESCUBIERTA

Capítulo treinta y ocho

Mi cuerpo se siente relajado, descansado, feliz en pocas palabras.

Me levanto de la cama y entro al baño para hacer mi rutina matutina:


cepillarme los dientes, bañarme y salir. Una vez hecho todo esto voy hasta el
armario y me pongo lo primero que veo.

Saco un collar de la estantería y me pongo el mismo reloj que he tenido estos


días. Me obervo en el espejo antes de salir y busco por todo el lugar mi bolsa,
tomo el móvil de la mesa de noche y lo meto al bosillo del pantalón.

Mochila, mochila, mochila, ¿dónde estás? Mochila... Tareas...

Busco por todas partes desordenando todo a mi paso, salgo corriendo hacia
el segundo piso y entro a el despacho del señor ricachón.

—¿Wade, no has visto mi bolsa?—mi voz se va apagando cuando lo veo sentado


en el piso de madera con Elizabeth y Matías y todos mis cuadernos regados a
su al rededor—¿Qué hacen?—llego hasta ellos.1

—El Alpha nos obligo a ayudarlo a resolver sus deberes—Matías habla


mientras ve las operaciones de mi cuaderno de Física —esto está bien, pero
hay una en la que te equivocaste —busca la segunda página y encierra el error
con bolígrafo rojo—Solo esta parte te enredo, pero fuera de eso todo está
bien— asiento.9

—Ayer aproveche la hora de tecnología para hacerlas, pero el timbre sono y


ni siquiera me detuve a verificar.

—Ya está, encontré la respuesta —mi mamá grita haciendo que me tape los
oídos—es pi, tres punto catorce quince—le arrebato el cuaderno antes que
copie algo mal.
LEYVA 📝
—Es tres punto catorce dieciséis, son cuatro cifras decimales después del
punto y como el nueve redondea al cinco se deja en seis.

Su cara forma una mueca y rasca su cabeza diciéndome que no ha entendido


un carajo.

—Bueno, ya está todo hecho—Wade cierra mi cuaderno de español y empieza


a meter todo a la mochila—Tengo sueño—bosteza.

—¿Estás cansado?—junto mis cejas —¿a caso no dormiste?

Niega—Ni un poco —se levanta y me da la mochila, la tomo y camino detrás de


él hacia la habitación nuevamente, veo el reloj que marcan las siete de la
mañana y levanto la mirada para confrontarlo.

—¿Wade, quién me llevará el instituto?— abre la puerta y se tira boca abajo


en la cama.

—¿No puedes ir caminando? —abro mi boca para preguntar por Andrews y la


cierro nuevamente —Estoy agotado de adivinar tu letra y resolver
problemas.2

—Yo no te pedí que lo hicieras, te doy las gracias por hacerla, pero no es como
si te hubiese puesto una pistola en la cabeza —salgo rápidamente y llego a la
puerta principal, abro y empiezo a correr por la acera.

Sin desayuno soy mujer muerta.

O tal vez no.

Dejo de correr, meto la mano en el bolsillo de la mochila y ahí están los


audifonos, me los pongo y busco el bluetooth del celular, automáticamente me
llega la solicitud y la acepto, bajo el volúmen por si suena y pongo una música.

Subo el volúmen al máximo ignorando la advertencia y empiezo a correr


nuevamente. Parezco una de esas personas que corren por las mañanas y
regresan a su casa a esta hora, solo que yo no voy a regresar, yo voy a ir.
LEYVA 📝
La gente que transita me abren paso, a lo lejos puedo ver la cafetería donde
ayer estuve y sigo, me detengo cuando veo el cruce de la vía y sin esperar que
la luz cambie a verde me tiro, llego hasta el otro lado y sigo corriendo. Miro
el reloj que dicen las siete y veinte, doblo la esquina y paso por todo el cesped
del instituto, subo las escaleras y entro justo cuando toca el timbre.

Camino rápido hasta el aula de matemáticas y veo la fila otra vez de los que
llegan tarde mientras el profesor los cuenta, me coloco de última hasta que
escucho su voz.

—Usted nuevamente tarde, señorita Sara—asiento.

—No me quede dormida, solo que debí correr desde la casa hasta aquí —me
mira incrédulo.

—¿Usted corriendo? No tiene a un novio multimillonario que puede ponerle


chofer todos los días o él mismo traerla.

Parece el típico profesor que riega bochinches y dice habladurías. Su rostro


me escanea de arriba a abajo y me deja pasar sin más cuando ve que no digo
nada.

La clases empiezan como si nada y desgraciadamente con esto crece el miedo


porque algo este mal en mis tareas. No soy de quedarme dormida rápido, pero
lo hice y me lamento de haberlo hecho.

—Señorita Sara, tráigame sus trabajos—la profesora de tecnología susurra


por toda la bulla que hay en el salón, me levanto y le entrego el cuaderno,
vuelvo al asiento y agacho la cabeza—Señorita, venga aquí —bufo.

¿Por qué me llama tanto?

Ruedo los ojos y llego hasta ella—Esto no lo hizo usted, su letra es


totalmente—voltea las páginas hacia atrás y aplasta sus labios—Distinta —
regresa a la página y me enseña la perfecta caligrafía de mi madre.2
LEYVA 📝
Sonrío nerviosa y coloco un mechón de pelo detrás de mi oreja —Claro que es
mi letra, otra cosa es que copiara bien e hiciera diseños al cuaderno.

Alza su ceja y cierra el cuaderno—Si es así no tendrá ningún problema en


comprobarlo—choca sus dedos con el pupitre y me encojo de hombros.

—Presteme bolígrafo y papel—de su bolsa de mano saca una libreta.

—Copie lo siguiente —me agacho y apollo mi brazo en el pupitre—Yo no le


tengo miedo a nada, pero todavía no me explico por qué tiemblo cada vez que
te veo—la perfecta cara de Wade se dibuja en mi mente y sonrío como tonta.

Veo mi letra que sigue siendo igual aun copiando lo mejor que puedo y rasco
mi nuca ante la fuerte mirada de la profesora —No puedo por que ayer yo
estaba relajada. Hoy estoy estrésa da.

Rueda sus ojos—Se lo dejaré pasar por primera vez, pero lo volverá a hacer
con su letra normal—asiento y tomo mi cuaderno.

Las próximas clases pasan volando y llega la hora de receso, tomo una bandeja
y pongo agua, jugo y un delicioso plato de nachos con queso y carne. Llego
hasta mi mesa mientras los desinteresados comen y los bochinchosos hablan.

—Hola, ¿Cómo estás, nena?—alzo mi vista y mis ojos se conectan con los del
idiota que ayer insulté—¿Puedo comer aquí? —me levanto de golpe y reviso si
hay otra mesa vacía, pero ninguna está disponible, suspiro y tomo asiento—
Parece que no hay más lugares—sonríe divertido.

—¿Por qué no te marchas por donde viniste? —a su lado se asienta Julieta y


lo abraza por la cintura.6

¿De qué me perdí?

La miro a ella y luego a él—Hola Sara, te presento a mi novio—junto mis cejas.

¿Este patán no la trataba mal?


LEYVA 📝
Mi mirada se desvía a él y me sonríe coqueto.

Ya entiendo.

Observo a Julieta y niego, cómo es que después de tantas cosas que él le hizo
ahora esté con ese payaso. Las niñas en ocaciones son masoquitas, o más bien,
tontas.10

—Uno es compañía, pero dos son bultos—dejo la bandeja de comida y tomo


solamente el agua.

—¡Hey! —Julieta toma mi brazo y lo zafo de su agarre—¿qué pasa? —


sinceramente quiero decirle mil y unas palabras por hacer esa locura, pero
eso a mi no me compete.

Que lo descubra ella misma, si es que puede. Ella no es mi amiga y no me tiene


que importar su vida, suficiente con la mía.

Cálmate, que Wade te hablará así esta mañana no quiere decir que estés todo
el día maldiciendo a todos.

Salgo de la cafetería y entro a la siguiente clase: historia. Me asiento en el


último puesto a la ventana y reviso mi cuaderno, la puerta se abre y la
profesora entra, veo el reloj que marcan quince minutos antes de que se acabe
el receso.

—Poezyn, usted que hace aquí tan—observa su reloj—temprano, ¿no debería


estar en la cafetería? —niego.

—Estoy revisando las tareas que me mando a hacer—asiente y coloca sus


cosas en el pupitre, saca un piloto y comienza a copiar.

Apunto las cosas que escribe mientras los estudiantes van llenando el salón
hasta quedar completamente lleno, antes que la profesora cerrara la puerta
entra el novio de Julieta apurado —Disculpe —la profesora asiente y sigue su
LEYVA 📝
clase con normalidad, a mis manos llega un papelito, lo tiro al suelo y veo la
dirección del mismo, él me tira otro y freno a la profesora de su discurso.

Ella me da una mirada fría y deja que hable—El chico que está a mi costado
me está tirando papeles —todos miran hacia él y la profesora llega hasta mí
y recoje los papeles.

—Vaya, vaya, pero que tenemos aquí —la profesora abre las bolitas y baja sus
lentes—Querida Sara, desde que me insultaste ayer no he querido otra cosa
más que lo vuelvas a hacer—todos ríen fuertemente mientras él se encoje en
su puesto—sé que serás la madre de mis hijos y yo el padre de los tuyos —si
Wade estuviera aquí ya lo habría mandado a matar—te espero en la salida
atrás del instituto —enmarco una ceja, la profesora abre el otro papel —
Posdata, yo no amo a la tonta de Julieta, es solo para acercarme a ti, la chica
de mis sueños—la profesora alza sus cejas impresionada y me observa—¿Qué
tiene que decir en defensa, señorita Sara? —sonríe pícara.9

Sin ninguna expresión o confusión en mi rostro respondo—¿No es tan obvio


que no voy a ir?, no soy ese tipo de personas, mucho menos, discúlpeme la
palabra profesora, una tonta, como para estar con un mujeriego por
naturaleza que ya tiene novia y no la respeta. Este señor el día de ayer humilló
a la que ahora es su novia y ahora dice que ama a alguien más, lo que trato de
decir es que no hay posibilidad alguna de que yo este con este inútil. Estoy
comprometida.3

—Eso es cierto señor Henrry Almanza, ella es la novia del millonario tan
codiciado de California. Hasta yo quisiera estar con ese hombre—alzo mis
cejas y me cruzo de brazos.1

Estás enojada con él, pero lo utilizas.1

Esfumate.
LEYVA 📝
La clase sigue y pasan las horas hasta suena el último timbre que indicala hora
de salida, espero a que todos salgan y meto mis cosas en la mochila, saco los
audífonos y los conecto al móvil, cuelgo la bolsa en mi hombro y apago la luz
del salón, cierro la puerta y unos brazos me estrellan contra la pared.

—Fue interesante lo que trataste de decir en la clase de historia, pero tú y


yo sabemos que tú sientes lo mismo que yo por ti—sus manos alzan mi barbilla
y roza levemente mis labios, siento la presencia de Julieta cerca y volteo.1

Ahí está ella con los ojos aguados— Ya no me interesas niña, confiaste en un
imbécil cómo él cuando te defendí de él mismo—mi cabeza gira bruscamente
y sus labios tratan de unirse a los míos en un intento fallido, lo empujo y
remuevo mi cuerpo bajo su tacto.

¿Por qué en situaciones como estas no puedo usar mi fuerza natural?

Lo matarías.

Cierto.

Piso su pie y el coloca un brazo en mi garganta y la otra en mi rostro


dejándome con un mal sabor de boca, de un momento a otro siento que su peso
es removido de mí y veo a Wade golpeándolo una y otra vez.4

Su rostro empieza a tirar sangre y antes de que Wade lo mate a golpes lo


alejo de él, empujo de Wade hacia afuera con mis manos en su pecho, me quito
el abrigo y se lo tiro al idiota en el suelo—Límpiate o alguién te preguntará lo
sucedido y no quiero que te expulsen por imbécil —giro hasta Julieta que está
en shock, pero la señalo antes de irme con Wade hecho una furia—Yo te
defendí de este estúpido y así me pagas, pensé que eras diferente, pero eres
igual que las pinturas, ahora cuida a tu maldito novio —tomo la mano del
millonario y lo saco de ahí.

Veo la Range Rover estar estacionada al frente del instituto y él suelta mi


mano para rodearla y montarse, arranca antes de que pueda subir y se va. Sin
LEYVA 📝
más camino hasta la mansión hecha una furia y antes de entrar veo a la madre
de Wade en la entrada y la Range Rover pasa por mi lado frenando de golpe a
mi lado.7

Tiro mi mochila al piso y mis cosas con esta —¿Cuál es tu maldito problema?
—la ira recorre mi espalda y sé que estoy lo suficientemente enojada como
para matar a alguien.

Frena de golpe—Tú eres mi problema, ni siquiera agradeces bien lo que hago


por ti y así me pagas, traicionandome—se gira hacía mí.2

—Es una total inmoral, te dije que debías casarte con Natalia—corro hacia
ella, pero Wade se interpone y me tira lejos, trago grueso y quito las lágrimas
de mi rostro.

Veo a la madre de Wade otra vez y mis ojos se vuelven rojos. Sé que estoy
inyectada de ira, mi silueta se vuelve más prepotente y la mirada de su madre
cambia a terror.

Oh no.

—Es ella, Wade—susurra—es ella —vuelve a susurrar—Ella es la que mató a


tu hermano.
LEYVA 📝
CAP.39~CALABOZO

Capítulo treinta y nueve

Su mirada me escanea de arriba a abajo con furia, baja los escalones y llega
hasta quedar al frente de mí —¿Es cierto eso? —bajo la mirada, pero él toma
mi barbilla con fuerza y me obliga a mirarlo a los ojos—¿Es verdad que tu
fuiste la que atacó a mi madre y mato a mi hermano? —asiento como puedo
por la presión ejercida en la mandíbula.1

De un momento a otro estoy tirada en el suelo con tremendos raspones en mis


brazos y rostro, mi cara arde por el contacto con las piedras. Coloco mis
manos en el suelo para apoyarme y siento una patada directo al estómago que
me saca el aire.7

—¿Así es como tú la pateaste, no? —mi corazón se rompe en mil pedazos


cuando empieza a golpearme una y otra vez haciendo que de mi boca salga
sangre. Pensé que me amaba y llegué a pensar que tal vez, solo tal vez él
comprendería mi situación en ese momento.39

Mi vista se vuelve nublada por el chorro de sangre que corre de mi cabeza por
mi cara, en la entrada veo como mi madre está siendo sujetada por Matías y
de sus ojos brotan gruesas lágrimas, dejo que todo el mundo a mi al rededor
desaparezca y me concentro en ella.

¿Mamá?

Hija, todo estará bien.

Cierro mis ojos y agarro mi cabeza con frustración, mi cerebro quiere


explotar y ahora solo escucho pasos para un lado y para otro, mi peso cae en
varias manos tocandome y rasguñando mi ropa, abro levemente los ojos y veo
un cuarto horrible donde a duras penas llega la luz.
LEYVA 📝
—Lo que nos vamos a divertir con esta puta—sonríe uno y trato de levantarme
para ponerme en posición de ataque, pero mi cuerpo no responde por los golpes
tan fuertes que ha recibido.3

—El Alpha dijo que la dejara aquí, pero nunca dijo nada de no tocarla—trago
el enorme nudo que tengo en mi garganta y dejo que las lágrimas fluyan solas.

—¿La bebe está llorando? —ríen y mi cuello empieza a arder robandome un


suspiro.

No lo hagas, no.

Doy un grito ahogado asi mismo como siento que uno de ellos toca mis partes
íntimas y arranca mi pantalón junto con las bragas quedando totalmente
desnuda ante ellos—No, por favor, no—susurro, pero rápidamente siento el
miembro de uno en mi entrada y empuja salvajemente.25

La asquerosidad, las ganas de quitármelo de encima y matarlo son grandes. Lo


deseo, deseo que él venga a rescatarme, pero él ya no será más mi alpha azul.1

Me remuevo y le pongo las manos en la cara para quitármelo, pero me muerde


fuertemente, toma mis manos y me da una bofetada, mientras más lucho más
me golpean hasta que dejo que acaben fuera de mí manchando mi cuerpo.

Mi corazón está hecho pedazos y todo fue por mi culpa.

Ellos toman mis manos y me alzan para encadenarme a los brazaletes de hierro
y dejarme ahí colgando, sin ropa, sin comida, sin nada.

...

Día trás día paso aquí sola, sin una pizca de emoción, a veces me traen pan con
agua y como poco por el mal sabor, mi cuerpo sigue desnudo haciendo que
cualquier guardia que quiera entrar y violarme lo haga.
LEYVA 📝
Ya no me importa. Ni su vida ni la mía, solo por un error, un maldito error en
mi vida pasada y estoy aquí, atada, en un maldito calabozo, él no me amo y
nunca lo hizo.26

Hoy los guardias están corriendo de un lado para otro y recibiendo órdenes,
la puerta es abierta y mi madre aparece por ella, en mi pecho se instala una
felicidad inmensa y lloro, lloro porqué ella está aquí.

Sus ojos me escanean y tapa su boca para correr hacia mí, me da un fuerte
abrazo y siento sus lágrimas mojar mi cuerpo. Desearía tener las manos libres
para hacer lo mismo—Mira como estás, Sara—observa mi cuerpo
extremadamente delgado con los huesos marcados, rasguños y cortes por
todos lados y mi cabello desordenado—Desearía poder ayudarte, pero Matías
me abrió la celda solo por cinco minutos y luego tengo que regresar, están
atacando la manada norte por lo tanto Wade está ocupado mandando órdenes
a todos los guerreros—agacha su cabeza—el convertirá a Natalia su Luna—la
observo fijamente a los ojos sin ninguna pisca de emoción.11

—Eso no me interesa, no quiero nada que tenga que ver con él, preferira ser
ejecutada antes de volver a creer en el señor Wade—la puerta suena y
aparece Matías, mirándome a los ojos en todo momento llega hasta nosotras
y acaricia mi mejilla.

—Ten por seguro que haré algo para sacarte de aquí —abraza a Elizabeth y
le da un beso en la coronilla—Mandaré a Paola a verte desde ahora en adelante
para que te cuide como es debido—antes de informales que su presencia está
cerca él habla.

—¿Tú eres el que manda acaso? ¿Eres el Alpha? —disimulo las enormes ganas
de llorar apretando mis dientes —Salgan de aquí o si no la mato ante sus ojos
—mi madre me abraza por última vez y sale con Matías —Por cierto, te quiero
en el frente dirigiendo a los guerreros—su voz de Alpha resuena por todo el
lugar y sin más Matías asiente dejándonos solos.
LEYVA 📝
El silencio reina, pero ninguno de los dos a desconectado las miradas, un
guardia atrás de él baja la mirada al suelo —Casi, no quiere comer y está como
usted lo pidió, encadenada—despega su vista de la mía y toma al guardia del
cuello—¿Alpha?

—Yo nunca dije que la podían tocar—quiebra el cuello del guardia y lo suelta
dejándolo caer al suelo.7

—Pero mira que flaca estás, ¿Por qué no quieres comer? —sus ojos amarillos
reinan en su mirada y alzo mis cejas—Soy Yoshua, su lobo, tu lobo—eso lo
explica todo.3

—Tú comerías un pan viejo y un vaso de agua, disculpa, el pan no, pero el agua
si y un cuerpo no sobrevive a base de eso, aparte que estoy sumamente
agotada por la cantidad de guardias que me tocan y follan cuando les da la
gana por tu culpa, ahora si me puedes hacer el gran favor de largarte—mis
ojos se vuelven rojos y el aprieta las manos a sus costados.

Llega hasta mí y empieza a olerme, cada vez con los ojos más y más amarillos,
junto mis cejas sin saber que hace, él sonríe irónico y sale corriendo de la
celda.

Su lobo definitivamente está loco.

Vuelve con todos los idiotas que han abusado de mí estos días y los tira al
frente mío —¿Estos son los imbéciles que te han tocado?—asiento segura, sus
manos quiebran los cuellos de cada uno y comienza un debate intetno con
Yoshua hasta que por fin sus ojos verdes capta mis ojos.

Lo odio.

Me observa con asco y vuelve a cerrar la puerta, su presencia me dice que aún
esta detrás de ella y de un momento a otro entra nuevamente por la puerta
con una silla de metal y un látigo grueso.1
LEYVA 📝
Por horas se queda mirandome, escaneando mi cuerpo hasta que se levanta
con una sonrisa siniestra y mueve las cadenas hasta el centro del calabozo. El
primer latigazo lo siento en mi espalda y doy un grito ahogado, al escucharme
sigue con su tortura hasta cansarce.18

Cuando por fin decide dejarlo camina al frente y lo pasa por mis piernas, da
un fuerte latigazo y sigue por los pechos y cara, brazos y pies.

Mis ojos brotan lágrimas amargas que quiero quitar con mis manos, pero no
puedo, en cada lugar donde me golpeó siento como si me hiriera internamente
cortándome toda, —Tengo un trato para ti. Eres fuerte y si no quieres pasar
toda tu vida aquí, si no es que te mato antes, dirigirás a los guerreros ante
todas las batallas —niego y sonrío.

—Mátame, total no me importa, allá en el mundo demoníaco tendré a mi otro


mate y me casaré con él, lo que estoy es esperando mi muer...—toma mi
barbilla con fuerza —mientras más lo haces, más me matas, mientras no coma,
mas rápido moriré, más rápido estaré con él —crece de una manera
impresionante y agarra mi mandíbula entera3

—Eres extremadamente terca y necia, ¿Por qué estás tratando de ponerme


celoso? —sonrío victoriosa.

—Es para que veas lo que has provocado en mí. Te tengo asco, ahora lárgate
de aquí y casate con la mujerzuela de Natalia—mi cara se voltea cuando siento
la tremenda bofetada, mis mejillas arden y mi boca pica.

—A ella la respetas, será tu luna—grita.5

—Luna de los ineptos será porqué mía no es —tira de mí hacia la pared y coloca
sus brazos a mis costados con la cabeza mirando hacia el suelo.

—Si no quieres ayudar, entonces no tendré de otra que matar a tu madre—


mis pies actuan instintivamentes y lo mandan lejos, mis ojos se vuelven rojos
y mis manos desean ser liberadas para poder matarlo a golpes.
LEYVA 📝
—Ni te atrevas a tocarla imbécil, donde lo haces, te mataré, te juro que los
mataré uno por uno hasta que no quede ninguno—corre hasta mí y me libera,
da tres pasos hacia atrás y extiende sus brazos.

—Hazlo, vamos, HAZLO —me levanto y llego hasta él, alzo mi vista a sus ojos,
pero la sensación de ser liberada es más placentera que le doy la espalda y
toco las marcas en mis muñecas—¿Por qué le das la espalda al enemigo?—llega
hasta mí por detrás y toma mi cuello, su mente dice una cosa, pero su pantalón
dice otra.2

Está excitado.5

Me vuelvo un espíritu y coloco mi mano en su brazo robándole la mitad de


energía de su cuerpo—Si lucharemos estámos a nivel ahora—me giro y él se
quita toda la ropa dejándome ver su enorme erección—¿Por qué te la quitaste
toda? —se encoje de hombros, ve su miembro y sonríe.

—Necesito ropa para regresar —ruedo los ojos y me coloco en posición de


ataque.

Espero el ataque que nunca llega y me recompongo, pero él en un instante llega


hasta mí y me da un fuerte golpe en el hombro haciéndome caer, trato de
agarrarlo, pero es como si fuera en vano, como si mi cuerpo no reaccionara
con él.

Me levanto y camino hasta él moviendo mis caderas, rápidamente entiende mi


mirada de seducción y se recompone, antes de que me tome de las piernas lo
agarro del pecho y tomo toda su energía para mí dejandolo totalmente
inconciente y desmayado.2

Suspiro y lo acomodo a lo largo en el pequeño espacio que hay, me asiento a


su lado y rápidamente llegan los guardias—Si se acercan un poco más lo mato,
lo juro, ahora cierren la puerta y tirenme la llave de la celda—retroceden y
LEYVA 📝
hacen lo que yo digo—si le dicen a alguien, también lo mato—asienten y
desaparecen como por arte de mágia.

Suspiro y miro su cuerpo, es tan perfecto, pero mi corazón está hecho


pedazos por él —Te contaré la verdad ahora que estás desmayado,—me
acuesto a su lado y veo la sucia pared arriba de nostros —Era un día normal
como todos los demás, Elizabeth ni siquiera había estado en la casa por sus
constantes movidas por parte del señor Alcibíades. Yo estaba en la casa, en
mi cuarto, ya había terminado de hacer todo y él no solicitaba más de mí por
que llegaría una cliente importante para él, sin más el tiembre de la casa sonó
y él la atendió, dándole sexo en la cama de matrimonio de ellos, a mí por arte
de mágia me dieron ganas de tomar agua y ahí en la cocina estaban ellos a
todo dar, ignoré la ecena y tome un vaso de agua y salí, después de que ya no
se escucharán los tremendos gritos de la señora yo bajé, tenía que limpiar la
cantidad de semen regado por todos lados. En una de esas fui a la sala y me
agacho con el trapo mojado lleno de cloro para limpiar, ella me observo desde
el sillón en los brazos de él y sonrió, aún me acuerdo como si fuera ayer de
eso—cierro los ojos.

"matarás a la estúpida de tu mujer y la convertirás a ella en nuestra esclava


para nuestro hijo" .

—en ese momento yo no sabía que hacer y la verdad no podía hacer mucho con
él ahí, asi que cuando se fue la seguí hasta cerca de este territorio y la
encare—señalo la pared como si se tratará de ella —le dije que no tendría ese
bebé y que se alejará de mi familia, pero en lugar de eso se transformo en
una loba y me atacó. Yo como una demonio le robé toda la energía junto con la
del bebé y la deje ahí tirada, corrí y corrí hasta que llegué a la casa y le conte
todo a Elizabeth. No quería ver a mi madre morir, ni mucho menos yo morir o
ser más maltratada como un animal, asi que le pedí al idiota que me borrara la
memoria temporalmente para que no me doliera cuando mataba a mi madre
por su nuevo amor. Él lo hizo, pero seguía golpeando a mi madre sin matarla,
LEYVA 📝
un día ella alquiló un camión para irnos diciéndome que teníamos que alejarnos
de él y así fue, te llamó de seguro y nos largamos, llegamos aquí y yo no tenía
conciencia de nada hasta que recuperé la memoria recordando todo,
absolutamente todo de mi vida. Te quería decir, pero temía que tu me dejarás
y me empezarás a maltratar como ahora lo haces. Wade esa mujer es tu
madre. Yo solo espero que cuando tú te des cuenta de la verdad yo este super
lejos para no volver a ti—me levanto y abro la puerta.11

—¿Si es así por qué no le cuentas la verdad?—una anciana en la celda del


frente se levanta y camina hasta mí.

Nunca la había visto.

Suspiro—Yo solo, yo —gruesas lágrimas bajan por mis mejillas, ella saca sus
brazos a través de los barrotes y dejo que me envuelva con sus brazos—Yo
solo no quería que él me hiciera esto y ya lo hizo, pero él, por más que diga
que lo odio sé que... —toca mi cabello acariciado cada parte de el y
reconfortadome, doy un beso en su arrugada piel y me separo de ella con una
sonrisa—Tengo que sacarlo de aquí —entro a la celda y le pongo la ropa, lo
dejo afuera de la celda y antes de cerrar corro hasta la anciana —Gracias por
escuchar—ella asiente y entro, cierro mi puerta y tiro la llave hacia Wade.1

Escucho pasos por todos lados y sé que ella está aquí, me mira a través de la
pequeña ventana de la puerta y se va con él.

—Yo Sara Poezyn te rechazo a ti W...—la puerta es tirada y él entra


tapandome la boca.1

—No acepto tu rechazo — dice y cae desplomado otra vez.


LEYVA 📝
CAP.40~GRAVE ERROR

Capítulo cuarenta1

Pov Wade

Siento como Natalia se desliza por mi cuerpo y en vez de disfrutar de su


compañía estoy yo aquí pensando en ella.

¿Por qué lo hizo?

Ese día actúe por mero impulso y sinceramente me arrepiento de no haber


preguntado cual era la verdad. Tarde años y años para poder encontrarla y
cuando lo hago la tengo encerrada en el calabozo.3

¿Soy gilipollas?31

Yoshua me dejo de hablar desde ayer cuando retomé el control de mi cuerpo.


Ver su cuerpo ahí, colgando, desnuda, llena de olores que no son de ella me
cabreó como nunca y sentí arder, no obstante sentir esos pequeños latidos en
su vientre me dejaron helado, está embarazada, pero la rabia que había en mi
interior deseo molerla a golpes y así lo hice para desquitarme en nombre de
mi madre.22

Mi Sara.8

Sentir su cuerpo cálido al lado del mío fue reconfortante, mi mente recuerda
haberla escuchado hablar solo que no me acuerdo de ello, de lo único que si
me acuerdo es como mi corazón empezó a latir fuertemente y supe que me
estaba rechazando. Con mis últimas fuerzas me solte del agarre de los
guardias y Natalia para correr hasta ella y taparle la boca.

No quería su rechazo, no aceptaba su rechazo y no lo acepto aún.

No puedo dejarla ir.11


LEYVA 📝
Desde ahí no recuerdo más hasta yo estar aquí, en la cama, con Natalia.

Se remueve de mi cuerpo y toca mis mejillas—¿Qué te pasa, amor?—amor,


esa palabra.

Todo me recuerda a ella, jodida mierda.

—Nada Natalia, voy a ver los últimos reportes de la manada, tú duerme —


salgo de la cama.

—Tomaré mi siesta de belleza—coloca sus manos en la cara, camino hasta la


puerta—Ven temprano a dormir, recuerda lo que dijo el doctor—ruedo los
ojos y salgo de ahí.

La mansión está en silencio absoluto, bajo hasta la cocina y me sirvo un vaso


de agua, la puerta es azotada y entra una Elizabeth con un Matías en su mismo
estado: pensativos.

Al verme dejan sus caras y se limitan a caminar hasta la nevera para sacar
jugo y pan de pasas.

Carraspeo—Buenas noches—alzo el vaso de agua y eschucho el pequeño


susurro de Elizabeth.

—desde hace días que no lo son—alzo mis cejas, Matías por su cuenta solo
asiente y yo dejo el vaso en en fregador.

—Matías, necesito que subas al despacho —asiente y salgo de ahí, dejo la


puerta abierta y tomo asiento en el pupitre.

—Dígame, Alpha ¿Qué necesita? —cruzo mis brazos y le señalo la silla en


frente suyo.

—Siéntate—él lo hace y procedo a hablar—¿Cómo estuvo la batalla? Dame un


reporte—suspira cansado.
LEYVA 📝
—Hemos ganado. Enviamos un mensaje diciendo que no se metan con nosotros.
Cantidad de muertos, dos; seis, cantidad de heridos. La manada está intacta
y sus mujeres y niños también, todo está donde debe estar—se levanta—Si
no necesita nada más Alpha, me retiro—lo freno antes de que se gire y le
señalo el sillón.

—Necesito que me ayudes en algo. Quiero que le preguntes a Sara o dile a


Elizabeth que le pregunte a Sara sobre el por qué de matar a mi hermano —
niega.2

—Lo que te voy a decir lo haré como hermano y mejor amigo. Si tú no


escuchaste su explicación, ni mucho menos la pediste, ahora no vengas a estar
pidiendolas con segundos o terceros—se levanta y camina hasta la puerta—Lo
siento amigo, pero en esta no te puedo ayudar —desaparece por la puerta y
me levanto de la mesa.7

¿Cómo estará ella a esta hora?10

Agarro el teléfono residencial y marco a Paola—Buenas Noches—cierro mis


ojos y dejo que las palabras fluyan de mí.

—Necesito que vayas a la última celda y veas cómo está Sara. Dale lo
necesario para que sea tratada mejor: ropa, comida, cama, lo que sea y mata
a cualquier idiota que se acerque a ella.

—Bien Alpha, voy para allá —cuelgo. Miro mi al rededor y mi pecho se contrae,
veo los papeles en la mesa y abro la carpeta para distraerme, pero a nadie
puedo engañar.

No puedo dejar de pensar en ella.8

Me levanto y camino a la habitación donde Natalia ronca plácidamente en el


lado de su cama, ignoro su presencia y veo por la ventana a toda mi manada.

Les daré una Luna que no es mi mate.


LEYVA 📝
A lo lejos observo el tunel subterráneo donde están los encarcelados. Coloco
mi mano en la ventana y aspiro el aroma tratando de sentir su preciado
perfume. Mis ojos me traicionan y de ellos se me escapa una lágrima,
rápidamente quito el mal sabor de boca y recuerdo a mi madre ese día.

Casi muerta.1

Aprieto mis manos y cierro la ventana de golpe, tomo las llaves de la Range
Rover en la mesa de noche y bajo rápidamente por las escaleras.

—¿A dónde vas así, sin camisa y solo con unos pantalones de gimnasia? —volteo
hacia mi madre.

—A practicar un poco —asiente y sigue su camino hasta la cocina.

Cierro la puerta y conduzco hasta llegar al calabozo, apago el motor del auto
y bajo con paso decidido, cruzo la barrera de seguridad donde el imbécil de
turno está dormido, chasqueo mis dedos y él despierta asustado—estas no
son horas de dormir— camino hasta la puerta de Sara y escucho la voz de
Paola resonar por el pequeño cubículo, ella detiene su hablar y mira hacia la
puerta.

Sabe que estoy aquí.

—Paola, por favor, no quiero nada, así estoy bien, además dile a él que no
quiero absolutamente nada suyo, nada—Paola se levanta, sale de la celda y me
da la llave.

—No quiere nada, ni siquiera verte—mi pecho se contrae al escuchar esas


palabras y observo las llaves en mis manos, asiento para ella y desaparece del
calabozo.3

¿Por qué estoy aquí y no en la cama?1

Entra ahí, estúpido.


LEYVA 📝
Abro la puerta y la veo acostada en la esquina de la celda —Vete, no tienes
nada que hacer aquí, tu luna está en tu mansión —veo todos los moretones en
su cuerpo y aprieto mi mandíbula.

—¡Levántate! —demando. Camino hasta ella y la jalo del brazo—Iras a


trabajar al bar, como eres una puta que se acuesta con todos los guardias de
aquí. Por eso no quieres ponerte ropa—sus ojos me miran sin emoción alguna
y se suelta de mi agarre.25

—Después de que usted, Alpha, los mando a hacer conmigo lo que les diera la
gana, ¿ahora me tira la culpa diciéndome que soy una zorra? Disculpe, pero si
busca a una la tiene en su casa—la empujo a la pared acorralandola con mi
cuerpo y tomo su barbilla.2

Respira irregularmente al sentirme tan cerca, pero rápido se recompone y me


empuja—No caeré en su juego —sonrío.

—¿Qué juego? Piensas que me acostaré con una mujerzue... —mi cara se voltea
del impacto con su mano y mi mejilla.

—Te permito que me golpees como a ti te de la gana, pero no te permito que


me insultes más, vuelve a decirmelo otra vez y te juro que quedarás peor—
sus mejillas se vuelven rojas y sus cejas se juntan.

—¿Qué harás mujerzu... —siento como mi cuerpo es derribado y ella se coloca


encima de mí.

Sus pechos se endurecen y su cuerpo se amolda a mí, mi amigo empieza a


despertar y si no fuera por esa asquerosa medicina que tomo todos los días
para quitarme lo caliente ya la estaría follando.

Toma mi cara con una de sus manos y siento como toda mi energía fluye a ese
punto haciendo que me de un tremendo dolor de cabeza—¿Así o más fuerte?—
sonríe irónica.1
LEYVA 📝
Doy un gruñido y ella se detiene—Espera que salga de esta, jodida puta—otra
vez hace presión y vuelven más fuertes las palpitaciones en mi cabeza. Olvido
todo a mi al rededor y escucho los latidos irregulares que provienen de ella.4

Necesita comer o lo perderá. Me niego a perder a mi hijo—Y aquí es cuando


vienen tus guardias y te salv... —cae al suelo con una enorme brecha en su
cabeza tirando chorros de sangre.5

La sostengo en mis brazos y veo al responsable de su herida, me levanto con


Yoshua rascando mi espalda y asecho a mi presa con total ira —Perdón Alpha,
pensé que ella lo estaba matando—huelo el aire y reconozco de quién es el
asqueroso olor impregnado en ella.

Aprieto mi mandíbula y dejo salir a Yoshua, me abalanzo contra él y


descuartizo su cuerpo matandolo en un instante. Volteo a ella y me convierto
otra vez, cargo su cuerpo hasta el auto y lo acomodo en el asiento trasero.

No sé por qué hago esto.25

Porque la amas, imbecil.13

Arranco y manejo como un loco hasta la casa de Elizabeth, llamo al doctor y


a los dos pitidos contesta—Buenas.

—Venga a la antigua mansión, sea discreto, es urgente—corto y bajo del auto,


agarro su cuerpo inconciente y entro a la casa, veo el sillón en la misma
posición de siempre y la depósito en el.

Prendo las luces y tocan la puerta, el doctor entra y corre hasta ella, miro
fijamente sus movimientos y el como comienza a sacar cosas de su bolsa. Con
mi confianza en él voy hasta el auto, saco un pantalón y una camisa de la
guantera, me cambio y entro a la casa.

En la frente de Sara reposa un enorme paño con una hoja a sus al rededores
—Tendrá que estar en reposo por unos días, es necesario y fundamental que
se deje de maltratar, su cuerpo tiene cortes internos gracias a unos latigazos,
LEYVA 📝
también tiene que comer adecuadamente —suspira—fue suerte que el bebé
no fue abortado antes, está muy débil y apenas tiene dos semanas y media.3

—Su cuerpo será regresado la celda, pero será tratada un poco mejor —el
doctor asiente.

—Me alegra que haya reaccionando rápido, de no ser así ella estaría muerta—
paso una mano por mi cara.

—Doctor, es un placer, gracias por ayudar y mañana llega su pago— tomo su


mano y él desaparece de mi vista. Cargo a Sara nuevamente hasta la camioneta
y la dejo en el asiento de atrás, prendo el auto y manejo nuevamente al
calabozo.1

Dos semanas, casi tres.

La devuelvo a su celda y cierro la puerta detrás de mí —¿Usted la ama no es


así?—volteo a ver a una anciana encerrada al frente de su celda, junto mis
cejas y asiento.3

—Solo que he hecho cosas o ella ha hecho cosas malas—aplasto mis labios.

—Debería pedirle una explicación.2

Tal vez.

...

Despierto y toco mi lado, pero no hay nadie. Eso quiere decir que Natalia no
está en la casa. A mi mente llega la noche anterior y me levanto de golpe,
tengo que ir a ver como está antes de ir a la empresa, solo para saber.

Me baño y salgo de ahí, entro al armario y me visto. Miro donde antes estaba
su ropa, ahora hay ropa de Natalia adornando el lugar. Un sentimiento de
amargura recorre mi piel y salgo, corro hasta abajo sin importarme el
desayuno, abro la puerta del acura y rápidamente me pongo en movimiento.
LEYVA 📝
Siento que mis sentimientos están a flor de piel hoy.

Conduzco hasta el calabozo y bajo del auto. Será una vista rápida. Camino a
paso decidido hasta la entrada, el guardia de turno trata de frenarme y alzo
mis cejas, observo severo su comportamiento y baja la vista para salir fuera
de mi rango.

Wade, por algo te trato de detener. Piensa.

Sara.

Abro los ojos como puedo y entro al cuarto donde están las herramientas de
tortura, no veo la silla ni mucho menos el látigo. Mi corazón palpita fuerte y
corro lo más que puedo hasta llegar a su celda. Antes de aparecer escucho la
voz de mi madre y la risa fuerte de Natalia.

—En verdad creíste que te saldrías con la tuya—escucho un latigazo—Pudiste


matar al hijo que tu padre y yo tuvimos, pero no vendras a dañar a mi otra
familia—Sara sonríe—no dejaré que le cuentes la verdad.2

Natalia habla—¿Y si hacemos que Wade piense que la mataron? —salgo de mi


escondite sin que ellas me vean.

Sara niega sonriente. Sabe que estoy aquí, mi presencia se lo dice —Pudieron
haberme matado cuando debían, pero ahora yo no seré la decapitada—alza su
mirada hacia mí y ellas voltean con terror en sus ojos.1

—Hicieron un grave error.


LEYVA 📝

CAP.41~ADIÓS

Capítulo cuarenta y uno

Pov Sara

Sus caras de pánico.

De esas caras nunca me voy a olvidar y menos de como las brujas le rogaban
a Wade tratando de pedirle un momento para decir su explicación.2

Si no lo hizo conmigo, menos con ellas.

Abro los ojos y me encuentro con la triste realidad, tengo dos semanas de
estar en el hospital siendo examinada.

No negaré que el olor a hospital me agrada solo que hace mucho frío. Desvío
la mirada a mi abdomen y siento algo extraño en el, junto mis cejas y veo hacia
el doctor que me está atendiendo —¿Doctor cuáles son los resultados de
todos mis exámenes finales? —suspira y me entrega los resultados de los
análisis, frunzo el ceño.

Hospital Regional Melissa Matos

Correspondiente a el doctor:
Elias Uranda

Nombre de la paciente: Sara Poezyn

Prueba inmunológica de Embarazo


+Positivo+

Dejo que el papel caiga y toco mi vientre.

Hay una personita dentro de mí.


LEYVA 📝
Estoy asustada. ¿Cómo daré parto? ¿cómo estará? ¿cómo será? ¿seré una
buena madre? ¿y si estoy muy jóven? ¿y si muero? cierro mis ojos dejándome
llevar por la angustia.14

A mi mente llegan todas las veces que me violaron y mi piel se eriza


instantáneamente.12

No de uno de ellos, no por favor.

Veo al doctor, lo tomo de su bata y lo atraigo hacia mí—Dígame cuanto tiempo


tengo, dígame —exijo y el vuelve a recoger la prueba.

—Usted tiene cuatro semanas de embarazo y cinco días para ser exacto—eso
quiere decir que es, es de él.

Wade tendrá un heredero.

Tocan la puerta y la mitad de su gran cuerpo se asoma por la puerta—Hola—


su rostro parece demacrado y fuera de sí, como si hubiese peleado por días
con alguien, sonríe débilmente y entra. El doctor abandona el cuarto y él
cierra la puerta.14

Baja la mirada y llega hasta mí, trata de tomar mi mano, pero lo impido—¿Qué
desea, Señor Wade? —suspira y se aleja dos pasos de mí.22

—Como tu Alpha te quiero pedir disculpas por no escuchar tus explicaciones


antes de encerrarte en el calabozo. La ira me consumió y no pude detenerla,
pero el saber que la Señora Serafina Monterrey de Dhall y Natalia Gaitán
fueron cómplices de un maltrato y próximo homicidio, también se acusa a la
señora Serafina de infidelidad y a la señora Natalia de ninfómana, por lo
tanto, tú decidirás sus futuros, y si hay algo que pudiera hacer, me lo dices
—mira mis ojos con esa mirada de seriedad tan característica de él.14

Sonrío mentalmente. Puedo hacer lo que quiera con las brujas, eso me gusta.
LEYVA 📝
—Quiero que sean maltratada como yo, quiero que todos los días vayan
hombres a violarlas y golpearlas, que le den un pan viejo día por día y que lo
único de tomar sea agua, que las torturen, quiero que sufran lo mismo que yo
antes de ser decapitadas—asiente y recuerdo esos brazos suaves —En la
celda del frente donde yo estaba, ahí hay una anciana, no sé porque la
encerrarte, pero quiero que la saques de ahí y le des un hogar. Ella se merece
lo mejor, pero antes quiero que la traigas aquí —se acerca a mí.19

—Ahora, como Wade, como tu mate. Te pido que por favor me perdones, sé
que lo que hice es imperdonable y más cuando no te escuché, te maltrate, te
golpeé, te herí sabiendo que ninguno de los dos es perfecto y más aún rompí
tu corazón en pedazos que no se arreglaran solos. Por eso te pido que me
disculpes y tengo la certeza de que no lo harás, pero yo igual te lo quería
decir—sonríe con lastima y camina directo a la puerta.22

Mis ojos observan su ancha espalda y me debato en sí decirle o no. La verdad


es que no se merece estar cerca mío, la verdad es que sé que lo odio, la verdad
es que ni una disculpa debo aceptar, pero el tiene derecho a saberlo.1

Aprieto mi mandíbula y suspiro profundo—Oye, tengo algo que decirte—


voltea hacia mí—estoy embarazada.

—Ya yo lo sabía —junto mis cejas— cuando el guardia te golpeó la cabeza


mande al doctor a revisarte y me lo confirmó—llega hasta mí otra vez—adiós
—intenta tocar mi rostro y me aparto velozmente de su mano, quito mi mirada
de la suya y lo escucho dar un largo suspiro, miro por el rabillo de ojo como
se da la vuelta y vuelvo a mi posición inicial.1

Sus ojos buscan los míos antes de salir, me da una rápida mirada y cierra la
puerta dejando ese leve olor a lavanda en la habitación.

Cierro mis ojos. No Sara, no—¡SARA! MI AMOR, HASTA AHORA NOS


DEJAN VERTE, HE ESTADO MUY PREOCUPADA POR TI, ¿QUÉ TE HIZO
LEYVA 📝
EL IDIOTA DE WADE? CUÉNTALE A MAMÁ —sonrío, me hacia falta tanta
efusividad.2

—Elizabeth, yo estoy bien. Y el idiota del Alpha no me hizo nada, solo me pidio
disculpas —aplasta mis mejillas con sus dos manos y me examina.2

—Segura, te veo más pálida.

Ruedo los ojos—Madre yo soy así —veo a Matías recostado del marco de la
puerta y extiendo mi mano.

—Ven Matías, acércate—tomo la mano de mi madre junto con la de él y la


pongo en mi abdomen.

Sus ojos se agrandan y dejan de respirar por un momento —Estás


embarazada—hablan al unísono.

Asiento —De cuatro semanas y cinco días. Serán abuelos—sonrío


grandemente.

—Tu madre es biológica, pero yo, soy adoptado así que no creo que sea
abuelo—aprieto su mano.16

—Yo te concidero mi padre—hago una mueca con mis labios y alzó una de mis
cejas — de buena manera—mi madre llega a su lado y lo abraza desde atrás
pasando sus manos por su cintura.

—Mi pequeña ha crecido—la miro incrédula.

—Mamá, siempre he sido grande. Después de todo, ¿cuándo salgo del hospital?
—ella alza su cartera gigante y saca un vestido blanco corto, revisa el fondo
de su cartera y me extiende unas sandalias.

—Señora, debe cerrar la puerta después de entrar—una doctora cierra la


puerta detrás de ella—El señor Wade Dhall a pagado todos los gastos de la
paciente y ya vengo a darle de alta, si es posible que salgan un momento ya
LEYVA 📝
que la revisaré—mi madre deja la ropa encima mío, mira de arriba a abajo a
la doctora y con mala cara sale de la habitación.

Asi que el Ricachón pago todo.

La culpa lo debe estar carcomiendo.9

Suspiro y dirijo la mirada a los movimientos de mi examinadora—Disculpe la


mirada de mi madre, apenas me ve hoy y está algo sentimental.

—Eso no interesa, estoy acostumbrada a ese tipo y peores—sonríe—parece


que todo está bien, te ayudaré a vestirte para que salgas de este horrible
lugar —me levanta.

—Yo no lo consideraría horrible, pero ya quiero ver la luz del día —quita la
bata que traigo puesta y veo mi vientre.

—¿Primeriza? —asiento—Es normal que tengas miedo, todas lo tenemos, pero


cuando lo veas nacer y crecer será fantástico.

Sonrío —Gracias por el consejo—me coloca el vestido y tomo asiento en la


cama, coloca mis zapatos y me jala suavemente para levantarme.

—Ya está—se va detrás de una cortina y jala una silla de ruedas.

Tomo la prueba de embarazo y salgo de la habitación, con forme avanzamos


veo la cantidad de personas a mi al rededor, bajamos a la primera planta y mi
madre me recibe con una sonrisa —Gracias— digo para la doctora.

—Es mi trabajo. No tienes porque agradecerlo, pero me alegra que hayas sido
una paciente tranquila y obediente—da media vuelta y camina nuevamente
dentro del hospital.

Veo al frente la prado y a su lado a Andrews, camino rápido hasta él y me


tiende la mano, pero la hago a un lado para abrazarlo.
LEYVA 📝
—Yo también me alegro de verla, señorita Sara—da palmadas en mi espalda y
me separa de él para abrirme la puerta.1

—Que gentil —sonrío y subo al auto, la puerta se cierra y como por arte de
magia recuerdo a Wade aquí conmigo.

No. Sara, no. No pienses en él.

La prado arranca y rápido nos colocamos en la ciudad. Observo los coches


pasar a nuestro lado, la gente, el ruido y en lo único que mi mente está
enfocada ahorita es en una sola persona.

Adiós.

A la mierda todo.

—Y Wade, ¿dónde está?—Andrews me mira por el retrovisor.12

—Cuando salió del hospital se fue rumbo al aereopuerto, va a abrir otra


empresa y quiere examinar que todo este bien.

Muerdo mi labio inferior —¿Y no te dijo cuando regresaba?

¿Qué haces, tonta? No preguntes más por él.3

—Creo que dentro de dos mes.

!¿CÓMO?!

Primero me humilló, luego me maltrató, me dijo que era lo peor del mundo, me
trató como poca cosa, me torturó, se dio cuenta de que llevaba su hijo,
nuestro hijo y no me dijo nada, no hizo nada por mejorar mis condiciones, me
encerró en una celda de mierda, dejo que otros lobos me tocarán y ahora se
va como si nada, sin tratar de arreglar las cosas, sin intentarlo.7

Vaya, que amor más...14

Otra vez me dejaste sola, millonario.


LEYVA 📝
Llegamos a la mansión y bajo de ella, observo la gran casa y todo el movimiento
que hay en ella, mi madre llega con Matías en el Mercedes Benz y rápido la
tengo sujetandome.

—Vamos—suspiro. No quiero entrar por la cantidad de buenos recuerdos que


me harán llorar, pero a la vez quiero entrar, porque quiero verlos a todos.

Tomo el pomo de la puerta y la abro —¡SORPRESA!—me llevo la mano al precho


por el enorme susto y me refugio bajo los brazos de mi madre.1

Esta gente está loca.

Sonrío y veo a todo el personal de la casa recibirme —De verdad no tenían


que hacer esto. Yo no sé que decir, las palabras se atragantan en mi
garganta—atrás de ellos dejan caer un enorme mantel rojo dejandome ver un
gran elevador de vidrio al lado de la escalera.

Lo hizo.

Nana llega hasta mí y me da un gran abrazo —Bienvenida —sonrío —Y ya no


eres solo tú. Son dos —la mayoría alza una ceja sin entender que pasa hasta
que toco mi abdomen, corren hacia mí y me envuelven con sus brazos.

Siento un flash en mi cara y coloco mis manos en escudo—Vamos a la sala a


celebrar—doy un paso, pero una fuerte mano me detiene.

El señor Fernando me mira con ojos de súplica y asiento para él —Yo iré
ahora—ellos desaparecen y quedo a solas con el padre de Wade—Dígame,
ahora sí —sus ojos están rojos y su cabello super desordenado.4

Claro está que él ya sabe de la traición.

Restriega sus ojos —Quiero pedirte disculpas por todo lo ocurrido días
anteriores, mi hijo no actuó como tenía que ser y la perra de Serafina, bueno
ya tú sabes, pero desearía que algún día me cuentes como paso aun que ya la
rechacé quiero saber—niego y quito sus manos de la cara.
LEYVA 📝
—Si se lo digo será más doloroso, no quiero verlo sufrir más de lo que está
sufriendo ahora—restriega su cara con la manga de su camisa para quitar las
cortas lágrimas que salen de él—Vamos, lo llevaré a tomar un poco de agua—
sonríe y caminamos hasta la cocina.3

—A pesar de que Wade te hizo cosas malas, tú sigues siendo amable con todos
nosotros, ¿Por qué? —suspiro y lleno un vaso con agua.

—No fueron ustedes quienes me hicieron daño, creo que es por eso—le doy el
agua y el me regresa el vaso vacío.

—¿Rechazarás a mi hijo? —me encojo de hombros.4

—No lo sé. El día que lo iba a rechazar el me dijo que no acepataba mi rechazo
y sinceramente me gustó que me detuviera, pero él me ha hecho daño, mucho
daño y si soy sincera no creo que merezca estar conmigo. Esta bien, yo cometí
el error de no contarlo, pero eso no justifica lo que hizo —toma asiento en la
encimera de la cocina y alzo mis cejas sorprendida.9

—No creas que porqué tenga muchos años me vea mal o este en malas
condiciones físicas, no. Soy joven todavía o al menos para los humanos—rasca
su cabeza y niego sonriendo—ya veo porqué lo tienes tan loco—me detengo y
lo miro interrogatoria —Solo te pido que si lo vas a rechazar que sea antes,
porque le puede doler mucho si se lo dices tarde otra vez —asiento.

—No se preoc... —la voz de Matías me interrumpe.

—Vengan a la sala. ¡YA, AHORA! —camino como puedo hasta la sala y veo en
primer plano las noticias de último momento.

“El jet privado del famoso empresario Wade Dhall arde en llamas. Al parecer
al salir hacia la que sería su próxima empresa, este tuvo una falla mecánica y
se estrelló cerca de la zona de aterrizaje, todavía no se han encontrado
cuerpos o alguna señal de vida”52

No.
LEYVA 📝
Tú no te puedes morir.17

Puede que este dolida contigo por todo lo que me has hecho.

PUEDE QUE TE ODIE.

Pero tú no puedes dejarme.29

Ahora recuerdo porque la despedida de esta mañana era tan triste, tu cuerpo
me estaba diciendo adiós.

Mis pies tiemblan y caigo al piso, llevo mis manos a mi cara y mi respiración se
vuelve irregular, un fuerte dolor me pega en el pecho y agarro el lado
izquierdo de mi cabeza.

Maldita sea, sé que no es mi cuerpo, es el tuyo que se está desvaneciendo.

Escucho todo lejano, lágrimas caen de mis ojos y el inmenso dolor en mi pecho
no cesa. Lo último que veo es como soy sujetada por mi madre y de ahí todo
se vuelve negro.
LEYVA 📝
CAP.42~ENCARGADA

Capítulo cuarenta y dos

—Wade Adlen Dhall—digo y la desinteresada enfermera me mira a través de


sus lentes.

—¿Es usted algún familiar?

Niego —Sí, tiene que dejarme verlo—una mentira que otra siempre vale.

—Habitación trescientos doce, suba al tercer piso a mano izquierda —camino


como puedo con el señor Fernando jalandome hasta el elevador. Él toca los
botones rápidamente como si eso lo hiciese bajar más rápido.2

Después de que me desmayé encontraron su cuerpo con moretones e hinchado


por la calor y el golpe de impacto. Mi cuerpo tenso se relajo al escuchar eso
y de la nada otra voz en mi cabeza apareció.

Flashback

Que bien que Yoshua no haya muerto. Ese es mi lobo.2

¿Y tu quién eres?

No es obvio cariño, soy tu loba, me llamo Lauryn.29

Esto no es posible, soy una demonio.

Claro que si es posible, Wade te mordió y Yoshua te mordió, juntos te


dieron un espíritu, un bebé y la diosa me envío a tu cuerpo, soy tu forma
lobuna.14

Esto es mucho para procesar.

—Sara, ¿vienes al hospital?—el padre de Wade se asoma por la puerta y


asiento.

Fin flashback
LEYVA 📝
Y así es como terminé con otra voz en mi cabeza. No sé como la voy a aguantar
si ni siquiera aguanto a mi mente y eso que soy yo.

El elevador llega a planta baja y entro, el papá de Wade me sigue junto con
Andrews y presiona los botones para subir al tercer piso, rápidamente
subimos y las puertas se abren dejándonos ver a cientos de camarógrafos y
reporteros que corren hasta nosostros bombardeando con preguntas y
posibles hipótesis.

¿No se supone que ellos deben estar afuera?

¿Dónde está el equipo de seguridad del hospital cuando se necesita?

Andrews abre paso mientras cruzamos el mar de personas y llegamos a la


habitación, abro la puerta y soy empujada dentro por los camarógrafos
haciendo que me caiga a un costado.

Me levanto, sacudo mi vestido y llamo su atención carraspeando—Será que


pueden salir, por favor. Él está herido, golpeado, respeten la privacidad de
los demás por una vez en su vida, dejen de chismosear, más tarde se le darán
resultados de su salud —me ignoran completamente y enfocan su cuerpo
herido —A ver, ¿a ustedes les gustaría que un familiar que acabará de pasar
esto lo estuviesen filmando y determinando su estado? yo estoy enferma,
acabe de salir del hospital para ahora quedar en otro con él. FUERA DE AQUÍ
—señalo la puerta y coloco una de mis manos en la cintura.

—Si no salen ahora a todos les pondré una demanda —la puerta es azotada y
la habitación es totalmente desalojada.

Cierro la puerta y camino hasta él. Vendas por todos lados, su cara está toda
golpeada, brazos y piernas quebradas, su cabello está quemado totalmente
quemado, su piel toda rojiza.3

Él no es Wade.
LEYVA 📝
Abre sus ojos lentamente y hace un mueca de dolor, trata de hablar, pero se
lo impido —No hagas fuerza, ¿por qué haces cosas cómo estas? ¿Acaso no
querias ver a tu hijo? ¿Y si moría contigo por tu morir? —hace una mueca y
suspiro intranquila.

—Lo mejor es que este en reposo hasta que sane en gran parte, después puede
acelerar el proceso en forma de lobo. Yoshua tendría que estar por un mes
fuera—asiento—Bueno te dejo a solas con él, más ahora entro yo—niego.

—Hable usted con él, yo saldré un rato y luego entraré —doy media vuelta y
me detiene.

—Él quiere hablar contigo, no conmigo —trago grueso y aprieto mi mandíbula.

No empieces Sara, tranquilizate.

Vale que él te hizo muchas cosas y sabes que lo odias, pero espera a que se
recupere para reprocharle todo.

Asiento y dejo que el señor salga de la habitación. Sus ojos lagrimosos


encuentran los míos y desvío la mirada a mis pies.

Hola.2

En mi mente resuena su voz, tan gruesa y con carácter.

Hola.

¿Cómo estás?

Sonrío —Eso debería preguntarlo yo, pero estoy muy bien, gracias. ¿Y usted
cómo está?

Mírame aquí, todo despilfarrado, casi muerto.6

Por lo menos no moriste y, ¿ahora cómo piensas hacer con todo... La manada,
las empresas?
LEYVA 📝
Tú puedes manejar todo lo que es de nosotros.1

Lo que es tuyo querrás decir, además sabes que yo n...

Es una afirmación. Sé que deseas ser doctora y que estás enojada


conmigo, sé que no me quieres y lo entiendo, pero ahora ayúdame, por
favor. No seas como yo.11

Me pides ayuda ahora que estás mal, ¿y tú que hiciste cuando yo la necesitaba
mientras me violaban?5

Solo. Solo maneja la empresa y la manada, por favor, ellos te necesitan.

¿Y mis estudios?

Te pondré profesores en casa para que te enseñen.1

No es justo.

Lo sé, pero si no te gusta, ahí está la puerta, rechazame y te puedes


ir. Tendrás todo, no te va a faltar nada nunca.7

¿Alguna vez te han dicho que eres un grosero de mierda? Me estás pidiendo
ayuda y dices tales tonterías.

Te conviertes en la primera que me lo dice.

Ruedo mis ojos. Todavía me preocupo por él a pesar de que me ha hecho tantas
cosas y así es como me contesta: mal.

Salgo de la habitación y soy recibida por fines de camaras, sin decir una sola
palabra corro hasta el ascensor y toco los botones, las puertas se abren y
entro, las cámaras me enfocan y las puertas se cierran.1

Sin decir ni una sola palabra camino hasta la prado y subo ignorando los
llamados de las personas a mi al rededor—Andrews, conduce hasta la manada.
Necesito dar un anuncio—asiente en respuesta—Tengo que manejar la
empresa, todas sus empresas mejor dicho, la manada y tengo un inmenso
LEYVA 📝
miedo en hacerlo mal, pero Wade como siempre no me escucha y fuera de eso
me lo pide como si fuese una orden —ruedo los ojos y puedo sentir la mirada
de él por el retrovisor—maldito hijo de puta—susurro para mí.

—Señorita, usted lo hará bien —niego.

—No lo sé, Andrews.

—Piense en los ataques que puede llegar a la manada ahora que el Alpha no
está. Los acuerdos, cartas, números y cifras de la manada; papeles de la
empresa, su revisión, mantener a todos los inversionistas, tomar una buena
elección, ¿Quién lo hará sin órdenes de alguien superior? Usted y el Alpha son
todo lo que la manada tiene, darían la vida por usted solo con el fin de
mantener todo en orden, usted es la clave.2

Sonrío incrédula—Eso no lo pensaron cuando él me mando al calabozo, ninguno


me apoyo—la barandilla de seguridad se alza y pasamos a las calles del
condominio.10

—Mire a su al rededor, los niños están tranquilos porqué no tienen idea de lo


que pasó, pero mire la cara de cada uno de los adultos que hay. Su rostro
refleja la viva preocupación, ellos estaban así cuando usted fue al calabozo.7

Llegamos a la casa principal donde todos están afuera esperando noticias,


miro hacia Andrews y asiento—Lo haré, solo para demostrar que le soy leal a
ellos —bajo y cierro la puerta.

Todos corren hacia mí y me llenan de preguntas. Suspiro—Él está... No es


Wade—a mi mente llega mi recuerdo de él todo quemado, golpeado y
quebrado.

—¿Cómo que no es Wade? —mi madre es la primera en hablar dejando a


Matías tragándose sus palabras.

—Él está casi casi irreconocible, no parece él —digo sin despegar mi vista de
todos—Pero todavía no lo harán moverse a menos que él decida venir aquí.
LEYVA 📝
—Es el Alpha, tiene que estar aquí para dirigir todo—giro y veo a un hombre
algo canoso con una mirada fría.

—Yo lo haré. Esas fueron sus palabras.

—¿Una mujer dirigiendo? ¿Es una broma, cierto? —habla con dejadez y junto
mis cejas.

—¿Y qué tienen las mujeres? —bajo hasta él y me concentro en sus ojos.

—Son unas sarnosas y calculadoras como usted, como la perra que esta ahí
dentro—abro mi boca para reclamar, pero veo a mi al rededor como todos
están observando la escena.2

No me rebajaré a su nivel.

—En primer lugar, nos vamos respetando, yo no soy igual que usted; en
segundo lugar, no todas las mujeres que vea son lo que usted dice que son y
en tercer lugar, disculpate o te puedes largar de aquí — lo observo de arriba
a abajo —alguien como tú no tiene nada que aportar para esta manada.

Tres ambulancias se escuchan resonar y llegan a la casa principal, el señor


Fernando se baja de una con un enfermero siguiendolo, la aglomeración de
periodistas y paparazzi se acumulan en la entrada donde los guardias no los
dejan pasar. Abren la puerta trasera de la ambulancia del centro y entre
cuatro enfermeros bajan a Wade recostado en su camilla.

Empiezo a caminar hacia él y de la nada soy jalada por el cabello, el viejo me


escupe la cara y sus ojos me miran fríos y burlones.

MATENLO.

Su voz resuena por todas las mentes presentes y en un segundo todos los
guerreros presentes lo rodean con un solo objetivo.
LEYVA 📝
Miro a la cantidad de personas presentes y veo a los reporteros aún en la
entrada —No —hago una seña con mi cabeza hasta los paparazzis —no seas
imprudente, puede haber un gran problema si ven eso aquí.

—Hagan lo que ella dice. Dirigirá la manada mientras yo este


recuperándome, desde ahora en adelante la respetarán y la tratarán
como si me estuviesen tratando a mí — Su mirada busca la de Matías—
Estás encargado de manejar a los guerreros y acatar ordenes de Sara,
también debes enseñarle y estar para ella cuando lo necesite, después
de todo eres mi mano derecha y mi hermano, ¿entendido? —Matías camina
hasta el señor que se encuentra a unos pasos de mí y lo toma del brazo.

—Entendido, Alpha—me mira y baja su cabeza—Pídele disculpas.

Escupe mis pies y suspiro con cansancio—Discúlpeme, Luna—miro a Matías y


entiende el mensaje.

Al calabozo. Ya no tendré piedad de nadie.

Matías desaparece de nuestra vista con el viejo y la gente que nos rodea me
mira en silencio. Carraspeo—Nana y Elizabeth, encárguense de que instalen a
el Alpha en su habitación, que las chichas suban comida necesaria o
diagnósticada por los enfermeros—asienten y veo como corren hasta él para
indicar por donde subirlo, desvío una mirada fugaz hacia él.

—Los demás vayan a sus casas a relajarse, su Alpha está aquí y por lo tanto
él necesita descansar y ustedes también—toda la gente a nuestro al rededor
se separan para ir por su rumbo.

Corroboro que todos esten haciendo lo suyo y entro a la mansión, pisadas van
de aquí para allá buscando, trayendo y volviendo. Sin molestar a nadie voy a
la cocina y me limpio la cara y los pies con agua del grifo, salgo de ahí y subo
hasta el segundo piso, entro al despacho de don ricachón y veo como todas
sus cosas están desordenadas y sin resolver.
LEYVA 📝
Camino hasta la mitad y giro para ver mejor todo, un enorme retrato llama mi
atención y camino hasta el con paso decidido. Mi cara estaba fresca y la ropa
es la que use el último día en el concurso.

—Deberías buscar más en el internet. Pon tu nombre y aparecen un montón


de fotos tuyas—Elizabeth entra y me abraza—¿Cómo te sientes con todo
esto?

Suspiro—¿Ya está todo instalado?—niega.

—No, pero nana está dirigiendo donde va todo o como poner todo y sabes que
soy algo torpe, pero eso no importa —posa una mano sobre mi hombro —¿Estás
bien con esto?—se apresura a decir.

Obviamente no.

—No hay de otra, tengo que hacerlo. Tampoco es que tenga muchas opciones—
susurro y ella soba mis hombros—si lo rechazo con su condición crítica él
posiblemente muera, su padre quedaría gobernando nuevamente y Matías
sería su mano derecha, pero no sería igual. Además hay una posibilidad de que
yo también muera si lo rechazo—restriego mi cara —soy una demonio y ahora
tengo una mitad lobuna ¿de dónde salió? Después te lo explico, pero ella salió
específicamente para Yoshua lo cual quiere decir que no tengo otro mate en
el mundo. Y si da el caso que lo rechazo y muero, como soy una demonio me
voy al mundo demoníaco y ahí tendré de enemigos a: —alzo un dedo—el rey y
la reina demonio, empezando por ahí; tendré a los reyes vampiros que maté y
también a su hijo, al señor Alcibiades —me encojo de hombros —seis contra
uno. Puede que hasta me exterminen.

—Tienes razón. Has pensado mucho y lo has analizado para ser alguien de tu
edad—da un beso en mi mejilla y me mira directamente a los ojos—ahora
¿cómo te sientes con Wade? —ruedo los ojos.
LEYVA 📝
—Madre si me tratas de sacar información solo para ir a llevársela a él ni
pienses que te voy a decir algo—me cruzo de brazos y niego.

—No lo haré. Dime, ¿cuándo yo te he traicionado? —sus ojos me miran


expectantes.

Bufo—no me siento segura sobre lo que diré —camino hasta la silla de él y


tomo asiento —Él me pudo haber hecho lo peor del mundo y sé que puedo
hacerlo pagar por todo lo que me hizo, puedo irme y dejarlo varado en todo el
caos, pero no puedo, Elizabeth—muerdo mis labios— en el hospital él me dijo
que lo rechazará porqué supo que lo odio, sin embargo no lo hice, ya sabrás
porqué —paso mis manos por mi cara —pero, eso no significa que lo tendrá
fácil, no pienso perdonarlo con flores y chocolates. Quiero hacerlo sufrir
tanto como él me hizo sufrir a mí. Quiero que llore de la desesperación—tomo
unos papeles de la mesa y examinó su contenido.21

—Bueno hija mía, tú sabrás cómo haces tus cosas. Yo también venía aquí para
darte una sorpresa —alzo la mirada y ella corre a fuera, junto mis cejas y me
concentro en el papel que tengo en mis manos.

Rennie Franco

Su edad es aproximadamente de doscientos años cuando la mordió un vampiro


y desde entonces vivió con el señor Erick Santos el cual al enterarse que lo
engañaba la mando a matar sin piedad, sin embargo el Alpha a cargo no lo quizo
así y la mando a la mazmorra de por vida.

Veo la segunda página y en primer plano veo a la señora que siempre estuvo
hablando conmigo en el calabozo. Mi madre toca la puerta y entra, con ella
viene Rennie de la mano y sus ojos encuentra los míos con una pizca de malicia,
rápidamente cambia sus ojos a los inocentes que siempre mire en el calabozo
y sonríe de lado.14

Esto no me trae buena espina.


LEYVA 📝
Una vampiresa nunca trae buena espina.

—Buenas, Luna.
LEYVA 📝
CAP.43~TUYO

Capítulo cuarenta y tres

Un mes después...

Todo a ocurrido con normalidad en la mansión día tras día y yo por mi parte
me he mantenido al márgen con todo lo que ha sucedido en los medios locales
e internacionales.

El teléfono de la oficina suena y escucho a Sofia hablar—Señorita Sara, los


inversionistas están en la sala de juntas, todo está preparado, puede bajar—
cuelgo y me levanto de la enorme silla giratoria, mi aspecto general es de un
vestido negro holgado y bailarinas blancas de correa al tobillo.

Es lo más cómodo que puedo usar.

Coloco la silla en su lugar y camino hasta la puerta, giro para ver que no se me
quede nada y cierro la puerta. Sofia me espera a un lado del elevador y
entramos, las puertas se cierran y ella toca la planta número siete.

—Señorita, todos y cada uno de ellos son sumamente importantes para la


empresa, no podemos perder ninguno —su voz está cargada de nerviosismo—
¿Cómo está el señor Wade? —giro mi cabeza hacia ella.

—Está en recuperación, no te preocupes, él volverá.

El ascensor se detiene y nos da el paso hasta la puerta de juntas —Me alegra


que el jefe este mejor, gracias por cuidarlo—asiento y entro ignorando parte
de sus palabras.

Todos los hombres sentados me voltean a ver y trago grueso, camino hasta la
punta y coloco mis manos sobre la mesa —Buenos días. Hoy están aquí por que
cada uno quiere saber sobre el estado en el que se encuentra el señor Wade
Dhall y sobre sus acciones en las compañías —me detengo a mirar sus caras y
prosigo —El empresario, dueño de Dhall Holdings, está en recuperación
LEYVA 📝
prácticamente estable a un cincuenta porciento, cuando este bien en su
totalidad podrá regresar a sus labores.4

Un inversionista levanta la mano y le sedo la palabra—Queremos saber sobre


como va la compañía, si sus ingresos han bajado o hemos ganado—se cruza de
brazos.

—Queremos respuestas—todos empiezan a murmurar debido a mi silencio.

Mi respirar se vuelve agitado y todo a mi al rededor se vuelve borroso, meto


mi mano por debajo de la mesa y toco el botón de emergencia.

Lo último que veo es como Sofía entra con Andrews y toda la seguridad del
piso.

...

Despierto y me encuentro en el cuarto de Emilie.

Junto mis cejas, ¿Yo no estaba en la empresa?

Giro mi cabeza y veo a Yoshua acostado a mi lado, su pelaje es casi escaso,


pero ya no tiene las enormes manchas rojas como al principio.

Lauryn, habla con Yoshua.

Es una orden.

Su semblante cambia y gruñe repentinamente.

No quiere, está adolorido por moverse de la habitación de Wade a esta.

Y acaso yo tengo la culpa.

—Señorita, ya despertó. El doctor mando a que se tomará estas pastillas—


una de las chicas me enseña un enorme frasco de pastillas. Lo agarro y leo la
portada: suplemento de hierro.

—¿Y esto cómo por qué o qué?


LEYVA 📝
—El doctor no nos dijo nada a nosotras, solo a mi tía —me levanto y saco una
pastilla, agarro el vaso de agua que ella me da y me tomo la pastilla.

—Nana está en la cocina, ¿cierto?—asiente y salgo de la habitación con ella


detrás de mí. Los pasillos están silenciosos y oscuros, veo las escaleras y a su
lado una silueta que se desvanece poco a poco mientras más rápido camino
hacia ella.

—Señorita, ¿qué pasa? —junto mis cejas.

Parecía tan real... Nada mas falta que ahora vea cosas donde no las hay.3

Niego—Nada—cambio el tema de conversación y giro mi cabeza al ascensor.


No lo he usado—¿Podemos? —lo señalo y ella corre hasta el.

—Claro, por qué no—el ascensor abre sus puertas y ella me hace una
reverencia —por favor, mi patrona—sonrío.

Entro en la caja y veo las luces alumbrando cada rincón, me agarro de la


baranda de seguridad y se cierran las puertas, un pequeño cosquilleo se instala
en mi cuerpo, cierro mis ojos y rápidamente se me eriza la piel—¿Ya? —se
emite un pitido y abro mis ojos.

Fuera puedo ver como todas la nueva gente de limpieza hace su labor de aquí
para allá, el sol ni siquiera ha salido.

¿Cuánto dormí?

Una a una se detienen para verme, dejan lo que estan haciendo y me rodean.

—¿Señorita, desea su desayuno en la cama? —una da un paso hacia mí.

Otra me toma de los hombros—¿Le preparo el baño?

—¿Tiene frío? ¿Subo la temperatura de la mansión? —otra me jala la camisa.


LEYVA 📝
—¿Tomó las medicinas? —es lo último que escucho antes de que mi cabeza
empiece a dar vueltas.

¿Por qué Wade contrato tantas lobas para cuidarme?

Y ¿yo por qué acepté?

—Dejen a la Luna tranquila, no ven que ella esta embarazada y no puede hacer
muchas cosas o tomar tantas deciciones a la vez. No la presionen—escucho la
voz de Nana y a mi nariz llega un fuerte olor a alcohol que me hace reaccionar
rápidamente.

Me sujeto a ella y le indico la cocina, doy cortos pasos y todas vuelven a hacer
lo que antes hacían. Entramos y todo el ruido queda detrás de la puerta.

Camino hasta la isla y tomo asiento—¿Me dirá que es lo que me pasa? ¿Por qué
me desmayo así de la nada? —agarra el puente de su nariz y suspira.

Camina a la estufa —El doctor no me dio muy buenas noticias —mi respiración
se vuelve irregular y un enorme nudo e intriga se forma en mi garganta. Gira—
al tú ser una demonio con sangre humana y Wade un lobo, un Alpha; las cosas
se complican, llevas a un híbrido en tu vientre y según lo que me dijo, los
híbridos crece muy rápido, es tanto esto que ya tienes cinco meses de
embarazo, cada dos semanas es un mes y con forme pasen los días estarás
más y más mala por la cantidad de energía que el bebé te robara, también—
calla por un momento, mis ojos buscan los suyos, pero su rostro mira hacia la
ventana.

—¿Y bien, qué?

—Tú puedes llegar a morir, el doctor teme por tu vida y la del Alpha—todo lo
cuenta con una amargura en su voz, toco mi vientre algo abultado—lo mejor
será un abor...—no la dejo terminar y me levanto de la silla haciendo que me
de un fuerte mareo.
LEYVA 📝
—Un aborto no es la mejor solución. Yo tendré a mi hijo les guste o no y ahora
mismo se lo diré a Wade—empujo la puerta y camino hasta el ascensor, toco
el botón desesperada y me detengo en el tercer piso, salgo y camino directo
al cuarto de Emilie.

Estrello la puerta y veo a Yoshua de pie, sus ojos me escanean tratando de


descifrar mis emociones y me señala la cama.

Sara, acuéstate.

—Ahora soy Sara verdad, pues no, ahora no. ESTOY HARTA —tiro de mi
cabello.

Sara, cálmate.

—NO QUIERO CALMARME Y AHORA ME VAS A ESCUCHAR —lo señalo y


frunzo mis cejas—En primer lugar, tú me hiciste daño, me heriste de la peor
forma, me maltrataste y aún así yo sigo aquí de tonta tratando de ayudar
porque no soy como tú; luego, yo tengo que dirigir la empresa por que al niño
se le ocurre la fantastica idea de matarse por lo que había hecho.

Sara.

—Sara nada. Cada día tengo detrás de mí a cientos de periodistas y


paparazzis que me enojan por esa tomadera de fotos. Aparte no he terminado
mi instituto y ya no creo que lo pase y eso quedará marcado por siempre en
mi expediente.

Sara.

—Para que ahora me venga a decir nana que tengo riesgos de morir por mi
embarazo y que lo mejor será abortar porqué TÚ—lo señalo— puedes morir,
es el colmo.

SARA, ESCÚCHAME.

Me detengo abruptamente y veo sus ojos.


LEYVA 📝
Sara, tienes que cuidarte. Es cierto que puedes morir, es cierto que el
aborto también es una opción, pero prefiero mil veces morir yo a que
nuestro hijo no viva.

Trago grueso y diluyo todas las palabras de mi boca, doy un largo suspiro y
muerdo mis labios sin saber que hacer o decir. Mis pies se mueven solos y mis
brazos acarician el corto pelaje que tiene —gracias—creo que el lado
sentimental esta empezando a salir.

Acuéstate, que te quiero decir algo.

Hago caso a sus palabras y dejo que mi espalda toque las suaves sábanas.

Tienes que decirme que hacer con la señora Serafina y Natalia, ¿cuándo
serán ejecutadas?

Muevo mis dedos sobre mi estómago y suspiro—Mañana por la mañana, creo


que ya es suficiente tortura, además para que alargar más las cosas.

Así será.

El cuarto queda en silencio—Tenemos que hablar—digo sin mirarlo—Todo lo


que ha pasado no nos ha dado tiempo de estar solos y aclarar las dudas
existenciales —carraspeo.

Lo que paso, paso. Te pido mil y una disculpas por todo lo que te he
hecho y sé que es poco. Eres mi amor y siempre lo serás, aun que me
hagas la peor cosa en el mundo te seguiré amando y si alguien te hace
algo lo mato, ahora mi prioridad eres tú y nuestro hijo, no me importan
los demás. Sé que estuve mal en mandarte al calabozo solo por no
escucharte y dejarme llevar por la rabia, el estrés y el enojo, lo siento
de verdad, siento que tu vida haya llegado a mí siendo mierda y yo la
haya convertido en un desastre. Soy el único responsable de todo aquí y
si no quieres estar más conmigo lo entenderé, solo te pido, por favor,
que me dejes ver a nuestro hijo.26
LEYVA 📝
Su voz suena en un susurro por mi mente y toco mis ojos donde salen gruesas
lágrimas que recuerdan todas esas noches de violación y tortura injusta, su
rechazo y su enojo, sus palabras de odio.

—Tenemos que separarnos—por sus ojos pasa un toque de melancolía que


rápidamente esconde—si seguimos juntos será ser masoquista—me levanto—
me iré —salgo del cuarto y voy al baño del pasillo.13

Me duele dejar todo a la deriva y más cuando sé que él me necesita, pero tal
vez si a él no le gusta otra parte de mí quien dirá que no me matará o que hará
lo mismo.

Odio ser débil, odio sentir su tristeza y no poder salir corriendo hacia él.

¡Ay ya!

¿Por qué sigo llorando cuando lo odio?

Wade, Wade.

Abro la pluma y cierro los ojos, dejo que el agua caiga sobre mí con la ropa
puesta, mi cabello se pega a la cara y a mi nariz llega un tremendo picor. Su
dolor se hace más fuerte en mi pecho y mi corazón palpita rápidamente.

Abro los ojos repentinamente. No, no lo harás.

Apago la pluma y corro hasta el cuarto mojando todo a mi paso, abro la puerta
de golpe —No, ni se te ocurra—mi vista lo alcanza mirando la manada frente
al ventanal. Su cuerpo está con raspones, moretones y algunas ampollas, su
cabello es bajo, pero fuera de eso empieza a ser él.

Sin dejar de observarlo me acerco lentamente —Ven—extiende su brazo a un


lado, su voz ronca y dura me eriza la piel y tomo su mano para llegar a su
lado—Todo esto, todo, absolutamente todo es tuyo—agarra una de mis manos
y la coloca en su pecho—mi corazón es tuyo—se coloca de rodillas ante mí —
mi vida es tuya, haz con ella lo que te plazca—aprieto mi mandíbula.33
LEYVA 📝
No caigas. Sara, no.

Sé levanta y agarra mi otra mano para atraerme completamente a él, llevo una
de mis mano a su cara y examino los golpes de esta, baja mi brazo y agarra mi
mentón, su pulgar rosa mis labios y cada vez se acerca más. Mis ojos viajan a
sus labios y a sus ojos que se mantienen fijos en los míos.

Sara, tú tienes autocontrol. Aléjate de él.

Siento su respiración mezclarse con la mía, sus labios rozan los míos y una
corriente pasa por mi espalda, sus manos viajan a mi cintura y mis brazos
suben como por arte de magia a su cuello, nos miramos sin decir ni una sola
palabra, el silencio reina entre los dos —no lo haré si no me das permiso—
susurra sobre mis labios. Desvío mi mirada a la puerta, trato de salir de su
perímetro, pero me apego totalmente a su cuerpo cuando escucho el gran
estruedo en el primer piso de la mansión.3

Nos miramos el uno al otro. Wade me suelta y sale corriendo de la habitación,


salgo detrás de él tratando de seguirle el paso, pero es imposible. Llego al
primer piso y veo en la entrada de la mansión un enorme hoyo que deja ver
todo el caos afuera.

¿Cómo es que no nos dimos cuenta de eso?

Nana da un grito y veo a Rennie caminando hacia ella con una cínica sonrisa.

Te dije que en una vampiresa no se puede confiar.

Ahora lo noto, Lauryn.

Mis ojos se inyectan de su característico color rojo y voy hasta ella. Su


presencia me nota y se coloca detrás de mi agarrando mi cuello—HACEN UN
MOVIMIENTO EN FALSO Y SE MUERE SU LUNA—alzo una ceja.

¿Esta loca quién se cree que es?


LEYVA 📝
Todos en la casa quedan paralizados sin mover ni un músculo, miro a Ricky
Ricón y él sonríe de lado.

Niego—Confié en ti, te conte mi vida y así me traicionas.

Su agarre me aprieta más fuerte—Eso es porqué tu sirvienta era la esposa


de mi tua cantante, deje a mi marido hace años por él, tuve una aventura con
él y todo iba perfecto hasta que murió por culpa de ella, por protegerla.

—¿Y por eso tienes que traicionarme? Te diré una cosa, el amor se basa en el
respeto, libertad, sentimiento y sobre todo en la confianza que hay en una
persona, él pudo haberte encontrado, pero sus sentimientos por ella eran
reales.

—CÁLLATE —grita frustrada.

Alzo mis manos—Esta bien, me callaré —dejo salir mi espíritu y toco su cuerpo
robándole la energía.

La señalo—no la quiero ver, quemenla—los pocos omegas que resguardan la


puerta acatan mi orden y ruedo los ojos molesta.

¿Cómo es que siempre confío en gente que me traiciona?5

Veo a Ricky Ricón convertirse en Yoshua y caminar hasta mí.

Quédate aquí.

Niego—Yo no soy una niña bonita, lo siento—me encojo de hombros y el gruñe.

Lauryn.

¿Qué paso?

Necesito que salgas, pero no tengo ni idea.

Es fácil, solo piensa en una forma de loba y yo estaré ahí.

¿Solo eso?
LEYVA 📝
Al principio te dolerá un poco, pero todo déjamelo a mí y a Yoshua.5

Me concentro y cierro los ojos, en mi mente dibujo una loba y siento como
todo mi cuerpo truena, un vacío se instala en mi y abro los ojos. Todo desde
mi perspectiva se ve más pequeño, miro mis pies que ahora son patas negras,
veo mi reflejo en el vidrio del ascensor y me quedo impactada.1

Soy igual a Wade.

La única diferencia es que mis ojos son rojos, de ahí todo es igual. Un olor a
lavanda inunda mis fosas nasales y veo el dueño de tan rico olor.

—Mate.

—Tuyo— mi cuerpo se eriza y Lauryn lo rodea. Yoshua deja salir un


gruñido,— ahora no, hay que salvar vidas, por ahora quédate aquí
resguardando a los que llegan a la mansión.

Ambos observamos como vampiros atacan y llegan de todas partes, nos


miramos por última vez y él empieza a correr en dirección a estos
desapareciendo de mi vista.
LEYVA 📝
CAP.44~OSCURIDAD

Capítulo cuarenta y cuatro

Muerdo y desgarro cada pedazo de idiota que se coloca en frente mío.

La casa está llena de niños, las pocas madres que hay estan alrededor de la
mansión protegiendo cada rincón visible.

Algunos vampiros se van huyendo mientras que otros dan su vida solo por
seguir ordenes, como por arte de magia aparece un grupo de diez al frente
mío, cada uno en perfecto estado. Lauryn gruñe y el líder alza la mano en son
de paz.

—Mira a tu al rededor, lobos siendo matados, familias destruidas, casas


destrozadas y todo esto es por lo que llevas en tu vientre—observo el
panorama y en un instante está a mi lado sobando mi lomo—Yo soy la
reencarnación del que mandaste a las tinieblas hace poco—como no reconocer
ese asqueroso aroma.

Gruño—Deja a todos tranquilos y vete con dignidad.

—¿Y si no quiero?—me rodea—Y si deseo matar a este engendro que llevas en


el vientre—toca un costado de mi cuerpo y lanzo a morderlo, pero el es más
rápido y se posiciona al frente mío para golpearme, caigo al piso por el fuerte
dolor que siento en las patas y en otro movimiento me voltea dejando mi
estómago a su vista—Ese bebé podría haber sido mío, pero no, decidiste ser
del perro pulgoso.12

Su mirada sádica me da escalofríos—no hagas una tontería.

Sonríe irónico —¿Qué clase de tontería podría yo hacer? —sus nudillos


recorren desde mis costillas hasta mi abultada panza—¿Dónde podría yo
golpear primero?—se detiene en mis costillas—Tal vez aquí —me da un gran
LEYVA 📝
golpe haciendo que suelte un chillido de dolor, siento otro arriba del primero
y cierro mis ojos aguantando todo lo que puedo.

¿Eres o no eres una demonio?

Sí, lo soy.

Entonces, deja de hacerte la frágil.

—Tan pronto como termine contigo y la miserable vida de tu amado voy a


gobernar todo. Tú y yo pudimos haber sido infinitos, pero tu torpeza no lo
quizo y ahora pagarás por lo que hiciste tanto conmigo como con mi familia—
siento su mano abrir paso por mi estómago y doy una mirada de advertencia
ante su juego.

No soy una presa fácil para ti, mi querido Daniel.

Dejo que Lauryn controle su cuerpo y me levanto rápidamente, me coloco en


posición de ataque frente a él y mi vista se vuelve roja completamente.

Haré que supliques volver de donde te envíe.

Retrocede. Su cuerpo tiene miedo, pero su cara refleja lo contrario —¿Que


te hace pensar que te temo?—se detiene y quedamos frente a frente.

No sé, tal vez tus manos tratando de arreglar algo, tu voz tan
temblorosa, tus ojos que ven en todas las direcciones posibles, tu cuerpo
a la defensiva, tal vez todo tú.

—Eso se llama esperar un ataque inesperado —se endereza—Ven a mí —me


llama con su mano.

Niego, —No ire a ti, tu vendrás a mí.

—¿Cómo estás tan segura? —suelta sus manos a los costados.

Porqué disfrutaré matandote como lo hice con tus padres, ese día se
veían tan indefensos.
LEYVA 📝
—¡Basta! —aprita sus manos.

Tan seguros de protegerte. Lastima que no tienen otro día para ver como
mueres otra vez, pero hubiese sido inútil porque yo los hubiese mata...

Corre en mi dirección, pero Lauryn esquiva su movimiento y lo tumba en el


suelo, mis ojos buscan los suyos llenos de odio y rencor.

Do.5

Termino mi frase y se remueve debajo mío, lo sostengo como puedo y sonrío


internamente al ver sus intentos fallidos de ataque.

—Necesito a tres guerreros— digo hacia Wade que camina hasta mi lado,
observo a nana con los niños y hablo hacia ella— llévalos a un lugar donde no
puedan escuchar ni ver nada— esta asiente y se los lleva escaleras arriba.

—¿Cuáles son sus ordenes Luna? —tres chicos aparecen en mi campo de visión.

Agarrenlo por las manos y un pies, quiero jugar un poco.

Acatan mis ordenes y lo dejan justo como lo quería, Wade mantiene la mirada
fija en mí y me volteo para enfrentarlo—¿Estoy haciendo algo mal?

Niega— Nunca pensé que Lauryn fuera tan hermosa como tú.1

Hago un gesto con mi cabeza y fijo mi vista en el pedazo de mierda. Le arranco


la pierna suelta poco a poco, su cara hace una mueca de dolor y sonrío, voy
hasta su brazo derecho y gruño, el guerrero rápidamente se quita y empiezo
destrozando su mano, le salto encima quebrando sus costillas, paso del otro
lado y muerdo su rodilla.

—SUÉLTAME, DÉJAME IR, SUÉLTAME —subo a su cara y rasguño su cuello,


muerdo su único brazo libre sacándole los huesos por un costado,—NO, NO
MÁS, POR FAVOR—coloco una de mis patas en su cara y antes de aplastar su
cabeza escucho la voz de Wade resonar en mi mente.
LEYVA 📝
Sara, mi amor, es suficiente. Deja que los guerreros lo terminen de
torturar por ti.8

— esto último es para que siempre te acuerdes de mí, de que con la vida
de mi hijo nadie se mete— paso mis garras por su cara de un extremo a otro
arrancándole un ojo, dejo que los guerreros lo halen manchando todo el piso
de su asquerosa secreción negra.

Giro hacia fuera y todo a acabado. Algunos lobos han muerto, casi la gran
mayoría de vampiros están muertos. La brisa sopla y un silencio sepulcral se
escucha en la casa.

Volteo a Wade y camino hacia él, junto su frente con la mía y me dejo llevar
de su calidez, sus brazos me rodean y abro los ojos.

Ya no soy una loba, estoy en mi cuerpo.

—Alpha, la...— gruñe.

—¡LARGO!—me encojo en su pecho, sus brazos me alzan y corre escaleras


arriba.

—Ricky Ricón, bájame.

—Creo que combatir un poco ha acelerado mi recuperación. No me siento tan


inútil ahora—llega al tercer piso y camina hacia la habitación.

—ALPHA. LA SEÑORA SERAFINA Y NATALIA HAN ESCAPADO—se


detiene abruptamente y me coloca en el piso.

Un grito de nana en su cuarto nos alarma y corremos rápidamente hasta el,


Wade tira la puerta de una patada y junto mis cejas al verla ahí.

—SUÉLTALA DESQUICIADA DE MIERDA—su voz de Alpha resuena por


toda la casa.
LEYVA 📝
La señora Serafina sonríe —Ellos están bien—señala a nana—¿la quieres
viva?—apunta en mi dirección— dame a Sara—Natalia aparece a mi costado y
Wade se coloca a la defensiva.

—No le hagas caso hijo, yo ya estoy bien mayor como para saber que debo
morir en algún momento—tomo su brazo y jalo de él.

—Confia en mí —susurro en su oído, sus manos aprietan las mías.

No te quiero perder.

Y no lo harás, confía en mí.

Totalmente desnuda me coloco frente a ella—Liberala—suelta a nana de su


agarre y me toma del brazo.

Cierro mis ojos para realizar mi primer movimiento, pero mi piel se eriza al
instante—Ni te atrevas a hacer algún movimiento en falso porqué te juro que
este tarro de agua bendita quedará impregnado en tu piel—trago grueso y
asiento.

¿Cómo supo mi debilidad?

Los ojos de Adlen miran a todos lados tratando de hacer algo—Adiós,


amorcito—Natalia trata de acercarse y él gruñe, la mira de reojo y la toma
de su cabello.

—Sueltala o te juro que la mato—sus manos sujetan fuertemente el cuello de


ella—Sola no puedes hacer mucho, o si madre.

—Ayúdame —Natalia grita y trata de soltarse. Rasguña la piel de Wade, pero


este ni se inmuta a hacer algo al respecto.

—Matala, ella no me interesa en lo absoluto, desde un principio solo era parte


de mi juego, la única que de verdad me interesa es tu Sara y más el bebé que
hay en su vientre—baja una de sus manos a mi abultado estómago y da un
fuerte golpe.
LEYVA 📝
Los ojos de él cambian a amarillos y quiebra el cuello de Natalia—Dejala en
paz—camina paso a paso, pero se detiene cuando ve el frasco de agua bendita.

—Otro paso más y se lo vierto todo en el estómago —mi corazón bombea


fuerte y el retrocede—asi me gusta, ahora—me mira a mí y luego a Wade—
Despídete porque nos vamos—antes de abrir la boca siento todo pesado y
caigo en un profundo sueño.1

Negro...

Me remuevo incómoda en el suelo frío y agarro mi cabeza palpitante, mi


cuerpo sigue desnudo y un asqueroso olor a incienso llega a mi nariz.

—Hasta que al fin despertaste—me asiento en una esquina y achico mis ojos
para ver mejor—No sé como mi hijo puede estar con una buena para nada—
junto mis cejas—Tan torpe, inmadura, fea y loca demonio—se levanta y camina
hasta mí con un palo.

Alza mi barbilla—Usted sabe que su hijo me está buscando ahora mismo y no


descansará hasta que su cabeza este fuera de su cuerpo—sonrío y me estrella
la cabeza con la pared.

—No tengo ni la menor duda en que te está buscando, es más, debe estar
desesperado ya que han pasado tres días —¿tanto tiempo? en mi mente solo
fueron minutos.

—Sé que me encontrará y cuando lo haga no dudará en preferirme a mí en vez


de una vieja traicionera y bruja —coloca la punta del palo en mi garganta y
presiona.

Comiezo a toser por la falta de aire y pongo mis manos en el para quitármelo.

—No sé como es que lo has hechizado, a pesar de todo aún sigue detrás de
ti—me mira desagradable—ya me iré, promete que no gritaras mucho —la miro
desafiante.
LEYVA 📝
Sonríe y da una señal con los dedos cuando sale del mugroso cuarto, dos
hombres entran con dos tanques grandes, huelo el aire y niego rápidamente
pegándome a la pared.

—No, no, no, por favor—se colocan a cierta distancia separados y me tiran
todo el contenido en el cuerpo.

Grito tan fuerte como puedo. Quema, arde, corta. Me revuelco en el suelo
tratando de quitarmela, pero es imposible. Mi piel va tornándose roja,
tremendas patadas en mi estómago me sacan el aire, me levanto y corro de
un lado a otro gritando a todo pulmón.3

La puerta se cierra y corro hasta ella para derribarla, pero mi fuerza se


debilita cada vez más y soy conciente de que me voy a desmayar.

Quiero arrancarme todo.

Un tremendo dolor llega a mi pecho y voy viendo todo negro.

No quiero, no quiero.

¿Por qué siempre estoy en problemas?

Caigo al suelo con el inmenso dolor sobre mi cuerpo, dolor parecido a cuando
él me maltrato, escucho pasos resonar muy lejos y un sin fin de voces, pero
sin importarme voy cerrando los ojos poco a poco y antes de caer otra vez
veo unos ojos negros.+

Oscuridad.
LEYVA 📝
CAP.45~NO TE CONOZCO

Capítulo cuarenta y cinco

Mi piel agradece la suavidad de la cama en donde estoy. Mi madre debe estar


durmiendo todavía dado a que son las cinco de la mañana, tengo que
levantarme para llegar temprano al instituto.

Me levanto y quedo desorientada por un minuto.

Un momento.

¿No se supone que yo debería estar durmiendo en el piso?

Junto mis cejas, trato de recordar que paso el día de ayer y es como si mi
pasado se borrará totalmente, como si mi conciencia me juega una mala
pasada. El cuarto en donde estoy es negro, amplio y pulcro en lo que cabe.

Tal vez este en alguna habitación distinta a las que conozco.

Veo mi cuerpo cubierto por una camisa negra que tapa solo lo necesario, abro
los ojos como platos y veo un boxer cubriendo mi parte baja.

¿Cómo terminé en esta situación?

Y como si escucharán mis pensamientos alguien entra o más bien un chico


sumamente apuesto.

Escudriño su ser mirando fijamente esos ojos negros—¿Qué haces en mi


casa? —tomo una lámpara de noche y la uso en mi defensa.

Baja sus brazos cauteloso y se queda al pie de la puerta—Soy yo, Henrry ¿No
me recuerdas? —niego.18

—¿Qué yo hago contigo?


LEYVA 📝
—Soy tu novio. Estamos en el instituto Pilar de la Fuente, estudias en el último
año en el bachillerato de ciencias y estás aquí porqué ayer te escapaste
conmigo.3

¿YO? ¿Escaparme?

Yo no soy así. Elizabeth tiene que estarme buscando por todo este inmenso
estado. Busco mi ropa por todos lados —Es hora de ir al instituto, mi madre
me va a matar ¿Dónde se supone que está mi ropa? ¿Y el baño? Ah, que
frustración —me agarra de los brazos y mi cuerpo siente miedo ante él.

—Tranquila. Hoy es día libre.

Tengo que volver con Elizabeth.

—Dame mi ropa, tengo que irme—y es cuando caigo en cuenta de que no sé si


estoy en un apartamento o casa y mucho menos se en la dirección que tengo
que regresar.

Diablos.

— cálmate, estas en mi casa, ahora mismo te llevo a la tuya para que estes
más segura —asiento.

Sus brazos me envuelven y yo trato de devolverle el abrazo, pero mis manos


se quedan inmóviles en mis costados. Mi pecho no se pega a su cuerpo, pero si
mi abdomen y lo suelto rápidamente.

Que no sea lo que estoy pensando, que no sea...

Y ahí esta, una enorme panza de embarazada. Me dejo caer en el suelo frío y
miro un punto fijo sin parpadear.

Yo no era la que decía que quería tener una profesión y luego una vida estable.
Tantas veces que critique a aquellas chicas en mi antiguo instituto, tantas
veces que lo aconseje y ahora soy yo la que está en esta situación.
LEYVA 📝
Por qué tuve que tener un novio a temprana edad, soy tonta o qué es lo que
me pasa. Sus brazos me toman por la cintura y camina conmigo hasta el baño.2

Le doy la espalda y sollozo—¿Y mi madre sabe de esto? —asiente y me voltea—


¿Y, tú te harás cargo conmigo? —sus labios chocan con los míos y no siento
nada, absolutamente nada.

Coloco mis manos en su pecho para separarme y lo consigo —Claro que lo haré,
¿cómo piensas que no? —fijo mi vista en un azulejo, sus manos tratan de
tocarme y las aparto de mi como puedo. Salgo del reducido espacio y hago el
recorrido hasta su habitación. Entra a la habitación todo mojado con una
toalla en su cintura, no le doy importancia y dejo que se vista, llega a mi vista
con ropa puesta y mete sus manos en los bolsillos de su pantalón —Vamos a tu
casa—me jala del brazo.

Siento que soy una muñequita de trapo.

Salimos de su gran casa y caminamos a su coche, el abre la puerta de copiloto


y entro, rodea el auto rápidamente y en un dos por tres está conduciendo por
las grandes calles de California. Algunas cosas que veo se me hacen conocidas,
otras no tanto, pero lo raro es el por qué de un momento a otro olvidé todo.

Soy una humana, ¿no es así? por lo tanto debo, no, no debo, ¡tengo! que
recordar. No me sorprende que Elizabeth sea la única que está en mi cerebro
ahorita mismo dado a que ella es mi madre, pero él, para ser sincera, mi cuerpo
lo rechaza absolutamente y no sé por qué deseo con todas mis fuerzas
golpearlo.

Cruzamos la ciudad y entramos en unas residencias de lujo o prácticamente


mansiones. Desde aquí puedo recordar poco, pero recuerdo. Cruzamos tres
cuadras y al final veo una enorme casa color chocolate oscuro.

Es nuestra casa.
LEYVA 📝
La casa que mi madre le compró a...9

Hago un vago intento por recordar y todo se esfuma, junto mis cejas en
frustración —¿Qué te pasa, amor? —esa palabra.

Yo la he escuchado antes.

Amor.

Esa voz tan sensual y fuerte llena mi mente y pasa un escalofrío por mi
columna.

Niego —Nada, es solo que mi mente me está jugando una mala pasada, es
todo—me giro hacia él—¿Gustas entrar? —sonríe.

—Claro, Sarita —otro escalofrío recorre mi espalda.

Sarita.

Antes de que diga otra palabra bajo rápidamente y rodeo el auto hasta su
puerta, él apaga el motor y se baja de auto algo extrañado. Tomo su mano y
camino con él hasta la puerta.

Aspiro fuerte y un potente olor a lavanda me recibe.

Ese olor.

Veo al dueño de tal fragancia que me mira de arriba a abajo con unos ojos
vidriosos y sorprendidos.

Tiene apenas un ligero indicio de barba y su poco cabello está totalmente


desordenado, su ropa como la de un pordiosero y sus ojos.

Esos ojos.

Tan verdes y hermosos que se juntan con una media sonrisa, me abraza por
impulso y quedo petrificada. Me siento protegida, resguarda y por alguna
extraña razón amada, mis manos instintivamente van a su arrugada camisa
blanca y la aprieto.
LEYVA 📝
Mi mente comienza a crear un espacio y veo el rostro de él por todas partes,
de todas las formas, hablándome, acariciandome, protegiendome, peleando,
desafiando, maltratando, dolido, furioso, mi cabeza duele y como un rayo llega
a mí el recuerdo definitivo.

“Un gusto, Sara. Soy Wade Dhall”.

El Ricachón me aprisiona en su pecho y habla con una voz potente—Tú, pedazo


de imbécil ¿Qué haces con ella? —me separo de él y voy a los brazos de
Henrry.

Esto lo tengo que aprovechar.19

—No le digas eso a mi novio, él no te ha hecho nada y ni siquiera yo te conozco


¿qué haces en mi casa? —sus ojos impresionados buscan los míos.

—¿Sara? —su voz es cautelosa, retrocedo más y me escondo en el pecho del


idiota sin corazón.

—Deja en paz a mi novia—Henrry adopta una pose de macho y veo como por
los ojos de Wade pasa un destello amarillo.

Yoshua quiere salir.

Lo que me recuerda, oh no.

Lauryn...

Lauryn...

LAURYN...

NO GRITES QUE ES COMO SI ME CLAVARAN MIL AGUJAS, ¿QUÉ


DESEAS?

No le digas nada a Yoshua, ni hables con él, quiero hacer sufrir un poco a
Wade. Quiero verlo celoso.

Si es por mí está bien, ahora cállate.15


LEYVA 📝
Como si nada agarro de la mano al estúpido y lo llevo hasta su auto, entro y
tomo su mano—Mírame a los ojos —hace contacto con los míos y suspiro.

Siento como una ola de calor sube por mi espalda y reposa en mis mejillas para
luego hacer arder mis ojos. Su mano me aprieta y trata de salir del auto, pero
mientras más se mueve más lo sujeto.

—Suéltame —dice asustado y sonrío.

Niego y le tapo la boca—Ahora tendrás que hacer todo lo que yo diga,


esclavo—mi voz suena gruesa y distorsionada. Traga grueso y asiente—Te
necesito para un objetivo en común, tú solo sigue fingiendo ser mi novio—
ruedo los ojos—uno tonto y sin cerebro—digo con asco, le destapo la boca.

—Y por qué tú, una loba me tiene piedad a mí, un hada—no soy tonta, si lo
mato tendré diez años de maldición.6

—¿No escuchaste que te necesito para un objetivo? —su rostro se


descompone y se suelta de mi agarre.

—¿Por qué me tuve que enamorar de ti? ¿Por qué mi corazón te eligió a ti? Y
más aún ¿por qué te salve de las garras de esa anciana?—aprieta el volante.10

Me encojo de hombros—No lo sé. Te doy la gracias por salvarme, pero si me


fallas te mandaré al mundo demoníaco igual que a mi tua cantante —el auto es
un completo silencio y suspiro —Mira, yo no te puedo corresponder. Son cosas
del corazón y en esto el cerebro está en segundo lugar—señalo a Wade quién
no ha despegado la vista del auto—a pesar de que me ha hecho tantas cosas
malas mi corazón lo odia, pero de buena forma. Es el padre de mi hijo o hija.

Levanta las manos—Hijo, es un niño—me quedo estática en mi lugar.

Un heredero para Wade, un Wadecito.14

Sonrío—Con que un niño, gracias—mi pecho se contrae y las ganas de llorar


me invaden, me abanico para no dejar que una lágrima caiga y volteo hacia él
LEYVA 📝
—Bien, ahora bajaré del auto y llegaré a la puerta donde giraré y tú bajaras
la ventana y me dirás adiós a lo estilo mujeriego —puedo ver sus ojos
cristalizados atraves de sus largas pestañas.

—De nada—sonríe irónico, tomo su mano apretada en el volante y él me mira.

—No seré para ti, pero puedo asegurar que encontrarás a una mujer más
mandona, regañona y con carácter que yo, recuerda que en este mundo existen
muchos tipos de personas —niega —debes pensar que estoy loca y lo estoy,
es la verdad. Ya bajaré —golpeo su hombro y doy un leve beso en su mejilla.

Salgo y cierro la puerta, camino hasta la puerta con cierto remeneo de


caderas provocando a cierto lobato que tiene la vista fija en mí, antes de
subir los tres escalones para entrar giro y encuentro a Henrry con una sonrisa
picarona, me observa a través de sus lentes negros, se muerde los labios y me
manda un beso.4

Eso fue...

Mis mejillas se sonrojan y río como tonta, coloco un dedo en mis labios con
coquetería y él giña. El auto da marcha hasta que ya no escucho el motor, giro
y me encuentro con sus ojos, subo y paso por su lado, entro y veo la limpia
decoración de la casa.

Hay muebles, objetos electrónicos, todo. Llevo una mano a mi nariz tratando
de calmar las ganas de estornudar y es en vano, el estornudo resuena por toda
la casa y mi corazón comienza a latir fuerte por la presencia de él detrás mío.

—Madre, Elizabeth, ¿Dónde estás? —trato de calmar mis nervios hablando.

—Estaba en mi casa, ya debe estar llegando, Sara ¿te puedo preguntar algo?
—cierra la puerta y trago grueso.

Asiento dudosa y me giro para confrontarlo—Antes que nada, ¿Usted cómo


sabe mi nombre? —junto mis cejas— ¿Acaso es la conquista de mi madre? —
ladeó mi cabeza un poco.
LEYVA 📝
—¿No me recuerdas? —niego, suspira—Yo soy Wade Dhall, un empresario de
California, tengo veinticuatro años, no tengo que describirme físicamente
porque me estás viendo, soy de un fuerte carácter, conozco a tu madre no
por sus antiguos servicios si no por mi mejor amigo y te conozco a ti porque
tú eres su hija—gran explicación cargada de decepción.

—Entiendo, iré a mi cuarto. Puedes esperar en el sofá —mira el suelo con sus
manos en los bolsillo y se dirige al sillón.

Quiero lanzarme contra él, pero ahora no puedo.

Arruinaría mis planes.

Mis pies tocan la escalera y suspiro con cansancio, quiero estar en su casa con
el bonito ascensor.

Llego a mi cuarto y me despojo de la ropa, me volteo para cerciorarme que la


puerta este cerrada y en definitiva lo está, giro para buscar la toalla en el
ahora tan ordenado y limpio cuarto, pero su voz me detiene—Sara tu madre
ya está a... —mi respiración se acelera y a mis mejillas llega toda mi sangre al
escuchar el abrir de la puerta. En un veloz movimiento me estrella contra la
puerta del armario y me agarra del mentón, su respiración anormal me eriza
la piel. Trato de formular palabras, pero más bien salen como quejidos, su
cuerpo me apriciona a él y roza mi labio inferior con su pulgar—Si no quieres
que te toque, si no me conoces, ¿por qué tu cuerpo responde así ante mi
tacto?—trago grueso y mis manos viajan a su pecho.+

En que me he metido.

Yo, ¿jugando con fuego?

Claro que es una pésima idea.


LEYVA 📝
CAP.46~OJOS CERRADOS

Capítulo cuarenta y seis

Pov Wade

Todavía no puedo creer que ella piense que es una humana.

Y mucho menos que me echara de su casa.4

Aprieto el volante del auto, el estúpido sabor a sangre en mi boca es


desagradable. No sé como ella reunio las fuerzas para tirarme lejos de su
cuerpo si me pedía a gritos que la hiciera mía. Aún sin recordar lo que en
realidad es tiene la suficientemente fuerza para mandarme lejos.11

Sonrío, esa es mi chica.

Llego a la entrada de la mansión y nana me espera en la puerta. Tiene que


haber algo muy importante como para que ella este ahí.

Bajo del auto, paso adentro con ella y el camino a la sala se hace evidente,
antes de llegar veo a mi padre con los puños apretados y lágrimas corriendo
por su cara, pasa a mi lado sin decir ni una sola palabra y es cuando huelo el
aroma a rosas que ahora detesto.

Entro y la veo tirada en el piso, los guardias están rodeando la sala por algun
movimiento en falso y a mi lado llega Roberto, se coloca en una posición de
descanzo y habla tranquilamente —La encontramos tirada inconciente al
límite de nuestra manada, también tenía este mensaje —me entrega una hoja
toda achurrada.

Lo tomo y leo la perfecta caligrafía que hay plasmada.

Tu amada ahora está en mejores manos.

El aroma que desprende el papel es a ese repugnante aroma a hada, lo achurro


y lo lanzo lejos de mí.
LEYVA 📝
Sé que parezco un niño haciendo esto, pero él no me quitará a mi Sara.

—¿Tienes miedo de que alguien más la tenga para si? —sonrío.

—Tú no tienes a alguien para ti—cambia su cara y trata de levantarse, pero


soy más rápido y le doy una patada a su estómago.

—¿Ahora con esto te defiendes? No ves que ella te ciega—me agacho a su


altura y tomo su barbilla con fuerza.4

—Eso es ser generoso, ¿quieres todo contra ti? No te preocupes, lo tendrás


— me levanto—dile a la bruja de la manada que te de una pastilla torturadora,
quiero que vea sus propios demonios —Roberto asiente—aparte de eso quiero
a los enfermos con esta perra, quiero que se enferme rápido, colocale un
inyectable de sangre infectada, pero antes pueden hacer lo que sea con ese
cuerpo y si es que le puede causar algo, además que los más necesitados
aprovechen a la puta desgraciada—señalo su cuerpo—no quiero compasión,
quiero que utilicen—desvío mi mirada a Roberto—por órdenes de mi Luna y
mías, quiero que utilicen todos los instrumentos de tortura. Esta inútil
traicionera tiene que sufrir como lo hizo Sara por su culpa—me de vuelvo
sientiendo sus ojos sobre mi espalda —y para el final quiero que la cuelgues
de cabeza desnuda con las piernas separadas en el lugar donde siempre se
hacen las ceremonias de iniciación — antes de decir otra cosa más me viene a
la mente Sara y los niños—eso solo será a presencia de adultos. La cortarán
a la mitad con una sierra y eso será dentro de dos días—desaparezco del lugar
y subo a la habitación de Emilie donde todas sus cosas aguardan.29

Su olor me pega de golpe y aspiro fuertemente, pero ni aún con todo ese
aroma puedo aplacar el vacío que siento.

¿Por qué nunca la puedo proteger?19


LEYVA 📝
Subo a mi cuarto y me despojo de la ropa, entro al armario y saco un el típico
conjunto de entrenamiento: Una camisa blanca y un buzo. Debo entrenar, es
lo único que me sirve para pensar y procesar todo.

Bajo y salgo de la mansión, puedo escuchar a todos hablando y comentando


sobre la ex luna mientras que los niños juegan felizmente, saludo a una que
otra familia y comienzo a correr directo al campo de entrenamiento.

Llego y los pocos adolecentes de mi manada perfeccionan sus ataques y


entrenan fuerte para lograr ser mejores, cada uno asiente con la cabeza y
voy directo a Paola quien está dando ordenes, antes de llegar se gira e inclina
su cabeza.

—Alpha, ¿a qué se debe su visita? —su tono de voz es demandante.

—Solo quiero entrenar un poco con cada uno de ellos—señalo a los próximos
guerreros—¿No puedo? —asiente.

—Claro—me volteo y quito mi sudadera, ella da un silbido y todos


automáticamente se forman en fila. Siento el nerviosismo de cada uno y sonrío
internamente—Hoy, el Alpha a venido a deleitarnos con su presencia, quiero
que cada uno aplique lo que he enseñado hasta ahora, haber si así lo pueden
aun que sea derribar, sin más, los estaré observando por allá—gira sobre sus
talones y se va.

Me coloco en posición de ataque y sonrío victorioso.

Esto les va a doler.7

...

Son las nueve de la noche y aún sigo acostado en el patio trasero de la mansión,
mis ojos viajan a cada estrella tratando de formar su rostro y fallo al darme
cuenta de que conté varios aviones como estrellas.2

Me siento tan inútil.3


LEYVA 📝
¿Y qué haces aquí entonces? Ve a buscarla y convencerla de lo contrario.

No empieces Yoshua.

Solo digo lo que deberías estar haciendo, conquistando su corazón.

¿Conquistando su corazón? Eh.

Su corazón de igual forma no me ama, ella antes de todo dijo que se iría, solo
con un simple gesto lo supe.

Me levanto y entro a la mansión, subo a la habitación y me doy una ducha,


salgo y entro al armario.

Todo me parece tan robótico.

Me pongo una camisa negra y subo las mangas hasta mis codos, agarro un jean
del mismo color y unas zapatillas blancas. Acomodo mi cabello y me coloco mi
reloj, giro para comprobar ese espacio vacío y salgo de ahí, tomo las llaves del
auto y bajo.

Agarro el pomo de la puerta y nana me interrumpe—¿A dónde vas? —giro la


cabeza levemente —no tratarás de hacer algo de lo cuál te puedas arrepentir,
¿cierto?

Sí, lo haré.

Niego y abro la puerta, camino al auto y salgo disparado a las calles de la


ciudad, la suave brisa del carro acaricia mi piel recuperada y doy un suspiro
de alivio.

¿En qué me he convertido?

¿En qué ella me ha convertido?

El bar está hoy abarrotado. Me estaciono cerca y bajo del auto con seguridad,
camino a la puerta trasera del local y toco tres veces antes de entrar.
LEYVA 📝
Escucho los mandatos de Aruna en todos lados y doy una señal para que entre
al cuarto de gerencia.5

—¿Qué desea, Señor?

Wade, no lo hagas.

—Se mi entretenimiento —tomo asiento y me cruzo de brasos.30

Ella cierra la puerta y con extrema seducción empieza a desabrochar su


camisa en frente de mí, sus manos recorren su cuerpo y yo solo miro la escena
con cierto asco y repulsión. Mis ojos neutros viajan a mi amigo que ni siquiera
se a tomado la molestia de despertar.

Dirijo mi vista a su baile mientras termina de quitar su camisa y hago una


mueca con mi cara, tiro la silla hacia atrás y doy un giro para mirar la pared.

—¿Es por ella cierto?—se aproxima a decir.

—Eso no te interesa —escucho sus tacones resonar con la baldosa de la


oficina.

—Claro que sí, desde que ella apareció has dejado de visitarme, tocarme,
decir cosas amorosas, estás arisco y fuera de eso no quieres sexo, ¿a caso
esa niña inmadura te tiene en las palmas de sus manos? —sonrío irónico.2

—No me reclames porqué lo que hubo entre tú y yo solo fue sexo sin
compromiso, igual que Natalia pensabas llegar a la cima de todo y
arrebatarme, pero lo cierto es que harías cualquier cosa para dañarla a ella y
quedarte conmigo sabiendo que si la dañas a mí igual. Estoy sujeto a Sara y si
muere, yo también —veo sus ojos llenos de lágrimas y me levanto de la silla.

—Lo siento—dice antes de que salga—pero yo rechacé a mi mate por ti, no


pienso dejar que ella te atrape así por así —giro mi cabeza.13
LEYVA 📝
—Yo no te pedí que lo hicieras, y si le tocas un pelo y me doy cuenta que fuiste
tú, te torturo yo mismo asi como lo están haciendo ahora con la Señora
Serafina—tapa su boca con asombro y salgo de ahí.

¿Como pensé que algo así la igualaría?

Me estoy volviendo loco.

Estoy loco.9

Subo al auto y manejo hasta su casa. La luz de su cuarto está prendida al igual
que todas en la casa. Matías y Elizabeth deben estar haciendo algo, ellos no
son de quedarse quietos. Bajo del auto, camino directo a la puerta y antes de
tocar el timbre escondo mi aroma, finalmente toco y una presión se instala en
mi pecho.

Trato de aplacar ese estúpido sentimiento y meto mis manos en los bolsillos
del pantalón, sus pasos rápidos y decididos corren de su cuarto al primer piso
y se detiene unos centímetros antes de llegar a la puerta.

Solo de pensar que ella este esperando al idiota ese me hace querer
estrangularlo.

Abre la puerta con los ojos cerrados y la observo extrañado. Lleva un vestido
algo corto de color rojo y sus pies descalzos —Henrry no te hagas, sé que
dijiste que vendrías y que cerrara los ojos porque tenías una sorpresa, además
de que es extraño de que no me hables—suspira—mamá no está en casa, se
fue con Matías a cenar.9

¡Bingo!

La empujo dentro y cierro la puerta, desprendo mi aroma y ella da un leve


suspiro. Su boquita, sus labios, esas pestañas, su cabello y su cuerpo me
enloquece.
LEYVA 📝
Mi amigo despierta automáticamente y duele por no poder estar dentro de
ella, llevo mis manos a sus labios y toco la suavidad de estos, sus manos van a
mis brazos y junta sus cejas.

—¿Estás haciendo más ejercicio? —abro mi boca para contestar, pero callo
antes de hablar.

Ella no debe saber que soy yo.

Me acerco lentamente y pego su cuerpo junto al mío —aparte de musculoso,


más alto y con un aroma embriagador. Los esteroides nunca son buenos, pero
estás más guapo así—sonrío de lado.5

Así que soy guapo, eh.

Sin perderme otro minuto más acerco sus labios a los míos y la beso, Sara
coloca sus brazos al rededor de mi cuello y me agacho un poco para capturar
mejor su rostro. Siento la presencia de Matías cerca y me comunico con él.

•link•

Estoy en la casa, fuera de aquí.12

Entendido, Alpha.

Cierro el link y la empujo contra la puerta, su pecho sube y baja rápidamente


y sus labios rojos ansiosos buscan los míos otra vez.

Va a mi camisa y comienza a quitar botón por botón hasta dejarme sin ella,
rápidamente sus delgadas manos viajan a mi abdomen y toca de arriba abajo,
muerdo mis labios sintiendo lo bien que se siente su tacto sobre mi cuerpo,
llevo mis labios a su cuello y comienzo mi ataque en mi marca.

Una voz interior me dice que le diga la verdad, que le diga que soy yo, pero
otra me dice que aproveche la oportunidad.+

Y es que me enoja, me cabrea que ella piense que soy ese estúpido de mierda.5
LEYVA 📝
La sujeto fuerte de la cintura y pego su cuerpo lo más que puedo del mío.

A la mierda todo.2

—Abre los ojos.


LEYVA 📝
CAP.47~AGUA

Capítulo cuarenta y siete

Pov Sara

Todo iba jodidamente perfecto y el viene a hablar.5

Por supuesto me tuve que hacer la desentendida e asustada y correr escaleras


arriba y encerrarme en mi cuarto a escuchar como dice que le abra la puerta
desde hace una hora.8

Me asiento en el piso al frente de la puerta y él deja de hablar para


acomodarse igual que yo—Sé que me estás escuchando, te digo esto porqué
lo necesito. Te quiero y me gustaría que vuelvas a mí, toda tú me pertence,
absolutamente toda, desde tus pies hasta el último pelo de tu cabeza —lo
escucho quitarse los zapatos y tirarlos lejos—y escúchame bien, no me
rendiré —se levanta.3

Sonrío, el ricachón es insistente.

Su aroma desaparece y observo por la ventana como arranca el auto y se va.1

Maldito.

Como se le ocurre hablar y yo tan bien que me la estaba pasando, su olor, sus
besos y esos brazos fuertes, pero más ese abdomen esculpido.

Me moriré por pecar tanto.8

Toco mi pecho y trato de calmar el anormal latido de mi corazón, me acomodo


en la cama y tomo mi nuevo celular, conecto los audífonos y dejo que la música
fluya en todo mi cuerpo.
LEYVA 📝
Una mano aspera me cubre la cara y trato de zafarme, huelo el aire y no siento
nada, subo mis manos para sacar mi poder y toma las dos en un solo
movimiento.

No otra vez.2

Cómo es posible que siempre este en peligro constantemente.

Me levanta cuidadosamente y suelta mi rostro para dirigir su mano a mi


vientre—Este va a ser mi hijo —suelta mis manos y trato de empujarlo, pero
es una jodida pared de ladrillos.

—¿Cómo entraste? Vete —digo rápidamente y tomo el celular —Llamaré a


mamá —pasa a mi lado y se acuesta en mi cama.

—Quiero ver que lo hagas y ver tu reacción cuando te diga que no puede venir
—cruza sus brazos.

—Llamaré a Matías, él tiene que venir —digo.

—Está con tu madre, no creo que quieras saber que hacen.

Junto mis cejas—Eso no lo necesitaba saber, de igual forma, ¿Cómo lo sabes?


—calla y se escucha un silencio sepulcral —entonces llamaré a Henr... —tan
rápido como puede se levanta y me arrebata el celular de las manos, lo
examina y sin ningún interés lo estrella contra la pared.

Sus manos toman fuerte mis hombros y hago una mueca de dolor—Ni siquiera
se te ocurra llamar a ese imbécil, porque juro que lo mato a golpes—sus ojos
cambian a amarillos.

Sara, no creo que es buena idea darle celos ahora, él está super enojado.

Me vale. Donde me golpee lo mato, lo juro.

Cuando le diras que eres tú. Estoy ansiosa por hablar con Yoshua, quiero
a mi amor ahora, justo ahora.8
LEYVA 📝
Tranquila, dame un día más o dos y ya, es todo lo que necesito.

Pues no quiero.

Lo harás porqué yo soy la que mando.

Dejo de pensar en eso y me concentro en como Wade escudriña mi mirada con


esos ojos, su agarre se suaviza y suspiro aliviada.

—¿Qué fue todo eso? Me das miedo—me alejo de él lo más posible. Su cara
es un poema, con calma se va acercando a mi y grito—YA DÉJAME
TRANQUILA, DICES COSAS ABSURDAS, COMO ESO DE QUE SOY TUYA
Y YO RESPONDO A TUS TACTOS Y AHORA EL BEBÉ DE HENRRY ES
TUYO, MANIÁTICO. SAL DE MI CASA O LLAMARÉ A LA POLICIA.5

Me observa con detenimiento y camina hasta la ventana para tirarse por ella,
corro a verificar si no se ha golpeado y cuando lo veo alejarse con las manos
en los bolsillos me arrepiento de lo que he hecho.

Diablos, en qué estoy pensando.

¿Por qué soy tan contradictoria?

Rápidamente tomo el teléfono de casa y marco el número de la mansión, suena


y en el tercer toque escucho la voz de nana.

Trago grueso—Nana, soy yo, Sara. Luego te explicaré todo, solo no dejes que
Wade haga algo estúpido, está herido por algo que le dije y no le digas nada
sobre que me acuerdo de todos y cada uno de ustedes —digo todo tan rápido
que se escucha un silencio del otro lado de la línea—¿Nana? ¿Estás ahí? —
respira fuerte y habla suave.

—Está bien, no le diré nada a mi niño, pero no lo hagas sufrir mucho, es verdad
que él no debió actuar como lo hizo, pero te pidió disculpas, está corrigiendo
sus errores y sus sentimientos a pesar de todo son puros hacia ti—con esto
LEYVA 📝
cuelga y me deja con un nudo en la garganta, me acuesto y apago la luz del
cuarto.27

Mi corazón duele, no como el tipo de engaño, si no como una soledad inmensa.


Mis nudillos arden y mis piernas también, me levanto y giro hacia la ventana
que sigue abierta, la cierro y camino directo a la puerta a oscuras, la abro y
me encuentro una figura imponente, antes de hacer cualquier movimiento
habla y me tranquilizo.

No debo estar agarrando estos sustos, es malo para mí —¿Qué haces aquí,
Henrry? —digo evitando todo tipo de conversación y camino a la cocina con él
detrás de mí.

—¿No puedo visitar a mi novia? —niego.

—Yo no soy tu novia, ¿Qué quieres? —ruedo los ojos.

—Venía para ver si mañana vamos a un bar y lo llamamos a él ahí para que vea
y sienta más celos.

—No haré nada más —toma asiento en la isla de la cocina algo confundido.
Saco la leche de la nevera y tomo directamente del cartón.

—Pensé que querías venganza.

Asiento—Y la quiero, pero ahora no, ya lo lastimé un poco—dejo el vaso en el


fregadero y lavo mi boca.

Camino escaleras arriba con él dándome una y mil ideas de que es lo mejor,
prendo la luz de mi cuarto y volteo hacia él—Mira, te dije que no—me cruzo
de brazos.

—Vamos, entonces solo ven con nosotros y ya está—junto mis cejas y el


parece comprender —Julieta, yo y tú —corre hasta mí y me da un abrazo—
vamos, di que sí —ruedo mis ojos y asiento.
LEYVA 📝
—Ahora sal de mi cuarto y cuando salgas asegúrate de cerrar la puerta—
demando y él se va sin ningún problema.

Apago la luz nuevamente y me acuesto en la cama para asi quedarme


totalmente dormida.

...

—Sara levántate, tienes que ir al instituto —mi madre me zarandea de un lado


a otro y me tapo con la colcha.8

—No quiero ir—mi voz suena ronca y chillona.

—¿La gran Sara está diciendo qué no quiere ir? Vaya, que novedad—me quejo
y quito la colcha de mi cara.

—¿Por qué mejor no me haces el desayuno? Quiero fresas —niega sonriendo.

—Supe que Wade estuvo aquí, ¿estás bien? —soba mi cabeza y suspiro
cansada mirando el azul de mi habitación.

—Creo que lo lastimé por que le dije que le tenía miedo y pues, solo se fue —
ella hace un espacio en mi cama.

—¿Por qué no le dices la verdad? Mira que estás embarazada y tienes que
tener todas tus fuerzas y si Wade se va a otro lado pensando que tú no lo
recuerdas, cómo tendrás fuerza si él no está cerca de ti.

Wade no haría eso.

Al menos yo pienso así.

—¿Tú crees? —asiente. Giro mi cabeza hacia ella y la tiro fuera de mi cama.

Se levanta rápidamente y quita sus cabellos de su cara—¡En serio! —río y se


señala a sí misma—Me descobrare esta, ya verás.
LEYVA 📝
Sale de mi cuarto y me levanto. Siento un tremendo dolor en los pies y veo
como mis tobillos están hinchados, hago mi rutina matutina como siempre y
bajo a la cocina.1

—Buenos días —digo para Matías, paso por su lado y toco su hombro.

Solo es con una intención: empezar una conversación y terminar con Wade en
mis labios.1

—Buenos días, ¿Cómo estás?—saco el cereal y la leche de la nevera.

—¿Bien y tú? ¿Y Elizabeth dónde está? —preparo mi desayuno y escucho su


voz entrar a la cocina.

—Aquí estoy. Por cierto, hoy te ves hermosa con ese vestido rosa—niego,
busco la cuchara y me asiento. Ella pone el plato al frente mío y por primera
vez puedo decir que me siento como en una familia.

Tú pronto tendrás una familia.

Tendremos.

Mamá deja caer una lágrima que limpia rápidamente para no arruinar su
maquillaje de horas—Sé que eres muy emotiva, pero no creí que tanto—sonrío
y ella me fulmina con la mirada.

—No creas que se me olvida la de esta mañana, por cierto muévete porque
mi macho ya tiene que salir—abraza a Matías por la espalada y él solo sonríe
como estúpido.

De seguro Wade y yo no no vemos así.3

Me levanto y coloco el plato en el fregadero, dejo que ese par se despida con
sus besos asquerosos y voy directo al auto. Él llega, abre el carro y monto, el
Mercedes benz emite un zumbido y de un momento a otro salimos de la casa,
veo a mi madre despedirnos con las manos al aire, le devuelvo el saludo y
pasamos a las calles de California.
LEYVA 📝
Siempre tan llenas, pero no lo suficiente como para que haya un
congestionamiento, observo a Matías que me mira a través del retrovisor y
luego a la carretera.

Desvío mi mirada a las calles y pregunto por esa duda que me carcome —¿Cómo
está él?

Sus ojos reflejan miedo y preocupación —Me dijo que te llevara a la mansión,
lo desafíe y ahora está enojado conmigo, fuera de eso está algo distraído.
Anoche me pidió que entrenara con él y acepté sabiendo yo que perdería, pero
lo que me dejó impactado es que lo vencí de dos golpes—junto mis cejas—él
me golpeaba superficialmente, nada de otro mundo —carraspea —tal vez
debas dejar ese juego atrás, el Alpha está más débil de lo normal y ningún
atacante o enemigo lo puede agarrar en defensas bajas por que será una
victoria muy fácil y bochornosa, además de que Wade perdería todo—
llegamos a el instituto y bajo sin decirle ni una sola palabra.3

Necesito pensar que haré.5

Me encamino a mi casillero donde guardo todo y saco solo los libros más
importantes y tres cuadernos. Por los pasillos son pocas las personas que hay
gracias a que aún son las seis de la mañana. La puerta de la dirección es
azotada y dirijo mi vista a un Henrry muy enojado, camina directo a la
cafetería y ahí también estrella las puertas, cierro mi casillero y veo quien a
sido el causante de tanto alboroto.

Un Wade sonriente sale de la dirección acomodándose su saco azul pegado a


sus brazos. Camina con toda la seguridad del mundo y pasa por mi lado como
si nada, camino rápido y tomo su brazo antes de que salga.3

Él gira, me observa a de arriba abajo y se muerde los labios—Dime, muñeca


—junto mis cejas.1

¿Ese es el Millonario?
LEYVA 📝
Tiro las cosas al suelo y lo empujo con todas mis fuerzas—¿Qué diablos te
pasa? Ahora que le hiciste a Henrry, maniático —se acerca a mí tanto que me
empieza a dar ese escalofrío cuando él esta cerca y me enrolla con sus brazos.

—Solo algo de lo que te enterarás luego—muerde su labio seductor y sonríe.

—Suel... —siento como agua corre de mi intimidad bajando entre mis piernas
y mojando el suelo y mi vestido.1

Junto mis cejas, ¿esto qué es?8

Miro la cantidad de líquido en el piso y como si fuera poco, un inmenso dolor


se instala en mi bajo vientre.+

¡Dios, voy a parir!


LEYVA 📝
CAP.48~AMIR, FIESTA Y ÉL (ESPECIAL)

Capítulo cuarenta y ocho

Siento mi mundo desfallecer, todo se vuelve tan pesado y observo a Wade


horrorizado mirando como caigo al suelo. Antes de sentir el impacto me dejo
llevar por la oscuridad.

Trato de abrir los ojos, pero no puedo, escucho la voz de nana gritando de un
lado para otro y pasos distintos sonando por todos lados.

—Tengo que abrirla para poder salvarla, su vida corre peligro, Alpha. El bebé
está robando casi toda su energía por eso creció rápido estos últimos días —
reconozco la voz del doctor.

—HAGA LO QUE TENGA QUE HACER RÁPIDO, SI ELLA MUERE USTED


TAMBIÉN—ameneza el ricachón.3

—¿Cómo está? —la voz de Henrry me saca de mi lucha interna y procedo a


escuchar.

—TODO ESTO ES TU MALDITA CULPA, IMBÉCIL—como por arte de magia


la escena llega a mi mente y abro mis ojos antes de que Wade haga una locura.

Muevo mi mano y apenas formulo unas cuantas palabras—Wade, tranquilo —


susurro con voz ronca y el corre hasta mí.1

—¿Te acuerdas de mí? —sus ojos brillan intensos y me escudriña, asiento y él


empieza a rellenar mi cara de sus besos—cómo te extrañe luna mía, pensé que
te había perdido—abro la boca para contestar, pero un fuerte dolor se instala
en mi vientre bajo y comienzo a ver como todo se va oscureciendo otra vez—
No, no me dejes—gira hacia el doctor —QUE NO ES SU TRABAJO QUE
ELLA ESTE JODIDAMENTE BIEN—el doctor se encoje en su lugar y me
coloca una inyección.4
LEYVA 📝
—Ya voy a sacar el bebé, ella no puede estar despierta o más doloroso va a
ser, no está viendo usted, Alpha, que ella está palida, sin color y sus ojos
tienen unas grandes ojeras negras, eso es sinónimo de energía gastada— me
dejo caer a un profundo abismo.

Toco mi pecho desesperada, me duele. Grito tan fuerte como puedo, siento
mi vientre desgarrandose y el sudor bajando por mi frente. Mis piernas arden
y aprieto mis dientes para disminuir los gritos, pero es en vano.

¿Es que nadie me escucha?

Veo a mis costados y todo se torna negro, una sensación de paz y tranquilidad
me arrulla y cierro mis ojos suspirando aliviada.

...

Despierto y examino mi cuerpo vestido de blanco. Junto mis cejas, ¿qué hago
yo así? Miro a mi al rededor y veo el armario del ricachón.

¿Qué hago aquí?

Alzo la mirada y sentada frente a la peinadora hay una niña rellenita con un
vestido de novia tan hermoso como ella.4

Su maquillaje es sútil tanto que resaltan sus ojos verdes y su peinado es suelto
con ondas callendo por sus cachetes y espalda. Suspira llena de felicidad y se
levanta —Bien Irina, iris o irresistible como él te llama—se sonroja —aun que
tus padres no esten hoy —mira el suelo y sonríe para ella—mamá no hubiese
querido que llorara, ni mi padre tampoco, de igual forma sé que ustedes me
acompañarán hasta el altar, asi que voy con todo—sale de la mansión y
rápidamente veo otro plano de la situación.1

La visión del altar hasta la novia que está en la puerta lista para salir es
impresionante, puedo sentir los rápidos latidos del afortunado y sonrío para
mis adentros, la música empieza a sonar y me veo saliendo con la novia en
primer plano y todas las miradas se posan en aquella chica tan sonrojada.
LEYVA 📝
Llego hasta el altar con ella, el millonario se posiciona a mi lado y se la entrego
al chico—Cuídala Amir, que todo lo que te enseñé no sea en vano—¿enseñe?1

—No te preocupes, la cuidaré muy bien madre —¿Madre?1

Madre.

...

Un llanto sordo resuena en mis oídos y escucho la voz de Wade llamándome a


lo lejos—Sara. Sara despierta, Sara—mi paronama se va aclarando y a mi
alrededor tengo a más de diez personas mirándome. Giro mi cabeza al suelo
donde está el doctor secándose el sudor.

Hago un amago intento de sonreír y el gusto de tomar agua llega a mi boca—


Tengo sed—todos quedan atónitos y mi madre abre paso entre Wade.

—Lo primero que podrías haber dicho es Te amo, Wade. o ¿dónde está mi
bebe? Pero tú siempre de anormal y dices que tienes sed—alza sus manos
dramáticamente.12

—Pasenle el agua a la pobre madre del bebé—junto mis cejas.

Giro mi cabeza al otro lado de la habitación y encuentro a una chica


sumamente hermosa con cabello de distintos colores.

Es bonita.

De igual forma, ¿ella que hace con Amir?2

—¿Quién eres? —comienzo a desconfiar y empiezo a respirar acelerada—


¿Qué haces con mi hijo, por qué lo estás cargando? —trago grueso y ella se
acerca a mí.

—Hola, soy Valentina. Vieja amiga de Wade y la que se encargo de cuidar de


tu bebé mientras estabas desmayada—mi corazón poco a poco se calma al
escuchar sus palabras.3
LEYVA 📝
—Aquí está el agua—nana llega a un costado de la cama y me da a tomar un
poco, en mi paladar saboreo el delicioso sabor y doy tragos más grandes, pero
ella quita el vaso rápido de mis boca—ya no más o te hará mal—me quejo y
Wade se asienta a mi lado.

—Trae a mi hijo —el ricachón le hace unas señas a valentina y ella se acerca,
con mucho cuidado lo deposita en los brazos de Wade y se aleja un poco.
Observo a mi pequeño Wadecito y aguanto las lágrimas en mis ojos —¿Quieres
cargarlo? —asiento.1

Lo posiciona en mis brazos y este inmediatamente calma sus llantos. Imagenes


borrosas del sueño que tuve llegan a mi mente y sonrío.

Amir.

Sus ojitos azules me enfocan y su piel blanca con pocos lunares reluce bajo la
iluminación en el cuarto.

Es tan hermoso.

Sonrío para él y en su carita se forma una sonrisa.

Awwww.

Sueno mis mocos y las lágrimas ruedan, ¿no es que las emociones son antes
del parto?

Su manita viaja a mi dedo y lo lleva a su pecho, siento un flash en la cara y


pego un pequeño brinco en la cara. Alzo la mirada y encuentro a Elizabeth
llorando en el pecho de Matías —Mira que hermosos se ven—este soba su
cabeza y le dice algo al oído, ella sonríe—Ya tengo la primera foto familiar de
el apellido Dhall Poezyn— sonrió.

Observo a Wade que me mira con cierto destello en sus ojos. La chica de
antes carraspea y todas las miradas se fijan en ella—lamento mucho
LEYVA 📝
interrumpir este momento tan conmovedor, pero no tengo mucho tiempo para
darles esta noticia. Si es que Wade me lo permite.

—Adelante—dice tan relajado y con un leve asentimiento de cabeza.

—Hoy es mi cumpleaños, al igual que el de esta cochita —se acerca a Amir y


toca sus cachetes —y los quería invitar a ustedes dos —nos señala —también
a Matías y Elizabeth. La fiesta es ahora en la noche—muerde sus labios
sonriendo insegura.

No quiero arruinar su alegría solo por mi culpa, pero lo tengo que decir—
disculpa Valentina, pero no podemos ir, o al menos yo no — junta sus cejas
extrañada y suspiro —es porque recién doy a luz, y si soy sincera estoy
aguantando dolor, pero no lo hago notar porque la felicidad es mas grande —
hago un intento de sonrisa que me sale más como una mueca.

—¡Oh! De eso me puedo encargar yo—junta sus cejas y me examina.

¿Acaso es bipolar como Wade?2

—¿Y cómo se supone que lo piensas hacer? —mi mirada la escanea de arriba a
abajo curiosa.

—¿Puedes levantar la bata y dejarme ver, ya sabes? —se acerca hacia mí.

—Está bien—mi voz suena insegura.

Ella coloca sus manos en donde más se concentra el dolor y dice unas palabras
extrañas que no logro distinguir, todos en el cuarto la miramos confundidos y
giro mi cabeza hacia el ricachón que no muestra ni un gramo de estar
sorprendido.

—Siempre se me olvida que tienes esa especie de poderes.

¿Qué fue eso?

—Ay querido. Tú siempre te olvidas de todo.


LEYVA 📝
Junto mis cejas, ¿cómo que querido?

¿No se supone que yo debería darle celos con Henrry?

Después de todo, ¿Dónde está?

¿Celosa?2

Su voz resuena en mi cabeza sacándome de mis pensamientos y niego.

Querido, yo no soy celosa.

Sí, si. Lo que usted diga.

Sonríe grandemente y alzo una ceja, giro la mirada a Valentina y ella parece
captar mi enojo casi impredecible.

—Tranquila Sara, tengo mate. Además, él nunca me ha llamado la atención,


siempre lo he visto como mi hermano, lejano, pero mi hermano—muerdo mis
labios nerviosa y una ráfaga de calor pasa a mis mejillas.

Siento otro flash en mi cara —La primera foto sonrojada como madre—
Elizabeth hace todo un bullicio y niego en desaprobación.16

—Madre, deja de tomarme fotos que no soy fotogénica, y —siento la


presencia de Henrry detrás de puerta y Wade da un pequeño gruñido de
advertencia —lo siento, pero tengo que hablar con él —me levanto con Amir
en mis brazos.

Antes de abrir la puerta veo a Wade y abro una comunicación con él.

Necesito hablar con los dos.

No quiero hablar con ese imbécil.

No tienes opción.

No lo haré porqué te juro que lo mataré.


LEYVA 📝
WADE ADLEN DHALL, TE EXIJO QUE TE LEVANTES Y ME ACOMPAÑES
COMO TODO EL ALPHA QUE ERES.11

Su cara refleja enojo, camina hasta mí y toma mi mano—Ya volvemos—abre el


cerrojo de la puerta y la cierra dando un portazo.3

Miro los pasillos iluminados y decorados con cosas azules y verdes.5

¿Él hizo esto?

Henrry tuvo que haber hecho algo grande.

Giro mi cabeza y encuentro a Ricky Ricón mirando al niño de manera curiosa


—Amir, se llamará Amir, si tu quieres le pones el segundo nombre—sonríe.

—¿Qué tal te parece Amir Mena? —pico su nariz mientras él preciona uno de
los botones de el ascensor y este rápidamente abre—Las damas primero —
subo y me agarro de la barra de seguridad.

Me escanea y las puertas se cierran, cierro los ojos tan fuerte como puedo
hasta que no siento nada, el elevador emite un pitido y las puertas se abren
revelanto sus ojos otra vez, pero con una pizca de humor.

¿Cómo ha logrado estar tan rápido en el primer piso?

Tomo su mano que yase extendida frente a mí y seguimos el camino a la puerta


principal —tengo que decirte algo—alzo la mirada—yo no perdí la memoria,
todo lo hice para darte celos, pero mi cuerpo reaccionaba a tu tacto tal y
como decías, era una jodida tortura— suelto todo de golpe y el hace contacto
con mi mirada.

Da dos pasos hacia mí y baja hasta quedar a mi altura, toma mi mejilla con una
de sus manos y estampa sus labios con los míos, el sabor a whisky llega a mi
paladar y le doy un último beso probando sus labios. Me atrae hacia él —Te
amo—en sus ojos recorre ese típico brillo de ojos enamorado y sonrío como
boba.
LEYVA 📝
—y yo a ti Ricky Ricón —palmeo su mejilla y tomo su mano.29

Las puertas son abiertas y la gran multitud de personas de la manada aplauden


y gritan. Veo a Henrry salir del bulto y acercarse hasta cierto punto.

—Felicidades a la nueva madre de la manada y grandes bendiciones al futuro


heredero —trata de llegar a mí, pero Ricky Ricón me jala del brazo y gruñe.

—Te juro que te mato si te acercas más—aprieto su mano y le hago seña con
los ojos hacia la manada que observan la escena curiosos.

Doy un paso adelante y todas las miradas recaen en mí, carraspeo—Hola, ya


la gran mayoría debe conocerme y para los que no, soy la compañera de su
Alpha Wade Dhall—doy un largo suspiro y alzo la vista a ellos—Yo he sido
víctima de muchos maltratos por parte de mi padre cuando era muy pequeña
hasta grande, mi madre Elizabeth, la compañera del beta, decidió un día
escapar y todo mi mundo fue dando un golpe de trescientos sesenta grados.
Conocí a su Alpha y poco después recordé mis antiguos pasados los cuales
involucran muchos sucesos —Wade aprieta mi mano y continuo—hasta ahora,
mi vida fue una mentira casi todo este tiempo, pero ya no será así, sentí la
necesidad de contarles todo para que confíen en mí y me dejen ser su luna
después de tantos arreglos y desarreglos.

La brisa sopla en mi cara hasta que escucho un grito—Que viva nuestra Luna—
la gente grita y brinca de un lado a otro con felicidad. Muerdo mis labios y
sonrío grandemente.1

—Bien hecho—mi mamá se abalanza contra mí y me tambaleo. No note su


presencia en la planta baja—ya eres toda una gran mujer—ruedo los ojos.

—Aquí sigo, aún soy la misma cascarrabias—todos reímos y Valentina sale del
fondo.
LEYVA 📝
—bien, Luna del gran millonario, es hora de irnos—Elizabeth toma a Amir y
ella nos toma de las manos a las dos, nos lleva a pasos apresurados dentro y
dice unas palabras en un acento totalmente raro.

Mi cuerpo se siente como si lo estrellaran con una pared, cierro los ojos y
tomo mi cabeza con ambas manos para sobarla, los abro y Elizabeth acaricia
a Amir que se encuentra totalmente asustado.

Miro todo con curiosidad, las calles, la gente y sobre todo la inmensa casa
tipo castillo en frente de mí, es gigante.

—¿Qué pasa, por qué la cara?

—Pensé que Wade tenía una mansión grande, pero esto es... Una inmensidad.

—¿En serio no es el hospital de la manada?—volteo a ver a mi madre que


mantiene la boca abierta.

—No, está en otro lado. Entremos —comieza a caminar en dirección a las


enormes puertas.

La casa por dentro se ve pulcra e impecable, nos conduce por un pasillo y


llegamos a lo que parece ser la sala—Hola madre, padre, señora Ana—se
posiciona frente a ellos.

—Hija ¿ellas quiénes son? —directo al punto. Por primera vez en la existencia
me avergüenza estar en un sitio. Decido retroceder un poco para aliviar la
incomodidad y la tensión palpable.

Me señala—Ella es Sara, la luna de Wade—señala a mi madre—Y ella es


Elizabeth, la madre de Sara y el pequeño en sus brazos es el hijo y futuro
heredero de Wade—me escanean de arriba a abajo y se miran entre sí.

—Mucho gusto, yo soy Maurizio Salas Rinaldi, padre de Valentina y Alpha de


ésta manada—su gran figura imponente se hace notar y su luna procede a
presentarse.3
LEYVA 📝
—Mucho gusto, yo soy Geraldine Eyheralde Ezkarra, la luna y madre de
Valentina.

—El gusto es nuestro—mamá y yo contestamos a la vez.

¿Qué ella y yo no pensamos diferente?

Suspiro cansada. Todo lo que ha pasado hoy me tiene los nervios a flote en
cada momento: el desmayo, mis dolores, mi hijo, esta fiesta, aclaraciones a la
manada.

Jamás creí que esto de ser Alpha o Luna sería así. Y yo que pensaba que el
ricachón solo se sentaba a firmar papeles y ya.

Camino detrás de ella y subimos a una de sus gigantescas habitaciones, azota


la puerta y los chicos que hay arriba de la cama caen al suelo inmediatamente,
su voz llena el cuarto de carcajadas y niego sonriendo.

Me jala del brazo y me presenta con cada uno de sus primos y por último su
otra mitad, le doy la mano a cada uno y guardo mi distancia.1

—Bueno chicos, fuera de mi habitación ya que falta poco para la fiesta y


ustedes ni siquiera se han arreglado —empuja a sus primos fuera.

—Ya entendimos, ya—cada uno de ellos reprocha y ella rueda los ojos.

—Entonces salgan—les da un último empujón y cierra la puerta de un portazo.

Ella gira su cabeza a un lado y mira como su mate busca una oportunidad para
entrar al baño.

Sonrío. Parecen niños.

—Scheider, ¿Para dónde crees que vas? —su voz suena amenazante y él se
detiene en seco.

—Para ningún lado, amor.


LEYVA 📝
Esto es entretenimiento de primera clase. Parece una telenovela dónde
al protagonista lo descubren con las manos en la masa.1

—Si claro y yo soy un demonio—sus ojos dan un leve brillo blanco y sonríe de
lado.

—De hecho pareces un ángel, los demonios tienen un tono rojo en su destello—
digo sin más y me encojo de hombros desinteresada.

Miro a Amir que aún duerme plácidamente en el hombro de mi madre después


de todo el escándalo.

Giro y el rostro de valentina toma cierta diversión hacia su mate—Ya vete


Scheider, antes de que mueras— toma el puente se su nariz.

—Está bien, adiós cariño—le da un beso y sale de la habitación lentamente.

Su presencia desaparece y por fin ella presta atención a nosotras—


seguramente no tienen vestidos porque no sabían de la invitación así que —
gira sobre sus talones con una alegría inmensa —vamos a mi armario—toma el
pomo de una puerta.

—No creo que tengas de nuestra talla, mira a Sara, parece una jirafa y mírame
a mí, soy bella, pero claro está que soy mas rellena que tú —Valentina tira de
la puerta y nos deja ver su gran armario repleto de ropa, zapatos y demás.

—De eso tranquilas que yo tengo todo tipo de ropa, desde las más reveladoras
hasta las mas anchas y grandes. Mi closet es una tienda personal.1

—Wow.

¿Por qué todos los millonarios tienen este tipo de capricho?1

—¡Oh por Dios! Es el jodido paraíso —Elizabeth mueve a Amir de un lado para
otro con ganas de explorar absolutamente todo.

—¿Ustedes no tienen un clóset así? —niego.


LEYVA 📝
—El millonario tiene uno parecido, pero no es tan—muerdo mis labios insegura
y jugueteo con mis manos—voluminoso, de igual forma yo comparto con él y
como no me gusta llamar mucho la atención está bien para mí que sea así, pero
ella—señalo a mi madre —es una loca con estás cosas. Puede pasar horas en
el centro comercial, incluso puede llevarse toda la mercancía de una tienda—
reímos juntas.

—Bueno, ya vuelvo. Iré a buscar unos vestidos de acorde con ustedes —señala
dentro y asiento, desaparece ante tanta ropa y le doy un codazo a mi madre.

—Deberías tú también tener uno así.

Ruedo los ojos —no lo necesito, de verdad.

—vamos a sentarnos que me duelen los pies—me ignora completamente y toma


asiento en uno de los sillones.

—Compórtate madre, estamos en una casa ajena.

—Como si sentarse fuera malo, además estoy cargando a tu hijo, ven aquí —
tomo asiento a su lado y ella me pasa a Amir—¿por qué no le dices a Wade
que...

—No quiero ni una sola palabra más sobre algo así, para mí es demaciado,
además es suficiente con el elevador que mando a construir adentro de la
mansión solo por mí y ahora necesitamos un cuarto más grande porque no
pienso dejar a mi hijo solo, no después de que tantos lo quisieran matar y lo
quieren matar.1

Escucho pasos aproximándose y levanto la cabeza, veo los vestidos que trae
en la mano y una serie de accesorios en otra, me levanto y la vieja con complejo
de adolecente es la primera en hablar.

—Que hermosos.

—¿Cuál es el mío? —pregunto con curiosidad ante los dos al frente de mí.
LEYVA 📝
—Verdad que son lindos—asiento—este es el tuyo, Elizabeth —le da uno negro
con encaje y una enorme brecha en el muslo izquierdo.

Perfecto para Elizabeth y su llamativa atención.

—Es bellísimo y para acabar de mi talla—suspira—creo que me enamoré —


chilla.

—Sara—llama mi atención —éste es el tuyo —con la mano libre lo tomo e


inspecciono su corte.

Es azul ocuro, tiene pedrería fina, un escote pronunciado y espalda


descubierta.

Esto no es para mí.

No lo es, pero es bellísimo.

—Es lindo— opto por decir, achica sus ojos divertida y coloca sus manos en
forma de jarra.

—Ya que tienen sus vestidos, por favor, muevan ese trasero.

—Si señora —decimos mi madre y yo al unísono, sonrío.

Es rara la vez que decimos algo juntas.

Muerdo un poco el interior de mis mejillas y Vale junta sus cejas—¿Qué


pasa?—alzo un poco el hombro donde Amir bota baba—¡Oh! Ya entiendo, dame
a ese pequeño hombrecito —doy un paso y ella lo toma —por cierto, el baño
está en la otra puerta y una se puede vestir afuera.

Asiento segura y ella sale de su gigantesco armario con mi preciado hijo en su


hombro. Camino con paso seguro hacia el baño y cierro la puerta, me quito la
horrible ropa de anciana que cargo y miro mi terrible cuerpo en el espejo.4

Escuálido, flaco, sin proporciones.

Realmente no sé qué el millonario ve en mí.


LEYVA 📝
Quito todo pensamiento negativo de mi mente y me doy una ducha rápida, me
seco y la suavidad del vestido acaricia mi piel. Me veo en el espejo, mi cabello
hecho un desastre y mi cara escuálida con ojeras de a peso, por primera vez
lo diré: necesito maquillaje.

Salgo del baño y mi madre gira sobre sus talones con ese hermoso vestido
negro—Sara, estás hermosa—camina hasta mí y besa mi frente.

—Estoy agotada, mira mi cara y cabello hechos un desastre, no sé si hice bien


en venir con tan solo unas pocas horas de haber estado sufriendo en la cama.
También estoy un poco desconfiada de todos, quiero tener a Amir para mi
sola, no quiero que alguien le haga daño—mi mirada se dirige al suelo
reluciente.

—Con que Amir, eh—sonríe —es normal cuando eres primeriza, ya pasará,
además la familia de Valentina parece ser seria, no te preocupes por él y
sobre tu aspecto —me da un empujón en el hombro—¿A quién crees que tienes
al frente?

Alzo una ceja—¿A una señora que se cree adolecente? —sonrío de lado y
escucho la puerta abrirce levemente.1

—Se ven preciosas —claro, un par de ojeras y todo mi cabello alborotado se


ve precioso.1

Cierra la puerta y nos deja con el gracias en la boca—Bueno, tendré que


investigar por mi misma—mi madre comienza a husmear y ruedo los ojos.

Me asiento en el sillón observando todas sus ropas algo pegadas y reveladoras.

Definitivamente somos distintas.

Escucho el grito de Elizabeth y corro hasta ella—¿Qué pasa? ¿Por qué


gritaste... —mi voz se va apagando cada vez más y más a medida que veo la
cantidad de accesorios y maquillaje que hay en una de las gabetas, como si
oyera sus pensamientos niego—no vas a tomar nada que no es tuyo, Elizabeth
LEYVA 📝
deja eso quieto porqué no es tuyo—sin escucharme agarra una cartera,
comienza a tirar todo tipo de cosas y me arrastra hacia los sillones.

—Cierra los ojos, te maquillaré y no quiero que te veas hasta que termine —
doy un largo suspiro y cierro los ojos dejándome llevar por sus manos.

Después de media hora ella termina conmigo y se va al baño cerrando la puerta


rápidamente para que no me vea en el espejo.

Me cruzo de brazos. Que infantil.

Juego con mis manos otra media hora más y sale ella totalmente radiante y
esplendida con un maquillaje neutral, su cabello está amarrado en una coleta
alta y tiene algunos de los accesorios de Valentina en su cuerpo.

—Querida, estamos FANTABULOSAS—garabatea con sus manos y corre


hacia el estante a colocar todo otra vez.

Valentina entra y se para en seco— Que hermosa.

Me levanto y camino hacia ella—No te molestes por lo que diré, por favor—
fulmino con la mirada a mi madre—Tomamos tu maquillaje —dirijo mi mirada
a sus ojos esperando alguna reacción.

—No tiene interes, yo no lo uso mucho —se encoje de hombros, Elizabeth


corre hasta detrás de ella y la empuja hasta el sillón —Ya que no lo utilizas,
¿qué tal si te maquillo?

—No—dice monótona.

—Oh, vamos. Solo por hoy—Valentina vuelve a negar.

—Es mejor que te rindas Vale, ella es muy persistente y terca —abro mi boca
para decir algo más y siento su presencia, ese característico olor a lavanda
está cerca.
LEYVA 📝
—Esta bien, pero solo lo haré hoy, solo hoy—susurra para si y Elizabeth
comienza con su animada charla mientras hace su magia, salgo del armario y
camino a la puerta, la abro ligeramente y lo veo en el pasillo con todos los
primos de Valentina y su mate.

Wade hace el vago intento de respirar un poco fuerte y nota mi presencia,


cierro la puerta y esta suena cuando se estrella contra el marco.

¿Por qué me siento como una niña siendo descubierta?

¿Por qué tengo el corazón a mil?

Pero joder, se veía condenadamente sexy.

—¿Qué haces ahí con las mejillas acaloradas? —mi madre carga un hermoso
vestido y niego.

—No es nada importante—ella no muy convencida regresa al armario y yo la


sigo.

Valentina levanta la mirada —Dime que me veo bien, tú madre no me ha dejado


verme—su maquillaje es algo cargado, pero limpio haciendo resaltar su
belleza. Doy un pulgar arriba y ella suspira aliviada —eres hermosa—digo y la
puerta es abierta.

—Hija tengo rato que no te veo y... —la voz de la madre de Valentina se apaga
y junta sus cejas curiosa—¿eres tú?—ella rueda los ojos divertida y asiente.

Tomo a mi madre del brazo y la saco de aquel lugar para dar un espacio madre
e hija. Abro la puerta y nos encaminamos por el inmenso pasillo hasta llegar a
las escaleras.

Extraño el ascensor.

Elizabeth baja primero que yo y en el momento que voy a dar el primer paso
para hacer lo mismo unas manos fuertes me jalan a la parte oscura del pasillo.
LEYVA 📝
Su olor y su colonia se mezclan haciendo un cóctel para mi nariz, muerdo mis
labios y aspiro fuerte.

¿Cómo no noté su presencia?

—Dime que no, porque si dices que sí te tomaré aquí y ahora —esconde su cara
en mi cuello y lame su marca.

Tiemblo ante su tacto —Tranquilo—susurro casi inaudible— estámos en la


fiesta de una de tus amigas.

Amigas. Que mal sonó eso.

Quita su rostro de mi cuello y por primera vez lo veo a los ojos—¿Celosa?—


niego y coloco mis manos en su cintura.

—Ni un poco, ricachón —lo atraigo a mí de un jalón y estampo mis labios con
los suyos.

Sus manos viajan por toda mi espalda hasta la parte baja de esta, aprieta y
sonríe—Deseaba hacer eso—me despego de él y pongo mis manos en su pecho.

—No crees que deberíamos bajar, ya es tarde y probablemente Valentina no


demoré —muerde sus labios y mete sus manos en el saco.

—No podía dejar que mi primera dama estuviera en una fiesta de ricachones
sin presumir que tanto te cuido y amo—saca mi típico reloj y un hermoso collar
fino con una piedra negra en el centro —¿Te gusta?21

—Si viene de ti, todo me gusta—le tiendo mi mano izquierda y él me pone el


reloj, giro y alzo el cabello para que me ponga el collar.7

Su respiración profunda choca con mi cuello y mi cuerpo se eriza, desliza su


mano por mi espalda, me gira por la cintura y saca una rosa de su bolsillo
interno —y esto otro también es para ti—la tomo y observo curiosa la piedra
en el centro de esta, junto mis cejas.
LEYVA 📝
¿Eso que es?

—Es de oro blanco, está forrado en diamantes y su diseño es como el de una


una rosa, igual que tú —saca el anillo de la rosa y me mira curioso. Sus ojos
conservan un brillo intenso y un destello amarillo pasa por estos, se arrodilla
ante mí y alza el anillo a mi vista — Señora Sara Poezyn, ¿Me consederia el
gran placer de ser mía para siempre como Sara Poezyn de Dhall?36

¡Oh por Dios!

Quiero gritar.

Yo nunca creí que este momento llegaría.

Mis ojos se prenden de rojo fuego y asiento como una loca —Sí, sí, SÍ. Todos
los sí que quieras —toma mi mano y me coloca el anillo, se levanta y me alza
con fuerza dando vueltas en el pasillo, sonrío como tonta y ventilo mi cara
para no derramar una lágrima y dañar el maquillaje de mi madre.

Toma mi mano y da un beso en esta —Sabes, prometo que pase lo que pase
nunca te dejaré. Nunca volveré a hacer lo que hice, nunca más lo haré, lo juro,
y si algún día te llego a hacer daño te concedo el honor de matarme, ya lo dejé
escrito en el libro de la manada. Desde ahora tú corres y yo corro contigo y
para ti —sus ojos irradian felicidad y me da esa típica sonrisa moja bragas.3

—Tú quieres y yo te doy—alzo una ceja y niego sonriendo—es la verdad y ya


me estaré tranquila, que está no es nuestra mansión de tres pisos con un
ascensor —sonríe.1

Bajamos las escaleras y pasamos al salón de la fiesta. Personas de un lado


para otro charlan animadamente y a lo lejos veo a Amir con el padre de
Valentina, Matías y Elizabeth, llamo la atención de Wade que tiene esos aires
de grandeza y nos encaminamos hasta ellos.

—Buenas noches— me separo un poco de él y tomo a Amir en brazos que juega


con los botones de la camisa que tiene puesta.7
LEYVA 📝
Wade llama mi atención jalando mi brazo y alzo la mirada donde mi madre
toma la foto con su móvil, cierro los ojos por inercia ante el flash y giro hacia
el ricachón totalmente ciega, con los ojos cerrados le doy el bebé a él.

—Pasa algo, ¿te sientes mal? —niego y recobro la vista nuevamente, fulmino
con la mirada a Elizabeth.

Veo al padre de Valentina al inicio de las escaleras despampanantes del salón,


junto mis cejas—él no estaba aquí —alzo mi mirada a Wade.

—Te quedaste diez minutos pensando y mirando a Amir, él se excuso diciendo


que tenía que recibir a su hija al pie de las escaleras—Valentina baja las
escaleras y su mate llega casi cerca de esta, sus ojos reflejan un brillo intenso
y sonríe como un bobo.

¿Ricky Ricón me miró así la primera vez?

Yo creo que su mirada fue más intensa.

Volteo mi cabeza hacia él que se encuentra enfrascado en Amir y mirar la


entrada de Valentina, finalmente ella baja y toma la mano de su padre—
Buenas noches a todos, le presento oficialmente a mi hija, la futura Alpha en
unos días.4

—Buenas noches, espero que disfruten la fiesta —su tono se mantiene firme
en todo momento como la voz de una verdadera Alpha—espero que esta fiesta
de cumpleaños también sea reconocida como un lazo para estar en paz con
todas las manadas grandes e importantes de todo el mundo, sin más, espero
que disfruten de la fiesta —da un leve asentimiento de cabeza y todos
empiezan a charlar animadamente.

El sonido de una copa resonando llama nuestra atención y dirijo mi vista ahora
a la madre de Valentina—Yo quisiera dar un anuncio importante—sonríe de
oreja a oreja —y es que va a haber un nuevo integrante en esta familia—todo
se vuelve tan silencioso y un grito chillón me regresa a la realidad.
LEYVA 📝
Corro hasta Elizabeth para callarla, pero cuando estoy a mitad de camino ella
grita para todos —Yo también le quiero dar un anuncio a mi familia y el mío es
que yo también estoy embarazada.6

¿Por qué lo hace en un lugar así con gente extraña y para acabar en la fiesta
de otra persona?

Madre...

Doy una sonrisa super falsa a los demás, la tensión es palpable y Vale habla
para romper el hielo —Felicitaciones a las embarazadas —todos aplauden—
ahora si, que comience lo bueno —ella grita para todos y las miradas se
distorsionan.9

Llego a mi madre y le doy una fuerte mirada—Después tú y yo hablamos—


rueda sus ojos y aprieto mi mandíbula.

Vale se acerca a nosotras y le da un abrazo a Elizabeth —Muchas


felicitaciones.

—Gracias Valentina, tú si eres una hija normal, no como la cascarrabias que


tengo al lado —hace un gesto en mi dirección con su mano.

Le doy la espalda y me separo de ella— parece que ya no seremos hijas únicas,


eh—ella llega hasta mí y sonrío.

—Sí, al parecer así será —levanto una ceja mirando a mi madre quien ahora
charla animadamente con la madre de ella.

—Vamos donde nuestros mates.

—Vayan ustedes, nosotras iremos a ver la comida—toma del brazo a la señora


Geraldine.

—Okey.
LEYVA 📝
Caminamos de vuelta a los grandes seres que estan hablando muy
animadamente a espalda de nosotras—¿Qué te parece si llegamos por detrás
y le tapamos los ojos?—asiento.

Coloco todo mi autocontrol para no dejar salir mi aroma ni mi presencia y


llegamos a ellos—Sara—se gira y posesiona sus manos en mi cintura—Hola
amor—sonríe de lado enseñando esos perfectos dientes blancos.

—Hola cariño —choca sus labios con los míos y correspondo gustoza
olvidándome de Valentina y su Alejandro—¿A qué se debe tu comportamiento
tan amoroso? —me hago la indignada.1

—Yo soy amorosa y puede que hoy más por el regalo que me has dado— le
enseño disimuladamente mi anillo y cambio de tema rápido —¿y Amir?—usco
a mi hijo por todos lados con la mirada.

—Lo tiene el señor Salas, al parecer se ha encariñado mucho con él.

Abro mi boca para decir algo y escucho una voz más irritante que la de mi
madre, junto mis cejas.

¿De verdad puede existir alguien así?1

—Hola guapos —mi furia escondida dada gracias al espectáculo de mi madre


incrementa y un breve destello rojo pasa por mis ojos.

¿Por qué ahora soy yo la celosa?

Tienes que cuidar lo que es tuyo o mío, nuestro mejor.

Escucho a Vale murmurar algo antes de contestar —¿Qué quieres? — se


acerca peligrosamente a la tipa y empieza a intimidarla, sus ojos de arpía
chocan con los míos y dejo que el rojo característico de estos salga, empieza
a respirar aceleradamente y desaparece tal como llegó de nuestras vistas.5
LEYVA 📝
Veo a el millonario que no sabe como tratar de tocarme para calmarme y doy
una última mirada hacia él antes de volver a los normales. Valentina se
posiciona a mi lado, me da los cinco por debajo y nos cruzamos de brazos.4

Estoy conciderandola más como una amiga que como enemiga.

—¿Qué tal si vamos a comer? —Wade propone y toma mi mano con gentileza,
su tacto eriza mi piel y un inmenso calor se aloja en mis mejillas.

Aprieto su mano—Vamos—propongo y nos dirigimos a la fila de banquetes que


hay, suelto su mano y el se dirige con Alejandro a tomar cosas.

—Al parecer se van a llevar bien.

—Concuerdo contigo —mi estómago ruge y veo que ciertas unidades se


acercan a la mesa.

—Vamos porque nos van a dejar sin nada—comienzo a caminar y ella me sigue.

Y es como empezo toda la noche entre comidas y bailes hasta el cansancio,


chistes, juegos y demás.

¿Esto es lo que se siente tener a una amiga o conocida de confianza?

Es super fenomenal.

La fiesta se da por terminada y Valentina nos dice nuestras habitaciones


debido a las altas horas de la noche, antes de entrar ella aparece con Amir
en brazos y lo agarro.

El sentimiento de felicidad se instala en mi pecho y el dueño de millones se


posiciona atrás de mí —Gracias Valentina, fue una increíble fiesta —limpio
una pequeña lágrima que sale de mi ojo derecho.

¿Emotividad otra vez?

—De nada, me alegra que les haya gustado—su voz suave y gentil resuena por
el pasillo.
LEYVA 📝
—Por cierto, mañana te devuelvo el vestido—digo rápidamente viendo mi
aspecto.

—Eso si que no, es un regalo de mi parte, quédatelo y úsalo cuando quieras,


además tengo un regalo para Amir—abro mi boca para protestar, pero sale
corriendo antes de que pueda hacerlo.

Miro al ricachón para confirmar que no tenga nada que ver y solo se encoje
de hombros y alza sus manos —a mí no me mires, yo no he hecho nada—regresa
corriendo y le da el regalo al pequeño Amir.

—En serio, gracias Valentina, no hacía falta.

—No es nada, aquí el dinero sobra y no me molesta gastar un poco—tan


modesta como el señor Ricky Ricón en cuanto sus riquezas.2

—Gracias Valentina, espero algún día volver a vernos.

—No tienes por qué darme las gracias, ahora sí, buenas noches, que
descansen—abre la puerta de la habitación, entro con Wade y ella cierra la
puerta detrás de nosotros.

Veo todo con cierta cautela y camino hasta la cama, extiendo la colcha y
deposito a Amir en esta, coloco algunas almohadas para que no caiga y me
separo de él, me saco los zapatos y estiro mi cuerpo adolorido y agotado.

Que noche.

Su cuerpo fornido se pega a mi espalda y me da un suave beso en la mejilla—


No puedo creer que seamos padres—toma mi cintura y me gira frente a
frente—Te extrañé, Sara—y por segunda vez en todo este tiempo puedo ver
un rastro de vulnerabilidad en su rostro.

Sus labios se posan en mi frente y deja un suave beso —Y yo a ti, Wade—


desordeno su cabello. Su mano atrapa la mía y la posa en su cintura.
LEYVA 📝
Nuestros rostros solo están a centímetros. Su mirada llena de lujuría me hace
temblar en sus brazos y su sonrisa ladina me hace saber de inmediato que es
lo que desea.

Aquí no.

Me safo de su agarre y me coloco atrás de él —Ven, mejor quítate esto y


ponte cómodo. Debes estar agotado—jalo su saco y lo pongo sobre la mesa de
noche, su teléfono repiquetea sobre la madera de la mesa y lo tomo —Wade,
te llaman.

Número desconocido.

Sin pensarlo dos veces contesto y el llanto incesante del otro lado de la línea
me deja helada —¿Cómo te va, imbécil?—su voz es fuerte y rasposa cargada
de odio y rencor.

—Wade... —susurro y en cuestión de segundos él me quita el teléfono.

—Maldito hijo de puta —su rostro se llena de ira y estrella el celular contra
la pared.

¿Ese malnacido no estaba muerto?

El miedo invade mi ser y me abrazo a mi misma. No quiero ser raptada, no


quiero irme de su lado, no puedo dejar a mi Amir solo.

Amir.

Observo a mi hijo dormir plácidamente sobre la cama y corro hasta él. No me


lo van a quitar.

La puerta es tocada y Matías se asoma—Alpha, ya están los autos aquí —


cierra la puerta y él gira a verme.

—Nos vamos—su voz se escucha fría y potente. Agarro a Amir en mis brazos
y camino hasta él.
LEYVA 📝
Está enojado y la verdad como no estarlo.

Toma mi mano libre y salimos a los pasillos hasta la puerta principal—Dios que
conmoción, ¿por qué se van? —Matías aparece en un segundo plano y Wade
camina hacia él, Valentina espera mi respuesta y busco la manera de explicar.
Abro y cierro la boca buscando algo que decir hasta que escucho su voz.

Solo dile que es un pequeño inconveniente.

¿Y si no me cree?

Lo hará.

Dirijo mi vista a sus ojos —Ha pasado un pequeño improvisto, nada relevante—
suspira aliviada y sonrío —fue un placer haberte conocido—le tiendo la mano
y ella me jala para abrazarme.

—Cuida de ese pendejo— asiento y sonrío nerviosa.2

No creo que sea buen momento de decir eso de él, Valentina.

—Vamos Sara, es hora de irnos —mira a Vale —adiós —ella le da un leve abrazo
y se separa.

La observo a los ojos y muerdo mis labios insegura si decir lo que pienso o no.

Espero volver a verte otra vez.

—Adiós—muevo mis manos en despedida y salimos de la enorme mansión.

Las Chevrolet negras esperan por nosotros a un costado, Elizabeth y Matías


montan en la primera y Wade abre la puerta de la segunda, entro con Amir y
él seguido de mí.

—Andrews—me da una rápida mirada y el auto arranca.

—Alpha, el mundo arcano está en contra de nuestro paso, al pie del mismo hay
un grupo de gamas y al final igual por cualquier contratiempo.
LEYVA 📝
—Hiciste muy bien, lo que menos quiero ahorita es tener que lidiar con un rey
estúpido por la muerte de su hijo en mis manos—aprieta su mandíbula y desvía
la mirada a las afueras de la ventana.

Los árboles pasan rápido a nuestro al rededor y de un momento a otro


entramos a una profundidad espesa, otros chevrolets se colocan a nuestro
costados llevando la misma velocidad, giro a ver a Wade que se se afloja la
corbata con frustración.

Agacho mi cabeza —Lo siento, por mi culpa todo esto está pasando. Yo no debí
llegar a tu vida, yo...

Me interrumpe—Datente, deja de decir ese tipo de cosas, haberte


encontrado fue lo mejor que he podido tener y si un malnacido me quiere
quitar lo que es mío, guerra tendrá —me jala a su pecho y besa mi cabeza —
cuando estemos allí quiero que te busques refugio junto con Elizabeth y las
hembras de la manada.

Niego—No te dejaré solo si es lo que piensas —toma mi rostro en sus manos.

—ENTIENDE SARA QUE NO TE QUIERO PERDER, no quiero que le pase


nada malo ni a ti, ni a Amir, porque si es yo no lo soportaría —su voz se va
apagando con cada palabra.

Y lo entiendo. Su padre y nana eran de quienes provenían los gritos y llantos,


si él los pierde sería una decepción muy grande y si yo le fallara más aún, pero
no voy a dejar que el idiota de Alcibíades y su alma Serafina se adueñen de
todo lo que a él le costo construír.

Simplemente me niego.

—De acuerdo, iré a refugio — miento para no entrar en Un discusión, Wade


estampa sus labios con los míos y respondo a su beso.

Afuera se escuchan voces de almas perdidas en la oscuridad y otras


chevrolets se unen a nosotros, creo que más protegidos no estamos porqué no
LEYVA 📝
hay más gamas. Al final veo la intersección visible a nuestro mundo y los autos
aceleran a tope.

Debo comunicarme con Elizabeth.

Fijo mi vista en en Amir y me dejo llevar por la tranquilidad, respiro


pausadamente y entro a mi mente.

Madre, ¿estás ahí?

Madre.

Dime Sara, ¿pasa algo?

Necesito que cuando lleguemos te vayas con Amir al refugio, ayudaré a


Wade.

Estaré desobedeciendo la orden del Alpha, ya ha hablado eso con Matías y él


me advirtió a mí.

Solo por hoy, solo esta vez.

...

—Sara te quedas aquí, Elizabeth te llevará a la casa donde están las demás —
sin darme cuenta los autos aparcan cerca de la manada, sus ojos me dan una
última escaneada y se abalanza contra mí —Deséame suerte —huele mi
cabello.

—Tú no la necesitas, mi ricachón —le doy un beso de despedida y bajo del


auto, este arranca y desaparece de mi vista igual que todos los que van a su
al rededor.

—Vamos hija—entramos al bosque y agacho mi cabeza con resignación —Corre


con él—levanto mi cabeza.
LEYVA 📝
—¿Qué?—toma a Amir en sus brazos—Ve, yo estoy cerca al refugio, ve a
ayudar—sonrío y los abrazo, ella me da una última mirada y corre con el
pequeño Amir adentrándose en el inmenso bosque.

Corro a través de todo el bosque pasando arboles tras arboles y ramas que
pegan en mi cara hasta la entrada a la mansión. Observo el vestido todo sucio
y mugroso, lo rompo de un lado para tener más movimiento y procedo a seguir
con cuidado.

Un movimiento en falso podría costarme la vida.

Su charla llega a mis oídos y presto suma atención, me agacho detrás de un


árbol y observo el panorama total.

—Pagarás por lo que has hecho, tú y esa perra también.

Wade trata de zafarse de las garras de dos demonios—Te juro que dónde yo
salga de aquí los mataré con mis manos—su madre se acerca a él y le da una
bofetada.2

—¿Le pegarías a tu madre?

Aprieta su mandíbula —Tú no eres mi madre y tampoco deberías llamarte


madre—sonríe con malicia—eres una puta—el señor alcibíades arremete
contra él hasta dejarlo sin aire.

El sonido de varios carros me alerta y giro para ver como cada miembro
femenino como masculino de la manada baja.

Aprieto mis manos cuando veo a Matías y Elizabeth bajar con las manos atadas
y mi corazón se paraliza cuando un demonio baja con Amir en los brazos.2

—¿Y dónde está la puta esa? —por mi espalda pasa una ola de calor que
enciende mi cuerpo.
LEYVA 📝
Con seguridad me levanto y siento las miradas posadas en mí—Al fin aparece
la perra faldera—la estúpida mira sus uñas y sonríe maliciosa —amor mío, la
quiero solo para mí, quiero torturarla.

Sonrío —Primero te mato yo a ti antes de que tú me toques a mí—me coloco


al frente de ellos y dejo salir mi espíritu—pero no quiero pelear con una
debilucha—miro al inepto que me observa de arriba a abajo con una ceja
alzada.

—Con que quieres pelear—muerde su labio —¿por qué rayos no te cogí antes?
—susurra para si y escucho los gruñidos de Wade.

—La tocas y te destrozo toda la vida, hago que no existas en este mundo ni
en el otro tampoco—habla con voz fuerte y trago grueso sin poder mirar sus
ojos.+

Lo desobedecí.

Y ahora mucho menos podré mirarlo con lo que haré.

—Te desafío a un duelo a muerte.


LEYVA 📝
CAP.49~COMBATE

Capítulo cuarenta y nueve

En un intento de valentia reuno las fuerzas para llegar hasta él y darle un


fuerte golpe por el costado, miro como rápidamente se levanta y fija su vista
en mí, pero mi error fue creer que la perra que tengo a un lado no interferiría
en nuestro combate.

—Pensé que éste era un duelo de dos, no de tres—chupo la sangre que sale de
mi labio roto.

Sonríe falsamente —Tú error siempre será creer que todo es justo—salgo
impulsada por los aires.

Alcibíades antes de caer se asegura que me rompa unas costillas y recibo una
patada en la cara y otra en el estómago.

—DÉJENLA, MALDITA SEA SI LE HACEN ALGO MÁS LOS MATO, JURO


QUE LOS MATO—su voz suena caragada de odio y rencor. Observo su rostro
que se deforma cuando me ve en el suelo tirada.

Levanto mi mano un poco y abro mi mano —espera—susurro solo para los dos
y soy levantada por la ex zorra de la manada.

—Tus últimas palabras antes de morir al frente de los pulgosos—un chirrido


llega a mis tímpanos. Volteo a ver como dos seguidores demonio traen la
guillotina y la colocan a escasos metros de nosotros.

Sonrío —Tu también eres una pulgosa —volteo mis ojos y se van tornando
rojos, tomo su cuello con mis manos libres.

—Suéltal... —no le alcanza decir al señor alcibíades cuando absorbo parte de


la energía de su cuerpo dejandola a mis pies.
LEYVA 📝
—Te dije que no quiero luchar con débiles —miro su desagradable existencia
y la mando lejos de mí—ahora si, vamos tú y yo a terminar con ésta porquería—
sonrío viendo su ira crecer.

Verdad que no te gusta.

—Estúpida sea la vez que me metí con aquella reina de los demonios
formandote a ti, la princesa de los demonios, y maldita sea la vez que no te
mate y escogí a la malparida de Elizabeth para que te criará como suya—¿qué?
Aprovecha mi condición y me da un golpe lanzandome lejos.

Elizabeth no es mi madre.2

No lo es.

Volteo mi vista hacia ella que se encuentra petrificada en su sitio y lo peor


del caso es que no lo niega.4

Soy hija de una reina demonio.

Sonrío con ignorancia, la muy zorra me abandono a mi suerte con el malnacido.

Eso ni siquiera debe llemarse reina.

—Si lo que dices es verdad como es que no me acuerdo de ello— quedo atras
de él en un movimiento y él me tira al piso otra vez.

—Sus hechizos, magia y principados son fuertes, es el motivo por el cual no


recuerdas—dobla mi brazo y grito—tus ojos, solo un demonio real puede
cambiarlos al rojo puro y vivo, además transformarse en espíritu como tú —
dejo caer lágrimas por el dolor inmenso en mi brazo y siento como mi energía
es absorbida por él.

Mi respirar es pesado y todo empieza a volverse negro, mis ojos viajan a


Elizabeth que trata de soltarse del agarre de dos demonios al verme, los ojos
de todos en la manada recaen sobre mí y siento mi vida al borde de la muerte.
LEYVA 📝
Mis pestañas ya tapan mi vista y volteo mi mirada a él que está con ganas de
soltarse, gritando y llorando.

Llorando.

Al frente de todos.

La voz del imbécil llena todo el lugar y a mi mente llega distorsionada, pisa mi
cabeza y la rabia hace estragos en mi interior.

Esto no lo puedo permitir.

Los llantos de Amir me hace alzar la vista donde su cabecita es puesta en la


guillotina.

Eso no.

Eso si que no.

—ESO NO VA A PASAR —mi grito se olle a kilómetros del lugar y con una
fuerza increíble lo lanzo lejos.

Observo al muy hijo de puta que tiene sostenida la hoja lista para soltarla y
comienzo a caminar hacia él. Suelta la soga con miedo y corre detrás de la
multitud, corro tanto como puedo y pongo mi antebrazo en el cuello de Amir
antes de que la hoja lo toque.

Amarro nuevamente la hoja y saco a Amir de la media luna con mi brazo


ensangrentado, sus manitos se aferran a mi cuello, babea mi hombro y llena
de lágrimas mi espalda —Sara ven a mí —Wade me ordena y dejo de respirar.

Lentamente me volteo a ver sus ojos. Uno verde y otro amarillo, los dos estan
presentes, los demonios que lo tienen sujetado se hacen a un lado, pero no lo
sueltan.
LEYVA 📝
Mis pies como si tuvieran vida propia llegan hasta él y agacho mi cabeza, de
reojo miro a los payasos que lo tienen amarrado y gruño, mi presencia hace
que ellos lo suelten y retrocedan con la cabeza gacha—¿Sí?

—Rompelas—estira sus brazos amarrados por las cadenas y llevo una de mis
manos a las cadenas y aprieto, el dolor en mi brazo se hace presente, pero lo
ignoro y rompo su atadura. Su mano rápidamente viaja a mi brazo lastimado y
la otra a mi mejilla—¿Por qué eres tan terca? Ahora—se estira y crece—me
toca a mí matar a todos estos idiotas que te tocaron—da una sonrisa cínica y
me erizo.

Una mano toma mi hombro y volteo donde Elizabeth estira sus brazos—
¿Puedo cuidar a Amir? —su voz es suave y asiento, le paso con cuidado a mi
hijo. Ella abre y cierra la boca, pero se queda callada y se va dandome una
última mirada.

Esa es mi madre, tan insegura de sí.

—Tú iras con ella—miro los ojos del millonario y niego.

—No esta vez, no te dejaré. Esto paso precisamente por eso.

—Vaya, pero que romántico, ¿cierto amor?—Serafina se pega al pecho del


señor Alcibíades y alzo una ceja, detrás de ellos está todo el clan de demonios
listos para atacar.

—Su romanticismo les costo mucho—sonríe —ataquen—ordena y todos se


abalanzan contra nosotros.

Wade corre y de un salto se transforma matando a más de dos por su paso,


por los costados pasan unos y llegan hasta mí —Vengan y veran como morirán
—espero su ataque delantero y uno se sitúa atras mío, el mismo corre y giro
tan rápido que ahora soy yo la que lo tiene agarrado del cuello—vamos a pasar
una de las uñitas de Lauryn por aquí—mis garras emergen y quiebro su espalda,
la voz rogando por piedad no se hace esperar e ignoro completamente, saco
LEYVA 📝
uno de sus brazos y dirijo mis uñas a sus ojos para sacarlos, robo toda su
energía y lo dejo caer inerte en el sueño—El siguiente, por favor —levanto mi
cabeza y dos se abalanzan contra mí.

Suspiro, Lauryn, tendrás que salir.

No puedo, tengo la pata lastimada.9

¿Gran ayuda, no?

Llegan a mí y extiendo mis brazos—Vengan, ataquen que les pasará lo mismo


que su compañero y eso que ni siquiera practico combate —los dos a la misma
vez deciden agarrarme y me escapo de su centro quedando atrás de ellos y
llevando mis manos a su cabeza para desnucarlos.

Eso fue fácil.

Observo a Wade que termina con el último y la risa seca del señor Alcibíades
llena nuestros oídos —¿Creíste que eso era todo? Este pequeñín será mi hijo
y lo criaremos con rencor hacia ustedes para iniciar una guerra —Amir yase
en sus brazos y la perra a su lado.

¿Por qué confíe en Elizabeth?3

Nunca hace las cosas bien.

Camino con calma hasta quedar en el centro de todo—Tú y yo tenemos que


terminar con el duelo o me vas a decir que eres tan cobarde que te
escaparás—pasa a Amir a los brazos de Serafina y camina hasta mí.

—Esto lo ganaré yo, soy más fuerte que tú, zorrita—mi cara arde del enojo y
corro hasta él para tomarlo de su cuello de camisa, en un ágil movimiento me
aplica mi movimiento y me alza, Wade trata de acercarse y él más aprieta mi
cuello—el perro mayor verá como mato a su queridísima puta y luego acabaré
con él—el ricachón corre hasta nosotros y es lanzado lejos por la señora que
le dió la vida.
LEYVA 📝
—No te metas con la existencia de esa perra.

Sus ojos brillan amarillos.

Está enojado.

Wade, cálmate. Recupera a Amir que yo me encargo de lo demás.

Somos un equipo, no dejaré que ese malnacido te mate, yo no podría...

No lo hará, confía en mí.

Lo miro de reojo y observo a Mena que está jugando en el pasto dañado, vuelvo
a él y asiente.

—¿Tus últimas palabras?

Sonrío—No sé como es que estás vivo, pero escúchame bien. Jamás, pero
nunca jamás te metas con un Dhall—pateo su cara y caigo al suelo, me levanto
lo suficientemente rápido para mandarlo a volar, se levanta y mira a Amir a
escasos pasos, corre hasta él y empieza un juego de miradas donde me ve a
mí y luego a Amir.

No.

Antes de que pueda correr hacia el señor Alcibiades, Amir lo toma del cuello.
Mi bebé ríe con fuerza y el cuello del viejo se pone negro cada vez más, uno
de los ojos de Amir cambia a rojo completo y el cuerpo del señor Alcibiades
comienza a ponerse negro más y más resaltando sus venas hasta que siento
su último suspiro de vida con la última risa de Amir.29

Corro antes de que caiga al suelo y tomo a Amir en mis brazos. Murió,
definitivamente murió y en manos de mi hijo.

Murió un potencial demonio en manos de mi Wadecito.1

Esto no lo puedo creer.


LEYVA 📝
—No, no, no... NOOOOOOOOOO—Serafina corre hasta el cuerpo inerte de
su mate—me las pagarán, me las van a pagar—se levanta y Wade se interpone
entre nosotros, gruñe y le da un zarpazo en la cara dejándola inconciente.

—CARIÑO, CARIÑO, ESTÁS BIEN—Elizabeth llega a mí y la poca gente


escondida de la manada sale corriendo de entre los arbustos, árboles y casas.

—Sí, estoy... —sus brazos me envuelven y llora en mi hombro—lo siento, lo


siento, por favor, perdóname, lo siento—se arrodilla a mis pies y los abraza—
yo no te dije por lastimarte, además siempre te adore como mi hija, mi hija
de carne y hueso—restriega sus mocos por mis piernas y junto mis cejas.

—Levántate, Elizabeth—le tiendo mi brazo lleno de sangre coagulada, ella lo


toma y me examina.

—Debes limpiarte, lavarte eso, hay que buscar la forma que no te quede
cicatriz —niego.

—Ya sanará, no te preocupes, madre—de sus ojos caen más lágrimas que antes
y me abraza —Tranquila, eres mi mamá. Tú siempre serás la pendeja de mi
madre con cerebro de adolecente hormomal —sobo su cabeza y le doy a Amir
que está bostezando—Llevalo a la mansión, límpialo y cuidalo mientras voy—
ella limpia sus mocos con sus manos y asiente llevándose a Amir.

Camino a paso seguro hasta Adlen que está dando ordenes de un lado para
otro. Veo que su madre ya está encadenada y gritando a todo pulmón lo
malnacidos que supuestamente somos—Amor—dirige toda su atención a mí y
lo abrazo por su cintura descubierta—¿me la dejarás a mí?—se encoge de
hombros.

—Haz lo que sea con esa escoria, no me importa —observo que la guillotina
está siendo removida y tiro de su brazo señalandola —entiendo, Fernández —
habla fuerte.

—Sí, Alpha —el chico baja la guillotina.


LEYVA 📝
—Dejala eso ahí, tu luna quiere hacer algo con ella y es tu obligación
ayudarla—el chico corre hasta nosotros y presenta reverencia.

—Luna, dígame, ¿en qué le puedo servir? —le hago señas para que me siga
mientras Wade sigue dando mandatos.

Llego hasta ella y levanta la cabeza—SUÉLTAME MALDITA PERRA—los


guardias la patean salvajemente y sonrío irónica.

Me agacho a su altura —Yo no cometere ese error más de dos veces —la tomo
del cuello y llevo directo a el instrumento de tortura. Carraspeo—Hoy todos
verán como se paga la traición a su manada—giro hacia el chico—desvistela
completa — él arranca toda su escaza vestimenta hasta dejarla desnuda.

La llevo a la luna y ella por fin habla —Mejor que mi muerte sea rápida, asi no
tengo que lidiar con tontos.

Sonrío—¿Y quién dijo que tu muerte va a ser rápida?

Meto su brazo izquierdo en la luna y llamo al chico para que la sujete, de su


enorme boca salen gritos horrendos que ignoro completamente.

Tomo el hilo de la cuchilla y la suelto llevándose su brazo entero, su clavícula


sale por un costado y sonrío —eso no es nada con lo que yo sentí en mis días
de torturación. No te quejes—miro al chico—ponle el otro brazo—alzo la hoja
de acero y su otro brazo es colocado.

Dejo caer la cuchilla otra vez llevándose su segundo brazo, gritos van y gritos
vienen—eso también es por meterte con mi familia—levanto otra vez y veo a
Fernández a los ojos— solo los pies — el acata mi mandato y dejo caer la hoja.

—YAAAAAAAA, POR FAVOR, NO TE PARECE SUFICIENTE.

—¿Y tú te detuviste cuando casí me matas o cuando cometiste traición? No—


miro a los guardias—necesito otro aquí justo ahora —a mi lado corre un
moreno.
LEYVA 📝
—Sí, luna—da una leve inclinación.

—Agarrala junto al otro chico y levántala boca abajo, quiero que su cabeza
quede en el tablón y sus piernas para arriba de modo que la hoja quede a la
mitad de su cuerpo—siento unas manos agarrar mi cintura fuerte y tomar el
hilo de la hoja de acero.

—Déjame hacer este último, déjame vengarme—besa mi cabeza y me escondo


en su pecho, escucho como sus gritos piden piedad —¿listo? —con su mano
libre toma mi barbilla y me hace mirarlo a los ojos, veo la cuerda y la suelta,
sin dejar de mirarme toma mi mano y habla, —limpien todo este desastre e
incineren las partes de esa porquería de cuerpo—caminamos a la mansión que
está hecha un caos. Entramos y la avalancha de su familia nos ahogan.

Junto mis cejas. No me siento bien.

Mis piernas flaquea y mi cuerpo se siente molido, el dolor de cabeza es el más


grande que he tenido en toda mi existencia y no sé si es por todo lo que he
experimentado en horas o por otra cosa, pero mi cuerpo no reacciona. Todos
rodean a Wade ya que ven que yo no contesto sus cuestionamientos y en un
suspiro caigo al suelo—Wade—susurro inaudible y todo se vuelve negro.
LEYVA 📝
CAP.50~EMOCIONES

Capítulo cincuenta

Pov Wade

Mis ojos arden de tanto zurrarlos con mis manos sucias debido al combate
del día de ayer. Sentado afuera en el pasillo espero los resultados de Sara.7

Ayer cuando se desmayo al frente de mí me dieron ganas de golpearme, ¿cómo


pude separarme de ella y más cuando estaba lastimada? su cuerpo estaba frío
y su piel paso a un grisáceo, sin pensarlo mande a Matías a buscar a la bruja
de la manada y levante a Sara para llevarla hasta nuestro cuarto y ahora estoy
aquí, en el duro piso de madera esperando desde ayer sin bañarme o saber
sobre la manada, y sinceramente en estos momentos no me interesa si matan
a alguien o se largan, quiero a mi luna sana y salva.

Escucho pasos acercándose a la puerta y rápidamente me levanto, de la


habitación sale la bruja detrás de nana y mi intento de entrar y verla es en
vano cuando me cierran la puerta de una.

—¿PERO QUÉ HACEN? , DÉJENME VERLA—grito desesperado y jalo mi


cabello.

—Hijo tranquilo, podrás verla cuando te des una ducha y te cambies de ropa—
observo a nana tenderme la ropa, ignoro su comentario y llego hasta el pomo
de la puerta.

—Si cruzas esa puerta asi como estás ella volverá a recaer, necesita estar en
un lugar limpio para recuperarse —ésta vez la fría voz de la anciana a mis
espaldas me detiene, aprieto mi mandíbula y tomo la ropa para ir corriendo a
el baño del pasillo.

Entro al mismo y me despojo de la ropa para entrar a la ducha.

¿Cómo es posible que ella este en esta situación?


LEYVA 📝
Ella es más fuerte que yo.

Me siento inútil, no protegí a Lauryn como era debido.1

Y tú que piensas de como me siento yo.

Termino y salgo a secarme, lanzo la toalla a un lugar del baño y me coloco la


ropa que nana me dio, salgo de ahí corriendo y sientiendo como los rasguños,
marcas, mordiscos, cortes y golpes arden al estirar la piel.

Llego a la puerta y suspiro antes de abrir, mi corazón golpea fuerte en mi


pecho y mis manos dudan en abrir, pero finalmente decido entrar. Cierro la
puerta detrás de mí y observo su cuerpo lleno de vendas y moretones, el
grisáceo que antes tenía se ha ido un poco y cierro los ojos dejándome llevar
por su dulce aroma.

Como un adicto llego hasta su lado y aspiro fuerte. Está con un hermoso
vestido de tiras blanco de encajes, me acuesto a un lado de ella y toco su
frente raspada —Te has esforzado mucho, eh —me acomodo mejor y paso mi
brazo por debajo de su cabeza—Eres una chica fuerte—doy un beso a su
frente—Dime ¿qué otra mujer en la tierra daría su vida por un hombre?
¿acaso estás loca?—niego—te gusta llevarme la contraria—sonrío —señora de
Dhall.

Miro la pared y un recuerdo de nuestra vida comienza a pasar por mis ojos,
desde lo humana que se creía hasta su casi muerte lo que hace que por mis
mejillas bajen gruesas lágrimas.

—Nunca creí que lloraras tanto—susurra apenas audible, bajo mi vista y ahí
está ella, una de sus manos viajan a mi pecho y lo acaricia.

—Shhh, no te esfuerces—alzo su barbilla y planto un beso en sus labios.

—Pensé que moriría, yo no me sentía en mis seis sentidos—acaricio su rostro—


y en lo último que pensé fue en ti—se estira un poco y choca sus labios con los
míos en un suave beso.1
LEYVA 📝
La puerta es tocada y gruño en señal de respuesta, me separo un poco y
hablo—¿Quién? —se abre la puerta revelando a la anciana que antes me
regaño.

Ella cierra la puerta y se aproxima a nosotros, Yoshua gruñe en advertencia


y ella para, su ropa negra yase impecable y sus ojos grices no traen buenas
noticias.

Da una leve inclinación y procede a hablar—Alpha, Luna —mira a Sara y ésta


asiente—esto será rápido, Alpha. La luna sufrió un choque al corazón, como
ya sabrán ella es una demonio poderosa al ser la hija de una reina, es una
Alpha licántropa que se completa con ser su luna—calla por un momento.

—Eso ya lo sabiamos, ¿es todo? —pregunto.

Niega—Se acuerda de la vez que su luna fue secuestrada por el príncipe


vampiro—aprieto mis manos, como no acordarme de ese maldito —por
desgracia ella sufrió una transformación vampírica interior que se vio
afectada por su hijo, a media que crecia él iba jalando la energía de ella hasta
tomar completamente la parte vampiro y llevandose con sigo la parte más
poderosa de su demonio, es por eso que no resistió, que no pudo con todo y
ahora es más humana que una inmortal—ambos nos miramos y volvemos a
observarla—tu cuerpo ya no puede hacer todo lo que hacías debido a eso,
ahora, la parte más importante que deben saber es que tienen que proteger
con su vida a su primogénito, es el bebé más poderoso que hay y sientos de
personas lo tratarán de robar para utilizarlo, es un híbrido muy fuerte que
sabe y crece sin precedentes y ya lo demostró matando a una persona con tan
solo tocarlo, cuídenlo—y con esto último desaparece frente a nosotros.2

—Tengo miedo—es lo único que sale de sus labios después de un largo silencio
y sinceramente lo entiendo, yo también estaría así.

—Cálmate preciosa, yo estoy aquí para ti—trato de apaciguar su angustia un


poco y ella tira su cabeza a la cama.
LEYVA 📝
—Son tantas cosas que no sé ya ni que pensar—sus ojos se cristalizan y tomo
sus manos.

—Hey hermosa, recuerda que no estas sola, pelearemos juntos en esto, yo te


seguiré amando si eres humana, vampiro, demonio e incluso una hermosa loba—
sonríe y rápidamente eso cambia a una mueca.4

Muerde sus labios y cierra sus ojos—Tengo dolor de cabeza —y como si la


hubiese llamado nana entra a la habitación con sientos de cosas sobre una
bandeja.

Saca una cuchara y tira de su especialidad en ella—vamos nena, levántate—


Sara se apoya en el colchón, abre la boca y traga lo más rápido que puede—
ahora toma un poco de esta otra, te hará bien —ella vacila un poco, pero
finalme toma, llena unas hojas de una crema chocolate y la pone en su frente.

—Que alivio —se vuelve a acostar y yo me levanto para darle un poco de


espacio.

—Nana, ¿estás bien? ¿No estás cansada por todo lo que ha pasado?

—No mi niña, me he recuperado rápido gracias a la medicina, además de que


no fue mucha cosa lo que me hicieron—aprovecho esa distracción y retrocedo.

—De igual forma, si te sientes mal me dices, que aquí estoy yo para ayudarte
—sonríe y niega, se voltea y tira un poco de medicina en la cuchara.

—Tú no te vas a escapar, ven aquí —niego—Wade, lo necesitas—camina hasta


mí con su medicina y cierro mi boca.2

—Wade—Sara me riñe y junto mis cejas—mi amor, mi Alpha, ¿podría usted


tomar su medicina? —Dios, si lo pone con esa vocecita que es lo que no me
tomo. Trago fuerte al sentir el amargo sabor en mi paladar y suspiro buscando
aire.
LEYVA 📝
—Que niña eres —la voz de Elizabeth suena por todo el cuarto y volteo para
ver como deja a Amir en la alfombra, Matías viene detrás tratando de
aguantar la risa y por la puerta se asoma mi padre que está lleno de vendas,
también Emilie e Isaac que carga en sus brazos a mi hermoso sobrino; Paola,
Andrews, Santiago, Sofía, Roberto, las dos sobrinas de nana, Aruna y
finalmente el idiota de Henrry.1

Todos miran a mi futura esposa pidiendo permiso de pasar y ella sonríe—


vamos entren, que esperan—se levanta cuidadosamente y escaneo su cuerpo.

Sé que le esta doliendo pararse, pero me lo negará porque hay invitados, corro
hasta su lado cuando veo que tambalea y ella se sujeta de mi antebrazo.

—Tranquila, una cosa a la vez—susurro para nosotros.

—No soy una discapacitada, Wade —sonríe y dirige su vista a todos—bien,


¿en qué les puedo ayudar? —sus ojos brillan.

—Nosotros queremos disculparnos por la actuación de allá abajo el día de


ayer, Sara. Estábamos agitados por todo que no nos dimos cuenta de su mal
estado y lo sentimos—las sobrinas de nana agachan la cabeza.

—Sí, todo fue tan confuso y rápido, el ver que mi sobrino mato a un demonio
y luego esas emociones —Emilie da un paso al frente.

—El ver cómo llegaban a la mansión otra vez tan simplemente —mi padre mira
el gran ventanal a un costado.

—El no poder defenderlos con honor hasta el final —Roberto y Paola dicen a
unísono.

—Dudar de usted en su lealtad hacia el Alpha —Santiago y Sofia agachan la


cabeza pidiendo perdón.

—No protegerla todo el tiempo que era lo que tenía que hacer—Andrews se
pone de rodillas.5
LEYVA 📝
—Por odiarla—Aruna toma la mano del idiota y bajan la cabeza—sabemos que
nos merecemos la muerte—su voz cada vez se va apagando.7

Mi Sarita me suelta y camina hasta Aruna, coloca una de sus manos en su


hombro y la hace levantar la mirada —No sé por qué me odiaste, pero creo
saber una razón —me mira de reojo y observa a Henrry—sé que cuando te
encariñas y amas a una persona es difícil de olvidar y cometes muchos
errores, pero hoy estás aquí pidiendo perdón y eso es lo que importa—El inútil
alza su mirada y la posa en Aruna—sean felices juntos—camina hasta Sofía y
Santiago—Todos dudamos alguna vez, ya sea para una cosa u otra, pero les
puedo asegurar que yo siempre estaré para ese Ricky Ricón —pasa a Emilie y
mi padre y los abraza—Es porqué aquí todos nos basamos en la familia, somos
todo con la familia y nada sin ella—se despega de ellos y se gira para quedar
zapateando al frente de Andrews—Señor, le pido que se levante de ese piso—
él le hace caso y mira sus ojos—desde ahora te nombrare chofer de nuestra
familia y guardia personal, serás mi mano derecha—sonríe y ladea su cara un
poco.

—Gracias luna—ella alza un dedo y el entiende.

Nada de gracias.

La conozco tan bien.

Sus pies van a Paola y Roberto quiénes avergonzados bajan más la cabeza—
Son unos buenos guerros, fuertes y responsables con ustedes mismos, jamás
duden de su capacidad —da un paso al lado y asiente ante las sobrinas de
nana—Disculpadas niñas hermosas—y pasa a Elizabeth finalmente quien se
encuentra cruzada de brazos con su cara llena de lágrimas.1

—Yo, yo, yo, yo... Yo me quiero disculpar por mentirte, no soy tu madre
biológica, no soy nada tuyo—traga grueso.
LEYVA 📝
Ella lentamente se acerca y la toma de los brazos—Tú no me has mentido. Tú
eres mi madre, puede ser que no de sangre, pero estuviste ahí para mí, me
criaste, me alimentaste, me protegiste, me diste cariño, seguridad y sobre
todo amor—de sus bellos ojos salen unas cuantas lágrimas—tú eres mi madre,
la loca con cerebro de quince años, amante a las compras y a la moda,
extrovertida y juguetona que se le olvida todo, pero cocina como los angeles.
Esa eres tú, Elizabeth Poezyn—se abrazan y Matías llega hasta mí.

—Definitivamente tenemos una buena luna—se cruza de brazos y le doy una


rápida mirada, antes de contestarle mi vista se va a mi hijo quien no despega
sus ojos de mí.

Se tira por la alfombra y llega a mis pies rodando, lo agarro en brazos y da un


bostezo, alzo una ceja divertido.9

Este niño solo es dormir.7

Lo coloco en mi hombro y palmeo su espalda, sus brazos rodean mi cuello—que


niño tan sabio, igual al padre—sonrió.

—Igual a la madre quieres decir —junto mis cejas y Matías ríe leve, se acerca
un poco a mí y susurra para los dos—abajo todo está como nuevo, Alpha, me
encargué toda la noche de avisar lo que le había pasado a la luna y la manada
colaboró a ser como estaba antes del ataque—asiento —y hay más, ellos
armaron un altar y ahorita mismo esta el registro civil esperandolos para su
declaración de amor—niego sonriendo.

—Eso tendrá que esperar, ella está algo inestable —observo como habla con
todos y me da una mirada rápida.

—Te sacaré a patadas de aquí si es necesario —apunto hacia él con mi mano


libre y salgo de la habitación lo más cauteloso que puedo. Él agarra a Amir y
bajamos hasta el segundo piso—en el despacho está tu traje —corro hacia el
mismo y entro quitándome todo, me pongo el traje azul rey y veo la tira del
LEYVA 📝
moño en el pupitre, lo tomo y salgo a los pasillos donde encuentro a una muy
animada Emilie.

—Ven aquí, hermanito—le tiendo el moño y ella sube el cuello de mi camisa


para hacerlo—Sabes, tienes a una persona muy importante en tu vida, no la
dejes ir por cualquiera porquería del momento —se detiene y mira mis ojos.

—Creeme que no lo haré, ella me vuelve loco, pero no puedo estar sin ella —
termina de hacer el moño y le doy un beso en la mejilla—estás hermosa—corro
a las escaleras y escucho el mismo cumplido hacia mí.

Salgo y la manada me felicita, cada uno de ellos me dan sus bendiciones por
la luna y doy las gracias.

Estoy tan emocionado.

Me acomodo en el altar donde se supone que debería estar y espero su llegada.

Mis manos tiemblan y mi corazón se quiere salir del pecho.

¿Por qué demora tanto?

¿Será que le dijeron algo y se arrepiento?3

¿Cómo es posible que de una situación estresante luego estemos en una


completamente llena de alegría?

Y como si me hubiesen escuchado, todos la traen hacia la entrada de la


mansión y destapan sus ojos, Sara se acostumbra a la luz y tapa su boca con
asombro.

Mira su vestimenta y observa a todos los demás quienes comienzan a aplaudir


sin parar, Matías llega a su lado y la toma de la mano, la marcha nupcial da
inicio y ellos empiezan una lenta caminata hasta mí que se hacen horas.

Finalmente llega a mi lado y agarro su mano con suavidad, el acto da precensia


y yo solo puedo mirar como sus ojos me miran con total admiración—Alpha,
LEYVA 📝
Señor Wade Dhall, ¿acepta usted a la señorita Sara Poezyn como futura Luna
y esposa por el resto de sus días hasta que la muerte los separe? —me giro
hacia ella.1

—Acepto gustoso la correa —Sara rueda los ojos divertida y sonríe.21

—Señorita Sara Poezyn, ¿acepta usted al Señor Wade Dhall, Alpha de la


manada Black Day, como su legítimo esposo por el resto de sus días hasta que
la muerte lo separe —muerde sus labios.

—Ni la muerte me podrá separar de él. Acepto.

Hermano, tienes los anillo en el bolsillo del saco.

Gracias idiota.

—Ahora procedan a colocar los anillos—meto mi mano a el bolsillo y saco una


cajita roja de terciopelo, extraigo el anillo y me arrodillo, ella toma la caja y
yo su mano izquierda.

—Con este anillo lleno de diamantes que no se asemeja a tu espléndida belleza


sello mi pacto de amor eterno hacia ti, mi persona favorita en el mundo, mi
amada—el anillo se desliza por su dedo hasta quedar perfectamente en el.

Me levanto y ella saca el otro anillo—Yo no soy buena con las palabras, soy
fría e inestable, pero puedo decir que este anillo será el comienzo del segundo
hecho más feliz de mi vida: nuestra familia, porque el primer hecho más
importante fue el haberte conocido.12

Las ganas de besarla me invaden y muerdo mis labios ansioso, desliza el anillo
por mi dedo hasta quedar totalmente en el.

El señor vuelve a hablar —Y así es como yo los declaro, marido y mujer —hace
una breve pausa —puede besar a la Luna, Alpha.+

—Estaba esperando que dijera eso—la apriciono contra mi y llevo mis labios a
los suyos en un apacionante beso.5
LEYVA 📝
La bulla, gritos, silbidos y los flashes de cámaras no se hacen esperar, me
separo ligeramente de ella y pasa sus brazos al rededor de mi cuello—Te Amo,
Millonario.

—¿Por qué Millonario?

—Porque eres El Alpha Millonario.16

—Soy Tu Alpha Millonario.


LEYVA 📝
EPÍLOGO

Pov Sara

Ya han pasado ocho meses desde que ocurrió el ataque a la manada y mi


casamiento improvisado. Si lo pienso de esa manera casarme de un día para
otro fue lo más loco que había hecho en mi existencia.

No negaré que me gustó, y mucho.

Pero luego de eso hubo un poco de desilusión ya que el padre de mi ricachón


se tuvo que ir de la mansión dado a que queria olvidar todo lo sucedido y
necesitaba alejar los recuerdos que habían en la manada y tal.

Wade respeto su desición sin cuestionarlo y partio hace tres meses atrás,
luego de eso él es solo trabajo y velar por mi cuidado como semihumana, aun
que no sé porque. Como seguía diciendo, luego de que me dijesen que soy
prácticamente más humana que otra cosa me he cuidado un poco más, en
realidad no yo, si no el ricachón.2

A aumentado la seguridad para Amir y para mí al triple. No hay salidas si no


está Paola o Roberto a mi lado y sobre Amir, mi hijo, pues como sabran el
crece a un ritmo sumamente rápido, tiene apenas ocho meses y ya camina y
habla como un niño de un año o quizas dos y su fuerza cada vez es mayor ya
que antes de ayer le saco el aire a Ricky Ricón cuando se le tiro encima en el
sofá de sala de estar.6

En fin, la casa a estado un poco movida, hemos tenido visitas, los abuelos,
primos de Wade, amigos lejanos, en conclusión, mucha gente que le reclamó
por no invitarlos a la fiesta y claro está que a él como casi no le importa nada
siempre evita la conversación rápido, pero fuera de eso todo es normal.
LEYVA 📝
La alarma en la mesa de noche suena y me levanto de la cama con una gran
pesadez. Debo ir a mi cuarto de estudio a verme con mis profesores de
materia.

Sí, doy clases en la mansión con profesores pagados por Wade.

Mis pasos suenan por todo el piso de madera y me abrazo a mi misma tratando
de encontrar calor en ésta madrugada tan helada, me asomo al cuarto de Amir
y lo veo durmiedo plácidamente con nana a su lado en una silla mecedora.

Entro al cuarto y con pasos ligeros llego hasta ella y remuevo un poco su
hombro, su cara voltea hacia mi y suspira alivida —¡Dios niña! ¿Me quieres dar
un infarto? —habla suave y sonrío.

—Solo quiero que te acuestes a dormir por que debes estar agotada, él ya
está dormido y no despertará, al menos no ahora—su vista viaja a mi hijo todo
mal acomodado en la cama.

—Prefiero quedarme con Amir, me recuerda mucho a mi niño cuando era chico,
es como revivir esa experiencia de tener a un bullero en la casa que desordena
todo —siento unas manos en mi cintura y un pecho fuerte atrás mío.

—Sé que te encantaba que te botara las flores en el piso o que te sacara los
polifones del sillón —alzo una ceja.

—Ricachón, ¿Qué haces aquí? —coloco mis manos arriba de las de él para
soltarme y abrazarlo.

—Una linda gatita salió de la habitación dejándome solito y abandonado con


este frío que hace hoy—ruedo los ojos divertida.

—Sabes que tengo que estudiar —susurro volteando a ver a Amir quien se
remueve en su cama.

Empujo a Wade fuera del cuarto hasta el pasillo—Tranquila, mi amor—cierro


la puerta detrás de mí y me cruzo de brazos.
LEYVA 📝
—¿No deberías estar dormido? —acuso.

—Te vine a buscar, tus profesores no pueden asistir hoy porque las vías para
llegar aquí están atascadas —bajo mis brazos.

—¿De verdad? No será éste uno de tus sucios planes —achico mis ojos.

—Dime, ¿Cuándo tu Alpha te ha mentido? —cuestiona con una ceja alzada.

—Si hablamos de mentiras —niego divertida y camino rumbo a la habitación


otra vez.

Abro la puerta y el aire de la calefacción me pega de lleno, suspiro y entro al


ambiente relajante.

Tú lo sientes espectacular, pero yo me muero de la calor.

Y, pregúntame si me importa, loba tonta.10

—Quiero un beso —me tiro en la cama y volteo a mirarlo. Su cuerpo recargado


en el umbral de la la puerta es lo más sexy que mis ojos pueden ver en el día.

¡Que tentación!

—Pues no te lo daré, no te lo mereces por no avisarme lo de mis profesores


—sonríe de lado.

—Ya veremos.

oh no.

Él siempre dice eso cuando tiene algo en mente y no es nada bueno.

Camina donde estoy y me jala de los pies en la cama, mi vago intento de


escapar se ve afectado por la colcha pareciendome más a un gusano tratando
de huir por su vida.

Su tonificada espalda y su hermoso trasero me reciben, mi mano


instintivamente lo golpea y siento de una como recibo yo una más fuerte—
LEYVA 📝
¡Hey! Más cuidado con mi retaguardia—cruza la puerta conmigo, corre por el
pasillo y baja rápidamente las escaleras haciendo que me mareé un poco.

Camina con toda naturaleza a la cocina donde mi madre está arriba de la


encimera con Matías entre sus piernas, sus besos resuenan por todo el lugar
y carraspeo para que noten nuestra presencia.

—Hay niños, gente adulta que los puede ver, dejen de ser unos putos
adolecentes enfermos por el sexo y compórtense, pero si no quieren,
lárguense a la otra mansión que es su hogar o vayan a un cuarto, yo que sé —
mi madre se separa un poco y gruñe al mismo tiempo que apriciona a Matías
contra ella.2

Que estúpida se ve.

Desde que ha estado embarazada es más posesiva que nunca, no deja que ni
siquiera se le acerquen a Matías porqué ya está el problema, lo que me
recuerda que en pocos días da a luz.

Ruedo los ojos. Matías la baja de la mesa y me giña, sus pasos resuenan por
todas las escaleras hasta desaparecer detrás de una puerta con ella, mi
mundo se mueve y salimos a el frío patio, la semioscuridad es aterradora
cuando se mezcla con un silencio abrumador.

Me baja al pasto y observa mi escuálido cuerpo con una sonrisa en la boca —


Aquí te quedarás toda la madrugada hasta las siete de la mañana—abro los
ojos tanto como puedo y antes de que pueda reaccionar y correr tras de él a
la casa, él entra primero cerrandome la puerta.1

Toco —¡Wade Adlen Dhall! ÁBREME LA PUERTA AHORA MISMO—silencio—


Wade, por favor, hace frío —escucho su risa escaleras arriba y suspiro
resignada.

No me abrira la puerta si no le doy su dichoso beso.

La brisa sopla fuerte y me abrazo a mi misma.


LEYVA 📝
Dormir con una camisa al ombligo y un pantalón algo corto no fue mi mejor
desición.

Claro que no, ahora mueve tu trasero a algún lado, hace frío.

Ahora te quejas.

Veo a todos lados y no hay nada que me pueda ayudar, las lisas murallas que
tiene la mansión en la parte de atrás sudan frío y la corriente eléctrica hace
un sonido algo aterrador.

Junto mis cejas, ¿ahora que hago?

Hay está. Puedo hacerme un espíritu.

Recuerda que si lo haces te debilitaras.

Vez otra opción.

Solo no utilices toda tu energía.1

Cierro los ojos y me dejo llevar, mi cabeza empieza a doler y abro los ojos de
una viéndome transparente, corro como puedo y siento mi cuerpo desfallecer,
me desplomo en el suelo de la carretera y un auto comienza a salir de una casa
cercana.

—Ayúdame—confiada en que me escuchará el carro frena y de el se baja un


chico alto.

Es lo único que puedo atinar a ver antes de que todo se vuelva negro.

El olor a café caliente me despierta y me doy de lleno con una fuerte cabeza—
Auch—tras el dolor de cabeza y el cabezazo a dónde llegaré.

O más bien, ¿Dónde estoy?

Las paredes son de un blanco hueso y hay retratos de mujeres por todos
lados, enfoco mi vista a la persona con la que choque y esta me tiende una
taza con café humeante.
LEYVA 📝
Él no estaba en un momento al frente mío.

—Buenos días luna, bienvenida a mi humilde hogar—me cuesta trabajo


procesar todo y lo recuerdo.

Recuerdo que el es el tipo que se bajo del auto en mi auxilio—¿Por qué me


trajiste a tu casa en vez de dejarme en la mansión principal? —sus manos
aprietan la taza que reposa en sus brazos y sonríe.

—Sabe que usted lleva un olor sumamente embriagante para mí, y no estoy
bromeando, ese olor que tiene impregnada es el de mi mate—deja la taza un
lado—por eso no la deje ir, porqué necesito saber de quién es ese olor.

¿mate?

Pero aparte de Wade, ¿yo a quién más he estado pegada?

Y un relampago choca en mi cerebro.

Nana.

Observo al chico de ojos marrones mirarme atentamente, por un momento


pienso abrir mi boca para aclarar las cosas, pero el estruedo de algo
rompiendose me alarma, sin decir ni una sola palabra dejo el café en la mesa
para ir a investigar, pero su mano me retiene y me coloca atrás de él.

Camino detrás de él a medida que va avanzando y recibe un golpe por sorpresa,


el olor a lavanda inunda mis fosas nasales y antes de que el ricachón se le tire
encima al tipo lo detengo y lo alejo lo más que puedo del que ahora se soba la
mandíbula.3

—Hey, tranquilo—por primera vez hablo para Ricky Ricón y el voltea a verme
con esos ojos amarillos —Yoshua, compórtate —junto mis cejas y me cruzo de
brazos.

—Que me comporte un carajo, no soy tu puto perro—trata de pasar por mi


lado y lo empujo.2
LEYVA 📝
—Te dije que te quedarás quieto—señalo con mi dedo índice y el aprieta la
mandíbula para salir disparado del lugar.

Niego y volteo hacia el chico—Disculpa por eso—él alza sus manos al aire.

—No hay caso, es mi Alpha y usted su mate, solo buscaba protegerla— levanta
unas revistas y libros desparramados por el suelo.

—¿Cómo te llamas? —se detiene y gira hacia mí.

—Me llamo Ederson—me da la mano y jalo de el para abrazarlo.

—Pues, Ederson. Gracias por salvarme—necesito una forma de llevarlo hacia


nana—esto, ¿deseas ir a la mansión para darte las gracias como es debido y
hacer que el el Alpha te felicité por tu buena acción? —niega—o necesitas
algo—vuelve a negar—entiendo—toso un poco y me tambaleo con la intensión
de llevarlo si o si—bueno, me voy—tomo mi cabeza y giro tropezando.

Antes de caer el me apaña y me vuelve a restaurar—Vamos, la acompañaré


mejor —genial.

Lo genial es que estás haciendo de cupido. No te has puesto a pensar si


nana lo acepta o lo rechaza.4

Mientras más rápido esten juntos, ya lo sabremos.

El sol del día ciega mi vista y coloco uno de mis brazos arriba de los mismos,
hay poca gente transitando ya que la mayoría se encuentra trabajando y los
hijos en los diferentes instituciones que hay.

En silencio recorremos el trayecto hasta entrar en la mansión, las


trabajadoras hacen lo suyo a un nivel de ser cautelosas muy grande y no
despertar a madie. El aspira fuerte y sus ojos se vuelven celeste claro, me
vuelve a mirar pidiendo permiso y asiento.1

El sale disparado a la cocina y yo a la habitación.


LEYVA 📝
Al entrar lo veo listo ya con su traje y una corbata mal hecha para ir a la
empresa, niego y camino hasta ponerme en frente de él—Haber, déjame hacer
esa corbata —apenas la rozo y él retrocede, trato de acercarme, pero el
entra en el armario y yo lo sigo—ven para arreglarte que está algo mal—se
gira y busca un reloj diferentes a los usuales —¿en serio me vas a ignorar? —
camina hasta mi peinadora y observa su reflejo en el espejo, su mirada se
topa con la mía en un segundo y la aparta rápidamente. Gira y trata de pasar
por mi lado, pero mi mano es mas rápida y lo estrello con uno de mis armarios
haciendo que se caigan algunas cosas —Escúchame, niño fresa—sus ojos no se
despejan de los míos ni un solo segundo —quiero que bajes y te disculpes por
hacer semejante escándalo en una casa ajena—coloco mis brazos a sus
costados—y no hagas algo de lo que te puedas arrepentir—sus mirada va a mis
labios y de ahí a mis ojos.

Esto es tentación pura.

Nuestros cuerpos despiertan de su estado en reposo volviendo la escena


totalmente erótica.

A la mierda todo.

Llevo mis brazos a su cabello y él en un movimiento rápido me sube, gira y me


pega al mueble, se presiona contra mí y gimo al sentir lo duro que está. Como
una desesperada busco sus labios y el sabor de estos es tan embriagante como
su olor, él es simplemente perfecto.2

Nuestros labios se mueven en una no sincronización con ganas de tener el


poder, dejo que mis brazos bajen su saco y lo quite por encima, él suelta sus
brazos para que termine mi tarea y me aprisiona más contra el mueble
sintiendo todo justo en mi.

Suelto un pequeño gemido y mis caderas empiezan a moverse por si solas, lleva
sus manos a mis pechos y toca por encima de la tela.
LEYVA 📝
Que hermoso es el placer.4

Desciende sus besos hasta mi cuello y sin saberlo empezamos a movernos de


lugar, salimos del armario y con una fuerza impresionante me tira hacia la
cama, abro mis piernas viendo el deseo en su mirada y humedezco mis labios.

La corbata mal hecha ahora esta tirada por un lugar del cuarto, sus ojos no
se despegan de mí mientras desabrocha esa bonita camisa blanca que resalta
todos su tonificado cuerpo, la tira hacia un lado y desabrocha su pantalón,
muerde su labio y camina hacia mi como un depredador.

Se posiciona entre mis piernas y sube sus besos desde mi ombligo hasta parar
nuevamente en mi cuello, dejo salir un quejido y mis manos viajan a su abdomen
esculpido por los dioses.

Oh sí, que Alpha nos toco.1

Sonrío ante el atrevimiento de Lauryn.

Sus manos delinean mi cintura y una de ellas va bajando desde esta hasta
parar en mi femineidad y sobar suavemente sobre mis pantis de arriba a bajo,
de un lado a otro volviéndome completamente loca.

Un grito en la cocina llama nuestra atención y cierro mis ojos.

Diablos.

Nana y Ederson.

Sin pararnos a pensar nos levantamos de una, Wade sube y abrocha su


pantalón como puede y corremos hasta llegar a la cocina donde nana esta
totalmente acorralada contra la encimera con los ojos cerrados.3

Antes de que Wade reaccione mal me escondo en su pecho y lo abrazo—


Tranquilo, mi Alpha, él es su mate y dudo que le haga daño—toma mi mentón
y planta un beso en mis labios.
LEYVA 📝
Levanta su mirada y su cuerpo se vuelve más prepotente —¿es eso cierto?—
Wade me separa de él y toma mi mano para dar un paso adelante y Ederson
gira su cabeza levemente y gruñe. Alzo una ceja y escucho una semi sonrisa
del ricachón, pero rápidamente retoma su lado frío —Con que te atreves a
gruñirme para no dejar que la toque—suelta mi mano y truena sus nudillos.

—Suéltame o esto se convertira en una masacre, terminarás molido,


¡suéltame! —nana trata de zafarse y Ederson más la presiona contra él —Tu
Alpha te mandará al calabozo, ya dejemos esto para después, luego
hablaremos. Lo prometo, niño—le doy una rápida mirada a Wade quien niega
abiertamente.

—Te la puedes llevar, eres digno para mí, pero recuerda que ella es como mi
madre y si le haces algo no vivirás para contarlo—se hace a un lado y yo imito
su acto.4

Nana es elevada por los aires y sacada de la cocina, sigo el recorrido y en la


entrada se encuentra una sobrina de nana con Amir, este se levanta para ir
corriendo donde Ederson y niego.

No, no, no.

—Bebé, Amir, mi amor—se detiene y me mira —ven que mamá te quiere cargar
por los aires y papá también —le enseño los brazos y él lo duda por un segundo,
pero finalmente corre a mis brazos. Lo alzo y caminamos detrás de nana hasta
la puerta—dile atatai a Nanita—su manita se mueve efusiva en el aire y sonríe
para esconderse en mi pecho.

observo los ojos del millonario que se encuentran en mí, bajo la mirada a su
abdomen y muerdo mis labios, él cierra la puerta de una y toma a Amir de mis
brazos para dejarlo jugando nuevamente con la sobrina de nana, me alza y por
sus ojos pasa un leve destello amarillo.+

Aquí vamos intento número dos.


LEYVA 📝
CAP.~EXTRA#1

Capítulo extra #1

Pov Nana

No sé que voy a hacer con este niño tan inmaduro. Wadecito se pasea de un
lado para otro lamentándose el haber dejado a mi Sara afuera en la
madrugada.

Alzo mis cejas y suspiro, —nana, ¿me estás escuchando? —dejo de lavar los
platos y volteo para enfrentar su desespero.

—Si hijo, te escucho, pero tú tienes la culpa, ¿cómo se te ocurre dejar a tu


luna en el patio de la casa en plena madrugada?—tomo un limpión y seco mis
manos.

—Si, lo sé y tienes la razón, pero ya no se que hacer y nadie la encuentra —


hay veces que el cerebro no le da y eso que él para todos es sumamente
inteligente.8

—Y no has considerado olfatear su olor con Yoshua, acuérdate que ya son


marido y mujer, unieron sangre, sus lazos y su vínculo ya esta unido—alza una
ceja y el corre a abrazarme.

—Eso es lo que le he estado tratando de decir hace media hora pero él


no me hace caso—yoshua gruñe y se separa de mí.

—Buscala—no termino ni de decirlo cuando ya escucho la puerta de la casa


abrirse.

Termino de fregar los últimos platos que quedan y pongo las ollas para hacer
el almuerzo.
LEYVA 📝
Rene y Tina entran a la cocina y pasan a tomar una manzana cada una—Tía,
¿para dónde iba el Alpha tan apurado? —Tina se recuesta de la encimera y
muerde su manzana.

—Eso no es de tu incumbencia, Tin—Rene se asienta en un taburete, saco su


desayuno del microondas y lo coloco al frente de ella.

—Bien dicho Rene—desordeno su despelucado cabello más de lo que ya lo tiene


y ella prosigue a comer tan anhelada.

Veo por el rabillo del ojo como Tina rueda los ojos.

Ella es más... Vegetariana.

Tina da otro mordisco a su manzana—Solo quiero saber tía, tampoco es que


me guste nuestro Alpha, es solo que quiero un amor tan genuino como el de la
señora y él —habla con la boca llena y Rene se atraganta con el desayuno
riendo de forma descontrolable.

—Si claro, ¿no has visto a nuestra luna detalladamente? Ella es refinada,
seria, compasiva y sobre todo bella, cosa que tú no tienes porque eres una
sirvienta al igual que yo. Con mucha suerte conseguiremos un gamma—tira un
pedazo de tocino en la cara de Tina y esta lo agarra para tirarlo hacia Rene,
pero soy más rápida y lo jalo de su escurridiza mano.

Junta sus cejas y me hace un puchero que cambia a superioridad cuando ve a


Rene—Y tu tampoco lo serás por gorda, mira como comes —señala su plato—
además con esas fachas raras que te traes a dónde llegarás.

Parecen más rivales que hermanas.

—¿Y acaso ustedes saben como son sus patrones? Yo si sé y no es como


ustedes piensan, ahora vayan a hacer sus cosas pequeñas perezosas—niego.

—Tía, algún día tendrás a un segundo mate y será totalmente sexy y


encantador, es más, puedo asegurar que hoy llegará—sonrío ante el
LEYVA 📝
comentario absurdo de Tina—y tú, límpiate la boca, mira como estás —hace
una mueca y choca su frente con la palma de su mano.1

—Tin, Tin, querido atún, la diferencia entre tú y yo es que yo no me quejo de


mi personalidad y apariencia, pero tú te preocupas hasta del moco que no es
tuyo—Rene se levanta y deja el plato en el fregador, caminar hacia ella—
Vamos, que yo tengo que cuidar del pequeño Alpha hoy y a ti te toca limpiar
el baño—amabas ríen, pero su risa se ve afectada por el gran estruendo en la
puerta principal.

Arriba, en el segundo piso escucho como Amir se despierta y empieza a llorar,


miro a Rene—Corre—ella sale disparada de la cocina y giro a Tina—es mejor
que corras a limpiar el baño antes de que el Alpha te heche—abre los ojos
como puede y sale más rápido que un cometa.

Los pasos de Wade se escuchan resonando de un lado a otro en el tercer piso


y baja a su despacho.

Ay Wade, ¿ahora que hiciste?

Coloco las menesteres en las olla, pico los guisos y coloco el arroz, saco la
lechuga y un par de tomates para hacer una ensalada y saco un par de limones
para una limonada.

Rápido hago la ensalada y tiro de los guisos a las menestras, saco un cuchillo
y sigo con la limonada, una aurora maligna entra a la cocina y reconozco el
dueño.

Antes de que me hable prefiero yo preguntar—¿Qué paso? —abre y cierra su


boca.

—Yoshua la encontró, pero no de la mejor manera, estaba con un tipo, un


gamma de la manada, obviamente que lo golpee y ella se puso furiosa y me
llamo perro, lo puedes creer nana, me trato como un maldito perro frente a
LEYVA 📝
alguien inferior a mí —choca su puño contra la mesa y le sirvo un vaso de
limonada.1

—Tal vez no debiste dejarla afuera Wade, fuera de eso ¿por qué no pediste
explicaciones?

Ahí vamos en tres, dos, uno...

—Porque se que ella no me engañaría, es tan clara como el agua, pero el idiota
ese, de ese no me confío, de igual forma pienso ignorarla todo el día —niño.5

—Toma y relajate para que puedas ir a bañarte e ir a la empresa, luego se te


pasará y hablaras con ella, le pedirás disculpas y será todo normal como antes.

—Eso haré, gracias nana—me tira un beso y corre fuera de la cocina.

Ya esta super grande y sigue con esas niñadas.

Tal vez nos ve como una figura materna, todo el tiempo nosotras hemos
estado ahí para él.

Eso es cierto, pero a eso no es a lo que venía, vengo a decirte que pongas
tu mejor cara.

¿Por qué?

Mate.

Oh no, no. Me niego a creerlo.

A mi nariz llega un espléndido aroma a café que hace mis piernas flaquear.

Después de siglos y ahora tengo un nuevo mate.

No quiero.

No puedo abandonar a mi antiguo amor.

El olor se intensifica y eso me dice que ya está aquí en la cocina, mis manos
comienzan a sudar y trago grueso.
LEYVA 📝
De un momento a otro soy abracada por un par de fuertes brazos y me encojo
en mi lugar—Mía —no digo nada y el recuerdo de mi antiguo mate llega a mi
mente como un video.

Él me gira para vernos cara a cara y me sorprendo de lo joven que se ve. Su


rostro es perfilado y tiene una ligera barba, sus ojos son café, sus cejas son
pobladas, su cabello perfectamente peinado y por último esos labios gruesos.

Creo que te está llamando la atención.

Reconozco que es más joven que yo, y solo el hecho de que sea así ya me dan
motivos para rechazarlo.

Trato de dirigir mi vista a sus ojos, pero instintivamente se van a sus labios
para luego regresar a sus ojos donde estos se encuentran furiosos.

—¿Quién es es idiota que ronda en tú cabeza? —¿qué? —no acabes con mi


pasiencia, cuando una mujer da ese tipo de señales es porque en alguien está
pensando—trago grueso—además no lo niegas —toma mi brazo con fuerza—
Respóndeme, ¿quién es? O yo mismo lo busco y lo liquido de una vez por
todas.2

¿Pero quién se cree este niño mimado?

—Es mi antiguo mate y el amor de mi vida, no tienes derecho a venir a


hablarme así solo porque sea tu mate—me suelto de su agarre y lo desafío
cara a cara mirando atentamente sus ojos.

Humedece sus labios y sonríe.

Diablos, que bonita sonrisa.13

Me quedo embobada viendo como esos dientes relucen en esa perfecta


sonrisa, en un movimiento trata de tomarme y me le zafo por un costado.

Él gira aún con esa bonita sonrisa y camina paso a paso, mientras yo retrocedo
cada vez más hasta chocar con la encimera.
LEYVA 📝
Llega a mí, me encierra con sus brazos y mi primera acción es gritar a todo
pulmón —tranquila, bebé—pasa una de sus manos por mi rostro y entrecierro
los ojos.

Escucho pasos por las escaleras y rápidamente en la cocina entra Wade y


Sara, todos agitados, sudados, despelucados, con los labios hinchados y sus
ropas vueltas un desastre. Niego internamente y todo el ambiente en la cocina
se vuelve tenso.2

Wade trata de caminar hacia mí y Sara se lo impide, ¿pero qué haces, niña?

—Tranquilo mi Alpha, él es su mate y dudo que le haga daño—¿qué? ¿ella está


en complot con él?1

Wade mira sus ojos y toma su rostro para plantar un beso en los labios de su
adorada.

Cambia de gesto rápidamente y toma su respectiva pose como un Alpha —¿es


eso cierto? —trato de responder, pero el gruñido que da de advertencia hacia
mi niño me saca de los cabales.

¿Cómo se le ocurre hacer eso?

¿Acaso está loco?

»—Con que te atreves a gruñirme para no dejar que la toque —Wade habla en
un tono amenazante y truena sus nudillos uno por uno.

Los ojos del chico que tengo al frente se vuelven azules y mi cuerpo busca la
manera de salir de su agarre, pero es imposible.

—Suéltame o esto se convertirá en una masacre, terminarás molido,


¡Suéltame! —mientras más me muevo, más soy acorralada contra la mesa y su
cuerpo embriagante—Tu Alpha te mandará al calabozo, ya dejemos esto para
después, luego hablaremos. Lo prometo, niño—coloco mis manos en su pecho y
escucho lo que jamás creí escuchar de Wade.
LEYVA 📝
—Te la puedes llevar, eres digno para mí, pero recuerda que ella es como mi
madre y si le haces algo no vivirás para contarlo.

En shock, estoy en shock.3

Mi cuerpo deja de estar de pie y ahora todo lo veo más alto, soy sacada de la
cocina y Rene deja caer su mandíbula al piso cuando me ve, le doy una rápida
mirada a Amir y este se levanta.

Si cariño, ven a ayudar a tu Nanita.3

Empieza a correr en mi dirección y Sara lo detiene.

No bebé no le hagas caso, ven.2

No vendrá, él le obedece a Sara más que a cualquier otro aquí.1

Desvía sus pasos a su madre y yo suspiro, la puerta es abierta y el fresco aire


de otoño pega en nariz, el sol está en su máximo esplendor y solo le atino a
colocar un brazo en mis ojos.

Miro hacia la puerta donde Amir me da la despedida y rápidamente esta es


cerrada. Observo todo el camino hasta llegar a la que supuestamente es la
casa del chico.

Al llegar a su puerta da una patada y hace lo mismo para cerrarla. Me baja—


Bienvenida a tu nuevo hogar—señala todo y junto mis cejas.

—Tú y yo no somos nada, es más, te rechazaré aquí mismo para que seas libre
de una anciana como yo—digo rápidamente mientras me volteo para mirarlo
cara a cara.5

Su abdomen marcado me recibe de golpe y trago grueso, dirijo mi vista a esa


v pronunciada y quito mi vista rápidamente de ella antes de que cometa una
locura. —¿Decias algo? Mi cara está acá arriba —asiento y prosigo con mi
charla.4
LEYVA 📝
—Decía que si quieres te rechazo...—mi voz se va apagando mientras más se
acerca a mí, instintivamente mis ojos van a su abdomen y mis manos pican por
tocarlo.

—Sé lo que estás pensado y no es nada bueno —muerde su labio.

O Dios, no.

No puedo entrar en celo ahora.

Urán, ¿en serio?

Jijijiji, en serio.27

Mi cara se calienta y por mi espalda pasa una ola de calor muy grande que se
sitúa en mi zona íntima.

El chico ahora se acerca lo más posible a mí y besa mi cuello, suelto un quejido


de placer y él gruñe—Aquí es donde dejaré bien en claro que esta hermosa
mujer me pertenece—pongo mis manos en su tonificado pecho y trato de
moverlo en un intento fallido.

—Tranquilo, debemos... Debemos conocernos—mis manos van a sus brazos y


los aprietan —para...para—cada vez que hablo es como si mi cuerpo estuviera
diciendo: no te detengas.

—Me llamo Ederson y tengo ochenta y dos años, eres mi mate y esta es tu
casa y aquí se criarán nuestros pequeños niños—reúno fuerza suficiente y lo
alejo de mí.11

—Así no—respiro agitada—Así no. Debes cortejarme a la antigua, para mí es


el mejor método que hay—arreglo mi arrugada ropa.2

—¿Con flores y chocolates? —vuelve a acercarse hasta quedar totalmente


pegado—¿Segura?—ladea un poco su cabeza y da otra de esas sorisas tan
sexys.1
LEYVA 📝
Mis ojos no pueden dejar de mirar sus labios y esos dientes, observo su
mirada brillante y vuelvo a ver sus labios, pasa su lengua por ellos y no lo
resisto más.+

—A la mierda las flores y chocolates —chocos sus labios con los míos.
LEYVA 📝
Cap.~Extra#2

CAPÍTULO EXTRA #22

Pov Wade

No tengo ni unos putos cinco segundos durmiendo y Sara ya quiere comer otra
vez. Los llantos de Kevin en el segundo piso se escuchan por toda la mansión
y suspiro frustrado.

Se preguntarán, ¿Quién es Kevin?

Fácil.

El hijo de Matías y Elizabeth, el beta de Amir y por ende hermano de Sara y


mi cuñado.8

Suspiro canasado y me levanto por novena vez en la noche—Vamos mi amor,


comeremos del Mac Donald y dormiremos en uno de mis hoteles, asi que apura
esa panza —ni siquiera me tengo que cambiar dado a que hace unos momentos
llegamos de comer comida china.

Me pongo las chancletas negras con rayas blancas y volteo a ver a mi amada,
su respiración es pesada y su boca bota un poquito de baba en la almohada.

Hace cierto tiempo atrás consideraría algo asqueroso ver eso en una mujer y
prácticamente la hubiese hechado de mi cama, pero no con ella. Tocan la
puerta y doy el adelante de una, sé que es él —¿Papá? —Amir aparece
restregando sus ojos.

—Ya nos vamos—le doy una rápida mirada y él asiente.

Camino hasta llegar al lado de mi Sarita y la tomo en brazos, ella balbucea


algo que no logro distinguir y coloca sus brazos al rededor de mi cuello, giro
y salgo de la habitación con ella en mis brazos y Amir a un lado, presiono el
LEYVA 📝
botón del ascensor y este rápidamente sube, entro con ella y él y toco el
boton de bajada.

El primer piso luce impecable como siempre y es que desde que deje que nana
se fuera ella viene todas las mañanas y noches a supuestamente cuidar la casa.

Pero creo que viene solo para ver como estan sus sobrinas y solo eso.

Abro la puerta principal y llevo a Sara junto a Amir a la Range Rover. Deposito
a mi luna en el asiento trasero con cuidado, cierro la puerta y abro la de
copiloto para Amir, él sube rápidamente y cierro la puerta, saco las llave del
bolsillo de mi pantalón, subo y arranco el carro para dar marcha fuera de la
manada.

Los pocos autos en la madrugada son casi todos finos o de lujo y no me


sorprendería que sean de adolecentes con alguna conquista dado a que yo
también lo hacía.

Las pocas iluminaciones dan un lugar melancólico y exótico para la vista, sigo
mi camino hasta llegar al Valley y estaciono mi auto en la planta baja, Amir es
uno de los primero en salir y copio su acción.

Abro la puerta para sacar a Sara, sus ronquidos suenan por todo el lugar, Amir
se coloca a mi lado y le doy las llaves.

Él cierra la puerta y el auto se bloquea, camino al ascensor con mi familia y


presiono el botón E, el elevador abre sus puertas y toco el piso treinta y
seis s.

En un movimiento rápido el mismo sube sin ningún problema y el odioso pitido


que emite al llegar a la suite hacen querer arrancarme los oídos.

Por favor, ingrese su contraseña.

—Secreta Dhall— la puerta del cuarto es abierta y el espacio limpio y


organizado se siente como una nube.4
LEYVA 📝
Cero estrés, cero bulla, cero todo.1

Amir entra y se tira en el sofa cama, paso por la sala de estar y llego al cuarto,
deposito a Sara en la cama y la arropo.

Prendo el aire acondicionado del lugar y salgo para acomodar a Amir—¡Hey


Campeón! —remuevo su hombro y este se queja—Está bien, solo te llevaré con
mamá —lo tomo en brazos y lo llevo a la cama con Sara.

Salgo del lugar y me tiro en el sofá-cama, mi estómago gruñe y restriego mi


cara con cansancio.

Mejor voy y le compro del Mac Donald a Sara antes de que se despierte,
también puedo aprovechar para comprar algo para mí y no ensuciar la cocina.

Tomo las llaves a un lado del sofá y me aseguro que tanto como Amir y ella
esten dormidos para poder salir.

Voy directo al ascensor y preciono el botón para ir a los estacionamientos, de


un momento a otro me encuentro en el auto.

Tal vez estoy tan cansado que no razono muy bien lo que hago.

Con pesadez meto la llave y me recuesto, estiro la mano para prender el aire
acondicionado y la bajo por un momento. Mis parpados pesan y mi cuerpo por
primera vez lo siento cansado.
...

Me sacudo y tomo el volante del auto para salir. La calle a esta hora de la
mañana esta vacía, todo está en absoluto silencio. Manejo hasta ver el enorme
poste con la M gigante, me estaciono y bajo del auto con paso seguro.

Entro al lugar y un esplendido olor a canela con rosas llega a mis nariz.

Junto mis cejas, busco de donde proviene ese olor y llego a la caja donde una
chica algo pequeña, cabello rizado alborotado de color rojizo naranja, pecas
en la delicada piel blanca de su cara busca algo y se topa con mis ojos.
LEYVA 📝
Y en ese momento lo entiendo.

Mate.52

Yoshua brica en mi interior como un loco, mi corazón repique tea sin poder
creerlo y sin pensarlo me acerco a la caja—Hola—ella esconde su cara detrás
de sus risos.2

—Hola—sonríe y todo a mi al rededor se desvanece.

Rápidamente observo los combos y me acuerdo de Sara y Amir.

Esto no puede ser.

Dos mates. Una con la que llevo una vida espléndida y otra que acabo de
conocer.11

Trago grueso y recupero mi postura—Deme tres cajas grandes para llevar —


ella toma mi orden, pago y me pasa la factura haciendo que nuestros dedos se
toquen.

La tensión es palpable y como si de mi enemigo se tratase tomo la factura


rápido y me asiento en una de las mesas escaneando todos sus movimientos.

Es tan hermosa.11

Media hora después está todo listo y ella con una mirada apenada me estira
las cosas. Sin mirar atrás procedo a marcharme, pero la necesidad de
observar y ver que hace me carcome.

Subo al auto y pongo todo en los asientos traseros, prendo el auto para salir
y mi fuerza de voluntad recae.

No lo hagas, Wade. Tienes familia.

No puedo, simplemente no puedo.2


LEYVA 📝
Mi vista va directo a ella cuando sale de aquel lugar y como un poseso me bajo
del auto, camino con paso firme hasta llegar a su lado y cargarla en mi
hombro.10

—Bájame, ¿Qué haces? Sabes, tengo familia que depende de mí. Mi mamá, mi
papá y abuela, bájame—la tiro contra la puerta del Range Rover y aspiro
fuerte ese maldito aroma que me trae loco.

—Eres mía —y con esto beso su cuello, el maldito olor a sexo inunda mis fosas
nasales lo que me dice que esta en celo.27

No puedo con ésta tentación.

¿Mandarás todo a la mierda por una aventura del momento?3

Freno de golpe. Miro sus bello rostro, tiene un tono rojo y su boca
entreabierta, sus ríos están a los costados de su cara que la hacen ver
totalmente inocente.

Maldición.

La tomo en brazos y abro la puerta del auto, subo con ella y tiro el asiento
para atrás, cierro la puerta y de un momento a otro los dos estamos desnudos
consumiéndonos el uno al otro.75

Sus gemidos son suaves y delicados, su piel se adapta perfectamente a mí y


con la mirada fija en mis ojos se corre lo que hace a mi amigo crecer más y
explotar dentro de ella.6

Agitado y sudado la abrazo contra mí por un tiempo hasta que decido sentarla
en el asiento de copiloto para que ambos nos podamos vestir.

—Y ¿cómo te llamas? —su voz resuena por el auto y sonrió.

—Adlen, ¿y tú? —ella vacila un poco, pero finalmente abre sus lindos labios.2
LEYVA 📝
—Ana—termino de abrochar mi camisa y subir las mangas para salir de aquel
lugar.

—Y mi querida mate Ana, ¿A dónde la llevo? —ella ríe y me da la dirección de


su hogar.

Cierto tiempo después estamos afuera de su casa.

—Gracias por traerme—me da un beso y toca a mi amigo allá abajo—aunque


no vendría mal otra ronda—muerdo mi labio y es asi como comenzo otra ronda
de gemidos y gruñidos por parte de los dos.10

Llego al hotel y a mi mente llegan sin fines de preguntas y respuestas y sobre


todo culpabilidad.

Ahora te arrepientes.3

Suspiro resignado y bajo de auto con las cosas, cierro y camino al elevador,
este se abre y marco el piso, doy la contraseña y las puertas finalmente se
abren revelandome a un Amir totalmente pendiente a la televisión y una Sara
con una sartén en la mano.3

Al verme corre hasta mí y me abraza—¿Dónde estábas? he estado


preocupada por ti, además de que no sabía donde estaba o si había sido
secuestrada—y nuevamente llega la culpabilidad —trajiste del Mac Donald,
gracias amor—me da un beso y agarra las cosas de mis manos para sentarse
con Amir a comer dejando totalmente de lado la sartén.7

Aquí hay algo raro.

Ella no me dijo nada, ella no olió que vengo impregnado en olor de una hembra.

Junto mis cejas —Amor, cariño, ¿No has sentido un olor extraño o un dolor
en el pecho? —ella rápidamente niega y sigue comiendo.

Ya es una humana.24
LEYVA 📝
Sin decir nada y revolcarme en la culpa sigo nuestras vidas normal, como si
nada hubiese pasado.

Los días pasan y por las mañanas estoy con ella, a medio día estoy en la
empresa y cuando salgo le digo a Sara que necesito terminar alguna cosa en
la empresa solo para verme con Ana y tener la mejor de las noches.33

Ya es sábado y estoy en el mismo hotel al que traje a Sara y mi hijo a pasar


la noche. Recostado de la cama King con Ana acostada a mi lado, su olor poco
a poco se va desvaneciendo hasta llegar a un asqueroso olor a huevo podrido.3

La remuevo un poco y puedo ver como su abdomen ha crecido en estos días.

¿Tendré un otro hijo?

Su olor nuevamente vuelve al mismo y junto mis cejas enojado.

Ahora lo entiendo todo, es una bruja.11

Mis manos tratan de viajar a su cuello para destrozarlo y matarla, pero


simplemente no puedo, no puedo matarla con un hijo mío.4

Estoy molido.

¿Cómo le diré a todos que tengo un hijo o hija por fuera? Que traicione a
Sara.

La puerta de la habitación es abierta y Sara se asoma con Amir a un costado—


Wade, nos costo encontrarte, pero lo hicimos. Te llamamos para ver si
estabas ocupado y no molestar, pero no contestabas asi que decidimos venir...
—toda su voz se apaga de golpe cuando alza la mirada y traga grueso. Su
corazón se detiene por un momento y empieza a latir con fuerza al mismo
instante. Ñ12

Observa a Ana acostada y luego a mí con los ojos aguados y niega.

Me siento el peor de los cretinos.18


LEYVA 📝
Mis pies se mueven solos hasta quedar al frente de ella—No es lo que crees
— se mueve por un costado y corre hasta el ascensor, corro detrás de ella
para alcanzarla, pero el ascensor cierra sus puertas de golpe.

Como un loco me pongo la ropa y bajo por las escaleras de emergencia. Su


cara, su dolor, todo quedará grabado en mí como una maldita película de
terror.2

Al llegar a la planta baja veo el Audi que le regale salir disparado haciendo
que se choquen dos autos tratando de esquivar el de ella. Corro a los
estacionamentos y subo a la camioneta, transito por las calles de la ciudad
hasta la mansión.2

Su auto se encuentra estrellado contra un árbol cerca de la mansión y mi


corazón late fuerte al pensar en la posibilidad de que ella este mal.

Bajo de la camioneta y reviso cuidadosamente su auto, no veo a ninguno de los


dos adentro. Camino a la mansión con paso decidido, ella entra cerrando
detrás de ella, subo los pequeños escalones y abro las dos puertas de par en
par.

Los ojos de todos recaen sobre mí y por primera vez me siento juzgado.

Nana se acerca a mi con los ojos aguados y levanta su mano para pegarme,
cierro los ojos esperando el golpe que nunca llega —No mereces pero ni que
mi mano impacte tu cara. Estoy desepcionada de ti—sin decir más sale de la
mansión con todos detrás suyo.7

Lágrimas de amargura corren por mis mejillas, aprieto mi mandíbula y agudizo


mi oído tratando de escuchar algun otro movimiento, pero no hay nada.

Todos se fueron.

Y solo por mi maldita estupidez.


LEYVA 📝
—Lo hechaste a perder solo por dejarte controlar por tus impulsos, ahora
debes atender el hijo de tu otra mujer—giro mi cabeza con la rabia palpable.1

La bruja de mi manada hace aparecer a Ana con una sonrisa burlona y agarro
mi cabello con frustración.

Un mes después...

Un maldito mes en que todos mis seres queridos se fueron y no sé de mi mate,


la madre de mis hijos, la dueña de mi corazón.6

—Wade, quiero una hamburguesa doble—ruedo los ojos.

—Hazla aprecer por tu cuenta, eres una bruja, deja de joderme—me levanto
de la cama donde antes dormía sin preocupaciones mayores.

Tal vez con el molestoso ruido de los llantos de Kevin, pero dormía genial al
lado de mi mujer.

Bajo y salgo al bosque, camino sin rumbo alguno hasta que unos pasos delante
mío me alertan y corro en esa dirección hasta llegar a la cascada cerca de la
manada del norte—Da la cara por tu vida—grito y saco mis garras, y en camara
lenta veo como Sara se voltea con Amir en sus brazos, una suave brisa pasa y
ese olor, ese característico olor de ella me llena —Sara—susurro.

Miro como su cuerpo esta más delgado y su vientre más abultado, su piel esta
super blanca, sus ojeras negras sobresalen de esos bonitos ojos azules y su
cabello alborotado está lleno de hojas al igual que el de Amir.

¿Qué te ha pasado, mi amor?

Traga grueso —Solo quería venir a dejarte a Amir, conmigo no podría


sobrevivir —dice con voz baja y raspada. Lo baja y da un pequeño empujoncito
hacia mí, —ve con papá —le sonríe, pero él no se mueve ni un solo centímetro.1

—Sara, no tiene que ser así, puedes venir conmigo, podemos ser una familia
nuevamente.
LEYVA 📝
Niega—Tú me mataste y mataste este gran amor que yo te tenía cuando
estabamos juntos—mira las estrellas arriba de ella—tal vez sea hora de irme
de este mundo —una lágrima de sangre baja por su mejilla—te encomiendo a
Amir, nuestro hijo, fruto de nuestro antiguo amor —sonríe —adiós—y sin más
se deja caer al precipicio, Amir al ver la acción se tira con ella y la presión
por perderlos hace mi pecho subir y bajar rápidamente.39

—NOOOOOOOOO...
...

—WADEEEEEEEE —junto mis cejas—WADEEEEEEEE, AMOR NO ME


ASUSTES, TRANQUILO —soy removido y abro mis ojos poco a poco—Dios,
me tenías preocupada, ¿cómo se te ocurre tartar de manejar cuando te estás
durmiedo? Cabezahueca —Sara coloca sus dos manos en mi cara y veo sus ojos
llorosos.119

Dejo caer una lágrima y la abrazo contra mí—Gracias a la Luna que todavía te
tengo, soñe cosas muy feas, cosas que jamás quiero que pasen—tomó su cara
con mis manos y beso sus labios una y otra vez.3

—Tranquilo ricachón, aquí me tienes— aspiro su delicioso aroma—y jamás me


iré —revuelve mi cabello.

—¿Qué paso? ¿Cómo estás tú aquí si no sabías la contraseña del elevador—se


encoje de hombros.

—Me levante y al no verte, pero estar en una habitación asi de lujosa me dio
a pensar que fuiste tú quien nos trajo, además Amir tenía tu olor, agarre el
teléfono y pregunte por ti, me dijeron en la planta baja que no sabían de que
estabas aquí así que te buscaron por las cámaras y te encontraron en el
estacionamiento de esta manera—me señala—chocado contra el muro. Al
parecer te quedaste dormido y chocaste, cuando lo supe grité como loca que
me dejaran salir a verte y abrieron el elevador para mí y aquí estoy—la vuelvo
LEYVA 📝
a abrazar y beso su vientre, pego mi frente y comienzo a hablarle al nuevo
integrante de la familia.

—Hola. Papá está bien, no hay de que preocuparse—pongo mis manos en su


barriga y todo el pequeño cuerpecito se recuesta en mis manos.

Seré padre.

Por segunda vez.

Y la emoción es igual o más fuerte que la primera vez.

Sara toca el auto y por primera ve me fijo en el—¿Crees que se pueda


arreglar?

Me encojo de hombros—Tengo el suficiente dinero como para comprar uno


nuevo— me arrodillo y beso sus labios.

Rueda sus ojos y sonríe—Ricky Ricón, tan modesto y arrogante como siempre,
pero es momento de huir —ella parece notar mi confusión y señala la entrada
de los estacionamiento que está llena de paparazzis aguantados por la barra
de seguridad y los guardias del hotel—esos uniformados no aguantarán por
mucho tiempo—y como si fuera una afirmación los tumban y todos corren
hacia nosotros—a veces odio tener la razón —me lenvato y la ayudo a
levantarse, camino rápido con ella hasta el ascensor y toco los botones
desesperadamente.

Se abren las puertas y entro con ella, la sujeto fuerte de su cintura y toco el
botón de nuestra suite, las puertas cierran de golpe pausando a más de veinte
camarógrafos listos para arremeter contra nosotros.

Giro hacia ella y tomo sus manos, observo su rostro sacado de ángeles y esas
hermosas pepas azules brillantes —Te amo, ricachón.

Sonrío —Te adoro, niña fresa—uno su frente con la mía y el elevador abre sus
puertas mostrándonos una sala totalmente destrozada por las manos de Amir.
LEYVA 📝
Al vernos deja de sacarle el relleno a un polifon del sillón y corre a nosotros
con una sonrisa plasmada en su rostro.14

En mi vida he jugado, llorado, lastimado, enojado, torturado, arriesgado,


amado, pero jamás había tenido miedo, miedo a perderlo todo y hoy puedo
decir que por primera vez tengo ese miedo.

Tengo ese miedo de perder a mi familia, a ese maravilloso mate que la diosa
luna me obsequio junto a un hijo totalmente maravilloso.10

Sin embargo, puedo decir que mientras ellos estén bien y feliz yo también lo
seré.

Y es que de eso se trata la felicidad. Asegurar que todas, absolutamente


todas tus metas sean realizadas, y las mías ya se han cumplido. +

1-Tener una manada fuerte.

2-Tener un imperio.

3-Tener a la dueña de mi corazón junto a mí.

FINNN

LEYVA 📝

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